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Capítulo 3: En el campo


"¡¿Dónde está el Señor Asakura?!" Apoyé mi mano tan rápido sobre el escritorio de la recepcionista que ésta saltó fuera de sus auriculares.

"¿Tiene... tiene usted una cita?" Se estiró por el mostrador de su escritorio para encontrar su libro de registro.

"No." Chasqueé, poniendo las manos sobre mis caderas.

"Bueno... ¿quiere hacer una?" Se aventuró.

"No.."

"¿Quiere verlo ahora?"

"No..." Pensé eso por un momento. "Sí."

"Bien él está en una reunión en este momento así que tendrá que-"

En verdadero estilo diva pasé de largo a la joven mujer y giré el picaporte para entrar en la oficina que se encontraba en la cima suprema del edificio. Detrás mío escuché a la recepcionista llamar a seguridad. "¿Sr. Asakura, supongo?"

Me acerqué con zancadas hacia donde estaba el escritorio al final de la oficina donde dos hombres de pelo castaño estaban sentados en lados opuestos. El que estaba contra la ventana llevaba una cicatriz en la cara y era viejo, pero el más cercano a mi, sentando en la silla de invitados era mucho menor.

"¡¿Quién demonios es usted para entrar en mi oficina sin ser anunciado?!" El Asakura más viejo se levantó de su silla enojadamente.

"¡Creo que la pregunta es - quién demonios es usted para despedirme tan fácilmente sin medir las consecuencias! ¡Eso es discriminación y estoy bajo sindicato!" Le contesté gritando.

"¡Salga de esta oficina ahora!"

"¡No!"

Y luego mi teléfono sonó y me abofeteé la frente mentalmente. Hubo un silencio brevemente largo donde nada se escuchaba salvo el sonido del tema de 'X Files' (Código X para la traducción).

"Creo que debes contestar eso." El Asakura joven sonrió burlonamente.

"¡Cállate!" Grité al mismo tiempo que el Sr. Asakura.

Pero igual agarré mi teléfono y contesté. "Sí, ¡¿qué?!"

Hubo de vuelta más sonidos de oficina como fondo , y no estaba de humor para llamadas de broma así que lo desconecté inmediatamente. "Ahora escúcheme pedazo de demonio, sanguijuela - ¡oigan!"

Fui repentinamente agarrada al estilo rugby por detrás por una docena de guardias de seguridad vestidos de negro y caímos todos al suelo. Me quedé tirada ahí mientras los imbéciles se arrastraron sobre mí y trataban de levantarme, aunque era aplastada por su peso. El dos Asakura observaban, parecían no impresionarse, como si asesinos suicidas caían en su oficina cada dos días.

Mi mano repentinamente se estiró, acercándose hacia la cintura de uno de los guardias que estaba al lado mío. Inmediatamente mis dedos se abrocharon alrededor del gatillo de una pistola, y aunque estaba mitad aterrorizada, estaba excitada también. La rompí de su funda y hubo un chasqueó por parte de los hombres alrededor mío. "¡Retrocedan! ¡Lo digo en serio!"

Inmediatamente todos saltaron lejos como si hubiesen sido picados por una avispa y levantaron las manos. Ahora con ellos bajo mi control me dirigí hacia las dos cabezas castañas. "¡Ahora quiero mi trabajo de vuelta, zopenco! ¡Y si no me hace caso le vuelo la cabeza!"

El viejo parecía menos que impresionado y el tipo menor que había sido quien me había hecho despedir estaba jugueteando con una lapicera. Esto disparó mi ira hasta el techo. ¡Era porque soy una mujer! Si un hombre hubiese entrado y comenzado a sacudir un arma hacia ellos, estarían como 'ah, no nos dispare Sr. persona loca' y 'tome lo que quiera pero no nos mate, por favor'. ¡Me enferma!

Dejándome llevar por la ira, decidí sacar la palanca de seguridad de la pistola, pero como nunca había manejado un arma antes estiré una palanca pequeña que estaba al lado. Hubo un clic y repentinamente el cartucho de las balas se retiró del mango del arma sonando con estrépito en el piso. De repente todos lo encontraron terriblemente entretenido ya que estallaron riendo, salvo al joven con el cabello castaño, claro, que me miró como una sonrisa irritante como si fuera idiota.

"Mierda..." Maldije mientras fui agarrada por detrás una vez más.

