Cuando Kaoru salió de la habitación, Kenshin y Linlin no hicieron nada, se quedaron ahí, inmóviles. Desde lejos les llegaba el rumor del llanto de Kaoru.
"¿Por qué he dicho eso? Ella no se lo merecía... Fui injusto" pensaba Kenshin, y aunque la mayor parte de su ser se alegraba del "regreso de Tomoe" en los mas recóndito de su corazón quedaban aún sentimientos por Kaoru, sobre todo remordimientos. Para Kenshin el regreso de Tomoe no significaba simplemente el regreso de su primer amor, sino la corrección de su mayor error: matarla.
Kenshin estaba a punto de salir a pedir disculpas cuando entró Sanosuke fúrico.
-¡¿CÓMO HAS PODIDO KENSHIN?! ¡¿Cómo pudiste?!
-Apártate. No quiero herirte. Déjame pasar. - el que hablaba no era Kenshin. Era Battousai.
-No me voy a quitar de aquí. Necesito una respuesta. Si es necesario te mataré.
-Lo siento por ti entonces. Esta vez no te voy a perder Tomoe.-Kenshin tomó a Linlin de la mano, "ya todo terminará" le dijo; salió del cuarto y empujó a Sanosuke, los tres fueron al patio, los tres pasaron al lado de Kaoru.
-En verdad te digo, Sano, yo no quería matarte. Pero si es necesario, lo haré.- Kenshin desenvainó su espada y...la volteó. En verdad iba a matar a Sanosuke.
-Antes de pasar al otro mundo, dime Sanosuke, ¿por qué estas tan molesto?
Era increíble lo que Kaoru oía, Kenshin estaba a punto de matar a Sanosuke y ni siquiera sabía por qué.
-Por que has humillado a Kaoru...a la persona que yo mas quiero y a la que tu has deshecho...
Kaoru...esa simple palabra desató muchos recuerdos en Kenshin. Una parte de él todavía la quería.
-A la que tú has cambiado por una cualquiera-dijo Sanosuke mirando a Linlin.
Kenshin se enojó aun más.
-A ella no la metas en esto, estas pisando terreno peligroso, te lo advierto, no quiero matarte.
-¡¡¡¡CALLA!!!! Cobarde traidor…. ¿Cómo has podido hacer eso? Te mataré…- continuó Sanosuke con mas rabia de la que había sentido en toda su vida.
-Mira, Sano- dijo Battousai- te doy permiso de que escojas tu arma, ve y compra una espada, te espero.
-Eres un cínico, Kenshin, de todo lo que pensaba que harías esto es lo único que nunca pensé. ¿En realidad vas a matarme?
-Si, me insultaste, y eso es lo que voy a hacer, ahora que si te arrepientes y me pides perdón, quizá lo reconsidere. Honestamente, no creo que pelear por el amor de ella- dijo señalando a Kaoru despectivamente con la cabeza- valga tanto la pena. Mira Kaoru, despídete de tu fracasado amante, aunque te digo, Sano que sin necesidad de que te hieran puedes encontrar a otra mujer en la calle- -
-¿CÓMO TU ENCONTRASTE A LA TUYA?-dijo a gritos Sanosuke.
-Cállate- dijo Kenshin, apretó tanto los puños que las uñas se le clavaron en la mano, sacándole sangre, la cual cayó en los pantalones del gen y en el piso.- Fue suficiente. De acuerdo, ya se tus razones. Fuiste un buen amigo siempre. Aun puedes arrepentirte de haberme insultado. Si tanto es que la amas, te la regalo, o si no, por lo menos dale un besito de despedida a la pobrecita, se va a quedar viuda la inocente, o quizá la mate también a ella para que se reúnan en le otro mundo…-después de decir eso, Kenshin, o mejor dicho Battousai se rió con una risa helada y metálica, la risa de un asesino- Bueno, suficiente ironía. Puedes retractarte todavía de tu error, te dejaré vivir, por que eres...eras mi amigo. Pero te lo advierto, si decides pelear conmigo, no tendré más piedad.
