Ola!!!!!!!! K tal a todos? Primero voy a contestar los pokisimos reviews k tengo…
Cristopher Jacques: k culpa tengo d k se t pegara el dolor d stomago?
Erika: no e tenido tiempo! Xo t prometo k me la leeré… ste fin d tampoco xk sta lleno… maldita sea, o tengo el fin d semana completamente vacío o completamente lleno… ¬¬ … n fin, bsazos!
Essy: a k venían los puntos? Cary s la ostia… si yo tb lo opnio! ^^ *J.D. silba* xk será? ^^ un familiar d Cary? … trankila k no falta muxo ^^ besos campeona!
Cristopher Jacques: T parece bonito! Mira k colarte en inetrnet d esta manera ! k prima! Mira k enrolarte xa l debate! Jajajaja!!!!!!!!!! Kin fue k lo izo?! Dijeron tu nombre? Jeje! Venga sigue currando, nos vemos el lunes!
A, lo d siempre, mi beta comenta en cursiva y yo en negrita. XO TODO ENTRE ( )
Disclaimer: nada d esto s mio, solamente Cary me pertenece
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¿Esto es un rescate?~ Cary Fargon y Skirla ~
Cary estaba cogiendo su escalador del fondo de la mochila que traía consigo cuando algo la sobresaltó al punto de que la mochila se le escurriera de las manos.
La chica miró a la serpiente con temor.
–¿Skirla? ¿Eres tú?
La serpiente meneó la cabeza en señal afirmativa.
–Menudo susto me has dado chica.
–Lo he notado –contestó la serpiente aun sabiendo que Cary no podría entenderla.
Cary parecía meditar mientras observaba a la serpiente.
–Eh… cuando suba a la ventana, antes de que desde dentro me puedan ver, es decir, antes de subir al alféizar; ¿podrías indicarme si hay mucho peligro?
La serpiente volvió a indicarle que si con la cabeza.
–Bien súbete a mi cuello –le indicó ella agachando el brazo para que la serpiente trepara por él–. Vamos, no hay tiempo.
Cuando la serpiente ya rodeaba el cuello de Cary, ella se agachó a recoger la bolsa y el escalador que había caído fuera de ella. Colgó la bolsa de sus hombros y agarró el escalador con la mano derecha. El escalador era una especie de pistola negra; por donde debería salir una bala había una especie de gancho de metal. (¡esto me suena a la serie de Badman!) (… no se… no la e visto nunca… xo creo k lo sake d la peli d batman y robin…)
–Seguramente deberé usar magia allí dentro.
La serpiente rozó su cabeza en la majilla de Cary para mostrar que estaba a favor de esa pequeña duda.
–Bien –dijo mientras se quitaba los guantes estirándolos con los dientes y los guardaba en los bolsillos–. Esto es una mierda; parezco una linterna –apuntó el escalador y apretó el gatillo. El gancho se clavó en el alféizar superior de la ventana–. Prepárate.
Volvió a apretar el gatillo y lo mantuvo; el hilo del carrete iba girando y la cuerda se fue tensando haciendo que Cary con Skirla en el cuello fueran subiendo. Cary detuvo el ascenso apartando el dedo del gatillo. (Buah.. como mola una entrada así...) (lo se! Mola tanto como yo! … jajajajajaja!!)
–Chica te toca, súbete y observa. Dos golpes con la cola en la pared significan que si, uno significa que no.
Skirla observó.
–¿Hay muchos death eathers?
Dos golpes.
–Mierda –murmuró–. Y… haber… ¿Cuánto es mucho para una serpiente? Eh… ¿más de diez?
Dos golpes.
–Doble mierda. ¿más de veinte?.
Dos golpes.
–¿Treinta?
De nuevo dos coletazos de Skirla.
–Joder. ¿Cuarenta?
Un golpe. (Jolín....) (a si s + emocionante!)
–Uf. O sea que tenemos de treinta a cuarenta death eathers esperando mi caída.
Dos nuevos golpes.
–¿Y Voldemort?
Dos golpes.
–Bien –Cary tragó saliva–. Vuelve.
Skirla volvió al cuello de Cary.
–Pase lo que pase no te caigas –le espetó a la serpiente. Skirla notó como las palpitaciones de Cary se iban acelerando y ésta tragaba saliva–. Tengo el sol detrás, por tanto nada más mi silueta se acerca a la ventana verán mi sombra… espero que ya hayan llegado a las cocinas; no les podremos dar tiempo.
~ Harry Potter y acompañantes ~
–Vamos; hay que apresurarnos. No creo que nos consiga mucho tiempo –dijo Remus.
El grupo se puso en marcha y atravesó el campo de quidditch. Cincuenta metros más alejado del campo se alzaba el pozo solitario del que Cary les había hablado.
–Es aquí. Esta es la entrada –dijo Sirius; el cual se había transformado en hombre cuando Cary se hubo separado del grupo. (¡por fin Sirius habla!) (*J.D. mira xa otro lado* sto… jeje ^^)
–¿Cómo bajaremos? –preguntó Harry examinado las paredes del pozo– Es completamente liso.
–Necesitaremos magia –razonó Hagrid.
–¿Y que hay de los hechizos antimafia (¿mafia?) (Perdón… ponía antimagia xo la mierda d word me lo cambia…) que Cary dijo que Dumbledore habría colocado alrededor del castillo y en los terrenos? –ironizó Hermione.
–Para algo nos dio escaladores –dijo Harry sonriendo mientras sostenía el suyo en la mano derecha.
–Eso escaladores no soportaran el peso de Hagrid ni de los gigantes –razonó Sirius.
–Pero de momento intentemos bajar nosotros –dijo Remus.
Albus pasó su escalador a Sirius.
–Apuntad a las paredes del pozo.
Así lo hicieron; y en un momento; Sirius ya estaba descendiendo por el oscuro pozo con Hermione agarrada a su espalda (N/A: quién fuera Hermione ahora?! Jeje). (Mmm... no sé... ¿tú?) (Como adivinaste? :P)
–Que baje el siguiente –dijo Sirius, cuando él y Hermione ya estaban a abajo con sus varitas desenfundadas.
Harry fue el siguiente en descolgarse gracias al escalador.
Cuando llegó abajo, y antes de que pudieran decir al siguiente que bajara; Harry notó como algo le rodeaba el cuerpo y le apretaba fuertemente. El chico soltó un gran grito y su padrino se abalanzaba a él rápidamente hacía el atacante de su ahijado. (¿?????¿¿¿¿¿) (mola dejarlo ahí, e?)
~ Cary Fargon y Skirla ~
–Allá vamos –murmuró Cary mientras volvía a apretar el botón y volvía a empezar su ascensión. Pero ésta vez lo chica lo hacía con muchísimo cuidado; consciente de lo que significaría un pequeño desliz en esos momentos del plan.
Cuando Cary estuvo ya de pie en el alféizar de la ventana, se apretujó contra la pared y observó el interior. Los death eathers estaban sentados en la mesa de Slytherin; las mesas de Ravenclaw y Hufflepuff estaban destrozadas y reducidas a astillas. La mesa de Gryffindor se encontraba intacta salvo por uno o dos quemazones. Seguro que pensaba tener un duelo con el joven Harry en la mesa de Gryffindor (¡yupi!) (No veas…). Cary se permitió el lujo de sonreír mientras hacia que el gancho se soltara de la pared y volviera al escalador. Echó un vistazo hacia el campo de quidditch; y aunque no pudo verlo, notó como el grupo empezaba a descender por el pozo. No había tiempo que perder; ahora le tocaba a ella cumplir con su parte.
~ Harry y compañía ~
Harry estaba tumbado en el duro y frío suelo de la roca. Abrió los ojos y recordó lo que había sucedido hacia unos minutos.
*Flas back*
–¡Señor Harry Potter! –Dobby se había avalando literalmente sobre el muchacho haciendo que éste cayera al suelo y se golpeara en la cabeza.
–Harry –Sirius había corrido a su lado y se había tranquilizado cuando había comprobado que su ahijado sólo estaba desmayado.
Dobby usó un par de hechizos levitatorios e hizo bajar a todos los que aun esperaban arriba.
Cuando Harry abrió los ojos; vio que todo el mundo estaba pendiente de él.
*Fin del flash back* (Vaaaale, entonces no era el monstruo de la masa de las alcantarillas?) (La masa d las alcantarillas? O.O debes xplicarme k s eso…)
–¿Dobby? –exclamó Harry frotándose la parte trasera de la cabeza en la que había recibido el golpe.
–Dobby siente lo ocurrido, señor.
–No importa. Hay que llegar a las cocinas.
