Al cabo de media hora, alguien llamó a la puerta de la habitación. Serena,
sonriente, se levantó y fue a abrir. Ante ella estaban dos hombre, una
chica y una niña que parecían estar muy inquietos. Chibi-Usa se tiró
enseguida a las piernas de su madre como queriendo asegurarse que realmente
estaba allí, Serena la cogió en brazos e indicó a los demás que la
siguieran al interior de la habitación. Cuando los ojos de los demás se
posaron en la cama su respiración se detuvo de inmediato. Justin fue el
primero en reaccionar y susurró: "Endymión."
Chibi-Usa se cogió fuertemente del cuello de su madre y miró al hombre con grandes ojos rojos. "Papá."
Todo quedó en silencio durante unos minutos, entonces Darién empezó a despertar. Serena se acercó de inmediato a la cama y con el brazo que tenía libre cogió la mano del chico. Este lo notó y respondió apretando ligeramente la mano de su Princesa, entonces con una sonrisa abrió los ojos y miró a su enamorada intensamente. Ambos sonrieron hasta que Chibi-Usa no pudo aguantarlo más y con un grito se lanzó de los brazos de su madre a los de su padre quien la cogió tan bien como pudo. La niña empezó a llorar desconsoladamente mientras Darién intentaba calmarla. Cuando por fin lo consiguió, su mirada se dirigió hacia los demás presentes en la habitación. No pudo evitar mostrar sorpresa cuando vio a los dos generales plantados ante su cama. Estos se mantuvieron con la mirada baja y no se atrevieron a mirar a su Príncipe. Molly, al contrario, no paraba de mirar de los generales a Darién mientras apretaba firmemente el brazo de Nathan.
Serena, notando el ambiente tenso, hablo en voz tranquilizadora. "No tienes razón para mirarlos así mi amor, Jedite y Nephlite vuelven a ser los que eran, liberados por fin de la energía maligna que les envolvía."
Darién se relajó de inmediato y sonrió. Tanto Justin como Nathan decidieron mirar hacia su Príncipe y suspiraron aliviados cuando vieron que había una sonrisa en sus labios. Ambos generales se quedaron indecisos hacia lo que debían hacer y decir, al fin y al cabo habían jurado fidelidad a la Princesa. Serena se dio cuenta de la incomodidad de los hombres y decidió darles unos momentos a solas.
"Chibi-Usa, Molly, ¿qué os parece si vamos a buscar un desayuno para todos?"
Molly asintió enseguida y Chibi-Usa decidió obedecer a su madre a pesar de que no quería perder de vista a su padre por si este volvía a desaparecer. Cuando las chicas hubieron salido de la habitación, Justin y Nathan volvieron a quedarse con la vista pegada al suelo.
Darién frunció el cejo. "¿Qué es lo que pasa chicos?" Ninguno de los dos le respondió. Viendo que no tenía otra elección su cara se puso dura. "¡Generales!"
En la voz del hombre había implicada una orden y ambos levantaron la cabeza bruscamente para mirar en los serios ojos de su Príncipe.
Por fin, Nathan suspiró y se aproximó un poco a la cama. "Mi Príncipe, ambos desearíamos inclinarnos ante vos, pero hemos jurado fidelidad a la Princesa y no queremos romper esa promesa, más ahora que los nuevos guerreros han jurado fidelidad a la Reina."
Darién frunció nuevamente el cejo. "¿Nuevos guerreros?"
Justin asintió. "Así es mi Príncipe, los poderes se han instalado en unos jóvenes cuando las guerreros originales murieron, esta vez fue la reencarnación de la reina Serenity la que los reunió y por eso le han jurado fidelidad a ella en lugar de hacerlo a la Princesa. Es más, la Princesa se aparta de los demás, solo les ayuda si es necesario, ellos han descubierto su identidad como Princesa Serenity pero no saben que ella misma es guerrero Luna. Los únicos que han mantenido su fidelidad en ella han sido Plutón, Chibi-Usa y nosotros, por esa razón no deseamos romper nuestra promesa."
La expresión del rostro del príncipe se aligeró, y el hombre sonrió. "Ni falta que hace Justin, yo mismo le juré fidelidad, me alegro que tenga protectores como vosotros."
