LA NIÑERA IV:
"-¿Es grave señor?
-Le queda un mes de vida."
Esas palabras resonaban una y otra vez en la cabeza de la pelirroja. Pudo ver que la señora estaba enferma pero no hasta tal punto de perder la vida por una enfermedad muggle. Solo atinó a decirle un "Lo siento" a su jefe y marcharse conmocionada.
A lo largo de esa semana había oído extraños comentarios entre la cocinera Louise y la criada Emma, pero nunca supo interpretarlos. Ahora, atando cabos, supo que la señora había estado enferma desde que Eric nació y desafortunadamente los médicos le daban poco más de un mes de vida. Entendió porque esa mujer que parecía tan simpática había tenido abandonado a su hijo por tanto tiempo. Pensó que si ella hubiera sido Diane hubiera evitado por todos los medios que su hijo la viera en ese estado. Pero aún así, prohibirle la entrada al pequeño en la habitación le parecía algo en extremo. Y mucho más extraño le parecía que alguien como Malfoy quisiera educar a su propio hijo como un muggle después de todo lo que los había odiado.
También había quedado muy sorprendida al ver la actitud de Draco frente a su esposa enferma y luego ver la diferencia abismal con la que trataba al pequeño. Parecía como si todos en esa casa, incluso el servicio, odiara a ese niño... Temiera a esa niño. Y eso era algo que su mente no lograba comprender, no podía entender porque ese trato tan duro hacia un niño de tres años que ningún daño hacía.
-¿Ginny?-.
-¿Eric? ¿Qué haces aquí a estas horas? Son las doce y deberías de estar durmiendo ya-, dijo Ginny levantándose de su cama y cogiendo al pequeño en brazos. -¿Quieres que te lleve a tu cama?
-No Ginny, es que no puedo dormir.
-¿Por qué, cielo? ¿Has tenido alguna pesadilla?
-Estoy nervioso.
-Vaya, ¿nervioso? ¿Y eso por qué?-, preguntó la pelirroja sentándose en la cama con él.
-Porque mira... mañana no, la otra mañana, ¡es mi cumple!-, contestó el niño con expresión dolida.
-¿Es tu cumpleaños? ¡Nadie me dijo nada!-, protestó Ginny.
-Claro porque nunca lo celebramos...
-Oh vaya, y este año lo celebraremos, ¿verdad?
-No... a papi no le gustan las fiestas. Él me trae un regalo pero ya está.
-Déjame decirte que tu papi es muy aburrido. Bueno, que grande que eres ya, ¡cuatro añitos! Dentro de nada me alcanzas.
-Ginny...
-Dime Eric.
-¿Puedo dormir esta noche contigo?-, preguntó el niño poniendo cara de bueno.
-Eric ya sabes que si tu padre se entera de que duermes conmigo estoy despedida.
-¡Por fi, por fi!-, rogó poniéndose de rodillas.
-Vale vale, no grites que vas a despertar a... Bueno, grita, como no despiertes a los murciélagos del desván... Esta bien, pero solo esta noche.
-¡Gracias, gracias!-, contestó el niño dándole un fuerte beso en la mejilla.
-Venga métete ahí-, dijo la pelirroja metiéndolo entre las grandes mantas y acurrucándose junto a él. -Como que me llamo Virginia que vas a tener una fiesta como Dios manda-, susurró dándole un beso en la frente cuando el pequeño ya dormía.
:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::: :::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
-Señor.
-¿Qué quiere ahora?-, contestó Malfoy de mala gana cuando la pelirroja irrumpió en su despacho al día siguiente.
-Quiero una fiesta para Eric.
-¿Qué? No tengo tiempo para tonterías.
-¿El cumpleaños de su hijo es una tontería? Yo creo que no.
-Ya sé que mañana es el cumpleaños de Alexander. ¿Y?
-Pues que ya es hora de que celebre su cumpleaños. Yo puedo ocuparme de todo no se preocupe. Sé donde encontrar el tipo de comida para cumpleaños, sé a quien invitar y sé como celebrarlo. Solo necesito su permiso.
-Pues no tendrá mi permiso.
-¿Pero por qué? ¿Qué le molesta a usted que el niño se divierta? ¡No lo deja ni salir al jardín! A su edad no se ha relacionado con niños de su edad y eso no es normal.
-¿Y usted que sabe?
-Permítame recordarle, que me dedico a eso señor Malfoy-, recalcó la pelirroja con furia.
-Mire señorita Weasley -, dijo Draco poniéndose en pie frente a ella. -Es sábado y aún así tengo veinte minutos para llegar al trabajo puntualmente, no me entretenga con fiestas estúpidas. Solo es una pérdida de tiempo.
-Está bien señor, lo que a usted le dé la real gana-, contestó Ginny haciendo una reverencia exagerada y saliendo de la habitación con ganas de romper un jarrón en la cabeza de su jefe.
-Está como una cabra-, comentó al entrar en la cocina y Louise y Emma se la quedaron mirando.
-¿Qué te pasa, mi hija?-, preguntó Louise, una mujer regordeta de nacionalidad Mexicana.
-Que me va pasar Louise, ese Malfoy que es... es... ¡Arg! ¡Lo voy a matar!- , gritó al tiempo que lanzaba una manzana contra la pared.
-¡Ginny! Vamos tranquilízate-, intervino Emma, una joven morena y rolliza que se encargaba de la limpieza de la mansión. -Hay que tener paciencia, ya sabes como es... ¿Qué te hizo ahora?
