Yuzu Araki. Todos ellos heredarán un mundo en donde la paz reina y que sus padres batallarán con tal de que esa felicidad no acabe. No te preocupes, después de todo Chronos no es alguien que quiera guerra, pero bueno, ya veremos eso, además, espero que captes la referencia final :)
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nadaoriginal. La familia llegó a muchas parejas, ya hemos llegado al final de esta historia con lo que le dirá Chronos a nuestra diosa Athena, veremos que es.
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Sin más, comencemos…
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- Chronos, ¿Qué demonios quieres?
- Athena, es tiempo de que vuelvan a la época de donde pertenecen, han pasado mucho tiempo en el pasado y eso afectará gravemente a esta línea espacio-temporal.
- Pero si hemos salvado muchas vidas gracias a eso Chronos, ¿Por qué no te has metido antes?
- Porque fui yo precisamente el que los envió al pasado en primer lugar para que Apolo y los demás no arruinaran todo, pero es tiempo de que vuelvan a donde pertenecen.
- Que doble hipócrita eres, mira que nos salvas enviándonos al pasado y ahora nos enviarás al futuro, espero que sea algo bueno.
- Lo será Athena, aunque si lo deseas, puedo enviarte a un futuro alterno en donde hayan pasado acontecimientos diferentes a los que conoces ya que su mundo en sí fue destruido por los Olímpicos – decía el dios del tiempo – dime Athena, ¿aceptarás eso?
- Puta que ofertón – la peli lila lo pensó un poco – no se oye mal, aunque tendría que decirle a los demás ya que no quiero que ellos se asombren de esto.
- Muy bien, te daré un día para eso – el cosmos de Chronos desapareció por lo que la peli lila decidió no callar eso y luego de que la fiesta por los hijos de Regulus se llevara a cabo, decidió reunir a sus Caballeros y Saintias para discutir eso que el Dios del Tiempo le dijo y vaya que todo el mundo se sorprendió de eso.
- ¡¿Nos iremos al futuro?!
- Así es, nos iremos de nuevo a nuestro tiempo, pero estaremos en otra línea temporal ya que nuestro tiempo fue destruido por Apolo y los demás.
- ¿Qué línea tendremos entonces? – decía Shoko sosteniendo a su bebé.
- No lo sé, todo depende de Chronos, pero espero que no sea nada malo ya que quiero que quedemos como siempre, seguir siendo un grupo unido y no solo eso, sino que estar defendiendo el mundo que tanto hemos querido.
- Yo también pienso igual que usted señorita Saori – Mii dijo eso – pero siempre hay algo de riesgo en saber qué pasará en esa línea de tiempo.
- Solo no quiero que esto no cambie, solo eso quiero, pero conociendo a Chronos, quien sabe qué hará – susurró Saori en lo que amamantaba a su bebé, de ahí, solo quedaba esperar que sería de todos.
Una vez que su bebé se durmió, Saori decidió dar un paseo nocturno por el Santuario, esta bajó desde la casa de Piscis mirando todo lo ocurrido en ese sitio, notó al Caballero Albafíca quien estaba con su media naranja Agasha. De ahí siguió hasta Acuario notando a Degel mirando las estrellas junto con Suikyo, quien diría que se formaría una pareja entre dos especies diferentes, pero así era y eso se manifestó en varios de los templos.
Realmente el tiempo pasado en el lugar fue muy hermoso y aunque hubo momentos en donde casi pierda la cabeza con tantos tipos, aun así, fue genial el ver a todo el mundo ya avanzando con sus vidas.
No obstante, había dos personas que llegaron a su encuentro.
- No deberías salir así de la nada, Minerva podría despertarse y pensar que su madre se ha ido.
- Pero si ella está pequeña Seiya – decía Saori mirando a su Caballero que venía junto con la Saintia quien llevaba a Enif en sus brazos.
- Igual pueden sentir cuando su madre está ausente, bien sabes que los bebés son diferentes.