Los dos generales sonrieron aliviados y empezaron una conversación con su Príncipe. Durante todo el día, los generales y las chicas le contaron a Darién las últimas noticias. Por fin, a las ocho, un médico dio a Darién de alta y los seis salieron del hospital. Se había decidido que Darién viviría con los generales puesto que ahora no tenía piso ni trabajo.
Chibi-Usa y Serena llegaron a casa justo a la hora de comer. No dieron explicaciones sobre donde habían estado y optaron por escuchar como Sammy les contaba a sus padres sobre el ultimo entrenamiento que había hecho esa misma tarde. Cuando llegaron a los postres, una sombra se cernió de repente sobre la mesa, rápidamente todos levantaron la vista y vieron que Zoisite estaba flotando a la altura de la lámpara. Serena vio que el general estaba preparando un ataque y que lo estaba dirigiendo a su preciosa hija. Sin pensarlo un momento la chica se tiró enfrente de la niña tirándola al suelo provocando que la bola de energía pasase por encima de ellas. En un instante, Serena se puso de rodillas y fijó su fría mirada en el general mientras que Sammy aprovechó para transformarse. El general rió y por fin habló. "Que tierno, la Princesa de la Luna arriesga su vida por una niña."
Los ojos de la Princesa brillaron con furia. "¿Qué es lo que quieres Zoisite?"
El general volvió a reír. "Oh, solo he venido aquí para matarte, Princesa."
Guerrero Saturno se adelantó un poco. "No te lo voy a permitir."
Zoisite ni siquiera se dignó a mirarlo. "Cállate guerrero esto es entre ella y yo, por su culpa Beryl me mató. ¿Te acuerdas Princesa?"
Serena sonrió burlonamente. "¿Cómo iba a olvidarlo? Fue un terrible incidente."
Por un momento pareció que el general iba a enfurecerse, pero con un visible esfuerzo se calmó y volvió a hablar. "¿Qué vas a hacer Princesa? ¿Piensas luchar como Princesa o vas a utilizar tu alter ego, del que ni siquiera los guerreros saben que eres tu?"
Sammy miró confundido a su hermana mientras Serena consideraba sus posibilidades cuidadosamente. Ahora que Zoisite había dicho eso, Sammy y sus padres no pararían de incordiarla hasta que les contara lo que había querido decir el general, además era mucho más práctico luchar como guerrero Luna ya que se sentía más cómoda en esa transformación. Lentamente se levantó y notó que Chibi-Usa hacía lo mismo, preparada a transformarse si su madre daba la señal. Al final Serena tomó su decisión, con una mano cogió su broche y sin dejar de mirar al general gritó:
"CRISTAL DE PLATA, DAME EL PODER."
Mientras la conocida luz la envolvía, oyó que su hija gritaba. "PRISCINA LUNA, DAME EL PODER."
Cuando la transformación terminó, ante la atónita familia estaban guerrero Luna y guerrero Chibi-Luna. Antes de que la batalla pudiera empezar se abrió un portal y de él emergió la conocida figura de guerrero Plutón. Por si fuera poco, justo entonces por la puerta entraron los dos generales seguidos de Tuxedo Mask y para completar el grupo llegaron los guerreros que habían sido avisados por Sammy unos minutos antes. Zoisite rió, pero Serena no se dejó distraer por los recién llegados, sin que el general se diera cuenta de lo que estaba pasando, guerrero Luna sacó su cetro y gritó:
"LUZ DE LUNA, CÚRALO."
Una luz blanca empezó a envolver al general que a su vez empezó a gritar de dolor. Muy pronto, Zoisite estaba inconsciente. Nephlite, que sabía que su amigo estaba por fin libre de la influencia de Beryl, lo cogió en sus brazos. Después de eso todo se quedó en silencio, todos esperaban que guerrero Luna hiciera algo. Al no ser así, Tuxedo Mask se acercó por detrás a Serena. "¿Estás bien cariño?"
Serena se hundió en su abrazo cansada, necesitaba toda la fuerza para enfrentarse a lo que ahora venía. Jonatan miró impacientemente a su alrededor.
"¿Dónde está esa Princesita remilgada?"
Plutón y los generales se tensaron significativamente y Sammy bajó la cabeza en confusión. "Está delante tuyo, Urano."
Los guerreros se giraron con Serenity y miraron sorprendidos al muchacho que en esos momentos estaba mirando fijamente a guerrero Luna. Antes de que alguien pudiera hablar, Jedite se acercó a Serena.
