Hola a todxs, después de tanto tiempo...

Agradezco muchísimo su paciencia si estaban esperando esta actualización, en verdad lamento haber tardado con esta historia :(

Espero que les guste este capítulo, ya que a partir de aquí, empezaría una nueva etapa en este fanfic.

Me costó bastante escribir esto, ya que me sentía algo desconectada y necesitaba mucha inspiración de cierto tipo para escribir un episodio como este, quería que fuese lo más especial posible y no solamente escribirlo sin añadirle emoción o detalles lindos como pequeñas referencias que me gusta incluir por ahí.


Corazon y Law yacían juntos bajo un árbol, el oscuro cielo nocturno comenzaba a desteñirse de oscuridad para darle paso al amanecer dentro de un rato más.
Gracias a una brisa, un par de hojas cayeron desde el árbol y aterrizaron sobre el rostro de Corazon, provocando que este último sintiera el roce sobre su piel y despertara de una vez, abriendo perezosamente sus ojos y dirigiéndolos hacia su compañero de sueño.
Observo como Law dormía en total tranquilidad y tenía un brazo posado sobre él. Una tierna sonrisa se dibujó en el rostro del rubio mientras trataba de levantarse de la manera más cuidadosa posible, intentando no despertar a Law.

— ¿Corazon…?—musito el joven moreno abriendo uno de sus ojos de manera perezosa.

—Sigue durmiendo, Law. No quería despertarte, solo iré a orinar.

—Ah… De acuerdo…—resoplo Law volviendo a cerrar los ojos.

El rubio camino un par de metros hacia el norte y ocultándose detrás de un árbol de tronco muy grueso, bajo un poco sus pantaloncillos para dejar libre su miembro que libero un abundante chorro de orina.
En cuanto volvió, encontró despierto a Law, quien ya estaba estirando sus brazos.

—Pensé que seguirías durmiendo…—balbuceo Corazon algo confundido al ver como Law se levantaba por completo.

—No pude conciliar el sueño de nuevo. ¿Dormiste bien? ¿No te moleste?

—No, claro que no. Dormí muy bien, ¿y tú?

—Por supuesto que sí. Ah, Corazon…

— ¿Si?

— ¿Desayunaremos juntos o tienes que ir con Doflamingo?

—A decir verdad, no tengo ganas de hablar con mi hermano, al menos no tan temprano…

—Bien, iré a traer el desayuno—declaro Law acomodándose bien su cinturón de donde colgaban un par de bolsas y las vainas de un par de armas.

— ¡Espera, yo puedo ir…!

—No, Corazon, no olvido que seguimos en este lugar, eres mi superior.

—Law, no tomes eso tan en serio, después de todo… Tú y yo ya… Bueno, estamos conviviendo de esta forma. Olvida la tonta jerarquía del ejército.

Law le miro con cierta inquietud; el muchacho recordó como los chismes y burlas eran constantes en aquella agrupación, apostaba a que los comentarios mal intencionados seguirían llegando, no quería que Corazon siguiera siendo objeto de críticas, por eso pensaba en tratar de mantener una posición distante frente a los demás.

—Pero, Corazon… Creo que no es buena idea.

— ¿Por qué lo piensas?

—No quiero que hagan comentarios idiotas sobre ti. Pensarán que estás perdiendo autoridad o alguna tontería como esa…—confeso Law, dejando entrever preocupación en su ronca voz.

Corazon avanzo hacia Law, mirándole de forma muy seria, coloco sus grandes manos sobre los hombros que lucían más delgados a causa del contraste que generaban las manos del rubio.
Los ojos ámbar de Corazon se dirigieron al par de iris grisáceo de Law.

—No me importa las estupideces que puedan decir de mí, ¿Qué más da que suelten algún tonto comentario? Pero si alguien se atreve a meterse contigo, no dudaré en darle una lección—declaro Corazon sin dejar de mirar fijamente a Law, quien le miraba con la misma inquietud con la que había revelado su inseguridad hace segundos—. Hay muchos imbéciles, apuesto a que muchos quisieran tener algo especial al igual que nosotros, pero no son capaces de admitirlo y otros simplemente no pueden hacerlo estando en esta marcha, quizá por eso son tan resentidos… No es bueno que te preocupes tanto por ese asunto, no quiero que temas por mí respecto a eso ¿de acuerdo?

