Capítulo X
¡Qué inoportuno!
Al fin había amanecido, eran ya las 11 de la mañana. Un chico de rojos cabellos descansaba plácidamente en su cama provisional; dormía como un bebé.
- ¡¡Ron!! ¡¡Ron!!- gritó Hermione despertando a su amigo y quitándole las cobijas de encima.
- ¡Qué pasa!- preguntó él, mientras se ponía de pie de un brinco.
- Me llegó una carta de Harry. Está en mi cuarto- dijo Hermione apresurada- ¿qué esperas? Vamos.
- Esta bien- respondió Ron de mala gana- Ve yendo ...tengo que cambiarme.
- Ah...de acuerdo- aceptó Hermione un poco avergonzada. Por la prisa, no notó que su amigo estaba en boxers.- Voy...a mi cuarto..-decía. Hermione miraba a Ron atontada y chocó con el marco de la puerta.
La chica corrió hacia su habitación aún conmocionada. No podía sacar de su mente aquellas formas tan perfectas, aquellas líneas que dibujaban armoniosamente el cuerpo de Ron.
Hermione: "¿Qué haces? ¿Qué se supone que estas haciendo, Hermione? No deberías imaginarte a Ron...a-así. Que pervertida eres, y lo peor es que es a Ron a quien imaginas así...Aunque no está tan mal...no no, ya no pienses en eso."
Hermione llegó a su cuarto y lo primero que hizo fue tomar una carta de su escritorio, carta que era custodiada por Hedwing, la fiel lechuza del remitente de la nota: Harry Potter.
- Veamos esa carta- dijo Ron llegando a la habitación- ¡Hedwing!- añadió, dirigiéndose a acariciar al blanco animal-¿ya la abriste?¿Qué dice?
- Aún no la eh abierto- contestó Hermione- tengo miedo...¿y si tal vez Harry se adelantó a la carta del colegio y nos expulsan?- explicó con la mirada perdida.
- Que imaginación tienes, Herm. Eso no pasará- comentó Ron alejándose de Hedwing y colocándose cercano a Hermione- no serán tan tontos como para perder a una alumna como tu...o a un bobo como yo...- formuló Ron poniendo una mano sobre el hombro e su amiga.
Ante esto, Hermione reaccionó con una sonrisa. Se armó de valor y abrió el sobre que traía en manos. La carta, con marcas de tinta definidas, decía:
Ron y Hermione:
¿¡Dónde diablos están?! Se supone que solo debían ir y venir. Nada más una visita corta. ¡Supongo Que olvidaron que fácilmente se notaria su ausencia! Dumbledore los está buscando como loco, mandó a personas a buscarlos. Ron, tu mamá casi muere de un infarto al enterarse de tu desaparición. No saben todo el alboroto que causaron. Ah..y cómo olvidar el interrogatorio que todos los profesores me hicieron. ¡Nunca había visto a tantas personas en mi contra! Espero que conecten de nuevo sus cerebros y vuelvan lo más pronto posible. Ya dejen sus vacaciones y ¡REGRESEN!
Harry P.
- Vaya que Harry estaba molesto- empezó Ron aún sin quitar los ojos de la carta.
- Si...veo que la pasó muy mal- agregó Hermione
- Nos vamos ahora mismo- declaró Ron saliendo de la habitación.
- No, Ron- expuso Hermione, deteniendo a Ron con sus palabras- tengo que ver a mis padres una vez más...para despedirme.
- Está bien- dijo Ron secamente- pero mañana a primera hora nos vamos.
- Gracias
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *
Los chicos tomaron un rápido desayuno, si se le puede llamar desayuno a huevos carbonizados , leche helada y pan más duro que una roca. Como vemos, Hermione no era una chef profesional y Ron no era un experto culinario.
- Ya....n-no deseo más- sostuvo Ron con la cara verde y con una expresión de asco hacia un plato de cosas indigeridles.
- Yo tampoco- añadió Hermione con el mismo rostro de Ron- mejor vámonos o sino se hará tarde para el horario de visitas.
- Creo que es lo mejor para nuestros estómagos- afirmó Ron tomando su chaqueta y esperando a Hermione en la puerta. El chico no había esperado para ir volando a la salida más cercana.