"Alteza, vayámonos de aquí, no vale la pena discutir con ellos."
Desde detrás Nephlite hizo un gesto afirmativo con la cabeza dando a entender que estaba de acuerdo con su compañero. Antes de que la chica tuviera la oportunidad de contestar, Sissi abrió los ojos desmesuradamente, acababa de llegar a un sitio de su ordenador donde nunca había estado antes.
"Chicos."
Todo el mundo se giró hacia ella. Serenity se acercó y miró por encima de su hombro. "¿Qué has encontrado Sissi?"
La chica continuó tecleando con temblorosas manos. "Aquí hay todos los informes personales sobre las antiguas guerreros, pero se necesita un código para entrar en ellos. Guerrero Luna, ¿conoces esos códigos?"
Serena abrió los ojos y miró a Plutón, la anciana guerrero simplemente se encogió de hombros, dando a entender que la chica podía contestar. "Solo sé el mío, Mercurio era la única que los conocía todos, supongo que Plutón también los conoce, pero si quieres puedo contarte que es lo que hay en esos informes. Básicamente son documentos basados en nuestra forma de actuar tanto en nuestra vida privada como en las luchas. Ami, Guerrero Mercurio, pensó que era una buena idea hacer esos archivos, ella fue la que los escribió, y de hecho nunca he llegado a leer el mío por completo. Si no me equivoco, hay una de las carpetas donde pone diario, ¿verdad?"
La otra chica asintió. "Sí, aquí está."
"Allí si que podéis encontrar cosas que os pueden interesar, si queréis leerlos el código es Ginsoujo (Lo se, lo se, esta mal escrito, pero me da pereza buscar como se escribe)."
Serenity frunció el cejo. "¿Qué significa eso? El nombre me resulta familiar."
Serena sonrió ligeramente. "Es el nombre que recibe el Cristal de Plata."
Mientras Sissi volvía a adentrarse en su ordenador, Urano volvió al mismo tema que antes.
"Antes has dicho que la Princesa estaba delante de mí, yo aún no la he visto Saturno, supongo que te referías a que estaba escondida debajo de su cama temblando de miedo."
Entonces Sammy perdió la paciencia a causa del tono de burla que había en la voz de su compañero.
"¿Eres corto o qué? Guerrero Luna es la Princesa Serenity, guerrero Luna es Serena, ¿lo entiendes o tengo que decirlo más claro?"
Continuará...
Chibi-Usa se cogió fuertemente del cuello de su madre y miró al hombre con grandes ojos rojos. "Papá."
Todo quedó en silencio durante unos minutos, entonces Darién empezó a despertar. Serena se acercó de inmediato a la cama y con el brazo que tenía libre cogió la mano del chico. Este lo notó y respondió apretando ligeramente la mano de su Princesa, entonces con una sonrisa abrió los ojos y miró a su enamorada intensamente. Ambos sonrieron hasta que Chibi-Usa no pudo aguantarlo más y con un grito se lanzó de los brazos de su madre a los de su padre quien la cogió tan bien como pudo. La niña empezó a llorar desconsoladamente mientras Darién intentaba calmarla. Cuando por fin lo consiguió, su mirada se dirigió hacia los demás presentes en la habitación. No pudo evitar mostrar sorpresa cuando vio a los dos generales plantados ante su cama. Estos se mantuvieron con la mirada baja y no se atrevieron a mirar a su Príncipe. Molly, al contrario, no paraba de mirar de los generales a Darién mientras apretaba firmemente el brazo de Nathan.
Serena, notando el ambiente tenso, hablo en voz tranquilizadora. "No tienes razón para mirarlos así mi amor, Jedite y Nephlite vuelven a ser los que eran, liberados por fin de la energía maligna que les envolvía."
Darién se relajó de inmediato y sonrió. Tanto Justin como Nathan decidieron mirar hacia su Príncipe y suspiraron aliviados cuando vieron que había una sonrisa en sus labios. Ambos generales se quedaron indecisos hacia lo que debían hacer y decir, al fin y al cabo habían jurado fidelidad a la Princesa. Serena se dio cuenta de la incomodidad de los hombres y decidió darles unos momentos a solas.
"Chibi-Usa, Molly, ¿qué os parece si vamos a buscar un desayuno para todos?"
