Las noticias se hacían saber que la desaparición de las integrantes de Liella se estaba haciendo presente, quedando solo dos supervivientes hasta el momento.
- Ya van dos días y no he sabido nada de las demás – decía Chisato revisando su celular, ya había llamado varias veces a las demás, pero sin recibir respuesta al respecto.
- Pensé que todo era idea de la Isópodo, pero me di cuenta que Ren-Ren y las demás también han desaparecido – la peli gris dijo eso sabiendo que su amiga rubia y las demás no aparecían por ninguna parte.
- Kanon-chan ya se va a recuperar del envenenamiento, necesito hacer algo antes de que se recupere.
- No sé qué hacer, ya hasta m estoy asustando de que pasó con las demás, ¿y si es un castigo de Buda por haber querido matar a Kanon-chan?
- No sé si sería un castigo, pero en sí creo que hay algo detrás de todo esto y tiene que ver con la desaparición de las demás – la peli blanca se puso a pensar en eso, aunque trataba de encontrar una solución o una hipótesis, no daba con nada.
- Ojalá que todo salga bien – susurró Keke, mientras tanto con la pareja de asesinos, estos estaban comiendo tranquilamente, las pequeñas Yuu y Elisa estaban biberón.
- Son tan tiernas nuestras pequeñas.
- Sí, son igual de hermosas que nuestras exnovias – susurró el peli negro, Ayumu asintió con algo de nostalgia – pero bueno, nos vengamos de las personas que las mataron, así que solo queda nuestra última misión para vengar a Kanon.
- Las últimas integrantes son Keke Tang, oriunda de Shanghái y que vino a Japón para probar suerte como Idol, formaron con Kanon-chan el grupo Liella y se ha mantenido como cofundadora.
- Eso me da más rabia, la muy puta china esa queriendo matar a la persona que se unió a ella y que despegó el grupo, realmente es la hipocresía en todo su esplendor.
- Lo entiendo así, aunque también tienes que pensar que está la otra mísera.
- Sí, la que planeó darle el cianuro a Kanon, Chisato Arashi, amigas de infancia con Kanon y no solo eso, fue mi prima quien en la inspiró a que se dedicara al baile ya que lo hacía de maravilla, pero no, tenía que tomarle el ego de que el grupo que formó y mira, tratar de matar a su mejor amiga, eso no lo perdona de Buda.
- No te preocupes Kazuto-kun, tengo un método perfecto para hacer sufrir a esa perra de una vez, aunque con Tang-san no sé cómo hacerlo.
- A la chinita esa déjamela a mí, conozco un método que le gustará mucho – ambos se dieron una sonrisa que reflejaba la locura sádica que los representaba, aunque en eso, sus hijas lloraron un poco – parece que terminar de comer.
- Y querrán algo de eructos – sonrió la peli roja para darle atención a ambos bebés, ya con eso, el plan de ambos se llevaría a cabo, un cruel destino que les esperaba a Chisato y Keke.
Esa misma tarde, Kanon fue dada de alta, ya el cianuro había pasado y no quedaba rastros de él en su cuerpo, por lo que era seguro seguir adelante con su vida, aunque aún seguía algo débil por lo que el doctor recomendó reposo por algunos días.
- Espero ver pronto a las chicas, fue raro que no me vinieran a visitar – exclamó la peli naranja acostada en su cama.
- No te preocupes Kanon, a lo mejor es que tenían cosas que hacer, ya ves que mucha gente es así.
- Lo sé, pero es que ninguna respondió a mis mensajes cuando los mandé, ni siquiera me han respondido llamadas.
- Quien sabe que es – el peli negro tuvo que mentir descaradamente para que su prima no se enterara de la horrible verdad. Kanon siguió descansando mientras que Kazuto le dijo que iba a su casa, aunque en realidad esa noche se llevaría la matanza final. Kazuto fue caminando hasta que notó a Ayumu quien estaba llegando sola.
- Ya estoy aquí Kazuto-kun.
- Ayumu-san, ¿y las niñas?
- No te preocupes, contraté a una niñera, es de confianza, así que hay que perder cuidado.
- Ok, si tú lo dices, entonces vamos.
- Muy bien – ambos subieron al auto del chico y condujeron hacia el sitio en el que podrían ambas Idols y parece que acertaron.
Tanto Keke como Chisato estaban saliendo de una floristería y en los brazos de la peli blanca estaba un ramo de flores de distintos colores.
- ¿Compras flores?
- Hay que aparentar que vamos a ver que estamos preocupadas por ella.
- Entiendo, eres lista en esto Chisato.
- Vámonos – ambas chicas estaban caminando y justo cuando pasaron por un callejón oscuro en el que la luz de la farola no estaba funcionando, ambos asesinos se miraron entre sí.