Ron aguardó a que su amiga subiera al auto. Después de eso, encendió el auto rumbo al Hospital Wellingtong. Llegaron y vieron que estaba más vacío de lo normal.
- Disculpe. Señorita- articuló Hermione.
- ¿Si?- preguntó amablemente la enfermera.
- Eh...¿en qué habitación se encuentran los señores Granger?
- En la 166 y 165...por aquel pasillo- respondió la enfermera señalando un corredor.
- Gracias
Los muchachos llegaron a la habitación de la Señora Granger y vieron que una enfermera salía del cuarto.
- Disculpe...¿podremos entrar?- interrogó Hermione.
- Su madre está descansando- contestó - pero pueden entrar si me prometen no hacer ruido.
- De acuerdo- afirmaron Ron y Hermione al mismo tiempo.
- Bueno, entonces pasen- añadió la enfermera abriendo la puerta.
Hermione se acercó a la orilla de la cama, contempló a su madre y se sintió feliz por verla de nuevo. Prendió una pequeña lámpara y luego se sentó en un mueble nuevamente, junto a Ron. Pensativa, recordando lo que pasó la noche anterior, solo se quedó en silencio. El entero asunto de sus padres, la carta...la habían desviado de ese tema tan importante.
- Ron...-empezó diciendo Hermione en un tono algo alto.
- Shhhhh-musitó Ron mirando a Hermione extrañado- ¿no quieres despertar a tu mamá o si?- susurró.
- No-contestó Hermione, ahora susurrando como Ron- pero tengo algo importante que decirte- murmuró ella al mismo tiempo que abandonaba la razón y se envolvía entre los ojos de Ron.
- Dime- bisbisó Ron, tratando parecer lo más natural que podía, cosa que no logró mantener por más de cinco segundos. Él deseaba tanto esa respuesta, como los alquimistas la vida eterna, cosas que no eran muy diferentes para Ron.
- Respecto a lo de la noche pasada....yo...sola...-Hermione no podía terminar la frase. Sentía un nudo en la garganta, un vacío en el estómago, un cosquilleo por su cuerpo; su respiración se aceleraba cada vez más, su sangre era bombeada más rápido de lo normal, su corazón palpitaba tanto que parecía de se iba a salir. Sus manos sudaban y de pronto sintió que los escasos milímetros que la separaban de su amigo se hacían humo, tenía que decirlo ahora. Su corazón no aguantaba tantos secretos en él- quiero decirte que tu también.....
Hermione no pudo contenerse y besó a Ron, a quien tomó por sorpresa. Ambos chicos se congelaron en el beso. La sangre en sus venas parecían detenerse en ese instante.
El beso de Hermione lo decía todo: Ella sentía lo mismo por Ron. Pero en ese momento, su amigo no lo demostraba, ya que el beso de la chica no fue correspondido. Por eso, ella dejó al pelirrojo y ambos se miraron perplejos en una casi total oscuridad.
- L-lo siento, Ron- dijo la chica- no,no se que me pasó...pensé que tu..l- lo siento- terminó diciendo Hermione, decepcionada y visiblemente avergonzada.
- No, Hermione- agregó Ron- no te preocupes.
Esas palabras no quitaron el rubor y la tristeza del rostro de Hermione. Sin explicación alguna, Ron se acercó a Hermione. El néctar de sus labios se hacían tan apetecibles , tanto para Ron , como hace momentos para su amiga. Ella aún no se percataba de aquella cercanía, tenía los ojos en otra parte, en otro mundo. Ron tomó el rostro de la chica, y la hizo mirarlo a los ojos. La vió y la encontró más bella que nunca. La proximidad del uno con el otro agravó la situación.
Las paladinas ansias de un beso se hicieron más evidentes, hasta que en un punto fueron intolerables. Era como estar a un paso del paraíso, pero sin poder tocarlo. La absurda cohibición de Ron se diluyó en las incesantes miradas de los dos.
El chico se acercó más a Hermione y sus labios concibieron un cautivador y tan esperado beso. Ron y Hermione se sumergieron en un abismal sueño, un estado donde la razón y la coherencia no eran nada, sólo había espacio para ellos dos. Finalmente, después de seis años, ambos probaron una pieza del amor, saborearon como era ser querido por otra persona, cómo el cariño hacia alguien, era correspondido de la misma forma.
