Con la desaparición de Sora, el temor en las chicas no hacía más que crecer y es que debido a la investigación fue que ocurrió ese suceso, ahora no sabían si era buena idea continuar.

- Haruna-chan… - Maika vio con tristeza a su amiga la cual estaba en un rincón, con sus rodillas cubriendo su rostro, ella estaba igual de triste debido a la pérdida de Sora, pero la peligris es quien lo ha conocido por más tiempo y ella fue muy reacia a dejarlo solo. – Esto… lo lamento, yo fui quien sugirió todo esto, de no haber sido así, quizás Sora-kun…

- No importa… - Respondió ella sin levantar la mirada. – Puede que siga bien…

- E-Eso es cierto. – La peliazul buscó sacar el lado positivo. – Si lo harán un sacrificio, no creo que muera al instante, así que aún tenemos tiempo para salvarlo, así que levanta esos ánimos.

- Maika-chan… - Haruna finalmente la miró, sus ojos estaban rojos de tanto haber llorado. – Yo… no pude hacer nada, lo tuvimos tan cerca y… - En ese momento fue abrazada por su amiga.

- No te sientas culpable, conseguiremos la forma de rescatarlo, eso es seguro…

- … Sí… - las dos siguieron de ese modo durante un buen rato más, detrás de la puerta estaban Honoka y Shiho, les dieron a ellas dos su espacio para hablar.

- Estarán bien. – Comentó la peliverde.

- Eso es verdad… el asunto es… que haremos ahora. – Honoka no negaba tener miedo al respecto, pero necesitaba ser valiente por las demás. – Hay que hablar de esto con todas y entonces organizar mejor nuestro movimiento.

- Claro. – Shiho estaba de acuerdo. – Es mejor hacerlo lo más pronto posible.

- Pero, por ahora ellas dos necesitan descansar… igual nosotras, fue un día largo. – Lo dejarían para la mañana, tenían fe en que a Sora no le sucediera nada por lo que al menos esa noche debían de dormir, al día siguiente es donde se moverían para encontrar una solución.

Al llegar el día siguiente, hubo una reunión entre todas para hablar de lo sucedido por las chicas de la primera unidad, de igual modo la noticia de la desaparición de Sora se había propagado para ese entonces.

- Lamento lo que pasó a su productor… - Comentó Miharu por debajo.

- Estamos bien. – Respondió Maika con una sonrisa suave. – Aún puede ser posible el rescatarlo.

- Pero eso igual señala que no estamos del todo seguras. – Respondió Aya. – Necesitamos hacer algo al respecto e investigar por nuestra cuenta ya no es viable.

- ¿Alguna notó algo extraño el día de ayer por su lado? – Preguntó Honoka, las chicas se pusieron a pensar.

- Es verdad. – Respondió Rie en ese momento. – No sé si recuerdan que el día de ayer vimos al director actuar de una forma extraña. – Se dirigió a sus amigas.

- Ahora que lo dices… es cierto que de repente empezó a ser como otra persona. – Recordó Satori.

- ¿Creen que él sepa algo? – Preguntó Rinne.

- Es algo que debemos averiguar. – Maika miró al resto. – Él es quien está a cargo en este edificio después de todo, así que vamos a preguntarle. – No había otra opción si no es que el resto no iba a decirles nada, así es que entonces fueron a su oficina todas para saber la verdad, la peliazul tocó en ese momento. – Hola, deseamos hablar.

A pesar de haber tocado, no hubo respuesta alguna, a pesar de que continuó tocando, no parecía decir nada.

- Es raro, se supone que está en su oficina. – Expresó Haruna.

- Mejor abramos la puerta y ya. – Sugirió Yuuki.

- ¡Espera Yuuki-chan, eso no es educado! – Airi quiso detenerla, siendo demasiado tarde cuando ella la abrió, esperaban ver a este ahí dentro, pero solo se encontraron con una oficina vacía.

- No está… - Las chicas se adentraron en ese momento a la oficina, viendo por todos lados de esta y las cosas que este poseía, lo curioso es que tenía muchas estatuas de dioses y deidades.

- Parece tener ciertos gustos excéntricos… - Comentó Mahoro.