—Corazon…—musito Law, sintiendo el fuerte latir proveniente de su pecho.

—Iré por el desayuno, espérame aquí—dijo Corazon relajando su semblante y voz, esbozando una sonrisa llena de confianza.

El rubio comandante se alejó hasta identificar a la multitud que siempre se formaba cada mañana para recibir una ración de comida.

—Buenos días, comandante—saludo el joven que se encargaba de proveer los cuencos de sopa—. Aquí tiene, buen provecho señor.

—Disculpa, necesito otra ración, por favor.

—Oh, por supuesto ¿Podría acercarme su plato de nuevo?

—Sírvela en otro plato, por favor.

—Ah, sí, claro…—balbuceo confundido el mozo.

En un par de segundos más, Corazon cargaba con un plato en cada mano mientras era observado a la distancia por distintos soldados, sabía perfectamente que estaban juzgándolo y que probablemente ya estarían señalando que llevaba un desayuno extra para Law.

"Qué más da…" se dijo a si mismo despreocupado siguiendo su camino hasta que le brindo a Law su desayuno y ambos tomaron asiento sobre el tendido sobre el que habían dormido.

—Es un fastidio... ¿¡Cómo carajo se atreve a rechazar una propuesta así!?—soltó Doflamingo al mismo tiempo que tomaba asiento con gesto molesto y brusco.

—Es un tipo muy inseguro. Créeme, Doffy querido, no es más que un niño temeroso, no tiene interés en su potencial, al menos no de manera realmente provechosa… Te dice la verdad sobre que no puede controlar su poder—le dijo Monet apartándose el fleco de su cabello verde de su rostro.

— ¡Pero fácilmente podríamos instruirlo!

—Habrá que esperar. Seguramente en un par de días más, cuando todo esté más calmado, podrás hablarlo una vez más, tal vez logremos convencerlo—le dijo la muchacha mientras rodeaba con sus brazos el grueso cuello de su amado líder y después, acercándose lentamente, le plantaba un beso en su mejilla izquierda para después posar sus blancas manos sobre los tensos hombros de Doflamingo—. Necesitas relajarte por ahora…

El ejército del ave carmesí continúo su marcha hacia el reino de Dressrosa, estando cada vez más cerca de llegar a su destino y, como última parada, estaban cerca de llegar a un poblado en donde se abastecerían por última vez.

—Drake…—Corazon, cabalgando, se acercó al mencionado joven, quien se encontraba marchando a pie.

—Comandante Corazon.

—Ven, sígueme…—se alejaron lo suficiente de la marcha para hablar solo entre ellos—. No falta mucho para que lleguemos al próximo pueblo. Debes marcharte en cuanto arribemos, necesitas huir en cuanto sea posible y ocultarte hasta que nos larguemos de ahí. Doflamingo no se rendirá en querer reclutarte y abusar de tu extraño poder—declaro el hombre rubio con una voz seria, clara pero lo suficientemente baja para que nadie más que Drake alcanzará a escucharle.

—Pero…

—No dudes. Me encargare de distraer a Doflamingo cuando llegue el momento. Law te ayudará en tu escape. Tengo que regresar a mi formación… Y, por si no nos volvemos a ver, cuídate y mantente en un bajo perfil. Adiós.

Y sin más detalles, Corazón redirigió a su caballo para volver a su posición correspondiente, dejando atrás al confundido muchacho pelirrojo.

Al cabo de unos días, tal como se pronosticó, el ejército del ave carmesí llegó a un nuevo destino. En el tercer y último día de su estadía, Law y Drake se reunieron al atardecer, para empezar su camino hacia la periferia sur del pueblo para internarse en el bosque de alrededor.

— ¿Te aseguraste de llevar una buena cantidad de provisiones?—pregunto Law con voz ronca y algo ruda a pesar de que pretendía hablar en susurro. La expresión en su rostro era tan seria que rayaba en la molestia.

