Sto… siento la tardanza!!!!!!!!!!! Xo s k stoy sufriendo un bloqueo en la historia y me stá costando muxisimo scribir.

Bueno, antes k nada: GRACIAS X VUESTROS MARAVILLOSOS REVIEWS! ^^

Cristopher Jacques: torturarle 3 veces seguidas? O.O pobrecito…

Joyce Granger: continuado stá… lo d rapido… sorry ^^

Raist: O.O a… bien

Mayumi: lista d fics xa leer? N fin, spero k yeges pronto aki y dejes + reviews si la historia t gusta ^^ bsazos; spero k se arregle todo el embrollo ese d los plagios

Disclaimer: Todo de Rowling… excepto Cary

Comentarios: de mi beta en cursiva; los míos en negrita

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El rescate (2ª parte)

Harry notaba sus músculos de hierro; no podía moverse. Se sentía caminando sin rumbo en medio de la oscuridad. Lo primero que le pasó por la cabeza, era que, estuviera donde estuviera, estaba flotando; idea que descartó a los dos segundos dado lo pesado que encontraba su propio cuerpo.

Así siguió un rato. Moviéndose en la oscuridad sin ningún rumbo que seguir. Pero, en un instante, al girar la cabeza, le pareció ver una luz en el horizonte.

Se decidió a ir hacia la luz; y entonces comprendió donde estaba al quedarse sin aire; la túnica ondeaba a su espalda, las ropas lucían sueltas y despegadas de su cuerpo: se estaba ahogando en un mar muerto. (¿?¿?¿?¿?) (a k keda xulo? ^^) (queda muuuuuuy paranoico) (¬¬ y k? xo mola)

Harry pataleó y braceó lo más rápido que sus fuerzas le permitieron. Después de mucho esfuerzo, el muchacho consiguió llegar a puerto.

–Ya despierta –una figura negra estaba abalanzada hacia él–; Harry, ¿estás bien –en un primer momento no reconoció la voz; pero si pudo reconocer que había un dejo de dolor en la persona que le hablaba… ¿decía persona? Si no estaba seguro ni de lo que veía, ¿Cómo podía estar seguro de lo que oía?

El muchacho intentó incorporarse, pero otra figura se lo impidió.

Poco a poco las sombras se fueron aclarando para el joven Potter.

¿Cómo te encuentras? –esa voz si que la reconoció.

Mareado

Siento lo ocurrido; no me había dicho que tu eras un parselmouth.

Tranquila.

Seguramente no lo sabía; aunque luego no se porqué quería atacarte igualmente.

Porqué Nagini sólo obedece a Voldemort.

La reptil se deslizó hasta donde se encontraba Harry. Y le siseó al oído:

Entonces yo, sólo te obedeceré a ti. (ah, bieeeeeen)(a k s mona? Ya lo decía yo!)

Harry sólo sonrió. La serpiente tomo esa reacción como una afirmación; y se enroscó en el brazo de su nuevo dueño. El joven mago cerró los ojos y sonrió en silencio.

–Harry, ¿Qué te ha dicho? –le preguntó la chica que se encontraba a su lado.

El muchacho abrió los ojos de nuevo y contestó: –Bien; creo… (¿? Esa respuesta no concuerda mucho con la pregunta, ¿no?) (Concuerda con la primera pregunta que le han hecho)

–¿Seguro? –inquirió otra voz conocida, su amigo Ronald Weasley.

–Si –y les devolvió una sonrisa.

Harry iba a levantarse cuando notó que una especie de líquido le pringaba la mano derecha. Harry puso cara de consternación. Al notar la cara de confusión del chico; Dumbledore le preguntó:

–¿Ocurre algo, Harry?

El chico le miró sorprendido, y sólo respondió.

–Es sólo que… –Harry no encontraba las palabras; así que se volteó a verse la mano y vio que aun tenía cogida la de Cary. Entonces lo entendió. Se dio la vuelta bruscamente y cogió la mano de la chica por la muñeca al tiempo que se miraba su propia mano. La palma de Harry estaba manchada con un líquido pegajoso que Harry reconoció en seguida– Cary –la chica le miró a los ojos, sin poder ocultar su nerviosismo, y volvió a bajar la mirada–; ¿lo has notado?

La chica afirmó con la cabeza sin atreverse a mirar los ojos de Harry.

–¿Por qué no has parado? (¿Qué está pasando aquí?) (ya verás… ^^ solo Harry se ha dado cuenta de lo que ocurre ^^)

Ella no levantaba la cara; así que Harry le cogió de la barbilla con la otra mano y le levantó la vista.

