Capítulo 9.
Cuando Sissi abrió los ojos vio que las paredes de la habitación en que estaba estaban llenas de estanterías con libros. Ante una de las estanterías se encontraba una chica de espaldas a ella, su pelo era azul y lo lleva corto. Su cuerpo estaba cubierto por un largo vestido de seda azul pálido. Inconscientemente la guerrero lo comparó con el color del hielo. De repente la figura se giró y posó sus ojos azules en Sissi, sonriendo ligeramente.
"Veo que te has despertado."
La chica se incorporó. "¿Quién eres?"
"Me llamo Ami, y soy la Princesa de Mercurio. Asimismo, hasta hace unos meses fui guerrero Mercurio. Ahora tu ocupas mi lugar."
Sissi frunció el cejo, preguntando una de las cosas que la habían tenido intrigada desde hacía tiempo.
"¿Por qué yo?"
Ami se encogió de hombros ligeramente, sonriendo divertida ante la curiosidad de la otra chica. "No lo sé, no fui yo la que escogí sino los poderes. Supongo que debías tener alguna relación con Mercurio o con el reino de la Luna."
Sissi la miró un tanto confundida. "Estoy segura que no tengo ninguna de esas relaciones."
Ami rió bajito y se acercó a Sissi que aún estaba sentada en el suelo. "No en esta vida. Todos los guerreros vienen del Milenio de Plata, un reino poderoso que existió hace más de mil años. Renacimos en la Tierra gracias a la ayuda de la reina Serenity y estuvimos obligadas a luchar con el propósito de proteger a la Princesa y a la Tierra. Ha llegado el momento que vosotros cojáis el relevo. Por lo que he visto ya has descubierto tu ataque, este es meramente defensivo." Ami se dirigió a un escritorio y de uno de los cajones sacó una caja plana. En la tapa había el mismo símbolo que hay en la frente de la Princesa, el símbolo de Mercurio. "Toma, es para ti, yo ya no tengo utilidad para él."
Sissi por fin se levantó y fue a coger la misteriosa cajita de la mano de Ami. "¿Qué es?"
Ami cerró otra vez el cajón. "Este es el ordenador que pertenece a la guerrero de Mercurio, con él te será posible hacer cálculos matemáticos precisos y descubrir las características de los youmas que os ataquen. Además hay todos los informes de las luchas que ha habido en estos últimos cuatro años y a los enemigos a los que nosotras nos enfrentamos."
Sissi cogió el ordenador de la mano de Ami y lo abrió. La Princesa dejó que la guerrero lo examinara un poco antes de volver a hablar. "Ahora ven conmigo, te llevaré a la habitación donde se encuentra la Princesa, supongo que la reina está con ella."
Sissi se levantó y siguió a Ami hacia la puerta de la habitación.
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Cuando Ken abrió los ojos oyó como una voz lo estaba llamando. De inmediato reconoció la suave voz y levantó la cabeza bruscamente. A su lado estaba Lita vestida con un vestido verde que le llegaba a los tobillos. En la frente de la chica brillaba el signo de Júpiter.
La chica lo estaba mirando un tanto preocupada, pero se relajó en cuanto le vio abrir los ojos. "¿Estás bien Ken?"
El guerrero se levantó y miró a su compañera. Ambos se abrazaron fuertemente y Lita hundió su cabeza en su pecho.
"No puedo creer que estés aquí Lita. ¿Qué haces aquí?"
La muchacha sonrió y se separó de él. "He venido a darte unos cuantos consejos."
Ken la mira en los ojos, obviamente confundido. "¿Qué podrías contarme tú?"
Lita rió un poco. "Ken, yo lo sé todo sobre guerrero Júpiter, puesto que fui ella mientras estaba viva."
El muchacho se quedó atónito. "¡Tú eras guerrero Júpiter!"
Lita asintió, una sonrisa pícara en sus labios. "Así es, y mis amigas eran las demás guerreros. ¿Tanto te sorprende?"
"Un poco, Serena nunca dijo nada al respecto, ni siquiera cuando nosotros aparecimos."
