Notas Iniciales:
Me he cambiado el pen name, porque me ponían anna-chan1. Así que me decidí a cambiarlo por mi nombre (bueno, mi nick) más el famoso chan, aunque debería ponerme sama, me lo merezco (estor re humilde hoy...) ^^U Por lo tanto ahora soy Natty-chan y hago mi presentación en sociedad. Mucho gusto a todos!
No pregunten, la verdad es que en verdad estoy loca... me quitaron sangre y así es como siempre quedo, sino pregúntenle a mi familia que me tienen que soportar todos los días...
Para Adelantarse...
Capítulo 9:
El Compromiso
Nunca me había dado cuenta de que tan rotas estaban las calles de Tokio hasta
que me encontré dentro de un coche viejo con una herida de bala en el muslo del
tamaño de un centavo. Y no es una experiencia enteramente agradable, estando extendida en el asiento de
atrás, encima de todo tipo de
porquerías,
saltando hacia arriba y hacia abajo gracias a la superficie desigual del
camino, y a Yoh que como conductor se muere de hambre.
"Auch..." gemí mientras el arder del dolor de la pierna me despertaba. Eso y los hoyos del
camino.
"¿Estás bien?" No lo creo. Esa era preocupación genuina en su voz.
"¿Donde...?"
Traté de incorporarme pero
mi cabeza dio vueltas por todos lados y vi diferentes bonitos colores. "Ugh...
¿a dónde vamos?"
"¡¿Quieres tranquilizarte allá atrás?!" Creo que el que necesitaba tranquilizarse era él. No
dejaba de tocarle bocina a los otros conductores y dar vueltas de aquí para
allá.
"¿No me estarás llevando a un hospital?" Pregunté chillonamente,
agarrándome la pierna como si tratara de estrangular el dolor. "¡Porque no
quiero morir en un hospital!"
"¡No vas a morir en un hospital!" Me miró rápidamente.
"¡Si no sangro hasta morir entonces la policía me encontrará y tu
padre me aporreará hasta morir!" Grité.
"No fue eso lo que quise decir, y no vamos a ir a un hospital."
"¡¿QUÉ?!" Grité y me incorporé tan rápido que mi cabeza volvió a girar a
toda
prisa.
"Vamos para mi casa." Dio un un tirón al volante y esquivó a
un conductor que se movía muy lentamente. Oí el sonido de un largo y fuerte
bocinazo mientras él hacia la maniobra.
"¡Tampoco quiero morir en tu casa, idiota!" Tuve ganas de estirarme y
ahorcarlo, pero ni siquiera podía resistir el dolor de mi pierna. Así que lo
miré con odio. Pero no me estaba mirando así que eso fue bastante tonto.
"Mi prometida, ella es doctora y cirujana, te puede curar." Me dijo.
La sangre desapareció de mi rostro. Nunca había pensado realmente
la posibilidad de que ya estuviera comprometido... no después
de ese beso que habíamos compartido fuera del banco. Este era un buen momento
para pensar sobre mi amor hacia Yoh... era estúpido. Ni siquiera me tendría que
gustar. ¡Gracias
a este imbécil me despidieron y había perdido la oportunidad de reclamar mi
trabajo como actriz por que había estado ocupada secuestrándolo! ¡Es tan egoísta! ¡Y
encima tiene las agallas de hacerme sentir toda enamorada por él cuando ya tenía
un pájaro enjaulado en su casa!
"Qué... ¿qué le pasó al tipo que me disparó?" Me dieron escalofríos de
tan sólo recordarlo.
"Lo tiré al río."
No quise averiguar más acerca de ese sujeto. Pero esto se estaba volviendo una película de
terror delante de mis ojos.
***
Nunca sospeché verdaderamente que podría llegar alguna vez ver una casa más
grande que... aquellas en los suburbios supongo. Pero manejamos derecho por
Tokio hacia la costa para estacionar fuera de lo que pensé era un hotel.
Sólo cuando nos acercamos bastante más me di cuenta que era una gigantesca mansión
del demonio.
"¿Esto... es tu hogar?" Jadeé por el dolor y el golpe.