–¿Por qué? –volvió a preguntar el chico.

–¿Por qué tendría que haber parado? –le contestó ella con una sonrisa tímida y nerviosa.

El lo entendió en seguida; pero el resto no.

–¿Qué sucede? –preguntó Remus muy serio al tiempo que se arrodillaba para quedar al nivel de Harry y Cary.

–Nada –contestó ella intentándose levantar; pero Harry apretó más su mano contra la palma de la chica; lo que hizo que ella tuviera que contraer la cara en expresión de dolor.

–A ver esa mano –la voz de Harry denotaba más una orden que una petición. Ella se resignó y se quitó el guante de la mano derecha; el grupo vio como intentaba apagar los quejidos del dolor que le estaba causando la mano. Cuando se sacó el guante del todo; todos pudieron ver que era lo que causaba esas expresiones de dolor en Cary.

 La palma de la mano derecha de Cary, tenía la marca de la estrella de las cinco puntas que le había quedado; pero lo peor era que los trazos de la marca eran una herida que dejaba escapar su sangre. (bieeeeen) (no veas! Tiene k ser genial tener la mano así!)

Harry se limpió su mano ensangrentada en la túnica y se levantó cogiendo con cuidado la muñeca de Cary y ayudándola a incorporarse.

–¿Por qué se te ha abierto la herida? –le preguntó Harry clavando sus ojos esmeralda en los de ella.

–No tengo ni idea –había contestado ella.

–No me mientas –le respondió Harry.

–¿Hubieras preferido morir? –le preguntó ella.

–Tú creaste la luz…

–Así es.

–Sabías lo que te podría pasar –Harry, ya no lo preguntaba; lo afirmaba. Estaba seguro de que esa chica había sabido en todo momento el peligro en el que se podría encontrar se utilizaba la magia para sacarlo de ahí–. ¿Por qué?

–¿Aun no lo has adivinado? –hizo una pausa antes de contestarle– la serpiente que te mordió no era una serpiente corriente, ¿me equivoco? –no dejó que Harry le contestara y continuó– Lo que significa que su veneno tampoco era un veneno convencional; el contenido del frasco por si solo no te hubiera salvado si yo no lo hubiera reactivado. (¿reactivado? ¿? ¿cómo se entiende eso?) (K la magia d lo k contenía el frasco necesitaba una ayudita…)

–¿Qué contienen esos frascos? –preguntó Hermione.

Cary parecía que no iba a contestar. Harry buscó dentro de su túnica y sacó su frasco; la sustancia de dentro estaba rojiza. Harry puso el frasco delante de ella.

–Dijiste que a ti no te afectaría.

–Así es.

–¿Por qué? –Harry parecía temerse la respuesta.

–¿Qué has querido decir con reactivarlo? –le preguntó Remus.

–Digamos que lo contiene esos frascos tiene poderes… y yo los he despertado. (ah....) (t kedó claro?)

–¿Despertado o complementado? –pidió Harry.

Cary soltó una risita amarga.

–Chico listo –murmuró por lo bajo–. Tienes razón… he complementado sus poderes. (¡por supuesto que Harry es listo!) (Ya lo sabía… a salido a sus papis! ^^ … ;_; … maldito Peter… alguien me presta un giratiempo?)

–¿Por qué no te haría efecto?

Cary seguía mirando los ojos esmeraldas de Harry que empezaban a brillar con un tinte de entendimiento.

–Lo que contiene esos frascos ya está dentro de ti, ¿no es así? –le preguntó Harry.

–Así es. (¿? ¿qué tienes dentro de ti?) (Piensa! No s tan difícil!)

–¿Y que contienen esos frascos, Caroline Fargon? –preguntó Dumbledore.

Cary aguantó unos instantes la mirada de Dumbledore, y al final contestó:

–Mi sangre. (ah... vale, todos tenemos sangre, la verdad, pero como que tu eres genial, tu sangre también tiene que serlo, ¿no?) (¬¬ … y k? si s la realidad tendrás k aceptarla…)

Todos se quedaron atónitos ante la declaración de Cary. Ron se acercó con Hermione, y dijo:

–A ver si lo he entendido… –hizo una pausa para pensar realmente que decir– ¿Me estás diciendo que me he bebido tu sangre? –dejó ir totalmente incrédulo. (¡ahhhhh! ¡es verdad!) (Si k lo s ^^)

–Si –contestó ella con una actitud indiferente.

–¡Que asco! –se quejó Ron.

–¡Deja de decir tonterías, Ron!

