RinMakoto. Creo que el ambiente en el baño los puso muy calientes a ambos, aunque incluso con la puerta abierta no cambian las cosas jeje.
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Sin más, comencemos…
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Shiho estaba trabajando en su casa, aunque fuera una semana libre, fue informada sobre que al final ya estaba limpia la academia luego de que se estuviera todos esos días desinfectando.
- Muy bien, solo quedaría hacer el acta y mandarla más tarde, solo ocupo que la directora dé el sello oficial y ya estará todo bien para el retorno a clases, aunque tendré que ir a traerla a la academia, de suerte creo que la directora estará ahí.
La castaña tomó su bolso y salió de su casa, esta iba con un vestido color rosa claro acompañado de sandalias, esta iba calmada y no pensaba en otra cosa que ya presentar esa hoja. Shiho no tardó en nada en llegar a la academia Satogahama, de suerte el guardia la reconoció y la dejó pasar.
- Por cierto, Nomi-san, anda un alumno dentro haciendo algunas cosas, solo se lo digo por si escucha algunos ruidos.
- ¿En serio? ¿Lleva mucho tiempo ahí?
- No, de hecho, vino con la directora ayudándola con unas cajas, así que supongo que saldrá en un momento.
- Muy bien, gracias – Shiho entró a la academia, ya se respiraba mejor, se había quitado el olor a podrido de cómo se sintió al inicio, por lo que estaba tranquila sabiendo que todo volvería a la normalidad.
Mientras caminaba hacia el salón del consejo, esta escuchó ruidos proviniendo dentro del salón por lo que se asomó a ver y notó que se trataba de un chico de cabello rojo y los ojos verdes, reconoció enseguida a la persona.
- ¿Qué hace Nakajima-san? – era el mismo peli rojo el cual ayudó hace tiempo con el problema que tenía con unos idiotas y con un maestro el cual había sido disciplinado por su comportamiento. Shiho decidió entrar, el chico miró hacia donde estaba.
- Nomi-Senpai, supongo que ya vino.
- Nakajima-san, ¿Qué haces aquí?
- Me encontré a la directora cuando venía con unas cajas en donde supongo que traía documentos o algunas cosas, no iba a ser tan idiota para dejarla traer todo eso ella sola, así que la ayudé a traerlas aquí, me agradeció y me dijo que, si como último favor le podría traer algunas cosas aquí al Consejo antes de que la Presidenta llegara y bueno, has llegado aquí.
- Ya veo, es más, el guardia me había dicho algo así – Shiho se sentó en la silla en donde normalmente estaba como Presidenta, Goku seguía con lo suyo, ninguno de los dos se decía algo y solo hacían sus cosas sin molestarse, esto fue hasta que al peli rojo le llamó la atención el documento que estaba terminando de hacer la Presidenta.
- Oye Nomi-Senpai, ¿Qué es eso?
- Oh, es el aviso en donde ya se anuncia que el regreso a clases es mañana, por lo que solo se envía hoy y ya todo el mundo está enterado de eso.
- Entiendo, supongo que volvemos a la misma rutina de siempre – decía el chico suspirando un poco, este se acercó a la chica para ver un poco la hoja, aunque Shiho solo le puso la carpeta encima del papel.
- No creas que la puedes ver ahora, tengo que mandarla al alumnado luego, así que espera a que se dé eso – exclamó la chica quien se levantó y arrinconó al chico a una de las paredes de la habitación.
- Lo dices así, pero tú tienes esa hoja y la estás leyendo, ¿no estás irónica?
- No, porque soy la encargada de eso – exclamó la chica acercándose más a él el cual no se inmutó, aunque si sintió los pechos de Shiho sobre su pecho, aunque no lo mostró, se sentían suaves a pesar de que no eran grandes.
- Entiendo eso, pero te agradecería que no te me pegaras de ese modo ya que el vestido que traes me hacen verte los pechos – Nakajima fue directo y es que Shiho se dio cuenta de eso, además que desde donde estaba el chico se le podían ver los pechos por lo que se alejó rápidamente sentándose.
- L-Lo siento, mejor sigo con lo mío – el silencio fue incómodo, pero ya terminado el trabajo Shiho fue a dejarlo a la dirección y sin más, ya estaba saliendo de la academia junto con el peli rojo.
