Capitulo XIII

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Un día se levanto como todos los días para ir a trabajar; apareció en la casa del señor Browse y se dispuso a comenzar su trabajo; se oyó un en la oficina, y unos minutos después el señor Browse le pidió a Severus que fuera atender a una cliente que había llegado a pedir no se que receta. Severus fue estaba acostumbrado a lidiar con distintos tipos de personas que iban personalmente a pedir algún encargo especial. Se acerco a la oficina donde estaba sentada una mujer, no la miro a los ojos sino simplemente se había encargado de preguntarle "Si señora en que le puedo servir?", fue en ese momento que hubo un silencio, la persona que estaba en la oficina no decía nada, hasta que de un momento a otro se oyó una voz: Severus?; esto hizo que él levantara la mirada y se diera cuenta quien era su interlocutora.

No podía creer lo que veía, en su garganta se hizo un nudo; era Florence ..., la misma Florence a la cual el le regalaba ranas de chocolate en el colegio, y con la cual estuvo a punto de casarse.

- Severus?- Repitió ella porque el se había quedado mudo

- Florence, en realidad eres tu?. No sabia que estabas aquí- dijo él sin ocultar su sorpresa

- Severus estas cambiado ..- dijo ella como tratando de colocar bien las palabras – estas bien?

- Si, si lo estoy. Florence tu comprenderás - decía esto en tono nervioso- que estoy trabajando ahora, yo quisiera hablar con tigo mas tarde, quisiera saber de ti , no .. no te parece

- Claro que quiero hablar con tigo, me estoy hospedando en la residencia Parkinson, sabes donde queda?

- Claro que sí, nos vemos a las cinco, yo iré por ti, estas de acuerdo?

- Si te esperare ...

- y tu receta era? - Severus lo dijo como recordando que ella venia a encargar una poción.

- Ho, si es que necesito algo para este brote que me salio en el brazo.

- Con mucho gusto haré ese encargo para ti, y esto va por cuenta de la casa- dijo Severus de forma amable.

Se despidió de ella; y se quedo ahí parado como cinco minutos. Lo único que pensaba era "Florence esta de vuelta"; ese día preparo primero la poción para los brotes, y lo embotello antes de hacer cualquier cosa.. En ese momento se le despertaron todos los recuerdos: como se conocieron, como él se gano un beso de sus labios, como ella sonreía cuando el la miraba, el sabor de su piel el día del baile de despendida y las caricias y momentos antes de que ella se marchara.

No comprendía como no le había respondido ninguna de sus lechuzas, como era que no había intentado comunicarse con él apenas llego a Inglaterra; y entonces se le vino una pregunta a la mente que le causo angustia: ¿Será que esta casada? Y ya formo un hogar con otro hombre?, de pronto hasta tiene hijos pequeños?.. no sabia porque le daba horror en pensar en esa idea siendo que habían pasado cinco años largos desde su partida.

El aún era joven, y aunque en ese tiempo había estado con otras mujeres sus relaciones no habían sido ni en una mínima parte de lo que había tenido con Florence. Entendía que esos tiempos habían sido en su adolescencia, cuando aún tenia una visión inocente del mundo, pero ahora todo era diferente, el había cambiado, ya no era un niño..

Cuando termino la jornada de trabajo; se dirigió inmediatamente a la residencia Parkinson: Allí pregunto por ella a uno de los encargados de la hostería, y se tranquilizo cuando oyó un: "Matilda podrías decirle a la señorita McGregort que un joven pregunta por ella ..". Le decían "señorita"; es decir que no estaba casada ni con hijos; Severus hizo una señal de complacencia.

A los pocos minutos apareció ante sus ojos una mujer muy hermosa, Severus pensó que no había cambiado gran cosa desde la ultima vez que la había visto, seguía tan hermosa y sus ojos castaños aun resplandecían esa luz, la luz que lo había enamorado.

Ella lo saludo, y el le dijo que si quería salir a comer a algún restaurante. Ella le contesto que sí, y de allí partieron hacia un restaurante mágico: famoso por su buena comida y ambiente de intimidad; se sentaron en una mesa para dos en una esquina alejada del bullicio de el resto de las personas; se miraban fijamente a los ojos y ella simplemente sonreía. Severus supo de inmediato que la llama que había existido entre los dos aún no se había apagado; el la seguía deseando ...

Hablaron hasta muy llegada la noche; se contaron sus vidas en estos años, Severus le contó lo de su trabajo y la experiencia que había ganado con el mismo; y ella le contó sobre su vida en Norteamérica, le contó que definitivamente no era feliz allá, y que decidió volver a Inglaterra a buscar suerte; Severus se alivio cuando le contó que no había conocido a nadie ..

