Bueno, esto es la continuación de un fic que según muchos creen que es cursi, tal vez lo sea, pero encuentro que el amor se puede expresar de esta manera, cursi o no, es amor, amor verdadero, eso creen los protagonistas, deberán pasar muchas pruebas antes de perpetuar su amor o morir (estilo romeo y Julieta, pero eso esta muy trillado :P). Espero que eso les aclare mi punto de vista, espero que les guste este nuevo intento de fic romántico, la primera parte no fue cebollenta como había predicho y más que eso fue demasiado "bonito", ahora viene la parte un poco más dark de la historia....
Noche; es la representación de Sora. También es la oscuridad, es la maldad, lo escondido y oculto, el mal de esta gran entidad podría eclipsar el amor de Joe y Sora. Nadie lo sabe, ¿Podrán sobrepasar la venida de las tinieblas?
Bienvenidos a....
Capítulo II : La Noche:
Ya era tarde y Joe miraba al horizonte con una vaga sonrisa que mucho y nada significaba; era feliz por que había conseguido el amor de su amada Sora, pero en ese momento se daba cuenta de que había sido algo efímero y momentáneo, y más encima que no estaba Sora con él. Estaba triste.
Vio como poco a poco el Sol se ocultaba en el llano horizonte, sentía nostalgia por lo que hace unas pocas horas había conversado con Sora, deseaba con todo su ser que el tiempo pasara rápido para poder volverla a ver, sus rojos y delicados cabellos, su estilizado rostro, sus bellos ojos, no podía sentir ni ver algún defecto en ella. Era su centro de atención, el dios que debe ser alabado, la consagración de todos sus deseos.
De repente sonó el teléfono. Joe seguía mirando el atardecer desde una silla sin prestar atención a la llamada, el teléfono seguía sonando, un pito sonó, era esa maldita máquina que grababa los mensajes telefónicos, creía saber quien era, pero dentro de sí una pequeña luz de esperanza le decía que era Sora, rogó porque fuera ella, pero, no fue ella:
-¿Aló?¿Joe?
Esa voz lo deprimió y lo llevó a un terrible ataque de conciencia.
-Soy Mimi – continuó –, te llamaba para recordarte que mañana vamos a salir juntos y te voy a presentar formalmente con mis padres, van a estar sólo por hoy en Japón, mañana van a regresar a Estados Unidos. ¿Entendido? No puedes faltar. Ni tampoco hacer nada estúpido. Confío en ti, adiós.
El suave sonido de un beso terminó la llamada, Joe miraba con grandes ojos el horizonte ya sin Sol. No podía creer que esto le estaba sucediendo a él; había engañado descaradamente a Mimi, la quería, eso es verdad, pero después de mucho meditarlo el había descubierto que todo era mera imagen y que realmente la quería solo como una buena amiga, nunca como novia o amante. Aún recordaba como inconscientemente, o tal vez concientemente, Mimi lo mostraba como una rareza frente a sus amigas y podía sentirse superior por esta condición.
La noche empezaba a cubrir a la ruidosa ciudad, la Luna tímidamente aparecía donde alguna vez estuvo el Sol. Joe recordó las palabras con Sora y sonrió al ver como la noche invadía y lo cubría con su triste velo, pero él sabía que la oscuridad de esta era un rostro falso, una máscara, porque su gran amor: Sora, se ocultaba de su acompañante Yamato para envolverlo, a él, el Día, sin ningún Sol que lo persiguiera o lo restringa. Era feliz sintiendo el frío pero también cálido abrazo de la noche, ella debía estar sintiendo lo mismo. Estaban conectados frente a la mirada celosa de Yamato que nada podía hacer, eran ellos dos en un abrazo de horas.
Pasaron las horas.
Joe se había quedado dormido en la silla en que miraba el horizonte. Había recordado su bello sueño con Sora, en unos bellos campos llenos de flores que llenaban sus pulmones con sus suaves aromas y perfumes, como ellos se declaraban abiertamente amor sin importar lo que digieran los demás, sin sentir resentimientos, sin promesas banales o efímeras, todo era real, todo era día, todo era noche, hasta que entre sueños su onírico amor le preguntó:
-"¿Abandonarías todo tus recuerdos, tus experiencias, tus amigos, tu pasado, tu presente por salvar un huidizo futuro?"
Joe focalizó todos sus pensamientos en esa pregunta, Sora se lo decía con una amplia sonrisa en el rostro. Pero abandonarlo todo era algo horrible, no podía comprender como su amada Sora le pedía algo a cambio de su amor, y ese algo fuera un algo tan preciado para él, su pasado, sus experiencias, sus buenos y malos recuerdos, sus amigos, ¿Su presente?, no, él no se creía dispuesto, con una cara de pesadumbre observó a esa imaginaria Sora de sus sueños y con un suave y delicado pero potente y repercutiente respondió:
-No, no me siento capaz...
