-^_^- Bueno, sigo aquí, dispuesta a continuar, y con mucha prisa por
acabarlo, asi q puede q pronto este también el próximo capítulo, aunque ese
solo esta en mi mente por ahora.
xDDD, como estos dos los he puesto muy seguidos casi no os ha dado tiempo a
leerlo, pero no os preocupéis, no hay prisa. Kaishi ya se lo ha leído en mi
casa, y creo que sabe cómo va a terminar.
¡Ah! Bra^^, por cierto, al final creo que si saldrán los de 02, pero los
importantes de toda la historia van a ser, en un principio, Ryo, Rika y
Henry. Cuando salgan los de 02, el protagonismo será de Ryo, Ken y Davis, y
un poquito más atrás, entrará de nuevo Rika. En el final volverán a ser
Ryo, Rika y Henry. El final me encanta ^^UUUU y también me encanta que te
guste la historia ^^, me alegro mucho.
Ah... Me gusta que me dejen reviews, así que... si hay alguien que esta leyendo mi historia y no ha dejado ninguno... please... déjelo, necesito opiniones y criticas constructivas!!! (Sobre todo críticas n_nu) ____________________________________________________________________________ __
_ _ _ _ _ _ _ Mi batalla y mi futuro_ _ _ _ _ _ _
Capítulo 6. El encuentro en el Infierno.
La batalla estaba muy reñida. Devidramon era un rival muy poderoso, y Ryo lo recordaba muy bien, ya que aquel Devidramon no fue vencido y volvió a manos de las Legiones Oscuras. Pero los tamers también tienen fuerza en su corazón, y esa fuerza no hay quien la derrote.
- ¡Ryo! ¡Usa el Dispositivo Real! ¡Te necesitamos!
Ryo seguía inmóvil, con la vista perdida, absorto en sus oscuros pensamientos mientras ignoraba el dolor incandescente de su brazo, que cada vez se hacía más fuerte y más grande la herida. Dentro de su mente se libraba una lucha más cruel y despiadada que la del exterior. No podía revelar sus sentimientos. Alguien se infiltraba en ellos y le hacía recordar todos los momentos de su vida que había preferido olvidar. momentos que él los veía como ''pedacitos de vida perdidos en el mundo''. Recordaba algunas cosas que él las creía perdidas, cosas que nunca se había parado a pensar y que no recordaba haberlas vivido, pero cuando las veía, sabía que alguna vez sucedieron, como cuando sus padres discutían y se separaron y cuando tuvo que despedirse de Veemon y Agumon, los dos digimons que él tuvo pero que no le pertenecían.
Podía oír, ver y sentir algunos momentos oscuros de su vida. Se dejó caer de rodillas.
- Basta. Déjame en paz de una vez. -dejó caer el D-Power en la hierba- . ¿Por qué yo? ¡Sal de mí!
- Ryo, ¿qué te ocurre?- preguntó Rika
- Es él. Me controla. Controla mi mente.
Alguien controlaba su cuerpo y su mente. Prácticamente tenía el control tomado, pero aún una parte de Ryo guardaba la cordura.
Intentó un último esfuerzo; con todas sus fuerzas recogió el D-Power del suelo, sacó una carta de su bolsillo y la pasó por el dispositivo
Sentía que se ahogaba. Sentía que su sangre se congelaba.
- ¡Que te marches!- gritó
- Ryo.
El Monodramon digievolucionado aumentó de tamaño y se enfrentó al Devidramon, cuerpo a cuerpo. Los dos digimons eran muy grandes, por lo que Wargrowlmon, Rapidmon y Taomon se apartaron y sólo atacaban de lejos cuando tenían la oportunidad.
- . Mar. Márchate, Ta. kato
Takato dio un paso atrás. Sobre Ryo se alzó una sombra, una sombra oscura y fantasmal. El espíritu maligno que le controlaba salió de su cuerpo, trayendo como consecuencia que su temperatura descendiera bruscamente y que la herida de su brazo se cerrara, dejando sólo una cicatriz de cuatro años antes.
