Capítulo 2: Ojos topacio

El temblor había afectado al cuartel en general, la sacudida había derribado los candelabros de todas las áreas, incluso la del área provisional de enfermería, donde Komui había resguardado a Lenalee y Lavi, por lo que, entre la charla de ambos, Lavi recordó a aquella chica.

- ¿Qué habrá sido de esa chica? – Preguntó en voz alta, por lo que Lenalee lo miró con curiosidad -Parecía muy decidida a ir a donde Allen

- ¿Chica? ¿De quién hablas Lavi? – Lenalee lo miraba, curiosa - ¿Hay alguien nuevo en la orden?

-Si, ella… apareció de la nada cuando Allen y el abuelo siguieron al inspector Link hacia otro lado, yo…- El recordó la convicción que sus ojos azules, la ferocidad en sus palabras -Traté de detenerla, pero se zafó, no fui capaz de seguirla

-Oh, hablas de Sharon- Le dijo la jefa de enfermeras, se había acercado a ellos al escuchar que hablaban de ella, por lo que ambos la miraron -Llegó hace unos días, ha estado trabajando en el control de su inocencia, aunque ella todavía no está lista para pelear

Komui había salido de la habitación de la puerta, había dicho a Sharon un casi inaudible "sígueme", seguro de que ella podía escucharlo, por lo que ambos aparecieron de pronto ante el akuma.

Sharon se había transformado en un lobo enorme, interponiéndose entre Komui y el akuma, luego de que éste acabara con los dos buscadores que intentaban protegerlo.

-Estorbas…

Un simple movimiento la lanzó contra una pared, por lo que su atacante no tardo en atacar a Komui, sin embargo, Kanda llegó, lo que solo le provocó al supervisor una herida en el hombro.

Sharon se levantó con pesadez, no estaba preparada para recibir aquel golpe, por lo que volvió al lado de Komui.

-Tsch, los novatos no son rivales para esa cosa- Kanda miró con despreció al animal, quien solo gruñera en respuesta de ello -Debes retroceder Komui ¡Retírate!

Cuando Hevlaska contactara a Komui, Kanda y Sharon pudieron escucharla a la perfección; Komui había ordenado la evacuación del cuartel. Sacaron al akuma de aquel lugar, los buscadores le tenían encerrado en una barrera, Komui ya estaba sobre la plataforma, por lo que, al ver a Kanda y Sharon en ella, los reprendió.

-Tienen la orden de evacuar, si se quedan, serán castigados…

-Hevlaska tiene mi inocencia, no puedo hacer como si no pasara nada- Explicó el espadachín, luego miró de reojo al lobo.

-No voy a abandonar, tú lo sabes muy bien Komui- Dijo el lobo con la voz de la chica, tomando por sorpresa a Kanda y Chaozii -Estoy aquí por ella…

-Tsch, no pueden ser tan tontos…-

Hevlaska había vuelto a hablar con Komui, y la plataforma había comenzado a descender.

-Oye, novata…- Komui notó la manera en que Kanda se dirigía hacia Sharon, claramente consciente de que éste la había salvado aquella vez -Debiste haber ido con los demás, esto no es para ti

-Lo dice quien no lleva una inocencia consigo mismo- Exhaló con frustración -Ustedes están locos…

Apenas habían intercambiado unas palabras, cuando el akuma ya se dirigía hacia ellos, atacándoles. Sharon no perdió de vista sus movimientos, por lo que lanzó a los buscadores y a Kanda fuera de la plataforma, tomando a Komui y esquivando el ataque, logrando que resultaran ilesos.

- ¡Komui! ¡Yuu! – Lavi apareció en ese momento, notando que todos estaban bien, mirando con curiosidad al enorme lobo -Están vivos…

-Claramente- Musitó Kanda, esta vez, teniendo de frente al akuma, protegiendo ambos a Komui, espalda con espalda -Novata…

- ¡Sharon! Aún no puedes enfrentarte a él- Y las palabras de Komui fueron sordas a sus oídos, abalanzándose el lobo sobre el akuma, siendo fácilmente desviado, estrellándose contra el muro - ¡Sharon!

Kanda y Lavi tampoco pudieron hacer nada contra él, y los ánimos de Sharon habían ido en picada, estaba dándose cuenta de que no era capaz de nada, ni siquiera con los días de entrenamiento que tuvo antes de ese combate, por lo que, ahora, aun sin poder moverse, intentaba hacer que su cuerpo reaccionara.

Debía encontrar un momento en que se encontrara un poco más vulnerable aquel monstruo, por lo que, justo después de que el akuma hubiese atacado al chico peliblanco, y de que los otros dos le ayudaran, un momento de distracción bastó.

Se impulso con sus piernas, había tomado la forma de un canguro, por lo que, mientras giraba en el aire le golpeo, cambio de forma a un halcón para elevarse, haciendo que se distrajera, por lo que, sin pensarlo, Lavi y Kanda saltaron hacia él, sosteniéndolo aún con sus cuerpos sin protección.