-Entonces me debo ir – le respondió Sora con una cara inexpresiva –, debo dejarte, con tu Sol, que ilumine tus Días y yo me ocultaré en el manto de la oscuridad de la Noche para no volverte a ver.
Joe sintió como su corazón le exigía una explicación, no podía dejar que un sueño tan preciado para él se escurriera por sus manos como el polvo de diamante que era ella. Su corazón latía descontinuadamente, a manera de castigo. Sudaba. Su respiración era jadeante, seca y sin vida. Su existencia ya no tenía razón, debía acabarla...
Joe saltó de la silla donde se encontraba durmiendo, estaba asustado, intimidado por una implacable Sora que había terminado con este feliz amor. Su mente se revolcaba dentro de su cabeza, no tenía ni idea que hacer, dolor. Dolor, intenso dolor procedía de su cabeza. Se golpeó, sin mucho pensarlo, creyó que serviría de paliativo, y resultó ser efectivo, hasta cierto punto. Miró para un lado y vio su teléfono. Debían ser las cinco de la madrugada cuando se pudo escuchar la voz de un amante desesperado en esa profunda noche:
Tomó el auricular, el pitido de tono estaba ahí. Solo unas pocas teclas lo separaban de hacer un acto de locura, algo en su interior le decía que debía continuar, su corazón, otra le decía que no continuara, su mente. De pronto recordó las palabras que tan cruelmente le había dicho esa Sora:
"¿Abandonarías todo tus recuerdos, tus experiencias, tus amigos, tu pasado, tu presente por salvar un huidizo futuro?"
-Ahora sí – dijo Joe –, ahora sí Sora.
Pulsó rápidamente los números del teléfono de Sora, un tono lento, que tranquilizaba y preocupaba, sacaba de sus casillas a Joe, nunca ese sonido que expresaba la llamada, le había parecido tan eterno y malvado, inexorable continuaba, pero un extraño sonido lo sacó de ese trance.
-¿Aló?
Era la voz de Sora, ¿Cómo era posible que estuviera despierta a esta hora...?
-Sora – dijo Joe - ¿Qué haces despierta a esta hora?
-No sé Joe, creo que esperaba tu llamado.
-Tuve un mal sueño y decidí llamarte.
-Yo no pude dormir...
-Necesito hablar contigo.
-¿Cuándo?
-Ahora mismo.
Hubo silencio, Joe sentía la tensión, esperaba la peor de las respuestas pero por suerte para él no fue así:
-Esta bien – respondió Sora –, ¿Donde?
-Ven para mi departamento, después yo te llevo a la universidad.
-Está bien...
Silencio. Sonido. Corte. Fin. Todo había acabado, Joe estaba relajado y se sentía triunfador, debía conversar con Sora sobre los asuntos de Mimi y de Yamato.
Llegó, conversaron el asunto y llegaron a un acuerdo, era un plan bastante bueno, el cual esperaban que funcionara. Sino, serían objeto de burlas de los otros y no podrían unirse como pareja de la manera más íntegra posible.
Era sencillo, sin segundos planes, sin vuelta para atrás, demasiado simple incluso, debían unir a sus respectivas parejas con alguien más, a alguien que hubieran amado o nuevo para amar. Tan sencillo era que les daba un poco de miedo, rogaban que funcionara. Eso era todo, eso era nada. Tan simple...
Después de tan larga conversación Sora se quedó dormida en los brazos de Joe, el cual la envolvió con su cuerpo y en un fraternal y tierno abrazo se quedaron dormidos. Joe antes de quedarse completamente dormido con Sora le susurró en su oído:
-"¿Abandonarías todo para salvar nuestro huidizo futuro?"
-Sí – respondió entre sueños Sora –.
Joe cerró sus ojos y durmió plácidamente como nunca antes.
El día tenía en sus brazos a la noche formando una gama de colores en otro amanecer inexistente, una realización de la mente, un desarrollo inconcluso, un delirio de amor, un supuesto pecado, un inicio finalizado y un final iniciado. El día podía descender junto con la noche sin interferencia, placer, mucho placer, del verdadero amor, no hay morbo, no lívido, no hay nada malo, solo amor, fraternidad y afecto.