- Vamos, exageran – los tres se quedaron mirando hacia el cielo nocturno iluminado por las múltiples estrellas que representaban todas las constelaciones.
- Que linda noche.
- Y espero que haya muchas así.
- Me siento como si esto fuera el final de una etapa.
- Puede ser, pero en parte puede ser el comienzo de algo – exclamó la peli lila – somos una franquicia que muchas dan por muerta, pero por más que lo digan seguimos en pie y estamos en la mente de muchas personas a lo largo de múltiples generaciones y saben el por qué, porque defendemos la Tierra, mis valientes Caballeros lo han hecho por milenios y no solo eso, lo haremos en el futuro así que, Seiya, Shoko, espero seguir contando con su apoyo hasta entonces.
- Claro que estarás con nosotros, aunque también súmale que ya eres madre al igual que Shoko.
- Y nos casaremos y viviremos todos juntos al final por lo que miro – los tres rieron sabiendo que esto era el futuro que deseaban sin importar que línea de tiempo fuera.
Ya con eso, la decisión estaba tomada por lo que, al día siguiente, estaban los Caballeros de Bronce y Saintias reunidas en las afueras del Santuario.
- Supongo que Chronos debe tener razón, el tener dos Athenas en un mismo tiempo es algo peligroso – decía Sage.
- Aun así, espero que las cosas estén bien, ya he comprobado que Sasha se ha convertido en una diosa como se debe ser, además, cuida bien a tus dos caballitos.
- No te preocupes Saori, no dejaré que nadie me los quite – Saori asintió, pensar que todo comenzó con ella maltratando a Sasha y ahora se llevaban de lo mejor.
- Los demás Caballeros Dorados han cambiado la verdad, aunque al final Sísifo no me causó algún cambio duro, pero es un Sagitario hecho y derecho, así que estarás bien – Saori suspiró mientras miraba a su pequeña Minerva en brazos – ¡Chronos, ¿me escuchas o tienes cera en los oídos?!
- No es necesario gritar Athena, te puedo escuchar fuerte y claro.
- Joder, que cosmos tan poderoso – susurró Tenma – ¿es un dios primordial esto?
- Así es Pegaso, y es hora de que estos guerreros y su diosa vayan a otra línea de tiempo – el cosmos de Chronos causó que se abrieron una especie de galaxia frente a ellos en donde podrían ir a su destino final, la época en la que acabarían.
- ¡Nos vemos!
- Sé que no tienen nada de esto, pero si tienen TikTok ahí nos vemos – Ikki fue el primero en entrar.
- ¡Arre Silver! – Erda entró con su cabello blanco, decidió no dejarlo y llevarlo con ella.
- ¡Adiós! – así fue hasta que solo quedaron Shoko, Seiya y Saori para entrar.
- Cuídense por favor.
- Espero que al final de todo este mundo pueda prosperar como siempre.
- ¡Hasta siempre! – justo entrando, se miraba como es que de los templos del zodiaco empezaron a elevarse los poderes de los Caballeros a modo de juegos artificiales lo que fue una digna despedida.
Chronos, solo tu sabías donde acabarían nuestros héroes luego de su aventura en el pasado.
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- ¡Seiya-Sensei! ¡Seiya-Sensei! – exclamaban dos chicas las cuales iban hacia un hombre de unos 20 años, este poseía el cabello castaño y algo más de musculatura.
- Oh, parece que están listas – Seiya les hablaba a dos jóvenes. La primera era una chica de entre 15-20 años que poseía el cabello naranja y los ojos violetas. La segunda chica poseía entre 10-12 años y era bajita, cabello rosado y ojos morados.
- Estamos listas para seguir con el entrenamiento.
- Así será Shinku, Sakura – estas eran discípulas de Seiya, las dos quedaron asombradas luego de ver al Asesino de Dioses batallar contra los dioses que se le ponían en frente, así que decidieron ser como él y entrenar duramente, fue mejor para ellas saber que el Pegaso las entrenaría.
