capítulo: Nueve

Acudí, como había prometido, a la cita con Tom Riddle. Lucius me condujo a él por medio de polvos flu. Así que llegamos a una sala muy oscura, con una pequeña vela como única fuente de luz, y un cuadro como única decoración. El resto del lugar estaba vacío. O por lo menos eso parecía a primera vista. Pero, al fijarme bien, descubrí un bulto negro acurrucado en una esquina.

-Es él — sifló la voz de Lucius — Voldemort.

- ¿Voldequién?

El pálido chico no respondió. Sus ojos estaban totalmente concentrados en el bulto, que se estaba moviendo lentamente. Yo también miré, expectante. Y me sentí un poco desilucionado, a decir verdad.

Era solo un chico, al fin de cuentas. Un poco chaparro, en realidad, y con una cara no muy simpática. Pero apenas pronunció una palabra, un escalofrío recorrió mi espalda.

- Veo que has venido, Lucius. Ah, y has traido al chico. Perfecto

Se acercó a mi, y empezó a examinarme con la mirada, sonriendo de vez en cuando.

- Es muy joven, por supuesto, pero ya crecerá. Y entonces - en ese momento sus ojos amarillentos miraron los míos, y, por primera vez, aquella persona me dirigió la palabra — Te tengo una proposición, chico. Yo tengo muchas ambiciones, por decirlo así. Pero necesito a personas que me ayuden, yo no puedo hacer todo. Por ahora, sólo son planes, pero, dentro de algunos años, necesitaré tener todo listo. Así que prefiero reunir y escojer a aquellos que me ayudarán desde ahora. Y me han hablado muy bien de ti, ¿sabes? Así que me pregunté si no serías indicado para formar parte de mi grupo. Claro, hay ciertos inconvenientes. El primero no tienes derecho a traisionarme, no sueñes con comentarle esto a nadie, y tendrás que obedecerme en todo lo que te pida. El segundo, para que nunca te olvides de mi tendría que ponerte una marca, en el brazo isquierdo, preferentemente. Pero también hay ganancias, muchas ganancias ¿Aceptas? Te pondré la marca desde ahora, pero, si todo sale bien, no será más que una imagen durante bastante tiempo.

No salió un solo sonido de mi boca. Tendí mi brazo isquierdo, y sentí un dolor punzante pero rápido.

Abrí los ojos. Estaba otra vez en la sala común de Slytherin. Mi brazo seguía ardiendo.

* * * *

Listo! Al fin! Agradesco infinítamente la panciencia de todos los que han estado esperando este capítulo (y, de paso, a todos los que me dejen reviews). Espero que el próximo no tarde tanto no creo aunque todavía no me decido en cómo terminarlo (podría seguir escribiendo este fic por el resto de mi vida). Acepto sugerencias, ¿eh?