Ron se quedó mirando a Harry.

–Eso te ha salvado la vida… al igual que ha salvado la mía. (Que mono.) (Tienes razón ^^ … Siri! No me mires así! Tu ahijado tb s muy wapo! ^^)

Con eso pareció acabar la discusión, por el momento.

–Habría que curar esa mano, ¿no crees? –le preguntó Harry con una sonrisa.

Esa sonrisa hizo que las defensas de Cary y la máscara de indiferencia que se había puesto cayeran y se rompieran como si fueran de yeso al chocar contra el arduo suelo. (.......) (k pasa con los puntos?)

–Claro –contestó ella muy sorprendida. Y le devolvió la sonrisa. (............) (realmente tus puntos me cansan… k pasa? Se te kedó el dedo enganxado a la tecla?)

–Si vamos hacia el nido de las arañas la podremos curar mejor –dijo Hagrid.

Todos los presentes se giraron a él con una expresión de horror y terror en el rostro. (¿?) (K pasa? Tu no tendrías esa cara?)

–No os harán nada esta vez –les respondió el gigante entendiendo la preocupación de los demás.

Antes de empezar a caminar; Harry se agachó.

¿Qué harás tú?

La serpiente le miró interrogativamente.

¿Hacer de que?

Me refiero a donde irás ahora.

No lo se.

¿Por qué no te vienes?

La serpiente le miró entre una mezcla de asombro, sorpresa y ganas de aceptar la propuesta.

¿Seguro que no molestaré?

Claro que no –y diciendo esto tendió su brazo en dirección a la serpiente, la cual se subió muy contenta por el brazo de su nuevo amo. (Que maja) (ya lo decía yo! ^^ s tan mona…)

Harry se levantó. Y Cary le dijo:

–Veo que acabas de conseguir un amigo.

–Si.

–¿Cómo se llama? –preguntó la chica, muy curiosa.

–Pues…

–¿No lo sabes? –le preguntó divertida.

–Pues no… oye, ¿Cómo te llamas?

¿Quién yo, amo?

Si, tú.

Skirla, amo.

Mucho gusto Skirla… por cierto.

¿Si, amo?

No me llames amo; llámame Harry.

Como gustes amo, perdón… Harry.

El chico se volvió hacia ella que aguardaba ansiosa la respuesta del chico.

–Se llama Skirla –informó a los demás–; es una hembra.

–¡Oh! ¡que mona! –dejó escapar Cary.

–¿Te gustan las serpientes? –le preguntó Ron.

–Ni me gustan ni me disgustan… a decir verdad; nunca había estado tan cerca de ninguna.

–Pues a mi no me gustan las serpientes –declaró Hermione.

–¿Por qué? Parece muy simpática.

–Eso no puedes saberlo –le cortó Hermione. (Caray... Hermione está de mal humor...) (no le gustan mucho las serpientes…)

–¿Sabes que? Tienes razón. Pero todos hemos visto como esa serpiente salvaba la vida de Harry.

–Pero primero le atacaba –dijo Ron; intentando ponerse del lado de su novia.

–De no ser por esta serpiente, Harry estaría muerto; para mi eso es más que suficiente –declaró Cary. Y se giró de nuevo hacia Harry–. Hola Skirla –fue a acariciarla y antes le dijo a Harry–. No muerde, ¿verdad?

No la muerdas.

No lo haré; escuché como me defendió. (¿y cómo demonios la ha entendido?) (a… sigue leyendo…)

–Dice que no lo hará. Que escuchó como la defendiste.

–Genial –y Cary acarició la cabeza de la serpiente con la mano izquierda; ya que la derecha le dolía muchísimo–; por cierto –dijo extrañada–, ¿ha entendido lo que he dicho?

¿La has entendido?

Si –respondió Skirla.

No sabía que las serpientes entendierais a los humanos no parselmouth…

Entendemos a algunos; los que tienen más contacto con la magia se hacen entender con cualquier animal. Pero de todas maneras fingimos no hacerlo para que no nos molesten; y cuando nos ordenan algo les ignoramos y hacemos lo que nos da la gana… al no ser parselmouth no tenemos porque obedecerles.

¡Ah!

–¿Qué te ha dicho? –preguntó Remus que se había unido a los adolescentes para que no se quedaran muy rezagados.

–Dice que las serpientes entiende a los humanos no parselmouth que tienen más contacto con la magia pero que de todas formas fingen que no lo hacen.

–¿Para que hacen eso? –preguntó Hermione.

–Para que no les molesten –respondió Harry.

