Quidditch
Harry y Ron se levantaron, se vistieron y bajaron a la sala común donde Hermione ya les estaba esperando.
Fueron al gran comedor a desayunar. Y comentaron los horarios. A Harry y a Ron les tocaba toda la tarde Adivinación.
-No se si este año podré soportar que prediga mi muerte cada dos día. Si las cosas se ponen feas a lo mejor este año acierta y todo.
-No digas eso.
-Hermione tiene razón; no lo digas ni en coña.
-Vale, tranquilos.
Siguieron comiendo y comentando el horario.
-¡Oh! ¡No!
-¿Qué ocurre, Ron?
-Tenemos cuidado de criaturas mágicas y pociones con los de Slytherin. (Como siempre, Ron, como siempre)
-No. No hay derecho. Lo único que necesito este curso es aguantar a Malfoy. (también como siempre, Harry, como siempre... por que eres Harry, ¿no?) (si, es Harry)
La profesora McGonagall estaba hablando con el profesor Dumbledore en la mesa de profesores. Cuando pararon, la profesora levantó la vista hacia la mesa de Gryffindor.
-Harry Potter. Ven un momento. (uy... que mal rollo me da esto..)
Harry se levantó mientras de la mesa de Slytherin venían comentarios sobre que le ocurriría.
-¿Qué has hecho ya, Potter?
-¿Tan pronto y ya te has metido en líos?
-Eres un genio, Potter; si sigues así te harán una estatua en la que pondrán: "REY DE LOS LÍOS".
Harry no les hizo caso y avanzó decidido hacia la mesa de profesores. Después de todo, aún no había hecho nada malo.
-¿Qué quiere, profesora?
-Este curso vas a ser el capitán del equipo de Quidditch de Gryffindor.
-¿Yo?
-Si; ya sabe que Wood no estuvo ya el año pasado. Por tanto vas a necesitar un nuevo guardián. Los gemelos Weasley tampoco están este año, vas a necesitar a dos golpeadores nuevos. Y por último, Angelina también acabó el año pasado.
-¿Cómo voy a escoger a los que faltan?
-Haremos unas pruebas. Quiero saber si quieres ser tu quién decida quién debe entrar en el equipo y quién no; o por el contrario quieres que las pruebas corran de mi parte; de ese modo te ahorraría trabajo.
Harry meditó unos instantes. No sabía que decir.
-Mejor decídalo usted misma. Seguro que lo hará bien; yo no sabría por donde empezar. (¡no! ¡Entonces pondrá a tipejos intelectuales y respetuosos con las normas!)
-¿Estás seguro?
-Completamente. Confío en usted. Al fin y al cabo, si entré en el equipo fue gracias a usted.
-De acuerdo. Cuando tenga las pruebas te lo comunicaré.
-Bien.
-¡Ah! Y Potter, una cosa más.
-¿Si?
-No hagas ninguna locura este año.
-No profesora, no la haré.
Harry se dirigió de nuevo a la mesa. Se sentó, y Ron y Hermione lo interrogaron con la mirada.
-¿Y bien? -preguntó ella al fin.
-Soy capitán del quipo de Quidditch de Gryffindor.
-¿En serio? (¿los de Slytherin se burlan ahora?)
-En serio. McGonagall hará pruebas para ver quién entrará al quipo este año.
-¿Qué os falta?
-Guardián, golpeadores y tres cazadores.
-¿No hay nadie en el equipo?
-Gracias Hermione. Bueno, estoy yo.
-¿Quién va a escogerlos?
-McGonagall. Me preguntó si yo quería mirar las pruebas y decidir, pero...
-¿Pero que?
-Seamos sensatos. No me apetece tener que decirle a alguien que esté tope de ilusionado por entrar al equipo: "NO, chaval; tu no vales para esto". (estoy de acuerdo contigo, Harry)
-Te entiendo.
La semana iba pasando. Adivinación era un tostón; la profesora Trelawney le predecía una muerta distinta a cada clase (¡Como si Harry no tuviera suficiente en que pensar!).
Pociones había sido horrible; Snape no había dejado de fastidiarlo todo el tiempo (para variar...). Y Malfoy no paraba de reírse cada vez que Snape hacía un comentario acerca de lo que pudiera ser que había en su caldero; ya que Harry no podía concentrarse en nada de lo que tuviera que hacer en estas clases.
Cuidado de criaturas mágicas había estado bastante bien; esta vez no habían visto nada que les pudiera comer a ellos (y eso ya era un logro).
