Después de ese día trágico, donde murieron los padres de Jake. El alcalde de Mountain Lake Island, pago el funeral de los padres de Jake. Y también, permitir estudiar a Jake sin costo alguno.
Jake fue a su escuela una semana después, obligado por el alcalde, porque este no quería volver. Jake estaba al frente de la puerta de entrada de la escuela.
-Yo... No quiero entrar allí.- Dice el pequeño Jake. -Se seguirán burlando de mi... Ahora el doble por la muerte de mis padres...- Jake cierra sus puños con rabia. -Pero tengo que hacer esto por ellos dos...
Jake toma valor y entra a la escuela. Apenas inicia a caminar nota como los susurros de los demás comienzan a salir. Esto le da a entender que sus sospechas de burlas se harán realidad. Jake sigue caminando para llegar a su salón, pero sin saber, es llamado por una vieja compañera de clases.
-Irene... ¿Eres tú?- Dice Jake.
-Sí. Jajaja. ¡Lo sabía! ¡Volviste!- Dice Irene alegremente.
-Sí... Tenía que hacerlo. Por mis padres...- Dice Jake con un tono triste.
-Oh, verdad. Yo... Lamento lo de tus padres...- Dice Irene tratando de mostrar su pésame.
-Gracias. ¿Y, a qué hora inicia las clases?- Pregunta Jake.
-Justo inicia en 5 minutos. Ven, te mostrare el camino.- Responde Irene.
Jake y Irene caminan hacía el salón. Entran y se sientan los dos al lado de cada uno. Luego de unos minutos inicia la clase.
-Muy bien, queridos estudiantes. Veo que ninguno se fue este año.- Dice la profesora. -Me alegra mucho. Bueno, hoy no tocare ningún tema, solo hablaremos sobre sus metas en algunos años, cuando sean grandes. Empecemos contigo, Mark.
-¡Yo quiero ser abogado!
-¡Yo astronauta!
-¡Yo policía!
Todos los estudiantes dijeron sus metas para cuando sean grandes. Menos Jake y Irene. La profesora comienza diciéndole a Irene:
-Irene... ¿Cuál es tu meta para cuando seas mayor?- Pregunta la profesora.
-¡Yo quiero ser granjera! Como mi madre.- Responde Irene con una gran sonrisa al final.
-¡Me alegra mucho! Y bien... ¿Tú, Jake? ¿Cuál es tu meta cuando seas mayor?
-Yo quiero- Jake es interrumpido por uno de sus compañeros.
-¿El que va a saber cuál es su meta, profesora? Si no tiene padres para que lo guíen. ¡JAJAJAJA!- Comienza a reírse este mismo sujeto.
Todos los de la clase (menos Irene) comienzan a reírse del chiste de él. Jake agacha la cabeza para escapar de esas burlas.
-Chicos... ¡Silencio!- Grita la profesora. -Perdónalos, Jake. Aún no saben que es lo bueno y que es lo malo.
-Está bien...- Responde Jake.
Suena el timbre indicando que es hora de la salida. Todos los estudiantes se van. Jake y Irene están a punto de despedirse. Pero Irene le propone algo a Jake.
-Jake... ¿Qué tal si andamos por todo el pueblo para distraernos? Igual no creo que tengas algo planeado hoy.- Dice Irene.
-Pues... Estas en lo correcto.- Responde Jake.
-¡Bien! Entonces andando.- Irene agarra de la mano a Jake y comienzan a correr ambos.
Todos dos andan por todo el pueblo. Irene mantiene una gran sonrisa para que Jake se sienta a gusto con ella.
-Esa sonrisa... ¿Por qué no puedo dejar de verla?- Se pregunta a sí mismo, Jake.
-Ya andamos por todo el pueblo... ¿Qué tal si vamos a esa gran montaña?- Pregunta Irene señalando la montaña.
-Me parece bien.- Responde Jake.
Ambos se dirigen a la montaña. Cuando llegan, se dan cuenta que hay una gran estructura en medio de un gran bosque.
-Eso es un...- Jake es interrumpido por Irene.
-Un Dojo.- Dice Irene.
-Irene...- Dice con tranquilidad Jake.
-¿Si?- Pregunta Irene.
-Creo que ya tengo una meta.- Responde Jake.