En esos momentos la lucha iba adquiriendo ventaja respecto a los tamers.
- ¡MAGNA REVOLUCIÓN!
Cyberdramon lanzó su ataque, que dio de lleno en el torso del dragón, descomponiéndolo en datos.
La sombra se irguió ahora. casi diáfana, entre Ryo y los otros tamers.
Ryo siguió en el suelo, de rodillas y con las dos manos sobre la hierba. Sentía unas náuseas tremendas, y eso le impidió levantarse. Seguía agachado, con los ojos cerrados y la cabeza gacha.
La sombra, aún sin revelar su identidad, habló con una voz amarga y áspera.
- Muy listo, Ryo. Lo adivinaste.
- . Tú.
- Sí. Yo. ¿Me reconoces después de tantos años?
- .Deemon.
- . ¡Exacto!
Se fue haciendo la forma del digimon. Una capucha roja y una cara tapada sobre la que se erguían dos cuernos marrones revelaron su identidad.
- ¿Deemon?
- Vosotros no me conocéis, pero yo si os conozco a vosotros. Os conozco lo mismo que Ryo. Yo llevo siendo parte de él durante 4 años, y he podido conocer muchas cosas de vosotros. He adivinado vuestras técnicas. se cómo combatis. Se cómo venceros, como he vencido a Ryo.
- . ¡Tú!... ¡Tú dejaste que muriera Osamu! ¡Tú no me dejaste estar con Ken cuando él murió!... ¡Tú! ¿Por qué lo hiciste? ¡Yo los quería con toda mi alma!
En su cara se mezclaban expresiones de terror, dolor y odio. un odio inmenso. Él había hecho cosas que Ryo no podía remediar, pero tal vez podría vengar a su amigo. tal vez aquello aliviara su mente.
Sin pensárselo dos veces se lanzó contra el digimon. Éste, percatándose de su movimiento, se apartó de su trayectoria, haciendo que Ryo volviera a caer al suelo.
- Parece mentira. Durante cuatro años te he estado controlando y aún no has aprendido como evitarme. ¡Ja!... Es obvio que mi fuerza ha podido con la tuya, pero por tu fuerza y coraje me quedé contigo. Tal vez me hubiera quedado con Ken, pero al final tú me convenciste. Te aguantaste todas tus ganas de llorar cuando mataste a Osamu.
- .¡Yo no lo maté!
- .Ah, ¿no?... ¿Y entonces quién fue?
- .
Ryo no supo que contestar. en verdad él no había matado a su amigo intencionadamente, pero él. él.
- ¡Tú fuiste quién se enfadó con él! ¡Tú le hiciste querer llevarse a su hermano lejos de ti! ¡Tú le hiciste enfadarse y que cruzara la carretera! ¡FUISTE TÚ!
- ¡Mentira!
Ryo no quería oírlo, pero sus palabras resonaban en su cabeza, y por mucho que se tapara los oídos con las manos, seguía oyendo las mismas palabras. Él lo había matado. Si hubiera tenido allí una daga, se la habría clavado para morirse.
- No te preocupes, Ryo. Si quieres matarte, yo puedo hacerlo.
Deemon levantó una de sus manos por debajo de la capucha e hizo un movimiento extraño.
Ryo se llevó la mano al cuello, retorciéndose descontroladamente. Sentía que se ahogaba, y no podía hacer nada por impedirlo. Sintió por un momento que su corazón dejaba de latir.
- No te mataré aún. Aún no has sufrido todo lo que deberías hacerlo.
Deemon volvió a repetir el mismo movimiento, y Ryo empezó a toser, separando sus manos del cuello.
- .¿Cómo. Cómo lo has hecho?
- ¡Fácil! Puedo controlarte si quiero.
Hasta ese momento los demás niños no habían hecho más que escuchar paralizados y mirar horrorizados cómo su otro amigo sufría con cada palabra que el demonio decía. Sus palabras eran como arañazos en una pizarra, un escalofrío te recorría todo el cuerpo mientras oías el chirrido que te perforaba los tímpanos.