Pero, por fin; esta tarde tenían dos horas de ¡Defensa Contra las Artes Oscuras! Tenía muchísimas ganas de empezar. Quería saber quién sería el profesor de este año. Así que los tres se dirigieron hacia la clase de defensa.
(Estén atentos señores: aquí llega Fleur Delacour, nuestra flor más bella, con un modelito estrecho nada cómodo para defenderte de las artes oscuras...)
Abrieron la puerta y entraron riendo y hablando.
-Buenos días, "Haggi".
Harry miró a la persona que le había saludado.
-¡Fleur! ¿Qué haces..? ¡¿Eres profesora?!
-Sí. Hablé con Dumbledore y me dio el puesto.
Fleur les dedicó una preciosa sonrisa a los tres.
( -¿Ron? ¡Ron!
-¿qué?
-¿quieres un pañuelo?
-¿por qué iba a quererlo?
-bueno... es que estás empapando la mesa de babas...)
-¿Y qué tal están ustedes "tges"?
-Como siempre -le contestó Hermione.
La clase transcurrió genial. Fleur era muy divertida y les estuvo explicando todo lo que harían ese año. Todo se presentaba muy interesante.
La primera semana pasó muy deprisa. Llegó el fin de semana. El sábado por la mañana muchos alumnos estaban practicando Quidditch en el campo. La profesora McGonagall les observaba y Harry se pasó un rato por ahí y estuvo hablando con McGonagall. (tomándose una cocacolita mientras los demás están sudando la gota gorda...) Harry se pasaría a la tarde para ver las pruebas de selección. Ron estaba súper nervioso; se iba a presentar para guardián.
Fueron a comer al gran comedor. La mesa de Gryffindor estaba muy animada. Los nervios flotaban por toda la mesa.
-Vamos Ron. Tranquilízate, lo harás bien.
-Harry tiene razón. Además, estaremos para animarte.
-¿Tú también puedes ir a ver las pruebas? -le preguntó Harry con un tono que denotaba sorpresa.
-Pues claro que sí. Hablé con McGonagall y le pedí si podía verlas. Me dijo que si, que al fin y al cabo... (soy casi la novia de Ron)
-¿Qué? -le apremió Ron.
-Soy prefecta de Gryffindor. (bah.. ser novia mola más...)
-¿En serio? ¡Es genial! -dijo Harry.
-Muchas felicidades Hermione -concluyó Ron.
-Gracias chicos.
Cuando todos los alumnos hubieron acabado la profesora McGonagall se levantó y se dirigió a la mesa de Gryffindor.
-Dentro de cinco minutos quiero a todos los que quieran participar en las pruebas en el campo de Quidditch. Si tienen escoba quiero que la traigan. Potter, tráete también tú la escoba. Y quiero que usted y la señorita Granger estén conmigo para ver las pruebas.
-Si profesora.
Harry asintió. Se levantó y fue con Hermione corriendo hacia la sala común. Harry cogió la escoba y él y Hermione salieron corriendo hacia el campo de Quidditch.
Cuando llegaron se encontraron a un montón de alumnos esperando nerviosos el comienzo de las pruebas.
-Ya estamos aquí, profesora.
-Bien. Siéntense aquí conmigo; entre los tres decidiremos.
Harry y Hermione asintieron y se sentaron en el banco que McGonagall les indicaba.
-Bien, escuchadme. Vamos a hacer la selección. Como ya saben necesitamos de todo excepto de buscador. Se pondrán por grupos dependiendo que quieran ser.
La profesora McGonagall se sentó al lado de Harry.
-Potter, cuando tengamos todo el equipo iréis a cambiaros y empezaréis el primer entrenamiento.
Cuando los alumnos se hubieron puesto en los tres grupos, la profesora McGonagall se levantó y volvió a dirigirse a ellos.
-Bien, como sabrán este año necesitamos un equipo casi nuevo. Nos falta todo excepto el buscador. (eso ya lo has dicho..) (Pues lo vuelvo a decir) Haremos como si fuera un partido; los guardianes pasarán de uno en uno, y los cazadores de tres en tres intentando marcar; los golpeadores pasarán de dos en dos e intentarán derribar a los cazadores. Suerte a todos.
Los chicos empezaron a hacer las pruebas. Al finalizar la primera ronda; los tres habían coincidido en dos personas.
-Ron ha sido el mejor guardián.
-Estoy de acuerdo contigo Potter.
-Yo también lo estoy. (no, si por enchufe..)
-Bueno, pues parece que un puesto está seguro.
