Bueno… sto siento la espera… xo staba sperando a k alguien se le lleyera el capitulo *J.D. tose* … sabes a kien me refiero, no?

Bueno, 1º como no, reviews… k cada vez son menos…

Christopher Jacques: sto… Dumbledore? … *J.D. se hace el despistado…* ya verás ^^

Norm: gracias ^^

Consuelo: sto… siento xo en estos momentos… me olvidado de Ginny *J.D. suplica tu perdon y k no t enfades* … x lo d la A… no pasa nada… tal vez esa "A" estaba bien … ^_~

SySTeM Of A DowN: ... sto... no creo...

Essy: realmente si... muxo tiempo... n cuanto a *TU* Draquito... sto... sperate...

2º disclaimer: no cambia... bueno si... Cary me pertenece ^^

3º : n cursiva mi amigo

en negrita yo

y si sale draquito (k no me acuerdo) subrayado

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Caroline Fargon

Harry no perdió ni un segundo en pensar lo que había pasado cuando gritó un:

–¡Corred! (sensato el chico) (s Harry)

Todo los profesores y los alumnos se sobresaltaron al oír el grito de Harry pero no se lo pensaron dos veces; sabían que la barrera no duraría mucho además de que a Voldemort no le afectaba.

–¡Venga! –Harry había llegado a la puerta y se había quedado esperando a que todos pasaran. Los profesores se habían quedado para darles tiempo. Y Sirius y Remus se habían puesto al lado de Harry.

–¡Profesores!

Fue Minerva quién le contestó.

–Venga Harry; os daremos tiempo.

Harry no tuvo tiempo de protestar ya que su padrino lo cogió en brazos y seguido de Remus salieron corriendo. Corrieron sin parar hasta llegar al cuadro de las panteras.

–La cazadora de la noche –dijo Sirius.

La cueva se abrió y todos entraron.

Al llegar a la sala se encontraron con todo de alumnos muy nerviosos y asustados.

Sirius bajó a Harry al suelo y volvió a transformarse en perro para que no le reconocieran. Harry tenía la mirada confusa y preocupada. El chico miró a su alrededor.

–No están todos los alumnos.

–Algunos consiguieron llegar a sus salas comunes.

–Por su bien espero que no haya nadie en las salas comunes de Gryffindor y Slytherin… porqué esas seguro serán revisadas…

La mirada de Harry se oscureció de repente.

–¿Cómo han logrado entrar? –preguntó Hermione.

–¿No te lo imaginas? –dijo Harry con un tono de voz que demostraba sarcasmo, rabia y frustración todo junto.

Hermione y Ron se quedaron estupefactos ante la respuesta de Harry.

–Te refieres a… Pettigrew, ¿verdad? –aventuró Ron.

Harry asintió. El barullo volvió a empezar cuando los estudiantes que no habían presenciado lo que ocurrió, reclamaban saber que había ocurrido.

Así que Remus habló:

–La escuela ha sido tomada por Voldemort y sus mortífagos que se han aliado con los dementores; y por desgracia no sabemos donde se encuentra Albus… –se giró hacia el trío y les añadió– ¿de donde sacasteis el transports?

–Lo encontré en un libro de la…

–Sección prohibida, si no me equivoco las estanterías de donde los cogisteis estaban marcadas; y era un libro con la tapa lila, roja o algún color no muy normal para un libro de la sección prohibida, ¿verdad? ¡Oh! Si, casi lo olvido… el libro estaba marcado al igual que la estantería por una "F".

El trío lo miró sorprendido y Hermione sólo alcanzó a asentir con la cabeza. (¿? ¿qué pasa, Remus les espía o qué?) (claro k no! ya verás! ^^)

Remus sacudió la cabeza preocupado y añadió:

–No deberías jugar con la magia que no conocéis… ese tipo de hechizos son muy avanzados… demasiado avanzados para efectuarlos completamente a la perfección si no eres un mago de manos… y hasta a los magos de manos les cuesta controlar ese tipo de hechizos –Remus seguía mirándolos y pensando–; al menos hicisteis el hechizo a la vez y eso tal vez haya funcionado… el problema es saber donde está Albus… y lo más importante, ¿estará vivo? … porqué… en teoría lo habéis salvado; pero… vuestro hechizo chocó contra el de Voldemort… tal vez no hiciera efecto; pero –Remus volvió a dirigir los ojos a Harry–… tal vez tu varita si lo logró…