- Ahora – del auto, Ayumu tomó rápidamente a Keke apretándola del cuello, mismo acto fue cometido por Kazuto hacia Chisato, ambas Idols trataron de pelear, pero un pañuelo de cloroformo en sus bocas por unos minutos hizo que sus fuerzas desaparecieran y cayeran en brazos de Morfeo.
- Funcionó como siempre.
- Hay que tenerlo minutos para que funcione, no es como en las películas que solo dura unos segundos y ya caen dormidos, no funciona así – ambos metieron a las dos chicas en el auto y sin perder tiempo, se fueron a toda velocidad para que no fueran descubiertos.
Llegando al escondite de ambos, la diversión comenzaría.
- M-Mi cabeza… ¿Por qué me da muchas vueltas? – susurraba Keke antes de darse cuenta en la situación, esta se aterró al ver que estaba desnuda, sus brazos atados con alambre de púas teniéndola estirada dejando todo su cuarto a disposición, ni que decir que estaba desnuda y sus pies estaban amarrados con el mismo alambre de púas. Estaba colgada en el aire sobre una tina por lo que las púas se enterraban mucho en su piel cada vez que hacía movimientos bruscos – ¡¿Qué es esto?! ¿Dónde estoy? ¡Me duele esto! ¡Ayuda, ayuda!
- Nadie vendrá a ayudarte perra traidora – susurró la voz de Ayumu quien entró vestida solo con un bikini el cual resaltaba su hermosa figura, desde que dio a luz a sus hijas, sus caderas se hicieron más delgadas y sus pechos crecieron, por lo que era un espectáculo verla así.
- ¿Q-Quien eres tú?
- No importa quién soy, lo importante es que morirás al final de todo, es lo único que tienes que saber – con eso, Keke comenzó a sudar frio, pero por más que se quería liberar, más sus ataduras se introducían en su piel causándole sangrado.
- ¡Déjame ir, prometo que no te delataré! – rogaba la peli gris empezando a llorar por el dolor de las ataduras y también por el miedo que sentía.
- Vamos, no llores así, todavía no te hago nada, luego empezarás a llorar de dolor y ahí sí podrás llorar de dolor, pero por minetras, quiero que sepas que es un morbo para mí volver a bañarme con sangre como hice hace mucho tiempo.
- ¿H-Hiciste hace mucho tiempo?
- Ahora cállate y déjame continuar con lo mío – Ayumu fue hacia la tina acostándose en ella mientras suspiraba un poco, se relajó un poco mirando a Keke llorar. Segundos después, se levantó y fue hacia la mesa que estaba al lado en donde se observaban algunos bisturís afiladas y una guadaña, pero decidió dejar esta última para el final – veamos, veré si te corto en la espalda comenzará caer más rápido la sangre, por lo que será genial.
- ¡No me hagas nada, te lo ruego! ¡Haré lo que quieras!
- No quiero nada de ti, solo prepárate para morir nada más y comenzaremos con algo sencillo, esto por ser una perra traidora.
- ¿P-Perra traidora?
- Traicionaste a tu amiga quien te ayudó a crear el grupo Liella y no solo eso, sino que también trataste de matarla, por lo que serás castigada por mi mano justiciera – susurró la peli roja quien tenía un bisturí listo y fue hacia atrás de Keke quien era una bola de llanto en vivo, sin perder tiempo, Ayumu clavó el objeto afilado en la carne de la china que la hizo gritar de dolor mientras que el líquido rojo comenzaba a brotar de esa herida, Ayumu se colocó rápidamente debajo para recibir la sangre en su cuerpo, esta cayó en la zona de los pechos lo que la hizo excitarse y esparció esa sangre sobre sus pechos redondos y suaves tocándolos con mucho fervor – esto es delicioso.
- ¡Maldita perra! ¡Eso duele! ¡Mamá, por favor ayúdame!
- No creas que te dejaré ir, aún falta mucho que quiero hacer contigo – susurró con maldad la oji ámbar quien siguió haciendo cortes en la espalda de Keke quien gritaba más y más, también lloraba sintiendo como la sangre abandonaba su cuerpo cada vez más y más.
Unos minutos después, Keke estaba más calmada, pero solo balbuceaba palabras como queriendo pedir ayuda, la pérdida de sangre estaba haciéndose evidente en el estado en que se encontraba.
- Oh vamos, yo quería seguir con la diversión, pero supongo que tienes un límite – exclamó Ayumu quien estaba con el cuerpo bañado de la sangre de la oriunda de Shanghái, esta iba a tomar la oz, pero decidió tomar un cuchillo de cocina que a leguas se le notaba el filo que tenía.
- P-Por favor… no más…
- Esto es lo último que te haré, así que más vale que lo aguantes porque será algo épico, lo miré el otro día en un programa de historia y me gustó el método, no sé si lo conozcas Tang-san, pero se llama "Águila de Sangre", no sé si me saldrá a como lo hicieron, pero lo intentaré.