- ¡Adelante, Taomon!
El digimon de Rika adelantó sus pasos y lanzó su ataque contra Deemon. Él se apartó de la trayectoria del ataque por segunda vez y lanzó un ataque contra Taomon, haciendo que golpeara la cabeza contra un árbol y volviera a ser Renamon y dejándola inconsciente en el suelo. Luego lanzó un ataque contra su dueña. Rika esperó el golpe con los ojos cerrados, aunque Henry intentó ponerse delante de ella, pero no llegó a tiempo. Rika fue despedida hacia atrás y quedando como su digimon.
- ¡Rapidmon!
Henry llamó a su digimon, y éste obedeció atacando al demonio.
- ¡MISIL MILAGROSO!
Deemon puso su mano en la trayectoria del ataque y éste dio la vuelta hasta dar sobre la armadura de Rapidmon, peor la armadura no resistió la energía y disminuyó volviendo a ser Terriermon. Su entrenador dobló las rodillas y abrazó a su inconsciente digimon. Miró con una ira incontenible a Deemon, dejó a su digimon en el suelo con suavidad y se tiró contra Deemon. Ni se inmutó, simplemente le agarró del cuello y le apretó las arterias hasta que éste también perdió el conocimiento al no dejar pasar la sangre a su cerebro. Luego lo tiró al suelo con desprecio.
Takato fue el que luego lo intentó, pero también sin éxito.
- ¡Adelante, Wargrowlmon!
Wargrowlmon fue a atacar cuerpo a cuerpo. Se acercó lo suficiente para que Deemon también lo tuviera a su alcance. Intentó atacar, pero Deemon agarró fuertemente sus dos garras y enredó sus brazos por delante de su garganta, consiguiendo que las cuchillas se le clavaran en el cuerpo y que sus propios brazos terminaran por ahogarle. Un Guilmon inconsciente cayó al suelo sin remedio y Takato con lágrimas en los ojos miró al digimon. Éste sólo sonrió y lanzó otro ataque contra el líder del grupo, pero el ataque no llegó a su destino, Cyberdramon, que ya había vuelto a ser de su tamaño normal, se interpuso, agarrando la bola de energía que había lanzado y apretándola hasta destruirla.
- Gracias, Cyberdramon- dijo Takato
El digimon no respondió, simplemente volvió a dirigir su mirada a Deemon y éste le devolvió su misma mirada de odio. Cyberdramon levantó su cabeza hacia el cielo, y mirando las nubes que se arremolinaban en el firmamento, lanzó un profundo y grave aullido. Luego calló de rodillas sobre la hierba.
- Has olvidado que a ti también puedo controlar. Puedo controlar humano- digimon y también puedo controlar las emociones entre éstos.
Cyberdramon oyó las últimas palabras de Deemon antes de desplomarse sobre la hierba, inconsciente, y con su forma de principiante.
Takato, en ese instante en que el digimon estaba despistado hablando con Cyberdramon, aprovechó para agarrarse a su espalda. Deemon no se inmutó demasiado, pero le sorprendió que Takato fuera tan valiente. El demonio alargó una mano hacia su espalda y, agarrando a Takato por el cuello de su sweater, lo colocó enfrente de su mirada. Takato sentía que sus ojos recorrían cada centímetro de su cuerpo, y sentía también como en cada centímetro, traspasada en su carne, una aguja.
- Eres valiente, pero tu valentía no siempre gana. Aún no has madurado lo suficiente.
Deemon acompañó su comentario con un movimiento brusco de su mano, lanzando con él a Takato, que al chocar contra el mismo árbol que Taomon, resbaló por él hasta quedarse tendido al lado de Renamon.