- Bueno, al menos ya terminé por hoy, así que creo que me iré a dormir todo el día hasta que sea mañana y volvamos a la rutina de siempre.
- ¿Te irás solo a dormir sin más?
- Sí, soy más de solo llegar a casa, hago mis tareas y me duermo, prefiero pasar el tiempo en la cama sin ser molestado.
- Pues siento que deberías salir, así que para que tengas otra visión del mundo – aunque el peli rojo quería oponerse, al final fue llevado casi a la fuerza por la presidenta, estos salieron a dar una vuelta.
Nakajima no encontraba que hacer en realidad, Shiho tenía algunas cosas en la mente, aunque estaba pensando por dónde empezar, así que luego de darle muchas vueltas, finalmente encontró un sitio en donde podrían relajarse un poco.
- ¿Tienes algo en mente?
- Sí, aunque a ustedes los hombres no les gusta mucho, quiero ver como se siente que un chico me diga cómo me veo probándome ropa – ambos fueron al centro comercial en el nada más llegar fueron hacia la zona donde había tiendas de ropa.
Shiho fue a probarse algo de ropa mientras que Nakajima estaba esperando a que ella saliera, eso fue hasta que unos minutos después la Presidenta del Consejo salió.
- ¿Cómo me queda la ropa? – Shiho salió con un atuendo el cual era un vestido algo más atrevido como el que traía, su escote era algo pronunciado revelando algo de sus pechos, además de tener una abertura en la pierna derecha – siento que es muy atrevida ¿no?
- S-Sí, creo que es un poco – el chico tenía las mejillas algo sonrojadas, pero disimuló muy bien el no importarle esos detalles.
- Supongo que es así, no saldrá a la calle con esa ropa a pesar de que Honjou-san diga que me queda genial – decía la chica metiéndose de nuevo al probador. Nakajima esperó un rato más hasta que la Presidenta volvió a salir luciendo un bikini de color verde el cual le quedaba bien a su figura, las mejillas del peli rojo se pusieron un poco más rojas – ¿y por qué sales así?
- Cuando toque un día ir a la playa, supongo que ya tengo un nuevo traje de baño que pueda lucir, no lo compraré porque sé que no es la época.
- Entiendo eso – susurró el chico, Shiho se probó varias cosas más, eso solo hacía que Nakajima se quedara con la imagen mental de la buena figura que poseía la Presidenta, no tendría los pechos más grandes como otras de su edad ni la cintura tan buena, pero era linda a su modo.
Los dos salieron del sitio y solo se fueron a comer ya que los había pescado el medio día y almorzaron en una cafetería del centro comercial, los dos no se decían nada hasta que la castaña rompió el silencio.
- Al menos pudiste ver algo más que solo tu habitación – ese comentario fue de doble sentido.
- No pensé que la seria Presidenta del Consejo tendría esos gustos por la ropa.
- ¿Acaso crees que solo me la paso trabajando en el Consejo? También soy una chica que desea hacer cosas que hacemos a nuestra edad, no tengo es trabajo en la vida ¿sabías?
- Lo sé, pero bueno, mira que yo no soy alguien que trabaja mucho y todo eso.
- Pero eres un alumno que lleva buenas notas, sé que tuviste tus momentos con los alumnos en el que luego descubrimos que te castigaron injustamente, aun así, has logrado mejorar y ser un alumno ejemplar.
- Puede que así sea – Nakajima sintió la pierna de Shiho tocándole la suya, de suerte había manteles debajo y no nadie miró ese gesto – ¿Por qué fue eso Nomi-Senpai?
- No lo sé, se me salió así de la nada.
- No hagas eso, puede ser que alguien nos haya visto y pueda tomárselo como algo personal.
- Es cierto, aunque bueno, solo lo hice para molestarte un poco, relájate – la chica soltó una pequeña risa la cual fue tomada a bien por el peli rojo. Una vez que ambos terminaron decidieron ir a otro sitio, aunque en eso pasaron por un sitio en el que fue bastante llamativo como lo era la torre de Tokio, un monumento en el que muchas personas subían, ambos decidieron ir allá y efectivamente, la vista de toda la ciudad era asombrosa.