- T-Te lo ruego, no más…
- Aquí vamos – sin piedad, Ayumu clavó el puñal con fuerza en la espalda de Keke quien gritó con fuerza y lo hacía cada vez más a medida que el arma bajaba por ahí hasta que la piel que conformaba esa zona estaba abierta dejando su caja torácica a la vista al igual que su columna vertebral, sus costillas eran como una especie de alas de sangre.
La peli roja sacó los pulmones de la zona torácica de Keke dejándolos a la intemperie, ese fue el golpe decisivo para la china quien se desangró a morir y a eso había que sumarle que el oxígeno ya no llegaba a la peli gris quien terminó muriendo desangrada y de asfixia al mismo tiempo.
- Mi trabajo está hecho, ahora solo falta ver cómo le va a Kazuto-kun – la peli roja partió hacia donde estaba su amante, dejando el cuerpo sin vida de la oriunda de Shanghái ahí colgado.
En otro lado…
- Mierda… mi cabeza me da vueltas – susurró Chisato quien se levantó mirando para todos lados, aunque se dio cuenta que estaba amarrada a un poste, sus manos estaban atadas con alambre de púas que se clavaba en su piel – ¡¿Qué es esto?! ¡¿Dónde estoy?!
- Has despertado Chisato Arashi-san – Kazuto se levantó yendo hacia la peli blanca, el chico solo llevaba una mascarilla de enfermero al igual que su uniforme de trabajo.
- ¿Dónde estoy? ¡¿A dónde me has traído?!
- Arashi-san, tal y como decía Kakashi-Sensei, aquellos que traicionan a un amigo son peor que escoria y eso eres tú. Verás, sé muy bien que tú fuiste la que planeó matar a Kanon Shibuya, aquella que fue tu amiga de infancia, aquella que te ayudó a combatir a esos bullys, tu primera amiga y te atreves a pagarle de ese modo… ¡¿Cómo osas querer matar a tu mejor amiga?!
- ¿C-Como sabes eso?
- No importa como lo sé, lo único que quiero es que sepas que no pasarás la noche con vida, pero juguemos un juego antes.
- ¿Q-Que tipo de juego? – Kazuto la liberó de su atadura, pero la esposó con esposas normales.
- Verás, quiero que bailes toda una canción completa, pero sobre esa pista – el chico señaló a donde estaba el suelo de la pista, siendo este uno cubierto de alambre de púas, espinas, vidrios y demás objetos corta punzantes.
- ¿C-Como quieres que haga eso?
- Hazlo y te dejaré vivir… niégate y te pasará lo mismo que tus amigas – susurró con malicia a lo que Chisato tuvo miedo de preguntar y solo miró a un lado en donde el chico tenía múltiples armas medicas las cuales era obvio que usaría en ella.
- Está bien, lo haré – Chisato fue hacia allá, cabe decir que solo estaba en ropa interior y esta fue hacia el suelo, esta no quería hacerlo, pero su vida estaba en juego por lo que comenzó a bailar la música que le puso Kazuto siendo algo de electrónica, aunque para la peli blanca era una tortura hacer eso, los pedazos de objetos se clavaban en sus pies y quedaba peor cuando tenía que dar saltos ya que los vidrios, púas y espinas rasgaban las plantas de sus pies. La sangre brotaba de ahí y las lágrimas de Chisato demostraban que estaba sufriendo.
- Me gusta ver esto.
- Por favor… ya no más, haré lo que sea.
- Muy bien, paremos – el chico la sacó de ahí y la tiró a una mesa – quiero que escribas una carta de disculpa hacía Kanon y en donde explicas que tú y las demás desaparecerán porque fueron las responsables de intentar matarla, hazlo o te cortaré el cuello – la peli blanca asintió, Kazuto le quitó las esposas y la tenía escribiendo eso mientras el bisturí lo tenía en el cuello siendo amenazada.
- Kazuto-kun, ya estoy de vuelta.
- Ayumu-san, supongo que ya mataste a Tang-san.
- ¡¿Qué le hicieron Keke-chan?!
- No te importa, pero al menos la carta está hecha, así que espero que sepas que es tu turno y ¿Qué crees? Mentí Arashi-san, vas a morir de todos modos.
- ¡¿Qué?! ¡D-Dijiste que me liberarías!
- Mentí, al igual que tú y tu amistad con Kanon – este la volvió a esposar y la llevó a un cuarto en donde se llevó tremenda sorpresa ya que se encontró con una de sus Kouhais del grupo.
- ¿Kinako-chan? – la castaña lucía algo golpeada en varias partes del cuerpo y no solo eso, se le notaba muy débil.