-Me ha prohibido hacerle una fiesta al niño, ¡una fiesta de cumpleaños!
-A veces pienso que ese hombre es un monstruo...-, susurró la cocinera.
-No, simplemente, está loco. Y va a terminar volviendo al niño tan loco como el. Eso si, por encima de mi cadáver. ¿Sabéis que? Que voy hacer una fiesta y punto.
-Si lo haces a espaldas del señor, ya sabes que estás fuera de la casa, no te arriesgues.
-Me da igual Emma. Voy a... voy... a pedir permiso a la señora. Si, eso, seguro que ella me da permiso. Y si no quiere que lo haga en la casa me voy a casa de mi hermano y la hacemos allí. Total... solo tengo que devolver al niño sano y salvo.
-Ay mi hija, que cosas se te ocurren... Pero venga, ve corre, antes de que el señor vaya a despedirse de ella.
-Gracias Louise, volveré con noticias-, contestó Ginny saliendo rápidamente de la cocina en dirección a la habitación de la señora.
-¿Diane? ¿Puedo entrar?-, dijo Ginny cuando llegó a la habitación de la señora.
-Claro Virginia, entra por favor. ¿Qué deseas?-, preguntó la mujer cuando Ginny se acercó a la cama.
-Buena verá... yo quería pedirle un favor. Es algo sobre Eric.
-Oh si, dime, ¿qué le pasa a Alexander?-, dijo Diane incorporándose. Realmente parecía recuperada desde la última vez que la vio.
-Yo quería preguntarle si me permite celebrar una fiesta para el cumpleaños del niño. Su marido me lo negó pero... el crío ya tiene casi cuatro años y le encantaría que se celebrase una fiesta. Si usted no quiere hacer una fiesta aquí en la casa no se preocupe, mi hermano, Ron, tiene una casa muy bonita con un gran jardín y ese sería el lugar perfecto. Y además, tengo amigos con hijos que serían unos invitados perfectos, tampoco se preocupe por la comida puesto que...-, hablaba la pelirroja rápidamente.
-Te veo muy ilusionada-, la interrumpió la mujer sonriéndole dulcemente.
-Si señora, creo que el niño se lo merece, se esfuerza mucho en sus clases a pesar de lo pequeño que es y se porta estupendamente. Si usted hablara con el señor...
-Bueno Virginia, voy a ser franca contigo. Podrás llevar al niño a casa de tu hermano si así lo deseas, pero antes me gustaría aclararte un poco las cosas ya que hoy me encuentro mejor.
-Si, la escucho-, contestó la pelirroja sentándose en una silla, con los ojos muy abiertos a la espera de una explicación que le aclarara el extraño comportamiento de la familia.
-Como supongo que ya sabrás, tengo poco tiempo para abandonar este mundo-, comenzó la mujer con una sonrisa triste. -Desgraciadamente una enfermedad muggle se apoderó de mi unos meses antes de que Eric Alexander Malfoy naciera y me ha tenido postrada en esta cama sin dejarme disfrutar de mi familia. Mi esposo trabaja durante la mayor parte del día sin poder hacerse cargo del niño y yo... soy una inútil en estas condiciones. Muchas niñeras han pasado por esta casa, pero ninguna ha permanecido aquí durante mucho tiempo.
-¿Todas se fueron?-, pregunto Ginny cuando Diane paró para tomar aire.
-Si. Pero tu Virginia, tu has llegado con fuerza a esta casa. Estas cambiándolo todo con tu juventud, no eres una de esas señoras cuarentonas severas que antaño se ocuparon de Alexander. Has revolucionado esta casa con un aire fresco, con algo inexplicable-, dijo la mujer con emoción.
Al oír este comentario Ginny se ruborizó. No sabía si eso de revolucionar la casa era bueno o por el contrario... esa señora estaba a punto de despedirla.
-Perdone si mi actitud le molesta señora. Yo solo pensé... bueno, creo que yo también debería ser franca con usted. En esta casa se respira un ambiente muy extraño, una casa tan grande pero tan vacía... Louise y Emma solo llevan trabajando aquí desde que Eric nació y Frederic veinticinco largos años pero el es demasiado discreto como para confiarme nada. Pero yo sé que aquí hay algo que... bueno, no es normal la forma de tratar al niño. Perdone por si parezco entrometida pero le he tomado mucho cariño a Eric y solo quiero lo mejor para él.
-Gracias por ser franca Virginia, esa es una de las cosas que admiro en una persona y más en una chica joven como tu. Y no, no me molesta tu actitud, al contrario, me alegro de haber encontrado a alguien como tu tan apta para mis planes. Quizás sería mejor comenzar por el principio de la historia, ¿cierto?
-Si usted lo desea...-, contestó la pelirroja preguntándose que planes serían esos de los que hablaba la mujer.
-Bien. Todo comenzó cuando Draco, como ya sabes, venció a Voldemort. El huyó. ¿Por qué? Su... su padre era un mortífago y el había derrotado a su jefe, lo que quería decir que todos los mortífagos que lograran sobrevivir a la gran persecución que hubo estarían en su contra. Con tan solo diecisiete años tuvo que desaparecer y tres años después, cuando contaba con veinte años, reapareció convertido en una nueva persona y encarceló a su padre y a todos los seguidores de Voldemort y sigue haciéndolo hasta el día de hoy. Entonces se hizo un hueco en el Ministerio y entre los muggles, me conoció a mi, quedé embarazada y lo demás ya lo sabes. Ahora él tiene un trabajo muggle, director de un banco, y su trabajo en el Ministerio y por ese motivo está tan ocupado.
