Despertar
Los profesores, y Harry, Draco, Ginny y Ron fueron llamados por Dumbledore.
Se encontraban sentados todos delante de la mesa del director, los profesores (que eran McGonagall, Snape, y la profesora Hunt) a un lado, y los alumnos al otro.
Todos miraban expectantes a Dumbledore, parecía muy cansado, lo cierto es que casi no había dormido desde que ocurrió el "ataque" a la señorita Granger.
- Bueno, como ya debéis suponer, os he llamado para hablaros de la señorita Granger.
Todos asintieron.
- Anoche, mediante un hechizo, invoqué a la diosa Lórien – las caras asombradas de los profesores hicieron comprender a los alumnos que eso no era nada fácil, ahora comprendían el cansancio del director – Hermione despertará.
Un sentimiento de alivio recorrió los cuerpos de los presentes excepto el de uno. No sabia porqué, pero Draco no sintió ningún alivio al mirar a Dumbledore, su mirada reflejaba el más absoluto abatimiento.
Poco a poco todos se dieron cuenta de la fachada del director.
- Albus, ¿qué pasa? – preguntó McGonagall.
- La señorita Granger despertará sólo durante un corto periodo de tiempo, tan solo como una pequeña tregua para intentar descubrir una solución. Harry, Ron, Ginny, ¿les importaría salir un momento? – era una pregunta pero la voz del director dejó bien claro que no debían rechistar.
Murmurando algunas cosas salieron del despacho y Dumbledore, junto con los profesores, miró fijamente a Draco, cosa que a él no le agradó ni lo más mínimo.
- Señor Malfoy, todos aquí sabemos de los sentimientos que usted profesa a la señorita Granger – Draco iba a hablar pero con un movimiento de su mano, Dumbledore le detuvo – sólo hay una manera de salvar a la señorita Granger.
- ¿Cual? – preguntaron todos ansiosos, aunque Dumbledore seguía mirando a Draco.
- Que demuestres tu amor por ella.
El silencio se hizo en el despacho, Draco no entendía bien la situación, y aun con un poco de vergüenza dijo:
- Pero...¿ya esta?¿sólo eso? Eso puedo hacerlo enseguida
- Me temo que no es tan sencillo, debes demostrar que el vuestro es amor verdadero, que usted y la señorita Granger se gusten o se aprecien mutuamente no implica que sea amor verdadero.
- ¿Entonces que puedo hacer?
- No lo sé señor Malfoy, no lo sé – respondió abatido el director – por favor Severus, haz pasar a los demás.
Harry, Ginny y Ron pasaron nuevamente al despacho, mirando continuamente a Draco, pensando que es lo que el director quería decirle al chico que ello no pudieran oír (aunque lo había intentado escuchando por detrás de la puerta, pero sin éxito).
- La diosa Lórien me dijo tan solo una cosa, que el amor está por encima de todo.
Todos quedaron algo sorprendidos, eso no les servia de nada, no les daba ninguna pista para salvar a Hermione.
Draco sin embargo, se había quedado pensando, esa frase creía haberla oído antes, le resultaba familiar.
Pensó y pensó.
* * * * flash back * * * *
Draco cerró el libro, todas esas historias de princesas y rosas que reviven...bah, tonterías.
Aunque hay una cosa que si es cierta...el amor esta por encima de todo.
"incluso por encima de mi orgullo"
* * * * fin flash back * * * *
todos miraban a Malfoy, parecía ausente cuando de pronto abrió ampliamente los ojos y murmuró:
- el libro...
Y acto seguido se levantó aceleradamente de su silla (casi tirándola al suelo) y salió corriendo del despacho. Snape miró a McGonagall, y ésta a su vez miró a Dumbledore, quien se encontraba, como todos los restantes, mirando en dirección a la puerta.
Minutos después Draco apareció nuevamente, agitado por la carrera, con un fino libro muggle entre sus manos.
Con las piernas aún temblorosas se acercó a Dumbledore y le entregó el libro. Todos pensaban lo mismo "¿cómo iba a ayudar ese librito?"
Draco, intentando reestablecer su respiración, se dispuso a hablar.
- Hace unos días leí esta historia, no se sabe si es leyenda o no, pero habla de una rosa del amor que revivió a una joven – Draco sabia que no era gran cosa, que una estúpida leyenda no iba a salvar a Hermione, pero ¿qué otra cosa podía hacer? - ¿es eso posible? ¿esa flor existe?
- En el mundo de la magia todo es posible – respondió Dumbledore con los ojos entrecerrados ojeando el libro – pero por desgracia no tengo conocimiento de una rosa capaz de hacer tal cosa.
Los cuatro alumnos, conscientes de que había estado aguantando la respiración, resoplaron sonoramente.
- Pero....- Dumbledore volteó hacia su chimenea, cogió polvos flu y metiendo su cabeza en la chimenea llamó a la profesora Sprout a su despacho – posiblemente ella sepa algo.
Cuando por fin apareció la profesora Sprout, Dumbledore le preguntó acerca de la rosa del amor.
- Lo siento Albus, - dijo ella apenada – pero no creo que exista ninguna rosa del amor.
Draco se derrumbó, aunque pequeña, había creido encontrar una pista, algo en lo que sostenerse.