Molly asintió enseguida y Chibi-Usa decidió obedecer a su madre a pesar de que no quería perder de vista a su padre por si este volvía a desaparecer. Cuando las chicas hubieron salido de la habitación, Justin y Nathan volvieron a quedarse con la vista pegada al suelo.
Darién frunció el cejo. "¿Qué es lo que pasa chicos?" Ninguno de los dos le respondió. Viendo que no tenía otra elección su cara se puso dura. "¡Generales!"
En la voz del hombre había implicada una orden y ambos levantaron la cabeza bruscamente para mirar en los serios ojos de su Príncipe.
Por fin, Nathan suspiró y se aproximó un poco a la cama. "Mi Príncipe, ambos desearíamos inclinarnos ante vos, pero hemos jurado fidelidad a la Princesa y no queremos romper esa promesa, más ahora que los nuevos guerreros han jurado fidelidad a la Reina."
Darién frunció nuevamente el cejo. "¿Nuevos guerreros?"
Justin asintió. "Así es mi Príncipe, los poderes se han instalado en unos jóvenes cuando las guerreros originales murieron, esta vez fue la reencarnación de la reina Serenity la que los reunió y por eso le han jurado fidelidad a ella en lugar de hacerlo a la Princesa. Es más, la Princesa se aparta de los demás, solo les ayuda si es necesario, ellos han descubierto su identidad como Princesa Serenity pero no saben que ella misma es guerrero Luna. Los únicos que han mantenido su fidelidad en ella han sido Plutón, Chibi-Usa y nosotros, por esa razón no deseamos romper nuestra promesa."
La expresión del rostro del príncipe se aligeró, y el hombre sonrió. "Ni falta que hace Justin, yo mismo le juré fidelidad, me alegro que tenga protectores como vosotros."
Los dos generales sonrieron aliviados y empezaron una conversación con su Príncipe. Durante todo el día, los generales y las chicas le contaron a Darién las últimas noticias. Por fin, a las ocho, un médico dio a Darién de alta y los seis salieron del hospital. Se había decidido que Darién viviría con los generales puesto que ahora no tenía piso ni trabajo.
Chibi-Usa y Serena llegaron a casa justo a la hora de comer. No dieron explicaciones sobre donde habían estado y optaron por escuchar como Sammy les contaba a sus padres sobre el ultimo entrenamiento que había hecho esa misma tarde. Cuando llegaron a los postres, una sombra se cernió de repente sobre la mesa, rápidamente todos levantaron la vista y vieron que Zoisite estaba flotando a la altura de la lámpara. Serena vio que el general estaba preparando un ataque y que lo estaba dirigiendo a su preciosa hija. Sin pensarlo un momento la chica se tiró enfrente de la niña tirándola al suelo provocando que la bola de energía pasase por encima de ellas. En un instante, Serena se puso de rodillas y fijó su fría mirada en el general mientras que Sammy aprovechó para transformarse. El general rió y por fin habló. "Que tierno, la Princesa de la Luna arriesga su vida por una niña."
Los ojos de la Princesa brillaron con furia. "¿Qué es lo que quieres Zoisite?"
El general volvió a reír. "Oh, solo he venido aquí para matarte, Princesa."
Guerrero Saturno se adelantó un poco. "No te lo voy a permitir."
Zoisite ni siquiera se dignó a mirarlo. "Cállate guerrero esto es entre ella y yo, por su culpa Beryl me mató. ¿Te acuerdas Princesa?"
Serena sonrió burlonamente. "¿Cómo iba a olvidarlo? Fue un terrible incidente."
Por un momento pareció que el general iba a enfurecerse, pero con un visible esfuerzo se calmó y volvió a hablar. "¿Qué vas a hacer Princesa? ¿Piensas luchar como Princesa o vas a utilizar tu alter ego, del que ni siquiera los guerreros saben que eres tu?"
Sammy miró confundido a su hermana mientras Serena consideraba sus posibilidades cuidadosamente. Ahora que Zoisite había dicho eso, Sammy y sus padres no pararían de incordiarla hasta que les contara lo que había querido decir el general, además era mucho más práctico luchar como guerrero Luna ya que se sentía más cómoda en esa transformación. Lentamente se levantó y notó que Chibi-Usa hacía lo mismo, preparada a transformarse si su madre daba la señal. Al final Serena tomó su decisión, con una mano cogió su broche y sin dejar de mirar al general gritó:
"CRISTAL DE PLATA, DAME EL PODER."