"Los trescientos sesenta y cinco días del año." Murmuró mientras
manejaba por el camino de entrada hacia el frente de la casa que parecía un
templo griego. Se detuvo y enseguida se dio vuelta a verme.
"¿Estás bien?"
"¿Con vos como conductor?" Pregunté, frotándome la cabeza en el lugar
que me la había golpeado contra la puerta. "Que pregunta estúpida."
Salió del coche y le tiró las llaves a uno de los porteros que estaba
esperándolo.
"¡Señor Asakura!" Uno de ellos gritó.
"¡¿Dónde?!" Grité mientras Yoh me levantaba del asiento trasero,
al estilo nupcial.
"Se refiere a mí." El Señor Asakura me dijo mientras me llevaba hacia las
puertas frontales. "¿Quién está en casa?" Le preguntó a los porteros
mientras pasaba.
"Sólo su hermano, su esposa y la Señorita Tamao." Los porteros
parecían asombrado mientras pasábamos. Yo estaba demasiado ocupada chillando 'auch'
repetidamente, una y otra vez como para prestarles atención.
"Genial." Yoh atravesó las puertas y miré imprecisamente con admiración todo el mármol y superficies blancas, y
la gran cantidad de espacio entre el techo y el piso que había. Parecía saber a
dónde iba ya que se dirigió
directamente hacia un pasillo decorado con una alfombra blanca y atravesamos
unas puertas
corredizas y estábamos de nuevo en el mundo exterior. Allí afuera había una gran piscina
y más allá de eso había una baranda que daba hacia una playa. Y
extendida en una toalla al lado de la piscina estaba una absoluta belleza.
"¡Tamao!" Yoh ladró, un poco duro lo que me daba esperanzas de que aún
fuera su hermana.
La susodicha se quitó los lentes de sol y lo miró en blanco por un momento antes de
que su
cara se agrietada en una inmensa, pero aún así asombrosamente hermosa, sonrisa.
"¡Yoh!"
"Tamao, agarra tus cosas, Anna necesita ayuda."
En realidad, la única ayuda que necesitaba ahora era para detener el infarto que
me estaba agarrando.
Esta chica era demasiado hermosa. Con un cuerpo perfecto también, su piel demasiado
perfecta, su cabello demasiado brillante para ser real y su pecho grande - tanto como sus ojos. Me estaba ahogando con mis propios
celos.
Saltó de su toalla, la primera mitad de su bikini rosa rebotando en el proceso y
se dirigió hacia la casa sin decir otra
palabra. Yoh la siguió mientras ella meneaba descaradamente sus caderas de forma
obvia.
Caminamos hasta un cuartito lateral que parecía ser una especie de... la verdad
es que ni idea que era. Nunca había tenido un cuarto como este en mi
casa, pero se pareció bastante a la oficina de un médico, supongo. ¿Cuántas
personas tienen suficiente espacio y tiempo para poner algo así en sus casas? El
señor Asakura - él seguro.
"Acuéstala aquí." Tamao estiró una toalla en el aire y la colocó en el piso.
Ni se parecía a la seria médica que Yoh había dicho que era. Su
perfecto rostro se asomó sobre la mía. Apuesto a que ella nunca tuvo que preocuparse por
granos que saliesen de sus cerrados poros. Eso mi hizo recordar y preguntarme
cómo estaría mi pera en esos momentos. No me la había visto desde hace una semana.
"¿Cómo te sientes?" Me preguntó repentinamente.
"Un poco adolorida." Admití. Chica estúpida.
"¿Algo a parte del mismo dolor?"
El dolor agobiaba mis otros sentidos. No sería capaz de sentir nada ni siquiera
si pisase un clavo. Chica estúpida. "No, nada más... no
"
Repentinamente ella hizo brillar una luz asombrosamente brillante en mis ojos y todo
lo que podía ver eran manchas solares mientras ella desaparecía. "Deberías
probar alguna crema contra la vejez. Realmente te ayudaría a cerrar esos poros y
evitar que te salgan granitos."
Chica estúpida. En ese momento hubiese preferido al propio Doctor Frankenstein
para que me realizara la cirugía. "¿Podrías... apurarte... y sacarme la
bala antes de que muera por perdida de sangre o envenenamiento por el plomo?"