—Lo tengo todo listo, pero…

— ¿Qué?

— ¿A dónde iré?

—Conseguí un mapa, justo como Corazón me lo indico, te lo daré en cuanto lleguemos al punto final. Irás hacia el sureste. Ahí hay pequeñas aldeas donde te podrás esconder o quedar.

Un pesado silencio los acompaño durante el resto de su camino.

—Bien, hasta aquí llego—y Law saco de uno de un bolsillo un pequeño pergamino para entregárselo a Drake—. Camina todo lo que puedas hacia el sur, hasta que no puedas más. Tus posibles destinos están marcados en el mapa.

El muchacho pelirrojo tomo el mapa, abriéndolo de inmediato para darle un vistazo con un deje de ansiedad que pronto desapareció gracias a una expresión de concentración.

— ¿Ya estás listo?—soltó Law con brusquedad, despertando a Drake de su trance.

—Sí—y el muchacho dirigió sus ojos azules hacia el adusto rostro de Law, con expresión incomoda y algo de timidez—. De verdad lamento que tuvieras que conocerme en esas circunstancias… Te agradezco tu ayuda, aunque sé que detestas verme.

—No te detesto. Es solo que… Maldita sea, ya sabes el porqué.

—Sí, lo sé, y espero que eso quede en el olvido pronto, para todos—dijo Drake con la vista hacia el cielo. Guardo silencio por unos segundos y luego esbozo una sonrisa fugaz—. De verdad creo que serás muy feliz junto al señor Corazon, tanto que nada de lo pasado importara.

Law miro con extraño asombro, incrédulo a lo que aquel pelirrojo declaraba con tanta calma y sinceridad.

—Adiós, Law.

Y Drake empezó una caminata en camino hacia el sur, ajustando bien su pequeño equipaje y sin mirar atrás.

Horas después, muy entrado el anochecer, Law apenas regresaba al campamento. Corazon, quien lo esperaba ansioso, al verlo de inmediato fue hacia él y preguntó:

— ¿Tuviste algún problema? ¿Alguien te vio?

—No, todo fue bien—contesto Law con voz distante.

—Qué alivio, pensé que habrías tenido algún inconveniente, tardaste más de lo que preví... ¿Estás bien?

—No... No lo sé… Disculpa, Corazon. Quiero estar solo un rato más.

— ¿Crees que puedas contarme para mañana?—cuestiono el rubio preocupado mientras ponía su mano derecha sobre el hombro izquierdo de Law.

—Espero que sí… Perdóname. Descansa—y el joven empezó a caminar sin rumbo, perdiéndose de la vista de Corazon.

Al cabo de un rato, Law termino sentado debajo de un árbol, con la vista fija en el cielo nocturno repleto de estrellas y la figura de la luna siendo la figura principal del firmamento.
El muchacho no podía apartar de su mente los amargos recuerdos que relacionaban a Corazon con el pelirrojo que se había marchado hace poco.

Sus manos se enterraron con brusquedad en la tierra bajo él, tratando de desahogar su frustración, cerrando los ojos con fuerza mientras trataba de no seguir imaginando una serie de actos que solo hacían arder con más intensidad sus celos.

—Ya no importa… Eso ya quedo atrás... ¡¿POR QUÉ SOY TAN IDIOTA!?

Sabía que Corazon ahora estaba consciente de sus sentimientos, había prometido intentar corresponderle y llegar a amarle de la manera en que Law anhelaba. Sabía que aquel bondadoso hombre no podría engañarle ni se atrevería a lastimarle…
Pero su inseguridad le traicionaba de esa terrible forma, atormentándole al nublar su juicio haciéndole sentir indigno del afecto de Corazon.

Después de varios episodios de aflicción mental, el sueño y el cansancio vencieron a Law y este quedo rendido al pie del árbol, sobre la hierba y tierra.

Al amanecer, en cuanto Law empezó a despertar sintió que algo se sentía diferente, abrió mucho más sus ojos y se percató que estaba recargado sobre el pecho de Corazon, que lo abrazaba con su brazo izquierdo.

—Corazon…—musito Law tratando de no alzar la voz, observando con sorpresa al mencionado, quien aún dormía plácidamente.