Los ojos de Lita se entristecieron. "Serena ha guardado el secreto por más de cuatro años, es normal que no quisiera compartirlo con vosotros." Al cabo de un momento añadió, más para si que para su compañero; "La Princesa es muy confiada pero no tanto."
Ken la miró con curiosidad. "¿Princesa?"
Lita levantó la cabeza bruscamente. "Serena es la Princesa de la Luna y las guerreros deben protegerla a toda costa." Tomando aire, empezó a contarle al chico lo que necesitaría saber más adelante. "Ken, ha llegado la hora que tú y los demás guerreros aceptéis vuestro destino como protectores de la Tierra y de la Princesa, tal como lo hicimos nosotras hace más de cuatro años. Guerrero Júpiter, para realizar tu ataque debes decir: Júpiter Thunder Crash. De tu cinta saldrá una pequeña antena que recogerá la electricidad que tu cuerpo forma y a través de tus manos podrás canalizarla hacia tu enemigo. Con el tiempo recibirás nuevos poderes y nuevos ataques. Ahora sígueme, te llevaré hacia el salón del trono."
Lita cogió el brazo de Ken y ambos salieron de la habitación.
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Cuando Jonatan abrió los ojos, inmediatamente notó la presencia de Ariana a su lado. La chica empezó a moverse lentamente y se giró hacia donde estaba su compañero. Ambos se pusieron de pie y miraron por la habitación. En ella vieron armas antiguas e instrumentos musicales de toda clase. De pronto Ariana notó una presencia a sus espaldas y se giró bruscamente seguida de Jonatan. En la otra punta de la habitación estaban dos chicas jóvenes; según los cálculos de Ariana debían tener la misma edad que ellos, pero en sus ojos se veía una seriedad y una sabiduría impropias de su edad. Sin querer, Ariana comparó esta mirada con la mirada que tenía Serena, en sus ojos también se veía una sabiduría impropia de su edad. Jonatan dio un paso adelante y fijó los ojos en la muchacha del pelo rubio.
"¿Quiénes sois?"
La chica del pelo azul turquesa sonrió al oír el tono de amenaza en la voz del guerrero. "Vaya, veo que una de las características para ser guerrero Urano es ser agresivo y desconfiado. ¿No te parece?"
Su compañera murmuró alguna cosa por lo bajo pero nadie fue capaz de oír lo que decía. Viendo que su compañera no iba a decir nada más, la chica del pelo azul habló en nombre de las dos. "Yo soy Michiru, Princesa de Neptuno y esta es mi mejor amiga, Haruka, la Princesa de Urano."
Haruka miró a los recién llegados seriamente. "Antes Michiru y yo ocupábamos el sitio de guerreros Urano y Neptuno que ahora tenéis vosotros."
Neptuno salió de detrás de Jonatan y miró con amabilidad a su predecesora. "¿Dónde estamos?"
Michiru sonrió ligeramente. "Estamos en el palacio de la Luna, la Princesa Serenity os ha traído aquí." Jonatan no pudo evitar fruncir el cejo. "¿La Princesa?"
"Vosotras la conocéis como Serena, no creo que haya revelado su identidad."
El guerrero de Urano miró a la Princesa de Urano con incredulidad y negó la cabeza.
"No, no nos ha dicho nada."
Antes de que Haruka tuviera la oportunidad de replicar, Michiru la interrumpió. "Debemos darnos prisa, los demás están empezando a reunirse."
Haruka asintió y empezó a hablar. "Vuestra misión como guerreros Urano y Neptuno no es la de proteger a la Princesa como lo es la de los guerreros Mercurio, Marte, Júpiter y Venus. Vuestra misión es la de proteger el Nuevo Milenio de Plata cuando este aparezca."
Cuando Haruka paró para tomar aire, Michiru continuó. "Eso solo es teóricamente ya que este nuevo reino no aparecerá si la Princesa muere, es por eso que en las grandes crisis todos los guerreros se unen para protegerla."
Haruka volvió a tomar el relevo, pues lo que tenía que decir solo incumbía a la guerrero de Urano "Jonatan, tu ataque como guerrero Urano se hace diciendo: World Shaking. De tu mano saldrá una bola de energía que irá adquiriendo velocidad a medida que se acerque a tu enemigo."
