En el pequeño pueblo de Hogsmeade,
todos los habitantes vivian felices. En especial los reyes del lugar, que
acababan de dar a conocer una fabulosa noticia.
"Argh, consiganse una habitacion..."
murmuro Sirius Black, el Primer Ministro del reino, cuando vio a su mejor
amigo, James Potter (aka EL REY) y su esposa Lily Potter, besandose apasionadamente
sin importar que estaban frente a todo el reino.
"Dejalos, Sirius," le dijo el Consejero
Real, Remus Lupin, tambien uno de sus mejores amigos. "Estan felices! Y
tienen todo el derecho de estarlo... van a ser padres!"
La gente aplaudia frenetica. Un heredero
al trono! Era lo que el pueblo habia estado esperando desde hacia ya un
tiempo. Ya se avecinaban los mejores tiempos del reino de Hogsmeade, y
todos lo sabian.
*-*-*-*-*-*-*-*-*
24 meses habian pasado ya desde aquel
dia del feliz anuncio. La Reina Lily, despues de un embarazo un poco tumultuoso,
habia dado a luz a un saludable varoncito, que algun dia seria tambien
el Rey de Hogsmeade. James, explotando de tanta alegria, decidio llamarlo
Harry. Harry Potter. Y seria el mejor hijo, el mas sabio, el mas poderoso
y el mas magnanimo. El mejor Rey.
Era ese dia el bautismo del pequeño
Harry. Todo el pueblo habia sido invitado, y todos estaban ahi para acompañar
a la real pareja en aquel dia de felicidad.
El pequeño tenia poco mas
de un año. Cuando sus padres lo presentaron ante la gente, el aplauso
y la algarabia fue tan grande que el niño chillo de pavor. Su madre,
sin embargo, lo calmo efectivamente, y otra vez brillaron sus redondos
ojos de esmeralda.
Estaban el Rey y la Reina sentados
en sus tronos, conversando apaciblemente con el Primer Ministro, cuando
tres pequeñas nubes de humo aparecieron en la sala. Y repentinamente
estaban ahi las tres hadas del bosque.
"Profesor Dumbledore!" exclamo la
Reina. "No pense que llegarian. Pense que estarian muy ocupados con el
colegio como para poder venir."
"Ah, normalmente lo estaria, mi pequeña
Lily," dijo la primera hada, quien en realidad era un hombre alto, flaco
y con largas barbas platinadas, que tenia un aire de sabiduria inmenso
a su alrededor. Su nombre era Albus Dumbledore, y era el Director del Colegio
Hogwarts de Magia y Brujeria (Orden de Merlin, Primera Clase, Gran Hechicero,
Jefe de Magos, Jefe Supremo, Confederacion Internacional de Magos), y hada
madrina en sus ratos libres. Sus ojos brillaban detras de los pequeños
anteojos de media luna. "Pero esta es una ocasion especial. Despues de
todo, no podia perderme el bautizo del futuro Rey de Hogsmeade, o si?"
"Desde luego que no podiamos, Albus,"
intervino la segunda hada, una mujer adulta, vestida en ropajes negros,
largos y abrigados. Llevaba anteojos puestos, tambien, y un sobrero puntiagudo
sobre su cabeza.
"Profesora McGonagall," le dijo el
Rey, "tanto tiempo sin verla! Se ve muy bien, espero que lo sepa."
"Muchas gracias, Potter," le dijo
McGonagall. "Nada mejor para una ocasion como esta-"
"ARGH!!!" se escucho desde atras.
Todos se voltearon hacia donde estaba el tercer hada, para ver que le ocurria.
"BUAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!"
exclamo al punto Sirius, enfatizando la sonora carcajada con una poco-agraciada
caida al piso. Rodo como un loco, con lagrimas regandose desde sus ojos,
pero de la risa.
James, Lily y las dos hadas parpadearon,
confundidos. Pero fue Remus, quien acababa de llegar por detras de ellos,
quien hizo la pregunta que todos deseaban hacer. "S-Snape?!"
Efectivamente. La tercera hada era
nada mas y nada menos que Severus Snape, el maestro de pociones de Hogwarts.
Vestido en mallas y un tu-tu rosado.
"DEJA - DE - REIRTE - BLACK!!!!!!!!!!!!!!!!"
exclamo, apuntandole a Sirius con un dedo, temblando de rabia.
Sirius no le hizo caso, y continuo
rodando en el piso, muerto de la risa.
"QUIEN," exclamo Snape, volteandose
hacia Dumbledore en su ridiculo trajecito, "fue el GRANDISIMO IDIOTA que
tuvo la GENIAL idea de darme este vestuario?!"
"Ahora, Severus," dijo Dumbledore,
poniendo una mano sobre el tembloroso hombro de su colega, "calmate. De
hecho, a mi me parece que es un buen disfraz."