Las manos de Hermione acariciaron el cabello de Ron en un minuto de inconciencia. El muchacho sintió aquellas caricias que hicieron el sabor de los labios de su amigas aún más sublime.
Mientras ambos compartían aquel dulce beso, que iba evolucionando de atolondrado a dulce, eran absorbidos de la realidad, a la que pronto volvieron al escuchar que alguien se aproximaba a la puerta. Contra su voluntad se separaron lo más veloz que pudieron. Y felizmente lo hicieron porque la persona que ahora estaba en la habitación era el Señor Granger, quien además le quitó toda la magia al momento.
- ¿Qué hacen aquí?- dijo él, mientras encendía las luces que estaban apagadas por estar la señora Granger durmiendo.
- Na-nada papá- contestó Hermione deseando no estar ahí sino en Hogwarts- estáabamos esperando que mamá despierte pero tú ya lo hiciste.
- Querido...los chicos tuvieron la consideración que tu no mostraste- añadió la señora Granger defendiendo a su hija y a Ron- ya déjalos en paz.
- Está bien-dijo el señor G.- como tú digas cielo. ¡Pero NO LOS QUIERO VOLVER A VER ASÍ EH?! - amenazó.
- Pero papá- dijo Hermione- no hacíamos nada malo.
- Bueno...añadió el padre de la chica , alejando la mirada de ellos.
El padre y la madre de Hermione hablaban por un momento, mientras que su hija estaba ocupada en sus propios asuntos.
- Ron...Ron...-murmuró Hermione tratando de captar la atención del muchacho, pero sin lograrlo- ¡Ron!- agregó, dándole un codazo.
- ¡Ouch! ¿Qué?- dijo Ron adolorido.
- Ron...tienes....-explicó la chica señalando sus labios algo abochornada. Ya empezaba a comprender porqué su padre estaba tan enfadado, Ron tenía rastros de brillo labial, obviamente de Hermione.
Ron siguió el consejo de Hermione algo avergonzado. De verdad era embarazoso para él y lo hubiera sido para cualquier chico, tener brillo labial en frente del padre de su "¿novia?"
Después de aquella vergonzosa situación y varios instantes en silencio, con miradas de verdugo por parte del Señor Granger a on y todo, Hermione y el muchacho decidieron irse. Ya eran las 4 de la tarde y el horario de visitas había terminado.
- Adiós mamá- se despidió Hermione abrazándo a su papá y mamá.
- Adiós hijita- dijo su papá.
- Hasta luego hija- contestó su mamá- querido,¿le contaste a Hermi lo que pasó?
- No ¿y tu?- preguntó el Señor Granger.
- Tampoco.
- ¿Qué no me contaron?- preguntó la chica
- Lo que pasó, hija- respondió la Sra. Granger- el día del accidente, nos dirigíamos a una cabaña. Planeábamos comprarla para ir allá en invierno- Estábamos en la carretera y era de noche; justo antes de que ocurriera todo , vimos una luz, muy brillante- explicaba la Señora Granger detalle a detalle- juraría que vi un hombre con capa negra volando por el cielo...pero es solo mi imaginación- terminó diciendo.
Las reacciones de los chicos no eran las que esperaban los padres de Hermione. Los rostros de su hija y su amigo estaban petrificados y sus ojos solo decían una palabra: mortífagos.
- ¿Sucede algo hija?- preguntó preocupado su padre.
- N-no , nada papá- contestó Hermione.
- ¿Y tu zanahorio? ¿Qué te pasa?- interrogó el señor G.
- No soy ningún zanahorio, señor- dijo Ron indignado- y no me sucede nada.
- S-será mejor que nos vayamos- propuso Hermione, tomando sus cosas- adiós papá y mamá- agregó dirigiéndose a la puerta.
- Adiós hijita- dijeron sus padres al mismo tiempo.
- Adiós señores- se despidió Ron.
- Adiós zanahorio- contestó el Señor Granger.
Ron enfureció y si no hubiera sido por Hermione, su suegro ya estaría muerto.
- Ron, tenemos que decirle esto a Dumbledore - dijo Hermione consternada mientras cerraba la puerta detrás de ella.
- Lo sé- añadió Ron- pero no podemos irnos ahora porque oscurecerá y será demasiado peligroso. Debemos esperar hasta mañana.
