Disclaimer: Los personajes de la saga The Maze Runner no me pertencen, son propiedad de James Dashner; sin embargo, personajes como Sofía, Layla, León, Rosalind, Ana y Beth son de mi autoría.


CAPITULO 8

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El viaje de regreso no fue tan largo como esperaban, el berg lo hizo relativamente sencillo.

- Ahí – señaló Sofía

Ella junto con sus amigos, Thomas, Newt y Minho se encontraban en la cabina, junto a Jorge, que viró para acercarse a la dirección señalada por ella. La entrada a la guarida estaba escondida y sólo alguien de adentro podía identificarla.

Una vez que aterrizaron la rampa comenzó a descender. Del escondite también se abrió la puerta y unas caras familiares surgieron de ellas. Newt observó que se trataba del comandante y demás guardias. Observó a León, Layla y Sofía ponerse rígidos. Sofía se enderezó, ajusto su arma y respiró hondo. Cuando la rampa tocó el suelo, los tres bajaron a la par.

Newt miró a Thomas y este le devolvió la mirada. Después de que esos tres bajaran, ellos fueron los siguientes, seguido de Minho, Teresa, Brenda y los demás.

- Señor – dijo Sofía saludando. Los otros dos lo hicieron igual – La misión…

- Ya sé – el comandante la interrumpió

El comandante lanzó un largo suspiro, meneando la cabeza de un lado a otro.

- Sé lo que pasó – dijo mirando directamente a ellos y de paso a los chicos del laberinto – Y sé que hubo pocos sobrevivientes, ustedes entre ellos

- ¿Hay alguien más? – preguntó sorprendida Layla. El comandante asintió.

- Llegaron hace sólo unos segundos

- No los vimos, si lo hubiéramos hecho

- Lo sé Sofía – dijo con comprensión – Sé que no los hubieran dejado – dijo reglándole una mirada comprensiva.

Sofía asintió. – Bueno – dijo enfocando su atención en los demás – Ustedes también están aquí, supongo que es un alivio que los nuevos se hayan salvado. Es suficiente por hoy, pasen – hizo un gesto hacia adentro – Necesitan descansar.

- ¿Y el berg? – preguntó Thomas

- Se quedará aquí – señaló el comandante viendo semejante monstruosidad – Estamos lo suficientemente lejos de alguien en kilómetros, no le pasara nada – aseguró

Después se dio la vuelta y comenzó a caminar en dirección a la guarida. Sofía suspiro y comenzó a moverse. León y Layla caminaron a su lado.

- ¿Crees que estará bien? – preguntó Newt a Thomas

- Espero que sí – contestó y comenzó a caminar

Todos los demás lo imitaron. Newt se quedó un momento observando avanzar a sus amigos y después regresó la vista hacia el berg. Por su bien, esperaba que así fuera, si no, estarían perdidos.

- Sobrevivieron - escuchó Newt cuando ingresó al lugar

Unos cuantos chicos hablaban con Sofía y los demás.

- Sí ¿y el resto? – preguntó ella observando nada más que a 3 chicos

Uno de ellos negó con la cabeza. En el rostro de Sofía se podía ver la impotencia ante esa respuesta. León frunció el ceño y chasqueó la lengua. Estaba molesto. Layla únicamente cerró los ojos.

Eran más de cien chicos y sólo habían sobrevivido 19 personas, incluido ellos.

Newt bajó la mirada, perder a camaradas siempre había sido doloroso, él lo comprendía mejor que nadie.

- Mierda – se escuchó decir a León

Thomas y los demás se mantenían al margen. No conocían lo suficiente a todo el mundo para sentir la pérdida, pero por la experiencia propia sabían cómo se sentía perder a tus amigos. La cara de los chicos que estuvieron en el laberinto lo decía todo.

Thomas se perdió unos momentos en sus recuerdos. En Chuck.

- Y… - dijo uno de los 3 chicos - … hay algo más – todos centraron su atención en sus movimientos.