La profesora McGonagall se levantó y se dirigió a los alumnos que esperaban ansiosos los nombres.
-Bien; hemos decidido quién será el guardián de este año.
La profesora McGonagall miró a los tres chicos que esperaban por ser guardián. Estaban los tres muy tensos.
-Weasley, buen trabajo. (los demás se van arrastrando los pies)
Ron suspiró de tranquilidad y una gran sonrisa se dibujó en su cara.
-Anda Ron. Ven y ayúdanos a decidir -le pidió Harry.
Ron se acercó y se sentó al lado de Hermione.
-Felicidades, Ron.
-Gracias Hermione.
-Te dije que lo lograrías, Ron.
Ron sonrió. Estaba muy feliz.
Los otros dos chicos que habían sido eliminados de la elección para guardián, cogieron sus escobas y se fueron.
Siguieron un rato repitiendo alguno de ellos. Al final, el equipo estuvo completo.
Como buscador y capitán: Harry Potter (5º).(¡eres el mejor Harry!)
Como guardián: Ron Weasley (5º).(Tú también Ron, tú también...)
Como golpeadores: Seammus Finnigan (5º) y Peter Anderson (4º).(Mmm... espero que ése Anderson sea bueno)
Como cazadoras: Ginny Weasley (4º), Sarah Parker (6º) y Sidney Prescott (4º).(¡arriba los Weasley! Y las otra chicas... eh.. bueno, sus iniciales son S.P, no?)
Cuando acabaron las pruebas; todos los que no habían sido elegidos recogieron sus escobas y se fueron en dirección al castillo.
Los componentes del nuevo equipo de Quidditch de Gryffindor, se quedaron en el campo.
-Bien, Potter. Yo me voy, ahora es asunto suyo.
-Si, profesora McGonagall.
La profesora McGonagall se fue del campo de Quidditch en direccional castillo. Los jugadores se acercaron a Harry. Éste se puso de pie y se dispuso a hablar. (saca un caramelo de limón regalo de Dumbledore para aclararse la voz y se lo toma)
-Bueno, antes que nada; os voy a felicitar a todos por haber entrado en el equipo -Harry les dirigió a todos una sonrisa -. Bien, este año es mi primer año como capitán y bueno, me gustaría mucho, y espero que este año consigamos la copa de Quidditch; (opino igual) al igual que la conseguimos hace dos años con Oliver.
-¡Claro que si, Harry! -gritó Ron.
-¡Si! ¡Bien dicho! -Coreó Sidney.
-¡Gryffindor ganará este año! -gritaron Seammus y Sarah. (estos chicos están un poco eufóricos...)
-Bien, me alegra ver que estáis tan convencidos. Vale, ahora vamos hacer el primer entrenamiento. Los cazadores tendréis que intentar marcarle a Ron, y él ha de intentar pararlas todas. Si las para todas, una de dos, o es que tenemos un guardián muy bueno, o unos cazadores muy malos.
-Harry. ¡Eso es machismo! (protestas contra el profesor de castellano haciéndose patentes en el texto) (¿Tanto se nota?)
-Era una broma, e... ¿te llamas Sidney, verdad?
-Si, pero no me refería a la broma.
-¿Y a que te referías?
-Has dicho "lOs cazadorEs".
-Si, ¿y que?
-Que somos "lAs cazadorAs".
-¡Muy bien dicho, Sidney! -le gritó Hermione, se acababa de levantar y se dirigió junto a ella para darle un abrazo - Tienes toda la razón.
-Pues claro que la tengo. Las mujeres tenemos que defender nuestros derechos. ¡Estamos tan capacitadas para hacer las cosas como los hombres! ¡Somos iguales a ellos! ¡No inferiores! (uy, que de ti la sacaría del equipo Harry, puede ser altamente peligrosa... y seguro que muerde..) (Las feministas no muerden!)
-Tu y yo nos vamos a llevar muy bien.
-¡Pues claro que si!
Sidney y Hermione chocaron sus manos. (Hermione, Hermione... primero vas en defensa de los elfos domésticos y ahora de las mujeres? Creo que no llegarás muy lejos en el ministerio si sigues así) (Machismo!)
-Ejem, ejem... -Harry carraspeó para llamar su atención (otro caramelo de limón) - Está bien, lo siento. Nuestras cazadorAs, van a intentar marcarle a Ron. Mientras los golpeadores intentaran derribar a las cazadores y a mi. ¿de acuerdo?
-Tu también juegas, ¿ahora? -le preguntó Hermione.