Mientras los alumnos con ayuda de Remus y algún ladrido de Snuffles ideaban la manera de intentar sobrevivir y buscar ayuda en un colegio plagado de mortífagos y con el mismo Voldemort; en un lugar de la isla inglesa…

Una chica que corría por el bosque en unos shorts rojos y una camiseta de tirantes ajustada azul flojo con una chaqueta de chándal blanca con dos rayas  negras en cada brazo, encontró algo… o más bien alguien tendido inconsciente a un lado del camino. (menuda descripción) (¬¬ … k pasa? S 1 muy buena descripción!)

La chica; de unos 15 años y con el pelo largo castaño con mechas rubias; se quedó muy sorprendida.

Frente a ella, tendido en el suelo, se encontraba un hombre mayor, muy mayor  y que vestía con unas ropas muy extrañas.

La chica no sabía que hacer; pero de una cosa estaba segura: no le iba a dejar ahí tirado. Así que como pudo lo cargó y se encaminó de vuelta a casa.

Cuando llegó ya habían pasado dos horas. Estiró al hombre en la cama de una de las tres habitaciones del piso superior y lo examinó un poco por encima; comprobando que no tuviera lesiones graves: la muñeca derecha estaba fracturada; así que decidió entablillársela con algunas vendas que había en el botiquín del baño; tenía un corte en la cabeza, que seguramente se había producido por un fuerte golpe; se lo limpio y le puso una venda para que la herida se curara. Dejó que el hombre descansara y se fue a bajo, a la cocina a prepararse algo de cenar.

A la mañana siguiente, el hombre empezó a despejarse; y lo primero que vio, fue a una joven de cabello castaño-rubio dormida en un banco de madera de la habitación. El hombre sonrió ante tal espectáculo; pero al instante su mirada dejó de ser divertida y curiosa hasta ensombrecerse y volverse muy dura y seria; al igual que las demás facciones de todo su cuerpo. Pero en seguida supo que tenía que hacer; se levantó la manga derecha de la túnica, y presionó el tatuaje de la marca con la palma de la mano; si no podía moverse de allí, tendrían que enviar un mensaje para que supieran que podían contar con él. Y a muchos kilómetros de distancia…

Dos hombres y un muchacho que discutían acaloradamente en una habitación junto con un muchacho más y otra muchacha; notaron un picor en el brazo derecho, se levantaron la manga derecha de la túnica y vieron como la marca del fénix brillaba intensamente. Se miraron; ya sabían que tenían que hacer. (oh, oh, momento emocionante) (e k si? S k ahora empieza lo guay! ^^)

En un momento, Ron y Hermione estaban al tanto de todo, o casi todo lo referente a la orden.

Sirius volvió a transformarse en Snuffles y salieron de la habitación hasta la sala donde aguardaban cientos de alumnos aterrorizados.

–Chicos –empezó Remus–, quiero que pase lo que pase y oigáis lo que oigáis no salgáis de esta sala; ¿entendido?

Un murmullo de asentimientos se fue oyendo por toda la sala.

–Cambiaremos la contraseña así que no salgáis; porqué no podréis volver a entrar.

Los tres chicos, el ex­-profesor y el perro salieron por el cuadro.

No había nadie a la vista; y Snuffles les avisaría cuando olfateara algo. Antes de irse, Remus se volvió hacia las panteras y dijo:

–La nueva contraseña: "Kiara". (je,je, ... ¿ya he dicho que me encanta éste nombre?) (Sip! Almenos a mi me lo has dicho!)

Las dos panteras asintieron y desaparecieron del cuadro.

Los cinco comenzaron a moverse en silencio; el camino parecía despejado… extrañamente despejado.

Remus se volvió hacia los tres chicos.

–Cuando salgamos de los límites de Hogwarts, nos desapareceremos.

Los tres chicos se quedaron sorprendidos. Y Harry contestó en un susurro.

–Pero Remus, nosotros no sabemos aparecernos; no tenemos la edad.

–Bueno; cuando volvamos os enseñaremos… pero de momento os desapareceréis con ayuda de Sirius y yo.

