Nota del autor: vuelvo a subir el capítulo no se por que habia quedado cortado


Amaranthine.

A la mañana siguiente atracaron en el puerto de Amaranthine y se encaminaron hacia el Alcázar a caballo. Al medio día ya estaban en las puertas de lo que había sido el hogar de los Howe. Alistair ayudo a bajar a Alex del caballo y esperaron a que los Guardas los recibieran.

Robb salió del Alcázar al patio de armas cuando anunciaron que el Rey y sus hermanos estaban en el.

-Majestad – dijo hincando la rodilla en el suelo al igual que el resto de los Guardas Grises – sed bienvenido al Alcázar.

-Levantaos – dijo Alistair – eso no es necesario.

Los Guardas se levantaron y Alistair ofreció su brazo a Alex para entrar en el Alcázar.

Cuando entraron el gran salón del trono el mundo se paralizo para Alex, apretó su mano contra el brazo de Alistair y este noto enseguida que algo no iba bien con ella. Alex se encontró fijamente con unos ojos que no había visto en años. Su primer amor, el hombre al que había regalado su virginidad y con el cual se había prometido en secreto cuando cumplió diecisiete años. El parecía tan sorprendido como ella al verla ahí.

Alex recordaba perfectamente el día que recibió la carta de Nathaniel, había estado tirando de contactos para intentar averiguar done lo había enviado su padre. Su padre le entrego una carta con el sello de Kirkwall y la abrió enseguida con el corazón martilleando en sus oídos.

A Lady Cousland:

Alex se que has estado preguntando por mí, tenemos los mismos contactos muchos te los presente yo mismo. Deja de hacerlo.

Mi padre no me ha enviado a ningún lado contra mi voluntad me he ido yo, estaba harto de aguantarte. Pobre niña tonta ¿pensabas que alguien te podría querer por quien eras?

Eres una Cousland aunque fueras fea todo el mundo querría meterla con tal de poder subir en el estatus social, mi padre me conseguirá alguien mejor que la hija de un simple Teyrn que ni siquiera heredará su titulo. Eso si follarte durante todos estos años ha sido una gozada, esas tetas turgentes y ese coño prieto siempre preparado para mí y ooh como la chupabas pensaré en ti cuando me folle a mi mujer aunque sea fea seguro que me correré en poco tiempo rememorándolo.

Ya me despido de ti, deja de buscarme.

La carta se le cayó de las manos ante la atenta mirada de su hermano y su padre, notaba como las lagrimas le bajaban por las mejillas y las piernas le flaqueaban.

Su padre recogió la carta y su cara paso por todas las emociones posibles, luego se arrodillo y la abrazo, le entrego la carta a Fergus que la estrujo entre sus manos y la arrojo al fuego.

-Llévala a su habitación, hijo- le dijo su padre.

Fergus la recogió del suelo y la llevo a su habitación. Alex parecía un peso muerto con la mirada perdida, estaba realmente asustado nunca la había visto así.

-¿Fergus qué ha pasado?- pregunto su madre cuando entro en la habitación seguida de Oriana.

-No, reproduciré lo que ponía la carta pero si alguna vez Nathaniel Howe vuelve a pisar Ferelden es hombre muerto-

-Una sola palabra a mi padre y es hombre muerto – le respondió Oriana en su marcado acento antivano.

Alex se pasó días en la cama sin hablar con nadie, tan solo mirando por la ventana intentando averiguar qué es lo que había pasado, su madre incluso trajo un mago para que la examinara porque no quería comer ni beber. El sanador le dijo que estaba pasando un duelo y que tenía que dejarme hacerlo a mi manera.

A las dos semanas de haber recibido la maldita carta se levanto de la cama, se puso unos pantalones y una camisa suelta, cogió sus dagas y bajo a la zona de entrenamiento. El muñeco de entrenamiento quedo destrozado a base de cuchilladas los hombres de su padre quedaron sorprendidos nunca la habían visto de esa manera y des de entonces la apodaron la furia de Pináculo.

El día que recibió la carta murió la Alex Cousland que todo el mundo había conocido para dar paso a la fria y calculadora Alex Cousland que prometió no volverse a enamorar.

Alex se sereno cuando vio la cara de preocupación de Alistair.

-Nathaniel – susurro ella.

Alistair levanto la vista hacia donde ella miraba, comprendía el shock y la angustia que ella podía sentir. Robb también se dio cuenta y se sintió culpable por no haberle dicho nada a su hermana.

-Pasemos al comedor- dijo Robb – estaréis hambrientos.

Alex pasó del brazo de Alistair por delante de los Guardias Grises que estaban ahí, ella era experta en el juego después de serenarse no mostro ninguna otra emoción que no fuera la que ella quería que vieran. Cuando paso al lado de su hermano sus miradas se cruzaron por un instante.

-Robb quiero hablar contigo, ahora- le dijo Alex con voz fría.