–¿Tanto interés y no te gustan? –preguntó Cary con una sonrisa pícara.

–¡Si tu hubieras visto la cara de un basilisco y hubieras pensado que era lo último que verías en tu vida tampoco te harían mucha gracia!

–¿Has visto a un basilisco? –preguntó Cary sorprendida.

–En segundo curso –le informó Ron.

–¿Y como fue eso? –preguntó ella.

–Se abrió la cámara de los secretos. (No, no no... Sólo Harry vio el basilisco... está muy mal tu memoria...) (si Hermione quedó petrificada significa que vio los ojos del basilisco… pringada tu!)

–¿La cámara de los secretos? ¿existe realmente?

–Si, ¿Por qué?

–Por nada… pero se suponía que era sólo una leyenda.

–Nosotros te aseguramos que no lo es –declaró Ron.

–Vale –pero Cary no pudo añadir nada más; al igual que los otros tres adolescentes porqué Remus les cortó diciéndole:

–Ya tendremos tiempo entre todos de poner a Cary al corriente de todo lo que deba saber, ¿de acuerdo?

Los cuatro adolescentes asintieron y siguieron caminado detrás de Hagrid y su madre, Dumbledore y Aragog que iba en cabeza. Remus iba detrás y Snuffles iba muy pegado a Cary. (por supueeeeesto) (como pudiste dudarlo?)

Por fin llegaron a una zona más oscura del bosque; y Ron se estremeció.

–¿Qué te ocurre? –le preguntó Hermione cogiéndole del cuello y besándole la mejilla afectuosamente. (¿?) (Son novios, recuerdas?)

–Hemos llegado.

Y los chicos pudieron ver como a sus pies había miles de arañas diminutas que corrían como un río todas en la misma dirección.

–Demasiadas arañas para mi gusto en estos momentos –declaró Cary al tiempo que subía arriba las manos y se las vigilaba. Todos entendieron su reacción, pero no dijeron nada más del tema. Como pudieron fueron llegando hasta donde Hagrid les indicaba.

Cary llevaba la mano izquierda con el guante puesto; pero su mano derecha daba pena verla, estaba toda ensangrentada por la sangre reseca; y para complementarlo parecía que cada vez que la movía un poco volvía a abrirse la herida y seguía sangrando.

Hagrid entró dentro de "la cueva que servía de nido de Aragog y le dijo a Cary que le siguiera. Ésta puso cara de horror y susurró.

–¿Tengo que entrar ahí?

–Eso parece –le contestó Remus con cara de incredulidad.

–Buena suerte –le dijo Ron poniéndole una mano en el hombro.

–Tranquila; no te pasará nada –le dijo Remus–; Snuffles te acompaña.

Snuffles se quedó paralizado en un principio, pero en un momento ladró para expresar su conformidad. (ah... ya se iba a echar atrás..) (… tu k arías si t enrolarán xa entrar dentro d la casa d Aragog?... dije Aragog no Aragorn…)

–Vale –dijo ella no muy convencida–; vamos chico.

Y ella y Snuffles desaparecieron en el interior del nido.

Fuera quedaron el trío acompañados de Remus, con Dumbledore y multitud de gigantes y arañas alrededor.

–Bien, y nosotros… ¿Qué hacemos ahora? –dijo Ron; quién la idea de quedarse mucho rato rodeado por todas esas arañas no le agradaba mucho.

–Esperar a que acaben de curar a Cary… y organizarnos para entrar en Hogwarts –respondió Remus. (bien, Remus) (*J.D. mira al cielo y sacude la cabeza*)

–Creía que no necesitábamos estrategia… –dijo Hermione con mucho sarcasmo.

–Eso era cuando sólo estábamos nosotros para salvarlos a todos; pero ahora –dijo echando una mirada alrededor– somos bastantes más y necesitamos organizarnos.

Dumbledore se acercó a ellos y intercambió unas palabras con ellos.

Fueron a sentarse en una raíz de uno de los enormes árboles de alrededor.

Al cabo de 40 minutos, salieron por el hueco del nido un Snuffles que parecía que se estuviese aguantando la risa; detrás de él salía una Cary con una muy mala cara, y detrás un Hagrid pidiéndole disculpas por algo.

–¿Qué ocurre? –preguntó Dumbledore.

–Es que… me pasé con el pote y…

–No continúes –le dijo Cary–; ni se te ocurra decir algo o te mato.

Hagrid tragó saliva y se volvió para esbozar una sonrisa divertida.

–¿Qué le has puesto? –preguntó Remus.