Después de otros minutos de lucha y tratar de salir de abajo de la pila del montón de jugadores de rugby, logré de algún modo arrastrar mi mitad primera del cuerpo fuera de los guardias mantecosos. Miré hacia arriba para ver que el Señor Asakura me había dado la espalda, mientras que el Asakura menor estaba ocupado volviendo a colocar el cartucho de las balas en la pistola. Al principio estuve enojada porque estaba jugueteando con mi arma, pero eso cambió cuando él dejó caer el arma en el piso, y rápidamente miró a su padre, y la pateó hacia mi dirección. Mi mano se cerró alrededor del mango de la pistola nuevamente y tuve tiempo de otorgarle una mirada de sorpresa antes de de levantarla al techo y preparar el gatillo.

Con un estallido ensordecedor que me sacudió el brazo, la bala sin ser vista perforó un mosaico del techo, pero el ruido fue bastante y mandó a los guardias saltar lejos otra vez. Giré mi arma hacia el Señor Asakura quien se dio vuelta repentinamente y se puso de frente al agujero de mi recién adquirida pistola.

Tengo que admitir que en ese entonces mis nervios estaban por todas partes y tomó todo mi valor el permanecer allí en vez de salir corriendo como un pollo sin cabeza.

"¡Al piso o disparo!" Grité, más de nervios que de verdadera ira.

Me sonrió burlonamente.

"¡Si no besas la alfombra a la cuenta de tres entonces disparo!" Grité. "¡Uno, dos, tres!"

Quizá había contado un poco rápido como para darle tiempo a agacharse, porque yo todavía no había preparado el gatillo y las manos me temblaban. El Señor Asakura aún me daba esa sonrisita engreída. "Cuatro..." continué, desconcertada más todavía. Era una vergüenza hacia todas las Thelma y Louis del mundo.

"¡Cinco!" alguien gritó tan fuerte que apreté el dedo contra el gatillo. Hubo otro estremecedor ruido y el Señor Asakura se dejó caer al suelo como un saco de papas gritando de dolor. El brazo del arma fue inmediatamente desplomado a mi lado y cubrí mi boca con mi mano libre. No puedo creer que en verdad le disparé a mi jefe. En la pierna... pero igual era un disparo.

"Demonios, tendrías que haber disparado más alto." El Asakura menor se paró atrás mío, mirando mi trabajo críticamente. "Creo que realmente debes pensar tus planes antes de realizarlos."

"¡Cállate!" Grité a coro con el Sr. Asakura otra vez. El joven se encogió de hombros y nos dio la espalda.

"Ah Dios... ¡estoy tan arrepentida!" Pasé mis manos por el cabello.

"¡Te pudrirás en el infierno por esto, quienquiera que seas!" Gruñó hacia mí.

"¡Eh! ¡¿Personalmente me despide y tiene las agallas de decirme eso?!" Grité.

"¡Me acabas de disparar!" Se apretó la herida con las manos y rodó sobre su espalda. "¡¿Quién demonios eres tu?!"

"¡Kyouyama!"

Aparentemente no fue la mejor cosa por decir ya que de inmediato este estalló en obscenidades e insultos los cuales me dieron ganas de retirarme. ¡No se que diablos hice para que me odiará tanto! A parte de dispararle...

"¡Despedí a tu padre! ¡No a vos!"

"¡¿Mi padre?!" Grité. "¡Él ni siquiera trabaja aquí!"

"¡Entonces era alguien con el mismo apellido!"

Su hijo interrumpió otra vez. "Bueno, vamos a hacer esto de vuelta - y esta vez apunta al corazón." Dijo, agarrándome la muñeca para apuntar con el arma en mi mano. La agarré rápidamente y por el contrario la apunté hacia él.

"¡¿Realmente eres su hijo?!" Volví a gritar.

"¿En serio no eres la hija de Kyouyama? En verdad suenas parecida a él." Ni siquiera estaba un poco afectado por la pistola apuntada entre sus ojos.

"Muérete."

Fue entonces que advertí que uno de los guardias estaba ocupado pidiendo refuerzos y me di cuenta que tenía que salir de ahí si quería seguir con mi vida fuera de la prisión. Así que agarré el brazo del joven Asakura y apreté la pistola contra su sien y lo empecé a arrastrar hacia la puerta. Él suspiró y me permitió que lo arrastre. "¡Salgan de mi camino!" Les grité a los guardias que bloquean mi salida.

Al elevador, hacia el estacionamiento y a mi Fitito rojo.

"Tienes que estar bromeando." El tipo se burló de mi auto. Yo lo metí como si fuera una bolsa.

"¡Entra y conduce!" Grité y esperé a que entrara antes de sentarme en el asiento de pasajeros. Mirando hacia atrás podía ver una fila de guardias bajar por las escaleras y correr hacia nosotros. "¡Conduce!"

Se quedó sentado sin hacer nada. "¡No puedo!"