Michiru, al igual que su compañera, se dirigió a la guerrero de Neptuno. "Ariana, como guerrero Neptuno dominas el poder del agua, para hacer tu ataque deberás decir: Deep Submerge, en tus manos se formará una gran bola de agua que tirarás a tus enemigos."
"Debéis desarrollar vuestra misión con la ayuda de guerrero Saturno y guerrero Plutón, vuestros poderes son un poco superiores a los de los otros cuatro guerreros, pero no os equivoquéis, los otros cuatro están muy bien entrenados y a causa de su unión pueden llegar a ser mucho mejores que vosotros."
Cuando Haruka hubo callado, Michiru se apresuró a añadir un último consejo. "Otra cosa, lo digo por experiencia, nunca dudéis de la capacidad de la Princesa. Nosotras cometimos el error de retarla porque pensábamos que era indigna del puesto y acabamos las dos tragando polvo."
Haruka rió ligeramente ante el comentario de su compañera, recordaba muy bien el día en que por fin aceptaron a Serena como la Princesa Serenity.
"Ahora será mejor que nos vayamos."
Las dos Princesas se levantaron y salieron de la habitación, seguidas de los dos guerreros.
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Una mano se posó en el hombro de Sammy cuando este empezaba a abrir los ojos. Cuando el chico se levantó, vio que a su lado estaba una chica de su misma edad vestida con un suave vestido púrpura. Sus ojos son del mismo color y le estaba mirando con una sonrisa tímida en los labios. En la frente de la chica brillaba el símbolo de Saturno.
"Bienvenido guerrero Saturno."
Sammy la miró con curiosidad y sin reconocerla. "¿Quién eres?"
"Yo soy Hotaru, Princesa de Saturno y antigua guerrero Saturno."
El nombre le hizo recordar, y Sammy frunció el cejo. "Un momento, tú eres una de las amigas de mi hermana."
Hotaru asintió ligeramente. "Cierto, yo soy una de las amigas de la Princesa Serenity."
Sammy la miró. "¿Princesa?"
"Tu hermana es la Princesa de la Luna, Sammy. Las guerreros estábamos allí para protegerla al igual que guerrero Urano, Neptuno, Plutón y yo protegíamos el Sistema Solar de las invasiones del exterior. Esa será ahora tu misión, debes proteger el Nuevo Milenio de Plata, pero ten en cuenta que sin la Princesa este nunca llegará a formarse, es muy importante que no le pase nada."
Después de esas palabras, el muchacho empezó a entender muchas cosas. "Si tú eres una guerrero, ¿las demás amigas de mi hermana también lo son?"
"Sí."
"¿Y moristeis protegiéndola?"
Hotaru lo miró tristemente. "Sí, y todas nosotras volveríamos a hacerlo sin pensar en ello ni un solo minuto."
Sammy frunció el cejo. "Pero ella tiene el Cristal de Plata, podría haberlo utilizado."
Hotaru ya estaba negando la cabeza antes de que el chico acabara la frase. "¿Sabes que el precio de utilizar todo el poder del Cristal es la muerte?"
Sammy palideció un poco, pero asintió. "Sí, me lo han dicho. Pero podría haberos salvado a todas sacrificando su vida. No sabía que Serena fuera tan egoísta."
Hotaru frunció el cejo enojada. "No deberías hablar así de tu hermana. Ella hubiera utilizado el cristal si le hubiéramos dado la oportunidad. De hecho lo estaba haciendo pero Urano se dio cuenta y la dejó inconsciente de un golpe en la nuca. Urano siempre ha sido un poco impulsiva, pero esto salvó a la Princesa."
Sammy se sentía un poco avergonzado por haber dudado de su hermana, pero continuó cuestionando a la muchacha. "Pero os mató a vosotras."
Hotaru se encogió de hombros ligeramente. "Lo sé, pero esto no importa. Por lo menos a nosotras no nos importa, no creo que Serena esté de acuerdo."
Sammy asintió. "No lo está."
"Me lo temía. Ahora será mejor que nos vayamos, todas las Princesas y los guerreros se están reuniendo en el salón del trono."
Continuará.
A/N: Gracias a mer y a mery por sus reviews.