-Pero, ¿por qué el señor tiene una doble vida? ¿Por qué todos tienen una doble vida y se empeñan en ocultarle al niño su verdadera procedencia?-, preguntó la pelirroja intrigada.
-Mi esposo siempre quiso ser lo mejor. Tanto en el mundo muggle como en el mágico el se ha forjado una posición muy elevada y es reconocido en ambas partes. Quiere que su hijo haga lo mismo y por eso debe de ser criado desde pequeño en los ámbitos muggles, para que se amolde, y después que triunfe en el mundo Mágico pero también entre los muggles. En los tres años que él estuvo fuera permaneció escondido entre los muggles pero a su vez perfeccionando su magia, no quiere que a su hijo le ocurra lo mismo y el niño tiene que destacar en ambos mundos.
Ambición, fue lo primero que pensó Ginny al oír esas palabras. Ambición de Slytherin... la ambición que siempre tuvo Draco, que siempre tuvo su familia, los Malfoy. De repente, pensó que si la mujer también tenía esos pensamientos... es que debió de ser una Slytherin en su juventud, quizás por eso le resultaba tan conocida, quizás ella misma la había conocido en Hogwarts.
-No Virginia, no es ambición-, dijo la mujer como si le leyera el pensamiento, y la pelirroja se sobresaltó ante tal comentario. -Al contrario de lo que todos piensan, no es ambición. Es algo que comprenderás perfectamente el día que muera.
-No diga eso Diane, no piense que...
-Un mes Virginia, un mes y todo será distinto. Yo descansaré en paz... Draco lo hará, hasta el servicio lo hará. Pero tienes que prometerme algo Virginia.
-Pero yo... usted no me conoce, no sabe si...
-Si te conozco, y mejor de lo que crees, pero eso ahora no importa-, contestó Diane cogiéndola de un brazo. -Debes prometerme que cuidarás del niño, de ese niño que trajo la desgracia a los Malfoy, pero debes prometerme que no dejarás que nada le suceda, no dejes que ellos se lo lleven. No, no permitas que el niño sea igual que él... no lo permitas Virginia... ¡Prométemelo!-, gritó la mujer.
-Si Diane, se lo prometo pero... ¡Señora!-, gritó Ginny cuando la mujer se desmayó ante sus ojos.
-¿Pero qué...? ¡Diane!-, dijo Draco entrando en la habitación. -¡Qué haces tu aquí!-, gritó a la pelirroja mientras cogía a su mujer en brazos e intentaba reanimarla.
-Yo vine a... yo... señor ella estaba hablando y se desmayó, yo lo siento, déjeme que...
-¡No! ¡Sale de aquí! Ve a llamar a Frederic, Vamos vete, vete y no vuelvas más, ¡estás despedida, maldita sea!
Ginny salió corriendo de la habitación buscando a Frederic desesperadamente por toda la casa. Las lágrimas caían por su rostro al pensar en todo lo que acababa de suceder.
-Fred, Fred corre, corre a la habitación de la señora, se ha desmayado Fred, ella...-, intentó explicar la pelirroja jadeando a causa del desfuerzo de subir todas las escaleras de la casa en menos de veinte segundos, pero el mayordomo ya se había marchado sin dejarla terminar.
Se marchó a su habitación y se tiró en la cama, intentando controlar la respiración agitada y las lágrimas desconsoladas que caían por sus mejillas. Acababa de prometerle algo que ni siquiera había comprendido a una mujer moribunda. ¿Proteger al niño? ¿de quién? ¿A quién no quería que se pareciera? ¿A su padre? Pero... ¿qué había querido decir con todo aquello? Dijo que el niño había traído la desgracia a la familia, dijo que la conocía, dijo que... ¡Oh, Dios! Que había hecho... ¿y si por su culpa esa mujer fallecía? Pero ahora... ahora estaba despedida, ya no podría cuidar del niño. Cuidar... proteger... ¿de qué? O mejor dicho... ¿de quién? Se abandonó al llanto mientras hacía las maletas rápidamente pero de repente un recuerdo apareció en su mente. La abuela del niño... ¿dónde estaba? ¿Dónde estaba Narcissa Malfoy? Nunca había tenido noticias de su muerte pero... recordó que la última vez que la vio fue... fue... hace tres años. El día que Draco reapareció y encarceló a su padre, algo que fue histórico y mundial. ¿Qué demonios estaba pasando? Todas las piezas... pero ninguna parecía encajar. ¡Maldita sea! Quien le mandaba meterse en esa familia, quien le mandaba preguntar nada... pero ahora era demasiado tarde. Ahora tenía que hacer algo. Si esa mujer, Diane, decía la verdad el niño corría un grave peligro. Y por primera vez en su vida tuvo claro lo que tenía que hacer. Tenía que encontrar a Narcissa Malfoy, aunque tuviera que buscar bajo las piedras de toda una montaña, ella debía de ser la pieza que faltaba en todo ese puzzle. Pero... ¿y el niño? ¿qué haría el niño mientras tanto? No podía quedarse allí con un padre que ni siquiera lo miraba a la cara...
-Me lo llevo-, se dijo a si misma con firmeza.