Le disparé a Yoh una mirada de imploración, sólo para verlo cómodo sentado en una
silla cercana a la puerta. Tuve el sentimiento de que era para poder escaparse
rápidamente si fuese necesario. De que, no sé.
"Está bien, terminemos con esto." Tamao sacó una bolsa negra
y escogió un escalpelo bastante agudo y brillante y comenzó a moverse mis piernas donde mi falda
había sido levantada para ver la herida.
"¡Espera!" Grité y la estúpida se detuvo para mirarme parpadeando.
"¿No tengo que tomar algún anestésico primero?"
"Pues... si quieres... pero generalmente te desmayas por el dolor."
Tamao alcanzó su bolsa y sacó de ella un cilindro de gas con
una máscara. "Bueno, sólo tienes que respirar en esto."
"¿Qué es?" Pregunté mientras aspiraba.
"Anestesia local en forma de gas." Me contestó.
Por lo poco que sabía, esas eran malas noticias.
***
Una vez más este horrible dolor en mi muslo derecho me despertó y gemí
en la almohada sobre la cual descansaba mi cabeza mientras trataba de mantenerme
quieta hasta que el dolor parara. Ni bien se fue, abrí los ojos y me levanté de
la suave almohada aterciopelada. Ahí fue cuando me di cuenta de que no
sabía dónde estaba.
Todo era demasiado limpio para ser mi propio departamento, y demasiado agradable y
blanco para ser la cabaña. No era el hospital entonces... ¿puede ser que este muerta? No
espera... los recuerdos me volvieron sobre una gran hazaña con un arma y la
bala, y luego el coche y por último la mansión
grande y más grande. Ahí es donde debía de estar. Y también recordé porqué las
armas me ponen nerviosa.
Mirando pude darme cuenta que alguien más me había vestido. Mi sangriento
vestido había desaparecido y llevaba puesta una falda y un top. Bueno... era ofensa
para toda falda llamar al pedacito de tela que llevaba puesto falda. Era más
bien como dos tiras de tela unidas
por una cuerda, o simplemente una minifalda con dos aberturas enormes
a los costados. Y el top era demasiado corto. ¿Qué? ¿Era Tamao tan pobre que no
podía comprarse una remera entera? Presumí que ella había sido quien 'gentilmente'
me había prestado la ropa. Todavía era una chica estúpida.
Me deslicé fuera de la cama y me arrastré en dos manos y una rodilla sobre al
tocador y me equilibré precariamente mientras miraba mi apariencia. Mi cabello
necesitaba un lavado y tenía manchas de tierra por toda mi piel. Mis ojos
se veían más oscuros que lo usual y tenía bolsitas bajo los ojos que podrían
haber sido confundidas con bolsas de supermercados.
Pero por lo menos mi grano había desaparecido y a pesar de verme un poco pálida
y mis labios estaban un poco más finitos que lo normal, aún podía mostrar mi
cara en público por unos días más. Si tan sólo pudiera encontrar un lavamanos...
Un sonido de salpicar de agua y reír tontamente interrumpieron mi tren de pensamientos y
miré hacia un conjunto de puertas de vidrio que estaban abiertas y dejaban
entrar una brisa cálida por el balcón. Me puse de pies y cojeé por el piso,
imprecisamente verificando si la venda estaba alrededor de mi muslo mientras
caminaba.
Entonces alcancé la puerta y me incliné contra el marco mientras miraba hacia
abajo. Ahí si que había una imagen que especialmente no quería recordar.
Yoh estaba sentado en la orilla de la piscina con sus pantalones enrollados
hasta las
rodillas para que no se le mojasen. Una agradable vista hasta ahí, pero horrible
si le agregaran a Tamao parada en el agua entra esas rodillas y sus brazos
abrazados a sus piernas. Eso quizás suene bastante íntimo pero ellos
parecían estar totalmente cómodos el uno con el otro, coqueteando casualmente...
como cualquier pareja que ha estado junta tiende a verse. Ambos sonriendo, con
roces casuales. Bueno... por lo menos estaba contenta de que no estuvieran
besándose.