–Por aquí, señores; sigan a Dobby.
–Bien, vamos; no creo que Cary nos pueda conseguir mucho tiempo –dijo Dumbledore.
–Yo no creo ni que pueda conseguirnos tiempo –murmuró Hermione que aun seguía alucinada de la ridiculez de plan que seguían.
~ Cary Fargon ~
Cary tenía muy claro dos cosas. Una: que tenía que actuar rápido; y dos: que tenía que hacerlo bien. De nada le serviría llevar a acabo el plan que se perfilaba en su mente si cometía el más mínimo fallo; y tampoco le serviría hacerlo correctamente si no lograba escapar de la horda deaht eathers que había en el Gran Comedor. Un pensamiento fugaz traspasó su mente varias veces: "¿Quién me mandaba meterme en este lío?" (tú misma) (era una pregunta retórica) y siempre la misma respuesta le sacudía la mente: "¿Piensas abandonar? Eso nunca Caroline Fargon".
Cary empuñó más fuertemente el escalador que sostenía con su mano derecha… realmente deseaba que esas marcas se le quitaran… se puso de espaldas al cristal y apuntó el gancho del escalador hacia dentro del gran comedor; se cubrió los ojos con el brazo y apretó el gatillo. El cristal se rompió en un instante y el gancho se fue a colgar de una de las vigas del techo. Cary se giró y se lanzó agarrando fuertemente el escalador con las dos manos.
El descenso le pareció eterno y acabó aterrizando y rodando por la mesa de Gryffindor hasta caer al suelo de espaldas. (¡guaaaaau! Y aquí entra Caroline Fargon, con un nuevo modelito de guerra, se pasea por la mesa de Gryffindor... todos los mortífagos aplauden y le lanzan flores y billetes.. le silban...) (no estaría mal… puedo poner k tenga sangre vela? … no… para eso ya basta con Fleur…)
Durante un momento pensó que se había quedado sin respiración; levantó un poco la cabeza y vio que estaba a diez metros de la primera puerta que encontró. Se incorporó más y se levantó de un salto.
–¡Hola chicos! –dijo con una gran sonrisa de satisfacción a todos los death eathers que la observaban pasmados y al mismísimo Voldemort que se irgió de la silla. (¡hey! ¿Que pasa so maleducados? ¿no la invitáis a tomar una taza de té? ¿y vosotros os llamáis ingleses?) (jajaja! Creo k + bien invitarían al cadáver de Cary!)
Cary salió corriendo contra la puerta.
–¡Alohomora! –la puerta se abrió con gran estrépito. Cuando Cary la traspasó; la volvió a cerrar al tiempo que des de dentro se oía la voz de un Voldemort furiosísimo y muy sorprendido que gritaba:
–¡¡¡Detenedla y traédmela aquí!!! (Vaya, vaya, estás muy solicitada...) (lo se! ^^)
Cary sonrió. La habían reconocido. Ahora no tenía tiempo alguno que perder o le costaría la vida… de nuevo. Sonrió al pensar que alguno de los nueve death eathers que la habían atacado podrían estar allí presentes; ¿Cómo reaccionaría su señor Oscuro al ver que técnicamente habían fallado en la misión? Una sonrisa se extendió por su rostro… pero al instante se borró al recordar que habían logrado apartar a su madre de las filas de aurors.
Cary se dirigió todo lo que pudo al segundo piso; donde recordaba la sala con la entrada en la cueva del cuadro custodiado por panteras. Panteras… estaba segura de que las panteras le traerían recuerdos.
~ Harry y compañía ~
–Por aquí –les indicó Dobby; era un pasillo oculto tras un gran tapiz que el elfo acababa de correr.
–Bien –dijo Harry, que seguía frotándose la parte trasera d el cabeza.
Cuando Harry comenzaba a entrar; apareció otra figura que chocó contra él e hizo que cayera de espaldas al suelo.
–¡¿Pero bueno, Queréis matarme entre todos, hoy, o que?! –soltó indignado desde el suelo. (¡jejejej!) (*J.D. se sonroja* bueno… n realidad…)
Todos se quedaron asombrados al ver quien era la figura diminuta que había chocado contra Harry; ¡no era otra que Winky! La antigua ex-elfina de Bartemis Crouch.
–Winky, ¿Qué haces aquí? –le preguntó Dobby.
–Ha habido un gran revuelo en el Gran Comedor –dijo mientras sollozaba–; los magos malos están muy enfadados.
–Cary –murmuró Remus mientras una pequeña sonrisa escapaba en sus labios.
–¿Ya han pasado diez minutos? –preguntó Harry, quién se acababa de incorporar del suelo.
–Eso parece; deprisa… cada vez hay menos tiempo.
–¿Dónde nos dirigimos ahora? –preguntó Hermione.
–A las cocinas –dijo Dumbledore.
–¿Y cuando lleguemos ahí? –preguntó Ron.
–Esperaremos a que Cary regrese –concluyó Remus.
–¿¿Estáis seguros de que volverá?? –inquirió Hagrid desconcertado.
–Seguro –le contestó el licántropo sin poder apartar la sonrisa de su rostro. (Maldita sea.. ¡que no sonría tanto!) (CELOSA!!!!!! Eres una celosilla!!!!!!!)
–Vamos –dijo Harry mientras pasaba por el túnel.
El grupo tardó dos minutos en llegar a las cocinas; donde encontraron a todos los elfos domésticos aterrorizados.
~ Cary Fargon ~
(Pero Caroline Fargon no pudo escaparse. ¿Cómo conseguir llevar a cabo ésa alocada y estúpida misión fruto de un más estúpido plan? Dos mortífagos la sujetaban por los brazos y la obligaron a arrodillarse. El cabello cayó hacia delante, cubriéndole los furiosos y rebeldes ojos. Voldemort se inclinó, con una terrible sonrisa, y le apartó un mechón dorado que tenía adherido a los labios por el sudor de la corrida... y sus ojos rojos estaban clavados en ésa boca que casi siempre se curvaba en una sincera y agradable sonrisa.. o se abría para proferir los más horrendos insultos, gritando... pero ésta vez no tubo tiempo de gritar... Sirius Black se estremeció en las cocinas. Había tenido una corazonada que no decía nada de bueno.) (Jajajaja!!! No staría mal, e? jeje!!!! Pobre Siri, k corazonada tendría!)
Cary seguía corriendo por el pasillo. (¿no se resbala en ningún momento? ¿Peeves no tira una peladura de plátano para que te caigas, o a los mortífagos?) (no… aun no…)Viró a la derecha (directa a la muerte) (como n Scary Movie, no?) y empezó a subir a toda velocidad por las escaleras. Oía el ruido de las pisadas de death eathers que le seguían los pasos. (Lucius Malfoy se encuentra inclinado hacia el suelo, con una gran lupa entre sus manos y los mortífagos que van detrás de él se quejan y le dicen que se apresure…. Pero en realidad Lucius no quiere coger a la "fantástica y genial" chica que ha entrado en el Gran Comedor por el morro, lo que quiere es ponerla a salvo, por que sabe que ella es su…) (e! no lo digas! Aun no pueden saberlo… kereis saberlo? ^^ tendréis k seguir leyendo…)Oía sus insultos y sus maldiciones pero no les hacía caso (¡a la mierda!) (esa s mi frase!)… debía llegar al cuadro antes de que la vieran; de lo contrario se vería obligada a pasar de largo… y las segundas oportunidades nunca funcionan. (por supuesto, la tercera es la vencida, ¿no?) (bah…)
Notaba como las fuerzas empezaban a agotarse; o llegaba pronto o se tropezaría por culpa del cansancio. (esto parece la gameboy, se te está acabando el cargamento de energía… se pone en números rojos… se cae, se hace daño en las rodillas, rueda, y, casualmente, había una pared delante, por lo tanto se dio un buen golpe con la cabeza… cayó hacia atrás, y como si fueran los bolos, tiró a los mortífagos por la escalera) (jajajajaja!!!!!!!!!! Sta bueno xo no creo k pase… x ahora, no) (¿?)
Las pisadas de los death eathers se acercaban a ella. Por fin había llegado al segundo piso y corría por el pasillo de la izquierda; luego volvía a girar por el de la derecha. La entrada estaba al girar el pasillo que se abría a quince metros de donde se encontraba (acaso tiene un metro de bolsillo que lleva siempre con ella como las dagas, como los guantes… como todo el arsenal de sus armas "por si las moscas") (bah… no tienes remedio…); y entonces, un pensamiento la desalentó… ¡No sabía la contraseña! (¡menuda imbécil! ¿y esto se llama rescate? Eso es por culpa de tu ridícula sencillez) (xo no as visto l titulo dl capi?! Y si no se la han dicho s xk… n fin, ya verás ^^)
¡Maldita sea! ¡¿Cómo había podido ser tan estúpida?!
