Todos los personajes son propiedad de J.R.R. Tolkien
COMPROMISO
La noche anterior Aragorn y ella se habían reunido en el borque como tantas veces desde aquel primer encuentro. Allí disfrutaban de unos momentos de intimidad en los que se olvidaban de todo y sólo se centraban en ellos manifestándose sus sentimientos el uno al otro.
Pero la noche anterior había sido diferente. Cuando ella llegó, Aragorn la estaba esperando dando vueltas de un lado para otro visiblemente nervioso.
- Aragorn, ¿qué te pasa?
- ¡Arwen! Ya estás aquí. Todo mi ser se regocija ante tan bella visión.
Aquella noche la veía realmente hermosa con ese vestido azul que realzaba toda la belleza de su cuerpo. Su pelo, negro como el de su padre, flotaba debido a la sueve brisa de la noche y un brillo especial habitaba en sus ojos. Aragorn no pudo resistir el acariciar la piel blanca y sedosa de su rostro. Arwen se estremeció ante aquella tierna caricia de su amado y pasó los brazos por su cintura hasta rodear totalmente su cuerpo, fundiéndose en un intenso abrazo. Aragorn hundió su rostro en el cabello de la princesa elfa y aspiró su dulce aroma. Se separó un poco para mirarla a los ojos. Le encantaba perderse en la profundidad de esos ojos grises. En el rostro de ella se dibujó una sonrisa que encandiló al futuro rey de Gondor, el cual posó sus labios sobre los de ella perdiéndose en un beso suave, dulce, tierno. Después de tan maravilloso instante, Aragorn se separó lentamente tomando a Arwen por las manos.
- Arwen, amada mía. Deseo decirte algo.
- Estel, ¿ocurre algo grave?¿Estás bien?
- Tranquila, no me ocurre nada. No te preocupes, estoy bien.
Aragorn sonreía a su amada y le miraba con ternura debido a la cara de preocupación de ésta.
- ¿Te acuerdas de la primera vez que nos vimos, Undomiel?
- Nunca lo olvidaré. Fue en este mismo lugar hace treinta años. Tú corriste hacia mí gritando: Tinúviel, Tinúviel.
La bella elfa rió con ganas y a Aragorn le pareció que era el sonido más bonito que había escuchado en toda su vida.
- Es que te confundí con ella, ya sabes que venía cantando- dijo Aragorn sin poder evitar que su rostro se sonrojase.
- Lo sé- añadió la elfa intentando controlar la risa ante la cara que había puesto su amado.
- Pues ese día supe que jamás vería algo tan bello en toda la Tierra Media y te amé. Ese amor por ti ha aumentado con el paso de los años y ahora no puedo concebir mi futuro sin ti.- Aragorn cogió entre sus manos la mano derecha de Arwen- Arwen, te amo y me gustaría compartir contigo el resto de mi vida. Cuidar de ti y envejecer a tu lado, eso es lo que quiero. ¿Aceptas?
Los ojos de Arwen se abrieron mostrando sorpresa y alegría mezcladas.
- Oh, Estel, ¿acaso dudas de mi amor? Claro que acepto. No me importa renunciar a mi inmortalidad si hace falta. Pero mañana debemos comunicárselo a mi padre.
Ambor volvieron a fundirse en un intenso abrazo y una vez más dieron muestra del amor que sentía cada uno por el otro.
------
Arwen estaba en su cuarto recordando la noche anterior con las lágrimas a punto de desbordar sus ojos cuando alguien llamó a la puerta.
- ¿Arwen?
- ¿Quién es?
- Soy yo, Elladan. ¿Puedo pasar?
- Pasa.
El apuesto elfo entró en el cuarto de su hermana, que al verlo pudo observar el gran parecido físico que tenía con su padre y las lágrimas comenzaron a resbalar por sus blancas mejillas.
****************************
Segundo capítulo, listo.