-Pues claro, no voy a dejar la diversión sólo a ellos -Y antes de que Sidney pudiera añadir algo, Harry se apresuró a añadir -y a vosotras, Sid.
Sidney y Hermione se miraron, con una mirada de aprobación y seguridad.
Harry abrió el baúl y antes de soltar las pelotas, se dirigió a Hermione y le dijo:
-Hermione, ¿puedes fijarte haber que tal nos coordinamos?
Ella sonrió.
-Pues claro que si, Harry.
Harry soltó las pelotas y todos se dirigieron a sus respectivos puestos de juego. Harry iba buscando la pequeña snitch dorada. Las cazadoras se compenetraban de una forma genial; sus pases eran perfectos y coordinados milimétricamente bien; las tres estaban muy bien compenetradas (t'estàs repetint, t'estàs repetint...). Ron estaba muy bien; las iba parando con relativa facilidad. Y los golpeadores también lo estaban haciendo genial; Harry había estado a punto de ser golpeado dos veces por una bludger tirada por Peter. (ya digo yo que ése Peter no me cae bien) (Es su trabajo, ¿Qué quieres que haga?)
El entrenamiento estaba yendo muy bien. En diez minutos, Harry ya había cogido la snitch.
-Con un buscador como tú, no hace falta preocuparse por nada -le dijeron Ron y Seammus.
-Gracias. Venga chicos, haremos uno más, y ya nos podremos ir a la sala común a descansar.
-De acuerdo -vitorearon todos.
Cuando ya llevaban cinco minutos del segundo "partido", Harry comenzó a escuchar gritos.
Esa voz; la conocía muy bien. Eran las voces que escuchó cuando iba tercer curso. Las voces de sus padres. ¡Las voces que oía cuando había dementores cerca!
Sacudió la cabeza, ¡ahora no tenía la varita! Oyó un grito. ¡Era Hermione! Harry miró hacia donde se dirigían los ojos de Hermione. Allí, de pie, había seis horribles seres acompañados por una figura robusta tapada con una capa toda negra, ¡seis dementores acompañados por lo que parecía un mortífago! (esto se pone feo...)
-¡Largaos todos! ¡Ron, coge a Hermione y largaos de aquí! ¡Avisad a Dumbledore!
Todos los del equipo le hicieron caso, (¿y quién no?) Ron bajó veloz con la escoba y Hermione se subió en ella agarrándose fuertemente a la espalda de Ron.
A Harry le costaba respirar. Cada vez oía con más claridad los gritos de sus padres antes de morir. ¡Se estaba mareando!
Los otros ya abrían llegado al castillo, y era mejor que él también se largara o no sobreviviría a esto. Pero no podía huir. Tenía la cicatriz ardiéndole, y la cabeza y los tímpanos a punto de estallarle. La escoba iba perdiendo altura. Estaba a dos metros del suelo. ¡Y el grupo siniestro estaba a unos quince de donde él se encontraba! (Guay...)
El mortífago se adelantó y le habló. ¡Voldemort hablaba a través del mortífago!
-Harry Potter. Únete a mí. Te doy otra oportunidad. Únete a mí. Soy el más grande y el más poderoso. Juntos, podemos hacer grandes cosas; cosas geniales. ¡Sólo únete a mí! (y... ¡ah! Me olvidaba... ¡Kukuxumusu!) (Jajaja!!!)
Harry no podía aguantar más el dolor. Parecía que la cabeza se le iba a partir del dolor. Estaba a dos metros del suelo, cogiéndose todo lo que podía la palo de su saeta de fuego para no resbalar; pero estaba mareado, las manos le sudaban y acabaron por escaparse del mango de la escoba; y Harry se cayó de ella. Quedó tendido en el césped del campo de Quidditch boca arriba, y con su preciada escoba, saeta de fuego, a un lado. Pero no se rendiría, no haría lo que Voldemort quería. Así que reunió todas las fuerzas que aún le quedaban y gritó lo más alto que pudo y con todo el aire que cabía en sus pulmones:
-¡Jamás! (será tonto el chaval..)
Escuchó como dos o tres voces gritaban hechizos para repeler a los dementores y para que el mortífago y ellos huyeran de los terrenos de Hogwarts.
-¡Expectro patronum!
Los visitantes se desaparecieron tal y como habían llegado. Harry seguía en el suelo, estirado, respirando dificultosamente. Vió como dos figuras se acercaban a él. Pero no podía reconocerlas. Estaba agotado; así que se desmayó y perdió el conocimiento.