Cuando Sissi abrió los ojos vio que las paredes de la habitación en que estaba estaban llenas de estanterías con libros. Ante una de las estanterías se encontraba una chica de espaldas a ella, su pelo era azul y lo lleva corto. Su cuerpo estaba cubierto por un largo vestido de seda azul pálido. Inconscientemente la guerrero lo comparó con el color del hielo. De repente la figura se giró y posó sus ojos azules en Sissi, sonriendo ligeramente.
"Veo que te has despertado."
La chica se incorporó. "¿Quién eres?"
"Me llamo Ami, y soy la Princesa de Mercurio. Asimismo, hasta hace unos meses fui guerrero Mercurio. Ahora tu ocupas mi lugar."
Sissi frunció el cejo, preguntando una de las cosas que la habían tenido intrigada desde hacía tiempo.
"¿Por qué yo?"
Ami se encogió de hombros ligeramente, sonriendo divertida ante la curiosidad de la otra chica. "No lo sé, no fui yo la que escogí sino los poderes. Supongo que debías tener alguna relación con Mercurio o con el reino de la Luna."
Sissi la miró un tanto confundida. "Estoy segura que no tengo ninguna de esas relaciones."
Ami rió bajito y se acercó a Sissi que aún estaba sentada en el suelo. "No en esta vida. Todos los guerreros vienen del Milenio de Plata, un reino poderoso que existió hace más de mil años. Renacimos en la Tierra gracias a la ayuda de la reina Serenity y estuvimos obligadas a luchar con el propósito de proteger a la Princesa y a la Tierra. Ha llegado el momento que vosotros cojáis el relevo. Por lo que he visto ya has descubierto tu ataque, este es meramente defensivo." Ami se dirigió a un escritorio y de uno de los cajones sacó una caja plana. En la tapa había el mismo símbolo que hay en la frente de la Princesa, el símbolo de Mercurio. "Toma, es para ti, yo ya no tengo utilidad para él."
Sissi por fin se levantó y fue a coger la misteriosa cajita de la mano de Ami. "¿Qué es?"
Ami cerró otra vez el cajón. "Este es el ordenador que pertenece a la guerrero de Mercurio, con él te será posible hacer cálculos matemáticos precisos y descubrir las características de los youmas que os ataquen. Además hay todos los informes de las luchas que ha habido en estos últimos cuatro años y a los enemigos a los que nosotras nos enfrentamos."
Sissi cogió el ordenador de la mano de Ami y lo abrió. La Princesa dejó que la guerrero lo examinara un poco antes de volver a hablar. "Ahora ven conmigo, te llevaré a la habitación donde se encuentra la Princesa, supongo que la reina está con ella."
Sissi se levantó y siguió a Ami hacia la puerta de la habitación.
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Cuando Ken abrió los ojos oyó como una voz lo estaba llamando. De inmediato reconoció la suave voz y levantó la cabeza bruscamente. A su lado estaba Lita vestida con un vestido verde que le llegaba a los tobillos. En la frente de la chica brillaba el signo de Júpiter.
La chica lo estaba mirando un tanto preocupada, pero se relajó en cuanto le vio abrir los ojos. "¿Estás bien Ken?"
El guerrero se levantó y miró a su compañera. Ambos se abrazaron fuertemente y Lita hundió su cabeza en su pecho.
"No puedo creer que estés aquí Lita. ¿Qué haces aquí?"
La muchacha sonrió y se separó de él. "He venido a darte unos cuantos consejos."
Ken la mira en los ojos, obviamente confundido. "¿Qué podrías contarme tú?"
Lita rió un poco. "Ken, yo lo sé todo sobre guerrero Júpiter, puesto que fui ella mientras estaba viva."
El muchacho se quedó atónito. "¡Tú eras guerrero Júpiter!"
Lita asintió, una sonrisa pícara en sus labios. "Así es, y mis amigas eran las demás guerreros. ¿Tanto te sorprende?"
"Un poco, Serena nunca dijo nada al respecto, ni siquiera cuando nosotros aparecimos."