Allen había atacado también, y justo cuando ella estaba lista para arremeter, fue expulsada junto con ellos contra los muros, había usado la inocencia activada y las transformaciones, ahora su cuerpo estaba agotado.

Había salido de entre los escombros, Lavi y Kanda la vieron, pero ella apenas fue consciente de su estado, cuando cayó nuevamente al piso, volviendo a su forma humana.

- ¡Se ha transformado! - Exclamó Lavi, viendo el cuerpo desnudo de la chica, mirando a su amigo -Yuu…

-Tsch, estúpida novata- Ambos estaban en su límite, viendo que la batalla continuaba -Se lo advertimos, pero no nos escuchó

Lavi se acercó a ella, su cabello se esparcía en parte por el piso, y a su mente vinieron sus fieros ojos, muy diferente a su estado actual; lo había dudado un poco, pero terminó por tomarla en brazos, sus cabellos cubrían parte de su cuerpo, así que volvió a apoyarse en la pared y observó la batalla.

Podía sentir su respiración, agitada, temblaba, pero luego reaccionó; la chica le miró, y solo pudo hacer una pregunta.

-Komui ¿está bien?

Lavi sonrió, porque a pesar de todo, ella seguía preocupada por la única persona que, hasta ese momento, había tenido contacto con ella.

-Si, él esta bien

La sonrisa en su rostro fue efímera, había vuelto a perder el conocimiento y, de alguna manera, Lavi se aferró a ella, a la indefensa chica que sostenía entre sus brazos.

- ¡Lavi! ¡Kanda! – Komui los llamó, apenas podía distinguirlos - ¿Esta Sharon con ustedes?

-Ella está bien- Respondió Lavi, viendo a Komui retirarse.

El nivel cuatro había vuelto a atacar, por suerte, el general Cross Marian había hecho acto de presencia, y con su ayuda, había sido más fácil eliminarle.

Todos habían sido examinados, curados, o puestos en reposo dependiendo de la gravedad de sus heridas, Bookman debía mantener un poco más de reposo que el resto, quienes solo tenían heridas algo superficiales y algunos moretones.

Por su parte, Sharon había recibido el mínimo de daño, a pesar de todo, y sus golpes ya estaban curados por su inocencia. Había despertado ese mismo día, y cerca de las cuatro de la tarde, ella se encontraba sentada en el comedor, sola, tal cual su costumbre, no sentía el valor para visitar a Reever y los demás, había llegado a sus oídos el deceso de Tup, y aunque esto realmente le dolía, no se sentía con el derecho de exigir nada.

Suspiró, terminando el quinto plato que había en su charola.

-Vaya demostración que hiciste Sharon, la peor primera impresión que pudiste haber dado- Se dijo a sí misma, mirando la copa imperial que Jerry le había hecho especialmente para ella -Así no llegaras a ningún lado

-Hola- La voz masculina la trajo de vuelta, miró al chico pelirrojo, curiosa -Sharon ¿cierto? – Ella asintió, por lo que él se sentó a su lado -Soy Lavi, un placer

Sharon lo miraba, estaba segura de haberle visto en algún momento de la batalla.

Pero Lavi no estaba ahí solo para hablar con ella, tenía la misión de distraerla, sacarla del comedor, ¿Cómo se había metido en eso?

Minutos antes…

Lenalee, Allen y Lavi, los tres habían entrado a la oficina de Komui, sin embargo, Lenalee fue quien habló primero, golpeando el escritorio de su hermano con ambas manos.

- ¡¿Por qué no nos contaste nada sobre ella?! - Exigió saber la menor, no menguando su expresión -Kanda y Marie eran los únicos que sabían de su existencia ¿Por qué?

Komui miró a sus exorcistas, suspiró, y no es que quisiera esconder la existencia de la chica, simplemente, que ella no quería ser un estorbo en esos momentos tan difíciles para todos.

-Sharon llegó poco antes de que ustedes entraran al territorio del conde, en Edo, ella fue encontrada por el general Tiedoll y la envió aquí en una condición delicada- Todos escucharon con atención, aunque mostrando su respectiva sorpresa al escuchar la situación en que llegó -Cuando despertó, me tomé un tiempo para enseñarle el cuartel, Hevlaska analizó su inocencia, esta en una sincronización muy alta para ser una novata, se ha esforzado por controlarla, pero aún le falta mucho

-Claro que le falta mucho, la dejaste contigo contra el akuma nivel 4, ¿querías que muriera? - Kanda apareció de la nada, tomando desprevenidos a todos -Esa chica nos costó trabajo, los akuma estaban detrás de ella aún sin poseer el fragmento

Komui sintió curiosidad, entonces recordó nunca haber leído el informe de ese día, ¿Dónde estaba, por cierto?