Habían llegado a la escalera principal; pero, claro… no todo les tiene que resultar tan fácil… (por supuesto) (tan fácil es aburrido)

Harry miró por encima de la barandilla.

–Mierda… cuatro mortífagos guardan la puerta.

Sirius se transformó.

–¿Solo cuatro? Que mal considerados nos tiene.

Remus sonrió al comentario de su amigo.

–Tal vez ya no nos espera.

–O tal vez la diversión nos espera fuera, Moony.

–Tienes razón; pero esta vez no te divertirás solo.

Los cinco sacaron sus varitas y se dispusieron.

–Encantamientos aturdidores a la de tres. Una. Dos. Tres.

Cuando Sirius dio contó tres; los cinco se asomaron por la barandilla y gritaron sus encantamientos aturdidores a la vez.

–¡¡¡Desmaius!!!

Los cuatro mortífagos cayeron al suelo al momento.

–Bien hecho chicos –les felicitaron Remus y Sirius.

–Venga, hay que darse prisa; no sabemos cuando les pueden llegar refuerzos –dijo Harry con una expresión muy seria.

–Si, vamos.

Los cinco bajaron la gran escalera y atravesaron la gran puerta. Corrieron por los terrenos hasta salir de la zona protegida por hechizos.

–Bien, será mejor que te vuelvas a transformar Sirius; seguramente apareceremos en un lugar de magos pero puede que no estén al corriente de que eres inocente.

–Tienes razón –y diciendo eso se volvió a transformar.

–Venga chicos, daros la mano; que uno de vosotros coja a Padfoot.

(¡bien! Ahora será cuando aprendan a aparecerse... y cuando salga ésa muchachita... que ya sé quien es, qué hace y qué hará... pero no lo pienso decir, por supuesto, no sea que el autor de éste fic se enfade conmigo, en fin. Me encanta Hallowen) (si! Ya queda poco para que … haga su aparición estelar! ^^ ya verás… será genial! ^^)

Cuando ya todos estuvieron preparados, Remus se desapareció. Los chicos notaron como sus pies se elevaban; y aunque hubieran querido soltarse no hubieran podido, ya que una especie de corriente eléctrica les mantenía unidos.

Aterrizaron cerca de un lago. El césped verde y blando les amortiguó el golpe.

–¿Dónde estamos? –preguntaron Ron y Harry a la vez.

Remus se levantó y se acercó al lago; Sirius le siguió en su forma animaga; se acercó hasta el borde del lago y se sentó. Y se quedó observando el agua.

–Nunca creí que volveríamos a ver este lugar, Padfoot.

Snuffles cabeceó dándole la razón.

–Vamos; seguiremos el río hacia arriba. Hasta…

Pero antes de que Remus acabara la frase Snuffles ladró indicándole que se callara.

Harry, Ron y Hermione se miraron. Ya era hora de poner las cosas claras.

–¿Qué está pasando aquí, Remus? –preguntó Harry. (¡decidido, Harry!) (pobres… nuca les cuentan nada d lo k sta ocurriendo…)

–No se de me hablas, Harry –dijo Remus mientras empezaba a caminar siguiendo el río. (Remus, no te hagas el loco...) (O_o l loco?)

–Yo creo que si lo sabes; nos estáis ocultando algo.

–Eso, son cosas nuestras, que no tienen nada que ver con vosotros y no interfieren en nada de lo que pueda ocurrir –y más para si mismo agregó–; ni de lo que ha ocurrido durante mucho tiempo. (uhm...) (stas pensando? S.O.S. extintor!!!!!!!!!!)

El trío se quedó mirando a su ex­-profesor; la respuesta no les satisfizo en absoluto; pero Harry sabía que era en vano preguntar a que se referían… este curso estaban muy raros; siempre pensando en el pasado… ¡un momento! ¿en el pasado? ¿podría ser que… (¿que qué?) (Vamos asocia ideas, no s tan difícil!)

Siguieron caminado siguiendo el río; oían su murmullo al correr en dirección contraria a la que ellos iban. El agua era pura y cristalina.  (¿no empiezan una guerra de agua? Yo no me podría resistir...) (s 1 momento serio x si no lo habías notado…)

Harry no pudo dejar de mirar a Snuffles, que aún en su forma animaga reflejaba extrema tristeza…

A los cinco minutos de caminata; Remus y Snuffles se pararon y se quedaron mirando hacia delante.