Ryo sabía que ahora era su turno. había esperado al último momento para sentir placer de matarle. ¿Pero por qué a los otros sólo los había golpeado, asegurándose de que no tenían conciencia?... Todo aquello era muy extraño. Sintió su mirada taladrante sobre su pecho, pero él se negaba mirarle a los ojos. Seguía de rodillas, con la cabeza agachada para evitar mirar a sus amigos, que contaban con su ayuda y también el mirar directamente y encontrarse con esos ojos que despertaban pesadillas en su mente. Pero no pudo evitarlo, sintió una fuerza sobrenatural que le obligaba a levantar su cabeza, y se encontró con esos ojos oscuros e infernales que le despertaron en medio de la noche.
- Ryo, Ryo, Ryo. Parece mentira que puedas mirar tu reflejo y no soportes mirarme a mí.
- No soporto mirarte a ti, porque cada vez que lo hago, recuerdo tus palabras: ''Fuiste tú.''
- ¿Te convences de que fuiste tú?
- Yo no fui.
- Si lo fuiste, admítelo.
- ¡Yo no fui!- dijo más alto
- Mentiroso.
Deemon hablaba con una voz pausada, haciendo que cada palabra penetrara en la cabeza de Ryo con claridad y haciéndole perder la paciencia.
- ¡Deja de decirme que fui yo, porque sabes perfectamente que yo no fui, Deemon!
- Intentas auto convencerte, igual que Ken intentaba auto convencerse de que Osamu no estaba muerto. y al final. si lo estaba.
Estas palabras abrieron un agujero en la mente de Ryo, haciéndole recordar ese momento junto a los hermanos Ichijouji.
- .Duele, ¿verdad?
- ¡Déjame en paz!
- Si te portas bien te contaré un secretito, Ryo.
- ¿Qué clase de secreto?
- Si te portas bien te lo contaré.
- ¡Déjate de tonterías y cuéntamelo de una vez!
- . No te estás portando bien, Ryo. Como sigas así, tu amigo Ken va a sufrir las consecuencias.
Las pupilas de Ryo se encogieron al oír esas palabras. Intentó levantarse, pero no pudo.
- ¿¡Qué vas a hacer, Deemon?!
- Tengo localizado a tu amigo del alma. ¿Qué pasaría si le hiciera una visita? Seguro que se alegrará de verme.
- ¡No te acerques a él! ¡Déjalo! ¡Ni te atrevas a tocarlo!
- Tal vez a él no lo toque, pero te contaré mi secretito.
Deemon se acercó a Ryo lentamente, dio una vuelta a su alrededor y acercó su cabeza a la de Ryo, hasta que oyó su voz chirriante cerca de su oído derecho.
- Sé donde está. Sé donde vive. me infiltraré en él.
- ¡Serás maldito!
Ryo hizo un ademán de atacarle, pero éste puso su mano sobre la cabeza de Ryo y, agarrando su pelo, le echó la cabeza hacia atrás, dejando su cuello en posición horizontal y agarrando con su otra mano, las dos de Ryo atadas a la espalda.
- Y. le destruiré.
Deemon lanzó una risa que quebró la quietud de la noche, haciendo que Ryo se estremeciera. Luego se evaporó y desapareció de su lado.
Ryo volvió a colocar su cuello normalmente, pero no movió nada más. En su mente resonaban aún las palabras de Deemon: ''Le destruiré.''
*******************************************************************
Ryo se sentía impotente hacia su enemigo. Cada vez teme más el encontrarse con su pasado. Las palabras de Deemon le están volviendo loco, y termina por aceptar que él mató a su amigo. ¿Se dará cuenta de que todo lo que dice Deemon es una mentira? ¿Llegará Ryo a tiempo de evitar el que mate a Ken? ¿Se enfadarán Rika, Henry y Takato por no haberles ayudado y quedarse parado sin hacer nada?
*Nireya Mareakane Takaishi de Akiyama*
**********************************************************************
Por cierto, que el Ryo que utilizo yo en mis historias es el mismo de 02, osea, que conoció a los hermanos Ichijouji, y (para mí) Ryo no le pasa más de dos años a Ken. En este fanfic tiene 15, así que Ken tendrá unos 13 o 14, más o menos.
