Mitchy Mitsui.- Si, todos lo hacen sufrir mucho, creo que es porque es el protagonista y como todo protagonista debe de sufrir, pero no te preocupes que ese sufrimiento terminará pronto. Te lo aseguro.

Noe.- ¿Te ha parecido intrigante el final? Pues espera a leer el final de este capítulo y verás lo que es intrigante. Gracias por los elogios que le das a mi fic, yo seguiré escribiendo y espero que tu sigas leyéndolo. Nos vemos

Leslie Felton.- Haces que me ruborice ^*_*^, tardé un poco en subirlo, ya que inicié la escuela la semana pasada y no estaba el tiempo suficiente en mi casa para transcribir este cap. Pero ya esta aquí el nuevo capítulo y lo del formato no me dí cuenta hasta ahora, espero y este tenga bien el formato. Nos vemos.

LUZY.- ¿Crees que fui mala? Espera a leer este y creo que me odiaras. Nos vemos

Cho Chang10.- Que bueno que te gustó el capítulo, si Voldemort es un maldito desgraciado. Lo que protegió a Harry fue tanto su magia como la del anillo, ya que comparten la misma energía, algo complicado de explicar. Aquí esta el siguiente capítulo donde se verá la reacción de Harry respecto a Draco, espero te guste

Thomas.- Lamento lo de la redacción, como ese día andaba de prisa no tuve tiempo para ver como había quedado, lo siento, trataré de corregirlo al menos en este capítulo, pero que bueno que pudiste leerlo.

Melody6.- Todas tus preguntas se responden en este capítulo, así que ten paciencia y al terminar el capítulo creo que tendrás nuevas preguntas ^_^ y me vas a odiar. Nos vemos

Galasu.- Mmmmm, ¿estarán muertos Sirius y Remus? No lo creo, no me gustaría hacer sufrir más a Harry, después de todo lo que ha sufrido en este fic, pero de todos modos tendrás que averiguarlo en este capítulo. Nos vemos

usagi-hk.- Que bueno que te gustó el capítulo, no hay problema por lo de los reviews, y que bueno que has disfrutado de tu verano, sigue leyendo fics cada vez que puedas y disfrútalos.

Laia.- ¿En serio te gustó el capítulo? Que bien, tenía mis dudas al respecto de cómo tomarían la violación, traté de no hacerla muy grafica y enfocarme en lo psicológico. Gracias por decir que lo hago bien, espero que este capítulo también te guste.

Akiko Koori.- ¿En serio crees que es uno de los mejores capítulos? ¡Que bien! Que bueno que te gustó, y si ya me encuentro mejor, mi mamá ya estaba muy bien, gracias por los ánimos. Aquí tienes el nuevo capítulo, y espero que también sea de tu agrado.

Murtilla.- Si, le bajó lo sentimental a Lucius, intentaba hacer una relación padre e hijo un poco más profunda a lo que aparece en los libros de Rowling, y en este capítulo se muestra un poco más de lo que siente Lucius con respecto a Draco. Sobre lo de Pansy, ella chocó con Lucius bajo la apariencia de Draco, ya había tomado la poción multijugos ¿lo recuerdas? Pero creo que esa parte la dejé muy confusa, esa era la intención ^_^ Si mis problemas ya están resolviéndose, gracias por preocuparte. Y si, pronto se acaba, solo dos capítulos más y ya. Nos vemos.

bunny1986.- Voldemort se atrevió porque es un maldito, y espero que Draco resista hasta que Harry esté sano y salvo. Eso lo sabremos en el siguiente capítulo. Nos vemos

kat basted.- Me alegra que te haya gustado el capítulo, Harry sufre mucho, pero pronto dejará de sufrir, te lo aseguro, sobre tus preguntas, las respuestas están en este capítulo, al menos la mayoría, si aún después de leer el capítulo tienes dudas, con mucho gusto intentaré responderlas en el siguiente. Nos vemos

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AHORA SI, EL CAPITULO QUE TODOS ANHELAN LEER ^_^

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CAPITULO DOCE.- JUNTOS HASTA EL FINAL