-Dices que iban detrás de ella aún sin el fragmento…

-Un akuma nivel dos la perseguía con insistencia, cuando ella recibió el fragmento, huyó- Todos llegaron a la conclusión de que, el comportamiento de ese akuma no era normal, especulaciones inundaron sus mentes -El general no me dejo seguirle

-El General Tiedoll estuvo en lo correcto, no podías perseguirle- Afirmó Komui, haciendo al espadachín chasquear la lengua entre los dientes -Sharon quería que la enviara a Edo, sin embargo, sigue siendo imposible que aun pueda ser enviada a una misión. Su cuerpo debe acostumbrarse a la inocencia, a los cambios fisiológicos que su cuerpo sufre tras cada transformación, ya que, sus células experimentan un tipo de sobrecalentamiento que aún no podemos corregir

Komui suspiró, estaba guardándose aún, mucha información para él mismo, para el área científica; nadie podía saber aún la verdad.

-Celebremos su bienvenida- Los cuatro hombres miraron a Lenalee, no era extraño que dijera eso, sobre todo, por la situación que estaban pasando -Necesitamos levantar los ánimos en todo el cuartel ¿Qué mejor que celebrar su bienvenida y la de Chaozii?

-Me parece una magnífica idea, Lenalee- Respondió Komui, sonriendo para su hermana de manera dulce, hasta dulcificando su tono -Allen y Kanda pueden hacerse cargo de Chaozii, tú deberás organizar todo Lenalee, así que… tal vez pueda pedirle a Reever que distraiga a Sharon unas cuantas horas

-Yo me hare cargo de ella- Todos miraron a Lavi, Allen y Kanda le lanzaban una mirada asesina, sobre todo, porque sabían que gustaba de coquetear con las chicas a espaldas de Bookman, por otro lado, Komui fue atravesado por un relámpago -Tranquilo Komui, es una niña, ¿no crees que soy mejor opción que el General Cross?

Komui se aclaró la garganta, miró a sus exorcistas y sonrió.

-Entonces nos vamos- Anunció Lenalee, llevándose a los tres hombres a rastras -Tú encárgate de lo que haga falta, te avisare cuando todo este listo

Y Lenalee desapareció, siendo audibles aún los gruñidos de Kanda por verse inmiscuido en aquello.

-Con que Lavi, eh, un placer- Respondió ella, sacando de sus cavilaciones al pelirrojo -Gracias por ayudarme, la verdad, es que no podía moverme más

Lavi miró el rostro de la chica, sus mejillas ligeramente sonrosadas, los orbes azules topacio que brillaban con los pocos rayos del sol que se filtraban por el ventanal, su perfil, enmarcado por su cabello castaño oscuro, sus labios…

-No fue nada- Desvió la mirada del rostro de la chica, la había tenido entre sus brazos completamente desnuda, pero sus ojos habían estado clavados en la pelea, y cuando la dejara en la camilla, había perdido por completo la atención de ella.

Era la primera vez que Lavi no tenía un tema de conversación, sobre todo, tratándose de una chica.

- ¿Cuánto tiempo llevas aquí? – Lavi se sorprendió de que fuera ella quien iniciara la charla, estaba apoyada por completo sobre la mesa, con ambos brazos sobre la madera, y miraba a la nada -Conocías a muchos aquí, habló… de los que murieron…

Lavi pudo sentir algo extraño en el tono de voz de la chica, algo inexplicable que le hizo estremecerse.

-Si, llevó dos años siendo exorcista- Sharon lo miró, sus ojos lo examinaron, curiosa, haciéndole sentir nervioso -Pero lo cierto, es que soy más un Bookman

- ¿Bookman? – Pregunto ella, esta vez girando su cuerpo hacia el, observándolo con detenimiento, esto lo puso aún más nervioso, sobre todo, porque llevaba una blusa tipo crop, un short que le recordaba al de Lenalee en su segundo traje y los hombros estaban al descubierto por el cuello halter de la parte superior de la ropa.

-Somos nómadas que viajamos por el mundo, registrando acontecimientos importantes de la historia que la humanidad desconoce- Respondió, recordando que, en aquel tiempo, él había sido más escéptico a abrirse a la gente, de mostrar más abiertamente sus sentimientos -El abuelo y yo nos unimos hace dos años para registrar esta guerra que tiene años llevándose a cabo, y ahora, tú formas parte de ella

Ella suspiró, había cruzado sus piernas sobre la banca, en su rostro, la mueca de inconformidad le hizo sonreír a Lavi; él alcanzó a poner su mano sobre la de ella, estaba tratando de darle apoyo, de alguna manera.

-Con que historia…- Mascullo, agachando la mirada, entendiendo en ese momento, que su vida era igual a la de un libro -Bueno, espero marcar la diferencia en esa historia

-Hay mucha historia en los libros, sobre todo, del mundo exterior- Y al fin se le había ocurrido una idea para sacarla del comedor - ¿Qué te parece si vamos a la biblioteca?

-Sería interesante, pero… ¿no tienes otras cosas que hacer?

-Seré tu guía el día hoy- Sharon río, ella ya conocía una parte del cuartel, aunque en esos momentos, gran parte estaba en ruinas por el ataque akuma -Vamos

Lavi tomó su mano, ayudándole a levantarse y guiándola fuera del comedor hasta la biblioteca.

Cuando llegaron, la joven paseo su mano por las filas de libros.