Reviews, porfi. ¿Sigo o no?
COMPROMISO
La noche anterior Aragorn y ella se habían reunido en el borque como tantas veces desde aquel primer encuentro. Allí disfrutaban de unos momentos de intimidad en los que se olvidaban de todo y sólo se centraban en ellos manifestándose sus sentimientos el uno al otro.
Pero la noche anterior había sido diferente. Cuando ella llegó, Aragorn la estaba esperando dando vueltas de un lado para otro visiblemente nervioso.
- Aragorn, ¿qué te pasa?
- ¡Arwen! Ya estás aquí. Todo mi ser se regocija ante tan bella visión.
Aquella noche la veía realmente hermosa con ese vestido azul que realzaba toda la belleza de su cuerpo. Su pelo, negro como el de su padre, flotaba debido a la sueve brisa de la noche y un brillo especial habitaba en sus ojos. Aragorn no pudo resistir el acariciar la piel blanca y sedosa de su rostro. Arwen se estremeció ante aquella tierna caricia de su amado y pasó los brazos por su cintura hasta rodear totalmente su cuerpo, fundiéndose en un intenso abrazo. Aragorn hundió su rostro en el cabello de la princesa elfa y aspiró su dulce aroma. Se separó un poco para mirarla a los ojos. Le encantaba perderse en la profundidad de esos ojos grises. En el rostro de ella se dibujó una sonrisa que encandiló al futuro rey de Gondor, el cual posó sus labios sobre los de ella perdiéndose en un beso suave, dulce, tierno. Después de tan maravilloso instante, Aragorn se separó lentamente tomando a Arwen por las manos.
- Arwen, amada mía. Deseo decirte algo.
- Estel, ¿ocurre algo grave?¿Estás bien?
- Tranquila, no me ocurre nada. No te preocupes, estoy bien.
Aragorn sonreía a su amada y le miraba con ternura debido a la cara de preocupación de ésta.
- ¿Te acuerdas de la primera vez que nos vimos, Undomiel?
- Nunca lo olvidaré. Fue en este mismo lugar hace treinta años. Tú corriste hacia mí gritando: Tinúviel, Tinúviel.
La bella elfa rió con ganas y a Aragorn le pareció que era el sonido más bonito que había escuchado en toda su vida.
- Es que te confundí con ella, ya sabes que venía cantando- dijo Aragorn sin poder evitar que su rostro se sonrojase.
- Lo sé- añadió la elfa intentando controlar la risa ante la cara que había puesto su amado.
- Pues ese día supe que jamás vería algo tan bello en toda la Tierra Media y te amé. Ese amor por ti ha aumentado con el paso de los años y ahora no puedo concebir mi futuro sin ti.- Aragorn cogió entre sus manos la mano derecha de Arwen- Arwen, te amo y me gustaría compartir contigo el resto de mi vida. Cuidar de ti y envejecer a tu lado, eso es lo que quiero. ¿Aceptas?
Los ojos de Arwen se abrieron mostrando sorpresa y alegría mezcladas.
- Oh, Estel, ¿acaso dudas de mi amor? Claro que acepto. No me importa renunciar a mi inmortalidad si hace falta. Pero mañana debemos comunicárselo a mi padre.
Ambor volvieron a fundirse en un intenso abrazo y una vez más dieron muestra del amor que sentía cada uno por el otro.
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Arwen estaba en su cuarto recordando la noche anterior con las lágrimas a punto de desbordar sus ojos cuando alguien llamó a la puerta.
- ¿Arwen?
- ¿Quién es?
- Soy yo, Elladan. ¿Puedo pasar?
- Pasa.
El apuesto elfo entró en el cuarto de su hermana, que al verlo pudo observar el gran parecido físico que tenía con su padre y las lágrimas comenzaron a resbalar por sus blancas mejillas.
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Segundo capítulo, listo.
Reviews, porfi. ¿Sigo o no?