Los latidos del joven moreno empezaron a acelerarse y sus ojos se empañaron un poco debido a la conmoción de ver el gesto que Corazon había realizado; se imaginó la delicadeza con la que le habría acomodado, cuidando de no despertarle.
Law llevo su mano derecha hacia una mejilla de Corazon, acarició cariñosamente hasta que los ojos del rubio empezaron a dar pequeños movimientos que anunciaban su próximo despertar.

—Law… ¿Te sientes mejor?

—Corazon, ¿Por qué te quedaste aquí?

—No podía dormir pensando en que estarías solo y pasando un mal rato, así que durante la madrugada decidí buscarte… Cuando por fin te encontré ya estabas dormido, no quise dejarte solo, lo siento.

—Entiendo. Corazon…—y Law se movió lo suficiente como para dirigir su rostro hacia el del rubio, decidido a plantar un delicado beso sobre sus labios.

Corazon recibió el romántico gesto con total agrado, abrazando a Law con ternura mientras el muchacho aumentaba la intensidad de su beso.
Para cuando Law se apartó, fijo su mirada directo sobre los ojos de Corazon.

—Corazon… Quiero decirte él porque quería estar solo anoche.

—Ah, bien, te escucho.

—Estaba molesto—confeso Law con un semblante demasiado serio que contrastaba con su reciente ademán apasionado—. Estaba enojado por recordar lo que pasó entre Drake y tú. Ayer que lo escolte, no pude evitar sentirme molesto durante todo el camino.

—Law…

—Lo siento. Debí superar eso, debo olvidarlo…

Corazon miro afligido al muchacho, hace tiempo que había dado por terminado ese tema pero Law tenía otra perspectiva, una que lo incomodaba tanto, al punto de sentir una oleada de celos y disgusto.

—Law… De verdad te quiero, lo sabes ¿cierto?

—Sí.

—Lo que sucedió antes de que iniciáramos lo nuestro no importa ya, para mí no tiene, ni tuvo, significado alguno. No es nada comparado a lo que sientes por mí, a lo que yo siento por ti… Quiero decir, tú tienes un lugar único y especial en mi corazón, que nadie más ha ocupado—declaro Corazon con voz delicada pero con una intención realmente comprometida. Sus manos sostenían las manos de Law y su mirada, llena de ternura, se fijaba en el ahora avergonzando rostro del muchacho.

—Corazon…

—Te adoro—dijo el rubio mientras volvía a abrazar a Law, pero ahora con un poco más de fuerza y conmoción—. No pienso en nadie más que en ti, créelo.

—Soy un idiota, perdóname. No volveré a dudar…

—Ja, no te disculpes por algo así—murmuro Corazon al mismo tiempo que se apartaba un poco, llevaba su mano derecha hacia la barbilla de Law y levantaba delicadamente su rostro y le dedicaba una intensa mirada que denotaba un deje de seducción que Law nunca había visto—. Eres todo un caso, ¿lo sabias?

Law no pudo evitar sonrojarse demasiado.

—Ya deja de mirarme así…—soltó el moreno, desviando la mirada hacia un lado.

— ¿Lo ves? Ja—y Corazon lanzo una liviana risa— ¿Qué haremos entonces si no eres capaz de soportar algo como eso, eh?

El muchacho empujo a Corazon hacia el suelo, colocándose sobre él y deteniéndole los brazos.

—Vaya, que fuerza...—dijo el rubio sin dejar su tono alegre y divertido. Los ojos ambarinos de Corazon brillaban de manera diferente pero llamativa.

—Si dejo que continúes con esa actitud te volverás arrogante…—bromeo Law sonriendo con altivez, mirando fascinado el feliz semblante de su amado, para después plantar otro beso sobre los labios de Corazon.