-Toma un libro y pregunta lo que quieras- Dijo al momento de tumbarse en un sofá, con la pierna cruzada y los brazos sobre el respaldo, muy fresco y relajado -Anda…

-Bromeas ¿cierto? - Lavi negó con la cabeza, mostrando siempre una sonrisa en su rostro -No creo que hayas memorizado todo el contenido de estos libros, no es algo que haría una persona normal

La carcajada de Lavi resonó entre los huecos de la biblioteca, no había nadie más que ellos en ese lugar, por lo que él no se preocupó por aquello.

-Muy perceptiva, es interesante que no dejas pasar nada por alto- El la miro, ella tenia la vista centrada en los libros que había a su alrededor.

Lavi tuvo la oportunidad de verla con más detenimiento, la piel pálida de las piernas, de complexión delgada, su cabello ondulante cayendo en caireles sobre sus hombros, y cuando lo miró de nueva cuenta, sus ojos azules; un tono de azul tan enigmático, que lo hacía sumirse en las profundidades de su ser.

- ¿Qué dice la página setenta y ocho de este libro? - Soltó ella de repente, dejando el libro sobre sus piernas al sentarse a un lado de él, abriendo el libro en busca de la página que ella mencionaba - ¡No mires!

-No estoy mirando- Volteó hacia el otro lado, había alcanzado a ver la portada del libro, sabía lo que decían las líneas, había memorizado los libros de la orden, los de historia, algunos de ciencia, historia inexplicables de la inocencia con el paso de los años -La magia de la inocencia se remonta a cientos de años atrás, cuando pocos entendían como funcionaba, cuando muchos la buscaban por sus milagros y su poderosa protección contra demonios que atacaban a los pueblos, hoy en día solo es un mito que pocos conocen, como si esa magia hubiera desaparecido, pero que sigue causando fenómenos inexplicables que…

-… provocan sucesos que muchas veces la gente común no presiente…- La voz de Sharon al finalizar el párrafo lo hizo detenerse, ella había encontrado el texto que Lavi citaba -Impresionante…

-Te dije que no mentía- Se jactó de sus habilidades de memorizar lo que veía, manteniendo el rostro altivo, aunque no podía ver a la chica de ese lado, ya que el parche en su ojo le impedía mirarla - ¿Quieres que te diga algo más?

-No es necesario, simplemente, que es fascinante que puedas hacer algo así- Cerró el libro, recargándose despistadamente sobre el brazo del chico que descansaba en el respaldo del sofá -Así que viajabas por el mundo, que emocionante, dime, ¿Qué tanto has visto ahí afuera?

La manera tan infantil en que ella pregunto aquello le enterneció a Lavi, quien comenzó a relatarle algunas historias que, si bien se las había contado Bookman, algunas habían sido vivencias propias en su travesía. Sharon se mostraba fascinada, reía junto con el en los momentos en que Lavi exageraba sus relatos, habían pasado horas hablando, cuando la puerta de la biblioteca se abrió.

-Allen- Exclamó Lavi al ver a su amigo - ¿Qué estás haciendo por aquí?

-Venia a invitarlos a cenar, todos juntos- Allen entró por completo a la biblioteca, saludando a la morena -Hola, soy Allen Walker

-Sharon- Respondió la chica, sonriendo -Un placer

El haber hablado con Lavi casi todo el día la había suavizado, a diferencia de cuando él se presentó. Allen era bueno con las personas, podía hacer hablar hasta el más silencioso hombre, pero verle interactuar con la chica, solo le confirmo que había estado bajo mucho estrés en los últimos días.

Los tres salieron de la biblioteca, reuniéndose en el pasillo con Kanda y Chaozii; las charlas amenas entre Lavi, Allen, Sharon y Chaozii eran inevitables, por el contrario, Kanda siempre permaneció en silencio.

Estaban doblando la esquina que llevaba hacia el comedor, las risas de los chicos alertaron a los que se encontraban dentro del comedor. Los jóvenes apenas habían puesto un pie a la entrada…

- ¡SORPRESA! - Exclamó el grupo que los recibía, soltando serpentinas y aplausos.

Sharon y Chaozii miraron a todos con desconcierto, mirando a sus compañeros, sin embargo, fue Komui el que se acercó a ellos.

-No habíamos tenido tiempo de darles la bienvenida habitual, pero necesitábamos algo que nos motivara a levantar los ánimos de todos- Komui miraba en específico a Sharon, ya que ella, sin pensarlo, se había visto afectada por el último ataque -Este es su hogar, y siempre serán bienvenidos aquí, y los esperaremos con los brazos abiertos

Lenalee se acercó a ellos, llevaba en una bandeja dos tazas, una con las iniciales de Chaozii y otra con el nombre de Sharon.

La aludida tomó su taza, Chaozii también lo hizo, pero luego pasó Número 65 con una botella de champán y la vertió sobre ambos chicos. Jerry paseo por el lugar con una charola de bocadillos y, ofreciéndole a todos, hasta que el pastel que había hecho fue repartido entre todos los presentes y todos volvieron a sus respectivas habitaciones.