-Alistair seguro que quieres conocer a los nuevos guardas, ponte al día con nuestros hermanos tengo que hablar un momento con mi hermana –

Alex siguió a Robb y Fergus se unió a ellos, no quería dejar sola a su hermana en lo que preveía que sería una discusión muy acalorada. Robb y Alex no siempre se habían llevabado bien, llevan años tolerándose pero discrepaban en muchas cosas.

Robb entro primero en su estudio seguido de sus hermanos.

-Venga Alex suéltalo- dijo tan punto Fergus cerro la puerta tras él.

-¿Cómo has podido Robb?- al final preguntó.

-¿Como he podido qué?- pregunto Robb con sorna – ¿Salvar Ferelden? ¿Ocuparme de un arlingo sitiado por un engendro tenebroso desconocido?

-¡A mí no me hables así Robb!-

-Lo siento Alex por no decirte que tu ex novio estaba aquí y joderte la vida-

-Podrías haberme escrito Robb no te costaba-

-¿Que no me costaba? ¿Sabes lo que he pasado durante estos dos años? Tú estabas segura en Denerim mientras yo recorría los caminos con Alistair y nuestros compañeros jugándonos la vida a cada paso para que tú estuvieras calentita-

-Yo no estuve calentita en Denerim Robb me encerraron justo después de que llegara Loghain-

-En una mazmorra pobrecita, Howe quería algo de ti, si, estabas apaleada pero tampoco estabas tan mal-

Fergus no podía creer lo que estaba oyendo a veces Robb se creía el ombligo del mundo, pero cuando iba a intervenir…

-¡ME VIOLARON CADA DIA EN ESA MALDITA MAZMORRA!- le grito Alex a la cara mientras Robb retrocedió con expresión de sorpresa por lo que le acababa de decir.

Alistair entro de un portazo y Alex se quedo blanca, era lo único que no hubiera querido contar nunca a nadie, un secreto demasiado vergonzoso. Detrás de él entro Nathaniel con cara de horror cerrando la puerta tras de sí.

-¿Que paso? – pregunto Fergus apretándole los hombros para reconfortarla.

-Rendow Howe quería que le dijera donde teníamos el grueso de nuestro dinero y luego matarme – empezó a contar mientras se sentaba en la silla abrazándose a sí misma – Thomas siempre ha estado enamorado de mi y persuadió a su padre que no me matara. Conservar el linaje Cousland les daría legitimidad. Pero yo no accedí.

Fergus le sirvió un poco de brandy.

-Esa noche Thomas vino a mi habitación he intento violarme, pero no recordaba que se defenderme a mi misma y le pegue una paliza. No llegue muy lejos había diez guardias en el pasillo el ultimo me noqueo- Alex se aparto las lagrimas que le caían por las mejillas – desperté en la mazmorra que me encontrasteis. Al cabo de un rato volvió a aparecer Thomas con cinco guardias, me sujetaron y el intento violarme pero no se le levanto. Todavía recuerdo la cara que puso cuando empezó a reírme diciéndole que a su hermano nunca le había pasado eso. Me pego tal paliza que no pude moverme en todo el día.

Alex dio un sorbo de brandy y miro a Alistair, en su cara no había enfado sino preocupación.

-Al día siguiente lo volvió a intentar y volvió a pasar lo mismo, estuvo así un mes hasta que se dio por vencido o eso creía yo. Esa noche vino con una mujer ataviada con una capa cuando se la quito solo llevaba un arnés con un enorme falo. Me dijo que ningún hombre me poseería pero que alguien tenía que ponerme en mi lugar. Los guardias me sujetaron y esa mujer me violo, me violo por todos lados, mientras él se masturbaba, le ponía cachondo verme sufrir. Eso se repito cada día de mi cautiverio si no me creéis podéis preguntar a Vaughan o a un elfo llamado Soris estaban en las celdas al lado mío.

Fue Alistair quien se arrodillo delante de ella.

-Está bien Alex no pasa nada, no fue culpa tuya- le dijo cogiéndole la cara para obligar a que se enfocara en el.

-Cachorro tu no hiciste nada malo, fue culpa de ese cobarde psicópata- sentenció Fergus.

-Todo lo que me dijo Delilah ¿era verdad?- pregunto Nathaniel sorprendido.

-Tú no tienes opinión aquí Howe – escupió Fergus – tu maldito padre masacro a mis padres, a mi mujer y a mi hijo de seis años todo por avaricia, ahora esto de tu hermano y tú maldito hijo de perra dejase tirada a mi HERMANA como a una vulgar furcia, tú que eras como un hermano para MI.

Robb tuvo que sujetar a Fergus para que no pegara a Nathaniel, todo su dolor y frustración con lo que había pasado esos dos últimos años salió a flote.

-Déjalo Fergus, no fue su culpa – le dijo Robb mientras Alistair ayudaba a calmar a Fergus – el no hizo nada, se fue para proteger a nuestra hermana.

-¿Qué? – preguntó Alex.

-He encontrado los diarios de Rendon Howe, en el se fragua el plan de acabar con nuestra familia. Nathaniel era un estorbo para sus planes así que lo chantajeo con matarte y matar a su hermana si no se iba-

Alex no se podía creer lo que estaba oyendo.