Lucius había logrado ponerse en pie y sacudirse la fina capa de hielo que lo había cubierto. Pensaba en su hijo, Draco. Siempre había querido que fuera mejor que él, que lograra cumplir su sueño de ser el mejor Mago Oscuro que pudiera existir, tener poder, hacer y deshacer lo que quisiera. Que no existiera nada ni nadie que pudiera superarlo, por eso lo había hincado en las artes oscuras desde pequeño. Lo instruyó en todo desde transformaciones hasta pociones, y era esta última la que más amaba. Absorbía todos los conocimientos que le ponía enfrente, entendiéndolos con precisión, pero nunca pudo explicarle lo que era el amor, ya que el mismo no lo comprendía, no era como una poción donde sabías exactamente cuales eran los ingrediente que la componían y en que cantidad y momento exacto agregarlos, no podías transformar a voluntad ese sentimiento en nada. Por eso lo catalogó como una debilidad. Por eso su matrimonio era el infierno que era y por eso, cuando Draco conoció ese sentimiento y tuvo la seguridad de ser correspondido, no dudo en defenderlo contra todo, aún contra él, su padre.

Se apoyó en su escritorio tratando de recuperar un poco de su fuerza, sus heridas le ardían, pero tenía que mantenerse en pie, era un Malfoy después de todo, y los Malfoy no se dejaban ver destrozados, además, debía de hacer algo con su hijo, le había dado la oportunidad de ir tras Potter, pero eso no significara que lo iba a dejar irse con él tan fácilmente. Una fuerte ráfaga de viento lo hizo tambalearse

-¡¿Qué diablos pasa Lucius?! - Lord Voldemort lo veía desde la puerta, fulminándolo con esa mirada color sangre

-Milord no se a...

-¡¡Eres un imbecil que no sabe nada!! ¡Los aurores atacan tu estúpida mansión y tu ni por enterado! - los ojos grises de Lucius se abrieron por la sorpresa. Voldemort notó el estado en que se encontraba el cuerpo de su mortifago

-No puede ser - la incredibilidad se palpaba en el rostro de Lucius - ellos debieron morir al cruzar el umbral a menos que...

-A menos que un Malfoy les permitiera la entrada - completo el señor Oscuro. Los ojos grises se ensancharon al comprenderlo todo, Draco había llevado a los aurores, no iba a ser mañana cuando atacaran, era ahora - Vaya Lucius, parece que no lograste defender tu honor como un verdadero Malfoy

-Mi señor, permítame explicarle...

-¡Cruccio! - gritó, y el cuerpo de Lucius cayó de forma pesada contra el piso, su cuerpo se retorcía de forma espasmódica, gritando por el dolor que la maldición imperdonable le causaba. Voldemort desvió su varita haciendo que la maldición terminara

-No hay nada que explicar Lucius - la voz del señor Oscuro era suave, casi como el siseo de una serpiente, una voz escalofriante. Malfoy supo de inmediato que ese sería su fin - no me sirven los perdedores y menos si no pueden proteger su propio... hogar - le dijo con sarcasmo, Voldemort apuntó con su varita al hombre rubio tendido delante de él - espero que el infierno sea tan acogedor como tu hogar Lucius ¡Avada Kedavra!

Lo último que Lucius Malfoy vio fue una brillante luz verde y el rostro de la persona que más quiso y a la que más dañó

Draco.

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Harry Potter, el chico que todos admiraban por su valor al enfrentar con el Que-No-Debe-De-Ser-Nombrado. Asediado por las chicas y chico de todo Hogwarts por su porte, esa seguridad que despedía a su alrededor, y porque no decirlo, por su atractivo físico: ojos verde esmeralda, piel morena, músculos firmes, sonrisa encantadora y ese toque de inocencia que lo hacía aún más deseable. No, definitivamente no podía ser.

Draco Malfoy estaba de pie, sin poder mover un solo músculo. Le costaba trabajo incluso el respirar y no estaba seguro de que sus piernas pudieran sostenerlo por más tiempo.