-Si he de morir por ella, que así sea. ¿Cuantas vidas serán esta vez, cuanta sangre tendrá que correr para que aplaques tu ira…? Responde… Battousai, el destajador.
-No se cuantas vidas, o cuanta sangre correrá, pero tú serás el primero esta vez, te doy el "lugar privilegiado"
-Eres un asqueroso asesino, Kenshin.-dijo Sano incrédulo.
-Gracias por el cumplido.- contestó sarcásticamente Kenshin- Bien….me duele decirlo, pero, hoy correrá tu sangre, Sanosuke.
Kaoru oía todo. No podía hacer nada. Sanosuke la amaba...y ella a Kenshin, y Kenshin a Linlin. Sanosuke le dirigió a Kaoru una mirada de despedida. "Adiós para siempre murmuró" Kaoru se levantó, no podía permitir eso. Kenshin se puso en posición. Lanzo el mortal ataque. Todo pasó muy rápido, Kaoru corrió y se interpuso entre Kenshin y Sanosuke. La historia se repetía como hace diez años. Kenshin pudo parar su ataque, pero el filo de la espada ya había alcanzado a Kaoru, en un brazo. Ella cayó desmayada al suelo, a los pies de Kenshin, como diciendo "esto es lo que hago para que no mates a tu mejor amigo". Kenshin sintió un amargo remordimiento, de pronto despertó, recuperó la cordura, sintió como si un balde de agua fría le cayera en la cabeza; tiró su espada a un lado suyo, vio sus propias manos, manchadas de sangre, vio a Kaoru tirada a sus pies.
-No….no otra vez, no…por favor….- dijo quitándose el cabello de los ojos, con lo que se manchó de sangre la mitad de la cara. Se veía tétrico.
-Mira lo que has hecho- dijo Sano mientras que abrazaba a Kaoru, todavía inconsciente- Escúchame,- dijo señalando a Linlin- No cambies a Kaoru por ella. La destruirás con eso.
-Tú que sabes, no sabes nada de mi vida. Tú no me conoces.
-Para ti es un lujo elegir entre dos mujeres. Tú nunca has sentido la furia de querer a alguien y que ese alguien esté enamorado de tu mejor amigo. Una cosa es amor, otra lealtad. Yo te fui leal, Kenshin. No dije nada por mucho tiempo, por que pensé que tú amabas a Kaoru también, yo solo quería su felicidad. Pero ahora la has humillado, no permitiré eso.-Kaoru despertó y se puso la mano en la herida del brazo, se quedo mirando a Kenshin.
-Es cierto que no he sentido lo que tú. Pero tu no has sentido perder a una mujer, no por que ella quiera a otro, sino por la muerte. Por haberle dado tu la muerte a cambio de todo lo que ella te amó. No has sentido la frustración de perder a alguien por error tuyo. Si, yo tenía una esposa, se llamaba Tomoe, yo la amaba, ella era el único ser que me comprendía, y me dio grandes momentos de felicidad… y yo…la maté. La maté…yo… su recompensa por entregarse completamente a mi, fue la muerte, morir a cambio de amor incondicional…morir… tu no entiendes, si alguien mas la hubiera matado, por lo menos podría haberme vengado y ahogar mi dolor, quedar bien con su memoria; pero yo la maté, de quien me vengo, de mi….¡de quien! La vida de una inocente a cambio de la vida de un asesino… ¿Cómo es eso posible? Yo la amaba, la amo ahora, hoy… recuperé lo que perdí hace tanto tiempo, no lo perderé de nuevo.
Kaoru quería morirse, ella sabía que Kenshin tenía una esposa, y que había muerto, pero no sabía que él había sido el culpable.
Linlin escuchaba todo sin moverse. A ella ni siquiera le había preguntado si amaba a aquel hombre, si lo quería. ¿Cómo iba ella a amar a un asesino? Todos la trataban mal, ella no había hecho nada malo, no entendía, se tapaba la boca con las manos, y derramaba lágrimas silenciosas.