"¡¿Qué?!" Grité y lo miré deslumbrada.

"Nunca he manejado un coche antes."

Los guardias se estaban acercando. "Qué hay que saber. Pisas el acelerador y arrancas. ¡Eso es todo lo que necesitas saber!"

Giré la llave del motor y él estampó el pie sobre el acelerador - un poco demasiado rápido. Mi pobre motor estaba empezando a hacer ruidos raros y le disparé una mirada aún más molesta que la de antes. "¡Ve más despacio!"

Salimos a la luz del día y giró bruscamente la rueda para dirigirse hacia la calle principal. "¡Esto es como en las películas!"

"¡Hay un límite de velocidad, sabías idiota!" Resistí el impulso de abofetearlo.

"Oh, vamos - no es que te vayan a multar ahora por pasar el límite de velocidad. ¡Esa es la menor de tus preocupaciones!" Apretó el acelerador aún más duro y aceleró.

"Nooooo..." Me aferré al asiento y lo apreté fuertemente. "¡Ve más despacio!"

Me hizo algunos ruidos de gallina y juro que escuché sirenas gemir atrás nuestro. "Está bien - ¡acelera, acelera!"

Me hizo caso y gritó con entusiasmo mientras salíamos disparados prácticamente fuera de la ciudad y pocos minutos después estábamos camino a... a...

"¿A dónde vamos?" Preguntó el joven Asakura repentinamente.

Lo miré dejando de trabajar en cambiar el tono de música de mi teléfono. "No me importa. Sólo seguí manejando hasta que estemos lo suficientemente lejos de este lugar - hasta que nos quedemos sin gas."

"Si seguimos condiciendo acabaremos de regreso en Tokio." Me advirtió.

"¿Es qué no quieres regresar con papito?" Le pregunté.

Giró sus ojos y mantuvo su mirada atenta en el camino.

Unas pocas horas más tarde tuve que apuntar el arma sobre su cabeza para que dejara de conducir. Me sentía muy mal por el viaje y lo que fue aún peor, es que tuve que obligarlo a salir del coche conmigo para cerciorarse de que no se escapara. Eso le daba una vista perfecta de mí vomitando lo poco que había comido en el desayuno esa mañana.

"Encantador," se dio vuelta y apoyó sus brazos sobre el techo. "Me raptas y encima me haces verte vomitar alimento."

"Cállate."

"Suenas como mi papá." Se quejó.

"¿Podrías pasarme los pañuelitos de papel?" Pregunté, cuando no obtuve respuesta lo apunté con la pistola. "Los pañuelitos, por favor."

Lo oí quejarse antes de tirarme la caja por la ventana. Me limpié la boca antes de subir al auto. "¡Es que conduces terriblemente mal!"

"Oye, ¡vos fuiste quien me dijo que manejara!" Gruñó mientras salíamos lejos a toda velocidad.

"No tendría que haberlo hecho sino me hubieras forzado a secuestrarte. ¡Todo esto es tu culpa!"

Me miró fijamente.

"Bueno... no todo es tu culpa..."

"Esta." Dijo repentinamente y bajó de la carretera hacia una calle vacía antes de que pudiera protestar.

"¡Oye!" Protesté un poco tarde.

"La carretera está bloqueada más adelante, no tenemos elección." No me gustó la manera en que dijo 'tenemos'.

"¿Cómo pudiste ver hacia tan adelante?" Fruncí el entrecejo hacia él. Yo tengo buena vista y no había visto nada.

Él se encogió de hombros.

Una hora más tarde ya estaba comenzando a oscurecer y estábamos entrando en una especie de frondosa carretera. La verdad es que me encantaría que Asakura bajará un poco la velocidad pero no quería parecer una miedosa. Pero estaba empezando a tener malos presentimientos mientras me preguntaba que pasaría si un coche viniera en dirección opuesta a la nuestra a nuestra misma velocidad y no lo viéramos por todas estas idas y venidas y todos estos árboles.

"¿Te sentís mal de nuevo?" Me preguntó repentinamente.

"Claro. Me siento enferma con sólo verte." Contesté duramente.

Se encogió de hombros. "¿Qué te pasó en la pera?"

"Me corté afeitándome."

Continuamos en completo silencio hasta que se puso tan oscuro que no podía ver ni mi propio reflejo en el espejo lateral. Luego visualicé algo bajo la luz de los faros. "Frena."

Asakura me ignoró. Ya me estaba cansando de esto, así que apunté la pistola hacía él con una mirada que decía 'no me hagas repetirlo'. Tuve un sentimiento de que sólo había girado sus ojos pero de todos modos paró y me incliné hacia adelante para ver a través de la oscuridad un cruce en el camino. "Baja allí."