Y ahora, había llegado al nivel del cuadro. No quedaba tiempo para hacer nada… sólo le quedaba improvisar. Un momento… pantera negra… la tenía.
Hizo acopio de las pocas fuerzas que aun le quedaban y gritó la contraseña al tiempo que se echaba de cabeza al cuadro.(¿no lo rompe? Por lo menos entraría igual) (*J.D. mira al cielo*)
–¡Kiara la cazadora de la noche!
Las panteras rugieron, la cueva se abrió y Cary desapareció por ella. Cuando la cueva se cerró; las panteras desaparecieron.
Los death eathers que habían tomado la dirección correcta para perseguir a Cary, pasaron de largo el cuadro al no ver a nadie.
En esos momentos Cary traspasaba la otra parte de la entrada y caía al suelo de cabeza. (llevamos, si me parece correcto, ¡tres chichones!) (k no me doy n la cabeza! Freno con las manos! S k ay k specificartelo todo…)Apoyó las manos enfrente suyo e hizo fuerza para caer dando una voltereta; y quedó agachada. Estaba dentro.
~ Harry y compañía ~
(–No viene... no viene... ¡¿por qué tarda tanto?!
–Tranquila Hermione, vendrá. Tienes que confiar en ella.
–¡Remus J Lupin!- exclamó acusándole con un dedo- ¡se puede saber por qué siempre estás defendiéndola?
–Por qué... por que es mi amiga...
–¿Sólo eso? ¿estás seguro?
–¡Claro!- dijo él alarmado.
–¡Remus!- la mirada azul de Sirius parecía muy dolida- ¿cuándo ibas a decírmelo, eh? Se supone que somos amigos...) (e! k … maldita sea… aun no puedo aclarar nada…)
El grupo se quedó horrorizado cuando atravesó la entrada que los unía con los túneles. La cocina daba pena. La mayoría de los elfos temblaban incontrolablemente y los otros no podían reprimir los sollozos.
–Dios mío –exclamó Hermione.
A parte del espectáculo que representaba ver a los elfos domésticos en tan deplorables condiciones; todo sucios; la cocina estaba que daba pena (eso ya lo has dicho…) (ya lo se…). Las paredes y el suelo estaban llenos de polvo y de suciedad; había sartenes y diversos cacharros de cocina rotos y mugrientos que los elfos domésticos no se habían molestado ni en limpiar ni en recoger (muy raro en un elfo doméstico) (ahora lo digo yo). Cosa nada común en ellos y que significaba que estaban realmente muy asustados.
Dobby y Winky se fueron un momento a un rincón y empezaron a hablar con tres elfos domésticos. Al cabo de lo que parecieron tres o cuatro minutos; Dobby se acercó a Harry y a Dumbledore.
–Señor Harry Potter, señor; los elfos dicen que alguien se ha colado en el castillo enfureciendo al-que-no-debe-ser-nombrado. Muchos de sus seguidores la han perseguido hace 15 minutos pero no han conseguido atraparla todavía. (¿Quién ha pedido tú opinión?) (él solo les informa…)
–Si no lo han conseguido ya no lo van a conseguir –dijo Sirius. (confías demasiado en ésa…eh… ¿amiga? ¿O es más bien mejor amiga de Remus?) (e! noto el ambiente muy cargado d celos…)
–Estoy de acuerdo Padfoot –apoyó Remus. (¿tú otra vez, Remus? ¡me las vas a pagar! ¡estoy harta de que siempre tenga que consentir tus niñerías con ésa… ésa… ¡chula!) (menuda celosa stas exa!)
–Bien –concluyó Dumbledore–, lo único que podemos hacer por ahora es esperar el regreso de Cary.
Todo el grupo se sentó en el suelo a esperar el regreso de Cary.
~ Cary Fargon ~
Cary se dejó caer al suelo vencida por el cansancio. Recuperó un poco el aliento y se encaminó a la sala. Cuando apareció por la entrada de la sala vio que todos los alumnos que habían allí la miraban con temor en los ojos o con una mirada desafiadora.
–¿Estáis todos los estudiantes? –preguntó Cary.
–¿Quién eres? –le preguntó un chico de Ravenclaw.
–Una amiga –respondió con una sonrisa. ( es demasiado amiga de todo el mundo… creo que se está pasando con su "amistad" y si no se anda con cuidado habrá un loco escondido detrás de una armadura con una hacha que te estará esperando…) (un loco o una locA? E? mira k llegas a ser infantil cuando los celos t invaden…)
–¿Cómo puedo saber que no me mientes? –le dijo. (¡torturadme!) (auch! Tocada y hundida d nuevo…)
–¿Cómo puedes saber si no miento? Deberás confiar en mí. (todos lo hacen, incluso Remus ha caído en mis redes…) (mis redes? O.O asta dnd an llegado tus celos?!)
Cary echó un vistazo a su alrededor.
–¿Estáis todos? –le volvió a preguntar. (quiero haceros un examen sorpresa y entrevistaros sobre lo que os parece que los mortífagos estén asediando el castillo…) (xfavor… me hundo +…)
–Casi todos –le respondió el Ravenclaw.
–Espero que no haya nadie tan tonto como para ir a las salas comunes de Gryffindor y Slytherin.
–Están todos los gryffindors aquí; ¿no es así, Sidney?
La muchacha se acercó.
–Faltan Colin y Dennis Creevy y otro de primer año.
–¿Dónde pueden estar? –preguntó Cary con voz preocupada.
–Ni idea –respondió otro chico que se había acercado a ellos.
–No lo hemos visto desde que empezó el ataque, ¿verdad, Peter? –le preguntó Sidney.
–Así es –contestó el chico llamado Peter.
–Bien –dijo Cary mientras lanzaba un gran suspiro– espero que los pocos que faltan hayan llegado a las salas comunes de Hufflepuff y Ravenclaw. Son las más seguras… y vosotros quiero que os quedéis aquí vigilándolos.
–Está bien –concedieron ellos.
Cuando Cary ya se había dado la vuelta para irse, volvió a girarse y preguntó:
–¿Hay algún Slytherin aquí?
–Si –contestó el Ravenclaw.
–¿Quién? –preguntó Cary.
–Sígueme.
Cary traspasó la sala siguiendo al Ravenclaw y se detuvieron junto a la chimenea donde había un estudiante de tercer curso Slytherin.
–Oye, chico (vete de aquí, sucio seguidor de Slytherin, no te queremos) (seras! Y tu…!) (¿yo qué?) –llamó Cary una vez que el Ravenclaw le indicó donde se encontraba.
El Slytherin se giró, sorprendido de que se dirigieran a él. (–¿me llamaban a mí?) (si)
–¿Qué?
–¿Hay alguna forma de llegar a las mazmorras sin tener que pasar por el gran comedor?
–Pues… –el chico pareció pensar un poco– si subes hasta el tercer piso y coges un pasillo que queda a la izquierda, al fondo encontraras una puerta; cuando la abras verás una escalera de caracol muy estrecha que baja; no tienes más que seguirla y llegarás a las mazmorras, justo delante de la entrada a la sala común.
–Gracias –contestó ella. (eh… ¿me haces un mapa?) (k tonta llegas a ser cuando t lo propones)
–¿Para que lo quieres saber? –inquirieron el Ravenclaw y el Slytherin al mismo tiempo.
–Tengo que ir a rescatar a alguien.
–Ten cuidado.
–Tranquilos –y con una sonrisa que intentaba mostrar seguridad se dio la vuelta y atravesó la sala de retorno a la salida. Allí se encontró con Sidney y con Peter.
–¿Quién eres? –le preguntó ella.
–Una amiga.
–Eso has dicho antes –le respondió Sid; y agregó–; me refiero a tu nombre. (me cae bien… ¡sigue estando borde con ella!) (no sta borde con Cary!)
–Caroline.
Y diciendo esto los dejó y empezó a caminar hacia la salida; antes de salir, Sid la llamó.
–¡Eh! ¡Caroline! Ten cuidado.
–Siempre lo tengo, tranquila. (menuda mentira) (bah… paso d ti…)
Y desapareció a través del retrato.
~ Harry y compañía ~
–Sirius –dijo Harry a su padrino. (¿estás enamorado de Cary o solo me lo parece? –eh… bueno yo. ¿por qué me lo preguntas? –pues por que hay muchos más rivales, tendrías que eliminarlos antes… -sí, lo sé, no te preocupes, liquidaré a Remus cuando esté a solas con él) (serás! GRR y lo peor s k no puedo aclarar nada dl pasado d Cary, aun…)
–¿Qué? –contestó el animago incorporándose un poco y acercándose, junto con Remus, al trío.
