Despertar
Oscuridad. Ruidos.
-¿qué ha pasado? -Harry se incorporó lentamente en el sofá.
-Te has desmayado -esa era la voz de Hermione.
¿Desmayado? ¿Él? ¡Ahora lo recordaba todo! Se acabó de incorporar totalmente y muy rápido.
-¡Ron!
-Tranquilo chico.
-¡Tengo que ir a verlo!
-Tranquilo. Ahora veremos que podemos hacer. Tómate esto.
Dumbledore le tendió una tableta de chocolate, que Harry cogió y se comió de un solo bocado.
-Bien -prosiguió Dumbledore -, lo que queda del verano, Harry, lo pasarás con Sirius a tu lado.
Harry miró a Sirius y se sonrieron. Volvió a mirar a Dumbledore.
-Y... Remus te acompañará, junto con Sirius, a ver a Ron.
-¡¿En serio?!
-Si. De momento eso es todo lo que podemos hacer. No dejarte solo ni un solo momento. Quiero que todos sepáis que a partir de este año todo será más difícil y más duro que nunca; y los años que vienen también serán cada vez peor. Bueno, creo que la reunión ha acabado. ¿Alguien quiere decir algo?
-No -dijeron todos a una.
-Vamos Harry.
Mientras Remus se levantaba, Sirius se transformaba en perro.
Todos salieron de la casa. Sirius, Remus, Hermione y Harry se fueron por una banda, y los demás por otra.
En una hora ya estaban esperando en la sala del hospital. Al cabo de unos segundos vino una enfermera. (Carai, que eficiente es este servicio mágico...)
-Harry Potter.
Harry se giro y la miró.
-Podéis seguirme; os llevaré a donde está Ron.
Todo el grupo se levantó y siguió a la enfermera en silencio. Voltearon un par de esquinas y llegaron ante una puerta blanca. (Je, je.. todas las puertas son blancas...)
-Es aquí. Ya pueden entrar.
Y diciendo esto, se fue. Se fue y los dejó delante de la puerta. (Que, por cierto, era blanca... por si no lo sabíais)
-Allá voy -Harry sujeto el tirador de la puerta y lo empujó hacia adentro -; ¿Ron?
Los otros entraron detrás de él.
-Hola -saludaron todos al ver a los Weasley sentados en sillas pendientes de Ron. -Hola Chicos -Les dijeron Charlie, Bill y los gemelos.
-¿Qué tal? -Ginny se sonrojó mientras lo decía y miraba a Harry. (Que mona...)
-¡Hola tesoro! -la señora Weasley le abrazó.
-Hola -el señor Weasley les dirigió una sonrisa muy forzada.
Harry se dirigió hacia la cama. Y se quedó allí; de pie, al lado de su mejor amigo. Le cogió de la mano y se la acarició.
-Ron -fue un susurro. Daba la impresión de que Harry no quería que nadie a parte de Ron le oyera -¿cómo está?
-No se sabe. Las heridas y los golpes ya casi han desaparecido, pero... no despierta.
El día pasaba.
-Vamos a comer, ¿alguien viene?
-Sí, nosotros.
-Yo me quedo. Id sin mí.
-Vale.
Todos salieron de la habitación. Todos menos Harry.
-Ron. ¡Ron! -se puso a llorar -Lo siento mucho. Ha sido por mi culpa.
Las lágrimas le resbalaban por las mejillas. ( este chico se quedará sin lágrimas un día de estos) Se acercó más a su amigo y le puso la mano en el pelo. Y acercó su cara a la de su amigo.
-Lo siento muchísimo -sus lágrimas bajaban por sus mejillas; y fueron a caer en la cara de Ron.(... cojan los paraguas, señores, se acerca un anticiclón que provocará unas fuertes tormentas en el norte de la cariátida Rónnica... je je...vaya chorrada que acabo de poner)
Harry se apartó y se levantó. Fue hacia la puerta. La abrió y cuando estaba a punto de salir se volvió para ver a su amigo.
Una cara de incredulidad le quedó a Harry cuando vió que su amigo empezaba a mover la mano. Se apresuró a volver a su lado.
-Ron.
Ron abrió los ojos y le dirigió una sonrisa.
-¿qué tal Harry?
-Ron, ¿estás bien?
Se abrazaron.
-Eso creo. Aunque me duele un poco la cabeza.
Estuvieron hablando hasta que los otros regresaron. Hablaron de todo lo que había ocurrido. Por el momento, Ron no recordaba nada de nada.
-Lo siento mucho, de veras.
-No tienes porqué sentirlo. No fue tu culpa.
-Claro que lo fue. Si no fueras mi amigo nada de esto hubiera pasado.
-¡Eh! Los amigos están para lo bueno y para lo malo.
-Siento no haber estado allí.
-Pues yo no lo siento -Harry fue a protestar pero Ron le cortó -. Si hubieras estado, te habrían cogido.
-Pero a ti no te habría pasado nada.
-Eso crees. Yo creo que nos hubiera pasado igual. Puede que incluso peor. Porqué te hubieran tenido.
Los dos se sonrieron. Y siguieron hablando. Antes de que llegaran los otros.