Ahora James cayo al suelo tambien,
carcajeandose tal y como Sirius. Lily trataba de cubrirse la boca para
evitar estallar, y McGonagall y Remus observaban todo con un brillo divertido
en sus ojos.
"Pues yo NO le veo NINGUNA gracia,
POTTER!!!!" exclamo Snape, escupiendo la palabra 'Potter' como si fuera
un sinonimo de 'basura'.
"Ahem. Si les parece," intervino
McGonagall, "creo que es hora de que entreguemos lo que vinimos a traer.
Dejate de berrinches, Severus. Potter y Black, por favor levantense del
suelo, que no es una buena imagen para el pueblo ver a su Rey y su Primer
Ministro revolcandose como hienas."
James y Sirius se compusieron, pero
por un largo rato estuvieron mordiendose la lengua para evitar reirse,
y dandole a Remus codazos en las costillas para que viera a Snape.
"Y... que exactamente vinieron a
traer, Profesora McGonagall?" pregunto Lily, curiosa.
"Oh, claro," dijo McGonagall, sacando
de su bolsillo su varita magica. Al hacer esto, unas cuantas chispas doradas
la rodearon.
"Venimos a traerle tres regalos al
pequeño Harry, para que tenga una vida prospera y feliz," dijo Dumbledore.
La profesora se acerco a Lily, quien
cargaba al niño en sus brazos, y le apunto con la varita, haciendo
una reverencia. "Yo le regalo gracia y gallardia, para que sea el caballero
mas guapo y mas elegante de todo el reino." Y dicho esto, la varita volvio
a brillar, haciendo a Harry reirse tiernamente.
McGonagall se echo para atras, y
le dio un empujon a Snape, para que se acercara al niño. Este se
puso de medio lado y miro al bebe de reojo, con su cara formandose en un
gesto de asco. "Como sea. Ahi tienes inteligencia," dijo, y rudamente movio
su varita para que chispeara sobre el bebe, que prontamente estornudo.
Con el mismo gesto de enojo, Snape se dio la vuelta y se alejo.
Entonces Dumbledore se acerco, e
hizo el mismo movimiento con su varita. "Y yo, joven Harry, te traigo-"
Y se apagaron las luces.
La gente empezo a gritar. Se podia
escuchar el sonido de los pasos que producia aquella estampida de personas
que trataban de salir por la puerta principal todos a la vez. Niños
asustados, mujeres desesperadas y hombres alarmados, era todo lo que se
podia oir en la sala. Pero una voz sobresalio de entre todas.
Una risa malevola.
Las luces se encendieron. Ya en la
sala solo estaba un cuarto de la gente que habia estado al principio. Y,
claro, una persona de mas: en una esquina, usando un vestido negro de estampado
de brujitas en escobas, y un sombrero negro que tenia dos puntas como cachos,
y con su varita en forma de serpiente (que mas parecia cetro que varita)
en la mano, estaba Lord Voldemort, riendose en una voz chillona.
"Oh, Dios mio!!" exclamo Lily, abrazando
protectivamente a su hijo. "Es el mago malvado, Lord Voldemort!!"
"Atras, Lily!" exclamo James, situandose
frente a su esposa, como un escudo humano. "Protegete a ti, y a Harry!
Yo me encargo de el!" prosiguio, valientemente.
"Increible," empezo Voldemort, puntuando
lentamente cada silaba. "Primero me ignoran, y ahora quieren 'encargarse
de mi'?"
James fruncio el ceño. "Ignorarlo?"
El mago malvado golpeo el suelo con
su varita. "Pero ni siquiera se han dado cuenta?!"
James volteo la mirada hacia Lupin.
"Remus, saca a la gente de aqui! Rapido!" y se volteo hacia Voldemort tan
rapidamente que ni siquiera alcanzo a ver la afirmacion de su amigo. "A
que te refieres con que no nos hemos dado cuenta?" le pregunto rapidamente
al mago malvado.
Voldemort sonrio, maliciosamente.
"Pero desde luego. Todo el pueblo fue invitado a esta fiesta, como ya lo
saben... todos menos yo. Y no me digas que la lechuza se perdio..."
James casi se cae de lo absurdo de
la situacion. Como no se les habia ocurrido enviarle una invitacion? Lentamente
volteo la cabeza hacia su esposa, que lo miro con ojos abiertos hasta mas
no poder y murmuro "oopsie...!" entre dientes. Sudando de los nervios,
el Rey se volteo hacia su enemigo. "Eh... bueno, no pensamos que le gustaran
las... uh... fiestas felices."
"PUES CLARO QUE NO!" rugio Voldemort,
otra vez golpeando el suelo con su varita. "Yo hubiera ignorado la invitacion,
desde luego. Pero debieron tener aunque sea la decencia de enviarme una!"
