CAPITULO II:

FANTASMAS DE HARINA

En otro rincón del mundo mágico se celebraba una reunión en una casa alejada de la ciudad.

- Sirius eres un tramposo- dijo alguien divertido

- Remus eso no es cierto lo que pasa es que eres un mal perdedor.

- Sí debo ser un muy mal perdedor haz ganado toda la noche- añadió Lupin

- No se preocupen amigos que la noche es larga- añadió un tercero

- Claro Mundungus, tu lo dices porque a ti te queda dinero en cambio a mi..- Lupin hizo una mueca de negativa, y añadió- Donde esta Arabella?

- En la cocina- Respondió Mundungus Fletcher mientras repartía las cartas.

- Y que hace allá?- Pregunto Sirius

- Pues lo único que me dijo es que le prestara mi cocina para hacer un biscocho.

- Hummm – dijo Sirius quien recordaba la habilidad de Arabella para preparar deliciosos y suculentas golosinas.

- Pero se esta demorando un poco no crees?- pregunto Lupin mientras organizaba su juego.

- Si me pregunto que pasara?

No paso mucho tiempo para averiguarlo, de un momento a otro sonó una explosión que provenía de la cocina. Todos los jugadores salieron corriendo hacia ella. Al abrir la puerta se toparon un una espesa neblina que dificultaba mucho la visión.

- ARABELLA????

No se escuchaba nada, hasta que Lupin utilizando su varita despejo la gruesa nebrina, y ante sus ojos se descubría un panorama desolador. La cocina parecía como si en ella se hubiera jugado una estruendosa guerra de comida.

- MUNDUNGUS FLETCHER!!!! ME LAS VAS A PAGAR!!!

Ese grito salio de debajo de los escombros de harina, masa y otras cosas que a simple vista no eran reconocibles, de un momento a otro la mujer salio de la montaña de comida totalmente blanca por la harina y con masa de pastel en sus pequeños lentes. El grupo de tres hombres al verla no pudieron evitar reírse, parecía un fantasma con un serio problema de acne. La mujer se puso roja de la ira (solo que no se podía ver eso porque estaba toda blanca..).

- DEJEN DE REIRSE IDIOTAS!!!!

Pero sus insultos solo hicieron que los hombres se rieran mas duro. Así Arabela agito su varita y mando toda la montaña de comida hacia los tres hombres quienes en un instante estaban en las mismas condiciones que ella. Al principio la reacción fue de asombro mas sin embargo cuando Sirius miro a Remus y Fletcher soltó una carcajada que recordaba un poco las risas incontenibles que tenían cuando James Potter vivía. Después de eso de nuevo los tres hombres comenzaron a reír mirando como la anciana mujer se retorcía de la rabia.

- FLETCHER DE DONDE DEMONIOS SACASTE ESA LICUADORA MUGGLE?? VAS A VER – y al decir esto la mujer corrió para alcanzar a Fletcher y talvez mandarle una maldición, a lo que Mundungus salio a correr fuera de la cocina.

Al salir Sirius y Remus se quedaron solos totalmente, al ver la situación tan lamentable en la que estaba la cocina sonrieron como si recordaran algo divertido y después de un rato Sirius pregunto de forma inocente

- ¿Esto quiere decir que no habrá postre?- A lo que ambos amigos se pusieron a reír incontrolablemente.

*****

Severus estaba atontado; aunque estaba desmayado parecía tener conciencia de lo pesado que era su propio cuerpo; sentía como si una roca estuviera encima de él, no era un sueño, no ... era como un sentimiento de angustia interminable en la cual no podía abrir los ojos. Tenia pensamientos muy negativos de derrota, de miedo, de muerte. Le hubiera gustado soñar algo mas sin embargo no lo estaba haciendo. Duro una eternidad así ... en ocasiones pensó que ya había muerto, sin embargo todo era tan confuso ....

En un momento sintió de nuevo sobre su piel las sogas que lo abrazaban; le hubiera gustado que esas también fueran parte de su imaginación como las dos veces anteriores, sin embargo al abrir los ojos lentamente, se dio cuenta que las sogas eran reales y que le hacían daño sobre su piel.

Al abrir los ojos se dio cuenta que ya no estaba en el bosque, estaba en una especie de prisión, lo único que pudo ver en sus ojos nublados fueron los barrotes de una cárcel, Pero estaba lo suficientemente atontado como para diferenciar una cosa de la otra. Movió su cuerpo como pudo y callo de espalda sobre el piso. Se pudo dar cuenta que había estado sobre una cama y pero que ahora se había caído. Nunca pensó que aquel golpe le dolería tanto, su cuerpo estaba tan débil por los crucios recibidos y por las sogas que ese simple golpe fue para el como si se hubiera partido todos los huesos y expreso un sonido de claro dolor.

Al momento vio acercarse una sombra; sus ojos aunque abiertos no podían distinguir bien las formas.

- Con que ya despertó – Severus trataba de localizar la voz pero no podía.