Reconstructor –dijo Cary de mala gana; se volvió a Snuffles y le dijo–. Y tú calla.

Pero al momento Remus entró en un ataque repentino de risa y Dumbledore esbozó una sonrisa divertida.

–¿Qué ocurre? –preguntó Ron.

–He leído que el reconstructor es una poción muy difícil de usar –informó Hermione–; si te pasas un poco puede tener efectos secundarios.

–¿Efectos secundarios? –preguntó Harry.

–¿Cómo cuáles? –inquirió Ron.

–Te puede poner la piel de colores, hacer que el pelo te arda en llamas,…

–No sigas –le espetó Cary lanzando una especie de gruñido.

Remus se estaba riendo a carcajadas junto a Snuffles.

–¡No tiene gracia! ¡¿Me oís?! –dijo metiendo más las manos en los bolsillos.

Pero tanto el licántropo como el animago seguían retorciéndose de risa.

–¡Bah! … paso de vosotros –sacó un momento la mano derecha del bolsillo para hacer un gesto de desaprobación y entonces Harry se dio cuenta de que algo brillaba en sus manos.

–¿Qué tienes en la mano? –inquirió el chico.

–Nada –contestó ella poniéndose roja.

En este punto las risas que despedían Remus y Snuffles se hicieron  más fuertes.

–Vamos chicos, parad –dijo Dumbledore.

Y Remus y Snuffles empezaron a hacer parar su risa.

–Muestra las manos Cary –dijo Dumbledore.

Y ella, con una cara de resignación extrajo sus manos de los bolsillos.

–Abre los puños.

Aunque ya se notaban como unas luces; cuando abrió los puños y puso las palmas para arriba; pudieron ver como de sus manos salían lo que parecían proyecciones holográficas. (¿? ¿y eso que es?) (No sabes lo k son los hologramas?)

–¿Qué voy a hacer ahora? Parezco una linterna ambulante…

–Tendrás que esperarte a llegar a Hogwarts –le informó Albus–; tranquila, Poppy invertirá los efectos.

–Eso espero –murmuró ella por lo bajo.

Dumbledore le dijo algo a Hagrid que nadie más escuchó y éste se fue un momento y volvió con su madre y dos gigantes más y con Aragog; que se quedó detrás de Hagrid.

–De acuerdo; ahora hay que decidir que haremos –dijo Dumbledore.

–Supongo que ahora si que pensaréis una estrategia, ¿no? –preguntó Hermione con voz preocupada.

–Claro que pensaremos un plan –dijo Hagrid.

–Yo sigo votando por entrar a saco.

–¿Estás loca? –dejó ir Ron.

–Define locura –le contestó ella con una sonrisa de satisfacción en el rostro.

–Actuar fuera de lo normal –le dijo Hermione.

–Define normal.

–Pues lo que hacemos todos.

–¿Y tu definición de fuera de lo normal es lo que no hacemos todos? ¡Buena definición! –contestó sarcástica. (serás loca) (xo d k t extrañas? Creí k ya lo sabías!)

Hermione notó como los colores le subían a la cara. (¡a la yugular, Herm!) (*J.D. lanza una mirada asesina a su beta*)

–¡Oh! ¡Está bien! –dijo Cary dirigiéndose particularmente a Hermione– Si eso os va a tranquilizar pensaremos una estrategia… pero recordad que el tiempo va en nuestra contra. Voldemort estará usando la "teoría del espacio vital". (¡vaya! ¿es que Voldemort ha leído Mein kampf?) (tal vez… o puede k incluso fuera Voldie kien se la dijera a Hitler…)

–¡¿Qué?! –dijo Hermione incrédulamente

–¿Qué significa eso? –garito Ron.

–Fue una teoría que se usó en la 2ª guerra mundial; consistía en que Alemania tenía que conquistar todos los sitios donde hubiera alemanes; y de paso ganaba poder con cada trozo que conquistaba. (, sí, ahora tenemos a un Voldemort hitleriano...) (lo k yo decía… xk no?)

–¿Y que tiene eso que ver con Voldemort? –preguntó Harry.

–Que Voldemort intentará dominar todos los lugares en donde hayan death eathers.

–Eso es todo el mundo –apuntó Harry.

–Exacto –respondió ella tranquilamente–; por eso no tenemos tiempo que perder. (me encanta ésta teoría) (a k si? A ti todo te ENCANTA! Jajajajajajaja!! K bueno!)

–Bien; pero deberíamos pensar una estrategia a seguir –dijo Dumbledore.

En un momento casi todos se pusieron a discutir sobre lo que creían mejor. Cary los calló de golpe.