- ¿Sabes si hay algo que sobrepase el poder de los dioses? – preguntó McGonagall a su colega.
- No....bueno....podría ser...- todos levantaron las cabezas y dirigieron sus miradas hacia la regordeta profesora- ....sinceramente nunca he creído en esas cosas...es un mito....todos los "botánicos" del mundo mágico conocen la leyenda de la rosa de la vida.
- ¿La rosa de la vida?
- Ajá...se dice que es capaz de revivir a una persona que acaba de morir, y que sobrepasa toda magia existente, incluso la magia ancestral.
- ¡¿Y a que esperamos?! – saltó Ron - ¡vamos a buscarla!
- Weasley usa el cerebro quieres – dijo Draco – una rosa asi no va a estar en el invernadero.
- El señor Malfoy tiene razón, se desconoce la existencia de esa flor, y aunque existiese nadie sabe donde florece, como ya he dicho antes es un mito, nadie ha podido encontrarla antes.
Dumbledore asintió, apesadumbrado.
- entonces la encontraremos nosotros – dijo Draco, con los ojos brillantes por la determinación. Salvaría a Hermione, encontraría esa flor aunque se encontrara en el infierno.
Por un momento, los ojos del director brillaron de orgullo, allí se encontraba un muchacho, de apenas 17 años, dispuesto a hacer lo que nadie antes había conseguido por salvar a una chica. Había visto valor y decisión en los ojos del joven Malfoy y con una sonrisa dijo:
- asi se hará.
Entonces, comenzaron a buscar la llamada rosa de la vida.
No era como habían buscado antes, ahora sabia lo que buscaban. Preguntaban a todos los botánicos, incluso a los que solo eran aficionados a las plantas. De estas búsquedas se encargaban los profesores en sus tiempos libres e incluso encontraron algunos sustitutos para dedicarse en pleno a la búsqueda.
Nuestros jóvenes amigos aguardaban junto a la cama de Hermione, esperando con ansias que sus ojos dorados se abrieran.
Y un día....
Era el turno de vigilar a Ginny, se habían impuesto turnos para "acompañar" a Hermione para que asi los demás pudieran estudiar, buscar información...
Ginny leía sus apuntes, de vez en cuando miraba apenada a su mejor amiga, entonces algo sobresaltó a la pequeña pelirroja, Hermione comenzaba a moverse.
- Señora Pomfrey, rápido!!
La señora Pomfrey se acercó a la cama de Hermione y sonrió.
- Se esta despertando, avise a los demás – dijo con una expresión de bondad, que Ginny apreció sinceramente.
Corrió directa a la biblioteca, todos estaban allí, Harry y Ron habían acordado una pequeña tregua con Malfoy por el bien de Hermione. Pero no solo ellos estaban en la biblioteca, casi toda la totalidad de los Gryffindors se habían ofrecido a colaborar en la búsqueda, algunos Ravenclaws y Hufflepuffs también, solo algunos Slytherins rondaban por allí, disfrutando de la frustración de los demás.
Entró apresuradamente en la biblioteca, ganándose una mirada reprochadora de madame Pince, pero no hizo caso, estaba demasiado contenta.
- ¡¡Chicos, Hermione ha despertado!!- gritó a pleno pulmón, para que todos escucharan la buena noticia.
Draco se levantó y salió corriendo hacia la enfermería, dando de que hablar a los demás estudiantes y dejando bastante claro, que los rumores que corrían sobre el pequeño romance entre la Gryffindor y el Slytherin, eran ciertos.
Harry, Ron y Ginny lo siguieron, y algunos curiosos que querían saber más acerca de la relación de estos dos.
Draco entró en la enfermería, y entonces vio lo que había soñado durante toda esa semana, esos preciosos ojos dorados mirándole, se acercó corriendo, "a la mierda el orgullo" y abrazó a Hermione.
Esta la abrazó también, no sabia muy bien lo que había pasado, solo recordaba el dolor y luego oscuridad, pero él estaba allí y nada más le importaba.
Intentaba controlarse, volver a tenerla en sus brazos era más de lo que podía soportar, unas pequeñas lágrimas, que escondían emoción, alivio, alegría rodaron por sus mejillas.
Harry y Ron miraban desde la puerta esta escena, jamás hubieron imaginado lo que ahora mismo se les mostraba. "vaya, parece que si la quiere" pensó Harry sonriendo, mientras que Ginny lloraba de la emoción, repitiendo ohhh! Que bonitoo!!.
Draco apartó suavemente a Hermione para mirarla, y sin importarle el publico que tenia le dijo:
- tenia miedo de no volver a ver tus ojos, ni tu sonrisa...
- y yo tenia miedo de que no estuvieras aquí para verlos....creí que había sido un sueño.
- No....no lo fue. – y la besó.
Se oyó un suspiro de las chicas, amigas de Hermione, que habían conseguido colarse furtivamente en la enfermería, y todos fueron conscientes de lo que sentían una dulce Gryffindor y un frió Slytherin.
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hola!!!! SNIF SNIF QUE BONITO!!
Casi lloro cuando lo escribí...
Bueno, (Alykea saca un pañuelo)sniff, aquí ta otro capitulo, espero vuestras opiniones.
Besukis
Alykea