Y el beso que inicio de manera tierna se fue transformando en algo más intenso; comenzaron a besarse con una pasión nunca antes experimentada, apenas tomaban aire entre sus profundos besos, por primera vez ambos tocaron la lengua del otro y sus manos empezaron a recorrer la piel por debajo de la ropa, hasta que Law sintió algo completamente ajeno y diferente…
Law notó, con cierto asombro y entusiasmo, que la intimidad de Corazon había reaccionado a sus caricias por primera vez, pudo sentir aquella rigidez que tensaba los pantalones del rubio.
El joven moreno sintió que el calor de su cuerpo aumento de golpe, el rubor le invadió el rostro de nuevo y su propia intimidad comenzaba a erguirse también.

—Corazon…—y Law se quitó la camisa para después contemplar el cuerpo de su amante, dispuesto a ir más allá, aunque sintiera un temor que le hacía temblar un poco— ¿Podemos seguir con esto…?

Corazon asintió con un simple gesto con la cabeza.

El muchacho se deshizo de su vestimenta para luego abalanzarse sobre el rubio y comenzar a quitarle la ropa lentamente, besando con devoción cada tramo de piel cubierto de cicatrices, hasta que llegó a quitar las prendas inferiores y finalmente dejo al descubierto la erecta virilidad de Corazon.
Era la primera vez que observaba la desnudez completa del rubio; noto que su miembro era mucho más grande y voluminoso de lo que esperaba, también se fijó en el pubis del rubio, que apenas tenía vellos de un color rubio un poco más oscuro y en los redondos testículos sonrosados.
No podía dejar de temblar a causa de la excitación y su nerviosismo, su pecho subía y bajaba con notoriedad y su cara empezó a cubrirse con una ligera capa de sudor.
Law llevo su mirada directo al rostro de Corazon, quien también le veía fijamente con cierta timidez, su pálido rostro había ganado color gracias al rubor que apareció en sus mejillas y frente.
El mirar la desnudez de Law fue algo totalmente impactante para Corazon, pues nunca antes había estado tan consciente de la musculatura del muchacho, vio con atención como el entrenamiento de estos últimos años le había marcado tan bien su delgado cuerpo, de igual manera observo con disimulado asombro el cómo Law tenía más vello corporal que él, a pesar de ser más joven, lucía tan varonil…
El muchacho notó como Corazon recorría su cuerpo con la mirada y no pudo evitar avergonzarse por un momento.

— ¿Hay algo malo…?—musito Law, queriendo cubrirse.

— ¡No, en absoluto!—respondió de inmediato el rubio—. Law, solo quería decir que… En verdad tienes un cuerpo ejemplar, me dejas en vergüenza, ja…

—No digas tonterías, tu cuerpo es el mejor que he visto, y veré, en este maldito mundo—dijo Law sin una gota de duda en su ronca voz—. No hay nadie más a quien quisiera ver, solo a ti…

Corazon sonrió con ternura y acercó a Law para volver a besarle.
Una nueva ronda de besos inicio, pero esta vez ambos ya estaban desnudos por completo, y de nuevo Law sintió ese vértigo de excitación.
Se separaron y el joven de cabello negro decidió que era momento para el siguiente paso, trago saliva, respiro profundamente, y se armó de valor para llevar su mano derecha hacia el miembro de Corazon, tomarlo con firmeza y empezar a estimularlo.

— ¿Te gusta…?—titubeo Law sin dejar de mover su mano, concentrado en mantener un ritmo.

—Sí…—se limitó a responder el rubio en un suspiro, sus ojos estaban cerrados y su rostro ya expresaba el placer que experimentaba.

Law acercó poco a poco su boca hacia la sonrosada punta hasta que se atrevió a posar sus húmedos labios alrededor, justo como lo había soñado tantas veces.

—Law…

El joven empezó a lamer tímidamente el glande de Corazon, haciendo intervalos entre el uso de su lengua y sus labios.
Llegó el punto en que los ojos del rubio volvieron a abrirse en una ligera expresión de confusión, hasta que cayó en cuenta que era comprensible que Law no supiera bien que hacer más allá de aquellas maniobras iniciales.

—Espera, Law…—y Corazon se incorporó.

— ¿Te lastime?—se alarmo Law de inmediato.

—No, descuida, no es eso...—respondió con calma el rubio—. Law, quiero hacer algo. Recuéstate, por favor.