–¡¿Queréis callaros?! ¡Intento pensar!

Y diciendo eso volvió a quedarse en silencio mientras se cogía el mentón con la mano derecha; manteniendo una actitud pensativa. Volvió a sentarse en las raíces del árbol, pasando la pierna derecha sobre la izquierda.

–Hay pasadizos para entrar en le colegio, ¿no es así?

–Si –contestó Remus.

–¿Podrían utilizarse?

–Imposible –dijo Remus; y por lo bajo añadió–; Wormtail.

Todos los que sabían de que hablaba asintieron con la cabeza.

–Bien –dijo Cary de nuevo; se giró a Hagrid y le preguntó–; ¿las arañas van a luchar?

Hagrid se volvió hacia Aragog y estuvieron hablando en voz baja unos segundos; mientras Cary aguardaba la respuesta del gigante, seguía pensando en los próximos movimientos que se verían obligados a realizar.

–Si –proclamó el gigante–; están dispuestas a ayudarnos.

–Bien –dijo ella meditando sus próximas palabras–; quiero que poco a poco se vayan colando en la escuela; que se dividan y entren por todos los sitios que puedan.

–¿En que ayudará eso? –preguntó Ron que seguía sin enterarse de nada.

–En que cuando estemos dentro tendremos miles de ayudas diminutas que nos podrán ayudar a decidir que caminos tomar dentro del castillo, que sitios evitar a toda costa y que sitios están desiertos.

–Aaahhh –dejó ir el pelirrojo.

–Que vayan todas las que puedan y llamen la menos atención posible (eso es muy difícil) (no tanto…)–dijo Cary; y luego añadió–; y que salgan ahora –no era una sugerencia; era una orden.

El cerebro de Cary funcionaba a marchas forzadas; nunca antes habría imaginado que hubiera deseado encontrar un punto débil en las defensas de Hogwarts. De repente; sus ojos se abrieron de par en par al caer en la cuenta de algo que no se le pasaría por la cabeza a ningún mago; y mucho menos a un death eather.

–¿Qué se te ha ocurrido? –le preguntó Remus.

–El único punto débil de Hogwarts –dijo con una sonrisa mirando un punto vacío enfrente suyo.

–¿Un punto débil? ¿Hogwarts? –exclamó Hermione, más bien escéptica.

–Una entrada secreta.

–¡Imposible! –declaró Ron– saldrían en el mapa.

–No si ningún mago la usa.

–¿En que piensas? –le preguntó Harry.

–La entrada del servicio.

–¡¿Qué?! –gritó Hermione completamente pillada por sorpresa.

–Ningún mago que se precie se mezclaría nunca con el servicio… y menos si ese mago es un death eather.

Una sonrisa cruzó el rostro del director del colegio.

–Creo que empiezo a entender… –dijo Albus.

–Pues yo no –declaró Hermione.

–Yo tampoco –dijo Ron–; así que explicaros.

–¿Piensas entrar por la puerta trasera? –le preguntó Harry.

–No exactamente la puerta trasera –dijo ella con un brillo travieso en los ojos.

–Piensas entrar por donde sacan la basura –concluyó Remus.

–Así es –y su sonrisa creció. (Mmm... pues vas a entrar tú...) (van a entrar todos!)

El grupo permaneció en silencio unos instantes.

–Puede resultar –dijo Dumbledore.

–Probemos lo –añadió Harry.

Todos estuvieron de acuerdo con hacerlo. Pero Ron dio con un pequeño detalle.

–¿Y más o menos por donde cae esa entrada que vamos a usar? –hizo una pausa y añadió– No sale en el mapa.

Harry y Hermione asintieron.

–Si, es un problema –dijo Dumbledore pasándose la mano distraídamente por la barba–; no recuerdo por donde quedaba.

–Bien –ironizó Hermione–; seguro que funcionará entonces.

Pero las risas de Cary hicieron que se volvieran hacia ella.

–Yo si lo se –exclamó sin poder reprimir una carcajada–; vamos.

Se acercó a Remus y cogió la mochila que éste había estado llevando.

–¿Entraremos todos por el mismo lugar? –preguntó Hagrid.

–No todos –dijo Cary

–¿En que estás pensando? –le preguntó el licántropo.

Ella le sonrió traviesamente. (Me das mala espina, chavaleta) (tu nunca confias en mi ;_; … no me kieres! ;_; …)

–¿Por donde piensas entrar tú sola? –inquirió Remus.

