EPILOGO.

Era un martes de semana santa; el tiempo donde alumnos y maestros aprovechaban para descansar, pero ese día en particular no habría descanso para Severas Snape; había sido enviado junto a Remus Lupin a una misión estratégica para evitar un ataque a la casa de los Granger. Los padres de Hermine estaban en un lugar secreto gracias a un informe que alertaba del ataque. Por alguna razón desconocida Voldemort seguía atacando a los muggles pero sin contar con los muggles mismos dado que al parecer había aprendido la lección de no mezclarse con ellos.

El Ministerio por fin había aceptado el regreso del señor tenebroso y en las villas mágicas podía respirarse de nuevo el miedo. El trabajo de la orden del fénix seguía siendo el mismo, aunque el ministerio aun no aprobaba su trabajo tampoco rehusaba su ayuda.

La idea era permanecer en la casa de los Granger y sorprender a los bandidos cuando intentaran entrar en la casa. Remus estaba viendo televisión, una de las costumbres adquiridas con Sirius después de la convivencia por algunos meses; aunque Remus no era del tipo romántico que le gustaban las novelas sí le gustaban algunos seriados televisivos como Los simpson, cabeza de balón y C.S.I.

Severus por su parte estaba arrinconado cerca de la ventana comiendo un pedazo de Pizza de pollo y champiñones. Estaba encantado con el servicio a domicilio de los muggles y pensaba que talvez podría guardar un poco para comer mientras escribía su libro "Nuevas reacciones químicas: el uso de la técnica para elaborar pociones perfectas"; ya llevaba 8 capítulos y aun parecía que le faltaba algunas temáticas importantes. En cierta forma estaba satisfecho con su trabajo y había encontrado una forma de relajarse y focalizar su energía a través del Yoga: un buen consejo dado por una buena amiga.

Ambos profesores parecían distraídos en sus actividades; habían estado desde el domingo encerrados en la casa de Hermine y habian utilizado poción multijugos para hacer creer que los familiares de Hermine estaban aun en casa. Severus había ideado una poción similar pero con corto efecto ideal para las tareas de recibir el correo y salir a pasear al perro. "Era una tarea horrible pero alguien tenia que hacerla".

Desgraciadamente para Severus, y después de una rifa, le había tocado el papel de la señora Granger; odiaba vestirse de mujer y sacar al mugroso y desagradable perro pekinés de la familia mientras hacia vida social con otros perros de la cuadra.

Afortunadamente hoy era de noche y no tenían que tomar esa porquería, como literalmente la había llamado Remus .

Ambos hacían sus cosas cuando de repente se fue la energía y todo quedo a oscuras. Ellos sabían que significaba: habían llegado los mortifagos.

Remus Lupin se agazapo en un lado de la puerta mientras Severus vigilaba el otro lado pendientes de cada movimiento. Llevar la capa de invisibilidad ayudaba pero no era suficiente: con un mortifago había que tener cuidado.

Entonces una luz brillante penetro a la casa y derribo la puerta. En un extremo del edificio se abrió un agujero de 5 por 6 metros que expelía humo.

Remus y Severus adecuadamente camuflados estaban dispuestos a hacer frente a los invasores que llevaban mascaras para no ser reconocidos. Eran varios, mas de dos , era una pelea desigual pero no por mucho tiempo.

Los hombres vestidos de negro y con sus varitas a la expectativa parecían fantasmas que salían de un bloque de humo, fue en ese momento que Severus lo vio, podía oler su pútrido olor a 100 metros de distancia: Era Stewert.

Apretó su mano fuertemente y endureció su quijada al verlo.

El grupo de 5 mortifagos camino por el piso de madera de la casa y cuando estaban a punto de subir al segundo piso…

- Fumus!!!

Y entonces toda la casa se lleno de un humo denso y los mortifagos fueron sorprendidos con un ataque de fuego y otras luces.

- Maldición es una trampa!!! Salgamos de aquí!!! – grito uno de ellos horrorizado

Fue entonces que se oyeron golpes y quejidos y el grupo de mortifagos se dispuso a huir por el mismo lugar al que habían entrado.

- ¿A dónde van Caballeros?- Les intercepto un hombre de cabellera larga y ojos negros que iba acompañado de una mujer de edad y un comerciante ya conocido.

Los mortifagos al verse acorralados alzaron las manos y fueron paralizados para que no escapasen.

- Aparecieron en el momento justo! – los felicito Remus

- Que querías amigo que no íbamos a venir a rescatarte- sonrió Sirius

- Un momento…- dijo Remus inquieto

- Que cosa?- pregunto Arabella

- Eran cinco Mortifagos y aquí solo hay cuatro… y el que falta?

- No sé

- ¿Dónde esta Severus?- se pregunto nervioso

- No te preocupes Lunático seguramente esta arreglando algunos asuntos personales- Contesto Sirius con mucha seguridad.

******

Un hombre corría huyendo por un prado lleno de hierva; había tenido que saltar algunas cercas para estar lejos de la trampa: Nunca se imagino que los estuvieran esperando; lo que pensó que seria un trabajo fácil ahora se convertía en un desastre: Todos sus hombres habían sido capturados menos el… sonrió al pensar que siempre lograba escapar a tiempo.