No era cobarde en este tipo de situaciones así que cojeando bajé las escaleras,
escalón por escalón, tomándome mi tiempo. Tamao fue la primera en verme y me
saludo sacudiendo su mano alegremente. Resistí el impulso de hacer un gesto
igualmente grosero y alegre y sólo sonreí débilmente. Yoh se dio vuelta para verme y
su usual sonrisa
desapareció de su rostro por una fracción de segundo, aunque por qué razón,
no sé exactamente. O estaba sorprendido de verme levantada o se sentía un poco
culpable sobre algo.
"¡Oye, chica del limbo!" Tamao saludó.
"¿Qué?" No lo entendí. Pero por otra parte, casi nunca entiendo los
chistes.
"Es que eres un poco loca bajo los efectos de la anestesia." Me sonrió.
La miré fijo.
"Desgraciadamente no te acuerdas, pero fue bastante interesante cuando
empezaste a cantar la canción 'you can leave your hat on'. Y aún más
cuando empezaste a quitarte la ropa. Que lastima que no tuviera una cámara."
Yoh me sonrió burlonamente.
Miré hacia abajo con el ceño ligero. Mis sentimientos estaban que ardían con la
información que había aprendido recientemente. No podía creer lo que Yoh acababa
de decir. Ser lo suficiente extravagante para tener las bolas para enredarse con
dos mujeres... bueno... por la manera en que él actuaba tan
abiertamente con Tamao, ya se que lugar me toca en esta 'relación'. Sí... como
repuesto si Tamao no satisface sus necesidades biológicas. Es una sanguijuela. Quizás
debería contarle a Tamao acerca de la situación de la cama y el banco...
"Te ves mejor." Tamao comentó amablemente.
Bueno considerando que habría muerto si me viese peor en un momento así, creo
que ese no era un cumplido agradable. Sólo sonreí débilmente
y tomé un respiro inestable. Luego volví adentro y me dirigí hacia el perchero,
mayoritariamente para agarrar mi bolso y preguntarle a alguna de las amas de
llaves donde podía encontrar las llaves de mi coche.
Casi me estaba moviendo contra mi propia voluntad. Acabó de dejar a la amorosa
pareja en la
piscina e intentaba echarme por lo menos con lo poca dignidad que me quedaba. Después
de lo que Yoh había hecho, me sentía bastante humillada. Claro que las
únicas personas que sabían de mis tonterías eran él y yo, pero que una persona
que presencie mi estupidez sea una idiota sanguijuela ya era suficientemente
malo.
Arrebaté mis llaves del gancho apenas me dijeron donde quedaba el garaje y comencé a
caminar/cojear hacia donde mi coche estaba
estacionado. No fue difícil de localizarlo. Porque a pesar de que había por lo
menos
cincuenta autos en ese garaje/almacén, el mío era el único color rojo que
parecía haber sido cortado con un hacha, una o dos veces.
Estaba casi en la puerta cuando oí a Yoh gritarme. "¡Anna!"
Giré, mi cólera estallaba sobre la humillación. ¡Si pensaba que podía salir de
esto con una pequeña disculpa, pues entonces que piense de nuevo! No pensaba
perdonarlo ni siquiera si hiciera... muchas cosas para arreglarlo. "¿Qué?" Chasqueé.
"¿A dónde vas?"
"A mi casa."
"Si no tienes casa."
Buen punto.
"Escucha, he estado hablando con Tamao y le conté acerca de lo que
sucedió en el campo."
¿Sabía acerca del beso?
"Así que ahora sabe del plan y está dispuesta a
ayudarnos."
Sí... que Yoh le contara a su prometida acerca del gran beso ya era demasiado.
Tendría que haberme dado cuenta. "¿Cómo nos ayudará?"
"Nos cuidará las espaldas." Explicó. "Podemos volver al
campo y ella se cerciorará de que las doncellas y todos mantengan las bocas
cerradas."
"¿Llenándolas con dinero?" Adiviné que un soborno tendría que
aparecer aquí.
"Bueno... sí..." Movió sus pies incómodamente y me di cuanta que
estaba descalzo.