Harry y Ron se levantaron, se vistieron y bajaron a la sala común donde Hermione ya les estaba esperando.
Fueron al gran comedor a desayunar. Y comentaron los horarios. A Harry y a Ron les tocaba toda la tarde Adivinación.
-No se si este año podré soportar que prediga mi muerte cada dos día. Si las cosas se ponen feas a lo mejor este año acierta y todo.
-No digas eso.
-Hermione tiene razón; no lo digas ni en coña.
-Vale, tranquilos.
Siguieron comiendo y comentando el horario.
-¡Oh! ¡No!
-¿Qué ocurre, Ron?
-Tenemos cuidado de criaturas mágicas y pociones con los de Slytherin. (Como siempre, Ron, como siempre)
-No. No hay derecho. Lo único que necesito este curso es aguantar a Malfoy. (también como siempre, Harry, como siempre... por que eres Harry, ¿no?) (si, es Harry)
La profesora McGonagall estaba hablando con el profesor Dumbledore en la mesa de profesores. Cuando pararon, la profesora levantó la vista hacia la mesa de Gryffindor.
-Harry Potter. Ven un momento. (uy... que mal rollo me da esto..)
Harry se levantó mientras de la mesa de Slytherin venían comentarios sobre que le ocurriría.
-¿Qué has hecho ya, Potter?
-¿Tan pronto y ya te has metido en líos?
-Eres un genio, Potter; si sigues así te harán una estatua en la que pondrán: "REY DE LOS LÍOS".
Harry no les hizo caso y avanzó decidido hacia la mesa de profesores. Después de todo, aún no había hecho nada malo.
-¿Qué quiere, profesora?
-Este curso vas a ser el capitán del equipo de Quidditch de Gryffindor.
-¿Yo?
-Si; ya sabe que Wood no estuvo ya el año pasado. Por tanto vas a necesitar un nuevo guardián. Los gemelos Weasley tampoco están este año, vas a necesitar a dos golpeadores nuevos. Y por último, Angelina también acabó el año pasado.
-¿Cómo voy a escoger a los que faltan?
-Haremos unas pruebas. Quiero saber si quieres ser tu quién decida quién debe entrar en el equipo y quién no; o por el contrario quieres que las pruebas corran de mi parte; de ese modo te ahorraría trabajo.
Harry meditó unos instantes. No sabía que decir.
-Mejor decídalo usted misma. Seguro que lo hará bien; yo no sabría por donde empezar. (¡no! ¡Entonces pondrá a tipejos intelectuales y respetuosos con las normas!)
-¿Estás seguro?
-Completamente. Confío en usted. Al fin y al cabo, si entré en el equipo fue gracias a usted.
-De acuerdo. Cuando tenga las pruebas te lo comunicaré.
-Bien.
-¡Ah! Y Potter, una cosa más.
-¿Si?
-No hagas ninguna locura este año.
-No profesora, no la haré.
Harry se dirigió de nuevo a la mesa. Se sentó, y Ron y Hermione lo interrogaron con la mirada.
-¿Y bien? -preguntó ella al fin.
-Soy capitán del quipo de Quidditch de Gryffindor.
-¿En serio? (¿los de Slytherin se burlan ahora?)
-En serio. McGonagall hará pruebas para ver quién entrará al quipo este año.
-¿Qué os falta?
-Guardián, golpeadores y tres cazadores.
-¿No hay nadie en el equipo?
-Gracias Hermione. Bueno, estoy yo.
-¿Quién va a escogerlos?
-McGonagall. Me preguntó si yo quería mirar las pruebas y decidir, pero...
-¿Pero que?
-Seamos sensatos. No me apetece tener que decirle a alguien que esté tope de ilusionado por entrar al equipo: "NO, chaval; tu no vales para esto". (estoy de acuerdo contigo, Harry)
-Te entiendo.
La semana iba pasando. Adivinación era un tostón; la profesora Trelawney le predecía una muerta distinta a cada clase (¡Como si Harry no tuviera suficiente en que pensar!).
Pociones había sido horrible; Snape no había dejado de fastidiarlo todo el tiempo (para variar...). Y Malfoy no paraba de reírse cada vez que Snape hacía un comentario acerca de lo que pudiera ser que había en su caldero; ya que Harry no podía concentrarse en nada de lo que tuviera que hacer en estas clases.
Cuidado de criaturas mágicas había estado bastante bien; esta vez no habían visto nada que les pudiera comer a ellos (y eso ya era un logro).