–Vosotros… (¿estáis enamorados de ella?) (y dale…)–empezó Ron.
–Nosotros, ¿Qué? –le apremió Remus al ver que los chicos no se decidían.
Harry bufó fuerte para armarse de valor.
–¿La conocéis? –inquirió.
–¿El que? –dijeron Sirius y Remus en un repentino ataque de amnesia.
–Que si la conocéis –repitió Harry con un tono que denotaba algo más que simple curiosidad e impaciencia. (él también está enamorado de ella) (k no! A Harry le gusta Ginny!)
–No se de que nos estás hablando –dijo Remus.
–Si que lo sabéis –atajó Harry de bastantes malas maneras antes de que Hermione pudiera añadir lo que quería decir.
La expresión de los dos hombres se tornó mucho más seria en unos segundos. Y mientras se daban la vuelta, y antes de que Harry pudiera protestar por la falta de respuesta; su padrino Sirius les soltó:
–No hay nada que discutir. (ella es mía, no os entrometáis) (ay k mono ^^ sigo sin poder decir nada sobre el tema)
Su voz denotaba que no iban a obtener información por parte de los dos adultos. Deberían buscar la información en otro sitio.
~ Cary Fargon ~
Cuando Cary salió del cuadro, se mantuvo en silencio unos instantes y cerró los ojos, tratando de concentrarse en escuchar algún ruido o en notar algo extraño en el ambiente… pero decidió no fiarse de lo que notara ya que la estar el colegio envuelto en tinieblas le producía una sensación desagradable.
Tenía que darse prisa en llegar a las mazmorras. Y luego tenía que reunirse con Dumbledore y los otros para poder intentar una reconquista de la escuela.
¿Qué es lo que aquél Slytherin le había dicho? ¡Ah! Ya está: "si subes hasta el tercer piso y coges un pasillo que queda a la izquierda, al fondo encontraras una puerta; cuando la abras verás una escalera de caracol muy estrecha que baja; no tienes más que seguirla y llegarás a las mazmorras, justo delante de la entrada a la sala común". (haces trampa, no te lo sabes de memoria, sólo estás mirando el mapa…) (yo casi nunca uso mapas…)Bien; ahora el problema se trataba de llegar hasta el tercer piso sin ser descubierta.
–Vamos, Cary –se susurró a si misma–; sitúate, estás en el segundo piso… el camino más rápido y directo al tercer piso sin tener que pasar entre los dientes del lobo… (¿me estás hablando de Remus? ¡cómo te atreves a hablar así de él! ¡Él! Maldita seas) (e! no me he dado cuenta! S solo 1 expresión! No seas tan posesiva!) ya está.
Echó a correr en la misma dirección que habían tomado los death eathers que la perseguían.
Y al llegar a la quinta armadura del segundo corredor por la derecha se paró. (¿es que tiene a Peeves enganchado en sus pies?) (mmm…O_o … no)
–¡Mierda! –murmuró– ¿por donde coño era? (malhablada… tendré que buscar a la señora Weasley para que te lave la lengua con jabón) (:P)
Miró en todas direcciones hasta que vio que detrás de la quinta armadura había una puerta disimulada.
–Genial. (como yo, por supuesto) (lo dudaste? :P)
Cary se apresuró a llegar justo enfrente de la puerta (disimulada) (eso ya ha quedado claro…). Se puso de tal manera que si alguien pasaba por el corredor, ella quedaría escondida detrás de la armadura.
–Veamos… ¿Cómo te abres? –susurró Cary mientras pasaba las yemas de los dedos por el marco de la puerta intentando encontrar alguna marca o algún símbolo que le permitiera abrir la puerta– Te tengo.
Cary hundió el dedo índice en una marca plateada que había en el marco de la puerta; la marca representaba la figura de un fénix.
Cary entró a través de la puerta y ésta se cerró tras suyo. Empezó a subir arrastrándose por la rampa; hay que tener en cuenta que el pasadizo parecía un conducto y no medía más de medio metro por medio metro; con lo que moverse resultaba bastante esfuerzo.
~ Harry Potter ~
–Hagrid –dijo Harry mientras se acercaba junto con Ron y Hermione al trozo donde Hagrid estaba platicando con su madre.
–¿Si? ¿Qué queréis, chicos? –preguntó con su gran sonrisa oculta tras la poblada barba.
–Vale, iremos directos al grano; hemos comprobado que los rodeos no funcionan.
–Está bien, Harry… por tu tono de voz esto parece importante.
–Si. Lo es –le contestó Harry, y se dispuso a tomar aliento para empezar–. ¿La conoces? (¿tú también estás prendado de ella? ¿ya se lo has dicho a tu madre? ¿y a Sirius? Creo que te matará…) (k no sta prendado d Cary!)
–¿Si conozco a quién, Harry?
–A Cary.
–Si que la conozco –su voz denotaba cierta tristeza–; ¿Por qué queréis saberlo?
–Preguntamos a Remus y a Sirius pero no quisieron decirnos –soltó Ron, con lo que se ganó un codazo de su novia en las costillas para que se callara–. ¡Auch! Me has hecho daño Hermione.
–Entonces más vale que te calles –le contestó ella.
–No lograréis sacarles nada sobre ella a Sirius ni a Remus.
–¿Qué quieres decir? –le instó Harry, pensando que tal vez el semigigante dejaría ir la información como le había pasado con lo de la piedra filosofal.
–Que si a mi me ha conmocionado verla, no me imagino lo que ha podido pasar por la cabeza de esos dos al verla… pero apuesto a que tu padrino no se dejó ver, Harry.
–No –dijo Hermione–; ahora que lo pienso, Sirius se mantuvo en su forma animaga mientras estábamos con ella. (demasiado tímido) (tal vez :P)
–Remus seguramente hablará con ella… pero, Sirius no lo hará… y si se deja ver por ella será dentro de bastante tiempo.
–¿Por qué? –inquirió Hermione, que ya había adivinado lo que Harry se proponía.
–Porque se conocían… y mucho. Y no preguntéis más –añadió apresurado como cayendo en la cuenta de algo–, si queréis saber más que os lo cuenten ellos mismos.
–Siempre se quedan contando la mejor parte –se lamentó Ron mientras se alejaban en busca de un nuevo objetivo a quien interrogar… pero seguro que ninguno sería tan valioso como Hagrid ni les proporcionaría tanta información como él; así que se conocían, ¿eh? Dieciocho años… ¿podría ser que fuera…? Si; seguramente lo era. Harry llegó a la conclusión de que cuando todo volviera a la "normalidad" tendría una charla con los exmerodeadores… y la tendría con ellos aunque tuviera que mantenerlos atados en una silla para que le escucharan… había muchas cosas sin respuesta.
~ Cary Fargon ~
–¡Maldita sea! –exclamó la muchacha frotándose la parte de arriba de la cabeza. (¿otro chichón? Ya tiene la cabeza abollada…) (ya calla…) Llevaba media hora arrastrándose por el conducto y ya era la quinta vez que se daba en la cabeza por levantarla demasiado (¡ocho!) (n fin…)– En todos estos años perdiste facultades, Cary –se dijo así misma.
Se siguió arrastrando un trozo más hasta que por fin divisó la puerta de salida. Era idéntica a la que había dejado atrás.
Llegó hasta ella y la empujó de un puñetazo abriéndola de golpe (será bestia) (soy así! K kieres?). Cary cayó al suelo de cabeza (¡nueve!) (deja d contar!) y dio una voltereta quedando extendida en el suelo, boca arriba.
Cary se levantó de un salto y observó a su alrededor.
–Increíble que no me hayan pillado con el ruido que ha tenido que hacer la puerta cuando la he pateado contra el suelo. Veamos… ¿Dónde estás pasillo de la izquierda?
Enfrente suyo había una puerta; que parecía ser la única salida de la habitación. Así que se dirigió a ella, abrió y entró.
La habitación era cuadrada; y en cada una de las tres paredes había un pasillo que bajaba.
–Pasillo de la izquierda –dijo mientras señalaba ese–. Te tengo.
Empezó a caminar, pero entonces algo peludo (¿peludo? Acaso… algo… negro?) (mmm… no, + bien no…) pasó cerca de donde se encontraban sus botas.
–¡¡Aahh!! –gritó mientras caía de culo al suelo– ¡Odio las ratas! (vale, no es Sirius… bueno, te tendrás que conformar con Peter) (arg! K asco!) –dijo mientras la rata que había salido cortando el paso desaparecía rápidamente por el pasillo de la derecha.