Harry, su gryffindor, estaba tirado en el piso, con las manos atadas y los ojos vendados. Su cuerpo temblaba y sabía que no era a causa del frío a pesar de que estaba desnudo. Su hermosa piel morena estaba marchita, tenía contusiones en varias partes de su cuerpo, arañazos en las piernas y moretones en los brazos. Sus piernas sangraban al igual que su hombro y cabeza. En medio de toda esa escena que lo golpeaba en lo más profundo de su ser, vio que Harry lloraba... eso terminó por destrozarlo. Quería morirse, merecía morir de la manera más cruel que existiera, no había llegado a tiempo, había permitido que lastimaran a Harry, no había sido capaz de protegerlo por más empeño que puso. A ver así a aquel al que le había entregado su corazón, era inconsciente de lo que ocurría a su alrededor, ni siquiera era consciente de sus propias heridas que sangraban en abundancia.

Se acercó al cuerpo con paso lento, no por que no quisiera llegar a él, sino porque no tenía la fuerza para hacerlo con más rapidez. Cada vez que se acercaba sentía como su anillo reaccionaba, no como antes que era una terrible quemazón, no , era un calor agradable el que envolvía su mano, vio que también el anillo de Harry reaccionaba de igual forma. Las esmeraldas parpadeaban al igual que los diamantes, reconociéndolo, anhelando su cercanía. Cuando estuvo cerca pudo sentir que una especie de escudo mágico protegía a Harry, en cuanto tocó esa energía este desapareció.

Harry había sentido la presencia de otra persona en la habitación, enseguida se puso tenso y tuvo miedo de lo que fuera a ocurrir. Y ese miedo aumentó cuando sintió que el escudo que lo protegía desapareció. Intentó alegarse, se arrastró hacia atrás con desesperación, provocando que sus heridas empeoraran

-Calma... soy yo - esa voz la reconoció enseguida. Draco. Por un momento sintió que un gran alivio lo invadía, pero el recuerdo de que era él quien lo había arrojado a todo ese sufrimiento oscureció ese alivio

-Aléjate - le dijo con un hilo de voz. Draco sintió que su corazón caía a pedazos, Harry pensaba que fue él quien lo entregó. Trato de controlarse, tenía que comprender el estado en que se encontraba Harry. Si él hubiera estado en su lugar, estaría pensando lo mismo que Potter. Draco fingió no haber escuchado esa palabra y comenzó a desatar la venda que cubría los ojos de Harry, al principio el chico se resistió, intentó alejar su cabeza de las manos que intentaban tocarlo, pero Draco fue más rápido y terminó quitándole la venda. Harry abrió los ojos con dificultad, su vista era borrosa, dada la falta de anteojos, pero eso no le impidió encontrarse con los ojos grises más bellos que haya visto. En ellos pudo ver preocupación y miedo. No pudo evitar que las lagrimas salieran de sus ojos y a través de las lagrimas por primera vez en seis años vio llorar a Draco, fueron solo un par de gotas cristalinas, pero eso fue más de lo que esperaba. Harry quería aferrarse a esa pequeña esperanza de que todo fue un engaño, de que Draco no lo había usado. Quería decirle tantas cosas, reclamarle, gritarle, incluso golpearlo, pero no tenía la fuerza suficiente para hacerlo

-¿Porqué? - le preguntó sin dejar de verlo, clavando sus ojos en los de aquella persona que amaba y lo había traicionado, quería morir, lo deseaba más que en cualquier otro momento de su vida, pero no se iría sin saberlo, no se iría sin que Draco diera sus motivos. Los ojos verdes acusaban a los grises de una falta que no había cometido

-Nunca quise que esto pasara, intenté evitarlo, pero algo salió fuera de mi control, créeme, te amo, yo no te hice esto...

-Me llevaste a una trampa

-No, no fui yo

-Mientes

-No miento, se que todo apunta a que fui yo, pero...

-Tu me llevaste al aula de Astronomía... te burlaste de mí cuando tu padre me atacó... me usaste...

-No, no... Harry escúchame - le imploró Draco - no fui yo quien te llevó a la torre de Astronomía, no fue yo quien se burló, te juro que no te he usado... te amo Harry, y por eso estoy aquí, veme, estoy herido porque acabo de enfrentarme a mi padre ¿crees que si no te amara lo hubiera hecho?

