CAPITULO XII:
EL CLUB DE BIENVENIDA
Esa mañana Sirius Black se había levantado tarde, por fin después de varios días sin dormir satisfactoriamente había tenido un sueño pleno y reparador. Abrió los ojos como a las 9 y vislumbro soñoliento como la cama de su vecino yacía ya tendida y arreglada. Se levanto como atontado directo al baño y después de vaciar su vejiga miro su rostro en el mal puesto espejo del baño. En realidad se veía muy diferente como italiano y mas cuando su rostro conservaba esa ligera barba terminada en herradura. Se lavo la cara para despertarse y sin bañarse se dispuso a explorar de nuevo el apartamento. La sala estaba vacía al igual que la cocina "el pelo grasiento habrá salido" pensó mientras recorría descalzo la sala y se asomaba lentamente al pequeño patio de ropas que al aire libre permitía que el sol entrara por las ventadas.
Fue en ese momento que pudo ver parte del pueblo. Definitivamente como lo había dicho Dumbledore era un sitio pequeño casi campestre. Cerca se veían un montón de pequeñas casitas adornadas de jardines decorados mientras a lo lejos se podía distinguir la cúpula de una iglesia anglicana que ha esa hora tocaba las campanas para anunciar el comienzo de los servicios.
Era Domingo, y como era usual en esos días las personas aprovechaban para salir y tomar el sol del verano. Sirius cerro los ojos complacido al sentir como el calor recorría su rostro y lo invadía. Amaba esa sensación.
- Sergio??
Sirius seguía con los ojos cerrados sin detectar quien lo llamaba, en parte porque no se había gravado cual era su nombre.
- Sergio??
- Ha?- dijo el animago mientras miraba de un lado para otro.
- Acá!!! – dijo la mujer quien un piso arriba lo saludaba
- Ha- ¿Cómo es que se llamaba? Ha ya recuerdo! - Hola …Lorene
- Buenos días…, veo que aun no se ha levantado!!
Fue en ese momento que Sirius tomo conciencia que estaba en ropa interior y que le estaba mostrando sus piernas y pecho a la vecina. De forma automática y como un reflejo a las circunstancias trato de taparse con las maños, lo cual en si era una tarea casi imposible mientras su rostro estaba ruborizado. La vecina solo lo miraba con una sonrisa por la expresión de alarma de este.
- Mamá puedo comer galletas!- se oyó una voz infantil al fondo
- Si mi vida pero solo una!- contesto la mujer de forma amorosa
Sirius aprovecho que la vecina se distrajo para entrar al apartamento y quedarse ahí, aunque no conocía a la vecina le parecía impropio andar por ahí casi desnudo mostrando todo a los vecinos, y aunque la vecina era simpática a lo mejor el esposo de esta se quejaría por tal conducta.
Fue entonces que aun soñoliento se sentó en la sala y prendió la televisor encontrándose con un sujeto que daba las noticias. No había nada de raro en lo que decía, solo predecía el aumento del calor y la invitación a salir a pasear y refrescarse en la playa, lo cual era una desgracia porque en el pueblo no había mar. Posteriormente dio algunas noticias de deportes y reporto precaución con una banda de apartamenteros que robaban a los incautos. Sin embargo parecía que todas esas noticias pertenecían a Londres ninguna hacia referencia a Springer Town….
Sirius no comprendía como la rubia, los dos sujetos de la vez pasada y el presentador vivían en esa pequeña caja, y se confundió aun mas cuando de un momento a otro vio como comenzaba "la lagrima de la rosa marchita" una telenovela matutina que narraba la historia de un bella mujer caída en desgracia y que esta perdidamente enamorada del dueño de la compañía donde trabaja arreglando zapatos.
Black comenzó a mirar la historia y poco a poco ya estaba fascinado con la tragedia de la pobre mujer.
- Ho Michael- decía mientras sus ojos lloraban- quieres decirme que no me amas…
Sirius estaba estupefacto, por un momento sintió ganas de pegarle al idiota ese por hacer sufrir ha esa hermosa niña que con sus ojos azules lloriqueaba al enterarse que su novio se iba a casar con alguien de igual categoría social.