Salió de su dormitorio hacia la habitación donde el niño daba sus clases.
-Perdone profesor pero ha surgido un imprevisto y me temo que tendrá usted que marcharse, vuelve mañana-, dijo irrumpiendo en la habitación y echando prácticamente al profesor que en ese momento de ocupaba del niño.
-¿Qué pasa Ginny? ¿Por qué guardas mi ropa? ¿Dónde vamos?-, preguntaba el niño asustado.
-No te preocupes Eric, solo vamos a dar un paseo. Todo irá bien, quieres venir conmigo, ¿verdad Eric?
-Si Ginny, pero, ¿vendrá papi?
-No, no Eric... tu padre ha tenido un problema y tendremos que ir nosotros solos, ¿vale? Volveremos mañana, le voy a dejar una nota a tu padre para que no se preocupe y... -, decía mientras escribía rápidamente una nota en la que decía que se llevaba al niño, que mañana mismo volvería y que no se preocuparan.
Dudó que alguien se diera cuenta de si el niño existía o no con el revuelo que escuchaba en el salón pero... sabía que si se llevaba al niño se enfrentaba a Malfoy y a todo el mismísimo Ministerio que los buscarían hasta dar con ellos. Lo último que le faltaba era terminar en la cárcel por secuestradora de niños pero... tenía que hacerlo.
-Bien, vámonos pequeño-, dijo cogiendo al niño en brazos. -¡Mierda! ¡Mi varita!
-¿Varita? ¿Qué es eso Ginny?-, preguntó el niño extrañado.
-Nada pequeño, nada. Tendremos que ir al despacho de tu padre, no se como pero... ¡Si sé! ¡Claro que sé! Cierra los ojos Eric, solo un minuto. Por favor... que salga bien esta maldita aparición-, dijo por último a la vez que desaparecía de la habitación y aparecía en el despacho del señor. -Vaya, y eso que nunca se me dio bien esto de aparecerme... La caja fuerte, como diablo abro yo la...
-¡Vaya! ¡Hemos volado! Y la combinación es 16-9-45-38-24-51-69-, comentó el niño como quien no quiere la cosa.
-¿Eric? ¿Cómo diablo sabes tu qué...?-, preguntó la pelirroja al comprobar con asombro que una caja fuerte repleta de lingotes de oro y galeones se abría ante sus ojos.
-Una vez vi a papi abrirla. Venga Ginny, ¡quiero irme ya! ¡Volemos otra vez!
-Si Eric, tendremos que volar mucho no te preocupes-, contestó la pelirroja cogiendo su varita. -Cierra los ojos pequeño, nos vamos otra vez.
-¡¡¡Virginia Weasley!!! ¿Qué demonios haces tu aquí? Y que haces con... ¡¿eso?!-, gritó Ron al ver a su hermana aparecer en el salón de su casa, cargada de maletas y con un niño en brazos.
-No preguntes hermanito, es una larga historia-, contestó Ginny tirándose en el gran sofá pensando que los agentes del ministerio aparecerían en la casa de un momento a otro.
:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::: :::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
Buenooooo, vaya lio de capitulo ^^UU ¿Habeis entendido algo? Me parece que no lo entiendo ni yo xDDD. Bueno pos si alguien no entiende algo que me deje un review preguntando porque algunas cosas son algo liantes :p Ala, que ya en el proximo capi veremos a la abuelita del nene y se aclararan un poco más las cosas... (¿o quizas las lio mas? xD) Bueno pos muchas gracias por todos los reviews, voy a contestarlos ^^ Am por cierto en los reviews doy algunas pistas asi que leedlos y dejar uno si os quereis enterar de algo....lalalaaaa ^^
Ly: que perra te ha entrao con el nombre del nene xD Muaajajajaaaa pos la tipa no se descubrirá hasta el último capitulo lalalaaaa ^^ (no me mateis ^^UUU, lo siento es que sino el fic no sirve para nada xD) Y lo del triki triki no te flipes mucho que aun queda un poquito ^^ (eso si es que hay claro, porque lo veo chungo xDDD)
Nepah: Me alegro que te guste io :P Pos ala yo continuo, sigue dejando review wapo ^^UUU
Jeru: Sip... quere mucho a su esposa... muaaajajajaaaa ^^ *patry pone cara de mala pensando en futuras cosas xD* Pos hija mm... tened pacienciaaaaa buaaaaa T.T... ya habra D/G tranquila ^^ (supongo que habra Ô.o... ¿habra o no habra? XDDD) Y si se enreda con Virginia no sera porque este triste eso te lo aseguro XDDD Asias por el review! ^^
Marta: Muaajajajaaa ya voyy ya voyyy ya escribo xDDD
Mariah Weasley: Bueno en este capitulo no te saco porque no pegas mucho la verdad xDDD Asias por el review, me alegro que te haya gustao tu intervencion, pero te gusta lo demas del fic o no? xD Ala besos warri :P
Pirra: Weeee ^^ ola cariño, me alegro mucho de que te guste el fic ^^ Ammm y lo del review de laura dejala que a la chica le duele el deo de darle al boton xDD (tambien creo que no le funciona pero weno Ô.o...) Muchos besos y asias x el review!!! ^^
Mayumi: Lalalalaaaa miiiiooooo eomerrrr lalalaaaaaa *____*.... xDDD Asias por el review warri ^^ que ases tu a las tres de la madruga caxo warra? Trabajar? Ya ya ¬¬... xDD Besos!! :p
"-¿Es grave señor?