"Eres despreciable." Dije planamente.
"Y debemos ir yéndonos antes de que mi madre vuelva."
Recuerdo que realmente no me agradaba mucho su madre. Y él ya me había quitado las
llaves de la mano antes de que pudiera oponerme y había comenzado a calentar el motor del
auto antes de que pudiera intentar entrar al asiento de co-píloto. Estaba tiesa, y
todo era innecesariamente doloroso. Pero me esperó pacientemente todo ese tiempo
hasta que estuviera adentro.
Pero ¿no pudo contenerse su próximo comentario?
"Maldición, ¿no puedes ir más despacio?"
Ni bien puso en marcha el motor y yo entraba al auto, las alarmas de todos los
autos comenzaron a sonar a coro. Y cincuenta alarmas con diferentes tonos
y frecuencias no eran lindas de escuchar. "¡Sal de aquí!" Le grité a
Yoh que pisó el pedal para acelerar y salimos a los piques por la puerta abierta del garaje.
Luego estábamos cruzando el pueblo, y éramos parados por toda luz roja que
cruzábamos mientras salíamos de la ciudad. Nos detuvimos en un cruce difícil e
Yoh me miró antes de dirigir su vista nuevamente hacia adelante.
"¿Qué te pasa?" Frunció el entrecejo.
"Nada."
"No soy estúpido. Obviamente te pasa algo."
No podía creer que podría ser tan casual acerca de engañar a dos
chicas.
"Lo único que me molesta es que tuve que presenciar esa cosa de enamorados
con Tamao en la piscina que me revolvió el estómago." Chasqueé antes de
poder morderme la lengua.
Sus ojos se ensancharon como si se hubiese dado cuenta repentinamente de algo. Aparté mi
mirada hacia la ventana mirando el cielo oscurecido en caso de que pudiera ver
que estaba herida. No creo generalmente en todo eso acerca de que los ojos son
la ventana del alma... pero me han dicho que incluso una persona analfabeta como
Yoh puede leer tu rostro como un libro.
"Estás celosa..." Me dijo lentamente como si fuera la última
cosa que él se hubiese esperado de mí.
No contesté. Sonaría falso si lo negaba y de bruja si
concordaba. Sólo me mantuve mirando fuera de la ventana.
"En verdad pensaste que... teníamos una especie de relación..." Sonó
como increíble. Las luces cambiaron y comenzó a conducir nuevamente por la casi
vacía ruta. "¡Por Dios, Anna! ¡¿Por qué hiciste
eso?!"
"¡¿Hacer qué?!" Grité en forma de defensa.
"¡Pensar que teníamos algo! Estábamos bien antes. ¡Tener algo siempre arruina
todo!" Gritó.
"¡Mantén los ojos en el camino!" Gruñí, tratando de desviar algo de su
hostilidad. "Además, ¡yo no pensé que teníamos algo!"
"O sea ¿qué normalmente no saldrías conmigo?"
"No... quiero decir... quizás..."
"¿Así que pensaste que tenemos algo?"
"¡Deja de poner palabras en mi boca!" Le grité.
"Pensaste que podíamos hacer algo bueno de nuestra no existente relación y
por eso te pusiste celosa de Tamao." Frunció
el ceño.
Vacilé. "Ehhh...no..."
"Incluso a pesar de que sabías que cuando todo esto terminase jamás me
volverías a ver." Abofeteó el volante. "Eres una idiota. Estas fuera
de mi alcance."
Ahora eso sí me molesto. "Sal de mi coche." Dije calladamente.
"Espera, eso no salió como yo-"
"¡SAL!" Grité y le di un puñetazo en la mandíbula tan duramente como
pude en mi difícil posición. Sorprendentemente el golpe fue tan inesperado
que su cabeza rebotó y se masajeó la mandíbula.
"Auch..."
"¡Sal! ¡No quiero volver a verte otra vez! ¡Ya no me importa el
dinero ni tu padre! ¡El trato termina aquí!" Señalé hacia puerta.