Sharon debió ir a darse un baño, estaba llena de champán y ni que decir de betún de pastel que Allen había embarrado, al estar jugando, en su cabello.

En el trayecto de vuelta a su habitación, Lavi cruzó con ella.

-Creí que ya estarías en tu habitación- Le dice el pelirrojo, caminando a su lado - ¿Más relajada?

-Tenia que darme un baño- Un escalofrío recorrió su cuerpo cuando sus manos se rozaron entre sus andares -Creo que lo necesitaba, tenía miedo de que alguien me hiciera malas caras, además de Kanda

-Yu es así todo el tiempo, no debería preocuparte, tampoco deberías tomarle mucha importancia- Afirmó el chico, mirando el apacible rostro de la chica, más tranquila, más relajado -Allen y el tienen una eterna rivalidad

Sharon río, luego miró al pelirrojo, sonriente, notando lo relajado que estaba. Ella había sido un manojo de nervios, de malos pensamientos, se había dejado invadir por la tristeza que la rodeaba, por la pena de los demás, pero hablar con Lavi ese día, convivir con él, con todos, la había hecho ver que ella misma estaba deprimiéndose y castigándose por sus errores.

-Gracias- Sus palabras lo tomaron por sorpresa, cayendo en cuenta de que no había dicho nada en un buen tramo del trayecto que habían recorrido, por lo que miró a la chica, confundido -Pasar el día contigo me hizo ver que estuve castigándome a mí misma, quería ser mejor y prepararme para serles de ayuda, pero creo que solo el tiempo y la experiencia de campo me harán mejor

Lavi sonrió, feliz de que hubiera ayudado a la chica inconscientemente, pensando en lo mucho que ella pudo haberse estado esforzando desde su llegada.

-Podríamos entrenar juntos, mañana- Le dijo él, haciendo que esta vez volteara a verlo -Tal vez encontremos las fallas que tienes y podamos mejorar tu estilo

-Me parece buena idea- Afirmó ella, sonriendo, deteniéndose al frente de su puerta -Descansa Lavi

-Buenas noches

Y Sharon desapareció tras su puerta, dejando a un confundido y solitario Lavi ahí, de pie, mirando la madera. Suspiro con fuerza, dándose la vuelta y andando hacia la enfermería, iría a ver a Bookman antes de ir a su habitación.

-Escuche que les dieron la bienvenida a los novatos- Le dijo Bookman a su pupilo mientras que este se recargaba en la cama, sin querer, Bookman disfrutaba de la compañía de su atolondrado alumno - ¿Cómo es ella?

Lavi volvió a enderezarse, pero terminó por apoyarse en la cama, a la orilla, mirando al mayor.

-No voy a negarte que es hermosa, tiene unos ojos azules tan… hipnotizantes, su cabello castaño, piel blanca, es… bellísima- El abuelo sabía que Lavi no podía mentir sobre la belleza de una mujer, ya que, generalmente solía cautivarse con la belleza del sexo opuesto, sin embargo, escucharlo hablar y expresarse de esa manera sobre la chica nueva, lo hizo sentir más curiosidad -La hubieras visto panda, es una chica muy lista, muy intuitiva, no parece dejar pasar nada por alto

Si Bookman no se equivocaba, estaba seguro de que, desde ese momento, Lavi preferiría a la chica más que al resto de sus compañeros, y no precisamente en compañía, si no, como algo más.

Y para Lavi, conciliar el sueño esa noche fue difícil, porque no podía dejar de pensar en sus ojos azules, en su suave piel y su voz, su risa, todo aquello que la hacían diferente del resto de sus compañeros; tampoco pudo compararla con Lenalee, porque, si bien la chica de las botas oscuras tenía su carácter, dulce y feroz, aún desconocía el de la castaña.

Por la mañana, el principal problema de Lavi fue ponerse en pie, por lo que se dirigió de inmediato al comedor una vez pudo espabilarse, y claro, encontró ahí a la chica, desayunando todavía.

-Buenos días, Lavi- Dijo ella al verle, feliz, alegre, muy diferente al día anterior -No dormiste bien

-Perdona, batalle para dormir anoche y me quede dormido- Respondió, llevaba una camisa verde, la habitual, la de estar en la orden y cuando no estaba en servicio, se sentó a un lado de ella, robándole un poco de su comida, no pareciendo molestarle a ella - ¿No estas cansada?

-En absoluto, creo que es otro efecto de mi inocencia- Dijo ella, llevándose un pan tostado con mantequilla a la boca -Aunque también tuve problemas para conciliar el sueño, que extraño, aun no me acostumbro del todo a ese poder

-Nadie se acostumbra de la noche a la mañana a un nuevo poder, y aun es más difícil que los de tipo parasito se adapten a ella a la primera- Lavi continúo robando su comida, notando que sus pensamientos la hacían perderse, por lo que, se vio en la necesidad de aclararse la garganta para sacarla de sus cavilaciones -Necesitas entrenar tu mente también, no solo el cuerpo merece entrenamiento, debemos mejorar todos los aspectos de nuestra personalidad para poder hacer que todo funcione