- Tienes razón , Ron- apoyó Hermione.
- Hermione ¿ no te parece raro que esto pase y...? Draco lo sabía- comentó Ron acongojado.
- También pensaba en eso...- asintió Hermione.
- Ese Malfoy...estoy seguro que tuvo algo que ver- explicó el chico con odio en la palabra.
- Ya olvidemos esto por ahora- propuso Hermione- vamos a casa a empacar nuestras cosas- dijo- después podríamos ir a pasear un rato- añadió sonriente.
- Seguro- aceptó Ron- vámonos.
Ron y Hermione llegaron a casa y se llevaron una no muy grata sorpresa.
- ¡No! - gritó Hermione- no tengo la llave, debía dejarla adentro- añadió, mientras seguía buscando en su bolso compulsivamente- pero no importa. Hay otra forma de entrar a la casa- comentó la chica empezando a caminar- sígueme Ron.
Ella y su amigo caminaron hasta el extremo Oriente de la casa.
- Aquí es- dijo Hermione junto a una entrada en el piso.
- ¿Qué es esto?- señaló Ron confundido.
- Es otra entrada- contestó la chica- veras...esta es la entrada, mejor dicho, ventana del sótano, que luego nos llevará a la casa.
- Ah ya. Bueno ¿quién entra primero?¿las damas?- preguntó Ron haciendo una reverencia.
- Por supuesto- contestó Hermione- entra, Ron.
- ¿Qué?- interrogo el muchacho
- Jajajaja...era una broma. Espera..tienes un poco de brillo todavía- explicó Hermione mofándose de su amigo- déjame ayudarte- dijo ella mientras limpiaba los restos de brillo de fruta de los labios de Ron. Rodeó con yema de los dedos la boca de el chico, al mismo tiempo que lo limpiaba lo miró a los ojos y notó que ya no miraba a Ron con los mismos ojos que antes: ahora lo quería más.
Ron también se sentía diferente respecto a Hermione, sentía que cada una de sus sonrisas significaba algo diferente, le decían algo distinto. La sonrisa que en ese momento le dedicó decía un sincero "te quiero"
Hermione besó la mejilla de Ron y dijo:
- Entraré yo primero.
- Está bien- aceptó el pelirrojo.
Hermione entró por la pequeña y estrecha ventana, le siguió Ron, quien ingresó con más dificultad. El muchacho cerró la ventana y encendió la única lámpara del lugar.
- Ron...
- ¿Si, Herm?- preguntó el muchacho.
- La puerta no se abre- dijo, forzando la manija sin llegar a ninguna parte.
- No te preocupes- agregó Ron- saldremos por la ventana en un minu....
Ron forzó el seguro de la ventana, buscó su varita en su saco. Maldijo haberla olvidado y dijo:
- Herm...estamos encerrados.
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *
Holaps:
AL FIN!!!!! Salí del capullo de estas "vacaciones" y escribí (como ven) un nuevo capítulo. Este break me sirvió para captar nuevas ideitas diabólicas para Ron y Hermione (muajaja, no saben lo que tengo entre manos) y relajarme un poco, pero me di cuenta que los fics me relajaban más que la tv. . Estoy de vacaciones ahora, pero pronto estaré de nuevo en el cole. Haré todo lo posible para no demorar tanto en actualizar este fic, el único que tengo. No sé como otras autoras tienen 5,4 fics al mismo tiempo y los actualizan todos. :o
Bueno... le quiero dar gracias a Melania Weasley, por tus palabras de aliento para seguir el fic y no dejarlo a la mitad; poly-14, me encantaron tus comentarios, de verdad que me subieron los ánimos; Lipi Weasly, thanks por 100pre leer el fic y tu review, gracias, gracias; MaPi que tb 100pre lee el fic, gracias MaPi!!!! caroLinna , eso de los fines de semana es verdad; HermioneWP, gracias por tu review, me ayudó mucho.
Gracias a xxx por su ayuda en escribir este capítulo. Ya sabes que el problemita no pudo detenerme eh?
En el próximo capítulo...qué pasará en el sótano de los Granger?????saldrán los chicos de su prisión del sótano??? Si llegan a salir...regresarán al colegio????????'que pasará con los mortífagos y la escuela??????