- Miren esto. – Haruna había agarrado algo que estaba sobre su escritorio, parecía ser una nota que tenía un recordatorio importante en ese momento. – mediodía, detrás del hotel a la montaña, llevar a los productores.

- ¿Qué significa eso? – Preguntó Riko.

- No lo sé… pero da un poco de mala espina. – Expresó Honoka.

- Creo que debemos ir a ese lugar. – Señaló Maika. – Dice que lleven a los productores pero no a nosotras y además van a la montaña, eso suena sospechoso.

- Podrían pasarle algo, a Rio-san y a los demás. – Expresó Haruna.

- Es nuestro deber averiguarlo, así que todas, vamos. – No había otra opción y siendo que había algo ahí que podría ser malo para sus productores, tenían que averiguarlo, no se dijo más y se pusieron en marcha en aquel momento.


Las chicas salieron del edificio para ir a la parte de atrás la cual era puro bosque de la montaña, árboles frondosos que casi bloqueaban el paso del sol.

- Sí que por detrás está bastante espeso. – Comentó Shiho.

- ¿Creen que haya osos aquí? – Preguntó Miharu.

- ¡Por favor! No digas nada sobre osos… aún tengo el trauma. – Respondió Honoka, sus amigas soltaron unas risas nerviosas.

- No hay que perder el tiempo, vamos a ese sitio. – Señaló Yuuki. Todas comenzaron a caminar por este y, conforme más avanzaban, menos luz pasaba, llegando a tener cierta oscuridad.

- Se hace cada vez más oscuro… - Expresó Airi con miedo.

- Todo estará bien Airi, aquí estamos. – Respondió Yuzuha para calmarla, en ese momento un ruido sorprendió a varias.

- ¡Que fue eso! – Gritó Chisa, entonces vieron a Rie la cual pisó una rama, esta sonrió de forma nerviosa.

- Ups…

- El ambiente nos está ganando los nervios, debemos ir enfocadas o no podremos actuar cuando llegue el momento dado. – Comentó Riko. Con eso en mente, las chicas siguieron adelante en el bosque, ya en ese momento al frente vieron algo.

- Miren, una cueva. – Señaló Yuuki.

- ¿Habrá osos? – Preguntó Rinne.

- ¡Por favor, ya basta con los osos! – Gritó Honoka, las demás soltaron gotones.

- Parece que alguien realmente se traumó con los osos… - Comentó Aya.

- Es mejor entrar, vamos. – Con Maika delante, las chicas siguieron hacia la cueva la cual por dentro estaba tan oscura, la peliazul sacó su teléfono para iluminar el paso con las demás siguiéndola, Haruna tenía algo de miedo pero una mano la sujetó, siendo la de Maika, esta sonrió para calmarla y la peligris aceptó el gesto.

- Deberían ver lo que hay en las paredes de la cueva. – Con esas palabras de Mei, las demás iluminaron estas, viendo distintos tipos de pinturas.

- ¿Acaso es rupestre? – Esas pinturas mostraban como un grupo de civilización antigua y se veía una figura como un zorro gigante además la cual adoraban, todo pintado en rojo.

- No me digan que es sangre… - Ese pensamiento pasó por la mente de la mayoría.

- No debe ser verdad… por ahora, es mejor seguir adelante. – Dejaron eso detrás para continuar, no sabían cuan extensa era la cueva pero habían caminado un buen rato desde que entraron.

- Veo algo delante. – Maika fue la primera en avanzar y es que se encontraron con una puerta metálica, era obvio que algo se encontraba detrás. – Ayúdenme a abrirla.

Entre ella, Haruna, Yuuki y Riko, comenzaron a abrir la puerta de metal la cual empezó a ceder, ya una vez abierta, pudieron observar un poco de lo que había, era otro pasillo pero ahora era de madera con velas que iluminaban este.

- Debe de ser en algún edificio del que no tengamos idea o de plano existe esto bajo la montaña. – Pensó Yuuki. – Lo que sea, es algo emocionante.

- Yo no lo creo… es aterrador… - Airi era una de las que tenía miedo.

