Hola de nuevo!!! ^___^
Os presento el capítulo 8 de mi fic (Me pregunto si alguien estará leyendo
esto...)
La verdad es que no es ninguna maravilla pero es que últimamente he tenido
algunos problemillas personales ^_^ Intentaré mejorarlo en el próximo
capítulo.
Besos!!!

Capítulo 8
En casa de Tom Bombadil

Los cuatro hobbits atravesaron el ancho umbral de piedra que se alzaba ante
ellos y se detuvieron parpadeando ante la deslumbrante luz que emanaban
cientos de focos y de luces que se extendían por toda la habitación, que
parecía una discoteca...
- Bienvenidos a mi casa-disco, colegas. Poneros cómodos, que ara llamo a mi
shorba pa´que nos traiga unos cubatas.- dijo Tom- Mientras voy a guardar
vuestros poneys.
Al fondo de la habitación, detrás de la barra, había una mujer de rubios
cabellos, con mechas rosas y un piercing en la nariz, otro en el labio, uno
más en la ceja y unos cuántos aros en las orejas. Mientras se acercaron, la
mujer sirvió con maestría cuatro vasos de un líquido azulado y los ofreció
a los hobbits.
-¡Adelante, troncos! ¿Tom os ha traído, verdad? ¡Bienvenidos! Mi nombre es
Baya de Oro, 5E por persona con una consumición gratis. Los mayores de edad
por aquí, que les ponga el sellito para tomar alcohol.
- Que no, Baya de Oro. - dijo Tom, entrando por la puerta- Que éstos
colegas pueden beber to´ lo que quieran, que lo han pasao mu mal los
pobres.
-( Mira que eres pringao, siempre recogiendo vagabundos)- Susurró ella,
molesta.
- Venga no te pongas tonta, que te he traído tus canu... digoo.. lirios
Tom volvió a salir de la habitación y Frodo se acercó tímidamente a Baya de
Oro.
-¡Hermosa......dama! - dijo, no muy convencido- Decidme, si no es una
pregunta tonta, ¿quien es Tom Bombadil?
-Es él - respondió Baya de Oro, señalando a Tom, que pasaba por la puerta -
Es el Señor de las colinas, la disco y la maría. Es el proveedor de toda la
región, y el nuestro es el local más famoso de estos parajes. Estamos
planeando llenar toda la Tierra Media con nuestros negocios.
- Por supuesto, shorbi- dijo, Tom entrando por la puerta - ¡Seremos el Mc
Donald´s de las discotecas! ¡Tendremos un local cada 700 metros y nos
forraremos bien de pasta!
- ¡Y luego me compraré una isla desierta y me iré allí a vivir con un puñao
de elfos!
Los cuatro hobbits observaban alucinados a la pareja, que hacía planes y se
reían como locos. Por fin, Tom pareció recordar a los hobbits.
- Ósti..piiiiiiiiiii!!!. Tus huéspedes hechos una mier.. piiiiii y tú casi
los olvidas, Tom. Venga, lavaos la cara y peinaos ese pelo enmarañado.
Al cabo de un rato, ya limpios y peinados, los hobbits se sentaron a la
mesa. Cenaron mientras charlaban y escuchaban los raps que cantaban a dúo
Tom y Baya de Oro.
Al rato, se comenzaron a escuchar golpes en la puerta de entrada. Baya de
Oro fué a abrir y comenzó a entrar gente: elfos, hombres... todos gritando,
saltando y armadno jaelo. Una música comenzó a sonar a todo volumen y las
luces de colores comenzaron a girar.
- ¡Que guay!- dijo Pippin- ¡Vamos de juerga un rato, porfi!
- Venga troncos, que vosotros tenéis que descansar pa´ mañana.
- JOOOOO- dijeron todos los hobbits.
- Venga, venga- les dijo Baya de Oro mientras servía una copa a un guapo
elfo.- Descansad ahora y no temáis. Nada entra aquí, salvo la gente guay y
la maría de buena calidad.
Los hobbits se retiraron refunfuñando y se acostaron en sus camas, aunque
les fué imposible conciliar el sueño por culpa del inmenso jaleo que
provocaban los potentes altavoces de la discoteca.
A la mañana siguiente, los hobbits se levantaron temprano (cosa bastante
poco común). Tom ya había preparado sus poneys. Había llenado las alforjas
con pan, queso y una buena ración de marihuana.
Se despidieron de Tom y de Baya de Oro, quién estaba de muy mal humor por
que el elfo de la noche anterior le había dado calabazas.
- No os alejéis del camino, que me pisáis la plantación. Y cuidado con los
túmulos.- dijo Tom
- Si véis algún elfo macizo, le dáis mi dirección - gritó Baya de Oro a los
cuatro puntitos que trotaban alejándose de la disco de Tom Bombadil.