Pero, por fin; esta tarde tenían dos horas de ¡Defensa Contra las Artes Oscuras! Tenía muchísimas ganas de empezar. Quería saber quién sería el profesor de este año. Así que los tres se dirigieron hacia la clase de defensa.
(Estén atentos señores: aquí llega Fleur Delacour, nuestra flor más bella, con un modelito estrecho nada cómodo para defenderte de las artes oscuras...)
Abrieron la puerta y entraron riendo y hablando.
-Buenos días, "Haggi".
Harry miró a la persona que le había saludado.
-¡Fleur! ¿Qué haces..? ¡¿Eres profesora?!
-Sí. Hablé con Dumbledore y me dio el puesto.
Fleur les dedicó una preciosa sonrisa a los tres.
( -¿Ron? ¡Ron!
-¿qué?
-¿quieres un pañuelo?
-¿por qué iba a quererlo?
-bueno... es que estás empapando la mesa de babas...)
-¿Y qué tal están ustedes "tges"?
-Como siempre -le contestó Hermione.
La clase transcurrió genial. Fleur era muy divertida y les estuvo explicando todo lo que harían ese año. Todo se presentaba muy interesante.
La primera semana pasó muy deprisa. Llegó el fin de semana. El sábado por la mañana muchos alumnos estaban practicando Quidditch en el campo. La profesora McGonagall les observaba y Harry se pasó un rato por ahí y estuvo hablando con McGonagall. (tomándose una cocacolita mientras los demás están sudando la gota gorda...) Harry se pasaría a la tarde para ver las pruebas de selección. Ron estaba súper nervioso; se iba a presentar para guardián.
Fueron a comer al gran comedor. La mesa de Gryffindor estaba muy animada. Los nervios flotaban por toda la mesa.
-Vamos Ron. Tranquilízate, lo harás bien.
-Harry tiene razón. Además, estaremos para animarte.
-¿Tú también puedes ir a ver las pruebas? -le preguntó Harry con un tono que denotaba sorpresa.
-Pues claro que sí. Hablé con McGonagall y le pedí si podía verlas. Me dijo que si, que al fin y al cabo... (soy casi la novia de Ron)
-¿Qué? -le apremió Ron.
-Soy prefecta de Gryffindor. (bah.. ser novia mola más...)
-¿En serio? ¡Es genial! -dijo Harry.
-Muchas felicidades Hermione -concluyó Ron.
-Gracias chicos.
Cuando todos los alumnos hubieron acabado la profesora McGonagall se levantó y se dirigió a la mesa de Gryffindor.
-Dentro de cinco minutos quiero a todos los que quieran participar en las pruebas en el campo de Quidditch. Si tienen escoba quiero que la traigan. Potter, tráete también tú la escoba. Y quiero que usted y la señorita Granger estén conmigo para ver las pruebas.
-Si profesora.
Harry asintió. Se levantó y fue con Hermione corriendo hacia la sala común. Harry cogió la escoba y él y Hermione salieron corriendo hacia el campo de Quidditch.
Cuando llegaron se encontraron a un montón de alumnos esperando nerviosos el comienzo de las pruebas.
-Ya estamos aquí, profesora.
-Bien. Siéntense aquí conmigo; entre los tres decidiremos.
Harry y Hermione asintieron y se sentaron en el banco que McGonagall les indicaba.
-Bien, escuchadme. Vamos a hacer la selección. Como ya saben necesitamos de todo excepto de buscador. Se pondrán por grupos dependiendo que quieran ser.
La profesora McGonagall se sentó al lado de Harry.
-Potter, cuando tengamos todo el equipo iréis a cambiaros y empezaréis el primer entrenamiento.
Cuando los alumnos se hubieron puesto en los tres grupos, la profesora McGonagall se levantó y volvió a dirigirse a ellos.
-Bien, como sabrán este año necesitamos un equipo casi nuevo. Nos falta todo excepto el buscador. (eso ya lo has dicho..) (Pues lo vuelvo a decir) Haremos como si fuera un partido; los guardianes pasarán de uno en uno, y los cazadores de tres en tres intentando marcar; los golpeadores pasarán de dos en dos e intentarán derribar a los cazadores. Suerte a todos.
Los chicos empezaron a hacer las pruebas. Al finalizar la primera ronda; los tres habían coincidido en dos personas.
-Ron ha sido el mejor guardián.
-Estoy de acuerdo contigo Potter.
-Yo también lo estoy. (no, si por enchufe..)
-Bueno, pues parece que un puesto está seguro.