-No debo creerte, tu provocaste todo esto - las lagrimas surcaban el rostro de Harry, le dolía no solo su cuerpo, sino también su alma, se había entregado al hombre que estaba frente suyo, pero lo había traicionado de la manera más vil, pero a pesar de eso, sabía que su amor seguía ardiendo dentro de él, como una llamarada

-Por favor créeme, si yo hubiera sabido que mi padre estaba en la escuela no me hubiera alejado de ti ni un momento, no debí de haberme separado de ti para...

-¡No mientas!

-No lo hago - Draco hizo una pausa, tratando de controlarse, Harry lo seguí mirando entre lagrimas, sin decir nada - fue Pansy la que te llevó hacia mi padre, usó una poción multijugos y te engañó, yo no supe de tu desaparición hasta el día siguiente en que Weasley y Granger fueron por mi pensando que estabas conmigo

-¿Porqué debo creerte?

-Porque te amo, y se que tu también me amas, porque en el fondo sabes que te digo la verdad - y Harry lo sabía, supo de alguna manera, que esa era la verdad. Las lagrimas volvían a salir con más fuerza de sus ojos verdes y Draco las limpió una a una con cuidado de no lastimarlo. Besó su frente con suavidad y continuó liberando las manos de sus ataduras - tenemos que irnos - su voz no era más que un susurro, pero Harry lo escuchó con claridad. Draco se quitó su túnica quedando en pantalones y un suéter, ayudó a Harry a sentarse y con cuidado comenzó a vestirlo

-¿Por qué no puedo... tener una vida como la de cualquier otro mago? - comenzó Harry con una voz cargada de nostalgia - pasear con Ron y Hermione sin temer ser atacados... ver a Sirius sin que el Ministerio lo busque... estar contigo sin escondernos - al escuchar eso, Draco se detuvo para observar a Harry - ¿Es imposible? - Draco sintió un nudo en la garganta que le dificultaba el respirar

-No... te prometo que no será imposible - besó con cuidado esos labios que tantas veces le dijeron 'te amo'. Y fue entonces que Harry notó las heridas de Draco. Tenía cortes en el rostro que sangraban y a través del suéter traspasaban manchas de sangre

-Draco...

-Sshhh - cubrió con su dedo los labios de Harry - es hora de irnos - tomó entre sus brazos al gryffindor con una mueca de dolor que le hicieron recordar sus heridas. Salieron del calabozo con cuidado de no ser vistos. Acababan de dar unos pasos cuando una figura se vio a lo lejos, un rayo de luz roja se dirigió hacia ambos chicos

-¡¡Aaaggghhhh!!

*************

-¡Demonios Black! ¡¿No podías ser más oportuno?!

-¡Cierra la boca y libéranos!

-¡Entonces tu cierra el hocico y déjame trabajar! - Si estaban vivos, se lo debían a Severus, que había recordado los encantamientos de protección que custodiaban las celdas de los prisioneros, cada calabozo era protegido por si alguien que no fuera un Malfoy intentaba entrar, afortunadamente lo recordó a tiempo y realizó un encantamiento que mantenía las llamas a su alrededor. Severus abría las esposas con que el animago y el licántropo estaban encadenados. Las llamas ardían a su alrededor consumiendo todo a su paso. El humo que despedían las llamas era de un color negro y espeso. Sirius tosía cada vez que respiraba, el humo invadía sus pulmones a cada bocanada, pero esta más preocupado por el estado de su amigo, que había estado inconsciente desde el día anterior. La luna llena estaba próxima y eso debilitaba a Remus. El había logrado mantenerse despierto, debido a la preocupación que sentía por Harry - ¡Despierta Black y ayúdame con Lupin! - la voz del profesor de pociones lo hizo regresar a la realidad. Acababa de desencadenar a Remus, pero estaba demasiado débil para cargarlo el solo. Como pudo llegó hasta él, en medio de todo ese humo y el calor infernal. Tomaron al licántropo cada uno por un brazo flanqueando las llamas como podían. Una de las tablas que ardían se desprendió bloqueándoles el paso.