Él se levantó lentamente una de sus mangas dejando ver la mordedura que adornaba su brazo, la cual, comenzaba a crecer. La cara de los otros dos fue de impotencia total y la de Sofía se descuadró completamente. Layla suspiró y se llevó una mano a la cabeza, jalándose un poco de cabello. León golpeó el suelo al tiempo que maldecía.

Newt se acercó para observar mejor.

- ¿En qué momento? – preguntó Sofía mirando fijamente aquella sentencia de muerte

- Cuando intentábamos escapar – dijo el chico de la mordida – Uno de esos malnacidos me alcanzó y bueno – en su rostro se dibujó una sonrisa triste, se cubrió la herida – El resto ya lo saben

Sofía empezó a negar con la cabeza. – Aún podemos hacer algo, apenas ha comenzado y…

- Sofía – le dijo el chico – Todos aquí – señaló a absolutamente todos los presentes – Sabemos que no hay manera de salir de esto y tú también – dijo

Sofía apretó su puño con fuerza. No era justo.

- ¿Ya sabes qué hacer? – preguntó León

El chico asintió. – Cuando se acerque el final me iré, sólo necesito esto – con su otra mano mostró un pequeño revolver – Es todo lo que necesito – dijo mirando el arma como si fuera una belleza – Es todo – regresó la vista a los presentes

- Entonces – dijo Sofía – ¿Un último trago? – preguntó viéndolos a los tres

- Por favor – dijo el chico infectado

Ella asintió y comenzó a caminar más hacia el interior. Después los demás comenzaron a avanzar, dejando a los nuevos parados ahí. El chico se volvió hacia ellos.

- Vamos, aunque no los conozca, pero brinden – les dijo y comenzó a caminar

Newt miró a Thomas y ambos asintieron, comenzaron a seguirlos. Después de segundos los demás tomaron el mismo camino.

Entre anécdotas y risas, todos brindaron. Era la despedida.

- Bien, ahora vayan a ducharse o a comer o a hacer algo – dijo aquel chico

Newt miró a Sofía, en sus facciones corría la tristeza, pero en automático las quitó y fueron reemplazadas por una sonrisa.

- ¿Así es como lo quieres? – preguntó cruzándose de brazos

El chico, que parecía un poco apenado, asintió. – Saben que no soy bueno con las despedidas, así que… - levantó sus hombros en un intento por restarle importancia

Sus amigos lo miraron y aunque claramente no querían eso, pero lo respetaban. – Sin abrazos – dijo cuando miró las intenciones de ellos - Ustedes están sanos, no quiero contagiarlos – dijo mirando a todos

- ¿Quién dice que no lo estamos ya? – eso lo dijo uno de sus amigos

- Cierto – secundó Layla – Tal vez ya estamos infectados

Eso alertó a todo el grupo inmune.

- Tienen razón – dijo Sofía – Hemos bebido contigo, tal vez ya nos infectaste – concluyó

El chico soltó una risa. – Saben que no es cierto, pero gracias por eso – dijo con una sonrisa autentica – Ahora, adiós amigos – dicho esto les regaló una última sonrisa y comenzó a caminar hacia la salida.

Todos lo observaron partir hasta que desapareció detrás de esa puerta.

- Se acabó – dijo uno de los chicos – Vámonos – dio media vuelta y comenzó a caminar

Thomas, Newt y los demás se sentían como ajenos a esa situación, así que sólo se hicieron a un lado para dejarlos pasar. Después de los amigos del chico, Sofía y los otros comenzaron a caminar, hasta que un disparo capturó el silencio del lugar. Sofía y Layla se volvieron y miraron aquella puerta. Sofía volvió apretar el puño.

- Es todo – dijo seriamente y comenzaron a caminar.

Al decir esto, no miró a nadie en particular, pero Newt sabía que se los decía a ellos. Es todo, después del gatillo, no hay nada.

