Sueños al rojo vivo.
2. Contra el asesino.
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"¡Déjame en paz! ¡Te he dicho que no se nada sobre el trabajo de mi
hermano!" una voz femenina se escuchaba, hablando de forma baja, pero
claramente amenazada.
"Bueno... y la pequeña Pirika lleva una buena relación con su hermano, no?" aquel hombre que respondía era realmente aterradora, capaz de asustar a la mas fiera de las bestias, a pesar del tono en el que hablaba.
"¡Eso que te..." la chica fue interrumpida por el acosador, mientras se escuchaba un intento extraordinario, de su voz, por safarse de aquello que la había callado.
"Mmmmm... deliciosos labios pequeña" la mujer comenzo a golpear mientras gritaba un sin fin de cosas al hombre, que al parecer, le herían tanto como los pequeños puñetazos que la chica presionaba contra el pecho del chico "Vaya... su hermana es bastante extraña detective... hasta se parece a usted!"
"Arrrrgh! Cínico!" el grito enfurecido del detective fue acompañado por un puñetazo aplicado a la mesa donde se encontraba la grabadora.
"No, no es cinismo, solo digo la verdad" faltaba mas! Este desgraciado le estaba leyendo la mente! "Podría pensar que le leo la mente, pero no es así, me limitó a conocerlo, por lo que he dejado esta grabación antes de que el puente sea destruido"
El agudo pitido de la grabadora anuncio el final del mensaje, ocasionando que la mente del peliazul se nublara de repente, notándose claramente en sus ojos, ahora como platos.
Ese hombre, fuera quien fuera, había raptado a su hermana menor, y observando el desastre que había en la sala, no quería ni imaginar las barbaridades que pudo haber hecho. Comenzó a golpear contra la pared, fieros puñetazos que mostraban la ira que ahora sentía en su punto máximo. A pesar de el sangrado que se había ocasionado, parecía no sentir dolor físico alguno... dolor en su alma, solo ahí.
Se detuvo en seco observando el enorme hueco que había provocado, mientras observaba de forma amenazante la grabadora... por un momento lo había olvidado, era un detective.
"Podría pensar que le leo la mente, pero no es así, me limitó a conocerlo, por lo que he dejado esta grabación antes de que el puente sea destruido" el final del mensaje fue repetido y analizado por el hombre un sin fin de veces... la paciencia era algo que se le daba bastante, y como detective ayudaba mucho.
"...antes de que el puente sea destruido" ¡Eso era! ¡Ahí estaba la respuesta! El hombre de cabellos azules se levanto rápidamente mientras se acomodaba la banda que lucia en su cabeza y salía corriendo a toda velocidad hacia su auto.
Lo arranco de forma veloz, intentando no hacer mucho escándalo (como era su costumbre, no lo había logrado), mientras movía el convertible de forma agresiva como si tratase de romper los neumáticos.
Su mirada estaba fija en el parabrisas mientras un trueno lejano anunciaba que la lluvia se avecinaba.
A buena hora.
Llego al puerto de Tokyo donde el gigantesco puerto que comunicaba a dos extremos de la ciudad se encontraba repleto de las luces de automóviles que se movían de forma lenta por el tráfico.
Horohoro descendió del auto de forma rápida mientras lo dejaba, mal estacionado, a centímetros de la entrada del puente.
Corrió lo más rápido que sus pies le permitieron, observando cada automóvil que intentaba circular.
"¡Hermano! ¡Horohoro!" la voz de su hermana se escucho a tan solo unos cuantos pasos de el... abajo de el.
Su cuerpo se dejo tirar hacia el frío y casi congelado mar, ocasionando que todos los automovilistas abandonaran sus puestos y se acercarán hacia el extremo del puente a observar que sucedía.
Ni un solo salpicón.
Después de unos diez segundos, los habitantes de la ciudad comenzaron a interrogarse entre ellos. No se veía cuerpo alguno flotando, no se había escuchado el más mínimo salpicón de agua y ni una gota había caído. Simplemente: extraño.
El cuerpo de Horohoro ahí estaba, con sus firmes manos sosteniéndose desde uno de los tantos metales que sostenían al puente. Desde abajo.
Comenzó a observar de un lugar a otro, sin encontrar rastro alguno de la peliazul. No obstante, ahí había algo.
Se acercó cautelosamente, confiando en sus fuertes brazos para no caer hacía la congelada agua que yacía debajo de el. No tardo mucho en llegar, cuando encontró una pequeña grabadora encendida.
"¡Hermano! ¡Horohoro!" el semblante del detective se mostró lleno de ira al ver como caía en una de las trampas mas viles y estúpidas. El sentimiento de encontrar a su hermana no lo dejo usar la inteligencia que lo caracterizaba, había actuado como una persona cualquiera... ni siquiera como eso! Como un animal!