–Exagerada –murmuró Skirla a sabiendas de que Cary no podía entenderla. (estoy totalmente de acuerdo contigo, Skirla) (stais aciendo un complot n contra d Cary? … xk t recuerdo k a Skirla le cae bien Cary xk la ha defendido…) (bah, bah, pamplinas…) (como k pamplinas?!)
Cary empezó a bajar por las escaleras a toda prisa. Su mente estaba despierta y cargada con la adrenalina del momento. Las escaleras eran muy estrechas y giraban muy cerradas; o acababan pronto o las bajaría rodando del mareo que pillaría. (¡yupi!) (bien… ¬¬)
Al cabo de cinco minutos (¿no las baja rodando?) (No!) de bajar las escaleras a trompicones; llegó a las mazmorras; y como le había indicado el chico de Slytherin, se encontró delante del muro que servía de entrada a la sala común.
–¿Dónde estarán presos?
Cary se dirigió hacia la izquierda del enorme pasadizo en el que se encontraba; y llegó al replano de unas escaleras que iban hacia arriba.
–Camino equivocado –murmuró por lo bajo–. No me interesa ir arriba.
Cambió de dirección y echó a correr; tenía el presentimiento de que el tiempo estaba llegando a su fin. (tic, tac, tic, tac, tic…) (t kedaste sin pilas tan pronto?)
El tiempo se agotó; lo notó. Todo su ser percibió que alguien la había localizado (¡cha, chán! ¡y aquí llega nuestra concursante número 3! Ah, lo siento, pero se ha pasado el límite de tiempo, me temo que has perdido el premio, así que… Sirius, ¡te vas con Rita Skeeter!)( k?! k %&/$%//$ dices?!). Un escalofrío recorrió toda su espalda y ella se apresuró a traspasar la puerta que la llevaría a la parte más oscura de Hogwarts… la parte que la llevaría a los calabozos de las mazmorras; la parte que nunca se había usado como aula. (¿estás segura de eso?) (si)
Tiró de la argolla de la gran puerta de madera; y ésta se abrió con un fuerte crujido.
El pasillo que quedaba más allá de la puerta casi no estaba iluminado; así que Cary cogió una de las antorchas que ardían por donde había venido y se adentró en la oscuridad.
La puerta se cerró fuertemente detrás suyo. (¿por qué sí o por que alguien la ha cerrado?) (xk si)
~ Harry Potter ~ (¡Hola HARRY!) (y los demas, k? k les den?)
Dobby había salido hacia 15 minutos a ver si podía conseguir más noticias. El grupo esperaba impaciente su regreso.
Harry, Ron y Hermione estaban platicando sentados alejados de todos. Harry no les había contado nada de lo que intuía sobre el pasado de la chica (mmm…) (tas pensando?); pero no dejaba de observar las miradas nerviosas que le mandaban Sirius y Remus, como advirtiéndole que no volviera a sacar el tema; pero con el paso de los minutos, esas miradas se habían traducido en miradas nerviosas, casi histéricas, entre ellos dos. (…………………………………………) (k?)
Por fin Dobby volvió. Y Sirius y Remus casi se abalanzaron encima del pobre elfo en cuanto lo vieron aparecer.
–¿Qué has descubierto? –dijo Remus cogiendo a Dobby por un brazo.
–¿Han pillado a Cary? –Exclamó Sirius aferrando el otro brazo de Dobby y zarandeándolo fuertemente. (sí, la han pillado, y yo… lo siento Sirius, pero te quedas con Skeeter, ahora mismo viene hacia aquí para recogerte…) (kieres dejar a Siri tranquilo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!)
El pobre Dobby no podía articular palabra por la sorpresa que le había causado que los dos hombres se abalanzaran sobre él de tal manera y también por el dolor que le producían los apretones que los dos hombres estaban procurándole en los brazos. (pobret…) (e k si?)
–Sirius, Remus –dijo Dumbledore con tono afable mientras se acercaba a los dos hombres y les tomaba los hombros para que soltaran al elfo–; dejadlo y podrá hablar las noticias que tanto esperáis.
Los dos hombres soltaron a Dobby y se alejaron un poco dejándole sitio para respirar, pero con una expresión anhelante en el rostro.
–Perdón –murmuraron por lo bajo.
–En el gran comedor se ha armado un gran revuelo cuando uno de los magos de negro ha entrado gritando que una niña se dirigía a las mazmorras. El-que-no-debe-ser-nombrado se ha enfurecido mucho porqué no han conseguido capturarla aún.
–Buena chica Cary –murmuró Sirius, mientras Remus asentía con la cabeza y sonreía. (…………………………) (k?)
–Me pregunto quién la habrá descubierto –dijo Remus. (Lucius…) (respuesta ekivocada!)
–Si, yo también. A lo mejor la han pillado en la parte de entrar a saco –le contestó Sirius.
–¿Parte de entrar a saco? –preguntó Harry.
–Si –confirmó el licántropo–. Todos sus planes son iguales. (ah… ya, eso ya lo empiezo a ver…) (e k si?)
–Te refieres que no hay plan –concluyó Hermione.
Sirius rió divertido. –No, me refiero a que va intercalando partes. Es decir –añadió al ver la cara de incomprensión de la mayoría–; depende que momentos entrará a saco, y depende que otros se deslizará muy sigilosamente. (mmm… ¿sigilosamente? ¿dándose golpes con la cabeza por todas partes?) (esa no era la parte sigilosa, ok?)
–¿Y por qué no se desliza sigilosamente siempre? –preguntó Ron.
–Porqué está el factor sorpresa; y si te deslizas sigilosamente no puedes hacerlo tan espectacular –comentó Remus. (¡claro! Cary siempre ha de parecer… Genial, no, si se entiende, sí…) (¬¬ k insinuas?)
–¿Y para que querría hacerlo espectacular? –dejó escapar Hermione. (por que es una chula… chula… chula…) (tu y yo nos veremos las caras)
–Porqué cuanto mayor es la sorpresa más tardan en reaccionar; (¡ahora vas de humilde!) (cuando t piye, corre) probablemente es lo que le salvó la vida cuando entró –le respondió Sirius–; además, creo que para ella es muy agotador ir siempre en silencio. (te creo Sirius, se pasa la mayor parte de su vida gritando en los oídos de sus amigas…) (*J.D. se hace el despistado* d k ablas?)
–¿Qué quieres decir con agotador? –preguntó Harry.
–Me refiero a que para ir sigilosamente y atento a todo cuanto pase a tu alrededor tienes que estar en constante tensión; y para alguien que ha acumulado energías dieciocho años es pedir un imposible.
–Aunque no las hubiera acumulado dieciocho años sabes que para ella es muy complicado; a no ser que sepa que realmente se la está jugando.
–O sea, a ver si lo he entendido… ¿Me estáis diciendo que para ella entrar en un sitio tomado por death eathers no es estar jugándosela realmente? –exclamó Hermione muy conmocionada. (estoy contigo Hermi) (xk stas a favor d todo l mundo y n contra mio?)
–Más o menos –acabaron Sirius y Remus.
~ Cary Fargon ~ (¡uh, fuera, vete a tu pueblo, aquí no te queremos!) (Me las pagaras!!!!!!!!)
Cary siguió avanzando, manteniendo la antorcha por encima de su cabeza para poder iluminar el mayor trozo posible. Presentía problemas; y tenía miedo de no poder ser suficientemente rápida con las manos; así que paró una momento y cogió el asi (N/A: arma que tiene como forma de tridente en miniatura; esas típicas armas ninjas…) (ya, claro… y ahora nos vas de ninja…) (olvidalo) que tenía en la pierna derecha (¿otra de sus armas de "por si las moscas"?) (si) y continuó avanzando con la antorcha bien sujeta en la mano izquierda; y la mano derecha empuñando con fuerza el asi.
La llama se estaba consumiendo; dentro de poco tendría que usar un lumos, pero no quería gastar la poca fuerza que le pudiera quedar… y presentía que por aquí abajo también habría hechizos antimagia, con lo cual aún le resultaría más cansado realizar magia con las manos en semejantes condiciones.
Ruido de pisadas delante suyo. (cucú, soy Voldie que te trae otra antorcha nueva…) (serás patetica…)
Se paró y cerró los ojos mientras se concentraba en determinar el sonido. No había duda… alguien caminaba nerviosamente y otro parecía dar pasos resignados; si no se equivocaba, estaban andando en círculos muy pequeños, por la variación de la intensidad del sonido. Como dentro de una jaula. (¿?¿?¿?¿?¿?) (no sabes deducir? ^^)
Abrió los ojos y se dispuso a seguir caminando. Pero debía llegar cuanto antes; tendría que correr, pero no era un buen momento para bajar la guardia y que la descubrieran; debía seguir caminado.