Detrás de ellos, todos comenzaron a caminar. La vuelta a los dormitorios se hizo en silencio, suponiendo que cada quien estaba en su mundo.

Newt cojeaba un poco más, el correr y saltar lo habían dejado agotado. Miraba a los soldados que caminaban frente a ellos. Todos lucían absortos, parecía que caminaban por inercia. Él también se sintió así más de una vez.

Al doblar un pasillo, los amigos más cercanos de aquel chico se adentraron en su habitación. Dos habitaciones más y León desapareció. Era la sección de los chicos o al menos eso parecía cuando Sofía y Layla entraron a la suya, a tan sólo un pasillo de distancia.

A Newt le pareció extraño, pensó que las habitaciones y pasillos eran divididos de acuerdo al género, pero estaba equivocado, sólo a ellos los dividieron de tal forma.

- Bien, supongo que descansaremos – comentó Thomas

- Todos lo necesitamos – dijo Jorge y comenzó a caminar hacia la habitación que les asignaron

- Ya era hora – dijo Gally

Sartén fue el tercero y después Aris. Minho hizo un movimiento de despedida y caminó por el pasillo.

Harriet y Sonia doblaron hacia el pasillo opuesto, seguido de Rosalind y Ana. Newt asintió y se fue. Teresa le sonrió un poco a Thomas y comenzó a caminar, dejándolos solos.

Brenda no dijo nada y Thomas estaba ¿cansado? ¿nervioso? Como sea que estuviera, tampoco dijo nada, simplemente se quedó mirando a Brenda.

- Descansa – dijo al fin ella

Comenzó a caminar y desapareció por el pasillo. Thomas soltó todo el aire contenido y se llevó las manos a la cabeza.

Había sido una larga noche.

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Newt se despertó con un ruido. Gruño un poco y cambió de posición en la cama. Más ruidos se escucharon y frunció más el ceño. ¿Acaso no podían dejarlo descansar?

Abrió lentamente sus ojos sólo para encontrarse únicamente en la habitación. Las demás camas estaban vacías. Ante esto, se sentó en la cama, recorriendo el lugar con la mirada. ¿En dónde estaban todos?

El abrir de la puerta hizo que se enfocara en eso, Gally asomó la cabeza y lo miró.

- Vaya, ya despertaste – le dijo, Newt sabía que el tono de burla se ocultaba en esas palabras – Todos están en el comedor, incluso los chicos de ayer. Thomas no quería despertarte, así que te dejó dormir, pero ya levántate, ya casi retiran el almuerzo – y Gally se fue por donde entró.

Newt bostezó, se estiró y parpadeó un poco. Lo que vivieron ayer al parecer lo había dejado más cansado de lo que creyó. Con parsimonia se levantó de la cama y tomó ropa nueva para cambiarse en la ducha. Salió de la habitación y en el camino, al doblar en una esquina, se detuvo abruptamente.

Sofía también lo hizo. Ambos estaban sorprendidos. Newt se percató de que ella se había duchado, su cabello mojado y la toalla alrededor de su cuerpo la había delatado. De pronto se vio así mismo mirando más de lo permitido. Ella reaccionó solamente apretando con más fuerza la toalla, sin percatarse de que esta acción, sólo definía más su cuerpo.

En cambio, Sofía miró que Newt apenas y se había levantado. Su cabello estaba desordenado y traía consigo las cosas que utilizaría.

- Ah perdón – dijo él sacando de su mundo a Sofía, lo miró fijamente – Iba a la ducha – dijo carraspeando un poco para ocultar su nerviosismo.

Un nerviosismo que pronto le dio al ser consciente de la situación.

- Y yo a mí habitación – comunicó ella sin alterarse

Newt la observó, únicamente asintió y la esquivó siguiendo su camino. Sofía lo observó alejarse, alzó una ceja y se preguntó por la extrañeza del chico. Desde que lo conoció siempre le pareció un chico fuerte, calmado, serio, analítico, que pensaba antes de actuar y cada vez que lo conocía más, esa idea comenzaba a desvanecerse.

