Capítulo 33 "Preocupaciones"
Cevdet se sentó a la mesa de la mansión en donde Vasili, su esposa y el teniente León, que lo observó con algo de nerviosismo, desayunaban…
-Lamento molestarlos aquí, general…- dijo Cevdet, que parecía crispado.
-No se preocupe… coronel… sabe perfectamente que usted es bienvenido en esta casa…
-Lo se… sin embargo he venido en una misión que no lo dejará muy satisfecho…- dijo y miró al teniente, que se fastidió un poco.
-General…- dijo el chico en voz baja y su madre se quedó mirándolo.
-Estoy hablando con el coronel…
-Es que… yo se de qué viene a hablarte y tengo que darte una explicación…
-¿Explicación? - dijo el general y miró a su mujer que se alzó de hombros.
-El coronel me vio el otro día con su hija…
-¿Yildiz? - preguntó Veronika
-Yildiz se ha casado el otro día… ¿verdad? - preguntó el general.
-Hilal… es con Hilal que me vio…
-La estaba molestando… discutían en medio de la calle… y no entiendo el motivo…
-Coronel… me extraña que me haga estos cuestionamientos… conocemos de sobre el carácter de su hija menor… seguramente el teniente estaba intentando educarla… mostrarle el buen camino…- dijo y el teniente miró a Cevdet, que lo asesinó con la mirada.
-General… usted sabe que yo tengo buen ojo y percepción para algunas cosas… hay actitudes del teniente con mis hijas que no me cierran… quería blanquearlo aquí, frente a ustedes… y decirles que estaré atento…
-Coronel…- dijo la señora Veronika- creí que usted sería un poco más comprensivo… seguramente mi hijo y su hija se han hecho más cercanos… como ocurrió con su hija mayor… debería relajarse un poco… esto es normal en jóvenes como ellos…
-Ya he dicho lo que vine a decir…- dijo y se puso de pie, le hizo una reverencia al general y luego de acomodarse la gorra, salió de la mansión.
Veronika le hizo un gesto de fastidio a su hijo y luego miró al general…
-¿Qué está pasando aquí, León? - le preguntó y el teniente se quedó callado…
Azize entró en la sala de cuidados intensivos del hospital y observó como una de sus enfermeras le cambiaba el vendaje a un soldado. El pobre hombre estaba muy malherido y ella lo había atendido al llegar, pero ahora había quedado a cargo de una de las jóvenes que trabajaban con ella…
Le hizo señas de que quería hablar con ella y la chica terminó su trabajo y la encontró esperándola afuera…
-Dígame, enfermera Azize… ¿qué ocurre?
Asli, quiero saber qué ocurre con mi hija... la he estado buscando por todos lados estos días y por momentos desaparece y necesito hablar con ella…
-Yo… no sé qué decirle…
-Tú sabes donde está… o al menos con quien…
-Es que…
-Asli… no quiero que te mezcles en los problemas de ella… por favor dime…
-Tenía que encontrarse con su… con… el chico que le gusta…
-¿Dónde?
-No lo se… enfermera… para ella es todo muy secreto… solo me pide que la cubra en su puesto…
-Entiendo… gracias, Asli…
Azize salió del hospital y tuvo que sentarse en un banco porque sintió que se mareaba. Había desayunado poco porque tenía náuseas y ahora su cuerpo le pasaba factura. Pensó en entrar para ver si en la cocina había sobrado algún trozo de pan, pero vio pasar delante de sus ojos a Hilal, caminando apurada y como pudo la detuvo…
-Hilal…- le dijo y la chica se volvió hacia ella algo sobresaltada.
-Mamá… ¿qué pasa? ¿te sientes mal? - le preguntó al verla bastante pálida.