El trío les imitó y miró hacia delante; donde una inmensa mansión se levantaba ante sus ojos. (¡Mansión! ¿pero tú de que vas, de me-sobra-el-dinero-por-todas-partes?) (no te pongas así, kieres? )

–Parece que los años no le afecten… –ese era Sirius; quien había dejado su forma animaga y se encontraba al lado de Remus.

–No parece deshabitada…

–Tienes razón, por eso creo que…

–Debemos andarnos con cuidado, Padfoot.

Sirius asintió y volvió a transformarse en el gran perro negro de hacia unos momentos.

El grupo avanzó hacia la casa. Subió las escaleras del porche y Remus se paró ante la puerta. Miró a Snuffles que estaba muy tenso, sentado a su lado.

–¿Qué crees? ¿Tengo que llamar?

Snuffles movió la cabeza negativamente; jaló la túnica de Remus e intentó apartarlo de la puerta. Harry que ya se estaba empezando a cansar de este tipo de cosas y secretos entre los antiguos merodeadores, se acercó a la puerta, y en el momento que iba a llamar, ésta se abrió de golpe y Harry se encontró con una pistola apuntando directamente a su cabeza. (guau... eso ha estado bien) (e k si?)

Remus dejó de intentar discutir con Snuffles quien inmediatamente soltó la túnica de Remus y se quedó inmóvil.

La chica movió un poco el revólver y con el cañón apartó un poco del pelo que tapaba la frente de Harry; parecía que buscaba… pero no podía ser… ¡significaba que ella era bruja entonces! (¡ja! ¡estás apuntando al mismísimo Harry Potter! Que por cierto... ¿no está un poco nervioso de que tenga una pistola rozando la frente? No sé... yo lo estaría) (xo Harry se a enfrentado a tantas cosas…)

Cuando pudo distinguir la cicatriz, dijo:

–Eres Harry, ¿verdad? –y sin esperar respuesta del sorprendido chico, agregó– pasad, rápido.

Se apartó de la puerta para cederles el paso y cuando ya hubieron entrado los cinco, la volvió a cerrar. Los cinco estaban callados y se movían nerviosos bajo la mirada de ojos marrones penetrantes que les dirigía la chica. Los observó a todos en silencio durante unos momento, como evaluando algo; y entonces añadió.

–Seguidme. (no, si la tía esta va de prepotente...) (cierra la boca!)

Se dio la vuelta y empezó a subir por una escalera de madera. Los tres chicos la siguieron, luego fue Remus y luego Snuffles. Siguieron a la chica por el pasillo del piso superior. Ella se paró ante una puerta de madera blanca; pico y se escuchó una voz desde dentro que decía:

–Adelante.

Los cinco reconocieron quien había dentro antes de que ella abriera la puerta.

–Albus, ya están aquí.

–Gracias, Cary.

La chica se giró hacia el grupo y les indicó que pasaran.

–Vamos, entrad.

Cuando ellos entraron, y ella se disponía a salir, Dumbledore la llamó.

–Cary.

–¿Si?

–Deja que te los presente antes de que desaparezcas, ¿no crees?

La chica cabeceó y añadió:

–Está bien –cerró la puerta y se acercó a ellos.

Todos pudieron ver a una chica de unos 15 años, con el cabello largo castaño y mechas rubias; unos ojos marrones penetrantes; no pudieron dejar de fijarse en las botas que calzaba; eran negras y tenían unos 8 o 9cm de tacón por detrás y plataforma de 2cm por delante. (realmente su vestuario es de lo más cómodo para hacer footing) (k t den… las indirectas x donde te quepan!)

–Él, es Remus Lupin. (el hombre lobo más dulce y amable que hay) (será para menos…)

Él avanzó y se dieron un beso en cada mejilla. (bah... en Inglaterra no se acostumbra a dar dos besos…) (xo yo kiero darlos!)

–Ella es Hermione Granger. (¡la chica de los excelentes!) (¬¬ no empieces…)

Lo mismo.

–Ronald Weasley. (je... un Weasley, y con eso lo digo todo) (asi? ¬¬ como k lo dices todo?)