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- Al fin apareces – dijo Minho, observando como Newt se sentaba enfrente, revolviendo su cabello húmedo, en un intento por secarlo.

- Me quedé dormido

- ¿Enserio? – el sarcasmo de Minho se notaba, así que Newt sólo rio un poco

- ¿Descansaste? – le preguntó Thomas que se encontraba al lado suyo

Newt asintió.

Como ellos eran muchos, ocupaban las mesas más largas. Las del grupo B platicaban amenamente, al parecer ajenas a todo. Newt podía apostar que sus risas se escuchaban hasta los dormitorios.

De repente, su mirada fue a parar a donde Sonia, ella, enseguida lo miró y sólo asintió quedamente con una sonrisa en el rostro. Como diciéndole que se alegraba de que estuviera aquí. Newt sonrió también e hizo un leve asentimiento con la cabeza.

Su corazón estaba feliz.

Minho observó todo, pero no dijo nada, simplemente se concentró en beber otro trago a su bebida.

Thomas estaba sumido en sus pensamientos, hasta que una voz lo sacó de ellos. Se trataba de Brenda.

Se encontraba sentada unos tres asientos después de él, pero del lado contrario de la mesa, al lado de Jorge, obviamente. Escuchaba atenta lo que este le decía.

Thomas la miró más de lo necesario.

- ¿Por qué no hablas con ella y ya? – escuchó y de inmediato fijó la vista en Newt, quien tranquilamente le colocaba mermelada a su pan tostado.

- ¿De qué hablas?

- De que no tienes los pantalones para hablarle, ¿Por qué? – preguntó dando una mordida al pan - ¿Te pega tu novia? – se burló mirando sobre el hombro de Thomas.

Mirando a Teresa.

Thomas entendió al instante. – Ella no es mi…

- Lo sabemos, lo sabemos – dijo Minho sin interés

Thomas soltó un suspiro de frustración, provocando una leve risa en Newt.

Pero en algo tenían razón. Él no quería hablar con Brenda porque sentía que… no la quería lastimar.

Thomas miró a Teresa. Ella estaba feliz charlando con el grupo B.

De repente, la atención de Newt se desvió a los chicos que ingresaron al lugar. Un par de mesas al costado, Layla, León, Sofía y los chicos de anoche, tomaron asiento.

Se veían como si no hubieran dormido en días. Se encontraban absortos, comiendo en silencio.

Newt asumió que era por la pérdida que sufrieron ayer. No sólo era el chico que se disparó, eran los demás chicos que no lograron salir vivos de aquel cuartel de CRUEL.

Los que fueron devorados por los cranks.

Sofía se encontraba sentada del lado contrario a Newt, por lo que él podía verla perfectamente.

Observó que ella comenzó a hablar, los demás chicos la miraron, pero estaba hablando muy bajo, no podía escuchar nada.

Algo no andaba bien.

A Newt no le gustaba sólo ser espectador. Sin darse cuenta, frunció el ceño.

- ¿Qué pasa? – le preguntó Thomas al observarlo de esa manera

Minho dejó su bebida en la mesa y se giró para mirar lo que Newt miraba.

- No lo sé, pero no me está gustando – respondió sin dejar de mirarlos

Unos cuchicheos más y todos los chicos se levantaron de la mesa y comenzaron a abandonar la cafetería.

Thomas, Minho y Newt se pusieron en alerta.

- ¿A dónde van? – preguntó Jorge al verlos levantarse, atrayendo la atención de todos

- Iremos a explorar un poco

- Deberían hacer lo mismo – dijo Minho

Los demás lo tomaron como algo divertido, pero la mirada que le lanzó Thomas a Jorge hizo que este comprendiera enseguida. Jorge asintió y con esto, el trío se marchó de la cafetería.

Brenda observó a Thomas salir de ahí.