- Pero Ruth tienes que entender que es mejor para ambos …
Y al decir esto la mujer se sentó a llorar amargamente.
- Hay que ternura… y ahora vas a llorar "Sirilo"?- dijo alguien detrás de él
- Hem? Quien…?- se volteo saliendo del ensimismamiento y dándose cuenta quien le hablaba – ha… es usted – expreso haciendo mala cara.
- Si yo… veo que ni siquiera se ha bañado – continuo en tono de antipatía- ¿nunca le han regalado una pijama? ¿o todas se le quedaron en la cárcel?
- Hoo todo estaba tan tranquilo hasta que usted llego.
- No me diga!, entonces supongo que no quiere comer… por mi esta bien!... además le conviene esta usted muy gordo – y al decir esto puso una bolsa en la repisa de la cocina.
- ¡No estoy gordo! – grito Sirius ofendido mientras ponía nuevamente los ojos en la tele.
En eso termino la discusión talvez porque de la bolsa Severus saco una caja de cereal y una caja de leche y en un plato hondo se dispuso a servirse. Fue al comedor pasando por el lado de Sirius y después de sentarse en la mesa comenzó a comer. Black espero a que el estuviera acomodado para pararse y servirse también. Después de mezclar los ingredientes Sirius fue directo a la tele y se sentó frente a esta mientras comía.
Severus lo observo por un momento haciendo un gesto de repulsión… parecía un idiota frente a esa cosa!!; imagino de forma malévola transformarlo en una estatua frente al televisor pero se dio cuenta que aunque era una muy buena idea no era posible…
Por la mañana lo primero que había hecho después de bañarse y vestirse (notando con desgracia que ninguna de sus ropas era negra) fue salir a buscar algo que comer, le hubiera gustado comer algo fuera pero tenia que interpretar el papel de un miembro de familia…; Al bajar las escaleras lo primero que vio fue al insoportable gordo del arrendatario, el señor Peters quien de mala gana le exigió que no volviera a dejar los muebles de la residencia tirados en el pasillo (refiriéndose exactamente a la cama doble desbaratada que apropósito había dejado para que el gordito hiciera algo de ejercicio) y le hizo firmar el libro de registro el cual firmo en letra menuda "Sebastián Giovanni" además de pagar un mes de arriendo y el recargo de las dos camas dobles.
Severus se dio cuenta que por desgracia les quedaba muy poco dinero y hambriento fue a comprar algo a una tienda cercana.
Sirius seguía viendo la tele haciendo un gesto de lastima al darse cuenta que se había terminado el programa. Severus se le acerco y de forma demandante le dijo
- Es mejor que se duche!, tenemos que ir de compras… bueno eso si quiere comer!
- Otra vez con tus ordenes Snape!!! contesto irónico
- Mira "Sirilo"- dijo con rabia- tenemos que comenzar a lo que vinimos y para eso no podemos quedarnos encerrados… y entre otras – continuo odioso- tenemos que conseguir un trabajo ya se termino el dinero…
- Ya??
- Si, tenemos para un poco de comida pero nada mas…
- Demonios!- dijo entre dientes mientras se dirigía al baño.
******
Nuestros dos espías salieron al poco rato del apartamento cruzando el pueblo hasta llegar a la plaza o parque central buscando una tienda o supermercado. Sin embargo ninguno de los dos se imaginaban que desde una baranda los estaban espiando.
- Hum están como quieren… - dijo alguien mordiéndose el labio
- Tienes razón Honoria, tienes razón- dijo otra embobada
- ¿y dijiste que son italianos?- pregunto una tercera
- No solo de origen Josephine – respondió una mujer ya conocida
- Ho Lorene están guapísimos…
- Es cierto!! No les falta nada… y son tus vecinos no?... yo de ti aprovechaba!, yo lo haría…
- Por Dios Lavinia Willard!! – dijo Honoria escandalizada – estas casada y tienes 3 hijos
- Y que!! Tu tienes 56 años y ya tienes nietos!!
