CAPITULO N º11

" EN EL DESPACHO"

gracias por leer el fic.

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IMPORTANTE:  hola, quiero deciros que es importante que me digáis vuestras opiniones acerca del fic, ya que lo escribo siguiendo vuestras opiniones y dirijo el fic según vuestras preferencias.

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En su camino choco con alguien y sus ojos dorados inundados de lagrimas, se cerraron de alivio dejando a estas surcar su rostro.

Era un ángel ...

Su ángel ...

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Harry caminó hacia la barra que había al final del comedor, para llevarse dos cervezas de mantequilla cuando...

- ¿dónde estabas?¿¡te llevo buscando una hora!?

- No exageres, Ron. Acabo de salir con Hermione a dar una vuelta por el jardín...

- ¿y..?- pregunto Ron apremiándole.

- ¿y que?

- Le has dicho algo ya, no?

- Algo como que?- dijo Harry haciéndose el tonto

- Venga, tío, que os he visto pegándoos el lote bailando...

- Eh...no puedo decirle nada, me da demasiada vergüenza... se me traba la lengua, se me seca la garganta, me parece que estoy enfermo...- dijo poniendo cara afectada.

- No, estas enamorado.

- Bu-bueno... ¿y tu que tal con Sheyla?

- Ah, muy bien, es guapa, simpática, alegre...

- Ok,ok, yo me marcho que Hermione me esta esperando.

- Vale, pero no tardéis mucho que esta a punto de terminar el baile.

- Siii, adiós.

 Salió medio a escondidas ya que a esa hora ya estaban pidiendo que fueran todos al gran comedor para la ultima canción, y seguro que los profesores ya no le dejarían salir, ni cinco minutos.

"si que debería decirle algo...a ver, mmm... Hermione, ¿te gustaría salir conmigo? Si eso esta muy bien, típico, pero bien...". Pensó Harry.

Con los nervios a flor de piel y las dos botellas, una en cada mano se acercaba al árbol donde estaba Hermione, cuando vio correr a una chica en su dirección... se parece a ...

Soltando las botellas se puso en medio del camino de la muchacha tropezando con ella, cuando ella levanto la cara...

- Harry...- susurro Hermione

- Hermione, ¿qué te han hecho?...¿Hermione?

Ya no aguantaba más su propio peso, la angustia y el miedo se le habían aposentado en el pecho y le oprimía, le impedía casi respirar, sus piernas temblaban y su corazón latía furiosamente, pero cuando noto que unos brazos la sujetaban por los hombros, levanto la vista, y cuando vio a Harry se abandono al alivio, cayendo pesadamente, inconsciente.

Harry la dejo en el suelo, intentando reanimarla, le daba suaves golpecitos en la cara, en la mejilla derecha, debido a que la otra la tenia hinchada y colorada.

Observo un pequeño rastro de sangre en los labios de la joven, que limpio con el dedo y dio gracias por que la herida no fuera de ella.

Levanto la vista y vio como el rubio Slytherin se tapaba el labio con una tela, la manga de Hermione.

La rabia y la frustración le llenaban el alma, muchas veces en su vida se había sentido impotente ante los sucesos que habían acontecido. Este no iba a ser uno de ellos.

Sin otro sentimiento que el de un odio desatado se fue derechito al Slytherin. Se le acercaba cada vez más y en cuanto el chico giro la cabeza en su dirección... ¡PUM!.

Se escucho el ruido de un soberano puñetazo, que probablemente le rompería (o le haría mucho daño) el pómulo al señorito serpiente.

- ¡SERAS CABRON, HIJO DE...!- dijo Harry fuera de sus casillas.

No le dio tiempo a terminar la frase, se enzarzaron en una pelea en la que patadas y  puños iban y venían con una rapidez asombrosa.

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Cuando el baile dio a su fin, los alumnos iban camino hacia su sala común y los profesores se aseguraban de que asi fuera.

Severus Snape y Minerva McGonagall fueron a la puerta principal del castillo para avisar a los alumnos que podrían estar en el jardín (que siempre había alguno), de que deberían de irse a sus salas de inmediato.