-¿Todo esto es por un recuerdo de Tomoe? Tienes que aceptarlo, ella no es. Nunca lo será.
Linlin se acercó a Kenshin, y le puso una mano en el hombro.
-Déjala ir.- le dijo.
Kenshin se dio la media vuelta, miraba a Linlin con los ojos desorbitados. La persona que él creía su amada negaba serlo.
Linlin se puso frente a Kenshin.
-Déjala ir- repitió. Pero Kenshin ya no veía a Linlin delante de él, para él, ella era Tomoe, diciendo "déjame ir"
-No me hagas esto, Tomoe…. Tú sabes que yo te quiero…
-Kenshin… no te hagas esto a ti mismo…no le hagas esto a Kaoru…
-Necesito pensar.- Kenshin dio la media vuelta, recogió su espada todavía llena de la sangre de Kaoru.
Kaoru se apartó de los brazo de Sanosuke y fue corriendo a alcanzar a Kenshin, dejaba un rastro de sangre por donde caminaba.
-Kenshin, vuelve.- y diciendo eso abrazó a Kenshin, con lo que Kenshin quedó manchado de la sangre de Kaoru también.
-Tu, tú ¿no estás enojada conmigo?... a pesar de todo lo que te hice- dijo el incrédulo.
-No-Dijo ella con su cara llena de compasión, y tendiéndole la mano a Kenshin, como antes lo había hecho, le dijo: ven, no te vayas, quédate a mi lado.
-Déjame, Kaoru, el solo hecho de verte a los ojos me causa vergüenza…no soy digno…de estar a tu lado…debo irme.
-No, no por favor….te quiero, no te vayas, quédate aquí…conmigo
-Deja que se vaya, Kaoru-intervino Sanosuke, fulminando a Kenshin con la mirada- que se vaya y no vuelva ¡Vete!
Kaoru se echó a los pies de Kenshin y lo abrazó, comenzó a llorar amargamente.
-Lo siento,-dijo él- debo irme, debo pensar. Sano, cuida a Kaoru.
Y Kenshin partió a Kyoto.
"¿Por qué he dicho eso? Ella no se lo merecía... Fui injusto" pensaba Kenshin, y aunque la mayor parte de su ser se alegraba del "regreso de Tomoe" en los mas recóndito de su corazón quedaban aún sentimientos por Kaoru, sobre todo remordimientos. Para Kenshin el regreso de Tomoe no significaba simplemente el regreso de su primer amor, sino la corrección de su mayor error: matarla.
Kenshin estaba a punto de salir a pedir disculpas cuando entró Sanosuke fúrico.
-¡¿CÓMO HAS PODIDO KENSHIN?! ¡¿Cómo pudiste?!
-Apártate. No quiero herirte. Déjame pasar. - el que hablaba no era Kenshin. Era Battousai.
-No me voy a quitar de aquí. Necesito una respuesta. Si es necesario te mataré.
-Lo siento por ti entonces. Esta vez no te voy a perder Tomoe.-Kenshin tomó a Linlin de la mano, "ya todo terminará" le dijo; salió del cuarto y empujó a Sanosuke, los tres fueron al patio, los tres pasaron al lado de Kaoru.
-En verdad te digo, Sano, yo no quería matarte. Pero si es necesario, lo haré.- Kenshin desenvainó su espada y...la volteó. En verdad iba a matar a Sanosuke.
-Antes de pasar al otro mundo, dime Sanosuke, ¿por qué estas tan molesto?
Era increíble lo que Kaoru oía, Kenshin estaba a punto de matar a Sanosuke y ni siquiera sabía por qué.
-Por que has humillado a Kaoru...a la persona que yo mas quiero y a la que tu has deshecho...
Kaoru...esa simple palabra desató muchos recuerdos en Kenshin. Una parte de él todavía la quería.
-A la que tú has cambiado por una cualquiera-dijo Sanosuke mirando a Linlin.
Kenshin se enojó aun más.