- C-Chisato… Senpai…
- Supongo que está así porque como no le hemos dado de comer ni beber en unos 3 días.
- Por cierto, Sakurakouji-san, quiero que veas como matamos a tu querida Senpai, así que estate atenta – Ayumu tomó el bisturí y esta fue hacia el cuello de Chisato cortándole la garganta frente a ella lo que hizo que Kinako comenzara a llorar y gritar por su Senpai que luego fue tirada hacia ella manchando su cuerpo con la sangre, todo mientras Chisato se desangraba a morir.
- Ayumu-san, pero quería darle el corte final.
- Lo siento Kazuto-kun, pero si quieres puedes clavarle el golpe final en el cuello.
- Tienes razón – exclamó el chico haciendo eso, finalmente con ese último apuñalamiento Chisato sucumbiera, Kinako solo lloraba fuertemente por eso, el miedo y demás cosas eran lo único que estaban metiéndose en su mente.
- ¿Y cómo acabaremos con ella?
- Propongo que le demos un castigo diferente, dejémosla viva.
- ¿Y eso?
- Sí, pero quedará aquí atada y será una muerte horrible mientras muere de hambre y sed.
- Me gusta la verdad, así que dejémosla así – los dos psicópatas se fueron del sitio dejando a la castaña a su suerte, solo para que su muerte fuera peor, contando los días que faltaban para que su final llegara.
Y así fue.
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Días después…
- Chi-chan – susurró Kanon leyendo una carta que le llegó a su casa de forma anónima, la peli naranja estaba con lágrimas en los ojos.
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Kanon-chan, lo lamento.
Mediante esta carta sabrás sobre la verdad de tu envenenamiento. Yo fui la que planeó matarte con eso y las demás lo hicimos también, el cianuro fue preparado por Shiki-chan y nuestra meta era eliminaste por haber elegido ir a Viena luego de que rechazaste el intercambio en el pasado, la fama era nuestra y ahora querías tirar todo a la mierda, sacrificamos mucho solo para que tú lo tiraras, así como así.
No volverás a vernos, así que no intentes buscarnos porque nunca sabrás de nosotras, el grupo Liella queda disuelto, así que sigue tu carrera musical como solista.
Adiós para siempre.
Chisato Arashi y el resto de las chicas de Liella.
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- ¿Por qué Chi-chan? ¡¿Por qué tuviste que hacerme eso?! ¡¿Por qué me hicieron esto chicas?! – la familia Shibuya estaba destrozada, las familias de las demás integrantes de Liella tuvieron que salir a pedir disculpas y sus imágenes públicas se arruinaron, muchos tuvieron que abandonar el país o desaparecieron del mapa. El padre de Ren mandó una compensación económica a Kanon como modo de disculpa por lo que hizo su hija.
La noticia fue nacional y al final, Kanon se recuperó, aunque le llevó su buen tiempo. En estos momentos, estaba en el Aeropuerto Internacional de Tokio con sus maletas listas.
- Cuídate hija.
- Hermana, que te vaya bien.
- No se preocupen, estaré bien.
- Espero que sepas representar a Japón y la familia Shibuya allá en Viena, Kanon – decía Kazuto el cual venía con Ayumu y sus hijas.
- Kazuto-kun, Ayumu-chan, gracias – la peli naranja se acercó a sus dos primitas – Yuu-chan, Elisa-chan, cuídense.
- ¡Nos vemos Kanon! – la peli naranja se fue hacia el avión, ella tomaría el vuelo a Viena para estar en la academia allá. El avión despegó minutos después, los dos asesinos estaban alejados del resto.
- ¿Cuánto tiempo estará en Viena?
- Unos 3 años, no te preocupes, ella estará bien Ayumu-san.
- Sí, espero que le vaya bien – la peli roja suspiró – nunca se dieron cuenta de lo que hicimos ¿no?
- No, al final de todo, las familias de esas perras salieron a pedir disculpas, Kanon podrá cumplir su sueño y bueno, nadie sabrá de las chicas desaparecidas, podemos volver a nuestra vida normal Ayumu-san.
- Así es Kazuto-kun, criemos a nuestras niñas y si alguien quiere dañar a nuestra familia… lo pagará caro.
- Así es, lo pagará caro – ambos chicos se fueron junto con la familia de Kanon hacia sus hogares, sin que nadie supiera lo que realmente pasó.
Dos jóvenes que destruyeron a 8 chicas con tal de llevar a cabo una venganza.
Estos eran Kazuto Shibuya y Ayumu Uehara.
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Continuará…
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Y hasta aquí el capítulo de hoy.
Terminamos los especiales del año 2022 y que buena forma de acabar que con el triunfo de los dos asesinados por lo que quiero decir que al final de todo me gustó hacerlo.
Nos vemos el siguiente año con los especiales del 2023.
Sin más, este ninja se despide.
Bye.