-¡Demonios! ¿Ahora que hacemos? - preguntó Sirius y como toda respuesta Snape sacó su varita

-¡Wingardium Leviousa! - la tabla levitó hasta el lugar que el profesor le indicó

-Presumido

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-¡Deprisa! ¡Háganlo más rápido! - gritaba Dumbledore a los aurores que estaban en condiciones de escucharlo. Los mortifagos habían huido hacía apenas unos minutos, dejando a los heridos y muertos a su suerte. Algunos aurores apresaban a los mortifagos heridos, mientras otros atendían a sus propios compañeros caídos en batalla. Dumbledore los exhortaba a darse prisa para transportar a los heridos. La mayoría ya estaba fuera de la mansión y comenzaban a aparecerse en el castillo, pero el no se movía de donde estaba, tenía un mal presentimiento, tenía que saber como estaban Draco y Harry. Comenzó a caminar en dirección contraria, internándose en la mansión

¡Profesor! - escuchó que alguien le gritaba, pero no hizo caso y siguió su camino

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Estaba tirado en el piso, con un dolor infernal en su pierna derecha. Vio que Harry estaba inconsciente a unos metros de él. Intentó levantarse, pero solo logró lastimarse más

-Vaya, vaya, el joven Malfoy nos complace con su presencia - Draco abrió los ojos por el miedo, se volvió encontrándose con la imagen de un demonio. Era un hombre, o lo que quedaba de él, alto y delgado como un esqueleto, de voz fría y aguda. De rostro más blanco que una calavera, de nariz tan aplastada como la de una serpiente, y sus ojos eran de un color rojo que de alguna manera le hacían temerle. Instintivamente sujetó su varia con fuerza, a pesar de que aún estaba en el suelo - ¿Porqué Draco? Tenía grandes planes para ti, podrías haber sido grande a mi lado, pero lo echaste a perder por una estupidez ... aunque deliciosa - Draco se dio cuenta de que Voldemort se refería a Harry, sintiendo como el coraje comenzaba a incrementarse en su pecho, como pudo se arrastró hasta bloquear la vista del ser frente a él, impidiéndole que siguiera viendo a Harry. Voldemort clavó sus ojos sangre en los de mercurio de Draco, comprendiendo el porque de la traición del chico - Me temo Draco, que has tomado la decisión incorrecta ¡Cruccio! - una vez más sintió el dolor de la maldición imperdonable, miles de agujas se encajaban en su cuerpo, haciéndolo retorcerse del dolor y gritar, gritar como nunca lo había hecho, como si a través de sus gritos el dolor desapareciera, pero no lo hizo, el dolor seguía ahí, consumiéndolo. Finalmente el señor Oscuro terminó la maldición. Draco respiraba con dificultad, sentía como su fuerza se le escapaba, ese sería su fin, no podría defender a Harry, le había fallado - Será divertido ver como matas a la persona que amas ¿no lo crees Draco? - la sangre del slytherin se congelo, no planearía usar el Imperius ¿cierto? No, tenía que evitarlo, no podía asesinarlo, ¡Lo amaba! - ¡Imperio! - cerró los ojos, no quería ver como ese maldito rayo se acercaba a él, como lo poseía. Pero no sintió nada. Escuchó un gruñido de protesta. Abrió los ojos con temor, pero al enfocar la vista no podía creer lo que veía, a su alrededor se había formado un escudo mágico que lo había protegido de la maldición, pero el no lo había invocado... su anillo, su anillo era el que lo había protegido, igual que con su padre.

Voldemort estaba exasperado, de nuevo esa estúpida magia que se interponía, primero Potter y ahora este chico ¿De dónde provenía? ¿Cómo podía ser que esa magia fuera tan poderosa como para bloquear su Imperius? Debía de acabar con esos dos lo antes posible.

Draco sentía como un poco de su energía regresaba a él, con dificultad se puso de pie, apoyándose en su pierna izquierda para no lastimar más la derecha. Con un movimiento cansado se quitó la sangre que escurría por su rostro, tomó con firmeza su varita y apuntó directamente a la cabeza de Lord Voldemort.