-Perdóname Alex – le dijo Robb envolviéndola en sus brazos – si lo hubiera sabido nunca…

Alex lloraba contra el pecho de su hermano y Fergus empezó a acariciarle la espalda.

-Lo siento Alistair – dijo ella al fin – no quería ocultártelo pero sentía tanta vergüenza…

-Alex – Alistair la alejo del abrazo de su hermano y el la envolvió entre los suyos – no debes preocuparte por mí, tú no tienes la culpa de nada. Entiendo que no quisieras rememorarlo.

Nathaniel veía como el Rey abrazaba a Alex y comprendió que ya no tenía nada que hacer con esa bella mujer, aunque consiguiera que algún día lo perdonara por lo que había pasado, ella se había enamorado de otro. No podía culparla por intentar rehacer su vida sobre todo después de cómo él la había apartado.

-Eso no cambia nada Nathaniel – le dijo Fergus saliendo de la habitación – para mi puedes pudrirte en el vació.

Nathaniel no dijo nada simplemente salió del despacho y se fue directamente a la taberna, necesitaba beber hasta perder el conocimiento ¿Cómo había podido joderse tanto su vida?

-Haz que le preparen un baño Robb, yo la llevare – dijo Alistair alzando a Alex.

-¿Te encargaras tu de ella? – Pregunto Robb – ¿no ha cambiado nada?

-No, nada de lo que paso fue su culpa –

-¿No estás cabreado por ocultártelo?-

-¿Tú no intentarías ocultar algo así siendo mujer?-

-No deberían ocultarlo, tendrían que poderlo denunciar sin miedo a ser juzgadas –

-Es su palabra contra la de otro, es difícil de demostrar por eso mismo muchas callan. Pero no es el sitio ni el lugar para hablar de política-

Robb ordeno que prepararan un baño en la habitación de su hermana y dejaran preparada la ropa de cama. Cuando todo estuvo preparado Alistair despidió a los sirvientes. Empezó a desnudar a Alex y la metió en la bañera.

Alex pareció relajarse y levanto la mirada hacia el que estaba sentado en el borde de la bañera.

-Lo siento Alistair, entendería perfectamente que quieras romper nuestro compromiso-

-¿Por qué?- pregunto ofendido - Alex repito, lo que te hizo ese bastardo no fue tu culpa, había cinco hombres sujetándote por muy hábil que fueras te superaban en número y fuerza bruta.

-Lo intente muchas veces, cuando se Thomas y sus secuaces se iban, Soris me decía que resistiera que saldríamos de ahí y nos cobraríamos nuestra venganza.

-¿El elfo que mencionaste antes? –

-Sí, estaba ahí por los disturbios en la elfereria causados por culpa de Vaughan, este había intentando aprovecharse de varias elfas y se habían amotinado. Su prima Kallian estaba en Fort Drakon por culpa de esos hechos. Hace poco me escribió diciéndome que su prima había sobrevivido y quería conocerme cuando viniera a Denerim-

-Creo que le debo mucho a ese hombre, fue él quien te mantuvo con vida-

-Puede, pero al final salimos y yo me cobre una parte de mi venganza. Cuando encontramos a Thomas, Fergus le dijo que si se rendía le perdonaría la vida, me alegre cuando no acepto. Aunque para mi gusto su muerte fue demasiado rápida-

Thomas estaba maniatado arrodillado en el suelo.

-¿No vas a darme ni la opción de defenderme? –

-¿La misma que me diste tu a mi? – Le respondió Alex jugando con una de sus dagas - ¿o la misma que le dio tu padre a mi familia? No, Thomas no hay justicia, da gracias al Hacedor que YO no disfrute con el dolor ajeno.

Alex se posiciono detrás de Thomas le levanto la garganta y le poso la hoja de su daga en el cuello.

-A ver si ahora se te levanta, maldito bastardo – le susurró mientras le rajaba la garganta.

Thomas se precipitó hacia delante y en pocos segundos murió desangrado.

-Ya esta – dijo Alex aliviada a Fergus.

-¿Y Delilah?-

-Ella es inocente, es tan victima como tú y como yo. Está casada con un mercader de Amaranthine y ha renunciado al apellido de su familia-

Alex vio como Alistar se desnudaba.

-Déjame sitio – le dijo mientras se metía en la bañera detrás de ella – nunca, nadie más te hará daño te lo prometo.

Alistair la abrazo por detrás dentro de la bañera y la hizo apoyarse en el.

-Mi padre solía decirle a mi madre: yo seré tu escudo para que nadie pueda hacerte daño y tu espada para defenderte de aquellos que lo hayan intentado-

-Pues yo quiero que seamos eso el uno para el otro – le susurró Alistair al oído – con lo que has contado no sé como soportas que te toque.

Alex se giró y se sentó a horcajadas encima de Alistair.

-Fue una mujer quien me violo- le dijo mirándolo a los ojos – no me toco ningún hombre y el que lo intento se llevo una paliza y luego le raje la garganta.

Alex lo beso y empezó a mecerse encima de él.

-Alex – la reprendió el contra sus labios.

