Capítulo 6

Orígenes

            Elisa entró como un huracán en el cuarto y se dejó caer encima de la cama, sin reparar en que alguien la obserbava.

            -Elisa...

            Elisa se incorporó asustada i vio a Katrina sentada en la cama del lado mirándola con los ojos muy abiertos. Elisa se sentó enfrente de ella molesta.

            -Qué... ¿qué tal, Katrina?

            -Yo muy bien. Ahora ya tengo novio, des de esta noche, ya tengo la vida solucionada. Pero por lo que se ve tú estás muuuy mal.

            -¿Robin ya te lo ha pedido? Qué bien, me alegro por ti. Tú sí que sabes elegir. Tú sí que tienes suerte, en cambio, yo...

            -¿Qué ha pasado, Elisa?

            -Ha sido... ha sido la noche más horrible de mi vida –murmuró Elisa con voz temblorosa.

            Katrina le pasó la mano por la espalda intentando consolarla.

            -Y él... ¡ha sido tan mezquino, y grosero, y... imbécil perdido!

            -Él, ¿quién? –preguntó Katrina algo perdida.

            -¡Quién va a ser! Sirius.

            -¿Sirius? –dijo Katrina aún más deconcertada- Pero... ¿no habías ido con Snape? ¿se puede saber qúe está pasando aquí? ¿Vas a explicármelo, o no?

            -Pues... es que...

            -No tenemos toda la noche, Elisa. Tengo sueño y quiero irme a dormir.

            -Perdona –dijo con voz helada-. No prentendí molestarte con mis problemas. ¿Y cómo ha sido lo tuyo con Robin? –continó Elisa cambiando radicalmente de tema.

            -Se lo he tenido que pedir yo, pero bien. No me cambies de tema.

            -No necestio novio para vivir.

            -No. Pero ayuda.

            -De verdad, que no. Sólo quiero preocuparme por los estudios.

            -Estás mintiendo.

            -¿Y qué? ¿De qué sirve esforzarse? Nadie me quiere.

            -Yo te quiero –intentó animarla Katrina.

            -Gracias. Pero, sin ánimo de ofendre, no es suficiente.

            -Ya. ¿Pero vas a explicarme lo que ha pasado con Sirius?

            -No importa. Me acostumbraré a la soledad.

            -No te pongas trágica.

            -¿Y qué quieres que haga?

            -Pues algo, ¡por favor! Si tanto quieres a Sirius...

            -Odio a Sirius –sentenció Elisa furiosa.

            -Ah. Hoy le odias. I mañana le querrás, ¿no? Curiosos sentimientos.

            -Mira, Katrina, déjalo estar. A fin de cuentas... Sirius no es para mí. Siempre está metido en líos... no nos parecemos en nada... mejor olvidarle, ¿de acuerdo?

            -Elisa...

            -Mientras –la expresión decaída de Elisa cambió por completo- pregúntale a Robin si me pude presentar algún amigo suyo guaperas.

            Katrina suspiró.

            -¿De verdad es lo que quieres?

            -Que sí, mujer.

            -Está bien. Veré lo que puedo hacer.

            Elisa sonrió y se metió en la cama.

            -¡Buenas noches!

            -Buenas noches –murmuró Katrina apagando la luz.

*          *            *

            Elisa estaba absorta mirando a Sirius. Maldito imbécil. ¿Por qué no podía dejar de mirarle? Le odiaba por lo que le había dicho. Pero era tan irresistiblemente guapo...

            CHOF!

            Alguien tropezó con ella y le tiró todo el zumo de calabaza encima. Elisa se preguntó cómo una persona se podía chocar con otra que estaba sentada, habiendo un pasillo tan ancho. Era Snape. Pero Elisa estaba tan triste que ni siquiera tenía fuerzas para discutir. Y menos a primera hora de la mañana. Elisa miró su túnica manchada y luego a Snape.

            -¿Tan mal te caigo? –preguntó Elisa con voz casi inaudible.

            Snape se sorprendió que no la tomase con él. Ni que le gritase, ni le insultase...

            -Te daré el dinero para una nueva –contestó Snape fríamente al cabo de un rato.

            Elisa suspiró.

            -Sigh. Bueno.

            A Snape casi le dio miedo aquella Elisa tan pasiva. Rebuscó entre sus bolsillos y le dio cuatro galeones.

            -Toma. Creo que es suficiente. Hoy tenemos permiso para ir a Hogsmeade. Puedes comprártela hoy mismo.

            -No creo que vaya –sin embargo, Elisa cogió sin rechistar el dinero que le ofrecía Snape.

            -De acuerdo, simpática –dijo con un ligero desdén.

            Elisa le ignoró, al igual que su empapada túnica y volvió a centrarse en su bol de cereales. No lo había tocado. Ni siquiera le había puesto cereales. Aquello empezaba a ser más grave de lo que creía.

            -¡Elisa! –la llamó Katrina, acercándose a ella a toda velocidad.