-Vaya, orgulloso hasta el final ¿cierto? - se mofó el Señor Tenebroso dando unos cuantos pasos hacia Draco - Tu padre estaría orgulloso de ti, si no fuera porque esta muerto - Draco dejó de respirar y las fuerzas que había logrado reunir se le escaparon. Su varita calló al suelo provocando un golpeteo

-Mentira - murmuró con voz ronca sin poder creer lo que escuchaba

-Es cierto... tan cierto como que fui yo quien lo mató - una sonrisa diabólica se dibujó en ese rostro de serpiente al ver la expresión de Draco, el chico parecía ausente, como si hubiera olvidado donde y con quien se encontraba. Era la oportunidad perfecta para matarlo. Le apuntó con su varita listo para deshacerse de él. De pronto sintió un aura poderosa proveniente de Draco, la expresión del chico era de odio, un odio puro contra aquel que le había quitado a su padre y había lastimado a quien más amaba. La mirada de Draco se volvió gélida, apretaba sus puños y sus dientes con furia. Un viento helado comenzó a correr por los pasillos de las prisiones. Voldemort debía de actuar de inmediato antes que ocurriera algo que cambiara sus planes

-Avada Kedavra - el rayo verde salió en dirección a Draco, el rubio puso sus manos al frente como si con eso detuviera la maldición que se dirigía a él, y entonces, algo sorprendente ocurrió, de sus manos salió disparada un rayo blanco, magia boreal, chocando contra el Avada Kedavra, ambas magias peleaban por ganar y acabar con su adversario. La fuerza de ambas energías era tal que el piso y las paredes vibraban ante su poder.

Draco vio como Voldemort desviaba su vista, mirando detrás de Draco, vio como, sin dejar de apuntarle con su varita, levantó una mano y una esfera negra comenzaba a formarse en ella

-Draco... - escuchó a su espalda, fue entonces cuando comprendió: Harry estaba detrás de él, sin saber como, arrojó su propia magia contra Lord Voldemort al mismo tiempo que el se arrojaba contra Harry, los dos chicos cayeron al piso cuando la magia de ambos explotaba. La explosión los alcanzó siendo Draco quien recibió todo el impacto. Las paredes se desmoronaron un poco, cubriéndolos de polvo.

Cuando todo paso, Harry se movió bajo el cuerpo de Draco, sintiendo como sus heridas se abrían bajo su peso

-¿Draco? - lo llamó, pero no obtuvo respuesta, temió lo peor, con desesperación trató de buscar un indicio de que siguiera con vida, pero no encontró nada - no... Draco - un par de lagrimas brotaron de sus ojos. Draco estaba muerto, él había ido a rescatarlo, a decirle que todo fue un engaño y que nunca lo traicionó, ahora su cuerpo estaba sobre el de él... sin vida. Sintió como se hundía poco a poco en un abismo, se sentía vacío, sin esperanza, sin ganas de vivir...

-Idiota - escuchó una voz silbante, Voldemort seguía con vida y Draco estaba muerto, deslizó el cuerpo de Draco hacia a un lado. Lo besó con suavidad en los labios, sus lagrimas humedecieron el pálido rostro. Se puso en pie en medio del dolor físico y del alma, estaba débil y con muchas heridas, su visión era borrosa, pero no le importaba, vengaría a Draco, aunque fura lo último que hiciera en su vida... lo vengaría. Su anillo comenzó a reaccionar, las esmeraldas brillaban con intensidad, una energía cálida subió de su mano hasta llegar a sus ojos donde se detuvo, poco a poco su visión fue aclarándose hasta poder ver claramente al hombre que estaba delante de él.

Voldemort apareció entre el humo. Un escalofrío recorrió la espina dorsal de Harry cuando recordó lo que horas antes Voldemort le hizo, pero no era el momento de intimidarse, apartó de su mente esos pensamientos, era hora de buscar venganza, era hora de matarlo.