El moreno acató la orden, recostándose sobre las prendas que se había quitado.
Corazon empezó a bajarle el pantalón, hasta dejarle completamente desnudo.
El cuerpo de Law temblaba aún más que cuando inició el acto.
Observo que el rubio acercaba su boca hacia su miembro, que ya goteaba y que, debido a su ansiedad, perdió un poco de su rigidez.

—Corazon… ¿Qué…?—y la voz de Law se quebró al sentir que el rubio comenzó a estimularlo con la boca.

Corazon introdujo la mitad del falo del moreno en su húmeda boca, empezando a succionar con delicadeza y utilizando la lengua de manera alterna.

—Ah… Co… Corazon…

El placer que Law sentía iba más allá de todo lo que soñó; no tenía idea de que sensaciones como esas fueran posibles.
Sus manos se aventuraron a posarse sobre el dorado cabello de su amante, estas luchaban entre empujar o aparta la cabeza y liberarse un segundo de aquel torbellino de satisfacción.

Al cabo de un par de minutos, Corazon se detuvo, dirigiendo su mirada hacia Law, que apenas podía mantener la compostura.

— ¿Estás bien…?—pregunto el rubio con un hilo de voz, mientras posaba su mano derecha sobre el pecho de Law.

—Sí…—el joven se incorporó y de nuevo se abalanzo sobre Corazon—. No pensé que algo así pudiera hacerse… Quiero hacer lo mismo contigo.

Law fue de nuevo hacia la intimidad de Corazon y empezó a recrear la maniobra oral que recibió hace momentos, provocando que el rubio soltara un largo gemido al sentir que el muchacho le estimulaba con más vigor y habilidad que antes.
El joven moreno no sabía si seguir usando su boca, volver a usar su mano o ir al acto más elaborado y que más nervios le generaba: penetrar en el cuerpo de Corazon.
Finalmente Law terminó la felación, en el punto en que solo había saboreado un líquido transparente y de salado sabor que goteaba de la punta del miembro del rubio.

—Corazon, quiero… ¿Puedo…?

—Dime, Law.

—No me atrevo a decirlo…—admitió el muchacho.

—Ja, entonces solo hazlo—le tranquilizo Corazon.

Law acarició las largas y blancas piernas del rubio, dejando besos de vez en cuando mientras las recorría de abajo hacia arriba, decidido a llegar al punto de donde surgían y separarlas de la forma más conveniente posible para acomodar su rostro en medio de estas.
Corazon, algo confundido, simplemente se dejó llevar por el muchacho, que enseguida hizo algo que le tomó por sorpresa: Law empezó a lamer con sensualidad su entrepierna y así fue bajando hasta toparse el pequeño y ajustado orificio, el joven se detuvo para empapar dos de sus dedos con saliva y con ellos empezó a toquetear aquella entrada, buscando introducirse y lubricar aquel lugar, pues alguna vez escucho a Doflamingo decir que ese detalle era necesario para dicho acto, tanto con hombres y mujeres.

—Law…

— ¿Me detengo?

—No, bueno… Es la primera vez que hago eso. La primera vez que alguien entrará en mí—confeso Corazon con la vista hacia el cielo mientras parpadeaba—. Creo que solo estoy un poco nervioso.

Law se sorprendió, pues había imaginado lo contrario.

— ¿En serio…?

—Sí, pero creo que en este caso, me alegra estar en esta posición.

—Si quieres podemos…

—Estoy bien así, continua, Law.

De nuevo, el joven respiro hondo y prosiguió con el delicado tacto realizado por sus alargados dedos que parecían tener bastante habilidad, pues no parecían molestar a Corazon.
Pronto el deseo del joven no resistió más, con cada gemido que provenía de la boca entreabierta de su amado rubio, el miembro de Law se endurecía más y palpitaba ansioso de introducirse en el interior de Corazon...
Y así, poco a poco, fue penetrándolo, fundiendo sus cuerpos en uno, sintiendo con gran placer la tremenda calidez y estrechez que ofrecía el cuerpo del rubio.