- Eso no tiene nada que ver!!- dijo la mujer molesta por recordarle su edad
- Pensé que habías dicho que estaban guapos Honoria… dijo Josephine
- Ho lo están, sí que lo están… pero yo no pensaría…- respondió la mujer ruborizada
- Ho por Dios!! – dijo Josephine de forma mas liberal – por lo menos déjanos soñar!! Y entre otras Lorene que mas sabes sobre ellos?
- Bueno no mucho, llegaron ayer por la mañana y estaban en las vueltas del apartamento
- ¿no son gays cierto?
- No Lavinia, son hermanos; no notas como se parecen?…
- Pues no son tan parecidos…
- Si lo son…
- Como quieras… ¿Qué mas sabes?
- Bueno el alto se llama Sebastián …
- Ho Sebastián te veré en mis sueños- murmuro alguna
- Lavinia!! – exigió escandalizada Honoria mientras Lavinia expresaba una sonrisa morbosa sin interesarle el comentario de su amiga.
- Y el otro se llama Sergio…
- ¿no es guapo? Y tiene buen cuerpo…- dijo Josephine
- Los hombres de ojos grises son tan interesantes- expreso Lavinia
- Pero no dejen de lado al otro … esa mirada es tan sexy!!!- dijo Honoria
- Me fije y tiene los ojos verdes – dijo Lorene con una sonrisa
- Verdes!! Ho Dios!! Estos dos respiran sexo!!! – expreso Lavinia
- Ho santo cielo!!! – dijo una mirándola escandalizada
- Déjala Honoria déjala – dijo Josephine con una sonrisa
- Se que se morirán de la envidia cuando les cuente esto!
- Que cosa Lorene..
- Esta mañana cuando ponía la ropa al sol, vi a Sergio en calzoncillos…
- Que??? Como?? – gritaron las mujeres emocionadas
- Como oyen!
- Y ¿Cómo estaba?
- Pues solo les diré que tiene todo muy completo y que no le falta nada!!!- dijo la otra con una risita
- Guau… ¿Cuándo nos invitas a tu casa?
- Josephine!!- chillo Honoria
- Jajaja cálmate Honny cálmate!!
- ¿y a donde irán? – pregunto Lavinia sin quitarles el ojo
- Supongo que al supermercado
- Cierto… acaban de entrar.
- Ho Lorene… tienes que presentarnos!!- dijo alguna emocionada
******
Severus y Sirius caminaban inocentemente por el parque hazta que al fin vieron un almacén llamado "supermercado el trébol"; afortunadamente y después de una leve repasada al libro que les había dado la profesora de estudios Muggles entendieron a donde tenían que dirigirse. Al llegar al supermercado la puerta se abrió automáticamente como por arte de magia y nuestros dos espías entraron al sitio un poco confundidos al ver muchísimos productos acumulados en estantes.
- Esto definitivamente no es como el callejón Diagon – pensó Sirius mientras miraba a lado y lado
Miraron a lado y lado cuando Sirius dijo..
- creo que debemos utilizar esto..- mostrando el carrito de las compras
- Eso?
- Mira como todos lo utilizan…
Y al decir esto Severus le rapo el carrito y comenzaron a pasear por los pasillos con cara entre fastidio y estupor.
- Tenemos que compara solo lo necesario, no tenemos mucho dinero
- Lo se … ya lo dijo
- Solo se lo recuerdo- respondió con antipatía- y "Sirilo" no quiero que traiga cosas inservibles.
- Vete al diablo!!- murmuro Black de forma que él se diera cuenta
Nuestros espías recorrían los pasillos como pidiendo auxilio pues nunca habían visto tantos productos al mismo tiempo y además si querían mantequilla tenían que escoger entre mas de 5 marcas. Se veían algo graciosos llevando el carrito de compras y poniendo con miedo cada producto que elegían… les sorprendió eso de la comida enlatada y mas la comida congelada… Al final solo compraron lo que para ellos parecía "normal" o natural llevando muchas verduras, algo de carne y pasta.