A esperar con paciencia la continuación, y siento que sean tan cortos los capítulos, aunque ya serán todos más largos...
¿Las parejas de este fanfic? Henry/Rika ¿A qué no lo parece? El Ryo/Ruki no me desagrada, pero para este fanfic lo necesitaba así... Además de que me gusta más la primera pareja^-^
¡¡¡Dejen reviews!!! O mándenme un e-mail a mi correo nireya_takaishi@hotmail.com
Ah... Me gusta que me dejen reviews, así que... si hay alguien que esta leyendo mi historia y no ha dejado ninguno... please... déjelo, necesito opiniones y criticas constructivas!!! (Sobre todo críticas n_nu) ____________________________________________________________________________ __
_ _ _ _ _ _ _ Mi batalla y mi futuro_ _ _ _ _ _ _
Capítulo 6. El encuentro en el Infierno.
La batalla estaba muy reñida. Devidramon era un rival muy poderoso, y Ryo lo recordaba muy bien, ya que aquel Devidramon no fue vencido y volvió a manos de las Legiones Oscuras. Pero los tamers también tienen fuerza en su corazón, y esa fuerza no hay quien la derrote.
- ¡Ryo! ¡Usa el Dispositivo Real! ¡Te necesitamos!
Ryo seguía inmóvil, con la vista perdida, absorto en sus oscuros pensamientos mientras ignoraba el dolor incandescente de su brazo, que cada vez se hacía más fuerte y más grande la herida. Dentro de su mente se libraba una lucha más cruel y despiadada que la del exterior. No podía revelar sus sentimientos. Alguien se infiltraba en ellos y le hacía recordar todos los momentos de su vida que había preferido olvidar. momentos que él los veía como ''pedacitos de vida perdidos en el mundo''. Recordaba algunas cosas que él las creía perdidas, cosas que nunca se había parado a pensar y que no recordaba haberlas vivido, pero cuando las veía, sabía que alguna vez sucedieron, como cuando sus padres discutían y se separaron y cuando tuvo que despedirse de Veemon y Agumon, los dos digimons que él tuvo pero que no le pertenecían.
Podía oír, ver y sentir algunos momentos oscuros de su vida. Se dejó caer de rodillas.
- Basta. Déjame en paz de una vez. -dejó caer el D-Power en la hierba- . ¿Por qué yo? ¡Sal de mí!
- Ryo, ¿qué te ocurre?- preguntó Rika
- Es él. Me controla. Controla mi mente.
Alguien controlaba su cuerpo y su mente. Prácticamente tenía el control tomado, pero aún una parte de Ryo guardaba la cordura.
Intentó un último esfuerzo; con todas sus fuerzas recogió el D-Power del suelo, sacó una carta de su bolsillo y la pasó por el dispositivo
Sentía que se ahogaba. Sentía que su sangre se congelaba.
- ¡Que te marches!- gritó
- Ryo.
El Monodramon digievolucionado aumentó de tamaño y se enfrentó al Devidramon, cuerpo a cuerpo. Los dos digimons eran muy grandes, por lo que Wargrowlmon, Rapidmon y Taomon se apartaron y sólo atacaban de lejos cuando tenían la oportunidad.
- . Mar. Márchate, Ta. kato
Takato dio un paso atrás. Sobre Ryo se alzó una sombra, una sombra oscura y fantasmal. El espíritu maligno que le controlaba salió de su cuerpo, trayendo como consecuencia que su temperatura descendiera bruscamente y que la herida de su brazo se cerrara, dejando sólo una cicatriz de cuatro años antes.
En esos momentos la lucha iba adquiriendo ventaja respecto a los tamers.
- ¡MAGNA REVOLUCIÓN!
Cyberdramon lanzó su ataque, que dio de lleno en el torso del dragón, descomponiéndolo en datos.
La sombra se irguió ahora. casi diáfana, entre Ryo y los otros tamers.