Se dieron dos besos, y Ron agregó:

–Pero todos me llaman Ron.

Ella dejó su actitud seria y sonrió; ninguno de los presentes pudo dejar de notar aquella sonrisa, clara, transparente, sin trampas que emitió aquella muchacha. (...) (k?)

–Y, él, es Harry Potter. (ya lo conoces, por supuesto) (bah… no lo conoce… bocazas…)

Harry y ella se acercaron y también se dieron dos besos. Y ella agregó.

–Disculpa si te asusté abajo; pero Albus dijo que tenía que asegurarme que erais vosotros.

–Descuida.

–Yo me llamo Caroline Fargon… pero me podéis llamar Cary.

Snuffles ladró para llamar la atención. (no te gusta estar en un segundo planto, verdad canuto?) (jaja!! No, definitivamente no le gusta! Jaja)

–¡Oh! Si… –dijo Dumbledore– nos olvidábamos del pobre Snuffles.

Ella se agachó y acarició al perro; le dio un beso en la cabeza y le acarició el hocico.

–Que guapo eres –dijo ella mientras le acariciaba la cabeza. (ejem, ejem...) (k? si tu lo vieras k le dirías?!)

A Snuffles eso parecía encantarle y parecía que no quisiera que ella dejara de hacerle mimitos en todo el tiempo. (¡ejem! –me coge un ataque de tos-…) (¬¬ … pues tomate caramelos d limón… a Dumbledore le van muy bien…)

–Bueno –dijo Cary mientras se levantaba–, Albus estaré abajo leyendo, si necesitáis algo llamáis.

–Gracias Cary.

–No hay porqué darlas –y diciendo esto, la chica salió de la habitación y se dirigió al piso inferior. (bah... es demasiado amable...) (k insinuas?)

Cuando los tacones de Cary dejaron de oírse, Sirius recuperó su forma humana; y él y Remus cerraron la puerta mágicamente.

Ambos hombres lanzaron una mirada a Albus quién sólo les sonreía y jugaba con sus pulgares burlonamente.

Sirius y Remus, por su parte, permanecían muy serios.

–Es hora de que nos expliquéis que pasa aquí –dijo un Harry muy indignado. (Harry se cruza de brazos y deja de respirar. Su cara empieza a ponerse roja, azul, verde... hasta que confiesen lo que están escondiendo) (como no le hagas coger aire se va a ahogar… y ahora no me interesa k Harrito la palme…)

Dumbledore seguía con su expresión curiosa mientras Sirius y Remus parecían cada vez más incómodos.

–Bueno; yo sólo puedo contaros lo que ha pasado desde que me transportaron de Hogwarts –miró a Harry, Ron y a Hermione; y continuó (¿Quién habla aquí?) (Dumbledore!)– resulta que el hechizo no fue realizado del todo correctamente, a parte de que se mezcló con el Avada Kedavra de Voldemort. Y entonces aparecí cerca de la casa Fargon (ah, es el director que más tarde traicionará a Harry en el séptimo libro...) (Ouch! Deja d inventarte cosas, kieres?); por los terrenos, cerca del bosque que hay más abajo del lago. Cary me encontró y me trajo aquí… –Dumbledore parecía meditar; y antes de que alguien pudiera añadir algo, él se volvió a dirigir al trío y les dijo– ¿sabéis? Me habéis sorprendido una vez más.

El trío se miró entre si muy extrañado. Al final, fue Harry quién dijo lo que los tres pensaban.

–¿a que se refiere, profesor Dumbledore?

–A que no creí ver jamás uno de esos hechizos realizado con varita.

Ahora si que todos los presentes tenían caras para fotografía; el trío cara de: "¿de que habla?", y Sirius y Remus cara de: "por tu bien, Dumbledore, calla".

Los cinco dijeron lo que pensaban a la vez; el trío un sonoro:

–¡¿Qué?!

Y los ex-merodeadores su:

–¡Calla, Albus! (Je,je...) (mola…)

El trío se quedó muy sorprendido de la reacción de los dos adultos; y Albus seguía sonriente como si ya hubiera esperado esa reacción.