-Por favor Alistair…-le suplico ella.

Alistair no podía pensar solo podía notar esa bella mujer encima suyo aparentando su cuerpo contra el de él y meciéndose encima de su miembro, suplicándole que la hiciera suya.

-¿Estás segura de esto? – le pregunto mientras le levantaba el mentón y la obligaba a mirarlo.

-Nunca he estado más segura de nada, te quiero Alistair y quiero estar contigo-

No hicieron falta más palabras, Alistair guio su duro miembro hacia su entrada y la penetro lentamente. Alex arqueo la espalda al notarlo entero dentro de ella y gimió. Empezaron a mecerse lentamente mientras se besaban, Alistair con una mano de estimulaba los pechos mientras con la otra la mantenía bien pegada a él. Ella no había sentido nunca el placer que le estaba proporcionando ese hombre, Alistair sabia donde tocar y cómo hacerlo para que ella se derritiera en sus manos.

-Hacedor – susurró ella en su cuello.

-Córrete para mi Alex- le ordeno.

Para ella fue como si saltara un resorte, un orgasmo le recorrió el cuerpo des de su entrepierna hasta los pechos, temblaba de placer y eso arrastro al éxtasis a Alistair quien se vació en ella. Cuando los espasmos de placer de ambos hubieron cesado se volvieron a besar una y otra vez y cuando por fin el salió de ella Alex se noto vacía como si el cuerpo de Alistair perteneciera al suyo y se complementara.

-Nunca había sentido esto con nadie – le dijo Alistair abrazándola – no sé si ha sido para ti igual pero ha sido como si mi cuerpo y el tuyo se necesitaran.

-Para mí ha sido igual, no sé cómo explicarlo-

-Bueno tendremos que volver a repetir para comprobar nuestras teorías – se rio él.

-Estoy deseosa de ello-

Alex tembló, el agua se había enfriado mientras ellos hacían el amor en la bañera. Los dos salieron de ella y se secaron mutuamente, él le ayudo a ponerse el camisón y la metió en la cama.

-Descansa un rato, vendré a buscarte un poco antes de cenar-

Alex se acurruco en la cama y se durmió enseguida ligera de la carga que había liberado ese mediodía.

Alistair.

Alistair bajo las escaleras del Alcázar pensando en todo lo que había pasado durante ese día, seguramente muchos se enteraran de lo que había ocurrido en las mazmorras de Howe intentarían sacar ventaja y apartar Alex de su lado, eso no lo iba a permitir.

Entro en el comedor donde Fergus estaba sentado rodeado de Guardas con cara de pocos amigos y se acerco a él.

-Fergus me gustaría hablar con vosotros si es posible-

Fergus se alarmo con la petición de Alistair y este se dio cuenta.

-No te preocupes no he cambiado de idea en ciertas cosas, ya sabes a lo que me refiero – le dijo Alistair tranquilizándolo – dile a Robb que venga también.

Alistair se dirigió al despacho donde habían hablado esta mañana y espero a que llegaran los hermanos.

-¿Qué ocurre? – preguntó Robb.

-Quiero hablar de lo que ha ocurrido antes-

Robb se sentó en el sillón con cara derrotado.

-No tengo excusa Alistair, no quería decirle todo lo que dicho. No pensé que le fuera afectar tanto ver a Nathaniel-

-Tú no estabas cuando recibió la carta de Nathaniel des de Kirkwall, solo sabes lo que te contamos. Se quedo derrotada, nunca he visto nuestra hermana de esa manera Robb. Papa y yo tuvimos miedo tanto como para mantenerla vigilada-

-Nunca me dijisteis nada de esto-

-Tampoco quisiste escuchar demasiado, en esa época estabais peleados. Recuerdo una discusión muy acalorada en Saturnalia cuando te emborrachaste y le dijiste que era la favorita de papa cuando ella te echó en cara de que llenaste la casa llena de furcias-

-Es que era la favorita de papa, sabes que si hubiera podido dejarle el Teyrn se lo hubiera dado-

-Y seguramente estaría mucho mejor administrado que por mí. Nuestra hermana es lista, tenía que buscarse un lugar que nosotros ya teníamos aposentado solo por tener colgando algo entre las piernas –

-Eso no es excusa Fergus-

-Tú has podido hacer lo que te ha salido de las pelotas, te has acostado con quien querías, bebido, viajado solo al igual que yo. Ella debía de ir acompañada, siempre estaba vigilada no por nuestros padres si no por las miradas inquisitivas de todo el mundo. Nathaniel y ella estuvieron juntos tres años antes de hacerlo público, solo lo sabían papa y mama y yo mismo por que Nathaniel me pidió permiso-

-¿Y solo por eso era la que papa mas apreciaba? –

-No, papa nos quería a todos. Pero ella se parecía más a él en ciertos aspectos. Papa le gustaba aprender de todo y a ella le gustaba escucharlo hablar, para ella papa era su Héroe y a mama le daba miedo porque ya des de pequeña era una niña muy mona y cuando llego a la adolescencia recibieron muchas peticiones de cortejo incluso creo recordar que Teyrn Loghain tanteo el terreno-

-¿Loghain?- pregunto Alistair.