-Eso es lo menos importante… ¿de dónde vienes? Hace un buen rato que te busco y lo mismo me pasó estos últimos días…
-Mamá…
-Quiero la verdad, Hilal…- le dijo en tono autoritario y luego se tomó la cabeza, el mareo persistía, pero a ella no le importaba…
-Sólo… necesité salir a tomar aire… tú sabes que yo cumplo con mi trabajo, pero a veces necesito un respiro…
-¿Un respiro dices? ¿acaso me seguirás mintiendo? ¿crees que soy tonta? - dijo y Hilal la sostuvo cuando casi se desvanece.
-Mamá… mamá…- dijo alterada y la hizo sentar en el banco otra vez.
A Azize le costó bastante reponerse, y cuando lo hizo, la miró con algo de rabia a la chica que estaba preocupada, tratando de ayudarla a recomponerse.
-Se que estás viéndote con un hombre… no me lo niegues más…
-Bueno… sí… pero es algo inocente…
-¿Inocente dices? ¿y por qué es tan secreto?
-Pues… porque no queremos que se sepa… nosotros tenemos carácter fuerte, ambos… y nos peleamos mucho, pero detrás de esas peleas, encontramos que hay amor también…- dijo y sonrió.
Azize no pudo evitar sonreír ante el comentario, si bien ella y Cevdet se habían enamorado desde el principio, habían tenido períodos de más diferencias de opinión en los que habían discutido bastante… y sin embargo se querían muchísimo…
-¿Por qué tanto secreto?
-Porque no estamos preparados para decirlo… queremos estar seguros…
-Hija… la gente comenta muchas cosas… no creo que a tu padre le agrade la idea…
-Lo se… solo te pido que me apoyes un poco más… te prometo que encontraremos el mejor momento para decirlo…
-¿Quién es? ¿lo conozco?
-No puedo decirlo… lo siento… pero confía en mí…
-Intento hacerlo… me hubiera gustado que tú confíes en mí…- le dijo con algo de rencor y Hilal la abrazó.
El día continuó sin sobresaltos y ambas volvieron a sus quehaceres… y cuando caía la noche, volvieron juntas a casa. Mamá Hasibe las esperaba con la cena lista, solo faltaba Cevdet, que llegó cuando las tres estaban sentadas a punto de comenzar…
Azize se levantó para recibirlo y lo ayudó a quitarse las botas y la chaqueta… lo vio bastante molesto, como distraído…
-¿Algún problema?- le preguntó.
-Bueno… estoy preocupado… hoy fui a ver al general a la mansión… me dijeron que habían visto a nuestra hija en la calle, discutiendo acaloradamente con el teniente León… y…- dijo y Azize abrió los ojos, de pronto recordando lo que Hilal le había dicho.
-¿Hilal y el teniente León?- preguntó y Cevdet asintió.
-Es un gran problema… no se que ocurre con Hilal… pero no quiero que esté dándome dolores de cabeza… tengo que hablar con ella y preguntarle qué pasó, porque si ese teniente le ha hecho daño…
-Cevdet… por favor, debes tranquilizarte… tratemos de no poner nerviosa a mamá Hasibe… estos días se ha sentido un poco mejor…
-Pero…
-Por favor… ya encontraremos la forma de hablar con Hilal…
-Está bien…- dijo Cevdet y se sentaron a comer.
Después de la cena, Cevdet se quedó un rato hablando con su madre, intentaba recomponer un poco su relación con ella y cuando Azize y Hilal terminaron de limpiar la cocina, la chica se disculpó y se fue a su habitación…
Azize la observó subir apurada la escalera y cuando cerró la puerta, decidió que era el momento para quitarse todas las dudas… si había alguna, porque ella lo que tenía eran certezas…
Abrió la puerta y la vio con la ventana abierta, a punto de escaparse…
-Tú y yo tenemos que hablar…
-Mamá…- se quejó Hilal, se sentía una tonta por haber sido encontrada en esa situación.
-Hilal… vamos a hablar ahora…- le dijo y se sentó en la cama, esperando por su hija a que cerrara la ventana y se acomodara a su lado…
Bueno, parece que todo está a punto de descubrirse. Gracias por seguir leyendo esta historia!