Ryo siguió en el suelo, de rodillas y con las dos manos sobre la hierba. Sentía unas náuseas tremendas, y eso le impidió levantarse. Seguía agachado, con los ojos cerrados y la cabeza gacha.
La sombra, aún sin revelar su identidad, habló con una voz amarga y áspera.
- Muy listo, Ryo. Lo adivinaste.
- . Tú.
- Sí. Yo. ¿Me reconoces después de tantos años?
- .Deemon.
- . ¡Exacto!
Se fue haciendo la forma del digimon. Una capucha roja y una cara tapada sobre la que se erguían dos cuernos marrones revelaron su identidad.
- ¿Deemon?
- Vosotros no me conocéis, pero yo si os conozco a vosotros. Os conozco lo mismo que Ryo. Yo llevo siendo parte de él durante 4 años, y he podido conocer muchas cosas de vosotros. He adivinado vuestras técnicas. se cómo combatis. Se cómo venceros, como he vencido a Ryo.
- . ¡Tú!... ¡Tú dejaste que muriera Osamu! ¡Tú no me dejaste estar con Ken cuando él murió!... ¡Tú! ¿Por qué lo hiciste? ¡Yo los quería con toda mi alma!
En su cara se mezclaban expresiones de terror, dolor y odio. un odio inmenso. Él había hecho cosas que Ryo no podía remediar, pero tal vez podría vengar a su amigo. tal vez aquello aliviara su mente.
Sin pensárselo dos veces se lanzó contra el digimon. Éste, percatándose de su movimiento, se apartó de su trayectoria, haciendo que Ryo volviera a caer al suelo.
- Parece mentira. Durante cuatro años te he estado controlando y aún no has aprendido como evitarme. ¡Ja!... Es obvio que mi fuerza ha podido con la tuya, pero por tu fuerza y coraje me quedé contigo. Tal vez me hubiera quedado con Ken, pero al final tú me convenciste. Te aguantaste todas tus ganas de llorar cuando mataste a Osamu.
- .¡Yo no lo maté!
- .Ah, ¿no?... ¿Y entonces quién fue?
- .
Ryo no supo que contestar. en verdad él no había matado a su amigo intencionadamente, pero él. él.
- ¡Tú fuiste quién se enfadó con él! ¡Tú le hiciste querer llevarse a su hermano lejos de ti! ¡Tú le hiciste enfadarse y que cruzara la carretera! ¡FUISTE TÚ!
- ¡Mentira!
Ryo no quería oírlo, pero sus palabras resonaban en su cabeza, y por mucho que se tapara los oídos con las manos, seguía oyendo las mismas palabras. Él lo había matado. Si hubiera tenido allí una daga, se la habría clavado para morirse.
- No te preocupes, Ryo. Si quieres matarte, yo puedo hacerlo.
Deemon levantó una de sus manos por debajo de la capucha e hizo un movimiento extraño.
Ryo se llevó la mano al cuello, retorciéndose descontroladamente. Sentía que se ahogaba, y no podía hacer nada por impedirlo. Sintió por un momento que su corazón dejaba de latir.
- No te mataré aún. Aún no has sufrido todo lo que deberías hacerlo.
Deemon volvió a repetir el mismo movimiento, y Ryo empezó a toser, separando sus manos del cuello.
- .¿Cómo. Cómo lo has hecho?
- ¡Fácil! Puedo controlarte si quiero.
Hasta ese momento los demás niños no habían hecho más que escuchar paralizados y mirar horrorizados cómo su otro amigo sufría con cada palabra que el demonio decía. Sus palabras eran como arañazos en una pizarra, un escalofrío te recorría todo el cuerpo mientras oías el chirrido que te perforaba los tímpanos.
- ¡Adelante, Taomon!
El digimon de Rika adelantó sus pasos y lanzó su ataque contra Deemon. Él se apartó de la trayectoria del ataque por segunda vez y lanzó un ataque contra Taomon, haciendo que golpeara la cabeza contra un árbol y volviera a ser Renamon y dejándola inconsciente en el suelo. Luego lanzó un ataque contra su dueña. Rika esperó el golpe con los ojos cerrados, aunque Henry intentó ponerse delante de ella, pero no llegó a tiempo. Rika fue despedida hacia atrás y quedando como su digimon.