- Hay que seguir adelante. – Las chicas ahora avanzaron por ese pasillo de madera a lo cual tenía varias bifurcaciones y otros caminos.

- No me digan que es un laberinto. – Aya se llevó las manos a la cintura.

- No creo que sea adecuado separarnos, así que todas, es mejor que no… - Antes de que Maika terminara de hablar, de repente ocurrió algo y hubo un pequeño temblor, en ese momento las paredes cambiaron de lugar y todas las chicas acabaron separadas en ese momento, para su suerte, Haruna, Shiho y Honoka pudieron estar cerca de Maika.

- Eso estuvo cerca… - La peligris soltó un suspiro.

- Pero ahora estamos separadas. – Señaló Shiho, siendo el escenario que deseaban evitar.

- Solo nos queda avanzar para encontrarnos con ellas de nuevo. – Respondió Honoka y era lo que debían de hacer.

- Vamos, esto no debe detenernos. – Maika y las demás siguieron avanzando en ese momento, las paredes de madera, las velas y el silencio daba un aspecto tétrico a ese sitio conforme más se adentraban, Haruna y Honoka tenían miedo, por lo que Maika necesitaba ser quien les inspirara valor para seguir adelante, en ese momento escucharon algo.

*Ring*

- ¿Qué fue eso? – Preguntó Haruna mientras temblaba.

- Parece ser… una campana… - Comentó Maika.

*Ring*

De nuevo el timbre sonó y ahora estaba más cerca, las cuatro chicas se mantuvieron juntas por cualquier cosa que pudiera ocurrir, el sonido empezó a estar cada vez más cerca.

- Es mejor si nosotras… - Mientras Honoka quiso retroceder, chocó con algo, al darse la vuelta se encontró con una figura, era alta, portaba una máscara antigua y un vestido blanco, eso la puso pálida. – F-F-F…

- ¡Es un fantasma! – Chilló Haruna. Esa figura rápidamente empezó a correr hacia ellas.

- ¡Rápido, huyamos! – Todas empezaron a correr lejos de esa figura la cual, con cada paso, hacía sonar una campana lo cual señalaba su cercanía, las cuatro chicas doblaron en una esquina para entrar a lo que parecía ser un tipo de almacén para esconderse, con la peliverde cerrando la puerta, ahora solo debían esperar a que este se alejara, manteniéndose en silencio lo mejor posible, la campana se escuchó cerca, poniéndolas nerviosas, ya al cabo de unos segundos, esta se alejó.

- Menos mal… - Maika suspiró del alivio. – Se alejó…

- ¿Qué fue eso? – Preguntó Honoka con miedo. – Era grande… y se veía flaco, no es una persona común.

- Podría ser como una especie de youkai. – Respondió Shiho como una posibilidad.

- E-Es mejor no averiguar que es… - Haruna estaba realmente asustada.

- Chicas… - Maika no sabía que hacer, ya hace tiempo que la situación la había superado y ella tenía miedo igual, solo estaba siendo valiente por sus amigas. – (Que puedo hacer… que es lo que Sora-kun haría en esta situación…) – Cerró los ojos, sus manos estaban temblando, entonces la sujetaron.

- Maika-chan… - Haruna la miró fijamente. – Por favor… no pierdas la calma, confiamos en ti para que puedas llevarnos hasta el final.

- Haruna-chan… - Miró a las demás, ella era la única en quien podían confiar ene se momento y poco perdía la calma. – Es cierto… gracias por animarme.

- No es por nada, ahora quizás podríamos… - En ese momento algo les cayó encima y las bañó de rojo. – Seguir…

- Chicas… no me digan que esto… - Honoka no quería creerlo y las demás tampoco, era rojo… así que debía de ser…

- ¡Sangreeeeee! – Rápidamente salieron corriendo de ahí, totalmente bañadas de rojo, no sabían a donde ir pero necesitaban encontrar una salida.


- Es malo que nos separáramos. – Riko iba junto a sus amigas por otra sección de ese extraño laberinto. – Es bueno que no estemos en total oscuridad por lo menos.

- Pero el ambiente no ayuda en mucho. – Comentó Mahoro, vio a Miharu la cual iba tranquila. - ¿No tienes miedo?