            -... días –la saludó Elisa con un suspiró.

            Katrina se sentó junto a ella con una sonrisa de oreja a oreja. Elisa no reparó en que debía preguntarle a qué se debía, aunque Katrina no tardó mucho en responder sin pregunta previa.

            -¡Hoy, en Hogsmeade, te presentaré al chico de tus sueños!

            -Ah.

            Katrina siguió en sus trece.

            -No te has preguntado, ¿por qué esta mañana cuando te levantase, yo no estaba en la cama? Pues es que he ido corriendo a ver a Robin y lo hemos hablado. Es su mejor amigo, se llama Logan y es guapísimo.

            -Genial.

            -Te gusta mucho Sirius, ¿eh?

            -Sí.

            Para Katrina aquello era como una oportunidad de oro, Elisa nunca decía lo que le pasaba por la mente, pero aquel día estaba tan deprimida que no le importaban en absoluto las habladurías.

            -¿Des de cuando?

            -Bueno... le conocí en cuarto. En un principio me cayó mal, me pareció el típico ligón que no hace caso a nadie. Pero luego, mira por donde, resultó ser un chico muy simpático. Nos hicimos amigos. Me enteré de su nombre... y creí que era cosa del destino... como, Romeo y Julieta.

            -¡Vaya, Elisa, no conocía tu faceta romántica!

            Elisa no se percató de que las palabras de Katrina iban cargadas de sarcasmo.

            -Bueno, ya sabes. Su apellido es Black, y el mío White. Pero, luego descubrí que había más. Resulta que la familia de Black es de una larga tradición de magos oscuros –susurró Elisa para no ser oída por otra gente- y la mía es de magos blancos. Toda la familia de Sirius ha ido a Slytherin, escepto Sirius, claro está, que es Gryffindor de pies a cabeza. Él está y es buenísimo. Toda mi familia ha pertenecido a Gryffindor... bueno, mi padre fue de Slytherin, mi madre es muggle y yo Ravenclaw. Sin embargo, nuestras familias siempre han sido enemigas. Que es lo que cuenta.

            -Por supuesto.

            -Noto un desliz de ironía en tus palabras.

            -Lo siento, Elisa. Pero mi humilde opinión es que olvides a Sirius.

            -Es lo que voy a hacer.

            -Ya verás que bien nos lo pasaremos en Hogsmeade.

            -Claro.

            -Cambiando de tema... es la primera vez que me hablas de tu padre.

            -No es uno de mis temas favoritos. Creí que sólo te interesaban mis problemas amorosos –dijo Elisa con voz átona.

            -Pensé que no querías salir con ningún chico porqué tus padres se separaron.

            -No. Es que soy muy vergonzosa.

            -Hoy no.

            -No. ¿Quieres sonsacarme algo más?

            Katrina se puso roja.

            -Podrías contarme algo más de tu padre.

            -No puedo creer que nunca te haya contado la historia de mis padres... Creí haberlo hecho... ah, no, fue a Sirius a quien se lo conté.

            -¿Vas a desvelármelo o no? –dijo Katrina impaciente.

            -Bueno, mi historia es justo lo contrario a lo que puedan contarte los demás... mis padres se conocieron, mi padre dejó embarazada a mi madre y cuando descubrió que mi madre era muggle, la abandonó. Solo supe de la existencia de mi padre el día que entré a Hogwarts. Él es el profesor de runas mágicas.

            -Ah... por eso me dijiste que no elegiera esa clase –asintió Katrina-. Pero..., espera, espera... ¿cómo es posible que tu padre no supiera que tu madre es muggle?

            -A mi madre siempre le ha entusiasmado la magia. Incluso antes de saber que existía de verdad. Hasta que un día, por casualidad vio a un brujo descuidado (mi padre) hacer magia. Ella fingió tanbién ser bruja para que no le quitara la memoria. Y esa el la historia.

            -Ah... Es una lástima que no me lo hayas contado antes. Es una historia fascinante. Creía que yo era tu mejor amiga.

            -Lo eres..., pero no se me ocurrió contártelo.

            -Sin embargo sí se lo contaste a Sirius.

            Elisa se encogió de ombros.

            -Surgió –repusó Elisa lacónica.

            Katrina supo que Elisa no quería hablar más de ese tema. Tanteó el asunto y decidió hacerle una pregunta más.

            -¿Por qué fuiste al baile con Snape?

            Elisa se giró hacia ella, arqueó una ceja, se levantó y se fue sin decir nada.

            -Ahí me he pasado.

^^^^_______^^^^^^^^^^^_____

Me ha gustado mucho recibir algunos reviews, sobretodo que os guste mi historia. Ahora contestaré personalmente vuestros comentarios.

Arwen Black:  Estate tranquila, tengo muchos planes de futuro para tu Snape. Y, en cuanto a Elisa, espero que llegue a caerte bien conforme la vayas conociendo.

Miina : M'encanta que m'escriguin en català, i en quant això de Sirius... no puc dir-te el que passarà!