- Créeme que no me he animado a subir aquí por flojera, pero tengo que admitir que se mira bonito.
- Sí, aunque se mira mejor de tarde.
- ¿Por el crepúsculo?
- Así es, el Sol alumbrando con sus últimos rayos el cielo color naranja, es una vista maravillosa al final de todo – susurró Shiho, en eso, recibió un abrazo de parte del peli rojo, eso la sonrojó un poco – ¿Nakajima-san?
- No sé porque hago esto, pero creo que es lo que hacen los hombres para agradecer a una chica que les ha ayudado a muchas cosas, como desde que dijiste que no era culpable de esos tipos y me mostraste otro camino en la academia.
- Era mi deber como Presidenta… nada más – susurró la castaña sintiendo el acercamiento del chico a ella, esto la puso más roja, pero no le disgustaba esta sensación y se pegó más a Nakajima quien empezó a ponerse en un tono un poco más elevado, pero recordaron que estaban en un sitio público por lo que dejaron eso y luego de un rato de admirar cada sitio de la ciudad de Tokio desde las alturas, bajaron de la Torre, siendo un espectáculo que no olvidarían.
Esa fue una buena salida para Nakajima quien al llegar a su casa pensó en la Presidenta del Consejo, aunque la veían todos como una persona seria y responsable se dio cuenta de que también era como las demás chicas y, además, conoció una faceta que a lo mejor nadie conocía de Shiho.
Esa misma tarde…
- Llegamos temprano a Japón, de suerte el vuelo no tuvo complicaciones – en el aeropuerto de Tokio, se miraba a Kurashiki y Rafael llegar con sus maletas y todo luego de su estadía en Yucatán.
- Fue un viaje duro, pero al final de todo estamos de vuelta en Japón.
- Mi familia querrá que vuelvas pronto.
- Me alegró mucho conocer a tu familia Rafael-san – sonrió la peli roja, aunque había alguien con quien no se habían llevado desde el inicio – pero tu hermana y yo creo que no nos llevaremos muy bien.
- Bueno, vámonos entonces – los dos tomaron un taxi y partieron rumbo a sus apartamentos, aunque no eran los únicos, todo el mundo estaba volviendo de sus vacaciones.
- Que triste que esto acabó – susurraba Ryuu estando al lado de Saki, estos iban acompañados de Sakagami e Ikki.
- Al menos podemos decir que pasamos buenas cosas, como tener relaciones más duras ya que somos pareja – decía el peli negro tomando de la mano a su chica.
- Fue lindo y así será – Saki dijo eso para acercarse a su pareja y susurrarle – además, pasar tiempo de calidad en la cama es algo que no cambiará jamás.
- Espero que así siga – con otras parejas, los que estaban en Numazu llegaron también y demás, por lo que todas las beisbolistas estaban listas para retomar sus actividades.
- Mañana vuelves Tsubasa – decía Yui mirando a su hermana quien estaba en un estado de tristeza y felicidad, empezando con la última.
- ¡Yey, volveremos a las actividades de los clubes! Ya quiero volver a entrenar como siempre.
- ¿Entonces por qué estás también triste?
- Porque vuelvo a estudiar… y no quiero.
- Ay Tsubasa, ¿Qué vamos a hacer contigo?
Ya con eso, el club de Satogahama estaba de vuelta para ver más actividades que se vendrían en el futuro.
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Continuará…
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Y hasta aquí el capítulo de hoy.
Hemos terminado el largo arco de las vacaciones con las chicas y con varios de los chicos en muchas actividades que fortalecieron la confianza y relaciones en varios, por eso mismo tengo que hacer un anuncio.
Luego de 3 años de estar escribiendo esta historia de manera continua, he decidido darme un hiatus con este fic, esto porque me estoy quedando muy corto de ideas, cuando vuelva vendré con más de las chicas de Satogahama y su camino hacia el torneo.
El hiatus será de algunos meses en lo que gano más ideas para los capítulos y cuando menos acuerden estaremos de vuelta con "El destino que nos guarda", así que hasta nuevo aviso.
Sin más, este ninja se despide.
Bye.