-Muy bien, entonces ¿Qué haremos hoy? – Preguntó ella, mirando al pelirrojo, quien se comía un plato de huevos revueltos, mirando a la chica, quien llevaba una ceja alzada -Pero termina de comer

-Perdona, no puede haber entrenamiento sin antes haber comido- Comentó él, sintiéndose avergonzado por quitarle su comida -Tengo una duda, ¿Por qué no usas tu apellido? Digo, no es que me preocupe solo decirte Sharon, pero…

-Perdí la memoria- Respondió, no permitiéndole terminar de hablar, por lo que Lavi sintió aún más curiosidad por ella -Cuando llegue aquí, yo venía inconsciente, pero al momento de despertar, Komui se dio cuenta de que no recordaba nada de mi vida, mi infancia, mis padres, hermanos, ni siquiera sé si los tengo

Lavi creyó haber metido la pata, sobre todo, porque los ánimos de la chica se vieron afectados por unos instantes.

-Perdona, no debí preguntar algo así- Lavi alejó de sí mismo el plato del que comía -Estoy satisfecho, ¿me sigues?

Sintió un cambio en las emociones de la chica, por lo que asintió a su pregunta y ambos salieron del comedor luego de dejar las charolas sucias en su lugar. Sharon llevaba una ropa similar a la del día anterior, solo que esta vez, en lugar de short, llevaba un pantalón tipo Capri ajustado al cuerpo.

Sin embargo, Lavi no la llevo a los campos de entrenamiento como tal, si no, que la llevo hacia unos cuartos que tenían un ambiente mucho mas tranquilo, olía a incienso y había un poco de música muy relajante.

- ¿Qué es este lugar? – Pregunto ella, observando cada rincón de la habitación - ¿Por qué no lo note antes?

-Son cuartos de meditación, aquí puedes relajarte mientras exploras tu yo interno- Lavi ya estaba sentado en uno de los cojines que se encontraban en la habitación, había encendido un incienso para meditar cerca de donde él se encontraba y esperaba a que Sharon se sentara a su lado -Ven, siéntate

-Creí que iríamos directamente a los campos de entrenamiento- Comentó ella, imitando la pose en que Lavi estaba sentado.

-¿Recuerdas que te dije que no solo necesitas entrenar el cuerpo? – Sharon no tuvo mas que la de darle la razón a él -Así que, cierra los ojos y relájate, siente a tu yo interno, escucha a tu mente, trata de serenarte…

Sharon inhalo y exhalo con calma, escuchó el palpitar de su corazón, su respiración relajada, la música había desaparecido en sus oídos, el aroma a incienso le recordaba el lugar donde se encontraba, pero al adentrarse en su mente, algo cambio.

-Has venido…- Una sombra frente a ella la hizo abrir los ojos, pero no estaba en la habitación, Lavi no estaba a su lado y ella, ¡¿Dónde había quedado su ropa?! -Tranquila, tu y yo estamos solas aquí, nadie más puede entrar aquí

-No entiendo, ¿Qué hago aquí? ¿Y quien eres tú? – Pregunto, exasperada - ¿Por qué estoy desnuda?

-Haces demasiadas preguntas- La sombra desapareció, imitando el cuerpo y figura de la chica, así que era como verse en un espejo -Te recuerdo que elegí tu cuerpo para vivir, y no pienses mal, no planeo reemplazarte, solo quiero ayudarte a seguir adelante

-No entiendo, entonces, tú… ¿eres mi inocencia? – Preguntó, recibiendo un asentimiento de parte de su doble - ¿Por qué puedo hablar contigo?

-Nuestra conexión es única, muy diferente a la de tus compañeros, por si no te has dado cuenta- Comenzó a explicar su doble, rodeándola para no estar únicamente de pie frente a ella -La inocencia se localiza en su brazo y, aún así, el mismo fue capaz de protegerle y mantenerse con su portador a pesar de haber sido destruido…

- ¿Cómo sabes eso? – Pregunto con curiosidad, girándose hacia donde estaba su interlocutora - ¿Puedes saber que le paso a otras inocencias solo con estar a su lado?

-Aún no puedo revelarte muchas cosas- Afirmó aquella figura, confundiéndola -Por ahora, voy a darte la fuerza suficiente para pelear, pero hay muchas cosas que debes descubrir por ti misma, así que no te des por vencida

Aquello fue un vuelco al corazón, cuando por fin pudo abrir los ojos en la habitación, con Lavi a su lado, pasmada, nerviosa ¿Cómo sabía aquella figura lo que le había pasado a Allen? ¿Cómo podía ella corroborar todo aquello?

-Hey- Los ojos de Lavi se posaron sobre ella, quien trataba de calmar su respiración, como si no hubiera estado meditando todo ese rato - ¿Estas bien?

-Si, perdona- Se puso de pie rápidamente, tenía las piernas algo entumidas, por lo que estaba dando alguno tropezones, sin embargo, el brazo de Lavi la sostuvo, más cuerdo que ella -¿Vamos a hacer alguna otra cosa?