-¿Piensa luchar contra mi Harry? - una sonrisa de burla apareció en el rostro de Voldemort - ¡Mírate! Estas más muerto que vivo . Harry no hizo ningún movimiento, su rostro no expresaba otra cosa que el odio que sentía contra aquel que le había arruinado la vida. - De acuerdo, si insistes tanto en morir, te complaceré ¡Morten! - un rayo negro salió de su varita dirigiéndose contra el gryffindor, Harry no hizo ningún intento por evitar el impacto, sabía que el escudo de antes lo protegería, una ráfaga de viento envolvió el cuerpo de Harry en el momento en que el rayo se impactaría contra su cuerpo, deshaciéndose en el momento de entrar en contacto con el escudo. Voldemort no daba crédito a lo que veía, su maldición, la que había creado para destruir a ese chico, se disolvió antes de tocarlo.

-Mataste a mis padres - la voz de Harry estaba impregnada de odio - me separaste de mi padrino, me quitaste la oportunidad de tener una familia, y ahora... me quitaste a Draco. De la misma forma en que tu me quitaste todo, yo te quitaré tu inmunda existencia - mientras hablaba en la mano izquierda de Harry se formaba una pequeña esfera de fuego, que crecía poco a poco. Levantó su mano apuntando al ser que estaba frente suyo.

-Morirás si hace eso - le advirtió Voldemort, sintiendo como la magia que Harry creaba aumentaba a cada segundo

-Es lo que quiero - Harry lanzó la esfera en contra del señor Oscuro y al mismo tiempo Voldemort lanzaba su maldición. El Morten no fue rival para la magia de Harry. El fuego envolvió al que fuese el mago Oscuro más temido de todos los tiempos, abrazándolo con fuerza sin permitirle escapar, provocándole en la piel erosiones. Gritando de dolor intentó luchar para apagar ese fuego que lo consumía, pero todo fue inútil, su cuerpo estaba casi carbonizado. Harry observaba la escena ausente, no era capaz de relacionar lo que veía con alguna emoción. Simplemente no sentía nada.

De pronto, de ente las llamas, un espectro salió del cuerpo calcinado de Lord Voldemort, los ojos inyectados de sangre era lo único que se vislumbraba entre la negrura de la visión.

-¡Te mataré! - le gritó, el espectro se dirigió hacia él. Harry cerró los ojos esperando pacientemente a la muerte, no pondría resistencia, deseaba morir, deseaba estar con Draco. Pero la muerte no llegó, en cambió escuchó el sonido de un grito ahogado junto al de un cuerpo que cae. Abrió los ojos encontrándose con Wortmail tendido en el suelo, abrazándose así mismo y llorando como un niño pequeño

-Lo... siento... de verdad - balbuceó. Repentinamente el cuerpo del hombre empezó a convulsionarse. La cara del hombre parecía una máscara, la mitad izquierda del rostro se le agitó en una serie de contracciones que se desplazaban como una ola. Un horrendo alarido gutural brotó de sus labios. El cuerpo se sacudió, brazos y piernas empezaron a sacudirse, empezó a retorcerse. El cuerpo se arqueó hacia atrás hasta que solo la base del cráneo y los talones tocaban el piso. La columna vertebral crujió en varios puntos. A Wortmail lo inundó una paz absoluta, la ausencia de cualquier dolor, cualquier culpa, hasta que quedó sin vida. Harry lo observó por unos instantes sin inmutarse.

-Hiciste mucho daño - susurró - pero lo hecho... hecho esta. - Las piernas ya no pudieron sostenerlo por más tiempo, su cuerpo cayó de forma pesado junto al cuerpo de Draco, con lo último que le quedaba de fuerza acarició la mejilla de la única persona a la que llegó a amar

-Juntos... hasta la muerte - le susurró cerrando los ojos

y la oscuridad lo envolvió

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¡¡¡¡Nooooo!!!! Yo lloro T_T, es muy trágico al final, soy mala, mala, como los puedo hacer sufrir tanto, pero ahora descansaran en paz ¿cierto? ¡Pues no es cierto? Tal vez algo ocurra, tal vez Harry viva, pero Draco... no lo se, ¿Ustedes que quieren?