¡Qué inoportuno!
Al fin había amanecido, eran ya las 11 de la mañana. Un chico de rojos cabellos descansaba plácidamente en su cama provisional; dormía como un bebé.
- ¡¡Ron!! ¡¡Ron!!- gritó Hermione despertando a su amigo y quitándole las cobijas de encima.
- ¡Qué pasa!- preguntó él, mientras se ponía de pie de un brinco.
- Me llegó una carta de Harry. Está en mi cuarto- dijo Hermione apresurada- ¿qué esperas? Vamos.
- Esta bien- respondió Ron de mala gana- Ve yendo ...tengo que cambiarme.
- Ah...de acuerdo- aceptó Hermione un poco avergonzada. Por la prisa, no notó que su amigo estaba en boxers.- Voy...a mi cuarto..-decía. Hermione miraba a Ron atontada y chocó con el marco de la puerta.
La chica corrió hacia su habitación aún conmocionada. No podía sacar de su mente aquellas formas tan perfectas, aquellas líneas que dibujaban armoniosamente el cuerpo de Ron.
Hermione: "¿Qué haces? ¿Qué se supone que estas haciendo, Hermione? No deberías imaginarte a Ron...a-así. Que pervertida eres, y lo peor es que es a Ron a quien imaginas así...Aunque no está tan mal...no no, ya no pienses en eso."
Hermione llegó a su cuarto y lo primero que hizo fue tomar una carta de su escritorio, carta que era custodiada por Hedwing, la fiel lechuza del remitente de la nota: Harry Potter.
- Veamos esa carta- dijo Ron llegando a la habitación- ¡Hedwing!- añadió, dirigiéndose a acariciar al blanco animal-¿ya la abriste?¿Qué dice?
- Aún no la eh abierto- contestó Hermione- tengo miedo...¿y si tal vez Harry se adelantó a la carta del colegio y nos expulsan?- explicó con la mirada perdida.
- Que imaginación tienes, Herm. Eso no pasará- comentó Ron alejándose de Hedwing y colocándose cercano a Hermione- no serán tan tontos como para perder a una alumna como tu...o a un bobo como yo...- formuló Ron poniendo una mano sobre el hombro e su amiga.
Ante esto, Hermione reaccionó con una sonrisa. Se armó de valor y abrió el sobre que traía en manos. La carta, con marcas de tinta definidas, decía:
Ron y Hermione:
¿¡Dónde diablos están?! Se supone que solo debían ir y venir. Nada más una visita corta. ¡Supongo Que olvidaron que fácilmente se notaria su ausencia! Dumbledore los está buscando como loco, mandó a personas a buscarlos. Ron, tu mamá casi muere de un infarto al enterarse de tu desaparición. No saben todo el alboroto que causaron. Ah..y cómo olvidar el interrogatorio que todos los profesores me hicieron. ¡Nunca había visto a tantas personas en mi contra! Espero que conecten de nuevo sus cerebros y vuelvan lo más pronto posible. Ya dejen sus vacaciones y ¡REGRESEN!
Harry P.
- Vaya que Harry estaba molesto- empezó Ron aún sin quitar los ojos de la carta.
- Si...veo que la pasó muy mal- agregó Hermione
- Nos vamos ahora mismo- declaró Ron saliendo de la habitación.
- No, Ron- expuso Hermione, deteniendo a Ron con sus palabras- tengo que ver a mis padres una vez más...para despedirme.
- Está bien- dijo Ron secamente- pero mañana a primera hora nos vamos.
- Gracias
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Los chicos tomaron un rápido desayuno, si se le puede llamar desayuno a huevos carbonizados , leche helada y pan más duro que una roca. Como vemos, Hermione no era una chef profesional y Ron no era un experto culinario.
- Ya....n-no deseo más- sostuvo Ron con la cara verde y con una expresión de asco hacia un plato de cosas indigeridles.
- Yo tampoco- añadió Hermione con el mismo rostro de Ron- mejor vámonos o sino se hará tarde para el horario de visitas.
- Creo que es lo mejor para nuestros estómagos- afirmó Ron tomando su chaqueta y esperando a Hermione en la puerta. El chico no había esperado para ir volando a la salida más cercana.