-Si, por que no mira Eamon e Isolda – le respondió Fergus- es muy raro que los noble nos casemos por amor. Cuando Alex le conto a papa que estaba con Nathaniel y que tenían pensado casarse mama se sintió aliviada. Nathaniel parecía estar muy enamorado de ella y el Arlingo de Amaranthine era bastante importante como para que ella viviera cómodamente aunque eso a Alex le era igual si por ella hubiera sido habría capitaneado un barco como mama.

Se hizo un silencio incomodo entre los tres hombres.

-¿De qué querías hablarnos?- pregunto al fin Robb.

-¿Sabes donde está Zev?- pregunto Alistair.

-No, pero creo saber dónde puedo localizarlo-

-Quiero que cualquiera que estuviera involucrado en lo que le ocurrió a Alex este en Fort Drakon antes de que termine el año vivo o muerto. No quiero que pueda ser usado como daga arrojadiza contra ella cuando se haga público nuestro compromiso-

-El padre de Oriana es un príncipe mercader y tiene muchos contactos en los bajos fondos. Puede ayudarnos a montar una red de espías en Ferelden, el Hacedor sabe bien que necesitamos una al servicio de la corona urgentemente-

-¿Puedes hacerte cargo?-

-Dalo por hecho, saldrá la carta mañana al alba-

-¿Robb tu sabias que tu hermana estaba prometida a Cailan antes de empezar la Ruina?- preguntó Alistair.

Robb abrió los ojos como platos.

-Eso es imposible, Cailan me lo hubiera dicho-

-Yo si lo sabía, me lo conto cuando llegamos a Ostagar – le dijo a Robb – Cailan quería separarse de Anora y pidió la mano de Alex pero la Ruina lo paralizo todo, en la asamblea de ese año iba a presentar la anulación matrimonial, la Capilla lo había autorizado.

-Pero…pero si para Cailan era una hermana-

-Alex me dijo que Cailan se lo había propuesto por la amistad que tenían-

-Supongo que querrás encontrar si hay algún papel al respecto-

-Exacto ¿crees que Howe encontró alguna de las cartas de Cailan?-

-No, no las encontró, toda la correspondencia la tengo yo en mi poder las cartas se guardaban en un lugar muy concreto que solo teníamos conocimiento la familia. Todavía estoy repasando documentos hay más de treinta años de cartas-

-No creo que Anora encontrara las de Cailan, si no lo hubiera utilizado en la asamblea- dijo Robb.

-Necesitare ayuda para peinar el palacio-

-Te ayudare yo cuando lleguemos a Denerim y Ser Gilmore también te ayudará encantado-

-La asamblea es en una semana, ahí anunciare mi compromiso con Alex y quiero casarme cuanto antes-

-Tampoco corras tanto o pensaran que te ha cazado por estar embarazada, dales tiempo de montar una gran boda-

-¿Muy grande? – pregunto Alistair asustado.

-Tendrías que invitar a todas las casas reales incluida de la Orlais, será bueno para tu gobierno. Eso serán un par de meses si envías las invitaciones ya, Alex te puede ayudar a redactarlas-

-¿Antes de que se enteren los nobles de Ferelden? No me parece adecuado – dijo Fergus – tenlas preparadas y envíalas el mismo día des el anunció-

-Eso haremos –

-Mientras no estéis casados te aconsejo que duermas en palacio o al menos parezca que lo haces, no deis motivos ha habladurías –

Alistair puso mala cara, no quería estar alejado de Alex.

-Al menos intentad ser discretos hasta la asamblea-

-Lo intentare es lo máximo que puedo prometer – se quejo Alistair – voy a despertarla, supongo que tendremos que bajar a cenar.

-Si los guardas están deseosos de que les hablemos de nuestros viajes entre unas cervezas – dijo Robb.

-Que Nathaniel esté lejos de nosotros – le aviso Fergus – todavía no tengo muy clara tu revelación, me gustaría leer los diarios de Howe.

-Te los enviare a Denerim-

-Nos vemos a bajo-

Alistair volvió a subir a la habitación, Alex todavía dormía con el cabello largo y suelto desparramado por la almohada. Estuvo un rato contemplándola y pensando que no quería solo treinta años con ella quería mucho mas Alex no solo era una mujer hermosa, era inteligente, divertida, lo mantenía en guardia, quería hijos con ella formar una familia y protegería a su familia.

Cuando Robb lo puso en la carrera por ser Rey lo odiaba con todas sus fuerzas, el linaje Theirin no representaba nada para él, ese nombre solo le había traído pesar hasta ese instante. Si Duncan no lo hubiera reclutado ahora no estaría aquí a punto de casarse con esta maravillosa mujer que lo tenía loco.

Se puso de cuclillas al lado de la cama y le acarició la cabeza.

-Despierta Alex, tenemos que bajar a cenar-

-¿Tenemos que hacerlo?-

-Sí creo que si – se rio – he hablado con tus hermanos.

Alex se incorporo y miro inquisitivamente a Alistair.