Oscuridad. Ruidos.
-¿qué ha pasado? -Harry se incorporó lentamente en el sofá.
-Te has desmayado -esa era la voz de Hermione.
¿Desmayado? ¿Él? ¡Ahora lo recordaba todo! Se acabó de incorporar totalmente y muy rápido.
-¡Ron!
-Tranquilo chico.
-¡Tengo que ir a verlo!
-Tranquilo. Ahora veremos que podemos hacer. Tómate esto.
Dumbledore le tendió una tableta de chocolate, que Harry cogió y se comió de un solo bocado.
-Bien -prosiguió Dumbledore -, lo que queda del verano, Harry, lo pasarás con Sirius a tu lado.
Harry miró a Sirius y se sonrieron. Volvió a mirar a Dumbledore.
-Y... Remus te acompañará, junto con Sirius, a ver a Ron.
-¡¿En serio?!
-Si. De momento eso es todo lo que podemos hacer. No dejarte solo ni un solo momento. Quiero que todos sepáis que a partir de este año todo será más difícil y más duro que nunca; y los años que vienen también serán cada vez peor. Bueno, creo que la reunión ha acabado. ¿Alguien quiere decir algo?
-No -dijeron todos a una.
-Vamos Harry.
Mientras Remus se levantaba, Sirius se transformaba en perro.
Todos salieron de la casa. Sirius, Remus, Hermione y Harry se fueron por una banda, y los demás por otra.
En una hora ya estaban esperando en la sala del hospital. Al cabo de unos segundos vino una enfermera. (Carai, que eficiente es este servicio mágico...)
-Harry Potter.
Harry se giro y la miró.
-Podéis seguirme; os llevaré a donde está Ron.
Todo el grupo se levantó y siguió a la enfermera en silencio. Voltearon un par de esquinas y llegaron ante una puerta blanca. (Je, je.. todas las puertas son blancas...)
-Es aquí. Ya pueden entrar.
Y diciendo esto, se fue. Se fue y los dejó delante de la puerta. (Que, por cierto, era blanca... por si no lo sabíais)
-Allá voy -Harry sujeto el tirador de la puerta y lo empujó hacia adentro -; ¿Ron?
Los otros entraron detrás de él.
-Hola -saludaron todos al ver a los Weasley sentados en sillas pendientes de Ron. -Hola Chicos -Les dijeron Charlie, Bill y los gemelos.
-¿Qué tal? -Ginny se sonrojó mientras lo decía y miraba a Harry. (Que mona...)
-¡Hola tesoro! -la señora Weasley le abrazó.
-Hola -el señor Weasley les dirigió una sonrisa muy forzada.
Harry se dirigió hacia la cama. Y se quedó allí; de pie, al lado de su mejor amigo. Le cogió de la mano y se la acarició.
-Ron -fue un susurro. Daba la impresión de que Harry no quería que nadie a parte de Ron le oyera -¿cómo está?
-No se sabe. Las heridas y los golpes ya casi han desaparecido, pero... no despierta.
El día pasaba.
-Vamos a comer, ¿alguien viene?
-Sí, nosotros.
-Yo me quedo. Id sin mí.
-Vale.
Todos salieron de la habitación. Todos menos Harry.
-Ron. ¡Ron! -se puso a llorar -Lo siento mucho. Ha sido por mi culpa.
Las lágrimas le resbalaban por las mejillas. ( este chico se quedará sin lágrimas un día de estos) Se acercó más a su amigo y le puso la mano en el pelo. Y acercó su cara a la de su amigo.
-Lo siento muchísimo -sus lágrimas bajaban por sus mejillas; y fueron a caer en la cara de Ron.(... cojan los paraguas, señores, se acerca un anticiclón que provocará unas fuertes tormentas en el norte de la cariátida Rónnica... je je...vaya chorrada que acabo de poner)
Harry se apartó y se levantó. Fue hacia la puerta. La abrió y cuando estaba a punto de salir se volvió para ver a su amigo.
Una cara de incredulidad le quedó a Harry cuando vió que su amigo empezaba a mover la mano. Se apresuró a volver a su lado.
-Ron.
Ron abrió los ojos y le dirigió una sonrisa.
-¿qué tal Harry?
-Ron, ¿estás bien?
Se abrazaron.
-Eso creo. Aunque me duele un poco la cabeza.
Estuvieron hablando hasta que los otros regresaron. Hablaron de todo lo que había ocurrido. Por el momento, Ron no recordaba nada de nada.
-Lo siento mucho, de veras.
-No tienes porqué sentirlo. No fue tu culpa.
-Claro que lo fue. Si no fueras mi amigo nada de esto hubiera pasado.
-¡Eh! Los amigos están para lo bueno y para lo malo.
-Siento no haber estado allí.
-Pues yo no lo siento -Harry fue a protestar pero Ron le cortó -. Si hubieras estado, te habrían cogido.
-Pero a ti no te habría pasado nada.
-Eso crees. Yo creo que nos hubiera pasado igual. Puede que incluso peor. Porqué te hubieran tenido.
Los dos se sonrieron. Y siguieron hablando. Antes de que llegaran los otros.