- Siento que es mejor estar tranquila y positiva, no podría pasar nada si pienso de esa forma. – la castaña sonrió.

- A veces pienso que eres demasiado positiva para tu salud.

- Oigan, vean esto. – Riko pareció descubrir algo. Al acercarse donde estaba la rubia, vieron como una especie de pasadizo secreto pero estaba cerrada con candado. – Necesitamos una llave.

- Eso significa que debemos seguir recorriendo este sitio… genial… - Aya soltó un suspiro.

- Seguro no tardaremos en encontrarla, así que vamos. – Comentó Miharu. Las cuatro chicas tuvieron que seguir buscando por una llave que pudiera abrir eso, en una de las salas Mahoro entró y vio cajas.

- Podría estar aquí. – Ella empezó a buscar dentro de estas aunque no tuvo éxito. – Que mal… no hay nada.

Lo que ella no sabía es que muy cerca una figura la estaba observando por detrás de una pared que abrió un pequeño pasadizo, ya esta al darse la vuelta, volvió a cerrarse y fue a otro lado. Riko por su parte estaba caminando por el pasillo.

- Donde podría haber una llave, sí que hay distintas habitaciones aquí, por lo que será un poco complicado. – Al caminar a una esquina, encontró a Miharu. – Miharu-chan ¿tuviste suerte?

- Para nada, es un poco complicado.

- Esperemos que las demás tengan suerte y… - En ese momento escucharon pasos pero no parecían ser normales, Riko le dio una señal a Miharu para que no hiciera ruido y entonces ambas se escondieron, viendo pasar a quien se trataba, así es que vieron a unos dos hombres pero eso no fue lo que llamó su atención sino a quien llevaban.

- Dai… - La rubia tapó la boca de su amiga rápidamente para no delatar su escondite, esos dos estaban llevando a Daichi el cual estaba desmayado y lo tenía amarrado, las dos solo pudieron observar cuando se fueron lejos, salieron de su escondite. – Esos dos… se llevaron a Daichi-kun.

- Eso no es realmente bueno, debemos de salvarlo.

- Hay que hacerlo. – Ahora Miharu se veía sumamente angustiada. – Yo… no quiero que le pase nada, hay que hacer algo pronto.

- Lo haremos Miharu-chan. – Aseguró Riko. – No sé si podamos seguirlos para ver a donde van, por ahora vamos por las demás.

- Claro. – Fueron por ellas, ya por ahora vieron justamente que llevaban a su productor a un sitio. Ya al encontrarse todas de nuevo, les explicaron lo que vieron.

- ¿Se lo llevaron? – Preguntó Aya, las otras dos asintieron. – Eso no es bueno…

- Por el modo que me contaron, podría ser un sacrificio… ya saben, por eso de la maldición que escuchamos.

- Con mayor razón hay que salvarlo. – Señaló Miharu. – Dejarlo, sería horrible…

- Por suerte vimos a donde fueron, así que vamos a seguirlos y… - Antes de que Riko terminara de hablar, un par de brazos buscaron sujetarla, las demás la alertaron y ella pudo esquivarlos. - ¡Que fue eso!

- ¡Intrusas, serán excelentes sacrificios para nuestro dios! – Era un hombre el cual obviamente se veía como un lunático, eso las puso nerviosas.

- ¡Corran! – Rápidamente empezaron a correr lejos mientras eran perseguidas por este y soltaba gritos inentendibles. La situación para todas en ese sitio apenas estaba empezando y muchas cosas más les esperaban, con tal de rescatar a sus amigos, se adentrarían más profundo.


Ninja Britten 11: Sí que Haruna es quien está más dolida por el secuestro de Sora, ya es que las demás logren rescatarlo antes de que suceda algo con él y eso que apenas es el inicio.

Nos vamos adentrando cada vez más en este arco de terror, las chicas ahora están en un laberinto donde ocurren cosas extrañas, como figuras que les persiguen y lunáticos, eso lo tengo basado en un juego si es que logran saber cual es, ya por ahora apenas esto va un poco más, a ver lo que les espera a ellas en el siguiente cap. Saludos.