-Hemos puesto un plan en marcha-

-¿Me habéis dejado al margen?-

-No. Tenía que buscar un antiguo amigo y Robb sabe dónde encontrarlo, tenemos que estar preparados Alex tal y como dijiste en Pináculo irán a por ti-

-¿Qué tienes pensado?-

-Lo mismo que durante una batalla contener y atacar. Fergus traerá gente para montar una red de espías –

-Mis contactos son mucho mejores que los suyos-

-Pues entonces ponte en contacto con ellos, Robb contactara con Zev es un antiguo Cuervo Antivano nos ayudara a encontrar a todos los que estuvieron relacionados con lo que te paso-

-Mañana saldrán las cartas ¿Qué más habéis pensado?-

-Fergus dice que tenemos que hacer una gran boda-

-Es una gran ocasión para limar asperezas con otras naciones, contratos mercantiles, la Ruina nos ha dejado débiles política y económicamente-

-Tendremos tiempo de acabar de perfilarlo todo en Denerim, vistámonos –

-¿Te vas a poner tu armadura de guardia gris?-

-¿Debería hacerlo?-

-Sí, demostrarías a los hombres que sirven bajo mi hermano que todavía eres uno de ellos que si pasa algo gordo con los engendros estarás a su lado y no los dejaras con el culo al aire y además…-

-¿Además qué?- pregunto intrigado.

-Estas guapísimo con ella-

-¿Guapísimo con ella?-

-No diré nada más-

-Creo Lady Cousland que voy a tener que ordenaros que me digáis el por qué-

-¿Me lo ordena su majestad? –

-Si-

-Bueno en ese caso…esa armadura os hace un culo espectacular-

-¿Solo eso?-

-No, mi Rey está muy atractivo con ella y me hacen tener ganas de quitársela tan punto lo veo con ella puesta-

Alistair se tumbo encima de ella y la beso.

-En ese caso tendré que complacer a mi prometida-

-Sí creo que si-

Alex froto su nariz con la de él y lo beso.

-Si continúas haciendo eso no bajaremos-

-Puede que tenga esa intención-

-Es muy tentador pero por desgracia…tenemos obligaciones-

Alex hizo un mohín y Alistair se echo a reír.

-¿Necesitas ayuda para vestirte?-

-No, pero para desvestirme puede que sí-

-Serás mi perdición- afirmo Alistair.

-Tú ya eres la mía- confeso ella.

Alistair salió de la habitación y dejo sola a Alex para que se pudiera vestir, alguien llamo la puerta.

-Pasa – dijo ella pensando que sería Alistair que se había dejado algo.

Pero era Nathaniel vestido con la armadura completa de un pícaro de los Guardias Grises.

-Alex – dijo él.

Ella se puso rígida y se dio la vuelta lentamente.

-Nathaniel ¿Qué quieres?-

-Quiero pedirte perdón, se que llega tarde y que seguramente viendo como han ido las cosas no lo merezco-

-¿Eso lo has descubierto solo o has tenido ayuda? – dijo ella cruzándose de brazos.

-Solo te pido que me escuches un momento-

-Habla rápido y si te acercas gritare-

-Está bien, cuando te envié aquella carta no eran mis palabras mi padre me dijo que si no lo hacia Delilah sufriría las consecuencias y tu sufrirías lo mismo. Cuando me envió a las Marcas libres quise ponerme en contacto muchas veces contigo y contarte lo que estaba pasando pero fui un cobarde-

-¿Jugaste siempre conmigo?-

-¡No! Nunca jugué contigo Alex, era muy feliz a tu lado me hacías mejor persona y dejarte fue de las cosas más duras que he tenido que pasar en la vida-

-Me destruiste Nathaniel – le respondió Alex con la voz quebrada.

-Lo sé y nunca podre perdonármelo, pero como mínimo quiero que sepas que lo que tuvimos fue muy real para mí. Robb tiene todos los diarios de mi padre y cartas que le envié a mi hermana léelos y como mínimo conserva un buen recuerdo de lo que una vez fuimos –

Nathaniel se encamino a la puerta y se dio la vuelta.

-Thomas…Thomas ¿sufrió?-

-No, fue una muerte rápida yo no disfruto ejerciendo dolor-

-Gracias-

Nathaniel

Nathaniel salió de la habitación y se escabullo entre las sombras no quería que nadie supiera que había estado ahí.

Ver a Alex otra vez había removido todo en su interior.

Recordaba la primera vez que la vio, el tenía nueve años y había ido con sus padres a Pináculo a conocer la hija de Teyrn Cousland. Un precioso bebe rubio que solo hacía que sonreír. Luego fue creciendo y eran un estorbo porque solo hacía que seguirlos a Fergus y a él. No fue hasta su diecisiete cumpleaños que la vio como una mujer por primera vez.

Acudió con su padre y sus hermanos al baile que habían organizado el Teyrn y la Teyrna por el cumpleaños de sus mellizos, Fergus ya estaba casado y no podía acompañarlo en su cacería de jovencitas nobles así que paseaba por el salón mientras esperaban su turno para presentar sus regalos a Robb y Alex.