Cuando no había dado más de seis o siete pasos (¿vuelves a utilizar el metro?) (k pinta l metro n todo sto? O.O), oyó algo que le hizo erizar los pelos de la nuca y puso su nivel de adrenalina por las nubes.
–Mierda –murmuraron en silencio sus labios.
El crujir de la enorme puerta que había dejado a sus espaldas delataba sin ninguna duda que la habían pillado. (¡jejejeje! Lo siento si me río, pero es que no iba a tolerar que a Cary le saliese todo tan bien cuando no tiene ningún plan y sólo se limita a entrar a saco… algo parecido sólo lo puede conseguir Harry, que para eso es el prota) (bah… me niego rotundamente a contestar eso… paso d ti! … ni se te ocurra poner lo k stas pensando!) Las voces de death eathers fueron el detonante que hizo que sus piernas se pusieran en marcha a un ritmo forzado por la desesperación.
–¿Cómo me han podido pillar tan pronto? –se lamentó una voz en su cabeza. (… no sé…………) (s k ay animales muy malos…)
Los tacones de Cary empezaron a resonar (¡LLEVA TACONES PARA EL RESCATE??????) (si) y ella les lanzó un hechizo silenciador. (ah, bueno, si es así…) (k pasa? Son mis supertacones!)
Llegó al final del corredor y se horrorizó al comprobar que no había salida. ¡Se había metido en una trampa! (como cierta rata…) (k pinta ese traidor aki?!)
Lo que había delante suyo eran los barrotes de lo que parecían las mazmorras. Tenía que actuar rápido; por los susurros de las pisadas que oía estaban a menos de dos minutos y a un minuto como mucho de encontrarla.
–e –susurró– ¿hay alguien aquí? (sálvanos, sálvanos, somos los fantasmas y el Barón Sanguinario no nos deja en paz…) (se acabó… creo k esto s l colmo d tus paridas…)
Esperó impaciente cogiéndose a los barrotes.
–Sí –contestó una voz conocida para ella.
–¿Profesora McGonagall?
–¿Quién eres?
–No hay tiempo para explicaciones. ¿Alguno de ustedes conserva la varita?
–Si, todos nosotros.
–¿Todos? –preguntó perpleja.
–Aquí dentro la magia no funciona.
–Una jaula que permite la entrada de magia pero no la salida… vale, apartad.
Cary cogió un chicle (¡un chicle! ¿vas a tapiar la cerradura como lo hizo una vez Peeves?) (ups… no lo ice pensando en él…) de uno de sus bolsillos y lo mascó lo que pudo (¿?)
–Alohomora –dijo; y la puerta se abrió; entró y puso el chicle en la parte interna de la puerta (N/A: me refiero en la parte que une la puerta con el marco; cuando giras la llave y el pestillo ese se mueve; pues en el agujero donde queda ese pestillo encajado; ahí es donde Cary pone el chicle) (ya, ya, sí, muy bien… pero ¿para qué demonios quieres poner un chicle?) (ya verás… veo k no sabes usar la logica…), y cerró la puerta rápidamente.
–¿Por…? –empezó MacGonagall; pero Cary no dejó que acabara mientras ponía un dedo en los labios de la profesora en señal de silencio.
–Yo no estoy aquí –y diciendo esto se fue lo más alejada que pudo de la reja y se quedó agazapada en el suelo.
Los death eathers llegaron al cabo de un momento.
–¡¡Maldición!! ¡¿Dónde está, Pettigrew?! –gritó Lucius muy furioso– ¡¿Y la chica?! (ay, Peti, Peti, Peti, creo que tienes problemas…) (spero k tenga muxos mas)
–No… no lo sé, Lucius –dijo Wormtail, temblando de miedo ante la furiosa voz de Malfoy.
–No eres bueno ni para delatar a la gente, Pettigrew –pronunció Lucius con desprecio y con una mueca burlona en su rostro mientras él y los otros death eathers daban la vuelta y se iban por donde habían llegado. (¿ya está? ¿no registran la jaula? ¡menudos mortífagos!) (claro k no la registran! A caso Malfoy va a ensuaciarse su túnica entrando ay dentro?!)
Peter Pettigrew se quedó donde estaba sin poder creer que la chica se hubiera evaporado. Wormtail cogió los barrotes de la celda y recostó la frente contra un de los barrotes; sintiendo el frío del metal transmitiéndose por su piel.
Cary que había seguido agazapada entre las sombras empezó a moverse; muy sigilosamente se plantó delante del hombre; agarró los barrotes de la puerta.
–Así que eres tú quién me ha delatado –dijo traviesamente mientras sonreía con picardía.
–¿Qué? –exclamó Wormtail totalmente confuso y sorprendido. Pero no puedo decir nada más; ni alertar a sus compañeros, que ya estaban lejos. Pues Cary empujó fuertemente la puerta contra él cuando éste levantó la frente del hierro. Con un golpe seco, Cary hizo que la barra de la puerta chocara contra la cabeza del hombre; el cual cayó desplomado al suelo, inconsciente. (………)
McGonagall se acercó y acabó de abrir la puerta; mientras dos profesores tiraban como podían del traidor para sacarlo de delante de la puerta.
–Eso ha estado muy bien –le felicitó la profesora.
–Gracias profesora McGonagall… pocas veces alguien recibe un cumplido de usted.
–Disculpa chica; pero… ¿te conozco?
–Tal vez me conocía.
–¿Quien eres? –preguntó McGonagall mientras los profesores se acercaban a ellas. (una chula que se quiere ligar a Remus…) (dejame trankila!!!!!!!)
–Caroline Fargon, profesora; … y, me permitirían aconsejarles salir de aquí. No quiero quedarme encerrada en esta maldita jaula.
Todos salieron de la celda; y los profesores comprobaron sus varitas.
–¿Qué hacemos con esto? –dijo Cary pateando con el pie el estómago de Wormtail– Esta maldita cosa me descubrió… me pregunto ¿Cuándo me lo crucé?
–No hay tiempo que perder, Minerva –Snape se había acercado a la profesora. (¡oh, Snape, Snape, tú eres justo! ¡castígala o hazle algo!) (como k justo?! Serás %%/%$$&!!!!!!!!!)
–Si –le contestó–; vámonos.
–¿Lo dejaremos así?
–¿A caso quieres llevártelo? –le repuso Snape con la cara más desagradable que le daba el momento. (jeje) (no staria mal… Harry, Sirius, feliz cumpleaños!)
–No –respondió Cary con una cara de asco–; me refiero a… –se quedó mirando a Wormtail y pronunció algo. De sus manos salieron unas cuerdas que ataron a Pettigrew de manos y pies contra los barrotes– En marcha –dijo mientras sonreía.
–Bien –empezó McGonagall–; debemos salir de Hogwarts para advertir al ministerio y…
–¿Y que harán? –atajó Cary– ¿perder tiempo?
–No podemos hacer esto solos –dijo Madam Hooch.
–Por eso vine a buscarles; porqué no podíamos hacerlo solos.
–¿A que te refieres? –inquirió la voz de Snape.
–A que la caballería espera en las cocinas. Seguidme; no hay tiempo.
Los profesores empezaron a seguir a Cary; pero tuvieron que frenar al cabo de diez pasos cuando la chica se paró de golpe.
–¿Alguien conoce un camino para llegar a las cocinas que no sea por ahí? –dijo al tiempo que señalaba el único camino posible.
Todos negaron con la cabeza.
–Lo imaginaba… ¡maldita sea! –murmuró mientras volvían a reanudar la marcha.
Llegaron ante la puerta de madera.
–Bien; la cosa se complica… nuestro único objetivo por el momento es llegar a las cocinas, ¿entendido? –dijo Cary, poniéndose muy seria.
Todos asintieron en silencio; conscientes de que las palabras podrían costarles la vida.
–Escuchad; cuando traspasemos esta puerta, seguramente nos esperarán. Al lado de la entrada a la sala común de Slytherin, hay una puerta para el "servicio"; en la banda derecha. No estoy segura de si os dejará justo enfrente de la entrada a las cocinas; o en las mismas cocinas –Cary tomó aliento y se dispuso a empujar la gran puerta de madera–. Preparad las varitas –musitó, y acabó de empujar la puerta.
Salieron al pasillo y se encontraron con las escaleras que subían hacia arriba, y el pasillo oscuro que llevaba a la entrada de la sala común en unos veinte metros.