-A ella no la metas en esto, estas pisando terreno peligroso, te lo advierto, no quiero matarte.
-¡¡¡¡CALLA!!!! Cobarde traidor…. ¿Cómo has podido hacer eso? Te mataré…- continuó Sanosuke con mas rabia de la que había sentido en toda su vida.
-Mira, Sano- dijo Battousai- te doy permiso de que escojas tu arma, ve y compra una espada, te espero.
-Eres un cínico, Kenshin, de todo lo que pensaba que harías esto es lo único que nunca pensé. ¿En realidad vas a matarme?
-Si, me insultaste, y eso es lo que voy a hacer, ahora que si te arrepientes y me pides perdón, quizá lo reconsidere. Honestamente, no creo que pelear por el amor de ella- dijo señalando a Kaoru despectivamente con la cabeza- valga tanto la pena. Mira Kaoru, despídete de tu fracasado amante, aunque te digo, Sano que sin necesidad de que te hieran puedes encontrar a otra mujer en la calle- -
-¿CÓMO TU ENCONTRASTE A LA TUYA?-dijo a gritos Sanosuke.
-Cállate- dijo Kenshin, apretó tanto los puños que las uñas se le clavaron en la mano, sacándole sangre, la cual cayó en los pantalones del gen y en el piso.- Fue suficiente. De acuerdo, ya se tus razones. Fuiste un buen amigo siempre. Aun puedes arrepentirte de haberme insultado. Si tanto es que la amas, te la regalo, o si no, por lo menos dale un besito de despedida a la pobrecita, se va a quedar viuda la inocente, o quizá la mate también a ella para que se reúnan en le otro mundo…-después de decir eso, Kenshin, o mejor dicho Battousai se rió con una risa helada y metálica, la risa de un asesino- Bueno, suficiente ironía. Puedes retractarte todavía de tu error, te dejaré vivir, por que eres...eras mi amigo. Pero te lo advierto, si decides pelear conmigo, no tendré más piedad.
-Si he de morir por ella, que así sea. ¿Cuantas vidas serán esta vez, cuanta sangre tendrá que correr para que aplaques tu ira…? Responde… Battousai, el destajador.
-No se cuantas vidas, o cuanta sangre correrá, pero tú serás el primero esta vez, te doy el "lugar privilegiado"
-Eres un asqueroso asesino, Kenshin.-dijo Sano incrédulo.
-Gracias por el cumplido.- contestó sarcásticamente Kenshin- Bien….me duele decirlo, pero, hoy correrá tu sangre, Sanosuke.
Kaoru oía todo. No podía hacer nada. Sanosuke la amaba...y ella a Kenshin, y Kenshin a Linlin. Sanosuke le dirigió a Kaoru una mirada de despedida. "Adiós para siempre murmuró" Kaoru se levantó, no podía permitir eso. Kenshin se puso en posición. Lanzo el mortal ataque. Todo pasó muy rápido, Kaoru corrió y se interpuso entre Kenshin y Sanosuke. La historia se repetía como hace diez años. Kenshin pudo parar su ataque, pero el filo de la espada ya había alcanzado a Kaoru, en un brazo. Ella cayó desmayada al suelo, a los pies de Kenshin, como diciendo "esto es lo que hago para que no mates a tu mejor amigo". Kenshin sintió un amargo remordimiento, de pronto despertó, recuperó la cordura, sintió como si un balde de agua fría le cayera en la cabeza; tiró su espada a un lado suyo, vio sus propias manos, manchadas de sangre, vio a Kaoru tirada a sus pies.
-No….no otra vez, no…por favor….- dijo quitándose el cabello de los ojos, con lo que se manchó de sangre la mitad de la cara. Se veía tétrico.
-Mira lo que has hecho- dijo Sano mientras que abrazaba a Kaoru, todavía inconsciente- Escúchame,- dijo señalando a Linlin- No cambies a Kaoru por ella. La destruirás con eso.
-Tú que sabes, no sabes nada de mi vida. Tú no me conoces.