Lo que vieron les asombro, dos jóvenes arreglaban sus diferencias a golpes, pero lo que más les sorprendió fue que había una joven tendida en el suelo con, al parecer, el vestido roto.

Mientras la profesora iba a averiguar el estado de la joven, el profesor intentaría solucionar la disputa.

-¡BASTA YA!

Ambos jóvenes pararon de pelear viendo a un muy enfadado Snape.

Poniéndose en medio de ambos alumnos, si se asombro o no al conocerlos, no lo demostró. Los jóvenes presentaban un estado deplorable, ambos heridos, con la nariz rota y múltiples contusiones.

Aunque su sola presencia hacia el mismo efecto, y conociendo el expediente de ambos y su "afecto" mutuo, inmovilizo a ambos y los condujo hacia donde estaba la profesora con en "Mobilicorpus".

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Mientras, Minerva McGonagall se acercaba corriendo hacia la chica tendida en el suelo, dio un gritito al reconocerla.

- ah! Dios mío!! Srta.Granger! – dijo la profesora- "Enérvate".

Mediante el hechizo Hermione recobro la consciencia y al ver allí a su querida profesora, intento esbozar una sonrisa que la tranquilizara, pero en lugar de eso los ojos le escocieron, dando señales del inminente llanto.

Camino hacia la enfermería Hermione seguía envuelta en sollozos, y para la sorpresa de los presentes, entre los brazos de la profesora McGonagall.

Colocaron a Harry y Draco lo más lejos posible, impidiendo asi cualquier mirada o gesto que pudiera otra vez desencadenar otra pelea.(cosa poco probable estando allí el profesor Snape.)

En unos minutos llego el director pidiendo explicaciones a los profesores, y tras escuchar lo que habían visto, lo poco que habían observado, fue a preguntar a los demás.

- por favor Srta. Granger, ¿podría decirme que es lo que paso?- pregunto dulcemente el director.

- Pues...pues...lo siento profesor pero ¿podría decírselo sin que este él?- dijo Hermione algo nerviosa señalando a Malfoy.

- Por supuesto. Acompáñenme a mi despacho, Sra. Pomfrey vigílelo- dijo Dumbledore- y ... dele una poción para dormir- le susurro oliéndose ya lo que había pasado.

- Pero señor director, no veo la necesidad...

- Hágalo- le ordeno a la enfermera en un susurro

- Si señor.

- Los demás, acompáñenme.

Harry caminaba al lado de Hermione preguntándole con los ojos, lo que el también se imaginaba que había sucedido, pidiendo al cielo que Hermione lo desmintiera.

Pero Hermione no le miraba.

- de acuerdo, Srta. Por favor...- le insto el director.

- Ve-vera, profesor, Harry y yo, estábamos dando un paseo y nos entro,... nos entro sed- comenzó Hermione muy nerviosa- y Harry entro a por bebida y ... y yo me quede esperándole, pe-pero llego...

No podía, creía que si podría, pero le era muy difícil, recordar y aun más expresar el modo brusco en que le hablo, la beso... sintió un escalofrió en la espalda.

- ¿Srta. Granger?¿se encuentra bien?- pregunto McGonagall.

- ¿Hermione? – susurro Harry- ¿quieres que espere fuera?- dijo. El quería escucharlo que le había pasado, pero si el era el obstáculo que le impedía contarlo...

- no, Harry, es que yo... me resulta muy difícil, profesor

- me lo imaginaba, podemos utilizar, si lo desea, Veritaserum , las palabras  saldrán más fácilmente, aunque yo no digo que sea menos doloroso para usted...

- si, de acuerdo, no quiero que esto quede asi...- interrumpió Hermione.

- Severus, ¿la traes?

- En seguida...- dijo Snape dándose la vuelta y caminando a paso veloz hacia su despacho.

Harry tomo disimuladamente la mano a Hermione, para darle apoyo, gesto que ella agradeció.

Al cabo de un par de minutos el profesor Snape llego con la poción.

- Srta. Granger, Hermione – dijo el director, mostrándole una confianza que haría más fácil a Hermione contar lo sucedido. – solo serán necesarias dos gotas... 

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espero que os guste.

Besitos

-.- Myka -.-

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