"No seas tan duro contigo, lo hiciste bien" y ese estúpido seguía leyendo la mente! ¿Y ahora que faltaba? "¿Qué falta? ¡Es fácil! No utilizaste tu grata y bien dada inteligencia detective... el puente será destruido"
Fue tan solo cuestión de segundos cuando tres tintineos de la luz roja que se encontraba en la grabadora iluminaran la cara de peliazul, seguidas de una gran explosión.
A lo lejos, en el centro, la gigantesca bola roja seguida por la gran cantidad de humo y polvo que esta esparció, hizo que el ambiente se llenara de gritos y llantos.
El detective se tiró al agua mientras sentía como la ira irradiaba en lo más profundo de su ser provocando un calor infernal... por desgracia?
Horohoro no tardo en llegar al puerto donde observaba un sin fin de gente gritar y correr en dirección contraria al centro de la ciudad. Se quito el enorme saco ocasionando que su bien estructurado cuerpo se mostrara tras la camisa empapada que usaba.
Corrió hacia el lugar donde había dejado el auto, pero se asombro al ver que no estaba.
No hizo caso a este, se limitó a correr contra la gente en dirección hacia el grandioso centro, ahora completamente cubierto de humo y cenizas.
Sacó de sus bolsillos unos lentes obscuros y el arma que siempre usaba. Percibió como estaba a punto de entrar a la desierta zona donde había ocurrido la explosión, por lo que cubrio su nariz y boca con su brazo, después de ponerse los lentes y sostener el arma con fuerza.
Ahí estaba, el detective Horohoro, otra vez.
"¡Suéltame pervertido!" gritaba la peliazul amarrada desde un enorme tubo "¡No veo razón por la que me tengas en estas alcantarillas con tus amigos rata!"
"No sea tan dura conmigo señorita Pirika" decía el ladrón con notorio sarcasmo "¿Es que acaso no sabe del derecho del rehén? No es debido dejarla expuesta a algo... como la explosión que se percibió haya arriba"
"¿¡Y para que demonios me quiere?!" decía de forma aniquilante después de que un pequeño sentimiento de duda (y quizá culpabilidad) la invadiera "¿¡No me destruiría si mi hermano no me encontraba?!"
"¿Es que acaso yo dije eso?"
"¡No sea imbécil! ¡Claro que lo dijo!" la chica se escuchaba harta al responder.
"¡Oh vamos! ¡Uno necesita divertirse un rato! ¿Y porqué no hacerlo con un primor como usted?" Uh oh! Los ojos dorados del hombre se mostraban cercanos y fieros a los azulados de la chica. La fría mano del hombre sostuvo con fuerza la barbilla de la peliazul, ocasionando que esta no pudiese moverse hacia ningún lado.
Sus labios se acercaban firme y valientemente hacia la chica. Tan amenazante pero a la vez tan sensuales...
Los ojos negros de Horohoro intentaban observar a través de los oscuros cristales de sus lentes y el intenso humo que se percibía.
Caminaba y caminaba aparentemente sin rumbo alguno mientras volteaba hacia ambos lados cada vez que daba un paso. Su ropa pesaba demasiado, gracias a las cenizas y el agua que estaban impregnadas en la ropa. No soporto más antes de tirarse al suelo y quitarse la playera sin el mas sumo cuidado.
Ahora se encontraba caminando a tan solo pantalón y zapatos, el frío se sentía como gigantescas y penetrantes estalagmitas que invadían su piel. Esto no estaba bien, no iba a resistir...
No pudo evitar toser cuando aspiro un poco de aire al observar que las esperanzas regresaban. "Café le Pont" alcanzo a leer en un letrero derrumbado por la explosión a la entrada de un local.
Se apresuro a correr mientras olvidaba el intenso frío. Se estaba acercando, lo percibía.
La impresión que se llevo al llegar era esperada, pero jamás lo creyó tan impactante.
Un sin fin de cuerpos se encontraban ahí, y ninguno sin aparente vida. El olor de los cadáveres apenas y se percibía, pero la mezcla entre el café y la sangre eran un olor realmente detestable.
El hombre comenzó a espiar cada uno de los cuerpos en busca de pistas. Cada vez se asombraba más al ver la forma en que aquellas personas habían muerto. Completamente deshechos.
Encontró en manos del cantinero, o la única que ahora tenía junto a su cuerpo, una pequeña grabadora como la que había hallado en el puente. Increíblemente intacta, la activo.
"¡Por favor! ¡Sigan disfrutando su café!" esa era voz de nuevo, aquella voz que ahora Horohoro odiaba más que a nada "Bien, será el último como podrán comprender... pero si ven al grandioso detective Horohoro, entréguenle esta grabación y limítense a decirle que estaremos en las alcantarillas... ¡Buenas noches señores!"