-Le queda un mes de vida."
Esas palabras resonaban una y otra vez en la cabeza de la pelirroja. Pudo ver que la señora estaba enferma pero no hasta tal punto de perder la vida por una enfermedad muggle. Solo atinó a decirle un "Lo siento" a su jefe y marcharse conmocionada.
A lo largo de esa semana había oído extraños comentarios entre la cocinera Louise y la criada Emma, pero nunca supo interpretarlos. Ahora, atando cabos, supo que la señora había estado enferma desde que Eric nació y desafortunadamente los médicos le daban poco más de un mes de vida. Entendió porque esa mujer que parecía tan simpática había tenido abandonado a su hijo por tanto tiempo. Pensó que si ella hubiera sido Diane hubiera evitado por todos los medios que su hijo la viera en ese estado. Pero aún así, prohibirle la entrada al pequeño en la habitación le parecía algo en extremo. Y mucho más extraño le parecía que alguien como Malfoy quisiera educar a su propio hijo como un muggle después de todo lo que los había odiado.
También había quedado muy sorprendida al ver la actitud de Draco frente a su esposa enferma y luego ver la diferencia abismal con la que trataba al pequeño. Parecía como si todos en esa casa, incluso el servicio, odiara a ese niño... Temiera a esa niño. Y eso era algo que su mente no lograba comprender, no podía entender porque ese trato tan duro hacia un niño de tres años que ningún daño hacía.
-¿Ginny?-.
-¿Eric? ¿Qué haces aquí a estas horas? Son las doce y deberías de estar durmiendo ya-, dijo Ginny levantándose de su cama y cogiendo al pequeño en brazos. -¿Quieres que te lleve a tu cama?
-No Ginny, es que no puedo dormir.
-¿Por qué, cielo? ¿Has tenido alguna pesadilla?
-Estoy nervioso.
-Vaya, ¿nervioso? ¿Y eso por qué?-, preguntó la pelirroja sentándose en la cama con él.
-Porque mira... mañana no, la otra mañana, ¡es mi cumple!-, contestó el niño con expresión dolida.
-¿Es tu cumpleaños? ¡Nadie me dijo nada!-, protestó Ginny.
-Claro porque nunca lo celebramos...
-Oh vaya, y este año lo celebraremos, ¿verdad?
-No... a papi no le gustan las fiestas. Él me trae un regalo pero ya está.
-Déjame decirte que tu papi es muy aburrido. Bueno, que grande que eres ya, ¡cuatro añitos! Dentro de nada me alcanzas.
-Ginny...
-Dime Eric.
-¿Puedo dormir esta noche contigo?-, preguntó el niño poniendo cara de bueno.
-Eric ya sabes que si tu padre se entera de que duermes conmigo estoy despedida.
-¡Por fi, por fi!-, rogó poniéndose de rodillas.
-Vale vale, no grites que vas a despertar a... Bueno, grita, como no despiertes a los murciélagos del desván... Esta bien, pero solo esta noche.
-¡Gracias, gracias!-, contestó el niño dándole un fuerte beso en la mejilla.
-Venga métete ahí-, dijo la pelirroja metiéndolo entre las grandes mantas y acurrucándose junto a él. -Como que me llamo Virginia que vas a tener una fiesta como Dios manda-, susurró dándole un beso en la frente cuando el pequeño ya dormía.
:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::: :::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
-Señor.
-¿Qué quiere ahora?-, contestó Malfoy de mala gana cuando la pelirroja irrumpió en su despacho al día siguiente.
-Quiero una fiesta para Eric.
-¿Qué? No tengo tiempo para tonterías.
-¿El cumpleaños de su hijo es una tontería? Yo creo que no.
-Ya sé que mañana es el cumpleaños de Alexander. ¿Y?
-Pues que ya es hora de que celebre su cumpleaños. Yo puedo ocuparme de todo no se preocupe. Sé donde encontrar el tipo de comida para cumpleaños, sé a quien invitar y sé como celebrarlo. Solo necesito su permiso.
-Pues no tendrá mi permiso.
-¿Pero por qué? ¿Qué le molesta a usted que el niño se divierta? ¡No lo deja ni salir al jardín! A su edad no se ha relacionado con niños de su edad y eso no es normal.
-¿Y usted que sabe?
-Permítame recordarle, que me dedico a eso señor Malfoy-, recalcó la pelirroja con furia.
-Mire señorita Weasley -, dijo Draco poniéndose en pie frente a ella. -Es sábado y aún así tengo veinte minutos para llegar al trabajo puntualmente, no me entretenga con fiestas estúpidas. Solo es una pérdida de tiempo.
-Está bien señor, lo que a usted le dé la real gana-, contestó Ginny haciendo una reverencia exagerada y saliendo de la habitación con ganas de romper un jarrón en la cabeza de su jefe.
-Está como una cabra-, comentó al entrar en la cocina y Louise y Emma se la quedaron mirando.
-¿Qué te pasa, mi hija?-, preguntó Louise, una mujer regordeta de nacionalidad Mexicana.
-Que me va pasar Louise, ese Malfoy que es... es... ¡Arg! ¡Lo voy a matar!- , gritó al tiempo que lanzaba una manzana contra la pared.
-¡Ginny! Vamos tranquilízate-, intervino Emma, una joven morena y rolliza que se encargaba de la limpieza de la mansión. -Hay que tener paciencia, ya sabes como es... ¿Qué te hizo ahora?