Yoh me miró fijamente por un momento antes de salir afuera por la puerta. Me
llevó
bastante pasarme de mi actual asiento al del conductor y descubrir como manjar
de alguna manera sin usar mi pierna lastimada. Pisé el acelerador repentinamente y el espejo
lateral pegó contra la cadera de Yoh tirándolo contra el pavimento.
Paré inmediatamente y bajé la ventanilla. "¿Estás bien?"
Pregunté.
"Creo que sólo me rompí la pierna." Fue su sarcasmo.
"Bien." Dije firmemente cerrando la ventana y marchándome.
Miré por el espejo retrovisor y lo vi comenzar a pararse y mirarme. Un sollozo
subió desde mi estómago antes de que pudiera frenarlo y me apreté la nariz para
intentar detenerlo.
El acuerdo había terminado. Yoh podría volver a su prometida y su vida de lujo
y yo permanecería escondida por un tiempo sin dinero, sin
amigos y sin lugar donde vivir a causa de mi falta de trabajo.
Puedo decir honestamente que odiaba a Yoh Asakura.
*******************
Notas de la Autora:
Probablemente me estén odiando ahora ¿no? Pero todos sabemos que esto no va a quedar así. Próximo capítulo: 'Disfrazada'.
Y ahora los reviews ^^
Sarah Kerrigan: Si, tienes razón. El capítulo anterior fue más cortito ^^U Anna con Tom Cruise, yo no sé si llegarían a salir pero soñar no cuesta nada XD Pero si, es mejor Yoh. Ah, e Yoh jamás le hubiera hecho daño al niño ese del banco, no te preocupes ^^
TN (Fairy Lala): Que suerte que te gusto todo, la escena de la cama y el beso fueron para 'complacerlos' a ustedes, los lectores un poco, ya que se quejaban de que no había romance. No te preocupes que no voy a matar a nadie, sólo se van a lastimar... y ,mucho XP Este, porque presiento que después de esto me vas a querer matar? (por favor, Zenki y Cocki no! No!) Ah, ya sé. Si al final del otro capítulo me quisiste matar, en este me vas a fusilar sin piedad...
Annita B Kyouyama: Ya vez que no la mato. Seré cruel pero tampoco para tanto ^^U A pesar de las mil y una que les hago pasar yo los adoro y jamás los mataría.
Keiko: No te preocupes. Yo se quien sos, igual a mi también me lo hicieron. Ahora soy anna-chan con un 1 atrás -_-U Pues, dudo mucho que Tamao se enamore de Horo Horo, ya que este último es una especie de ser sobrenatural (no que antes no lo era XP) y no es un humano. Y si, Yoh y Tamao están comprometidos y en este capítulo revele el porque Yoh no la quiere dejar.
SaKKuRi: Bueno chica, tu me vas a matar. Me pediste YohxAnna y yo te doy una separación. Te das cuanta como cumplo con los pedidos de mis lectores? ^^U
Sol Himura: Bueno, pero si no te di tiempo a dejar review quiere decir que actualice rápido, qué es mejor? No dejar review porque actualizo rápido o dejar porque actualizo cada muerte un obispo? Bueno, a ustedes les conviene la primera opción, pero a mi la segunda me gusta más XP Al principio dije que este fic no tendría nada que ver con shamanes? No lo recuerdo, pero si vamos al caso, tampoco recuerdo lo que hice ayer ^^U Pues, si lo hice (lo cual es más que probable) les pido perdón a todos, pero esto va a tener shamanes e itakos, o sea que va a ver poderes sobrenaturales, aunque eso es más que obvio ya que Anna tiene ciertas cualidades que una persona normal no posee (como yo) Lo del largo me estaba preocupando, es el primer fic que escribo tanto por capítulo, si ves los otros me entenderás, aunque algunos One-Shot eran largos, pero sólo eran eso, One-Shots. Bueno, muchas gracias por darme animos!