El cuerpo del hombre que contenía la cinta se despabilo por la barra dejando a Horohoro rodeado de un sin fin de cadaveres... aunque no tantos como el odio que ahora irradiaba en sus venas.
"Ese hombre no se las va a acabar... ¡Va a morir!" resonaba la voz del detective con decisión en el careciente de vida lugar.
"¡No! ¡Noooo!" el grito de la chica trataba de esconder un ligero gemido saliente de su boca, provocado por las caricias que el ladrón Tao aplicaba a la joven.
"¿Porqué no? Sabes, tu hermano ya debe estar por llegar, me gustaría divertirme un rato" las manos del hombre se pasaron desde los muslos de la chica, de forma sutil, hasta llegar lentamente a sus caderas.
"¡Tócala un poco más y no vivirás para contarlo imbécil!" justo a tiempo, ahí estaba el detective, apuntando directamente al hombre con el entrecejo bien fruncido.
"¡Vaya! ¡Ya era hora!" los ojos dorados del chico se fijaron en el recién llegado, provocando que sus manos soltaran a la indefensa peliazul y se acercará de forma amenazante hacia el detective "Y veo que sus modales no son los mejores, refiriéndome a su ropa claro esta"
Horohoro se limitó a cargar el arma sonoramente.
"Ah! ah!" dijo de forma burlona, mientras sacaba un arma del bolsillo y apuntaba directamente, y sin ver, a la peliazul. Su semblante burlón había cambiado de forma notoria. Amenazante "No te lo recomiendo..."
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Notas de Juri-chan.
Wuhuuuu! suspenso!! *^^* No les encanta?!? Bueno, a mi si, siempre y cuando
yo no sea la amenazada! T.T Pero por ahora, me convierto en la mala y dejamos el
capitulo así D.
Se bien lo que deben estar pensando "¡Esta condenada nos prometió Yaôi y no hay nada!" pues dejenme decirles que... se acerca! En el próximo capitulo empezaremos con este adorado tema! Así que homofobicos... ni se acerquen por favor, que si esta pensado ser un poco fuerte ^^U. Por el momento, confórmense con esto, y recuerden que mientras no haya reviews, yo no continuo! (por más ganas que tenga de escribir el fic xP).
Ahhhm... lamento mucho la actitud de Ren en este fic... se bien que sus fans deben estar planeando la forma mas vil y cruel de someterme... pero no todo el fic se comporta así! T_T se los juro! Solo es una parte vital de la historia... si es que quieren el yaoi ù_u, si no, los aseguro que el chico no se comportaria así. ¡Además! Es un secuestrador... yo vivo en la capital de la delincuencia... si hablo de esto, es porque se de ello! xD (y no, no me han hecho algo así si es lo que piensan! ^^UU).
Espero sus reviews para continuar con el fic, oka oka? x3.
Reviews.
Nanaka. Pues si... intento que queda un poco fuera de lo normal... ojalá te guste! ^0^
Kaori Koneko. Siiiiii! *----¬* dios! quien se puede resistir al sexy Horo-sama? y al otro jovén Ren Tao? Y juntos!!!! dios!!!!! Paro cardiaco!!! xD Aqui esta la continuación... espero te guste! ^^
katemi:
Pues... es la primera vez que intento con una de detectives, además de que
apenas comienzo la lectura de estas (Sherlock Holmes! *^o^*),te aseguro que no
quedaras decepcionada, siempre y cuando sigas leyendo .o
aya k: Intentare no tardar... pero debo decir que la escuela me esta
colgando deberes como nunca! @_x Espero tu comprensión, pero te aseguró que la
actualizare lo más que pueda.
Piyoco: Yeiiiii! Aqui esta!! ^0^
Komachi Tao: Pes si... intentaba hacer algo original con esta parejita, y
me alegra que te vaya gustando! ^^ Incluido el misterio, ojalá sea del que te
guste xP. Aqui la continuación, sigue leyendo! x3
Kisuka: Ahhhhm... podria ser... aunque ya lo descubrieron! xD Sin embargo... podrias limpiar la oficina de Horo... no me imagino como la tiene el condenao! @_x. He aqui el 2do. cap! ^^
Esos son todos los reviews, muchas gracias también a los que leen el fic y no dejan reviews. También a la señorita Eleone y a Nass-chan que me apoyan como nadie... arigatô gozaimasu!
Ahm... por último me resta pedirles el grandioso favor de votar por mi fic "Anna, la itako" en los SKRC Awards (skrcawards.hanazoku.org) organizado por Bratty, Rally, Natty y Eleone, excelentes escritoras de ff.net ^^, generalmente no hago esto, pero me harian un favor gigantesco haciéndolo ^o^ (además de apoyar mis demás fics xP).
Si u leita
Juri-chan
mashi@otakumail.com