Su padre lo aviso que ya era hora y se acercaron al trono. Al acercarse vio una mujer tan alta como Robb y con el mismo color de ojos azules, cabello rubio hasta la cintura recogido solo por delante que le sonreía.

-My lord aceptad estos presentes para vuestros hijos el día de su cumpleaños-

-Mi viejo amigo seguro que estarán muy agradecidos con ellos-

Arl Howe le regalo una hermosa espada a Robert y a Alex un collar de perlas. Nathaniel pudo ver que aunque ella sonreía no le llegaba a los ojos, era muy buena ocultando sus emociones pero él estaba seguro que podía ser mejor.

Cuando todos los presentes hubieron entregado sus regalos los invitados se dispersaron para charlar unos con otros fue cuando Nathaniel aprovecho para acercarse a Alex.

-Buenas noches Lady Cousland – le dijo inclinándose.

-Buenas noches mi lord – respondió ella – espero que estéis disfrutando de la velada.

-No lo había hecho hasta ahora que os tengo en mi presencia –

Nathaniel podía ser muy adulado tenia años de experiencia, siempre habían competido con Fergus a ver cuántas jóvenes podían encandilar. Alex se ruborizo un por un momento y sonrió.

-Mi señor es demasiado adulador aunque debo advertiros que usáis las mismas tácticas que mi hermano mayor y eso no os funcionara conmigo-

-¿No? – pregunto sorprendido el – entonces con vos tendré que usar otro tipo de tácticas ¿puede que la sinceridad?

-Podríais probar para variar – le respondió mordazmente ella.

-Mi señora es todo un reto aunque no me he acercado a vos por ese motivo-

-¿Entonces?-

-He podido notar que el presente de mi padre no os ha gustado demasiado-

-Estáis muy seguro de ello-

-Solo se os ha visto un instante, sois muy buena ocultando vuestras emociones pero podríais ser mucho mejor con un poco de ayuda-

-Ah y supongo que vos sois la persona quien debe ayudarme-

-Nunca se me ocurriría tal cosa a no ser que mi lady disfrute de mi compañía-

-Todavía no lo tengo claro pero está claro que me intriga lo que me habéis comentado, preguntad a mi padre si podéis sacarme a pasear y podríamos hablar más tranquilamente de las carencias que poseo-

Nathaniel sonrió ante su comentario se inclino y se dirigió hacia Bryce Cousland.

-Mi señor – interrumpió al Teyrn mientras hablaba con Arl Bryland- siento interrumpiros.

-Hola Nathaniel en que puedo ayudarte-

-Me gustaría pediros permiso para pasear con vuestra hija por el jardín-

El Teyrn levanto la vista hacia su hija que con una caída de ojos le confirmo que ella estaba de acuerdo.

-Vamos querido – interrumpió la Teyrna – seguro que Nathaniel no tiene ninguna mala intención con nuestra hija.

-Está bien tienes mi permiso, pero Nathaniel nada de propasarse-

Nathaniel se inclino y se fue directo a Alex, le ofreció un brazo y los dos salieron al jardín, cuando ya estuvieron lejos de ojos y oídos indiscretos…

-No os ha gustado el regalo de mi padre, la sonrisa no os ha llegado a los ojos mientras lo abríais y por un segundo habéis hecho una mueca de desagrado-

-Estáis muy seguro de que no me ha gustado-

-Sí mi abuelo me enseño a leer a las personas aparte de ser un buen arquero-

-¿Por qué creéis que no me ha gustado?-

-No sois la típica muchacha noble que pierde la cabeza por las joyas, practicáis con dagas por la postura que siempre ponéis cuando estáis delante de una persona que creéis que os puede amenazar-

-Eso os lo ha dicho Fergus-

-No, tenéis el cuerpo de lado con el pie izquierdo ligeramente adelantado ¿Os sentís amenazado por mi lady?- pregunto Nathaniel acercándose a ella, tanto que podía ver motas plateadas en sus ojos azul oscuro.

-¿Debería?-

-No, nunca he forzado a ninguna mujer-

-Pero siempre han caído a vuestros pies ¿no?-

-La mayoría pero nadie me lo había puesto tan difícil como vos-

Alex intento escabullirse pero Nathaniel la cogió del antebrazo, los dos forcejearon como dos buenos picaros hasta que ella impacto con un árbol y el aprovecho para tomarla por la cintura.

-No tenéis por que huir sois muy buena pero como ya he dicho podríais ser excelente-

Alex paso un dedo por los labios de Nathaniel mientras lo miraba seductoramente, lo fue bajando por los pectorales, su cintura hasta llega hasta su abultada entre pierna donde abrió la mano y la poso encima para acto seguido estrujarle los testículos.

-Si vuelves a tocarme sin mi permiso en vez de estrujarlos te los cortare ¿Me has entendido Howe?-

-Perfectamente mi lady pero en vez de desalentarme con esta actitud habéis despertado aun mas mi curiosidad- Nathaniel poso la frente encima de la de ella consciente de la presión que estaba ejerciendo Alex en su miembro – ¿me permitiríais cortejaros?