Los dos siguieron entrenando duramente entre ellas para demostrar de lo que estaban hechas, a Seiya se le venían imágenes a su mente sobre el entrenamiento que tuvo de pequeño con Marín, era casi lo mismo. Aunque ambas hermanas eran fuertes, la menor de las dos, Sakura, tenía algo más de potencial y no solo eso, se le vino a la mente a la peli rosa vistiendo la armadura de Pegaso, pero cuando apenas tenía su primera versión.
Y así fue durante todo el día en donde ambas hermanas continuaron con lo suyo siendo ayudadas por Seiya.
Mientras que en el Santuario…
- La paz realmente ha reinado en este tiempo, es bastante lindo de ver – susurró Saori quien estaba con su hija quien poseía ya una edad de 7 años – desde que Chronos nos mandó a esa época, realmente ha sido todo mejor.
- Sí, me gusta eso – Shoko fue la que siguió, su hijo tenía la misma edad que Minerva. Chronos mandó a todo el mundo a una época en donde la paz reinó y Apolo y Artemisa fueron vencidos por los Caballeros, así que la paz reinó y los Caballeros Dorados que perecieron en el Muro de los Lamentos fueron revividos, esto gracias a la petición/amenaza de Saori con Perséfone, además, los Caballeros de Bronce y Saintias hicieron sus vidas – por cierto, me gustó bastante el que Katya y Hyoga-kun adoptaran.
- Sí, me gustó ese gesto, pero mejor vamos a verlos como están, después de todo, es hora de la video llamada que haríamos – ambas féminas se reunieron en la Villa de Athena en donde llamaron a los demás Caballeros de Bronce y sus parejas se conectaron.
- ¡Hola chicos!
- ¿Cómo se encuentran? – Shiryu fue el que habló, este estaba con Mii viviendo en Rozan.
- Bien, ¿Cómo van las cosas con el pequeño Genbu? – estas se referían al bebé que tuvieron ambos.
- Gracias por preocuparse, las cosas van bien, además, Shiryu-san tiene algunos estudiantes que quieren ser como él.
- Ya veo – río la peli lila – ¿y cómo van las cosas Hyoga, Katya?
- Pues bien, las cosas en Siberia están siendo buenas, además, ya tuvimos a nuestra hija adoptiva Natasha – decía Hyoga mostrando a la niña, Katya por su lado tenía a una niña de cabello rubio – y también Yuna está bien.
- Las dos serán unas buenas guerreras en el futuro.
- Espero que así sea – decía la peli rosa – y díganme, Shun, Xiao, ¿Cómo están allá en China?
- Estamos bien señorita Athena, estamos pasándola genial, además de que Shun-kun es un gran doctor aquí.
- Y Xiao-san es una excelente bailarina y bueno, las cosas están bien con nosotros, no tenemos hijos todavía, pero quien sabe más adelante si lo haremos.
- Espero que sí, aunque por el momento disfruten la vida – sonrió Saori – Erda, Ikki, ¿Cómo les va?
- Por el momento bien, aunque estamos viajando por el mundo en nuestras motos, actualmente estamos en los Estados Unidos – la Saintia de Casiopea mostró el sitio y era cierto, estaban en la unión americana.
- Espero que les vaya bien en lo que sea que hagan.
- Gracias, en este momento partiremos, iremos a partirle la madre a algunos idiotas.
- ¡A ver culeros, ya llegó su padre! – gritó Ikki arrancando con todo junto con Erda hacia una banda de motociclistas, la señal se cortó con ellos.
- Supongo que eso es todo – decía Saori colgando la llamada, pero sin más, esta fue caminando junto con su pequeña Minerva quien estaba feliz de salir con su madre, Shoko fue con su hijo, tanto Enif como Minerva se llevaban muy bien.
Pasaron por varios templos, pero en el de Géminis era lo mejor ya que estaban los Caballeros de Sagitario y Géminis hablando como si nada.