Sirius parecía muy entretenido con los nuevos productos que nunca había visto y se quedaba viendo cada uno y leyendo las indicaciones de cada cosa. Severus viendo la disposición de "niño explorador de su compañero" se dispuso a hacer solo las compras, desafortunadamente lo que habían comprado solamente alcanzaría para un par de días o tres a lo sumo por lo tanto rogaba que lo poco que tenían durara lo suficiente.
Snape paso por los pasillos registrando confusión acerca de que era adecuado comprar y que no, cuando paso al lado de los jamones una operaria le ofreció una muestra gratis del producto el cual era excelente pero desafortunadamente muy caro… así que paso derecho buscando a Sirius hasta al fin encontrarlo en el stan de las revistas mirando una de estas titulada "Cosmopolitan".
- Deja eso… no podemos comprarla.
- Que quieres si te demoras siglos haciendo las compras.
- Me demoro porque tu no ayudas…
- Ha si?...como si estuvieras gritando por asistencia- contesto con ironía Black mientras seguía hojeando la revista – y ya acabaste?
Severus no le contesto y con rabia fue directo hacia la caja registradora donde pago y se dio cuenta para su pesar que solo quedaban unas pocas monedas de baja denominación.
- Tanto que he trabajado para vivir en la pobreza- pensó para sí dado que en realidad le gustaba vivir bien.
Sirius al ver que el salía lo siguió en realidad no estaba de humor para hacer una conversación de "hermanos" pero tenia que aparentar que lo eran. Así que camino a su lado al salir del almacén cruzando el parque juntos.
"coincidencialmente" parecía haber algún tipo de reunión en el mismo porque a lo lejos se veía como un grupo de cuatro mujeres hablaban en una de las bancas del parque. Ambos pasaron cargando los paquetes de las compras por el sendero sin percatarse de quienes era cuando de pronto como un ejercito el grupo se paro frente a ellos con una sonrisa algo exagerada a lo cual no tuvieron mas alternativa que parar la caminata.
Severus reconoció a una de las mujeres del grupo era Lorene, la vecina.
- Holaaa – hablo una de ellas en tono cordial – somos el club se bienvenida a Springer Town y queríamos darles un saludo en unión a todos los habitantes…
Severus y Sirius miraban extrañados a las mujeres y musitaron un gracias
- Ejem,- dijo Lorene ruborizándose- les conté a las chicas, que digo al club su llegada y ellas estaban muy interesadas en conocerlos.
- Si es cierto! – murmuro una de ellas emocionada y un poco nerviosa- casi no tenemos nuevos vecinos.
- Si muy pocos en realidad!! Mi nombre es Josephine Maltravers – y al decir esto les dio la mano a ambos – Soy profesora del colegio de infantes del poblado cualquier cosa que necesiten pueden llamarme.
- Yo por mi parte soy Lavinia Willard – dijo la mujer quien con una sonrisa y de forma muy coqueta les dio la mano a cada uno – y también pueden llamarme "cuando quieran" – y al decir esto una mujer a su lado le abrió los ojos de forma nerviosa…
- Ha y yo soy Honoria Graves, pero pueden llamarme Honny!
Ambos hombres no sabían como reaccionar ante tal presentación parecida a la que hacen las reinas de belleza, así que un poco mas abierto Sirius sonrió y se presento
- Mucho gusto soy Sergio Guiovani y él es mi hermano Sebastián.
- Gusto conocerlas- dijo Severus
- Ha…¿y que hacen dos jóvenes apuestos como ustedes en un pueblo tan pequeño como este? – y al decir esto la tal Levinia recibió un codazo de una de sus compañeras por tal intromisión.
- Ejem, vinimos a establecernos y tratar de buscar trabajo- dijo Sirius como quien se ha memorizado las líneas de un parlamento…
- Ya, bueno no queremos molestarlos mas- dijo Josephine con una sonrisa doble – las del club nos gustaría invitarlos a unas onces con el fin de conocernos dado que vamos a ser vecinos…
- Ho si, muchas gracias señora Maltravers ahí estaremos…
- Los llamare por teléfono para confirmar- dijo Lorene con una sonrisa
"Teléfono??? Que es eso?" pensaron los espías sin decir nada solo sonriendo mientras se despedían.
- ¿Qué es un teléfono?