–Por las ventanas del Gran Comedor –declaró orgullosa. (Menuda ... menuda.. bah, mejor me callo) (Venga! Dilo! Lo k pasa s k no tienes lo k ay k tener xa decirlo!)

–¿Y como piensas hacer eso y seguir viva para contarlo? –preguntó Ron. (buena pregunta) (ya verás! O acaso olvidaste k soy genial? ^^)

–Entro, destrozo todo lo que tenga que ver con Slytherin y me largo corriendo mientras los que estén allí dentro intentan pisarme los talones –explicó ella tan tranquila como si les acabara de explicar que va al super a por leche.

–¿Y te parece tan sencillo? –le gritó una Hermione al borde del histerismo.

–Bueno, en realidad si –contestó ella encogiéndose de hombros.

El trío se quedó con la boca abierta.

–Es decir –se apresuró a añadir ella–; ahora es fácil, cuando llegue el momento será muy complicado. (Eh... me está dando el tic del ojo...) (pues paratelo…)

–¿Y te lo tomas tan a la ligera? –preguntó Ron– ¿Sabes que puedes morir?

–Si, ¿y que? En teoría hace 18 años que tendría que estar bajo tierra.

Ron se quedó paralizado ante la respuesta de la chica; y Cary viendo la preocupación reflejada en el rostro del chico añadió:

–Además si lo hago sola podré hacerlo más rápido y les pillaré más por sorpresa –y antes de que nadie añadiera algo más sobre el plan suicida de Cary, ella añadió–; situación actual de Hogwarts antes de que os marcharais.

Remus pareció meditar durante un instante.

–La mayoría de alumnos están en una torre secreta que he usado como dormitorio y sala personal mía; supongo que los que faltan llegaron a sus salas comunes pero no contaría con que esos estuvieran a salvo.

–Entiendo –dijo ella mientras fruncía el entrecejo–. ¿Qué me dices de los profesores?

–Cuando Dumbledore desapareció, ellos se quedaron a ganar tiempo para que pudiéramos escapar.

–¿Creéis que están muertos? –preguntó Hermione horrorizada.

–Es poco probable… puede que alguno de ellos esté muerto, pero… no todos.

–¿Y entonces? –preguntó Harry.

–Que haces cuando tienes muchas cosas paro te falta una que es la que consideras más valiosa; y las que tienes no son nada.

Ella al ver la cara de de confusión de Harry le explicó.

–Voldemort quería conseguir una pieza importante; va a utilizar a otras piezas no tan importantes para conseguir la que el desea –y tras una pausa añadió–. Me pregunto que es lo que desea…

Todos lo habían entendido al instante. Y Harry eso le sentó como una jarra de agua helada.

–Creo que me lo imagino –musitaron Ron y Hermione viendo a su mejor amigo que parecía en estado de shock.

–¿Qué? –se sorprendió Cary.

Harry cayó sentado al suelo y apoyó los codos en sus rodillas al tiempo que se llevaba las manos a la cara. (Pobret...) (e k si? ;_;)

Ron y Hermione se arrodillaron junto a Harry y intentaron animarle; mientras Dumbledore y Remus ponían a Cary al corriente de la historia de Harry y de la venganza que Voldemort busca contra "el-niño-que-vivió". Entre ambos habían tardado cinco minutos en explicarle a grandes tiros que había ocurrido. (¡guau! ¡me encantaría oír la historia!) (A mi tb xo… s tan triste…)

–Harry no es tu culpa –dijo Caroline en cuanto hubieron acabado de ponerla al corriente. (¿alucinando no? ¡Harry es más genial que tú!) (¬¬ me niego a contestar eso! Y sabes xk? Xk ta fuera d tema!)

–¿Como que no? –murmuró el chico desde el suelo– Debería haber acabado conmigo el curso pasado. (Y el otro, y el otro, y el anterior...) (olvidaste la parte d ace quince años…)

Caroline miró seriamente al chico que estaba acabado delante de ella.

–¿Crees que si tú no estuvieras Voldemort habría renunciado a Hogwarts? ¿De verás lo crees?

Harry no contestó así que ella dedujo que había conseguido su objetivo; hacer que la mente del chico no se derrumbara.

Ella se agachó hasta quedar frente a Harry.

–Mírame –le ordenó. Pero el chico no estaba decidido aun a escuchar a nadie. Ella levantó la cabeza de Harry tomándole por la barbilla con la mano derecha–. Lo que sucede a tu alrededor no se puede controlar. La historia no depende sólo de ti.

Los ojos esmeralda de Harry estaban clavados en los castaños de ella; los ojos de Harry expresaban la rabia, frustración e impotencia ante lo que sucedía a su alrededor; los de ella le animaban a continuar.

