Four: Ame to kai, Hajime!

– ¿Entonces vienes? –Kurama estaba parado frente a un árbol del parque Yamashita, una brisa helada le revolvía los cabellos, que intentaba inútilmente apartar de su cara.

- Hn. Son órdenes ¿no?

- Bueno, en realidad no… pero necesitamos tu ayuda… ¿por que no le echas al menos un vistazo?

- Como quieras Youko… -Kurama no pudo evitar sonreír, realmente conseguir la ayuda (y presencia, dicho sea de paso) le estaba resultando más fácil de lo que imaginaba.

De pronto el aire incrementó la velocidad, y se volvió más húmedo.

- Parece que va a llover. Démonos prisa.

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- Ah, dozo, pasen… Ah Urameshi-kun, cuanto tiempo. ¿Usted debe de ser Kuwabara-kun, ne? ¿Y esta muchacha? ¿Botan? Ah, ¡hajimemashite Botan-san! Me alegra conocerles, Shu-chan ha salido, pero debe de estar al llegar, pueden esperarle en su habitación. ¿Desean un poco de té? Es arriba a la derecha, la última puerta, ahora les subiré unas pastas.

La dulce Shiori los condujo con indicaciones hasta la habitación de Shuuichi, mientras se hacía cargo de los paraguas y los abrigos.

No pasó ni un minuto cuando oyeron la puerta de la calle, la voz de Kurama y sus pasos en dirección a la habitación.

- ¡Hola! Me alegro de que ya estéis aquí.

Si Kurama ya era elegante normalmente, vestía realmente lindo aquella tarde, unos jeans negros, prietos y una camisa, que era de lo poco que se había mantenido seco gracias a la chaqueta, y el cinturón y los zapatos de azul marino. Pero lo que más llamaba la atención era la expresión que tenía… sus ojos destellaban cientos de emociones, sus facciones dulcificadas, la sonrisa incontenible...

- ¡Ah Kurama! Hemos descubierto una cosa importante, verás…

- Espera Yuusuke, un momento… -Kurama caminó hasta el otro extremo del cuarto y abrió la ventana, una sombra entró en la habitación.

- Vaya así que le has encontrado… - Dijo fastidiado Kuwabara.

- Hn… Kuwabara no bakayaro mo?*

- Nan da toooo? –Kuwabara estuvo a punto de lanzarse contra el recién llegado, pero una mano de Yuusuke le contuvo, y por su parte Kurama hizo que Hiei se sentara con ellos en la pequeña mesa de cristal.

Yuusuke explicó que habían encontrado la señal de las armas bastante cerca de las montañas donde se encontraba Genkai, y que en vez de un rastro habían encontrado tres pistas diferentes, alejadas entre si. Dedujeron que se debían de haber repartido las armas, y la conversación se alargó mientras decidían que se dividirían en dos grupos y que cada cual investigaría esto o aquello, y trazaban donde investigar en una mapa, y acabaron bastante tarde, solo interrumpidos por Shiori que les subió té y unas pastas pocos minutos después de que llegaran. Entonces presenciaron una escena que parecía cotidiana; en el mismo momento en que se abrió la puerta Hiei desapareció para reaparecer cuando Shiori dejó la habitación.

Kurama despidió en la puerta a Kuwabara, Yuusuke y Botan, eran cerca de las once de la noche y la lluvia se había convertido en una poderosa tormenta. Cuando volvió a su habitación Hiei aun seguía allí.

- ¿Qué le pasa a tu youki, Kurama?

-¿Eh? ¿Qué quieres decir?

- Si hay algo que no eres es tonto, así que no finjas serlo.

- Hmm - Kurama se sentó se nuevo en la mesa, al lado de Hiei – Llevo algún tiempo sin dormir… y sin comer bien… Esta es una época muy importante para los nigen, ¿sabes? Tengo que esforzarme en sacar buenas notas…

- ¿Te refieres a los exámenes?

- Veo que te acuerdas… Ah… que envidia me dan esos dos… con saltarse algunas clases tienen suficiente… Yo sin embargo tendré que buscar tiempo… - Kurama se quedó algunos momentos pensativo – ¿Te parecería bien ir a echar un vistazo mañana antes de las clases?

- ¿Y quien te dijo que pienso ayudarte?

Hiei se arrepintió inmediatamente de haber dicho aquello, pero no pudo evitarlo, era su propio instinto de protección… la cara de Kurama quedó ensombrecida por la duda, como si hubiese perdido toda su seguridad.

- Hiei… piénsalo bien… sé que no te da igual lo que le pase a este mundo. Al fin y al cabo tu hermana está aquí ¿no?

- Hn. –Aquí le interrumpió una mirada suplicante de Kurama –Está bien Kitsune… -El taciturno youkai abrió la ventana, la lluvia enfrió la habitación –Mañana temprano.

Se disponía a salir, cuando Kurama le cogió una mano -¡No! –No se había podido controlar ese impulso, y ahora Hiei le interrogaba con la mirada. ¿Qué se suponía que estaba haciendo? ¡Parecía Yuusuke actuando de esa forma sin pensar! Debía decir algo, pero… que… -¿No pensarás salir con esa lluvia?

-¿Eh? –A Hiei le extrañaba esa actitud, porque pese a decir cosas bastante directas, parecía que el zorro se estaba callando muchas otras.

- ¿Dónde vas a ir en medio de esta tormenta? Anda quédate esta noche…

La mirada del joven era tan suplicante, como si se tratase de vida o muerte, que Hiei solo pudo contestar un "Hn" afirmativo cuando el Youko ya lo había apartado de la ventana, la había cerrado, lo había despojado de su manto negro y sentándolo en la cama, se había puesto a estudiar. Y Hiei solo pudo asentarse contra la pared, abrazando sus rodillas y observar al kitsune mientras le vencía el sueño.

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*(Hiei: ¿este imbécil también? // Kuwabara: ¿Que has dichoooo?)

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Hola ^_^ grácias por las review!!! ocho ya bufff!! Y eso que apenas hay episodios... la verdad es que este episodio 4 es más largo, pero como lo era tanto lo partí po la mitad, y en seguida estará la otra mitad que es el episodio 5... Ahhh ^_______^ Espero poder subirlo antes de marcharme de vacaciones ^_^U Gracias otra vez por las review!!!!