Naruto pertenece a Masashi Kishimoto.

Dragon Ball pertenece a Akira Toriyama.

.

Plan cinco inmortales de Zamasu.

.

31: Nuevo Plan.

Uchiha Obito, llevaba ya muchos años, convencido de las palabras de Uchiha Madara. Todo lo que Madara necesitó, para convencerlo de ayudarle en el Plan Ojo de Luna, fue la muy conveniente muerte de Nohara Rin, y prometerle... No. Jurarle a Obito, de que la única forma de volverla a ver, sería dentro del Mugen Tsukuyomi.

Para esto, Obito utilizó a otros tres sujetos, manipulados por Madara, entre esos, estaba un huérfano del clan Uzumaki. Un chico llamado Uzumaki Nagato, a quien entregó el Dōjutsu legendario, implantándole sus células y las de Hashirama, luego de eso, le dio una copia de sus ojos, gracias al Banbutsu Sōzō no Jutsu (Jutsu Creador de Todas las Cosas). Una copia perfecta, con todos los poderes del Rin'negan, que él ya no podía utilizar, producto de su edad y de que estaba atado al Gedō Mazo (Estatua Demoníaca del Camino Exterior), la cual le daba Chakra, para seguir existiendo.

Obito, llevando a uno de los Zetsus más extraños: Guruguru (también llamado Tobi), encima de su cuerpo, como una armadura y que, en la parte derecha del mismo, tenía un orificio y por el cual, él mostraba su Sharingan: le permitió hacerse pasar por Uchiha Madara fácilmente, y engañar al nuevo usuario del Rin'negan, para que lo siguiera en su cruzada, y llenar las filas de la organización Akatsuki, con las de los más poderosos Nukennin del planeta, capaces de perseguir y capturar a los Bijūs.

Pero ahora, todos, absolutamente todos los miembros de la organización, estaban muertos. Y Obito lo sabía. Sabía que no podía simplemente reiniciar el plan. Pues él no era inmortal. Ahora mismo, estaba simplemente escapando, hacía ningún lugar en específico, tratando de decidir qué hacer. —Maldición. ¡Maldito seas, Naruto! ¡¿Quién diría que por culpa de Sensei, al haber abandonado a su hijo, las cosas se desarrollarían de esta forma?! —gruñó el Uchiha. —Abandonar a Naruto en la idea, para entrenar a los otros dos... Fue la idea más estúpida que Sensei podría haber tenido. Y todo fue culpa de Jiraiya. Sí. Fue la culpa de Jiraiya, por haberles hablado de esa tonta profecía, haciendo que Sensei y Kushina fingieran sus muertes, y dejando a Naruto a su suerte, dentro de Konoha. —Pensó en eso último, y gruñó nuevamente. —El hijo de una Jinchūriki, sin ser él mismo un Jinchūriki, no es útil de ninguna forma. Pero este, es sumamente poderosos, y ni Kaito, ni Saori, tienen la consciencia, Chakra o Yōki del Kyūbi. Entonces, ¿Quién es el Jinchūriki del Kyūbi y en dónde está? —Lo que era aún peor, no creía que algo tan insignificante, como las barreras entre las dimensiones, fueran a detener la furia de cinco dioses. Pues para Obito, era obvio que Naruto se convirtió en un dios, solo con ver su enorme poder destructivo, como barrio con Amegakure, y con todos sus habitantes. —Así qué, ocultarme en la dimensión del Kamui, tampoco es una buena idea. Quizás lo más inteligente sería... Lanzar un ataque, con todos los Zetsus que tengo disponibles. Sí. Posiblemente, eso sea lo mejor. —Levantó la cabeza, para mirar al cielo nocturno estrellado. —En verdad lo lamento mucho, Madara. Pero tu plan original, con el Edo Tensei y.… y todo aquello... será imposible de... —El Uchiha se giró rápidamente, y registró a alguien por su leve conocimiento de sentir el Chakra, y arrojó hacía ese lugar, casi diez Shurikens, pero todas dieron contra un árbol. Se quedó quieto. Intentando registrar algo más. — ¿Será Naruto? —se preguntó. Pero pronto, negó con la cabeza. —Si lo fuera, no sentiría su Chakra, pero sí la presión en el aire. Él no sabía del Súper Chikyūjin God, de su poder o que dejaría de sentir el Chakra y Ki de Naruto. Pero sí que conocía, la sensación que dejaba esto. —Vio una figura encapuchada aparecer. No, eran dos encapuchados y ambos reían de forma perturbadora. — ¿Orochimaru?