–En fin; lo que vamos a descubrir ahora, tal vez le interese a otra persona que no está asistiendo a esta pequeña reunión. (suena la campanita... se ruega señorita Dawson suba de inmediato...) (k t crees? K soy una azafata? Una criada o k?)

El trío volvió a quedarse sin entender nada y a Remus y a Sirius parecía no entusiasmarles lo que suponían iba a ocurrir. Sin previo aviso, Dumbledore gritó.

–Sonorus –apuntando su garganta con su varita, para al instante volver a pronunciar– ¡Cary!

Desde el piso inferior se escuchó un:

–¡¿Qué?!

–¿Podrías venir? Por favor.

–¡Ya voy! (me gustan estas conversaciones por medio de gritos...) (yo las uso mucho ya lo sabes…)

La chica que había en el piso inferior respondió a la llamada y se levantó del sofá donde estaba tumbada leyendo una revista de moda de hace 18 años. (ya no está tanto de moda, no?) (calla! Y en vez d criticar a ver si reunes pistas! D no ser xk ya lo sabes no t enterarías d nada!) Subió por las escaleras y atravesó el pasillo.

En el momento que los tacones volvieron a dejar escuchar su repiqueteo acercándose a la habitación; Sirius se transformó a Snuffles. Lo cual provocó una sonrisa divertida en Dumbledore y un suspiro de exasperación en su amigo Remus.

La chica se paró delante de la puerta. Dentro de la habitación…

–Un momento –dijo Ron – ¿no estaba cerrada?

Una sonrisa divertida de Dumbledore fue la única respuesta que obtuvo aparte de ver como Snuffles desaparecía debajo de la cama. (no, Sirius, no te podrás escabullir de ésta) (yo creo k si)

La chica tomó el pomo; y cuando se disponía a girarlo…

–¡¡¡Au!!! ¡¡Mierda!!

La puerta se abrió, dejando ver a una Cary un poco cabreada sacudiendo la mano y quejándose.

–¿Qué tal si entras, Cary?

–¿Qué coño ha pasado, Albus? ¡Me he quemado la mano! (no sabes cuaaaaaaanto lo siento) (¬¬ … me las pagarás…)

–Por eso te he llamado.

–¿Para que me queme la mano? –preguntó con bastante ironía– ¡que simpático! (... no sabía que Dumble tuviera ése humor) (era ironía d Cary… xo veo k no las as notado…)

–Ven. Ahora lo explicaremos.

Cary miró extrañada mientras seguía frotándose la palma de la mano. La chica entró en la habitación y cerró la puerta tras de si.

–¿y bien? –dijo ella cruzándose de brazos – Espero una explicación.

Todos seguían bastante incómodos, y Dumbledore seguía divertido.

–Bien –dijo Dumbledore incorporándose de la cama, y poniendo su semblante muy serio– empezaremos por el principio –se dirigió a Cary–. Eres una bruja. (¡No lo sabía! ¡Ah! Vaya desinformación...) (…)

Todos la miraron estupefactos; sin atreverse a decir nada más. Y se escuchó la voz de Cary rompiendo el tenso silencio que se había formado.

–¡¿Qué?! (Si bueno, tú no les hagas caso, estan todos chalados) (xa chalado tu…)

La chica miraba a Dumbledore con una expresión de: "éste sigue enfermo".

–Ya… haber si lo he entendido –ella tenía un toque divertido en sus ojos–; yo, soy bruja… ¿no es así? (Ajá) (¬¬)

–Si, así es.

–Ya… –se notaba que Cary se estaba aguantando la risa– es… ¿pretendéis que me lo crea?

–Extiende la mano –dijo Remus.

Ella le hizo caso y extendió la mano, tal como el licántropo le dijo.

–Y ahora, ¿Qué?

Remus miró por toda la habitación.

–Saca tu varita Harry –le ordenó el licántropo.

Harry sacó su varita y la aguantó en su mano.

–Ya hora, quiero que tu mires hacia la varita, la apuntes con la mano, y digas: "Accio varita de Harry"

La chica le miró divertida, y algo exasperada; pero se volvió hacia Harry, dirigió su mano hacia él y dijo:

Accio varita de Harry.

Y para sorpresa del trío y de la chica la varita se dirigió velozmente hacia ella y se quedó flotando sobre su mano. (aprende rápido los hechizos, no?) (no los aprende… los recuerda… deberías saberlo!)