- No se, suena parecido a televisión
- Si como no… parecidísimo!- dijo Snape con ironía- seguro que ahí no hay rubias…
- Pues si hay, tu no las aprecias- respondió Black de mala gana.
******
El grupo de mujeres observaban desde lo lejos como el par de nuevos vecinos se alejaban.
- Lavinia como pudiste…
- Que!!?
- Eres muy coqueta, si solo Pierce se diera cuenta
- Ho Honny no exageres, aunque tengo que aceptar Lavinia fue muy expresiva
- No se porque me siento como una boba con eso del invento del "club de bienvenida" – dijo Honoria
- Hay una pequeña mentirilla no importa, lo importante fue que los vimos de cerca.
- Están ambos hermosos… cierto?
- Aunque parece que Sebastián es muy tímido…
- Ho me encantan los hombre tímidos- respiro Lavinia – en las situaciones mas intimas se vuelven mas atrevidos!!- dijo mordiéndose el labio
- Si y Sergio es mas extrovertido… - comento
- Bueno debe serlo para salir en calzoncillos al jardín – dijo Lorene
- Si es demasiado expresivo!! – y al decir esto todas se rieron con ganas
- Ho Maldición!!- dijo una de ellas fijando la mirada en una esquina con algo de repulsión
- Que Honny? ¿que pasa?
- Ahí está!!- señalo Honoria con la mirada y al decir esto todas las del grupo establecieron una expresión de repudio.
- Esa Zorra!- dijo Levinia mirándola directamente a los ojos.
- Calmémonos- señalo Josephine- es mejor que ni la determinemos
- Tienes razón – señalo Lorene
- Demasiado tarde ahí viene.
Y en ese momento se les acerco una mujer alta, ojos claros y cabellos largo ondulado de tono rubio que con tono despreciativo miro a las mujeres del club de bienvenida.
- Honoria Graves ¿Cómo esta? – dijo la mujer en tono sarcástico omitiendo al resto del grupo
- Bien gracias- respondió la otra hipócritamente
- Veo que están examinado el ganado… -dijo en forma irónica
- Eso a ti no te importa… - dijo Lavinia
- Ho claro que no querida, claro que no; sin embargo yo si lo estaba haciendo ¡que par de ejemplares ¿no creen?... ho pero bueno, supongo que el grupo de las mujeres maduras no estad interesadas en eso.. verdad?... – y al decir esto las cuatro mujeres la miraron con autentico odio – Bueno, me voy… espero que no se aburran…
Y al decir esto se marcho en dirección contraria mientras solo una de ellas murmuraba para si refiriéndose a aquella "perra!".
******
Llegaron Sebastián y Sirilo al apartamento y descargaron las bolsas del supermercado. Severus inmediatamente comenzó a organizarlas en los estantes y a meter las verduras en la nevera.
- Que grupo de mujeres mas extrañas no?
- Si, son extrañas… no deben tener otras cosas que hacer.
- Si es cierto…
- Sin embargo nos han dado una oportunidad excelente!
- A que se refiere?- contesto con indiferencia el animago
- A que nos han invitado a una reunión y ahí podremos comenzar a enterarnos de algunas cosas..
- Si deben ser mujeres chismosas..
- Sí y mucho!... tendremos que tener cuidado con ellas
- Porque!!?
- Porque mientras estemos aquí, dudo que nos quiten el ojo de encima.
Eso en sí era cierto porque ninguno había sido lo suficientemente entupido para no darse cuenta de sus intenciones.
Pasó algún tiempo hasta que oscureció cuando nuestros dos magos estaban pensando que hacer de cenar y de manera extraña Sirius se ofreció a hacer la cena.
- Que es esto? carbón??- dijo con una mueca Snape
- Es carne- respondió Black con indiferencia
- Si… quemada
- No te quejes y come…
- ¿Cuántas veces haz cocinado en tu vida Black?- pregunto con sarcasmo Snape
- Pues un par de veces
- ¡Un par de veces o nunca!!- a lo que recibió una mirada de desaprobación mientras Snape seguía hablando irónicamente- claro olvidaba que el chico rico Black solo tenia elfos domésticos que le preparaban hasta la cama!!!