Ron aguardó a que su amiga subiera al auto. Después de eso, encendió el auto rumbo al Hospital Wellingtong. Llegaron y vieron que estaba más vacío de lo normal.
- Disculpe. Señorita- articuló Hermione.
- ¿Si?- preguntó amablemente la enfermera.
- Eh...¿en qué habitación se encuentran los señores Granger?
- En la 166 y 165...por aquel pasillo- respondió la enfermera señalando un corredor.
- Gracias
Los muchachos llegaron a la habitación de la Señora Granger y vieron que una enfermera salía del cuarto.
- Disculpe...¿podremos entrar?- interrogó Hermione.
- Su madre está descansando- contestó - pero pueden entrar si me prometen no hacer ruido.
- De acuerdo- afirmaron Ron y Hermione al mismo tiempo.
- Bueno, entonces pasen- añadió la enfermera abriendo la puerta.
Hermione se acercó a la orilla de la cama, contempló a su madre y se sintió feliz por verla de nuevo. Prendió una pequeña lámpara y luego se sentó en un mueble nuevamente, junto a Ron. Pensativa, recordando lo que pasó la noche anterior, solo se quedó en silencio. El entero asunto de sus padres, la carta...la habían desviado de ese tema tan importante.
- Ron...-empezó diciendo Hermione en un tono algo alto.
- Shhhhh-musitó Ron mirando a Hermione extrañado- ¿no quieres despertar a tu mamá o si?- susurró.
- No-contestó Hermione, ahora susurrando como Ron- pero tengo algo importante que decirte- murmuró ella al mismo tiempo que abandonaba la razón y se envolvía entre los ojos de Ron.
- Dime- bisbisó Ron, tratando parecer lo más natural que podía, cosa que no logró mantener por más de cinco segundos. Él deseaba tanto esa respuesta, como los alquimistas la vida eterna, cosas que no eran muy diferentes para Ron.
- Respecto a lo de la noche pasada....yo...sola...-Hermione no podía terminar la frase. Sentía un nudo en la garganta, un vacío en el estómago, un cosquilleo por su cuerpo; su respiración se aceleraba cada vez más, su sangre era bombeada más rápido de lo normal, su corazón palpitaba tanto que parecía de se iba a salir. Sus manos sudaban y de pronto sintió que los escasos milímetros que la separaban de su amigo se hacían humo, tenía que decirlo ahora. Su corazón no aguantaba tantos secretos en él- quiero decirte que tu también.....
Hermione no pudo contenerse y besó a Ron, a quien tomó por sorpresa. Ambos chicos se congelaron en el beso. La sangre en sus venas parecían detenerse en ese instante.
El beso de Hermione lo decía todo: Ella sentía lo mismo por Ron. Pero en ese momento, su amigo no lo demostraba, ya que el beso de la chica no fue correspondido. Por eso, ella dejó al pelirrojo y ambos se miraron perplejos en una casi total oscuridad.
- L-lo siento, Ron- dijo la chica- no,no se que me pasó...pensé que tu..l- lo siento- terminó diciendo Hermione, decepcionada y visiblemente avergonzada.
- No, Hermione- agregó Ron- no te preocupes.
Esas palabras no quitaron el rubor y la tristeza del rostro de Hermione. Sin explicación alguna, Ron se acercó a Hermione. El néctar de sus labios se hacían tan apetecibles , tanto para Ron , como hace momentos para su amiga. Ella aún no se percataba de aquella cercanía, tenía los ojos en otra parte, en otro mundo. Ron tomó el rostro de la chica, y la hizo mirarlo a los ojos. La vió y la encontró más bella que nunca. La proximidad del uno con el otro agravó la situación.
Las paladinas ansias de un beso se hicieron más evidentes, hasta que en un punto fueron intolerables. Era como estar a un paso del paraíso, pero sin poder tocarlo. La absurda cohibición de Ron se diluyó en las incesantes miradas de los dos.
El chico se acercó más a Hermione y sus labios concibieron un cautivador y tan esperado beso. Ron y Hermione se sumergieron en un abismal sueño, un estado donde la razón y la coherencia no eran nada, sólo había espacio para ellos dos. Finalmente, después de seis años, ambos probaron una pieza del amor, saborearon como era ser querido por otra persona, cómo el cariño hacia alguien, era correspondido de la misma forma.