- ¿Quieres entrenar? – Sharon ya no sabía que quería en esos momentos, estaba bastante confundida con aquella reunión, su inocencia se comportaba de forma extraña, y no sabía si debía decirle a Komui o Hevlaska sobre el asunto -Podemos…

-Lavi, Sharon, vengan a mi oficina- La voz de Komui salió de un golem, probablemente el de Lavi, ya que ella aún no tenía uno en específico.

Ambos se miraron, pero ella aún tenía las piernas algo entumidas, por lo que él la ayudado a caminar un tramo del trayecto, hasta que pudo apoyarse mejor y caminar a un ritmo más veloz; llegaron, junto con Lenalee.

-Gracias por atender mi llamado tan rápido- Comenzó el hombre al verlos entrar, sonriente -Tengo una misión para ustedes

Sharon inmediatamente mostro sorpresa, ¿una misión? La última batalla solo le había demostrado que todavía no estaba lista, que necesitaba más entrenamiento, pero, también llegó a la conclusión de que le hacía falta entrenamiento de campo, ver lo que era luchar en el exterior.

-Komui, por si no lo recuerdas, aún no tengo mi inocencia- Replicó Lavi, haciendo que el mayor lo mirara con seriedad -No podre ayudarles en caso de un akuma

-Puedes ir por tu inocencia al departamento científico, Reever trabajo en ella toda la noche para que estuviera lista- Eso solo les decía que ya estaba planificada aquella misión -Necesito que le enseñen a Sharon lo que es estar en el campo de batalla, eso la ayudara a mejorar, y solo puedo confiar en ustedes para mantenerla con vida

-Puedes contar con nosotros, hermano- Afirmó Lenalee, apoyando su mano sobre el hombro de la chica -Nos encargaremos de que Sharon vuelva con bien

-Lo prometemos- Reafirmó Lavi, extrañamente serio.

-Excelente, tienen cuatro horas para alistarse- Sus ojos se concentraron en Sharon -Tu uniforme está en la división científica, Johnny trabajo en él toda la noche

-Gracias- Su corazón se aceleró cuando las palabras de Komui le informaron de aquello, le había tomado bastante cariño a la división científica, tanto, que no había podido pararse en ella desde el deceso de Tup.

Los tres salieron de la oficina, avanzaron hasta los pasillos principales, y luego se detuvieron.

-Sharon y yo iremos a la división científica, nos veremos en la puerta del arca faltando veinte ¿te parece, Lenalee? – Inició Lavi, mirando a la hermana del supervisor, quien miraba a Sharon - ¿Lenalee?

-Si, perdona Lavi, nos veremos en los túneles- Ella se dio la vuelta, alejándose de ambos.

-Que extraño, generalmente no actúa así- Comenta Lavi, rascándose la cabeza -Bueno, vamos Sharon

Cosa curiosa que también la morena se mantuviera en silencio, y aunque el iba hablando durante el trayecto, ella apenas y respondía; entonces decidió intervenir.

- ¿Sucede algo Sharon? – Pregunto, estaban esperando el elevador para bajar hasta los pisos de la división científica - ¿Es por lo de Tup?

Un gemido, había sido atrapada en sus propios pensamientos, había estado pensando como reaccionar ante Johnny, Reever y el resto, porque sus primeros días los había pasado con ellos.

-No se como voy a ver a Johnny, a Reever, siento que debí haber estado ahí con ellos ante la perdida de Tup- Había cambiado su estado de ánimo, no podía aun con la sorpresa de haber hablado con su inocencia, cuando debía ver a sus amigos y afrontar sus propios pensamientos sobre la perdida de un compañero -Solo me alejé…

-Creo que la manera de agradecerles su esfuerzo y el hecho de que sigan de pie, es mostraron tu mejor sonrisa, demostrarles que las cosas que sucedieron fueron solo un mal paso, y que de alguna manera, siempre pensaras en quienes se fueron- Respondió, miraba hacia arriba, viendo los números del elevador descender, hasta que escucho los sollozos de la chica, agachando la mirada -Es normal que sintamos tristeza, porque a veces no es necesario que tengamos años de conocer a la persona, lo importante será la calidad de convivencia, de compañerismo que se tuvo en el momento, y atesorar los momentos que vivieron juntos

Sharon cayó de rodillas, porque había estado guardando sus sentimientos para ella misma, había disfrazado su tristeza, pero las palabras de Lavi solo habían hecho que volvieran a aflorar.

-Necesitas sacarlo, no puedes irte con eso a la misión, y también esta bien- Le dijo al momento de abrazarla, de consolarla, porque tuvo que dejar pasar el elevador hasta que ella se controlara -Si no quieres comentarlo esta bien, pero ellos necesitan saber que sigues presente para ellos

Tardo un poco, pero logró calmarse al cabo de unos minutos, Lavi sonrió cuando ella se limpiaba las lágrimas de las mejillas, incluso las que aún tenía en los ojos y que amenazaban con continuar el ritual; pero espero, paciente, hasta que ella se quedo en calma.