-Me ha prohibido hacerle una fiesta al niño, ¡una fiesta de cumpleaños!
-A veces pienso que ese hombre es un monstruo...-, susurró la cocinera.
-No, simplemente, está loco. Y va a terminar volviendo al niño tan loco como el. Eso si, por encima de mi cadáver. ¿Sabéis que? Que voy hacer una fiesta y punto.
-Si lo haces a espaldas del señor, ya sabes que estás fuera de la casa, no te arriesgues.
-Me da igual Emma. Voy a... voy... a pedir permiso a la señora. Si, eso, seguro que ella me da permiso. Y si no quiere que lo haga en la casa me voy a casa de mi hermano y la hacemos allí. Total... solo tengo que devolver al niño sano y salvo.
-Ay mi hija, que cosas se te ocurren... Pero venga, ve corre, antes de que el señor vaya a despedirse de ella.
-Gracias Louise, volveré con noticias-, contestó Ginny saliendo rápidamente de la cocina en dirección a la habitación de la señora.
-¿Diane? ¿Puedo entrar?-, dijo Ginny cuando llegó a la habitación de la señora.
-Claro Virginia, entra por favor. ¿Qué deseas?-, preguntó la mujer cuando Ginny se acercó a la cama.
-Buena verá... yo quería pedirle un favor. Es algo sobre Eric.
-Oh si, dime, ¿qué le pasa a Alexander?-, dijo Diane incorporándose. Realmente parecía recuperada desde la última vez que la vio.
-Yo quería preguntarle si me permite celebrar una fiesta para el cumpleaños del niño. Su marido me lo negó pero... el crío ya tiene casi cuatro años y le encantaría que se celebrase una fiesta. Si usted no quiere hacer una fiesta aquí en la casa no se preocupe, mi hermano, Ron, tiene una casa muy bonita con un gran jardín y ese sería el lugar perfecto. Y además, tengo amigos con hijos que serían unos invitados perfectos, tampoco se preocupe por la comida puesto que...-, hablaba la pelirroja rápidamente.
-Te veo muy ilusionada-, la interrumpió la mujer sonriéndole dulcemente.
-Si señora, creo que el niño se lo merece, se esfuerza mucho en sus clases a pesar de lo pequeño que es y se porta estupendamente. Si usted hablara con el señor...
-Bueno Virginia, voy a ser franca contigo. Podrás llevar al niño a casa de tu hermano si así lo deseas, pero antes me gustaría aclararte un poco las cosas ya que hoy me encuentro mejor.
-Si, la escucho-, contestó la pelirroja sentándose en una silla, con los ojos muy abiertos a la espera de una explicación que le aclarara el extraño comportamiento de la familia.
-Como supongo que ya sabrás, tengo poco tiempo para abandonar este mundo-, comenzó la mujer con una sonrisa triste. -Desgraciadamente una enfermedad muggle se apoderó de mi unos meses antes de que Eric Alexander Malfoy naciera y me ha tenido postrada en esta cama sin dejarme disfrutar de mi familia. Mi esposo trabaja durante la mayor parte del día sin poder hacerse cargo del niño y yo... soy una inútil en estas condiciones. Muchas niñeras han pasado por esta casa, pero ninguna ha permanecido aquí durante mucho tiempo.
-¿Todas se fueron?-, pregunto Ginny cuando Diane paró para tomar aire.
-Si. Pero tu Virginia, tu has llegado con fuerza a esta casa. Estas cambiándolo todo con tu juventud, no eres una de esas señoras cuarentonas severas que antaño se ocuparon de Alexander. Has revolucionado esta casa con un aire fresco, con algo inexplicable-, dijo la mujer con emoción.
Al oír este comentario Ginny se ruborizó. No sabía si eso de revolucionar la casa era bueno o por el contrario... esa señora estaba a punto de despedirla.
-Perdone si mi actitud le molesta señora. Yo solo pensé... bueno, creo que yo también debería ser franca con usted. En esta casa se respira un ambiente muy extraño, una casa tan grande pero tan vacía... Louise y Emma solo llevan trabajando aquí desde que Eric nació y Frederic veinticinco largos años pero el es demasiado discreto como para confiarme nada. Pero yo sé que aquí hay algo que... bueno, no es normal la forma de tratar al niño. Perdone por si parezco entrometida pero le he tomado mucho cariño a Eric y solo quiero lo mejor para él.
-Gracias por ser franca Virginia, esa es una de las cosas que admiro en una persona y más en una chica joven como tu. Y no, no me molesta tu actitud, al contrario, me alegro de haber encontrado a alguien como tu tan apta para mis planes. Quizás sería mejor comenzar por el principio de la historia, ¿cierto?
-Si usted lo desea...-, contestó la pelirroja preguntándose que planes serían esos de los que hablaba la mujer.
-Bien. Todo comenzó cuando Draco, como ya sabes, venció a Voldemort. El huyó. ¿Por qué? Su... su padre era un mortífago y el había derrotado a su jefe, lo que quería decir que todos los mortífagos que lograran sobrevivir a la gran persecución que hubo estarían en su contra. Con tan solo diecisiete años tuvo que desaparecer y tres años después, cuando contaba con veinte años, reapareció convertido en una nueva persona y encarceló a su padre y a todos los seguidores de Voldemort y sigue haciéndolo hasta el día de hoy. Entonces se hizo un hueco en el Ministerio y entre los muggles, me conoció a mi, quedé embarazada y lo demás ya lo sabes. Ahora él tiene un trabajo muggle, director de un banco, y su trabajo en el Ministerio y por ese motivo está tan ocupado.