—Co… Corazon…—suspiro Law ahogando su voz a causa del deleite que experimentaba. Su rostro apenas alcanzaba al de su amado, pero hacia el esfuerzo de besarle en cuanto podía y susurrarle cuanto le amaba y cuan afortunado era por tener el privilegio de unir su cuerpo con el suyo.

—Law…—los brazos cubiertos de cicatrices abrigaron al mencionado mientras recibía sus apasionados y algo torpes embates.

—Te amo… Te amo tanto, Corazon…

Los gemidos de ambos empezaron a crecer en su intensidad, expresando la pasión que hervía en ellos conforme los movimientos se hacían más fuertes y se coordinaban cada vez más; las caderas de Corazon se empujaban más hacia las de Law, buscando que este hiciera más profunda su penetración.
Debido a su inexperiencia, no tardo mucho para que la pasión de Law se consumara en un grito ahogado que anunció su orgasmo, al mismo tiempo en que liberaba una ardiente carga de líquido seminal dentro del hombre de ojos cobrizos, quien al sentir que la semilla de Law invadía su interior, también sintió que el clímax le alcanzaba y también disparo un hilo de esperma que fue a parar sobre el torso de Law.
Entre jadeos que suplicaban aire y pequeñas gotas de sudor, ambos volvieron a besarse con delicadeza para separarse poco a poco, a fin de tomar aire y refrescarse.
Se recostaron, Law con la cabeza sobre el pecho de Corazon y este último envolviéndole con un brazo, ambos tenían su vista fija en la copa del árbol que les cubría, notaron que tenía frutos, se trataba de un peral.

—Perdona por no resistir más tiempo—musito Law.

—Descuida, eso no me importa… Además, esta fue la primera vez para los dos haciendo esto, es normal que suceda así.

—Entonces es eso, cuestión de practicar…

—Sí, supongo.

—Entonces quiero hacértelo cien, no, miles de veces—declaro Law con su voz totalmente decidida y comprometida, incorporándose un poco para ver directo a Corazon—. No quiero apartarme nunca de ti, hasta el día en que tenga que morir.

—Eres todo un caso…

—Eso es lo que realmente quiero. No sé qué pasara exactamente, si seguiremos en este ejército, o si podremos irnos y vivir en otro lugar… Lo único seguro es que quiero pasar mi vida junto a ti—continuo el joven moreno mientras se aferraba a Corazon y le miraba con tal devoción que a este último le costó sostener la mirada—. Te amo, y no quiero dejar de hacerlo.

—Realmente soy muy afortunado de recibir un amor tan especial como el tuyo, que lo sepas y tenlo presente siempre, eres la persona más sincera y apasionada que he conocido—y Corazon beso la frente del muchacho—. También te amo…

Y en ese momento una pera cayó sobre el rubio, chocando sobre su cabeza y luego rebotando hacia su torso.
Law esbozo una expresión que combinaba la molestia y un deje de sorpresa por ver ese pequeño accidente que interrumpió el ambiente de romance.

—Bueno, tenemos provisiones para recuperar fuerzas—dijo el mayor con una divertida sonrisa que después se tornó en una mordida al fruto.

Law resoplo y finalmente esbozo una leve sonrisa, ese lado alegre y despreocupado de Corazon le conmovía mucho, sintió que el amor por ese hombre crecía y tomaba más fuerza y sustento, ¿Quién no podría enamorarse de alguien así? ¿Quién podría resistirse a ese encanto con tantas facetas?
Querría poder ofrecerle una vida eterna a ese amor…
Si había vida después de la muerte, deseaba con todas sus fuerzas poder seguir al lado de ese hombre hasta donde fuera posible.

— ¿Quieres que tome una para ti?—pregunto Corazon despertando a Law de su trance mental.

—Sí, por favor… Gracias—y Law le dio una mordida a la pera que le brindo su amado. Nunca olvidaría esta mañana, se convertiría en uno de sus mejores recuerdos, aunque el futuro tal vez le depararía más momentos especiales junto a Corazon.


Muchísimas gracias por leer, espero que gusten quedarse a seguir esta historia a pesar de todo, jaja :c
Hasta la próxima, cuídense mucho y que les vaya súper bien en todos sus pendientes.

Atte. Levita Hatake