Callejón Diagon y andén 9 y 3/4

-Llega tarde.

-Habrá tenido algún problema con sus tíos, seguro.

-Nos habría dicho algo. Además; dijo que ya le dejaban tranquilo.

Ron y Hermione estaban sentados en una de las numerosas mesas que había en el caldero chorreante. Eran las doce. Habían quedado hacía una hora y todavía no había ni rastro de Harry.

En ese momento la puerta volvió a abrirse; se giraron esperando que esta vez si fuera Harry. Pero no. Era ni más ni menos que Remus Lupin.

Remus entró y empezó a mirar por todas partes. Entonces su vista se posó en ellos y se dirigió hacia donde estaban. Iba acompañado de un perro.

-Hola. Harry no va a poder venir. Así que vengo yo para comprarle lo que necesite. Y... para comprar una varita a Canuto.

-¿Por qué no puede venir? -se quejó Ron.

-Dumbledore no le deja. Dice que es demasiado peligroso. Supongo que vendrá mañana para coger el tren. Ya lo veréis allí.

-Uf. No hay derecho, tenía ganas de verlo para hablar un rato.

-Ron, tendremos todo el curso para hablar con él -le recordó Hermione.

-Vamos. Hay mucho que comprar.

Los cuatro (también cuento a Sirius) (por supuesto) se dirigieron hacia la entrada del Callejón Diagon y entraron.

Pasaron el día comprando todos los libros que necesitaban. Cuando ya los tuvieron todos se sentaron en una terraza y se tomaron un buen helado cada uno (a Sirius también le compraron uno). Cuando acabaron de tomárselo continuaron hablando un rato y luego se dirigieron hacia Ollivander; ha comprar la varita para Sirius.

Entraron.

-Hola -dijeron todos a la vez.

-Hola -les respondió la voz del señor Ollivander. Estaba bajando por una escalera y se presentó justo delante de ellos en unos momentos -. ¿Para quién va a ser la varita?

Todos sonrieron.

-Bueno -empezó Remus -, aunque crea que es una... esto... una... broma; es para el perro.

El señor Ollivander bajó la vista y le miró extrañado.

-Mejor no pregunte -le advirtió Hermione.

-Está bien -se acercó al perro y intentó tomar algunas medidas -, ¿qué pata?

-Derecha. (esto es un poco cómico..)

-Bien -tomó algunas medidas más y se dirigió a buscar.

-Prueba esta.

Sirius la cogió como pudo entre las dos patas delanteras.

Una flama salió de la varita y casi quema el techo.

-No, esta no. A ver, vuelve a probar con ésta.

Sirius volvió a hacer lo posible. Esta vez, de la varita salió un chorro de pintura roja que dejó parte de la tienda hecha ascos.

-No, creo que esta tampoco.

Así fueron probando un par más. Y la quinta...

-Y ahora ésta otra.

Sirius la cogió y la sala se iluminó con una luz dorada.

-Si, ésta es la ideal. Veintiséis centímetros de madera de roble y núcleo de pluma de fénix. Serán seis galeones.

Remus pagó y salieron de la tienda. (dejando a un señor Ollivander muy, pero que muy confundido) Se dirigieron al Caldero Chorreante; donde Ron y Hermione tenían una habitación cada uno. (separadas, ¿no?) (pues claro)

-Bueno, nos veremos, ¿verdad?

-Claro que sí. Este año hay que estar unidos. Venga; que os vaya bien.

-Adiós.

Ron y Hermione subieron cada uno a sus respectivas habitaciones.

Remus y Sirius se fueron.

Llegó el día siguiente. Ron y Hermione estaban esperando a Harry en el andén nueve y tres cuartos. Pero no aparecía. Quedaban cinco minutos para que el tren marchara y Remus apareció llevando todas las cosas de Harry.

Ron y Hermione casi se abalanzaron sobre él.

-¿Dónde está Harry?

-Tranquilo, Ron. Harry irá directo a Hogwarts en traslador, y Sirius le acompañará. Yo sólo he venido para traer su equipaje. ¿Me ayudáis a subirlo al tren? (Este niño es difícil de ver, ¿eh?)

-Claro.

-Sí.

Cuando acaban de subir el equipaje al tren, Remus se despide de ellos mientras suben al tren de Hogwarts.

Cuando el tren se va, Remus sale del andén. Y va en dirección a Privet Drive.

-Espero que esté bien.

-Lo estará. Ya has oído a Remus, lo veremos en Hogwarts.

-Vaya, vaya. La sangre sucia junto a un Weasley. ¿qué pasa? ¿Potter se ha acobardado?

-Cállate Malfoy.

-Tu no eres nadie para decir que me calle, Weasley.

Hermione se levantó, se dirigió decidida hacia Malfoy y "¡¡Plaf!!"; le pegó una bofetada en toda la cara.

-No te metas con Harry.

Y diciendo eso cerró la puerta del compartimiento.

Ron se había quedado impresionado.

-Ha estado genial.

-Gracias.

-Ya estamos llegando.

-Por fin.

-Tu también te mueres de ganas de ver a Harry.

-Pues claro. Quiero hablar con él, quiero saber que habéis hecho este verano. Y es mejor hablar de lo que hemos hecho cuando este él. Para que no haga falta tener que repetirlo, ¿no crees?

-Si, creo que tienes razón.

-¿Qué crees que dirá Malfoy si le preguntan sobre la mano que lleva marcada en la cara? (trevor.. ha sido trevor que se le ha quedado una hora enganchado..)

-No tengo ni idea. Pero no creo que diga que se dejó pegar por ti.

-Si, me lo imagino. Se inventará alguna súper historia.

(lo que te decía, Trevor...)