Los ojos de Lita se entristecieron. "Serena ha guardado el secreto por más de cuatro años, es normal que no quisiera compartirlo con vosotros." Al cabo de un momento añadió, más para si que para su compañero; "La Princesa es muy confiada pero no tanto."
Ken la miró con curiosidad. "¿Princesa?"
Lita levantó la cabeza bruscamente. "Serena es la Princesa de la Luna y las guerreros deben protegerla a toda costa." Tomando aire, empezó a contarle al chico lo que necesitaría saber más adelante. "Ken, ha llegado la hora que tú y los demás guerreros aceptéis vuestro destino como protectores de la Tierra y de la Princesa, tal como lo hicimos nosotras hace más de cuatro años. Guerrero Júpiter, para realizar tu ataque debes decir: Júpiter Thunder Crash. De tu cinta saldrá una pequeña antena que recogerá la electricidad que tu cuerpo forma y a través de tus manos podrás canalizarla hacia tu enemigo. Con el tiempo recibirás nuevos poderes y nuevos ataques. Ahora sígueme, te llevaré hacia el salón del trono."
Lita cogió el brazo de Ken y ambos salieron de la habitación.
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Cuando Jonatan abrió los ojos, inmediatamente notó la presencia de Ariana a su lado. La chica empezó a moverse lentamente y se giró hacia donde estaba su compañero. Ambos se pusieron de pie y miraron por la habitación. En ella vieron armas antiguas e instrumentos musicales de toda clase. De pronto Ariana notó una presencia a sus espaldas y se giró bruscamente seguida de Jonatan. En la otra punta de la habitación estaban dos chicas jóvenes; según los cálculos de Ariana debían tener la misma edad que ellos, pero en sus ojos se veía una seriedad y una sabiduría impropias de su edad. Sin querer, Ariana comparó esta mirada con la mirada que tenía Serena, en sus ojos también se veía una sabiduría impropia de su edad. Jonatan dio un paso adelante y fijó los ojos en la muchacha del pelo rubio.
"¿Quiénes sois?"
La chica del pelo azul turquesa sonrió al oír el tono de amenaza en la voz del guerrero. "Vaya, veo que una de las características para ser guerrero Urano es ser agresivo y desconfiado. ¿No te parece?"
Su compañera murmuró alguna cosa por lo bajo pero nadie fue capaz de oír lo que decía. Viendo que su compañera no iba a decir nada más, la chica del pelo azul habló en nombre de las dos. "Yo soy Michiru, Princesa de Neptuno y esta es mi mejor amiga, Haruka, la Princesa de Urano."
Haruka miró a los recién llegados seriamente. "Antes Michiru y yo ocupábamos el sitio de guerreros Urano y Neptuno que ahora tenéis vosotros."
Neptuno salió de detrás de Jonatan y miró con amabilidad a su predecesora. "¿Dónde estamos?"
Michiru sonrió ligeramente. "Estamos en el palacio de la Luna, la Princesa Serenity os ha traído aquí." Jonatan no pudo evitar fruncir el cejo. "¿La Princesa?"
"Vosotras la conocéis como Serena, no creo que haya revelado su identidad."
El guerrero de Urano miró a la Princesa de Urano con incredulidad y negó la cabeza.
"No, no nos ha dicho nada."
Antes de que Haruka tuviera la oportunidad de replicar, Michiru la interrumpió. "Debemos darnos prisa, los demás están empezando a reunirse."
Haruka asintió y empezó a hablar. "Vuestra misión como guerreros Urano y Neptuno no es la de proteger a la Princesa como lo es la de los guerreros Mercurio, Marte, Júpiter y Venus. Vuestra misión es la de proteger el Nuevo Milenio de Plata cuando este aparezca."
Cuando Haruka paró para tomar aire, Michiru continuó. "Eso solo es teóricamente ya que este nuevo reino no aparecerá si la Princesa muere, es por eso que en las grandes crisis todos los guerreros se unen para protegerla."
Haruka volvió a tomar el relevo, pues lo que tenía que decir solo incumbía a la guerrero de Urano "Jonatan, tu ataque como guerrero Urano se hace diciendo: World Shaking. De tu mano saldrá una bola de energía que irá adquiriendo velocidad a medida que se acerque a tu enemigo."