La profesora McGonagall se levantó y se dirigió a los alumnos que esperaban ansiosos los nombres.
-Bien; hemos decidido quién será el guardián de este año.
La profesora McGonagall miró a los tres chicos que esperaban por ser guardián. Estaban los tres muy tensos.
-Weasley, buen trabajo. (los demás se van arrastrando los pies)
Ron suspiró de tranquilidad y una gran sonrisa se dibujó en su cara.
-Anda Ron. Ven y ayúdanos a decidir -le pidió Harry.
Ron se acercó y se sentó al lado de Hermione.
-Felicidades, Ron.
-Gracias Hermione.
-Te dije que lo lograrías, Ron.
Ron sonrió. Estaba muy feliz.
Los otros dos chicos que habían sido eliminados de la elección para guardián, cogieron sus escobas y se fueron.
Siguieron un rato repitiendo alguno de ellos. Al final, el equipo estuvo completo.
Como buscador y capitán: Harry Potter (5º).(¡eres el mejor Harry!)
Como guardián: Ron Weasley (5º).(Tú también Ron, tú también...)
Como golpeadores: Seammus Finnigan (5º) y Peter Anderson (4º).(Mmm... espero que ése Anderson sea bueno)
Como cazadoras: Ginny Weasley (4º), Sarah Parker (6º) y Sidney Prescott (4º).(¡arriba los Weasley! Y las otra chicas... eh.. bueno, sus iniciales son S.P, no?)
Cuando acabaron las pruebas; todos los que no habían sido elegidos recogieron sus escobas y se fueron en dirección al castillo.
Los componentes del nuevo equipo de Quidditch de Gryffindor, se quedaron en el campo.
-Bien, Potter. Yo me voy, ahora es asunto suyo.
-Si, profesora McGonagall.
La profesora McGonagall se fue del campo de Quidditch en direccional castillo. Los jugadores se acercaron a Harry. Éste se puso de pie y se dispuso a hablar. (saca un caramelo de limón regalo de Dumbledore para aclararse la voz y se lo toma)
-Bueno, antes que nada; os voy a felicitar a todos por haber entrado en el equipo -Harry les dirigió a todos una sonrisa -. Bien, este año es mi primer año como capitán y bueno, me gustaría mucho, y espero que este año consigamos la copa de Quidditch; (opino igual) al igual que la conseguimos hace dos años con Oliver.
-¡Claro que si, Harry! -gritó Ron.
-¡Si! ¡Bien dicho! -Coreó Sidney.
-¡Gryffindor ganará este año! -gritaron Seammus y Sarah. (estos chicos están un poco eufóricos...)
-Bien, me alegra ver que estáis tan convencidos. Vale, ahora vamos hacer el primer entrenamiento. Los cazadores tendréis que intentar marcarle a Ron, y él ha de intentar pararlas todas. Si las para todas, una de dos, o es que tenemos un guardián muy bueno, o unos cazadores muy malos.
-Harry. ¡Eso es machismo! (protestas contra el profesor de castellano haciéndose patentes en el texto) (¿Tanto se nota?)
-Era una broma, e... ¿te llamas Sidney, verdad?
-Si, pero no me refería a la broma.
-¿Y a que te referías?
-Has dicho "lOs cazadorEs".
-Si, ¿y que?
-Que somos "lAs cazadorAs".
-¡Muy bien dicho, Sidney! -le gritó Hermione, se acababa de levantar y se dirigió junto a ella para darle un abrazo - Tienes toda la razón.
-Pues claro que la tengo. Las mujeres tenemos que defender nuestros derechos. ¡Estamos tan capacitadas para hacer las cosas como los hombres! ¡Somos iguales a ellos! ¡No inferiores! (uy, que de ti la sacaría del equipo Harry, puede ser altamente peligrosa... y seguro que muerde..) (Las feministas no muerden!)
-Tu y yo nos vamos a llevar muy bien.
-¡Pues claro que si!
Sidney y Hermione chocaron sus manos. (Hermione, Hermione... primero vas en defensa de los elfos domésticos y ahora de las mujeres? Creo que no llegarás muy lejos en el ministerio si sigues así) (Machismo!)
-Ejem, ejem... -Harry carraspeó para llamar su atención (otro caramelo de limón) - Está bien, lo siento. Nuestras cazadorAs, van a intentar marcarle a Ron. Mientras los golpeadores intentaran derribar a las cazadores y a mi. ¿de acuerdo?
-Tu también juegas, ¿ahora? -le preguntó Hermione.