Fue entonces que paro para tomar aire, estaba cansado, fue en ese momento que sintió que alguien le tocaba el hombro y al voltear para ver detrás de el sintió un golpe directo en la quijada que lo dejo inconsciente.

******

- Demonios! … tenemos que ir a buscarlo!

- Ohhh Remus, calmate!.... además el pelo grasiento sabe cuidarse, aunque- rió entre dientes- talvez por estar pensando en el entupido libro que esta escribiendo haya olvidado caminar y se haya caído en un poso….

- Sirius tu no cambias definitivamente…

- Además – dijo Sirius en tono alegre – ahí viene… y trae un bulto!!!

Severus caminaba llevando un cuerpo flotando en el aire y lo coloco al lado de los otros capturados. Arabella Figg se acerco al mortifago y noto que tenia la cara llena de sangre y con varios golpes encima.

- Oh Dios santo! ¿Qué le haz hecho?... seguramente tiene la nariz rota y unas cuantas costillas.

Severus sonrió de forma malévola y simplemente dijo:

- Se resistió al arresto.

Y dio media vuelta mostrando una sonrisa de satisfacción enorme.

- Que pasa Severus….¿recuerdas a la pechugona casada? – le dijo Sirius en son de burla

- Que pasa "Sirilo"…. ¿aun no te haz lavado el cerebro?; con lo sucio que eres creo que no - y alzando una ceja continuo diciendo- o acaso recuerdas a ese chiquillo al cual querías adoptar …es una lastima que no se hubieran llevado bien…

- Debí saber que tu eras el que le regalabas las hondas!...

- Falta de inteligencia de tu parte – respondió engreído

- ¡Ya dejen de pelear!- grito Remus- Dumbledore tiene razón, parece como si de verdad fueran hermanos!

Y en ese instante tanto Sirius como Severus miraron mal a Lupin como deseando matarlo lentamente; Lupin entendiendo el mensaje palideció y dijo nerviosamente…

- Ejem… voy a ver que hace Arabella!!

- Espera Lunático…. Yo te acompaño!- le dijo Sirius quien le siguió tras darle otra mala mirada a "su siempre enemigo"

Los dos amigos se alejaron bajo la mirada de desaprobación de Snape quien regreso a buscar algo a la cabaña. Mientras Sirius Black y Remus Lupin conversaban.

- Oye Canuto ¿vas a ir sí o no?

- Claro que voy a ir a la fiesta!!!... ¿Cómo dijiste que se llamaba la chica??

- Ana

- Y ¿estas seguro que es soltera y no tiene hijos?

- Claro que sí, es una chica divina y te va agradar…

Y siguiendo con la conversación se dispusieron a desaparecer; aun no era buena idea que la gente del ministerio viera a Sirius andando por ahí libremente.

*******

Severus entro a la casa de los Granger y se dirigió directamente al segundo piso de la residencia a buscar las notas que había hecho para comenzar su libro. Hizo un gesto de complacencia al encontrarlas ordenadamente dispuestas en un escritorio que a juzgar por su apariencia era de Hermine. Lleno de libros y de anotaciones.

Tomo el grupo de hojas amarradas con una cinta y se dispuso a irse cuando algo debajo de la silla llamo su atención. Era un diario muggle y en el había una foto que le pareció conocida.

Recogió el papel periódico y al leer simplemente el título se sentó en la cama de la habitación, eminentemente interesado:

El texto decía así:

"Milagros de Vida"

por Angela Red

"La vida en ocasiones es extraña y maravillosa", eso creen muchos pero pocos han tenido la oportunidad de vivir un milagro de amor.

Esta es la historia de Geraldine y Larry Clayton quienes hace mas de diez años han tratado de engendrar su primer hijo. "yo padecía de ovarios multiquisticos y ya hace muchos años mi marido y yo habíamos perdido la esperanza de tener un hijo"- dice la ahora afortunada madre quien de forma milagrosa engendro un hijo a los 40 años. "los médicos no podían creer que estuviera embarazada"- afirmo Larry con lagrimas en sus ojos "pero al fin de muchos análisis confirmaron que el bebe estaba bien y crecía satisfactoriamente".

Los médicos no se explican como pudo Geraldine engendrar en tan tardía edad y de forma tan exitosa después de un historial medico de múltiples abortos espontáneos y una capacidad de ovulación casi nula. Cuando la pareja ya había perdido la esperanza de tener un hijo se dieron cuenta hace 10 meses que estaban embarazados y para alegría de ellos el bebe se veía fuerte y saludable. El parto llego a termino y la criatura peso 3 kilos y medio con perfecto estado de salud y lo mejor y mas sorprendente para la pareja es que el medico de la familia no descarta la existencia de futuros embarazos.

La madre se ve feliz cuidando a su primogénito y el padre se ve el hombre mas orgulloso del mundo cuando ve a su familia. La pareja se ve feliz admirando a su hijo al que llamaron orgullosamente: Sebastián.

Y al terminar de leer, Severus mostró una hermosa sonrisa.

FIN