El guardia con un encantamiento simple logro que Severus florara y posara de nuevo su cuerpo sobre la cama. Cuando estuvo encima el hombre le quito las sogas lo cual fue notablemente un alivio mas sin embargo aunque ya podía moverse Severus permanecía paralizado por el dolor, sus brazos y piernas estaban entumecidos y no podía hacer grandes movimientos. parecía que el hombre se dio cuenta de eso y con una sonrisa malévola en el rostro le dijo:

- ¿Te duele? ¿Verdad que sí?... sabes eso le pasa a los traidores; y a nuestro señor no les gusta mucho aquellos que les da la espalda (sonrió de manera mas diabólica y continuo), yo de ti no me haría muchas ilusiones de celebrar el año nuevo seria algo prematuro (y rió un poco)

Severus esas palabras le calaron como hielo en los huesos, en cierta forma desde que salio de Hogwarts tenia el presentimiento que no iba a volver; no le importaba dar la vida por la causa, tenia muchas razones para odiar a Lord Voldemort pero sin embargo aun no quería irse de este mundo.

- Ha ... y otra cosa, fuimos al hotel donde te hospedabas y recogimos tus cosas dado que no creemos que vuelvas, así que descanse ... el señor tenebroso lo convocara mas tarde.

Luego de esto Severus sintió que alguien cerraba una puerta.

*****

Mientras tanto al otro lado Arabella Figg un poco mas tranquila sermoneaba al pobre de Fletcher mientras jugaban cartas.

- ¡Demonios Mundungus!, tu y tus objetos muggles!!; esa cosa casi me mata.

- Vamos Arabella no seas exagerada simplemente te ensucio un poco

- ¡Que ensucio un poco! Mírame y Míranos parecemos fantasmas – Todos los del grupo se miraban unos a otros, de verdad parecían espectros jugando cartas. La comida se había secado y parecía ser que no se quitaba fácilmente.

- Jajajaajjaaja- Rieron en coro Remus y Sirius quienes todo esto lo encontraban de lo mas divertido

- Además ¿Qué haces tu con esa licuadora?, pensé que funcionaba y resulta que tiene mas de un maleficio encima- Dijo Arabela enfadada

- Se la compre a un hombre que me aseguro que servia; y si sirve ...lo que pasa es que es un poco temperamental- Dijo Fletcher

- Temperamental? - dijo Remus- estas loco?, sí es así esa cosa necesita ayuda siquiátrica.

- Sí y de la buena- añadió Sirius

- Bueno que tienen?- pregunto la mujer

- Yo me retiro- dijo Lupin

- Yo también este juego esta muy malo – dijo Mundungus

- Bueno Sirius puedes comenzar a llorar por que tengo un Pokar de ases - Dijo Arabela segura de si misma y mostrando las cartas en la mesa.

- Bueno no lo creo Arabela ... observa y llora- En ese momento Black saca una escalera real bajo la cara estupefacta de la anciana.

- Que hacías en azkaban? Jugar cartas todo el tiempo?

- Bueno en realidad no- dijo Sirius.

En ese momento de la chimenea salio una pequeña luz verde y de ella salio un anciano quien a primera visto no supo que pensar al ver cuatro sujetos totalmente blancos sentados en una mesa. Su sorpresa fue tal que lo único que pudo decir fue un ¿que paso?

*****

Severus trato de mover su maltratado cuerpo, y de una forma muy precaria pudo acomodarlo de forma que no fuera tan doloroso; sin embargo no podía evitar quejarse. Sentía fiebre, parecía ser que estaba enfermo. Comenzó hacer frió y de forma muy insegura Severus se metió en las sabanas de la incomoda cama. Sentía que el mundo le daba vueltas.. si hubiera tenido el estomago lleno hubiera vomitado pero no había comido desde hace mucho. Sin embargo el cansancio y el dolor lo vencieron y se quedo dormido.

Extrañamente aunque dormía era conciente de su adolorido cuerpo; no tenia conciencia de tiempo, no sabia si ya habían trascurrido algunos días o tan solo algunas horas. El sueño se iba profundizando mas hasta que en un memento apareció ante el una enorme pradera verde, con un pequeño arroyo. El comenzó a caminar por ese lugar tan placentero, el aire olía a flores y a fruta fresca, había pequeñas hadas que sin molestar a nadie llevaban consigo canastas llenas de miel. Severus respiro profundo y por un momento se sintió libre, amaba los lugares tranquilos... fue en un instante que se sintió cansado y se acostó en el suelo verde mirando el cielo, en esa ocasión no había nubes, era el azul mas hermoso que había visto, se quedo contemplando la profundidad del cielo cuando de un momento a otro el cielo dejo de ser azul para convertirse a ocre oscuro. Severus se sobresalto pero poco después se dio cuenta que ya había despertado y lo que miraba era el techo oscuro de su jaula.

Volvió a ser conciente de su situación, abrió mejor los ojos y trato de incorporarse, las sogas que lo abrazaban ya no estaban, pero fue supremamente doloroso sentarse en la orilla de la cama. Cuando se hubo sentado vio con claridad el sitio en que se encontraba; era un cuarto al cual se le había implantado mágicamente unas barras de hierro como en una prisión. En una esquina de la habitación estaba la maleta que había preparado para el viaje, se dio cuenta que la habían revisado, lógicamente habían mirado si en ella había algo que lo delatara..afortunadamente Severus había pensado en eso y no había llevado consigo cosas que pudieran ser en su contra.

Observo de pronto una mesa lateral a la cama y en ella mágicamente apareció un plato de comida con un vaso de jugo. Severus tenia hambre pero antes de comenzar a comer tuvo especial precaución y observo el plato, los alimentos, y la bebida, no detecto con el olor ningún veneno y se dispuso a comer.

Se dio cuenta que talvez pasaría mucho tiempo encerrado.