—Tu pequeño juego, parece haber sufrido un desperfecto, ¿verdad? —preguntó el Hebi Sennin. —Todos los miembros de Akatsuki, incluido Pein, están muertos. Entonces, ¿sabes qué harás ahora? —el Uchiha no habló. —Debo de confesarte, que incluso para mí, fue imposible adivinar quién eras. Pero ahora, estoy totalmente seguro.

—Entonces, ¿Quién crees que se oculta bajo mi mascara? —preguntó el Uchiha, solo para abrir su ojo, al registrar que Kabuto, ya no estaba al lado de Orochimaru, y como la cinta que sujetaba su máscara, era cortada, haciendo que la máscara cayera al suelo.

Orochimaru aprovechó, para realizar sellos de manos, mientras sonreía y Kabuto también tenía una sonrisa. El Hebi Sennin habló. —Uchiha Obito, déjame presentarte un ejército, que puede apoyarte en tu siguiente plan... ¡Gyaku Kuchiyose no Jutsu! —Tres Ninjas aparecieron. — ¡Edo Tensei! —los tres ninjas, fueron envueltos en papeles, y parecía ser algo muy doloroso. Un minuto después, tres sarcófagos surgieron, las tapas cayeron, revelando a Deidara, Kakuzu y Sasori.

—Orochimaru-Sama, descubrió que planeas iniciar una guerra —dijo Kabuto sonriente. —Estamos aquí, para ayudarte. Y estos tres, son solo una parte de todos aquellos, de los que hemos obtenido sus muestras de ADN. Shinobis de leyenda, especialmente... gracias a Amado.

— ¿Qué quieren a cambio? —preguntó el Uchiha, pensando en cómo salir de esto. —Sin embargo: si tienen más resurrectos a su favor. Entonces, mis posibilidades son mayores, para obtener a los Jinchūrikis y concretar el Gedo Mazō.

—A Uchiha Sasuke-Kun —dijo Orochimaru, relamiéndose los labios.

Era un trato más que justo. — ¿Y en caso de negarme? —Kabuto aplaudió, e invocó un nuevo sarcófago. El ojo del enmascarado... de Obito, se abrió. Intentó relajarse, tanto como le era posible. —Bastardos.

.

-/-/-/-/-

Minato recibió la información de parte de Zarina, sobre lo que planeaban Obito, Orochimaru y Kabuto, y del plan actualmente en proceso de ser creado, por Obito. Por lo tanto, viendo el peligro que se acercaba, mandó una carta a los restantes cuatro Kages. —El Raikage Æ, asegura que nos dará más información, acerca de sus motivos de la reunión —dijo Minato, leyendo el pergamino ante él. —Habla sobre tener información, referente a una organización terrorista, que obviamente es Akatsuki. —El Hokage, miró a su nuera. — ¿Saben ustedes, como Obito se convirtió en parte de Akatsuki? —Zarina entregó dos pergaminos más. Y Minato los leyó, dándole una sonrisa a ella. —Pero... esto es... Entonces... fue así como ocurrió.

Recomendaría, que les otorgues toda esta información, incluso toda esta historia, respecto a Uchiha Obito Los humanos suelen desconfiar, si es que reciben información, pero carecen de los medios para probarlo. —razonó Zarina. Y Minato asintió, ante esas palabras. —Puedo implantar recuerdos falsos en Kushina-Chan y en Jiraiya, y si alguien busca información en sus mentes, como los Yamanaka, entonces contarás con una fuente confiable.

Minato no tuvo que pensárselo mucho. —Hazlo. Iré a informar a Kushina. —El Hokage sintió el Chakra de su Sensei, detrás suyo. —Justo a tiempo, Sensei. Una carta ha llegado del Raikage. Una cumbre de los Gokages, en Tetsu no Kuni —el peliblanco, abrió los ojos sorprendido, pero asintió. —Voy por Kushina-Chan y Naruto —Y desapareció, en un destello dorado. Cuando fue el momento de partir, los cuatro desaparecieron en el mismo Hiraishin, para así poder viajar rápidamente toda esa distancia.

.

.

La cumbre de los Gokages, en Tetsu no Kuni: el último bastión de los Samurái. Sería una reunión, que cambiaría la historia del mundo Shinobi. Pero el peor peligro, no sería la alianza de Obito, Orochimaru y Kabuto.

Eso era solo, la punta del Iceberg.