-Para ti es un lujo elegir entre dos mujeres. Tú nunca has sentido la furia de querer a alguien y que ese alguien esté enamorado de tu mejor amigo. Una cosa es amor, otra lealtad. Yo te fui leal, Kenshin. No dije nada por mucho tiempo, por que pensé que tú amabas a Kaoru también, yo solo quería su felicidad. Pero ahora la has humillado, no permitiré eso.-Kaoru despertó y se puso la mano en la herida del brazo, se quedo mirando a Kenshin.
-Es cierto que no he sentido lo que tú. Pero tu no has sentido perder a una mujer, no por que ella quiera a otro, sino por la muerte. Por haberle dado tu la muerte a cambio de todo lo que ella te amó. No has sentido la frustración de perder a alguien por error tuyo. Si, yo tenía una esposa, se llamaba Tomoe, yo la amaba, ella era el único ser que me comprendía, y me dio grandes momentos de felicidad… y yo…la maté. La maté…yo… su recompensa por entregarse completamente a mi, fue la muerte, morir a cambio de amor incondicional…morir… tu no entiendes, si alguien mas la hubiera matado, por lo menos podría haberme vengado y ahogar mi dolor, quedar bien con su memoria; pero yo la maté, de quien me vengo, de mi….¡de quien! La vida de una inocente a cambio de la vida de un asesino… ¿Cómo es eso posible? Yo la amaba, la amo ahora, hoy… recuperé lo que perdí hace tanto tiempo, no lo perderé de nuevo.
Kaoru quería morirse, ella sabía que Kenshin tenía una esposa, y que había muerto, pero no sabía que él había sido el culpable.
Linlin escuchaba todo sin moverse. A ella ni siquiera le había preguntado si amaba a aquel hombre, si lo quería. ¿Cómo iba ella a amar a un asesino? Todos la trataban mal, ella no había hecho nada malo, no entendía, se tapaba la boca con las manos, y derramaba lágrimas silenciosas.
-¿Todo esto es por un recuerdo de Tomoe? Tienes que aceptarlo, ella no es. Nunca lo será.
Linlin se acercó a Kenshin, y le puso una mano en el hombro.
-Déjala ir.- le dijo.
Kenshin se dio la media vuelta, miraba a Linlin con los ojos desorbitados. La persona que él creía su amada negaba serlo.
Linlin se puso frente a Kenshin.
-Déjala ir- repitió. Pero Kenshin ya no veía a Linlin delante de él, para él, ella era Tomoe, diciendo "déjame ir"
-No me hagas esto, Tomoe…. Tú sabes que yo te quiero…
-Kenshin… no te hagas esto a ti mismo…no le hagas esto a Kaoru…
-Necesito pensar.- Kenshin dio la media vuelta, recogió su espada todavía llena de la sangre de Kaoru.
Kaoru se apartó de los brazo de Sanosuke y fue corriendo a alcanzar a Kenshin, dejaba un rastro de sangre por donde caminaba.
-Kenshin, vuelve.- y diciendo eso abrazó a Kenshin, con lo que Kenshin quedó manchado de la sangre de Kaoru también.
-Tu, tú ¿no estás enojada conmigo?... a pesar de todo lo que te hice- dijo el incrédulo.
-No-Dijo ella con su cara llena de compasión, y tendiéndole la mano a Kenshin, como antes lo había hecho, le dijo: ven, no te vayas, quédate a mi lado.
-Déjame, Kaoru, el solo hecho de verte a los ojos me causa vergüenza…no soy digno…de estar a tu lado…debo irme.
-No, no por favor….te quiero, no te vayas, quédate aquí…conmigo
-Deja que se vaya, Kaoru-intervino Sanosuke, fulminando a Kenshin con la mirada- que se vaya y no vuelva ¡Vete!
Kaoru se echó a los pies de Kenshin y lo abrazó, comenzó a llorar amargamente.
-Lo siento,-dijo él- debo irme, debo pensar. Sano, cuida a Kaoru.
Y Kenshin partió a Kyoto.