Sujey Rodriguez: Quieres que te escriba? Pues, yo te recomiendo que esperes el mail sentado ya que no soy de recibir mi casilla de correo seguido ^^U Es más, no se de escribir muchos mails, pero no te preocupes que te voy a mandar uno, ese seguro. Sólo que tal vez no hoy ^^U Igual, gracias por interesarte en el fic ^^
Sakura Himura: Está bien! No me retes! Para la próxima no digo nada y punto. Pero no me mires con esa cara en forma de reproche XP
Anna Cobain Asakura: Y, qué puedo decir? Esta historia al final está siendo un 'semi UA' ya que Yoh si es shaman, y hay cosas de las cuales deben enterarse. Yo que vos, dejo de aprender cosas de Kurt, es mala influencia tanto para ti como para el ropero! Bueno, Anna no se murió, no te precipites tanto y deja de sumergirte en la depresión, porque a pesar de que la compartamos esto ya es un océano de lágrimas y oscuridad ^^U Cierto! Mi fic no es depresivo! Aleluya! Yo misma me sorprendí con esa, pero si quieres ver depresivo me avisas que tengo escritos dos que aún no he publicado (bueno, tres, pero este último mucho no me convence...) Este, Anna? Aún estás en el rincón llorando dramáticamente o ya hasta de vuelta conmigo? Bueno, estés o no estés, te digo una cosa: te voy a confiscar el ropero! El objeto ese te está haciendo daño y eso que no se mueve, te imaginas si se moviera? XP La verdad es que hoy me pase de copas, como puedo decir tremenda idiotez... Bueno, ves? Yo para calmarme me voy a tomar una Coca-Cola (con copas me refería a mi coca, no al alcohol, mal pensada!) a pesar de que mi familia me prohíba tomarla (desconsiderados!) Así que deja el ropero, y únete al club de Coca! ... Con tanta publicidad, los de Coca-Cola me tendrían que pasar algo de dinerillo... Sabes que tienes razón... la única forma de comunicarnos es por los reviews, pues yo le voy a encontrar una solución. Tienes MSN? Muchos besos!
AnNiTa AsAkUrA: Estoy seriamente pensando contratar guardaespaldas. Es qué acaso todos quieren matarme? No hay nadie que me quiera defender... *anna-chan se va a llorar al rincón dramáticamente (copiando técnica de Anna Cobain)* Bueno, he vuelto! Pero a Yoh le perdonamos todo, bueno... no se si esta es para perdonarla. Me lastimo sentimentalmente a la pobre de Annita! T.T Y tanto que me gusta la chica, es la única mujer en un anime que se banca todo sin ser dependiente de un hombre. Aguante la libertad femenina! Ya parezco feminista... Bueno, conclusión Yoh es un malcriado, pero uno muy lindo ^^
Kaoruluz: Otra más que me va a querer matar. Como siempre, yo en vez de hacerle caso a mis lectores, hago exactamente lo contrario ^^U Piden YohxAnna, y yo qué hago? Los separo... Así que no me queda otra más que pedir perdón ^^U
Hidrazaina: Pues ya actualice, espero que no te haya dado nada en el ínterin XP Bueno, yo a Manta-hámster te lo regalo. A mi no me gusta ningún tipo de roedor, pero no podía poner a Manta de perro, me lo imagine de hámster y ahí quedó XD Yo tengo el mismo problema que vos, al tostarme me dura una semana y nada más. Yo soy blanquita, bueno no tanto porque soy hija de padres de piel morocha, pero yo extrañamente salí rubia de ojos claros. Estoy considerando creer que soy adoptada. Bueno, en conclusión, soy blanca de ojos y cabello pero de piel soy más oscura, pero igual mi bronceado no dura nada. No es eso odioso? Te sacrificas bajo el sol por una semana para que el color tostado sólo dure menos de cinco días... =_=
Rosalyn: Tu eres nueva por aquí... Welcome! Bueno, como verás, la bala no le dio! Bueno, si le dio pero no fue un impacto mortal ^^U Muchas gracias por los halagos!
Anna Asakura: Leíste bien, Yoh es un shaman ^^ Sino, de dónde saca la habilidad con la espada (o ramita) para pelear contra cinco maleantes? Además, eso va a quedar explicado más adelante. Y si, el Sr. Asakura es un tramposo, pero todos los que hacen su dinero de la forma en que él la hizo son corruptos y tramposos. Bueno, pues gracias por todo! Me he dado cuenta que tu te fijasen cada detalle del fic, eso es genial!