Severus en ese momento no pudo aguantar mas y le tomo una mano, la miro a los ojos y le dijo:

- Florence será que yo tengo una nueva oportunidad con tigo?

Florence se rió, le dijo que era muy apresurado hablar de eso ahora, porque solo hoy habían vuelto a verse después de cinco años; sin embargo Severus la seguía poseyendo con sus ojos, y ella simplemente sonreía mientras aceptaba una pequeña caricia en su mano.

Esa noche el la dejo en su residencia, con la firme disposición de cortejarla hasta que ella volviera a pertenecerle.

Fue así que durante dos meses estuvo reconquistándola, sabia que ella aun sentía muchas cosas por él, sabia que la deseaba profundamente y que ella era la única mujer a la cual le hacia dicho que la amaba. Compartieron en muchas tardes besos y caricias y revivieron el amor que se profesaban hace apenas unos años. Severus estaba planeando llevarla a su sitio secreto para establecer de nuevo su vinculo ...Deseaba llevarla ahí para poder seducirla y volverla de nuevo suya.

Le pidió al señor Browse un tiempo de vacaciones (dado que en cinco años no había tenido casi ningún día libre), y la llevo hasta la casa que el mismo había construido: quiso preparar la noche perfecta, coloco velas, compro vino, y elaboro una poción especial para esa noche, ella dijo que haría la cena así que compro los ingredientes para cocinarla.

Cuando llegaron allá, ella se sorprendió con lo hermoso que era el paisaje, y le felicito por su casa; le dijo que no le parecía que fuera tan fea como el se la había descrito en una de sus conversaciones; mientras ella cocinaba, el preparaba todo lo referente al ambiente romántico, encendió la chimenea y coloco velas en algunos sitios estratégicos. Puso una botella de vino en la mesa, y al lado de la misma había un estante con dos copas que contenían algún tipo de sustancia.

Esa noche cenaron a las luz de las velas, tomaron vino, hablaron y se rieron mucho. Cuando hubo terminado todo Severus la tomo de las manos y la llevo frente del fuego de la chimenea y mientras observaban el fuego, le ofreció una de las dos copas apartadas en el estante. Ella le pregunto con sorpresa de que se trataba, y el le contesto que era una poción invocadora, que había preparado especialmente para esta ocasión; y con ella ambos invocarían el poder del amor eterno y mágico, y todo lo que ocurriera esa noche sería perfecto. Florence nunca había oído hablar de esa pócima, pero le pareció hermoso que el hubiera pensado en eso ...

Ambos tomaron al mismo tiempo de sus copas, se comenzaron a sentir muy extasiados, y fue cuando Severus la abrazo con ternura y le dijo al oído que "le había hecho mucha falta, y que no creía poder vivir sin ella de nuevo", ella a su vez le contesto que "se arrepintió todos los días mientras había estado lejos de no haberse casado con él cuando tuvieron la oportunidad". Después de eso se besaron profundamente, Severus recorrió con su labios su cuello y su rostro mientras ella le besaba la oreja. Sentían que eran el uno para el otro, que no había nada mas importante que ese momento, esa intimidad, esas caricias, sus cuerpos danzando en ese lenguaje tan puro, tan primitivo que ambos una noche habían descubierto debajo de un árbol en el bosque prohibido.

Fue un encuentro único, era la luz y las estrellas, y mas allá el universo; Ambos se querían, se añoraban con cada beso y caricia, con ese lenguaje que solo aquellos que aman conocen ...

Cuando se hubo terminado la llama; la luz los encontró frente a la chimenea casi apagada, durmiendo uno al lado del otro. Severus fue el primero en despertar y observaba a la mujer con la que había pasado tan maravillosa noche. Recordaba los momentos tan sublimes en los cuales se había entregado de nuevo a ella. Reflexiono un poco acerca de la poción que ambos habían bebido; de las sensaciones tan puras que los hizo vivir; si definitivamente era una buena poción, el señor tenebroso le había hablado de ella, y le dijo que hacia despertar el poder interior de cada mago; le había recomendado un poco de esta en alguna ocasión, pero Severus había tomado algo de ese elipsis pensando en la noche con Florence.

Se levanto y se fue a bañar. Quería que cuando ella despertara lo encontrara con el desayuno servido.. quería darle la sorpresa; pensaba que después de esta noche todo estaba predestinado a suceder, se casaría con ella y compartirían el resto de sus mágicas vidas.