Las miradas de todos estaban repasando todo cuanto había alrededor; en busca de algo fuera de lo común.
–Vamos –dijo Snape dirigiéndose a la entrada de la sala común de su casa.
–Con cuidado; esto no me da buena espina –dijo Cary quedándose la última. Dio una última mirada a las cocinas y se dispuso a seguir a los profesores.
Al cabo de lo que parecieron horas, el grupo llegó a la entrada.
–Es ahí –señaló Cary.
Y Fleur Delacour se dispuso a ayudar al profesor de pociones en mover la trampilla.
–Ya –dijo la veela; al tiempo que ella y Snape dejaban una plancha de madera metálica en el suelo; al lado de la entrad ya abierta. La entrad medía medio metro por medio metro–. Habrá que tirarse de cabeza.
–Empezad a pasar; no hay tiempo –dijo el profesor Flitwick.
La mayoría de los profesores ya habían pasado; y acababa de pasar una profesora Trelawney muy nerviosa diciendo:
–Moriremos todos. Lo predigo. Nadie puede luchar contra… (¡jajajajajajaja!) (mola, e?) –pero no había podido acabar porqué Cary la había empujado por la espalda.
–Me estaba poniendo nerviosa –se defendió de la mirada reprochadora de McGonagall.
–A mi también –le contestó la profesora con lo que parecía… ¿una asomo de sonrisa?
Pero entonces…
–Estoy de acuerdo con esa profesora, ¿sabéis?
–Lucius –murmuró fríamente Snape.
–Vaya, vaya… mi viejo amigo Severus… tenía la esperanza de que recapacitaras sobre tu conducta y volvieras con nosotros.
–Hace años que recapacite sobre mis actos, Lucius; por eso decidí cambiarme de bando.
–Una lástima… ¿Y que tenemos aquí? –dijo mientras ponía sus ojos sobre Cary; quien le devolvió una mirada desafiadora– Señorita Fargon.
–¿Algún problema con quién soy? –Le respondió sin morderse la lengua.
–No… ninguno en absoluto. (¡pelea! ¡pelea! Ahora los profes se ponen en corro, aplaudiendo, mientras Lucius y Cary caen al suelo, tirándose de los pelos…) (xo k?! será posible!)
Ambos siguieron aguantan las miradas durante unos segundos. Hasta que el ruido de pasos detrás de Malfoy fue inconfundible.
–¡Espavilad! –rugió Cary.
Los pocos profesores que quedaban se sobresaltaron al escuchar la voz de Cary.
Snape cogió a McGonagall por los hombros y la tiró por la trampilla. Luego Flitwick se tiró; y le siguió otro profesor. Ya sólo quedaban Snape y Cary.
–¡Sal de aquí y bloqueadla! –gritó Cary.
–¡¿Qué?!
–¡¡Largo!! –dijo Cary mientras se agachaba para esquivar la primera maldición. (ahora se hace la héroe…) (besame el culo ¬¬)
–¿Crees que te dejaré aquí sola?
–¡Lárgate; alguien debe decirles que la bloqueen! –pero al girarse para decírselo cometió un error imperdonable… y una cruciatus cayó sobre ella. Snape vio impotente como Cary se debatía en el suelo; la sangre volvía a emanar de sus manos.
–Largo –dijo Cary con la voz casi apagada por el dolor.
Y Snape se lanzó por la trampilla y la bloqueó. Pero antes de que Snape se lanzara por la trampilla, algo se subió y se enroscó a su pierna derecha. (¿?) (^^)
Los death eathers ataron las muñecas de Cary por detrás de su espalda; y antes de perder el conocimiento por el dolor, el cansancio y la pérdida de sangre; Cary llegó a ver como una rata se acercaba veloz al grupo de death eathers y en un momento se convertía en un hombre… si tan sólo ella pudiera… pero en el instante que lo entendió… todo se volvió oscuridad para ella.
~ Harry Potter ~
Snape fue el último en aterrizar en el replano de la cocina que quedaba delante de la chimenea; por donde había entrado.
Seguía en el suelo pero consiguió articular las palabras que quería.
–Bloquead la entrada.
–¡¿Qué?! ¡¿de que hablas?! –le gritó Sirius cogiéndole del cuello de la túnica y zarandeándolo; aunque aun se encontraba caído en el suelo– ¡Cary aun está ahí!
–Estaba, Black.
–¿Qué? –le voz le falló a Sirius; y Remus se apresuró a coger a su amigo; el cual parecía estar a punto de caerse al suelo en cualquier momento.
–Que la han pillado; a eso me refiero.
–Se van a enterar –dijo Sirius mientras se arremangaba las mangas de la túnica y se disponía a salir de la cocina seguido de cerca por Remus.
–¿A dónde creéis que vais? –inquirió Dumbledore con voz autoritaria.
–¿A dónde crees, Albus? –le respondió Remus.
–Si vais a lo loco y os cogen no la ayudaréis.
Los dos hombres se pararon, abatidos, y dirijieron unas miradas cargadas de tristeza al director.
–¿Y qué quieres que hagamos? –preguntó Sirius.
Pero Albus no pudo contestarles, ya que, des de el suelo, donde Severus se encontraba, vino un grito.
–¡¡Aaahhh!!
–¡¿Qué ocurre?! –preguntaron acercándose a Severus quien sólo se miraba la pierna con una expresión de terror.
Harry se echó a reír; por lo que recibió una cargada llena de veneno de Snape, pero no le hizo caso y siguió riendo a carcajada limpia.
–Harry, me encantaría que nos explicaras de que ríes… si tiene que ver con Snape; a Remus y a mi nos encantaría acompañarte.
Harry no podía contestar a su padrino, con lo que señaló la pierna de Snape; en donde una serpiente se encontraba enredada, mirando todo cuanto la rodeaba sin prestar atención a nada en especial.
Remus y Sirius estallaron en carcajadas; pero eran conscientes de que no había tiempo. Por lo que su padrino le pidió que la sacara de ahí.
–Ven, Skirla… ¿Qué hacías ahí?
–Antes de que cojieran a Cary, yo había bajado al suelo y cuando todos se fueron el único que quedó fue él. Por lo que decidí subirme a su pierna.
–¿Qué hacemos? –preguntó Harry.
–Luchar –dijo Remus.
–Entrar a saco y rebentar –aclaró Sirius.
–¡Oh! ¡No! ¿tú también? –recriminó Hermione– ¿nadie tiene un plan? Me refiero a un verdadero plan.
–No –respondió Remus.
–Pero si tienes algo mejor estamos dispuesto a escuchar –dijo Black.
Todos estaban en silencio; mirando a Hermione, la cual empezaba a notar colores en sus mejillas.
–¿Y bien? –volvió a insistir Sirius.
–Nada –murmuró al tiempo que sacudía la cabeza negativamente.
–Bien; pues decidido. ¿Todo el mundo tiene su varita? –preguntó Sirius sonriendo.
–¿Como nos lo haremos, Sirius? –le preguntó su ahijado– ¿vamos a entrar todos por el mismo sitio? ¿no sería mejor rodearlos?
–Buena idea… –le contestó– pero de momento sólo hay una salida.
–Una salida que conozcamos.
–¿Qué quieres decir, Harry? –le preguntó; y la curiosidad se podía notar en sus palabras. (jejeje) (^^)
–Puede haber más pasadizos secretos como el que hemos usado desde el pozo hasta el retrato de aquí abajo.
–Te refieres a… pasadizos de servicio.
–Exacto –concluyó–; los elfos domésticos deben hacer sus tareas sin ser vistos.
–Por tanto… –la cara de Sirius se iluminó de repente y sonrió con malicia– ¡¡Dobby!!
Dobby dio un salto del susto y enseguida se acercó a ver que querían de él. Sirius puso una mano en la cabeza de su ahijado y revolvió su, ya de por si rebelde pelo azabache.
–Buen chico, Harry.
–¿Desea algo, señor?
–Saber todos los túneles, pasillos, agujeros, e… en fin, lo que sea que lleve al gran comedor.
–Crees que la han llevado al gran comedor, ¿no es así? –le dijo Remus poniéndole una mano en el hombro.
–¿Como sabéis que no la han matado aun?
–Porqué ha Voldemort le habrá jodido que una "niña" haya conseguido colarse en Hogwarts; por tanto seguramente la querrá interrogar él mismo.
–¿Interrogar sobre qué? –preguntó Hermione.
–Vamos –explicó Sirius–; ni siquiera Voldemort es tan tonto como para creer que una chica ha venido sola.
–Entonces no hay tiempo que perder en explicaciones –atajó Harry–. ¡Dobby! Muéstranos las entradas al gran comedor.