Cary tenía una mirada muy sorprendida; y seguía observando la varita que giraba sobre su mano.

–Ahí tienes tu prueba –sentenció Dumbledore.

Cary seguía con la boca abierta observando la varita. Tragó saliva y le devolvió la varita a Harry.

–Se que es complicado; pero… –Dumbledore meditó las palabras que iba a pronunciar; decidió empezar por el principio– antes que nada, Cary, necesito saber…

Parecía muy incómodo para Dumbledore lo que iba a decir a continuación; pareció titubear, y Remus lo hizo por él.

–¿Qué es lo que recuerdas? Es decir, ¿como no sabías que eras una bruja? ¿Qué te paso?

Al momento que Remus acababa de pronunciar su pregunta Snuffles asomó la cabeza por debajo de la cama. (holaaaa... que, ya te has echado una siestecita?) (no staba durmiendo!)

Ella le dirigió una mirada penetrante, y contestó.

–Pues… la verdad es que… no… –parecía realmente incómoda y como si no quisiera responder la pregunta– ¡no lo recuerdo! –y volvió a mirar a Remus desafiadoramente. (vale, vale, tranquila.. que no vas a suspender ningún examen) (e! k te den tu y los examenes!)

–¿Cómo que no lo recuerdas? –dijo Hermione mirando a Cary, y luego volviendo la vista a Remus y a Dumbledore– pero debe haber algo que recuerdes; ¿Qué te ocurrió?

Se volvió a producir un silencio en la sala; hasta que Cary explicó:

–Lo único que sé, es que desperté en esta misma casa; en una habitación del sótano; estaba como… como… ¡como congelada! Me desperté, empapada de agua y… ya está. (agua, agua, glup... hay alguien nadando a las seis de la mañana en la piscina... menuda pringada) (deja d meterte con las nadadoras como yo k solo intentamos mejorar! La natación s l deporte + sacrificado x si no lo sabías!)

Después de esta declaración; el trío observaba a Cary; quién solo miraba el suelo o el techo respectivamente en un vano intento de ocultar su nerviosismo.

–Bueno; supongo que el principio sería explicarte todo lo que podamos de lo que te sucedió –dijo Dumbledore.

–¿quieren decir que saben quién es ella? –preguntaron Ron y Hermione a la vez.

–Si –dijo Remus–; si que lo sabemos.

–¡¿Y cuando pensabais decirlo?! –explotó Harry –¡¿No pensabais decírselo ni a ella, verdad?! (vaya genio) (empieza a pillar el comportamiento adulto)

Remus intentó acercarse a Harry pero éste aún se alejó más del lado del hombre.

–Harry, vamos.

–¡No! ¡Siempre hacéis lo mismo! Nunca nos explicáis nada.

Remus y Dumbledore no sabían que contestar.

–Harry, Harry, tranquilo –Cary se acercó a Harry y lo cogió del brazo–; no pasa nada. En serio –Cary le sonrió y éste le devolvió la sonrisa.

Cary hizo retroceder un poco más a Harry hasta sentarlo en el sofá; y luego se sentó a su lado.

–Tranquilo, ¿ok? ¿eh? –Harry le afirmó con la cabeza; y luego Cary se dirigió a los dos adultos– ¿Qué sabéis? Y ahora la verdad; y entera.

Su voz sonaba más a orden que a ruego; y su tono indicaba que no había discusión posible; y su mirada dura y penetrante les advertía que empezaran ya.

–Caroline Dawson, murió supuestamente hace 18 años –dijo Remus. (realmente eso es una noticia fulminante... mira que empezar desde ahí…) (como kerias k empezara?)

–Así es; de un ataque de mortífagos… según me contó Natalie…

–Natalie era mi madre, ¿verdad, Albus?

–Si; tu madre… era auror… muy buena por cierto; una de las mejores que han pisado Hogwarts…

–¿Su madre era profesora? –preguntó Harry.

–Así es –dijo Remus–; defensa contra las artes oscuras… la mejor profesora que tuvimos… (ya, ya, mejor, la mejor... ¡aquí todos son los mejores, o qué?) (k te den!)