-¿Nathaniel Howe queriendo cortejar a una dama? ¿No sois mas de bajarles las bragas en lugares oscuros?-

-Por ti Alex – era la primera vez que la tuteaba – hare un esfuerzo.

Alex aflojo el agarre y lo atrajo hasta ella besándolo, Nathaniel se sorprendió con ese arranque pero profundizo aun más el beso.

-Entonces tenéis mi permiso – le dijo ella separándose de sus labios.

-Alex ¿Dónde estás? – grito Fergus des de la entrada del jardín.

Alex se separo de Nathaniel y comprobó que todo estaba en su sitio.

-Adiós Nathaniel-

Alex fue al encuentro de Fergus, con el corazón martilleando en las orejas.

-Hola hermano-le dijo con una sonrisa.

-Mama me ha dicho que estabas con Nathaniel aquí fuera- dijo en tono seco.

-Si está al lado de la fuente-

Fergus se encamino al encuentro de su amigo.

-Nathaniel-

-Hola Fergus-

-¿Qué ha pasado con mi hermana?-

-Nada-

-No me mientas Nathaniel, ella no es como las chicas con las que solíamos jugar-

-No temas solo hemos hablado-

-Ya, por eso tu polla apunta al cielo-

-Que quieres que te diga tu hermana esta de muy buen ver y yo no estoy muerto, pero no ha pasado nada tienes mi palabra-

Aunque si había pasado algo, con ese beso lo había puesto a cien y no solo quería un beso la quería jadeando su nombre y suplicándole mas aunque no de la manera que siempre lo hacía, la quería solo para él.

-¿Qué quieres de ella?-

-Quiero cortejarla si me das tu permiso-

-¿Cortejarla tu? Pero si te gustan más las mujeres que a un tonto-

-Ya…-

-Oh conozco esa mirada-

-¿Qué mirada?-

-Te has enamorado de mi hermana, tienes la misma cara de bobo que puse yo cuando conocí a Oriana-

-No lo sé todavía solo sé que es atrayente en todos los sentidos-

-Si mis padres te dan permiso yo no me opondré pero si te pasas con ella te ensartare con una lanza-

Nathaniel entro en el baile y le pidió al Teyrn y la Teyrna permiso para hablar con ellos en privado a la conversación se unió Fergus, les explico que en todo ese tiempo había visto crecer a Alex y que sería un honor que permitieran cortejarla. Bryce y Eleanor se miraron el uno al otro y luego a Fergus quien asintió con la cabeza.

Los siguientes seis meses Nathaniel paso tanto tiempo como pudo en Pináculo ayudo a Alex a perfeccionar sus técnicas abriendo cerraduras, sacando información a la gente, ocultando sus sentimientos todo lo que ella pudiera necesitar en un futuro. Pero no solo había trabajo había diversión largas excursiones a caballo donde el aprovechaba cualquier pequeño contacto para ella se acercara mas a él.

Dejo que ella llevara el ritmo pero cuando fueron juntos a la asamblea él le pidió matrimonio y ella acepto. Esa misma noche hicieron por primera vez el amor, el intento por todos los medios que fuera lo más placentero para ella pues sabía que la primera vez para las mujeres si no se iba con cuidado podía ser muy dolorosa. La hizo correrse en sus manos y en su boca varias veces hasta que se acomodo entre sus piernas y la penetro lentamente. A partir de ese día hacían el amor cada vez que se veían.

Dos años después les pidió la mano de Alex a sus padres y ellos aceptaron, quería hacerlo público en la siguiente asamblea que todo el mundo supiera que la Dama de Pináculo se convertiría en su esposa pero cuando se lo conto a su padre lo golpeo y ahí empezó el declive hasta que una noche le dijo que si no se iba mataría a Alex.

-Maldito bastardo ¿como te atreves a meterte en medio de mis planes y los de Thomas?-

-¿Qué planes?-

-Alex Cousland no es para ti, el Arlingo no es para ti y si no quieres que mate a tu zorrita mañana mismo – dijo su padre con voz gélida y odio en los ojos – te irás esta noche y no volverás a Ferelden si intentas ponerte en contacto con alguien de aquí matare a Alex y matare a tu hermana.

Nathaniel vio verdad en los ojos de su padre y esa misma noche se fue de Amaranthine para no volver.

Se sumió en el alcohol durante semanas intentando tener valor para escribir a Alex pero cada noche tenia la misma pesadilla, su padre la mataba y no podía evitarlo, así que se acobardo y cada día la amargura creció en el.

Cuando las noticias de la Ruina y los rumores sobre los Cousland llegaron a las Marcas Libres se auto convenció que su padre había tenido un motivo para apartarlo de todo aquello así que regreso con todo su rencor y con ganas de venganza. Pero cuando llego todo se torció descubrió que su padre era un maniaco homicida y se sintió miserable además las relevaciones de esta noche habían acabado de joderlo todo.

Bajo a cenar y se sentó tan lejos de Fergus como pudo, la compañía de Velana esta noche no sería tan mala después de todo.