Mientras la conocida luz la envolvía, oyó que su hija gritaba. "PRISCINA LUNA, DAME EL PODER."
Cuando la transformación terminó, ante la atónita familia estaban guerrero Luna y guerrero Chibi-Luna. Antes de que la batalla pudiera empezar se abrió un portal y de él emergió la conocida figura de guerrero Plutón. Por si fuera poco, justo entonces por la puerta entraron los dos generales seguidos de Tuxedo Mask y para completar el grupo llegaron los guerreros que habían sido avisados por Sammy unos minutos antes. Zoisite rió, pero Serena no se dejó distraer por los recién llegados, sin que el general se diera cuenta de lo que estaba pasando, guerrero Luna sacó su cetro y gritó:
"LUZ DE LUNA, CÚRALO."
Una luz blanca empezó a envolver al general que a su vez empezó a gritar de dolor. Muy pronto, Zoisite estaba inconsciente. Nephlite, que sabía que su amigo estaba por fin libre de la influencia de Beryl, lo cogió en sus brazos. Después de eso todo se quedó en silencio, todos esperaban que guerrero Luna hiciera algo. Al no ser así, Tuxedo Mask se acercó por detrás a Serena. "¿Estás bien cariño?"
Serena se hundió en su abrazo cansada, necesitaba toda la fuerza para enfrentarse a lo que ahora venía. Jonatan miró impacientemente a su alrededor.
"¿Dónde está esa Princesita remilgada?"
Plutón y los generales se tensaron significativamente y Sammy bajó la cabeza en confusión. "Está delante tuyo, Urano."
Los guerreros se giraron con Serenity y miraron sorprendidos al muchacho que en esos momentos estaba mirando fijamente a guerrero Luna. Antes de que alguien pudiera hablar, Jedite se acercó a Serena.
"Alteza, vayámonos de aquí, no vale la pena discutir con ellos."
Desde detrás Nephlite hizo un gesto afirmativo con la cabeza dando a entender que estaba de acuerdo con su compañero. Antes de que la chica tuviera la oportunidad de contestar, Sissi abrió los ojos desmesuradamente, acababa de llegar a un sitio de su ordenador donde nunca había estado antes.
"Chicos."
Todo el mundo se giró hacia ella. Serenity se acercó y miró por encima de su hombro. "¿Qué has encontrado Sissi?"
La chica continuó tecleando con temblorosas manos. "Aquí hay todos los informes personales sobre las antiguas guerreros, pero se necesita un código para entrar en ellos. Guerrero Luna, ¿conoces esos códigos?"
Serena abrió los ojos y miró a Plutón, la anciana guerrero simplemente se encogió de hombros, dando a entender que la chica podía contestar. "Solo sé el mío, Mercurio era la única que los conocía todos, supongo que Plutón también los conoce, pero si quieres puedo contarte que es lo que hay en esos informes. Básicamente son documentos basados en nuestra forma de actuar tanto en nuestra vida privada como en las luchas. Ami, Guerrero Mercurio, pensó que era una buena idea hacer esos archivos, ella fue la que los escribió, y de hecho nunca he llegado a leer el mío por completo. Si no me equivoco, hay una de las carpetas donde pone diario, ¿verdad?"
La otra chica asintió. "Sí, aquí está."
"Allí si que podéis encontrar cosas que os pueden interesar, si queréis leerlos el código es Ginsoujo (Lo se, lo se, esta mal escrito, pero me da pereza buscar como se escribe)."
Serenity frunció el cejo. "¿Qué significa eso? El nombre me resulta familiar."
Serena sonrió ligeramente. "Es el nombre que recibe el Cristal de Plata."
Mientras Sissi volvía a adentrarse en su ordenador, Urano volvió al mismo tema que antes.
"Antes has dicho que la Princesa estaba delante de mí, yo aún no la he visto Saturno, supongo que te referías a que estaba escondida debajo de su cama temblando de miedo."
Entonces Sammy perdió la paciencia a causa del tono de burla que había en la voz de su compañero.
"¿Eres corto o qué? Guerrero Luna es la Princesa Serenity, guerrero Luna es Serena, ¿lo entiendes o tengo que decirlo más claro?"
Continuará...