- ¡Rapidmon!
Henry llamó a su digimon, y éste obedeció atacando al demonio.
- ¡MISIL MILAGROSO!
Deemon puso su mano en la trayectoria del ataque y éste dio la vuelta hasta dar sobre la armadura de Rapidmon, peor la armadura no resistió la energía y disminuyó volviendo a ser Terriermon. Su entrenador dobló las rodillas y abrazó a su inconsciente digimon. Miró con una ira incontenible a Deemon, dejó a su digimon en el suelo con suavidad y se tiró contra Deemon. Ni se inmutó, simplemente le agarró del cuello y le apretó las arterias hasta que éste también perdió el conocimiento al no dejar pasar la sangre a su cerebro. Luego lo tiró al suelo con desprecio.
Takato fue el que luego lo intentó, pero también sin éxito.
- ¡Adelante, Wargrowlmon!
Wargrowlmon fue a atacar cuerpo a cuerpo. Se acercó lo suficiente para que Deemon también lo tuviera a su alcance. Intentó atacar, pero Deemon agarró fuertemente sus dos garras y enredó sus brazos por delante de su garganta, consiguiendo que las cuchillas se le clavaran en el cuerpo y que sus propios brazos terminaran por ahogarle. Un Guilmon inconsciente cayó al suelo sin remedio y Takato con lágrimas en los ojos miró al digimon. Éste sólo sonrió y lanzó otro ataque contra el líder del grupo, pero el ataque no llegó a su destino, Cyberdramon, que ya había vuelto a ser de su tamaño normal, se interpuso, agarrando la bola de energía que había lanzado y apretándola hasta destruirla.
- Gracias, Cyberdramon- dijo Takato
El digimon no respondió, simplemente volvió a dirigir su mirada a Deemon y éste le devolvió su misma mirada de odio. Cyberdramon levantó su cabeza hacia el cielo, y mirando las nubes que se arremolinaban en el firmamento, lanzó un profundo y grave aullido. Luego calló de rodillas sobre la hierba.
- Has olvidado que a ti también puedo controlar. Puedo controlar humano- digimon y también puedo controlar las emociones entre éstos.
Cyberdramon oyó las últimas palabras de Deemon antes de desplomarse sobre la hierba, inconsciente, y con su forma de principiante.
Takato, en ese instante en que el digimon estaba despistado hablando con Cyberdramon, aprovechó para agarrarse a su espalda. Deemon no se inmutó demasiado, pero le sorprendió que Takato fuera tan valiente. El demonio alargó una mano hacia su espalda y, agarrando a Takato por el cuello de su sweater, lo colocó enfrente de su mirada. Takato sentía que sus ojos recorrían cada centímetro de su cuerpo, y sentía también como en cada centímetro, traspasada en su carne, una aguja.
- Eres valiente, pero tu valentía no siempre gana. Aún no has madurado lo suficiente.
Deemon acompañó su comentario con un movimiento brusco de su mano, lanzando con él a Takato, que al chocar contra el mismo árbol que Taomon, resbaló por él hasta quedarse tendido al lado de Renamon.
Ryo sabía que ahora era su turno. había esperado al último momento para sentir placer de matarle. ¿Pero por qué a los otros sólo los había golpeado, asegurándose de que no tenían conciencia?... Todo aquello era muy extraño. Sintió su mirada taladrante sobre su pecho, pero él se negaba mirarle a los ojos. Seguía de rodillas, con la cabeza agachada para evitar mirar a sus amigos, que contaban con su ayuda y también el mirar directamente y encontrarse con esos ojos que despertaban pesadillas en su mente. Pero no pudo evitarlo, sintió una fuerza sobrenatural que le obligaba a levantar su cabeza, y se encontró con esos ojos oscuros e infernales que le despertaron en medio de la noche.