-Pues claro, no voy a dejar la diversión sólo a ellos -Y antes de que Sidney pudiera añadir algo, Harry se apresuró a añadir -y a vosotras, Sid.
Sidney y Hermione se miraron, con una mirada de aprobación y seguridad.
Harry abrió el baúl y antes de soltar las pelotas, se dirigió a Hermione y le dijo:
-Hermione, ¿puedes fijarte haber que tal nos coordinamos?
Ella sonrió.
-Pues claro que si, Harry.
Harry soltó las pelotas y todos se dirigieron a sus respectivos puestos de juego. Harry iba buscando la pequeña snitch dorada. Las cazadoras se compenetraban de una forma genial; sus pases eran perfectos y coordinados milimétricamente bien; las tres estaban muy bien compenetradas (t'estàs repetint, t'estàs repetint...). Ron estaba muy bien; las iba parando con relativa facilidad. Y los golpeadores también lo estaban haciendo genial; Harry había estado a punto de ser golpeado dos veces por una bludger tirada por Peter. (ya digo yo que ése Peter no me cae bien) (Es su trabajo, ¿Qué quieres que haga?)
El entrenamiento estaba yendo muy bien. En diez minutos, Harry ya había cogido la snitch.
-Con un buscador como tú, no hace falta preocuparse por nada -le dijeron Ron y Seammus.
-Gracias. Venga chicos, haremos uno más, y ya nos podremos ir a la sala común a descansar.
-De acuerdo -vitorearon todos.
Cuando ya llevaban cinco minutos del segundo "partido", Harry comenzó a escuchar gritos.
Esa voz; la conocía muy bien. Eran las voces que escuchó cuando iba tercer curso. Las voces de sus padres. ¡Las voces que oía cuando había dementores cerca!
Sacudió la cabeza, ¡ahora no tenía la varita! Oyó un grito. ¡Era Hermione! Harry miró hacia donde se dirigían los ojos de Hermione. Allí, de pie, había seis horribles seres acompañados por una figura robusta tapada con una capa toda negra, ¡seis dementores acompañados por lo que parecía un mortífago! (esto se pone feo...)
-¡Largaos todos! ¡Ron, coge a Hermione y largaos de aquí! ¡Avisad a Dumbledore!
Todos los del equipo le hicieron caso, (¿y quién no?) Ron bajó veloz con la escoba y Hermione se subió en ella agarrándose fuertemente a la espalda de Ron.
A Harry le costaba respirar. Cada vez oía con más claridad los gritos de sus padres antes de morir. ¡Se estaba mareando!
Los otros ya abrían llegado al castillo, y era mejor que él también se largara o no sobreviviría a esto. Pero no podía huir. Tenía la cicatriz ardiéndole, y la cabeza y los tímpanos a punto de estallarle. La escoba iba perdiendo altura. Estaba a dos metros del suelo. ¡Y el grupo siniestro estaba a unos quince de donde él se encontraba! (Guay...)
El mortífago se adelantó y le habló. ¡Voldemort hablaba a través del mortífago!
-Harry Potter. Únete a mí. Te doy otra oportunidad. Únete a mí. Soy el más grande y el más poderoso. Juntos, podemos hacer grandes cosas; cosas geniales. ¡Sólo únete a mí! (y... ¡ah! Me olvidaba... ¡Kukuxumusu!) (Jajaja!!!)
Harry no podía aguantar más el dolor. Parecía que la cabeza se le iba a partir del dolor. Estaba a dos metros del suelo, cogiéndose todo lo que podía la palo de su saeta de fuego para no resbalar; pero estaba mareado, las manos le sudaban y acabaron por escaparse del mango de la escoba; y Harry se cayó de ella. Quedó tendido en el césped del campo de Quidditch boca arriba, y con su preciada escoba, saeta de fuego, a un lado. Pero no se rendiría, no haría lo que Voldemort quería. Así que reunió todas las fuerzas que aún le quedaban y gritó lo más alto que pudo y con todo el aire que cabía en sus pulmones:
-¡Jamás! (será tonto el chaval..)
Escuchó como dos o tres voces gritaban hechizos para repeler a los dementores y para que el mortífago y ellos huyeran de los terrenos de Hogwarts.
-¡Expectro patronum!
Los visitantes se desaparecieron tal y como habían llegado. Harry seguía en el suelo, estirado, respirando dificultosamente. Vió como dos figuras se acercaban a él. Pero no podía reconocerlas. Estaba agotado; así que se desmayó y perdió el conocimiento.