- Pues felicidades por tus hijas Saga, realmente salieron a su padre – decía Aioros mirando como el peli azul cargaba un par de gemelas que eran físicamente como él.
- Gracias, tanto mi esposa como yo estamos felices por ellas dos.
- ¿Y dónde está tu esposa Saga? – preguntó Saori llegando.
- Diosa Athena, ella se fue a comprar algunas cosas, le dije que iría yo, pero dijo que las quería escoger personalmente.
- Ya veo, ¿y cómo se llaman las niñas?
- Son Paradox e Integra, además, esta es mi esposa – el geminiano mostró la foto de una fémina de cabello morado y que se distinguía porque tenía orejas de gato y llevaba ropas negras.
- Es una mujer muy linda, fuiste afortunado en tener una mujer así.
- Gracias diosa Athena.
- Muy bien, sigan con lo suyo – las dos chicas bajaron hasta las afueras del Santuario, todo había salido perfectamente en sus vidas, por lo que fueron a hacer un recorrido por Rodorio, con recordar lo que ocurrió en el pasado y demás aventuras que vivieron y estaban felices de eso.
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Ending.
Saint Seiya – Can't Say Goodbye.
Try to remember once again!
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me wo tojite omoidasu nosa
sora takaku kaketa hibi
kanashimi no beeru wo muide
mitsume aeta nakama tachi
kono inochi hateru toki mo
shizuka ni waraeru
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Can't say goodbye, my friend
Can't say you any more
Try to remember
Try to remember once again
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nozoma nai tatakai sae mo
norikoeta ore tachisa
tatoe ima hanarete ite mo
kitto itsu ka aeru kara
sono mune de inotte kure
wakare no kawari ni
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Can't say goodbye, my friend
Can't say you any more
Try to remember
Try to remember
Can't say goodbye, my friend
Can't say you any more
Try to remember
Can't say goodbye, my friend
Any more
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Horas de la noche.
En otra parte del Santuario…
- ¿Se encuentra bien señorita? – unos soldados rasos dijeron eso mientras que
- S-Sí, estoy bien, algo golpeada, pero bien – decía una mujer que poseía el cabello castaño, algo rizado y greñudo, además de tener los ojos azules.
- ¿Qué hace aquí? La gente normal no puede entrar y más con dispositivos extraños como el que trae – decía uno de los tipos mirando cómo es que la mujer poseía una especie de reloj extraño en la muñeca izquierda.
- Yo fui… un Caballero Femenino… además, creo que aquí conocen a mis hijos…
- ¿Sus hijos?
- Aioria de Leo… y Aioros de Sagitario.
- ¡¿Es la madre de dos Caballeros Dorados?!
- ¿Acaso usted es…?
- Sí… soy su madre – susurró la mujer mirando a ambos soldados – mi nombre Aionia de Erídano y vengo a vengar la muerte de mis hijos a manos del Caballero Saga de Géminis.
Parecía que una enemiga aparecía, pero eso… era otra historia.
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Fin.
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Caballeros y Saintias, hemos llegado al final de esta historia.
A diferencia de cómo se miró ese final, pues no, no tendrá secuela esta historia, la verdadera historia llegó a su fin.
Tengo que decir que recuerdo que esta historia comenzó como una referencia a una de las historias que me gustó bastante como lo fue la historia "Saint Seiya: Los días del futuro pasado (web novel)", pero luego todo fue a mayor escala y se convirtió en una historia que se publicaba semanal.
La última parte supongo que se habrán dado cuenta de a qué historia es, un fic que me gustó mucho proviniendo de la brillante mente de una autora a quien le tengo un gran cariño y estima, además, fue por ella que inicié este fic.
Pero bueno, solo me queda decir, ¡gracias a todos los que siguieron este fic de esta franquicia que tanto amamos!
Y ustedes, ¿han sentido el poder del cosmos?
Sin más, este ninja se despide.
Bye.