- Ryo, Ryo, Ryo. Parece mentira que puedas mirar tu reflejo y no soportes mirarme a mí.
- No soporto mirarte a ti, porque cada vez que lo hago, recuerdo tus palabras: ''Fuiste tú.''
- ¿Te convences de que fuiste tú?
- Yo no fui.
- Si lo fuiste, admítelo.
- ¡Yo no fui!- dijo más alto
- Mentiroso.
Deemon hablaba con una voz pausada, haciendo que cada palabra penetrara en la cabeza de Ryo con claridad y haciéndole perder la paciencia.
- ¡Deja de decirme que fui yo, porque sabes perfectamente que yo no fui, Deemon!
- Intentas auto convencerte, igual que Ken intentaba auto convencerse de que Osamu no estaba muerto. y al final. si lo estaba.
Estas palabras abrieron un agujero en la mente de Ryo, haciéndole recordar ese momento junto a los hermanos Ichijouji.
- .Duele, ¿verdad?
- ¡Déjame en paz!
- Si te portas bien te contaré un secretito, Ryo.
- ¿Qué clase de secreto?
- Si te portas bien te lo contaré.
- ¡Déjate de tonterías y cuéntamelo de una vez!
- . No te estás portando bien, Ryo. Como sigas así, tu amigo Ken va a sufrir las consecuencias.
Las pupilas de Ryo se encogieron al oír esas palabras. Intentó levantarse, pero no pudo.
- ¿¡Qué vas a hacer, Deemon?!
- Tengo localizado a tu amigo del alma. ¿Qué pasaría si le hiciera una visita? Seguro que se alegrará de verme.
- ¡No te acerques a él! ¡Déjalo! ¡Ni te atrevas a tocarlo!
- Tal vez a él no lo toque, pero te contaré mi secretito.
Deemon se acercó a Ryo lentamente, dio una vuelta a su alrededor y acercó su cabeza a la de Ryo, hasta que oyó su voz chirriante cerca de su oído derecho.
- Sé donde está. Sé donde vive. me infiltraré en él.
- ¡Serás maldito!
Ryo hizo un ademán de atacarle, pero éste puso su mano sobre la cabeza de Ryo y, agarrando su pelo, le echó la cabeza hacia atrás, dejando su cuello en posición horizontal y agarrando con su otra mano, las dos de Ryo atadas a la espalda.
- Y. le destruiré.
Deemon lanzó una risa que quebró la quietud de la noche, haciendo que Ryo se estremeciera. Luego se evaporó y desapareció de su lado.
Ryo volvió a colocar su cuello normalmente, pero no movió nada más. En su mente resonaban aún las palabras de Deemon: ''Le destruiré.''
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Ryo se sentía impotente hacia su enemigo. Cada vez teme más el encontrarse con su pasado. Las palabras de Deemon le están volviendo loco, y termina por aceptar que él mató a su amigo. ¿Se dará cuenta de que todo lo que dice Deemon es una mentira? ¿Llegará Ryo a tiempo de evitar el que mate a Ken? ¿Se enfadarán Rika, Henry y Takato por no haberles ayudado y quedarse parado sin hacer nada?
*Nireya Mareakane Takaishi de Akiyama*
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Por cierto, que el Ryo que utilizo yo en mis historias es el mismo de 02, osea, que conoció a los hermanos Ichijouji, y (para mí) Ryo no le pasa más de dos años a Ken. En este fanfic tiene 15, así que Ken tendrá unos 13 o 14, más o menos.
A esperar con paciencia la continuación, y siento que sean tan cortos los capítulos, aunque ya serán todos más largos...
¿Las parejas de este fanfic? Henry/Rika ¿A qué no lo parece? El Ryo/Ruki no me desagrada, pero para este fanfic lo necesitaba así... Además de que me gusta más la primera pareja^-^
¡¡¡Dejen reviews!!! O mándenme un e-mail a mi correo nireya_takaishi@hotmail.com