-Pero, ¿por qué el señor tiene una doble vida? ¿Por qué todos tienen una doble vida y se empeñan en ocultarle al niño su verdadera procedencia?-, preguntó la pelirroja intrigada.
-Mi esposo siempre quiso ser lo mejor. Tanto en el mundo muggle como en el mágico el se ha forjado una posición muy elevada y es reconocido en ambas partes. Quiere que su hijo haga lo mismo y por eso debe de ser criado desde pequeño en los ámbitos muggles, para que se amolde, y después que triunfe en el mundo Mágico pero también entre los muggles. En los tres años que él estuvo fuera permaneció escondido entre los muggles pero a su vez perfeccionando su magia, no quiere que a su hijo le ocurra lo mismo y el niño tiene que destacar en ambos mundos.
Ambición, fue lo primero que pensó Ginny al oír esas palabras. Ambición de Slytherin... la ambición que siempre tuvo Draco, que siempre tuvo su familia, los Malfoy. De repente, pensó que si la mujer también tenía esos pensamientos... es que debió de ser una Slytherin en su juventud, quizás por eso le resultaba tan conocida, quizás ella misma la había conocido en Hogwarts.
-No Virginia, no es ambición-, dijo la mujer como si le leyera el pensamiento, y la pelirroja se sobresaltó ante tal comentario. -Al contrario de lo que todos piensan, no es ambición. Es algo que comprenderás perfectamente el día que muera.
-No diga eso Diane, no piense que...
-Un mes Virginia, un mes y todo será distinto. Yo descansaré en paz... Draco lo hará, hasta el servicio lo hará. Pero tienes que prometerme algo Virginia.
-Pero yo... usted no me conoce, no sabe si...
-Si te conozco, y mejor de lo que crees, pero eso ahora no importa-, contestó Diane cogiéndola de un brazo. -Debes prometerme que cuidarás del niño, de ese niño que trajo la desgracia a los Malfoy, pero debes prometerme que no dejarás que nada le suceda, no dejes que ellos se lo lleven. No, no permitas que el niño sea igual que él... no lo permitas Virginia... ¡Prométemelo!-, gritó la mujer.
-Si Diane, se lo prometo pero... ¡Señora!-, gritó Ginny cuando la mujer se desmayó ante sus ojos.
-¿Pero qué...? ¡Diane!-, dijo Draco entrando en la habitación. -¡Qué haces tu aquí!-, gritó a la pelirroja mientras cogía a su mujer en brazos e intentaba reanimarla.
-Yo vine a... yo... señor ella estaba hablando y se desmayó, yo lo siento, déjeme que...
-¡No! ¡Sale de aquí! Ve a llamar a Frederic, Vamos vete, vete y no vuelvas más, ¡estás despedida, maldita sea!
Ginny salió corriendo de la habitación buscando a Frederic desesperadamente por toda la casa. Las lágrimas caían por su rostro al pensar en todo lo que acababa de suceder.
-Fred, Fred corre, corre a la habitación de la señora, se ha desmayado Fred, ella...-, intentó explicar la pelirroja jadeando a causa del desfuerzo de subir todas las escaleras de la casa en menos de veinte segundos, pero el mayordomo ya se había marchado sin dejarla terminar.
Se marchó a su habitación y se tiró en la cama, intentando controlar la respiración agitada y las lágrimas desconsoladas que caían por sus mejillas. Acababa de prometerle algo que ni siquiera había comprendido a una mujer moribunda. ¿Proteger al niño? ¿de quién? ¿A quién no quería que se pareciera? ¿A su padre? Pero... ¿qué había querido decir con todo aquello? Dijo que el niño había traído la desgracia a la familia, dijo que la conocía, dijo que... ¡Oh, Dios! Que había hecho... ¿y si por su culpa esa mujer fallecía? Pero ahora... ahora estaba despedida, ya no podría cuidar del niño. Cuidar... proteger... ¿de qué? O mejor dicho... ¿de quién? Se abandonó al llanto mientras hacía las maletas rápidamente pero de repente un recuerdo apareció en su mente. La abuela del niño... ¿dónde estaba? ¿Dónde estaba Narcissa Malfoy? Nunca había tenido noticias de su muerte pero... recordó que la última vez que la vio fue... fue... hace tres años. El día que Draco reapareció y encarceló a su padre, algo que fue histórico y mundial. ¿Qué demonios estaba pasando? Todas las piezas... pero ninguna parecía encajar. ¡Maldita sea! Quien le mandaba meterse en esa familia, quien le mandaba preguntar nada... pero ahora era demasiado tarde. Ahora tenía que hacer algo. Si esa mujer, Diane, decía la verdad el niño corría un grave peligro. Y por primera vez en su vida tuvo claro lo que tenía que hacer. Tenía que encontrar a Narcissa Malfoy, aunque tuviera que buscar bajo las piedras de toda una montaña, ella debía de ser la pieza que faltaba en todo ese puzzle. Pero... ¿y el niño? ¿qué haría el niño mientras tanto? No podía quedarse allí con un padre que ni siquiera lo miraba a la cara...
-Me lo llevo-, se dijo a si misma con firmeza.
Salió de su dormitorio hacia la habitación donde el niño daba sus clases.