-Gracias Lavi- Fueron sus únicas palabras, permaneciendo aún en el piso, con el chico frente a ella -Perdona que haya retrasado todo

-No, esta bien que te hayas desahogado, es mejor ir con la cabeza fría a una misión- Se puso de pie, ofreciéndole la mano para ayudarla, ella la tomo y se puso de pie -No dudo que Reever se de cuenta de que has llorado, pero será discreto, todos lo serán

Ella apenas sonrió, no estaba orgullosa de su quiebre, pero debía admitir que las palabras del chico le habían ayudado a sentirse mejor. Y ahí fue cuando entendió el significado de lo dicho por el un día anterior, el entrenar cuerpo y mente ayudan no solo a lo físico, también a controlar las emociones.

Volvieron a esperar el elevador, abordándolo esta vez, llegando a su destino.

Sintió sus piernas pesadas entre más se acercaban a la división, pero que Lavi la tomara de la mano le ayudo a aligerar su carga, cuando atravesaron la puerta y vieron a Reever, quien les sonriera y recibiera con gusto.

-Chicos, el supervisor me dijo que vendrían, síganme- Los tres se adentraron mas en el laboratorio, Sharon pudo ver a Johnny y a No. 65 trabajando, y quienes dejaran de hacer sus deberes para atender a los recién llegados -Johnny, encárgate de Sharon, yo iré con Lavi a entregarle su inocencia

-Claro jefe- El aludido se acercó a la chica, quien se quedará mirando el camino por el que Lavi y Reever desaparecían - ¿Sharon?

-Perdona Johnny, te escucho- Sonrió, haciendo sonreír al hombre.

-No te preocupes, entiendo que te sientas así, pero no podemos estancarnos en el mismo sentimiento- Sharon miró a Johnny, sus palabras tenían un atisbo de tristeza, sin embargo, podía sentir el optimismo en él -Trabajar para los exorcistas es lo que nos mantiene cuerdos, somos una familia, pero sin ustedes, tampoco somos nada

Sharon miro apacible a su amigo, apretó el puño que Johnny no veía y luego sonrió.

-Entonces vendré a verlos cuando vuelva de mi misión, y les agradeceré su esfuerzo y trabajo- Estas palabras hicieron a Johnny sonreír, aquello solo le había hecho saber que había conseguido a alguien con quien podía contar y que, aunque no podía reemplazar a Tup, estaría dispuesto a tratar con la chica -Ahora, estoy lista para recibir mi uniforme

- ¡Sígueme! – Estaba mas animado, por lo que salto de su silla y guió a la chica hasta una habitación donde estaba su uniforme nuevo -Trabaje toda la noche en él, generalmente no tengo problemas para diseñar un nuevo uniforme, sin embargo, debido a tu cambio de forma y a que sueles "engullir" la ropa, debí hacer unos prototipos de menor calidad, sin embargo, sigo trabajando el prototipo final

-Entonces, prácticamente terminare desnuda cada que pierda mi transformación- Johnny lo pensó un momento, pero Sharon rio -No te preocupes de momento, podremos sobrellevar esa parte

-Lamento que no pueda cubrir todas tus necesidades, trabajaré lo más pronto posible en el prototipo final…

-Tomate tu tiempo, no voy a morir hasta que vea mi traje final- Afirmó ella, acercándose para tomar el traje -Gracias Johnny, lo portare con orgullo

Sharon entró a un cuarto donde pudo ponerse su uniforme, se miró en el espejo, sintiéndose orgullosa de llevar el mismo uniforme que sus compañeros. Salió, mostrando el orgullo en su rostro, la satisfacción y viendo la sonrisa de su amigo.

-Me alegra no haberme equivocado con las medidas, se te ve muy bien- Afirmó el chico, tomando notas para los siguientes modelos -Te deseo la mejor de las suertes en tu misión

-Gracias

Sharon esperó a Lavi, el volvía con Reever, y juntos salieron de la división, separándose en el camino para alistarse, pero lo único que podía llevar Sharon en su maletín era un simple cambio de ropa que no la distinguiría como exorcista, pero no le importaba, no de momento; encontraría la manera de hacerse ver, con o sin uniforme.

La hora acordada llegó, por lo que Sharon se dirigió a las puertas del arca, encontrándose con Lavi en el camino.

- ¿Estás lista? – Ella asintió, Lenalee les dio alcance, llegando los tres juntos.

No les sorprendió ver a Komui en el lugar, llevaba una sonrisa triunfal, sin embargo, podía sentirse preocupado.

-Les deseo el mejor de los viajes- Dijo el mayor mientras se dirigía a sus exorcistas -Lavi, Lenalee, cuiden bien de Sharon

-No tienes nada de que preocuparte hermano- Afirmo la chica, mirando a su compañera -Sharon estará bien

-No te preocupes Komui, volveremos antes de lo que imaginas- Agregó Lavi.

-Tranquilo Komui, estaré bien- Dijo la morena, abrazándolo.

Un abrazo efímero, pero significativo, que terminó con la partida de los tres hacia el arca, un lugar que ella desconocía, pero que sabía, que se acostumbraría a utilizar con el paso del tiempo.

Ahora, su destino estaba a una puerta y un viaje en tren.