Las manos de Hermione acariciaron el cabello de Ron en un minuto de inconciencia. El muchacho sintió aquellas caricias que hicieron el sabor de los labios de su amigas aún más sublime.
Mientras ambos compartían aquel dulce beso, que iba evolucionando de atolondrado a dulce, eran absorbidos de la realidad, a la que pronto volvieron al escuchar que alguien se aproximaba a la puerta. Contra su voluntad se separaron lo más veloz que pudieron. Y felizmente lo hicieron porque la persona que ahora estaba en la habitación era el Señor Granger, quien además le quitó toda la magia al momento.
- ¿Qué hacen aquí?- dijo él, mientras encendía las luces que estaban apagadas por estar la señora Granger durmiendo.
- Na-nada papá- contestó Hermione deseando no estar ahí sino en Hogwarts- estáabamos esperando que mamá despierte pero tú ya lo hiciste.
- Querido...los chicos tuvieron la consideración que tu no mostraste- añadió la señora Granger defendiendo a su hija y a Ron- ya déjalos en paz.
- Está bien-dijo el señor G.- como tú digas cielo. ¡Pero NO LOS QUIERO VOLVER A VER ASÍ EH?! - amenazó.
- Pero papá- dijo Hermione- no hacíamos nada malo.
- Bueno...añadió el padre de la chica , alejando la mirada de ellos.
El padre y la madre de Hermione hablaban por un momento, mientras que su hija estaba ocupada en sus propios asuntos.
- Ron...Ron...-murmuró Hermione tratando de captar la atención del muchacho, pero sin lograrlo- ¡Ron!- agregó, dándole un codazo.
- ¡Ouch! ¿Qué?- dijo Ron adolorido.
- Ron...tienes....-explicó la chica señalando sus labios algo abochornada. Ya empezaba a comprender porqué su padre estaba tan enfadado, Ron tenía rastros de brillo labial, obviamente de Hermione.
Ron siguió el consejo de Hermione algo avergonzado. De verdad era embarazoso para él y lo hubiera sido para cualquier chico, tener brillo labial en frente del padre de su "¿novia?"
Después de aquella vergonzosa situación y varios instantes en silencio, con miradas de verdugo por parte del Señor Granger a on y todo, Hermione y el muchacho decidieron irse. Ya eran las 4 de la tarde y el horario de visitas había terminado.
- Adiós mamá- se despidió Hermione abrazándo a su papá y mamá.
- Adiós hijita- dijo su papá.
- Hasta luego hija- contestó su mamá- querido,¿le contaste a Hermi lo que pasó?
- No ¿y tu?- preguntó el Señor Granger.
- Tampoco.
- ¿Qué no me contaron?- preguntó la chica
- Lo que pasó, hija- respondió la Sra. Granger- el día del accidente, nos dirigíamos a una cabaña. Planeábamos comprarla para ir allá en invierno- Estábamos en la carretera y era de noche; justo antes de que ocurriera todo , vimos una luz, muy brillante- explicaba la Señora Granger detalle a detalle- juraría que vi un hombre con capa negra volando por el cielo...pero es solo mi imaginación- terminó diciendo.
Las reacciones de los chicos no eran las que esperaban los padres de Hermione. Los rostros de su hija y su amigo estaban petrificados y sus ojos solo decían una palabra: mortífagos.
- ¿Sucede algo hija?- preguntó preocupado su padre.
- N-no , nada papá- contestó Hermione.
- ¿Y tu zanahorio? ¿Qué te pasa?- interrogó el señor G.
- No soy ningún zanahorio, señor- dijo Ron indignado- y no me sucede nada.
- S-será mejor que nos vayamos- propuso Hermione, tomando sus cosas- adiós papá y mamá- agregó dirigiéndose a la puerta.
- Adiós hijita- dijeron sus padres al mismo tiempo.
- Adiós señores- se despidió Ron.
- Adiós zanahorio- contestó el Señor Granger.
Ron enfureció y si no hubiera sido por Hermione, su suegro ya estaría muerto.
- Ron, tenemos que decirle esto a Dumbledore - dijo Hermione consternada mientras cerraba la puerta detrás de ella.
- Lo sé- añadió Ron- pero no podemos irnos ahora porque oscurecerá y será demasiado peligroso. Debemos esperar hasta mañana.