"¿Por qué? Es probablemente sólo una granja." Gruñó.

"¡Sólo ve!" Grité y él giró el coche con deliberada lentitud hasta que paramos al fin del camino. Fuimos oscurecidos por la sombra de una anticuada casa. Un poco ruinosa en lugares, pero aún estaba en pie, y no podía ver signos de vida presente.

"Eso es no granja." Dije calladamente.

Asakura lo consideró silenciosamente. "¿Y ahora qué?"

"Pues... entonces te tendré de rehén aquí." Hice gestos para que detuviera el motor y saliera. Una vez bajo la noche silenciosa, eché una mirada a mi alrededor y podía oír fuertemente el ruido de agua de alguna corriente o de un lento río cercano. Los árboles oscurecían el área haciéndola parecer muy recluida y segura. "Nadie nos encontrará aquí."

"A menos que nos hayan seguido." El tipo dijo sin preocupaciones. Miré a mi alrededor para cerciorarme que no hubiera ningún faro de auto dirigiéndose hacia nosotros. Pero todo estaba silencioso y lo miré fijo.

"Sólo cállate y entra." Sin la pistola en mi mano tuve el sentimiento de que no sería tan fuerte como ahora. Era una clase de poder en mi mano que me daba fuerza... que es básicamente lo que un arma es... pero saben a lo que me refiero.

El chico de pelo castaño caminó hacia la casa sin decir palabra y pateó la puerta de entrada para que se abriera. Había traído la linterna que guardo en el coche conmigo e iluminé los alrededores mientras entraba tras él.

Básicamente sólo era un gran cuarto con una fina pared de papel divisoria con una puerta abierta que cortaba al cuarto en dos secciones diferentes. Estaba habitado en su mayoría por muebles cubiertos por sábanas blancas y porquerías que uno a menudo encuentra en casas abandonadas. Muchos libros también por alguna razón. En la segunda habitación había una tabla de cocina y un viejo calentador.

"No hay electricidad... no hay luz... no hay calefacción... no hay agua limpia..." Asakura dijo antes de darme la espalda y cruzarse de brazos. "Te odio."




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Notas de la Autora:

Pues ahora la cosa va a tener más sentido, ¡aunque usted no lo crea!... creo que he visto mucho Ripley. Y la pregunta más importante ¿quieren que continúe?

Contestación a los reviews:

Sweet G: Por eso avisé al principio que esto iba a ser un AU, mira que la madre de Yoh tener ese carácter, si en verdad existiera me demandaría ^^U Pilika es medio aniñada, por eso lo de los teletubies... creo que ella también me demandaría ^^U

Bratty: Imotochan! Tienes una imaginación rara... yo me imagino a los personajes de Mankin sin ropa, pero eso de que Ren sea el arco de Horo, ya es demasiado! No te preocupes que esa idea ya la he agarrado, sino de donde salió el fanart que te envié para tu cumple. Ese es un claro ejemplo de lo que pasa antes del acto... ^^U Bueno, una patadita nomás, y despacito! Y no en la cola! XD

Anna Asakura: Si, esa era la madre de Yoh ^^. Y no te preocupes que el grano de Anna va a desaparecer cuando a mi se me vaya el mío ^^U Si a estas alturas me dice que Anna la pasa mal por Yoh, ni te cuento lo que va a sufrir más adelante... te vas a querer matar XD

Ele-chan: Imotochan! No por favor! Otra explotadora más no! Con Bratty es suficiente! XD Y lo de Anna en cuero lo voy a pensar... tal vez la ponga sexy, pero no sé si en cuero... Te aclaro que tu Hao-sama no es la suerte de Annita ni de nadie (como me gusta hacer renegar a mi querida-obsesionada-imotochan-Ele-chan criticando a su Hao XP) Gracias por el apoyo, y no del raro! XD

Kanashimi Hikari: Con alas cortadas o a todo esplendor para mi sigues siendo un ángel del cielo ^^ Y si Keiko te pareció extraña, ni te cuento lo que te va a parecer la totalidad de este fic ^^U

Sakura Himura: ^^ (XP)

Anna Diethel Asakura: Por qué todos quieren castigarme? Yo bajo presión no trabajo bien XP

Nishi: Gracias! Y voy a continuar, o te preocupes ^^

M.G.: Pues Mari es un personaje que aparece en SK. Es una de las tres integrantes del Hana-Gumi que sigue al Hao-sama. La verdad es que no se porque la puse como su esposa, creo que fue porque ninguna de las otras dos daba para ese rol ^^U