"… Darcy, para ser honesto, me resulta muy extraña tu pregunta."
Darcy suspiró, "Richard, sé que es extraña la pregunta, pero ¿sabes dónde vive?"
"No, lo sé. No conozco a la Sra. Barton. Puedo averiguarlo, pero no entiendo, porqué quieres saber dónde vive. ¿Podrías explicarme?"
Darcy miró a los ojos a su primo, y después de titubear por unos segundos, decidió decirle la verdad, "¿Te acuerdas que hace unos cinco años conociste en Rosings a la Srta. Elizabeth Bennet?"
Richard asintió, "Me acuerdo de ella, era una joven muy agradable y bonita, pero no tenía una buena dote." Hizo una pausa, "¿Qué tiene que ver la Srta. Bennet con la Sra. Barton?"
"La Srta. Bennet es la Sra. Barton… y quisiera verla."
Richard lo miró muy sorprendido y por varios segundos no supo que decir, "Perdona mi pregunta, pero ¿para qué quieres verla?"
Darcy suspiró, "Lo que voy a decirte, es en estricta confidencia, y ni siquiera Georgiana lo sabe. ¿Tengo tu palabra que no vas a repetir lo que te voy a contar?"
Richard lo miró relativamente ofendido, y le respondió, "Me extraña que no confíes en mi discreción, te aseguro que no voy a repetir nada de lo que me digas."
Darcy respiró hondo, "Antes de volver de Rosings, le propuse matrimonio a la Srta. Bennet, y tajantemente me rechazó."
"¡Te rechazó! No lo puedo creer…"
"Créeme, que fue así… Por mucho tiempo estuve molesto con ella, pero he llegado a la penosa conclusión que tenía motivos para rechazarme… Ni siquiera todo el dinero y el prestigio que iba a ganar siendo mi esposa fueron suficientes para que ella aceptara casarse conmigo." Suspiró con tristeza, "Mi carácter tenía demasiadas deficiencias que ella no estaba dispuesta a aceptar…"
En la medida que Darcy seguía hablando, Richard escuchaba cada vez más sorprendido; en aquel entonces se había dado cuenta que Darcy tenía interés en la Srta. Bennet, pero jamás se imaginó que le había propuesto matrimonio y mucho menos que ella lo había rechazado… "Lo siento mucho, Darcy. Pero ya han pasado cinco años, ¿para qué quieres verla ahora?"
"Porque te sonara cursi, pero aún pienso en ella. No sé aún exactamente para que quiero verla. Por momentos pienso que quiero verla para poder entender porque estuve y aún estoy fascinado con ella…"
Siguieron hablando por varios minutos más sobre la Srta. Bennet, y Richard le prometió que iba a hacer todo lo posible para averiguar su dirección. Sabía donde vivía el coronel Spencer y podía preguntar por la Sra. Barton sin despertar sospechas.
Darcy regresó a su casa con la esperanza que en un futuro cercano vería nuevamente a Elizabeth. Lo que le había dicho a su primo era cierto, aún no tenía claro que iba a hacer cuando la viera después de tantos años. Sabía que sentía una poderosa atracción física por ella y que su corazón latía mucho más fuerte cuando la veía.
Al entrar a su casa, el ama de llaves le dijo con voz neutral, aunque a Darcy le pareció que tenía un dejo de censura, "Sr. Darcy, hoy vino nuevamente la Sra. Smith y le dejó esta nota que se la deje en su escritorio."
Darcy asintió; era la segunda vez que Margareth iba a su casa esa semana, la primera vez él estaba reunido con su administrador y había dado ordenes que no recibía visitas. Después de la nota que le mandó unos meses atrás, no había vuelto a pensar en ella.
Leyó la nota, y frunció el ceño.
28 de Enero 1817
Sr. Darcy,
Perdóneme que me dirijo nuevamente a usted después de tanto tiempo, pero mi hija está muy enferma. Estoy sola y desesperada, le ruego que venga este jueves a las 4:00 al parque que nos vimos hace unos meses.
Por favor, lo espero.
Margareth Smith
El resto de la tarde estuvo pensando en la nota de Margareth, sabía que, si le pasaba algo a la hija de ella, le iba a pesar en su consciencia… Pensó en pedirle a Richard o a un sirviente que fuera a verla en su lugar, pero desistió. Prefería que nadie más supiera que había tenido intimidad con ella...