–Escúchame; si ahora te quedas aquí sentado lamentándote de toda la gente que ha muerto habrás fracasado; si por el contrario te levantas y mueves el culo por tus ideales… entonces la batalla aun no habrá terminado. (Sí, sí, tú sé más delicada...) (a veces s mejor ir directa k andarse x las ramas…)

De repente los ojos esmeralda de Harry parecieron absorber esas ganas de lucha que transmitían los de Caroline. No bastó nada más para hacerse entender. Caroline extendió una mano que fue aceptada inmediatamente por Harry.

–En marcha –dijo ella con una sonrisa sin dejar de mirar a Harry.

Cuando el grupo empezó a moverse; Remus se dirigió a Cary con un susurro.

–Gran psicología, señorita Fargon.

–Gracias, señor Lupin –contestó ella con una sonrisa de satisfacción. (De nada) (GR! Tu calla! Celosa!)

Mientras caminaban; Harry abordó de nuevo un tema.

–Si los profesores no están muertos… ¿Dónde están?

–En las mazmorras –contestó Cary como si fuera lo más obvio del mundo. (¡colgados en el techo con cadenas por los dedos gordos de las manos!) (As estado ablando con Filch últimamente?)

–¿Cómo lo sabes? –preguntó Hermione.

Ella se encogió de hombros; y con una sonrisa enigmática le contestó.

–Es lo que yo haría –se giró hacia Remus y le preguntó– ¿en que salón están los alumnos? Probablemente me pase por allí me mi carrera.

–Cuadro de panteras.

Ella se quedó parada.

–¿Te ocurre algo? –preguntó Harry.

–No, nada –y en un susurro que sólo fue escuchado por Remus y Snuffles añadió–. Panteras.

Esa palabra hizo que una sonrisa se formara en los labios de Moony y Padfoot.

Remus llevaba una sonrisa en el rostro y si se hubieran fijado en Snuffles hubieran podido apreciar lo que parecía una sonrisa perruna.

Al cabo de veinte minutos; el grupo llegó casi hasta el límite del bosque.

Puedes ir a mirar si hay death eathers por los terrenos. (¿afirmas o preguntas?) (Mas bien ordena…)

La serpiente descendió por el brazo de Harry cuando éste se agachó; mientras la serpiente iba a cumplir la misión que Harry le había encomendado. Remus le preguntó.

–Va a mirar si hay death eathers por los alrededores.

–Buena idea –le felicitó Dumbledore.

En dos minutos Skirla ya estaba de vuelta.

Está vacío. No hay ni uno.

Gracias. Dice que no hay ninguno.

–Bien hecho Skirla –dijo Cary–; ¿ni uno solo?

–No.

De repente Cary se puso más seria.

–¿Qué crees?

–No es normal. No puede haber conseguido el control total aun… no puede.

–¿Y si lo ha conseguido? –le preguntó Harry.

–La puerta del servicio está entrando por un pozo vacío más allá del campo de quidditch. Tenéis diez minutos para entrar en el castillo antes de que la alarma corra –y diciendo esto todos observaron como Cary recogía la mochila que había dejado al suelo y se la colgaba del hombro derecho mientras echaba a correr por los terrenos de Hogwarts.

–Kamikaze –murmuró Ron por lo bajo. (¡exacto!) (Y k?)

–Siempre fue así –murmuró Dumbledore.

Y Snuffles ladró indicando su conformidad.

–La vida de los demás iba por delante la suya.

–Su madre era igual Remus.

–Lo sé, Albus.

Skirla, quiero que sigas a Cary.

¿Para que, Harry?

Quiero que la acompañes y le indiques si hay peligro o no, ¿entendiste?

Si… pero ella no me entenderá.  (Sí claro, y skirla la ayudará mucho yendo a su paso de serpiente...) (bah… no tienes ni idea!)

Harry meditó un segundo las palabras de la serpiente.

Acércate a ella; seguramente te pedirá que la ayudes.

De acuerdo, hasta luego Harry.

Hasta luego; y ayúdala, tengo la impresión de que tendrá problemas.

Harry se agachó  y todos observaron como la serpiente se iba.

–Venga –les apremió– tenemos menos de diez minutos.

El grupo empezó a moverse por los límites del bosque; bien oculto a cualquier mirada que pudiera venir del castillo.

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Bueno! K tal todo el mundo? K tal si me dejáis un review? Eso me haria muy feliz ^^ acepto d todo, asta tomatazos. Bsos,

J.D.