Michiru, al igual que su compañera, se dirigió a la guerrero de Neptuno. "Ariana, como guerrero Neptuno dominas el poder del agua, para hacer tu ataque deberás decir: Deep Submerge, en tus manos se formará una gran bola de agua que tirarás a tus enemigos."
"Debéis desarrollar vuestra misión con la ayuda de guerrero Saturno y guerrero Plutón, vuestros poderes son un poco superiores a los de los otros cuatro guerreros, pero no os equivoquéis, los otros cuatro están muy bien entrenados y a causa de su unión pueden llegar a ser mucho mejores que vosotros."
Cuando Haruka hubo callado, Michiru se apresuró a añadir un último consejo. "Otra cosa, lo digo por experiencia, nunca dudéis de la capacidad de la Princesa. Nosotras cometimos el error de retarla porque pensábamos que era indigna del puesto y acabamos las dos tragando polvo."
Haruka rió ligeramente ante el comentario de su compañera, recordaba muy bien el día en que por fin aceptaron a Serena como la Princesa Serenity.
"Ahora será mejor que nos vayamos."
Las dos Princesas se levantaron y salieron de la habitación, seguidas de los dos guerreros.
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Una mano se posó en el hombro de Sammy cuando este empezaba a abrir los ojos. Cuando el chico se levantó, vio que a su lado estaba una chica de su misma edad vestida con un suave vestido púrpura. Sus ojos son del mismo color y le estaba mirando con una sonrisa tímida en los labios. En la frente de la chica brillaba el símbolo de Saturno.
"Bienvenido guerrero Saturno."
Sammy la miró con curiosidad y sin reconocerla. "¿Quién eres?"
"Yo soy Hotaru, Princesa de Saturno y antigua guerrero Saturno."
El nombre le hizo recordar, y Sammy frunció el cejo. "Un momento, tú eres una de las amigas de mi hermana."
Hotaru asintió ligeramente. "Cierto, yo soy una de las amigas de la Princesa Serenity."
Sammy la miró. "¿Princesa?"
"Tu hermana es la Princesa de la Luna, Sammy. Las guerreros estábamos allí para protegerla al igual que guerrero Urano, Neptuno, Plutón y yo protegíamos el Sistema Solar de las invasiones del exterior. Esa será ahora tu misión, debes proteger el Nuevo Milenio de Plata, pero ten en cuenta que sin la Princesa este nunca llegará a formarse, es muy importante que no le pase nada."
Después de esas palabras, el muchacho empezó a entender muchas cosas. "Si tú eres una guerrero, ¿las demás amigas de mi hermana también lo son?"
"Sí."
"¿Y moristeis protegiéndola?"
Hotaru lo miró tristemente. "Sí, y todas nosotras volveríamos a hacerlo sin pensar en ello ni un solo minuto."
Sammy frunció el cejo. "Pero ella tiene el Cristal de Plata, podría haberlo utilizado."
Hotaru ya estaba negando la cabeza antes de que el chico acabara la frase. "¿Sabes que el precio de utilizar todo el poder del Cristal es la muerte?"
Sammy palideció un poco, pero asintió. "Sí, me lo han dicho. Pero podría haberos salvado a todas sacrificando su vida. No sabía que Serena fuera tan egoísta."
Hotaru frunció el cejo enojada. "No deberías hablar así de tu hermana. Ella hubiera utilizado el cristal si le hubiéramos dado la oportunidad. De hecho lo estaba haciendo pero Urano se dio cuenta y la dejó inconsciente de un golpe en la nuca. Urano siempre ha sido un poco impulsiva, pero esto salvó a la Princesa."
Sammy se sentía un poco avergonzado por haber dudado de su hermana, pero continuó cuestionando a la muchacha. "Pero os mató a vosotras."
Hotaru se encogió de hombros ligeramente. "Lo sé, pero esto no importa. Por lo menos a nosotras no nos importa, no creo que Serena esté de acuerdo."
Sammy asintió. "No lo está."
"Me lo temía. Ahora será mejor que nos vayamos, todas las Princesas y los guerreros se están reuniendo en el salón del trono."
Continuará.
A/N: Gracias a mer y a mery por sus reviews.