James empezo a tartamudear. "Bueno,
en realidad no- eh- no fue nuestra intencion..."
Lupin y las tres hadas ya habian
conseguido sacar del castillo a la mayor parte de la gente. Habian unos
cuantos que insistian en quedarse a defender a su Rey, pero no era nada
que el movimiento de una varita no pudiera solucionar.
"CALLATE!" exclamo el mago, apuntando
su varita hacia el Rey, y exclamando: "CRUCIO!"
La maldicion golpeo a James tan fuerte,
que retrocedio unos pasos y cayo al suelo.
"JAMES!" exclamo Lily, aprentando
al niño contra su pecho. "JAMES-!" repitio, ahogando el llanto.
El Rey alzo la cabeza, lentamente.
Sus anteojos estaban rajados, y sus ojos estaban nublados. "Estoy..." jadeo,
"e-estoy bi-en... No- te preo- uh- cupes, Lil- Lily..." entre todo el dolor
que sentia, pudo observar como, detras de Voldemort, la silueta de su amigo
Sirius se movia. Voldemort no lo habia notado.
"ESTUPIDO!" grito Voldemort a James,
viendolo arrastrarse por el piso. "Esperabas que despues de esta humillacion,
me quedara asi nada mas? Vas a pagar. Tu, y tu querida esposa. Y van a
pagar muy caro." De pronto, se volteo 180 grados, hasta que quedo frente
a frente con Sirius Black, que estaba dispuesto a saltarle encima. "IMPERIO!"
exclamo, apuntando su varita hacia el Primer Ministro.
"SIRIUS!" exclamaron James y Lily
al mismo tiempo. Sirius se tambaleo un poco cuando el hechizo lo golpeo,
y las pupilas desaparecieron inmediatamente de sus ojos. Estaba en trance.
El mago malvado sonrio. "Veremos
que pasa ahora, que ordene a su mejor amigo... a que los mate."
Sirius dio dos pasos hacia adelante.
James intento moverse, pero no pudo. "Sirius... vamos, Si- Sirius... Soy-
soy yo, Jimmy- Sirius... rec-uerdame... No- dejes q-que te cont-controle..."
Sirius se detuvo. Apunto su varita
hacia donde estaba James, quien todavia no dejaba de intentar sacarlo del
trance. Al momento en que abrio su boca, Lily exclamo un fuerte "NO!".
Y Sirius viro la varita, para apuntarsela a si mismo. "CRUCIO!"
Lily atraganto su grito de horror.
Sirius cayo al suelo de rodillas, pero las pupilas habian vuelto a sus
ojos. Se habia liberado de la maldicion Imperius.
"Maldicion," murmuro Voldemort entre
dientes. "Wormtail!" exclamo, y prontamente un hombre palido y regordete
aparecio junto a el.
"Mi señor," dijo el hombre,
haciendo una reverencia.
"Wormtail," repitio el mago malvado.
"Hazte cargo de Black."
"Maldito," exclamo Sirius desde su
lugar en el piso. "Maldito bas-bastar-do..."
"P-peter..." susurro James. Lily
solo lloro mas, aprentando al bebe contra ella.
Wormtail se acerco a Sirius, tragando
saliva. Sabia que Black era mucho mas poderoso que el, aun cuando estaba
debil... no podria derrotarlo...
Mientras tanto, Voldemort se volteo
hacia la pareja real. Y sin decir mas, exclamo: "AVADA KEDAVRA!"
Aquel rayo verde golpeo a James con
todas sus fuerzas. Y el inmediatamente cayo al suelo, muerto.
"JAMES! NOOOOOOOOO!" grito
Lily, desesperada, cayendo de rodillas en el suelo, aun con el niño
en brazos. Voldemort se acerco a ella. "No! Por favor, alejese! Al niño
no! Mateme a mi, pero no le haga daño a Harry!"
Voldemort sonrio. Era una sonrisa
extremadamente cruel. "Pero si eso era exactamente lo que planeaba hacer,
querida," dijo, y apuntando su varita hacia ella, repitio: "AVADA KEDAVRA!"
La Reina apenas y tuvo tiempo de
voltearse para proteger a su hijo. La maldicion la golpeo directamente
en la espalda, y ella cayo sobre el niño como una muñeca
de trapo. Pero el niño estaba vivo.
"JAMES! LILY!" vocifero Sirius,
libido de rabia. Ya no sentia el dolor de la Cruciatus, no. Ahora solo
sentia el dolor de la muerte de sus amigos. Se volteo hacia Wormtail. "TODO
ESTO ES CULPA TUYA, TRAIDOR!!!"
"James y Lily, Sirius, como pudiste?!"
exclamo Peter, obviamente haciendo un teatro.