- Ho callate!... si no te gusta no te la comas- dijo Sirius metiéndose un pedazo de carne a la boca y aceptando internamente que sabia horrible- además tu que hablas si sé que también tenias elfos domésticos…
- Si los tenia!! Pero a direfencia de ti Black "yo viví solo!!" manteniéndome yo mismo!... así que la próxima cocino yo!
- Cocinar? Tu?- respondió con igual ironía
- Si yo!, corro el riesgo de que tu me envenenes!!!
- El que corro el riesgo soy yo!- pensó Black alarmado mirándolo de mala forma
Fue en ese instante que se oyó un ruido como un picoteo en la ventana y Sirius hábilmente y previendo lo que era abrió la misma.
- Una lechuza!! Al fin!- dijo emocionado mientras Severus dejaba su pedazo de carne quemada para dirigirse al animal.
La lechuza era totalmente negra como la coche, lo cual resultaba muy adecuado en la situación en la que estaban y en sus patas tenia llevaba una pequeña bolsita.
- Ho Maravilloso!- dijo Snape buscando por el apartamento la chimenea
Finalmente la encontró en una esquina de la casa, era tan pequeña que parecía inútil sin embargo para el caso servia.
- Cierra bien las cortinas Black y apaga la luz
Ordeno Snape mientras en el acto sacaba su varita muy bien camuflada en su maleta muggle y producía un rápido fuego dentro de la insulsa chimenea y tras haberse asegurado que todo estuviera bien cerrado dejo caer un poco de polvo dentro del fuego tornándose verde. Sirius se sentó al lado de el en el suelo acercándose a la llama de la cual salio la imagen de alguien conocido.
- Buenas noches señores ¿como están? ¿llegaron bien?
- Bien profesor estamos bien
- Fabuloso!! Hasta hoy me comunico previendo un día de acomodación al lugar, entre otras porque se demoraron dos días en el viaje?
- Ejem… tuvimos algunos inconvenientes con objetos muggles…- contesto Sirius ocultando su odisea
- Entiendo, veo que ya están acomodados…¿ ha sucedido algo relevante?
- Hasta ahora no Albus- continuo Severus- solo nos hemos presentado con algunas personas y tratando de conocer pero hasta ahora nos estamos adaptando así que no hemos sabido nada.
- Esta bien, de ahora en adelante nos comunicaremos así… April la lechuza les traerá lo mínimo de polvos puff y ustedes se contactaran con migo. No se preocupen hechice al animal para que fuera imperceptible al ojo humano y mágico; y otra cosa Severus esconde muy bien tu varita no quiero contratiempos…
- Si señor
- Ha y otra cosa les mando sus identificaciones, tal vez les puedan ayudar de algo en el mundo muggle- y en ese momento salio de la chimenea un par de papeles que fueron dejados a un lado por los espías mientras seguían hablando.
- Gracias señor
- Y que están haciendo ahora?- pregunto el anciano inocentemente
- Comiendo carbón?- murmuro Snape
- Que?!
- Nada profesor solo cenando…- dijo con embarazo Sirius
- Ya veo…
- Profesor Dumbledore ¿y como esta el mundo mágico?
- Es una sospechosa calma Sirius
- Ya veo…- expreso preocupado
- Tienen que estar muy pendientes!! Cualquier cosa nos puede dar pistas!!... Bueno los dejo yo también tengo que cenar e irme a dormir me comunicare con ustedes en tres días o antes si algo pasa.
- Profesor antes de que se valla, nos podría mandar mas dinero es que estamos algo cortos…
- Lo siento Severus pero no puedo, eso era lo único que tenia, ahora todo corre por su cuenta
Ninguno de los dos dijo nada pero ambos querían gritar por lo injusto que parecía eso. Después de despedirse del director desapareció la llama verde y todo quedo a oscuras. En ese momento prendieron la luz de nuevo viendo las identificaciones que de papeles blancos se habían convertido en dos laminas delgadas que con foto decían respectivamente Sebastián y Sergio Sirilo Giovanni, ciudadanos ingleses.