–¿Y donde está ahora? –preguntó Cary; y su voz pareció temblar.

Dumbledore le dirigió una mirada; que ella pareció entender…

Tragó saliva– Está… está muerta… ¿lo está?

–Así es –Albus asintió con la cabeza–, murió…

–¿Cuándo?

–Tres meses después de tu muerte.

Una expresión de horror cruzó la cara de Cary en el momento en que pronunciaba lo que más temía…

–Se… –las lágrimas empezaban a asomarse por sus ojos castaños– ¿se suicidó?

Dumbledore bajó la cabeza y asintió.

–No –las lágrimas salían de sus ojos y empezaban a recorrer sus mejillas– ¡no! –Cary cayó al suelo de rodillas y se llevó las manos a la cara. (.....) (a k vienen los puntos, ahora?!)

Remus se acercó a la chica y la abrazó.

–Vamos, tranquila –le susurró al oído.

Todos observaban la escena en silencio. Los únicos sonidos que rompían el silencio de la habitación eran los amargos sollozos de Cary.

–Caroline, por favor –la chica levantó la cabeza y miró a Dumbledore–; voy a intentar un hechizo recordador, haber si puedes acordarte de quién eres… puede que no sea del todo eficaz porqué perdiste la memoria en un accidente; y que se supone que para esto no hay que usar varita...

Dumbledore sacó su varita y se dirigió hacia Cary; se agachó y apuntó la varita hacia su frente, y murmuró:

Recordación. (más clarito el hechizo imposible) (no se me ocurría nada mejor… además es para magia sin varita… algunos hechizos no tendrán nada que ver… al haber pocos magos sin varita… y al ser sin varita la mayoría de hechizos son más fáciles de hacer… xo más cansados)

Una luz mezcla entre dorado y plateado salió de la varita de Dumbledore y envolvió durante unos instantes a Cary; manteniéndola en el aire, cubriéndola, hasta que finalmente fue descendiendo lentamente hasta llegar al suelo, donde quedó tendida; y el resplandor la siguió envolviendo durante diez segundos más.

Cary abrió los ojos y se incorporó un poco. Miró a su alrededor.

–¿Qué tal te encuentras?

–Bien… confusa… pero bien.

–¿Confusa? –le preguntó Hermione.

–Si… –levantó la mano derecha y empezó a observársela; haciendo la girar y moviéndola– lumos.

Tres llamitas brotaron de la palma de su mano y emitieron un leve resplandor que ella iba haciendo aumentar o menguar hasta que desaparecieron.

–Es decir; recuerdo hechizos, encantamientos, algún que otro dato… pero el nombre de ningún amigo o amiga…

Snuffles se acercó a ella, y con la cabeza le dio empujoncitos cariñosos para que se animara.

–Bien; supongo que eso es el hecho de que he usado varita. Irás recordando.

–Bien –Cary se levantó y se sacudió el culo; se echó el pelo hacia atrás y dijo:

–Pero si recuerdo a un par de personas… ¿Qué hace, Dumbledore, director de Hogwarts, aquí?

–Es una larga historia.

Todos se pusieron serios y empezaron a explicar lo que había ocurrido.

Al cabo de un par de horas estaba todo claro: tenían que liberar Hogwarts. (esto... como que sí...) (¬¬ … bah… paso de ti…)

–Bien; seguidme.

Cary los guió fuera de la habitación y hasta la otra punta del pasillo, quedó delante de una estantería y se puso a mirar los títulos de los libros.

–¿Qué esperamos? –dijo Ron.

–¡Sh! Calla Ron, ¡intento recordar!

Pasó los dedos sobre los títulos de un par de fileras de libros y entonces se paró, de golpe, retrocedió, y cogió un libro; que para asombro del trío estaba "enganchado" en la estantería: una entrada secreta. (típica entrada) (mi imaginación no da xa +!!!!!)

Ella se apartó mientras la estantería se abría.

–Bien, entrad; no recuerdo como llegar a donde están las cosas que necesitaríamos ahora así que habrá que conformarse con esto. Rápido; seguidme.

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LEED MIS DOS OTROS FICS:

el dolor de cada noche de luna llena

soledad d luna llena

de mi amiga Essy:

de mi amigo C.J:

REVIEWS!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! bsos! THANKS!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!