"PERO COMO TE ATREVES?!" grito Sirius,
y ya no pudo resistirse. Apuntandole a Wormtail con su varita, exclamo:
"AVADA KEDAVRA!"
"CRUCIO!" exclamo al mismo
tiempo Wormtail. Sirius cayo al suelo, desmayado. Su cuerpo no pudo soportar
la Cruciatus por segunda vez. Wormtail quedo sumergido en una nube de humo.
Lo unico que quedo de el fue uno de sus dedos. La sala estaba totalmente
silenciosa, a excepcion del sonido de las ratas que, probablemente asustadas,
escapaban por la cañeria.
Voldemort escaneo mentalmente la
sala, midiendo las posibilidades que podia sacar de ahi. Con cuidado movio
el cuerpo de la Reina, dejando al bebe al descubierto. Estaba llorando
desconsolado. En ese momento, Lupin y las tres hadas entraron nuevamente
al recinto, viendo sorprendidos el estado en que se encontraba todo. La
profesora McGonagall se llevo una mano a la boca, para evitar un grito
de terror. "Pero que has hecho, Thomas?!" exclamo Dumbledore, escandalizado.
El mago malvado volvio a sonreir
en forma terrorifica. "Ah, mi publico. Por lo menos ahora tendre testigos,"
dijo, y se acerco al pequeño Harry. Sin cambiar su expresion, apunto
su varita contra el bebe, y susurro las palabras: "Avada Kedavra."
Lupin y las hadas estaban demasiado
lejos para reaccionar. No pudieron hacer mas nada que mirar estupefactos
como la maldicion salia de la varita de Voldemort, hacia el pequeño...
...y rebotaba contra su frente.
La maldicion, como una bola de ping-pong,
volvio hacia atras y golpeo a Voldemort directamente en el pecho, fulminandolo.
Su cuerpo, sus ropajes y su varita comenzaron a verse translucidas. Y entonces,
con el ultimo poco de poder que le quedaba, susurro:
"Pero... como es posible? Esto..."
pero parecio recapacitar, cerrando los ojos. "Todavia no le he dado mi
regalo de bautismo al bebe. Esten muy atentos. El pequeño Harry
crecera y se hara un excelente hombre. El dia de su cumpleaños numero
dieciseis, se encontrara con una pluma de fenix. Lleno de curiosidad, la
tocara... y al hacerlo, morira."
Y dicho esto, Voldemort, y todo vestigio
que podia quedar de su presencia, se desvanecio en el aire. Excepto un
debil brillo sobre el recien bautizado. Voldemort estaba destruido.
Lupin y las tres hadas se acercaron
al bebe. No podian hacer nada por sus amigos que ya habian muerto, pero,
podrian salvar al bebe?
"Albus, puedes hacer algo?" rogo
la profesora McGonagall.
"Lo intentare, Minerva," murmuro
Dumbledore, moviendo su varita sobre el niño. "Aun no te he dado
tu regalo, joven Rey. No puedo deshacer la maldicion de Riddle, pero puedo
aliviar su peligrosidad. Cuando cumplas dieciseis años, te encontraras
con esa pluma de fenix, si, pero al tocarla no moriras. Solo quedaras sumido
en un profundo sueño de 100 años, hasta que una princesa
aparezca, y te despierte con un beso de amor verdadero."
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Notitas! ^.^
Que tal, eh? Ya saben cual es el
cuento? Debe ser obvio...
Este es el primer capitulo, y probablemente
sea el mas largo de todos, asi que no se desanimen si los otros no son
muy intrincados y complicados...
Alguien lleva cuenta de cuantas veces
utilice las maldiciones prohibidas en este capitulo? ^^;;;;
Ok, les voy a decir cual fue la inspiracion
detras de este fic: Hace unas semanas me paseaba por el area de HP-fics
en ingles, y encontre una parodia de HP y la bella durmiente. La lei, pero
no me gusto mucho. Y me dije: "Hey, puedo hacer una de esas! Tal vez me
salga bien..." y ZAS! Heme aqui, a las 12:25 de la madrugada, escribiendola.
Aurgh. -_-;;;
La idea de Snape en un tu-tu la llevaba
encima desde hace un chorro de tiempo. La frase de que "a Voldemort no
le gustarian las fiestas felices", la saque de un episodio de Card Captor
Sakura (al que tambien pueden culpar por 1/4 de la inspiracion para este
fic.)
Que pasara con Harry? Y Sirius? Que
hay de Wormtail? Voldemort de verdad esta muerto? Llegara algun dia aquella
princesa? Aparecera Snape otra vez en tu-tu? Quien maneja Hogwarts si los
tres profesores estan fuera? Cuando dejare de hacer estas preguntas absurdas?
Todo esto y mas, en el proximo capitulo de CLFSVFDC: "Presente".
Por favor, dejenme sus C&C&C
en un review!