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- ¿Están seguros de esto? – se escuchó

Thomas levantó su mano para indicarles a Minho y a Newt que se detuvieran. Habían seguido a los chicos hasta una habitación y ahora, escucharían.

- No, pero, ¿si funciona? – esa era la voz de Sofía

- ¿Y si no? Habremos muerto por nada – ese era un chico sobreviviente de anoche

- No lo sé, podría ser realidad. Amigos, esto es para lo que nos entrenaron, para encontrarla – se escuchó la voz de Layla

- Lo sé Layla – dijo el otro de ellos – Pero, ¿si sólo es ficción? ¿Si no existe? – cuestionaba el primero de ellos

Se oyó a Sofía suspirar. – Lo sé. Puede ser sólo ficción, pero si en verdad existe, la habremos obtenido y el sacrificio de todos ellos no habrá sido en vano – dijo ella con voz firme

La habitación se sumió en silencio. Afuera, donde estaba aquel trio escuchando, trataban de hacer el menor ruido posible. Controlaban sus respiraciones para enterarse de todo.

- ¿Y qué hay de ellos? – esa pregunta los puso más alertar - ¿Si no acceden?

- Pues…

- Tienen que acceder, por algo están aquí – siguió comentando

- Ese cuento de que sólo los secuestraron porque sí no me lo trago – dijo el amigo del otro – Sabemos que ese imbécil no se esfuerza con nada que no le traiga un beneficio.

- Lo sé – respondió Sofía

- Entonces lo saben – aseguró ese chico. La postura de los tres se volvió tensa – Son inmunes – declaró

Y fue todo.

Al segundo siguiente, Thomas comenzó a correr, seguido de los otros dos. Tenían que largarse de ahí cuanto antes.

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Sofía escuchó ruidos afuera, frunció el ceño e hizo una señal para que todos guardaran silencio, al instante, todos callaron. Salió sigilosamente de esa habitación.

Al final del pasillo observó una sombra. Maldijo en voz baja y nuevamente ingresó a la habitación.

- Lo saben – declaró

De inmediato, todos abandonaron la habitación.

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- Pronto, tenemos que irnos ya – dijo Thomas aceleradamente

Todos los demás se habían ido a explorar y ahora se encontraban reunidos en algún punto del lugar. Platicaban tranquilamente cuando Thomas llegó corriendo, seguido de Newt y Minho.

- Oigan tranquilos, ¿Qué pasa? – preguntó Harriet

- Thomas, ¿Qué ocurre? – preguntó Teresa mirándolo preocupada

- Tenemos que irnos ya – dijo tratando de recuperar el aliento

- ¿Por qué? – preguntó Jorge

- Porque nos entregaran a CRUEL – dijo Newt

Absolutamente todos quedaron sorprendidos ante tal respuesta.

- Oh no – dijo Ana asustada

- Tenemos que irnos antes de que…

- Ustedes no irán a ningún lado – se escuchó fuertemente

Thomas y los demás mirando al causante del susto que se llevaron. Newt maldijo silenciosamente.

Los habían descubierto.


Gracias por haber comentado. ¡Es el primer comentario de esta historia! Me dio gusto saber que es de tu agrado. Al principio iba a ser una historia corta, pero conforme fui escribiendo, bueno, no está resultando para nada corta. Y ese pequeño detalle que comentas de Newt y Sonia, lo sé, pero para esta historia es indispensable ese tipo de escenas, más adelante se darán cuenta del porque.

Hace ya varios años me leí toda la saga, así que ciertos detalles no los recuerdo con claridad, lo comento en caso de que se les haga extraño algo. El año pasado apenas leí Código CRUEL y en estos momentos estoy leyendo la última pieza de esta increíble saga, El Palacio de los Cranks. Aun no lo termino, pero siento que será un buen cierre para el personaje de Newt.

¿Me regalan otro comentario? Me ayudan a mejorar. Gracias.

Sin más que añadir, nos estamos leyendo.

AS