"Yo soy la noche, que oculta entre sus cortinas el fuego ardiente y febril del romance, yo realmente soy la romántica, la pasión, que quema y consume la carne y solo deja hueso. Hueso puro y santo, perfecto y culmine. Amor, soy amor"
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Amanecía, Joe preparaba el desayuno de Sora y el suyo, Sora se duchaba, todo funcionaba rápido. Joe se sentía casado, era imposible borrar su inocente y feliz sonrisa de su expresivo rostro, ese pensamiento lo llenaba y lo hacía inflar su pecho y sentirse mejor.
Pasó rápido la mañana, no hubo mucho que hacer, Joe y Sora dominaban el tiempo e hicieron que pasara tan rápido que en un abrir y cerrar de ojos ya era hora de salir. Hikari y Takeru se encontraban cerca de Sora al salir. Ella se animó y pidió a hablar a solas con Hikari; esta, un tanto extrañada aceptó y la acompañó a un lugar más privado. Ahí Sora le explicó lo sucedido en este último tiempo, su nueva relación con Joe, y le pidió ayuda para deshacerse de Yamato, ella lo quería, pero no como amante. Hikari aparentó comprender la situación y le prometió a Sora encontrarle pareja a Yamato para que ella pudiera quedarse con Joe, a Hikari le gustaba la idea, eran bonita pareja, se los imaginaba, y los seguía imaginando. Mientras Hikari volvía con Takeru recordó algo y le dijo a Sora de nuevo en privado:
-Ya sé quien puede ser una perfecta pareja para Yamato – le dijo Hikari con una gran sonrisa en su rostro –: Tai, mi hermano Tai.
Sora quedó un tanto extrañada por tal confesión, pero Hikari no se demoró en explicarle que Taichi llevaba mucho tiempo buscando en amor de Yamato, pero este por prejuicios que tenía no lo había aceptado, aún amándolo. Taichi no escondía ese secreto con Hikari porque era de su confianza, y sabía que no lo haría público. Además en una de esas podía ayudarlo.
Esta era la oportunidad.
Sora se despidió y se dirigió donde se juntaría con Joe.
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Joe por su parte se encontraba conversando con su amigo Koushiro, a él le tenía gran confianza y sin muchos rodeos le preguntó si conocía algún admirador secreto de Mimi para poder continuar con esta noble causa. Koushiro afirmó sonrojado. Joe se quedó mirándolo y le dijo:
-No me dirás que tu amas a Mimi...
Koushiro afirmó con la cabeza:
-Me gusta desde mucho tiempo atrás – dijo tímidamente y eventualmente tartamudeando –, desde que éramos niños elegido yo siempre la admiré y amé, pero nunca me atreví a confesárselo. Luego tú te quedaste con ella y yo me sentí devastado.
Joe le sonrió y le dijo:
-Ahora es tu oportunidad.
De repente una sombra cubrió a Joe, él pensó que Sora había llegado y se levantó para besarla y saludarla, pero ya era muy tarde cuando se dio cuenta de a quien estaba besando, sus labios eran distintos, sin afecto, sin calidez, sin ternura, sin vida. No podía despegarse podría verse sospechoso, pero abrió los ojos. Y lo que vio no fue la imagen más placentera del mundo. Vio los cabellos de Mimi, cerró los ojos rápidamente, sentía como traicionaba a Sora, y de cierta manera también a su amiga Mimi, porque como amante ya no la veía. Valientemente abrió sus ojos de nuevo, pero lo que vio esta vez lo dejó frío, seco por dentro, con una aspereza increíble, un dolor en el pecho lo obligó a separar sus labios de los de Mimi y ver con más atención. Lo que vio fue a Sora, postrada en el suelo llorando viendo esta maldita escena.
¿Qué podría hacer? ¿Qué podría hacer? ¿Qué podría hacer? ¿Qué podría hacer? ¿Qué podría hacer? ¿Qué podría hacer? ¿Qué podría hacer? ¿Qué podría hacer? ¿Qué podría hacer? ¿Qué podría hacer? ¿Qué podría hacer? ¿Qué podría hacer? ¿Qué podría hacer?
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Woa! O.o ¡Qué increíble final!, nadie se lo esperaba, no es cierto? ^_^ espero que les haya gustado el Fic, este es el fic del medio en una presentación masiva de obras mías, espero que los fanáticos de "Un sueño de una noche de verano" lean mis otros fics y los disfruten como este. ^.^ Gracias por leerlo, y dejen R&R ;)
Además de esto quiero dar en especial gracias a Lord Patamon que le gustó mucho esta obra y me puso entre sus autores favoritos, esta continuación es en parte tuya, espero que triunfes en tus fics, ;) Suerte.
Master, the Gambler
"Siento tu dolor, tu alma susurra en mi oído rogando que termine contigo."
Psicópata desconocido en "La mano del pecado"
De Master, the Gambler.
Y Sí a la publicidad innecesaria!!!