-Perdone profesor pero ha surgido un imprevisto y me temo que tendrá usted que marcharse, vuelve mañana-, dijo irrumpiendo en la habitación y echando prácticamente al profesor que en ese momento de ocupaba del niño.
-¿Qué pasa Ginny? ¿Por qué guardas mi ropa? ¿Dónde vamos?-, preguntaba el niño asustado.
-No te preocupes Eric, solo vamos a dar un paseo. Todo irá bien, quieres venir conmigo, ¿verdad Eric?
-Si Ginny, pero, ¿vendrá papi?
-No, no Eric... tu padre ha tenido un problema y tendremos que ir nosotros solos, ¿vale? Volveremos mañana, le voy a dejar una nota a tu padre para que no se preocupe y... -, decía mientras escribía rápidamente una nota en la que decía que se llevaba al niño, que mañana mismo volvería y que no se preocuparan.
Dudó que alguien se diera cuenta de si el niño existía o no con el revuelo que escuchaba en el salón pero... sabía que si se llevaba al niño se enfrentaba a Malfoy y a todo el mismísimo Ministerio que los buscarían hasta dar con ellos. Lo último que le faltaba era terminar en la cárcel por secuestradora de niños pero... tenía que hacerlo.
-Bien, vámonos pequeño-, dijo cogiendo al niño en brazos. -¡Mierda! ¡Mi varita!
-¿Varita? ¿Qué es eso Ginny?-, preguntó el niño extrañado.
-Nada pequeño, nada. Tendremos que ir al despacho de tu padre, no se como pero... ¡Si sé! ¡Claro que sé! Cierra los ojos Eric, solo un minuto. Por favor... que salga bien esta maldita aparición-, dijo por último a la vez que desaparecía de la habitación y aparecía en el despacho del señor. -Vaya, y eso que nunca se me dio bien esto de aparecerme... La caja fuerte, como diablo abro yo la...
-¡Vaya! ¡Hemos volado! Y la combinación es 16-9-45-38-24-51-69-, comentó el niño como quien no quiere la cosa.
-¿Eric? ¿Cómo diablo sabes tu qué...?-, preguntó la pelirroja al comprobar con asombro que una caja fuerte repleta de lingotes de oro y galeones se abría ante sus ojos.
-Una vez vi a papi abrirla. Venga Ginny, ¡quiero irme ya! ¡Volemos otra vez!
-Si Eric, tendremos que volar mucho no te preocupes-, contestó la pelirroja cogiendo su varita. -Cierra los ojos pequeño, nos vamos otra vez.
-¡¡¡Virginia Weasley!!! ¿Qué demonios haces tu aquí? Y que haces con... ¡¿eso?!-, gritó Ron al ver a su hermana aparecer en el salón de su casa, cargada de maletas y con un niño en brazos.
-No preguntes hermanito, es una larga historia-, contestó Ginny tirándose en el gran sofá pensando que los agentes del ministerio aparecerían en la casa de un momento a otro.
:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::: :::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
Buenooooo, vaya lio de capitulo ^^UU ¿Habeis entendido algo? Me parece que no lo entiendo ni yo xDDD. Bueno pos si alguien no entiende algo que me deje un review preguntando porque algunas cosas son algo liantes :p Ala, que ya en el proximo capi veremos a la abuelita del nene y se aclararan un poco más las cosas... (¿o quizas las lio mas? xD) Bueno pos muchas gracias por todos los reviews, voy a contestarlos ^^ Am por cierto en los reviews doy algunas pistas asi que leedlos y dejar uno si os quereis enterar de algo....lalalaaaa ^^
Ly: que perra te ha entrao con el nombre del nene xD Muaajajajaaaa pos la tipa no se descubrirá hasta el último capitulo lalalaaaa ^^ (no me mateis ^^UUU, lo siento es que sino el fic no sirve para nada xD) Y lo del triki triki no te flipes mucho que aun queda un poquito ^^ (eso si es que hay claro, porque lo veo chungo xDDD)
Nepah: Me alegro que te guste io :P Pos ala yo continuo, sigue dejando review wapo ^^UUU
Jeru: Sip... quere mucho a su esposa... muaaajajajaaaa ^^ *patry pone cara de mala pensando en futuras cosas xD* Pos hija mm... tened pacienciaaaaa buaaaaa T.T... ya habra D/G tranquila ^^ (supongo que habra Ô.o... ¿habra o no habra? XDDD) Y si se enreda con Virginia no sera porque este triste eso te lo aseguro XDDD Asias por el review! ^^
Marta: Muaajajajaaa ya voyy ya voyyy ya escribo xDDD
Mariah Weasley: Bueno en este capitulo no te saco porque no pegas mucho la verdad xDDD Asias por el review, me alegro que te haya gustao tu intervencion, pero te gusta lo demas del fic o no? xD Ala besos warri :P
Pirra: Weeee ^^ ola cariño, me alegro mucho de que te guste el fic ^^ Ammm y lo del review de laura dejala que a la chica le duele el deo de darle al boton xDD (tambien creo que no le funciona pero weno Ô.o...) Muchos besos y asias x el review!!! ^^
Mayumi: Lalalalaaaa miiiiooooo eomerrrr lalalaaaaaa *____*.... xDDD Asias por el review warri ^^ que ases tu a las tres de la madruga caxo warra? Trabajar? Ya ya ¬¬... xDD Besos!! :p