Esa mañana fue perfecta, la pasaron muy bien, como en los viejos tiempos; Severus estaba especialmente amoroso con Florence .. la invito a pasear por el lago, le regalo una flor silvestre que encontró en el camino, estaba demostrando de nuevo todo ese amor escondido que un hombre de semblante duro puede demostrar.

Y entonces llego la segunda noche; ambos estaban de nuevo en plan de seducción de caricias y besos, y fue entonces que sucedió algo que cambiaria su relación para siempre.

Cuando Florence le ayudaba a quitarse la camisa, observo algo que no había notado la noche anterior; algo en el brazo izquierdo de Severus hizo que ella abriera los ojos, y como asustada se alejo de él. Severus no entendía lo que estaba pasando, e inocentemente le pregunto al darse cuenta de la cara de terror de su amada:

- Que pasa Florence? Que Hice?

Ella lo seguía mirando con recelo, parecía furiosa, y dispuesta a comenzar a gritar en cualquier momento.

- Que demonios es esa cosa que tienes en el brazo?- dijo de forma demandante

- Nada, linda es solo un tatuaje- dijo el como algo natural

- ¡Severus! No me mientas, yo se que es eso y no es simplemente un tatuaje- añadió furiosa

- y que es entonces- dijo Severus molesto como retándola

- Es la marca tenebrosa Severus, aprendí a reconocerla cuando trabajaba en la embajada Británica en Norteamérica, el ministerio de magia nos pidió especial cuidado con los inmigrantes ingleses que tuvieran esa marca en el brazo..

Severus estaba sorprendido, no pensó que ella supiera a cerca de la marca tenebrosa y mucho menos su significado. Ya no podía mas que confesarle que era un mortifago. Sin embargo ella no lo dejo hablar, el trato de acercarse pero ella seguía rehuyéndole.

- Maldita sea Severus en que te haz metido? Te has convertido en uno de esa banda de delincuentes?

- Florence no es lo que parece, de verdad que no, nosotros solo queremos un cambio, una revolución, no somos delincuentes, peleamos por una ideología..

- A mi no me engañas Severus, ellos no son una manos de revolucionarios, son un grupo de asesinos a sangre fría!!!, Acaso no te haz dado cuenta de las desapariciones, de las cosas terribles que han sucedido?, no me digas Severus que no conoces nada de eso...

- Florence, te juro que yo no le he hecho daño a nadie – dijo tratándose de explicar pero ella no entendía.

En ese momento el noto un cambio en ella, su postura lo decía todo, ya no le tenia esa mirada de horror, sino que en cambio aparecían ante sus ojos una expresión de asco y desaprobación, y mirando a Severus a los ojos le dijo con una seguridad que inquietaba.

- Severus, sabes creo que me he equivocado con tigo, ya no eres la misma persona de la cual me enamore, percibí tu cambio desde la primera vez que te vi, pero no quise reconocer que algo estaba pasando, no quise creer que el hombre con el cual soñaba todas las noches en realidad se había convertido en algo que yo no entiendo, en algo que tampoco quiero entender, no quiero ver mas del mounstro que te haz convertido, no quiero saber nada mas de ti ..

- Que estas diciendo Florence, estas diciendo que ya no me amas?- dijo Severus con tono de autentica preocupación.

- No, Severus, no es que ya no te ame; pero aunque me muera por estar con tigo tengo la seguridad que tu no eres el hombre con el cual quiero pasar el resto de mi vida; la marca tenebrosa te ha cambiado Severus y si no te cuidas terminara por matarte ...

Y al decir eso Florence agarro sus cosas, salio rápidamente de la casa y desapareció en el umbral. Severus quedo como petrificado, no podía creer que lo abandonaba, que lo dejaba por la marca que había visto en su brazo; solo por eso, trato de pensar en los cambios que ella había dicho que el tenia, pero por mas que pensaba parecía que no era conciente de ellos.

Pasó esos días como si estuviera hipnotizado, se levantaba de su cama, y no tenia ni siquiera ganas de comer, de vestirse, de ir a pescar, de nada ...; miraba con tristeza una foto que tenia de ella, la foto le sonreía de forma coqueta, pero el sabia que ella ya no tenia deseos de estar junto a el. En ocasiones se quedaba en la silla mirando el fuego, ese mismo fuego que habían compartido esa noche, esa noche antes de que se fuera y lo dejara de nuevo solo, y no podía evitar que una lagrima se escurriera por su mejilla.