–En seguida; por aquí hay una –Sirius, Remus y el trío formaron un grupo y siguieron a Dobby–. Podéis esperar allí hasta que lo veáis conveniente.
–Bien –dijo Sirius mientras se frotaba las manos y atravesaba la pared de yeso blanco. Le siguieron el trío y Remus se puso al final.
Mientras ellos caminaban por el pasadizo; en las cocinas los demás se iban repartiendo en grupos.
–¡Ouch! Ron; me has pisado un pie –dijo la muchacha.
–Perdón –le contestó su novio dándole un beso en la mejilla. (vale, te perdono…) (tu no tienes k perdonarle…)
–Sh. Silencio –dijo Sirius.
–¿Qué hacemos ahora, Padfoot? –le preguntó Remus.
–Yo, volver a mi forma animaga; en la que soy más rápido, más mortífero y más sigiloso.
–Bien –dijo Remus, y se volvió hacia el trío y les dijo–. Mantened vuestras varitas preparadas.
Se acercaron hasta la trapa del pasadizo y Remus observó por una mirilla.
–Aun no la han traído… paciencia Padfoot.
Padfoot gruñó amenazadoramente; preparándose para lo que sabía no iba a tardar mucho en llegar.
–Bien, cuando la traigan; saldremos –hizo una pausa y añadió–. Y os recomiendo lanzar hechizos a diestro y siniestro.
–¿Qué? –preguntó Harry.
–Que los lances a saco –indicó Sirius quien había vuelto a su forma humana–. Cuando entréis tened cuidado de que no os pillen. Y tú –añadió señalando con el dedo índice a su ahijado–, mantente alejado de Voldemort, ¿entendiste? (como si eso fuese posible…) (claro k no lo es!)
–¿A caso crees que a mi me gusta estar cerca de él? –repuso Harry con fastidio.
–Sólo te lo recuerdo –y volvió a convertirse en el perro negro antes de que Harry tuviera tiempo de añadirle algo más sobre el tema.
–Escuchad, cuando la lucha empiece uno de nosotros va a tener que ir a por Cary, ¿no? –dijo Harry– Quiero decir, puede que la hayan atado, o que esté inconsciente.
–Tienes razón.
Sirius ladró.
–Bueno, ya sabemos quien cortará las posibles cuerdas –opinó Remus–. Pero si está inconsciente alguien le tendrá que lanzar un Enervate.
–El que más cerca esté –dijo Harry.
–Bien –todos asintieron.
–¡Sh! –les reprendió Hermione; que había estado observando hacia unos minutos– Esto empieza. Están entrando los death eathers.
Y diciendo eso se apartó dejando paso al licántropo para que observara.
–Bien, atentos.
Todos cogieron las varitas fuertemente y Snuffles tensó los músculos de sus patas.
–Cuando salgamos quiero que ladres fuertemente; esa será la señal, ¿de acuerdo, Padfoot?
Un ladrido feroz fue la confirmación.
Remus seguía observando.
–¿Qué ocurre? –preguntó el trío.
–Acaban de entrar a Cary; uno de ellos la lleva en brazos –hizo una pausa y añadió–. La han dejado delante de Voldemort.
–Ya no hay tiempo –dijo Hermione.
–Hay que salir, ahora –dijo/ordenó Harry. (jeje) (mola e Harrito dando ordenes!)
–Alohomora –murmuró el licántropo.
La trampilla se abrió y salieron. El primero en hacerlo fue Sirius. Que dando un poderoso salto y haciendo que uno de sus poderosos gruñidos resonaran por todo el Gran Comedor fue a aterrizar en la espalda de un death eather que se encontraba cerca, haciéndolo caer al suelo.
Esa fue la señal los demás profesores salieron de sus respectivos escondites lanzado hechizos a puñados.
Snuffles fue rápidamente a donde estaba Cary y la arrastró hacia un lado del comedor aprovechando que Voldemort se había girado furioso y se dirigía a Dumbledore.
En unos instantes el Gran Comedor se había convertido en un campo de batalla.
Snuffles se apresuraba a morder las cuerdas que mantenían unidas las muñecas de Cary, alguien se acercó. Sirius gruñó pero se tranquilizó un poco al ver que no era un death eather quien se aproximaba. Pero se quedó petrificado al ver que quien apuntaba su varita directamente al corazón de Cary no era ni más ni menos otro que el mismísimo Snape.
–Black, ¿quieres seguir mordiendo eso?
Sirius le gruñó como única respuesta y acabó de desatar a Cary.
–Enervate –murmuró Snape; y un rayo de energía azulada recorrió el cuerpo de Cary.
–Au –fue lo único que pudo murmurar Cary cuando se incorporó–. Vaya. La fiesta empezó.
Snape ayudó a Cary a incorporarse del todo.
–Gracias –dijo mientras se alejaba de Snape y Snuffles la seguía.
La batalla se estaba poniendo peor por momentos. El cuerpo de mortífagos caídos, de algún profesor y de un centenar de arañas (¿arañas?) (claro! X algo se han estado colando n Hogwarts como sugirió Cary!) cubría prácticamente el suelo del Gran Comedor, haciendo que gran parte de los combatientes tuviera que ir con mucho cuidado a la hora de poner sus pies en el suelo para no pisar a los de su bando; hay que decir que los mortífagos no se preocupaban por ese punto y pisoteaban todo lo que podían a sus compañeros caídos.
Pero había algo muy inquietante. Y es que tanto Voldemort como Dumbledore seguían en pie; si bien Voldemort no estaba tan exhausto como el director de Hogwarts.
La mayoría de mortífagos habían sido reducidos y se encontraban por el suelo aturdidos y desmayados.
Cualquiera que hubiera estado de espectador habría apostado por lo que parecía la inminente victoria de los aurores, los muchachos, los gigantes y las arañas; pero… en ese momento Voldemort consiguió derribar a Dumbledore después de haberle mandado muchos cruciatus.
Todos los combatientes quedaron paralizados al oír la afilada risa que salía de Voldemort y les acuchillaba los oídos.
Cuando Voldemort dejo de reír, lanzó una mirada penetrante hacia Harry, quien se encontraba en medio del gran comedor donde hacia unos instantes había estado combatiendo contra un par de mortífagos. Los labios de Voldemort se curvaron en una espantosa sonrisa que heló la sangre de Harry; sabía lo que se avecinaba, ¡ahora Voldemort iría a por él! (¡yupi!) (eres una sadica, psicopata asesina d Harrys)
Voldemort levantó su varita y la apuntó en dirección a Harry. Cuando empezaban a salir las primeras palabras de un conjuro de su boca, un gran perro negro y lanudo saltó sobre Voldemort y lo tiró al suelo. Las mandíbulas de Snuffles se cerraron alrededor de la muñeca con que Voldemort estaba empuñando su varita. Pero uno de los mortífagos que aun quedaban en pie, dispuesto a ayudar a su señor –y a cubrirse de gloria cuando esto terminara–, se lanzó y por la fuerza del impacto logró que el gran perro negro soltara a su amo y que las fauces de éste se cerraran en torno a su cuello. Lo último que este mortífago vio es como un auror se dirigía hacia él para acabar con su vida. Pero no hizo falta, el sonido que hizo su cuello al romperse bajo la presión de lasa mandíbulas de la gran fiera fue suficiente para que se zambullera en un mundo de sombras.
Aprovechando la confusión creada por el mortífago loco, Voldemort se había puesto de pie y volvió a apuntar su varita hacia Harry, el cual empuñaba fuertemente la suya y desafiaba con la mirada a Voldemort.
Las primeras palabras del conjuro que Voldemort pronunció paralizaron completamente los músculos de Harry; y sólo sintió como su varita se deslizaba de sus dedos engarrotados.
–La sangre que recorre tus venas se congelará, no podrás hacer nada para detener la muerte de hielo que se te cae encima. Escucha mis palabras Harry Potter porqué te ahogarás en tus propios fluidos.
Una gran luz verde-platinada se iba formando en el extremo de la varita de Voldemort. Harry se encontraba de pie, con todos los músculos atrofiados y sin responderle; quería correr, incluso gritar y llorar pues sabía que de lo que se avecinaba no se podría librar… de todas maneras, ¿la muerte tenía que llegar, no?
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Bueno, k os a parecido? No! Spera! K tal si me dejas un review diciendome k t esta pareciendo la historia d momento! Ok? Xfa! S k como no recibo muxos reviews no se si la historia aburre o si sta pasable o si sta bien.
Y leeros mis otros fics si os aburrís ^^
Bsazos,
J.D.
Miembro de la Orden Siriusana