- Tienes razón , Ron- apoyó Hermione.
- Hermione ¿ no te parece raro que esto pase y...? Draco lo sabía- comentó Ron acongojado.
- También pensaba en eso...- asintió Hermione.
- Ese Malfoy...estoy seguro que tuvo algo que ver- explicó el chico con odio en la palabra.
- Ya olvidemos esto por ahora- propuso Hermione- vamos a casa a empacar nuestras cosas- dijo- después podríamos ir a pasear un rato- añadió sonriente.
- Seguro- aceptó Ron- vámonos.
Ron y Hermione llegaron a casa y se llevaron una no muy grata sorpresa.
- ¡No! - gritó Hermione- no tengo la llave, debía dejarla adentro- añadió, mientras seguía buscando en su bolso compulsivamente- pero no importa. Hay otra forma de entrar a la casa- comentó la chica empezando a caminar- sígueme Ron.
Ella y su amigo caminaron hasta el extremo Oriente de la casa.
- Aquí es- dijo Hermione junto a una entrada en el piso.
- ¿Qué es esto?- señaló Ron confundido.
- Es otra entrada- contestó la chica- veras...esta es la entrada, mejor dicho, ventana del sótano, que luego nos llevará a la casa.
- Ah ya. Bueno ¿quién entra primero?¿las damas?- preguntó Ron haciendo una reverencia.
- Por supuesto- contestó Hermione- entra, Ron.
- ¿Qué?- interrogo el muchacho
- Jajajaja...era una broma. Espera..tienes un poco de brillo todavía- explicó Hermione mofándose de su amigo- déjame ayudarte- dijo ella mientras limpiaba los restos de brillo de fruta de los labios de Ron. Rodeó con yema de los dedos la boca de el chico, al mismo tiempo que lo limpiaba lo miró a los ojos y notó que ya no miraba a Ron con los mismos ojos que antes: ahora lo quería más.
Ron también se sentía diferente respecto a Hermione, sentía que cada una de sus sonrisas significaba algo diferente, le decían algo distinto. La sonrisa que en ese momento le dedicó decía un sincero "te quiero"
Hermione besó la mejilla de Ron y dijo:
- Entraré yo primero.
- Está bien- aceptó el pelirrojo.
Hermione entró por la pequeña y estrecha ventana, le siguió Ron, quien ingresó con más dificultad. El muchacho cerró la ventana y encendió la única lámpara del lugar.
- Ron...
- ¿Si, Herm?- preguntó el muchacho.
- La puerta no se abre- dijo, forzando la manija sin llegar a ninguna parte.
- No te preocupes- agregó Ron- saldremos por la ventana en un minu....
Ron forzó el seguro de la ventana, buscó su varita en su saco. Maldijo haberla olvidado y dijo:
- Herm...estamos encerrados.
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AL FIN!!!!! Salí del capullo de estas "vacaciones" y escribí (como ven) un nuevo capítulo. Este break me sirvió para captar nuevas ideitas diabólicas para Ron y Hermione (muajaja, no saben lo que tengo entre manos) y relajarme un poco, pero me di cuenta que los fics me relajaban más que la tv. . Estoy de vacaciones ahora, pero pronto estaré de nuevo en el cole. Haré todo lo posible para no demorar tanto en actualizar este fic, el único que tengo. No sé como otras autoras tienen 5,4 fics al mismo tiempo y los actualizan todos. :o
Bueno... le quiero dar gracias a Melania Weasley, por tus palabras de aliento para seguir el fic y no dejarlo a la mitad; poly-14, me encantaron tus comentarios, de verdad que me subieron los ánimos; Lipi Weasly, thanks por 100pre leer el fic y tu review, gracias, gracias; MaPi que tb 100pre lee el fic, gracias MaPi!!!! caroLinna , eso de los fines de semana es verdad; HermioneWP, gracias por tu review, me ayudó mucho.
Gracias a xxx por su ayuda en escribir este capítulo. Ya sabes que el problemita no pudo detenerme eh?
En el próximo capítulo...qué pasará en el sótano de los Granger?????saldrán los chicos de su prisión del sótano??? Si llegan a salir...regresarán al colegio????????'que pasará con los mortífagos y la escuela??????