Lo que las brujas quieren.
Por: MissIntelligence
Capitulo 4: Admiradoras en naranjo.
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Ron Weasley nunca pensó que las cosas llegarían al punto en el cuál estaban. No sabía si asustarse o sentirse halagado, si gritar o reír cada vez que una chica se le acercaba. Su popularidad había crecido inmensamente en pocos días e incluso se rumoreaba que había grupo de chicas menores que él estaban preparando una agrupación de admiradoras, con mercancía y distintivos, todo porque había ayudado a Hannah Abott una vez. Hermione tenía la teoría de que están todas consternadas en cuanto al comportamiento de Ron que se sienten protegidas y en un mundo donde los chicos las entienden, cuando la realidad es que solo es Ron quién podía escuchar los pensamientos de las chicas.
En una clase muy aburrida y larga de Historia de la Mágia, el Weasley en cuestión hace su mejor esfuerzo para concentrarse en el profesor fantasma que intentaba dictar la clase, sin dejar que los miles de pensamientos de las chicas que lo rodeaban interrumpieran los suyos propios. Tan concentrado estaba que no se dio cuenta de que alguien lo llamaba.
"Señor Weasley."
Ron parpadeó un par de veces para enfocar una vez más su visión, "¿Si?"
El profesor Binns se ajustó los lentes, "Espero que esté prestando atención y tomando notas, quiero buenos resultados en los exámenes finales."
Ron miró a su pergamino que descasaba sin una gota de tinta sobre su escritorio, volvió a mirar al profesor y asintió torpemente ganando una pequeña risita de Harry.
Después soy yo la que tiene que prestarle las notas.
Ron miró de reojo a Hermione quién movía su pluma rápidamente por su pergamino sin levantar la vista y sin perderse ni una palabra del profesor. Se acercó a su oído y murmuró.
"No te preocupes, no te pediré tus notas."
Hermione frunció el ceño.
Eso está por verse
Ron levantó las cejas en sorpresa. No confiaba en él.
Alguien le tocó el hombro. Era Parvati. Ron se dio vuelta en su asiento para enfrentar a la chica.
"Puedes ocupar mis notas." Dijo pasándole un montón de pergaminos. Ron se sonrojó pero aceptó los papeles.
"Gracias." Se volvió a Hermione, "Ahora no necesito tu notas." Dijo volviéndose un poco y sonriendo a Parvati.
Respira hondo Parvati. ¡AY! SONRIÓ.
Hermione negó con la cabeza en desacuerdo, o mas bien en celos.
Parvati le puede pasar todas las notas que quiera, no son ni la mitad de exactas que las mías.
Ron asintió, estaba de acuerdo con Hermione.
"Ron, esto me da miedo. Mira a esa Hufflepuf mirandote." Dijo Harry con voz temblorosa a Ron apuntando a una mesa a su lado. En ella una chica con una sola ceja y bolsas bajo sus ojos sonreía coquetamente a Ron. El solo apartó la vista y evitó el escuchar sus pensamientos, aunque en ella no quedaba mucho de chica.
La campana sonó y los tres amigos se dirigieron al Gran Hall para cenar.
Todas las chicas sonreían a Ron, aunque varias lo insultaban secretamente.
Inútil
Idiota
El solo les dirigió una sonrisa.
"¿Cómo lo haces, Ron? Necesito la receta." Dijo Harry sin aviso pasando una mano por su cabello dejándolo aún mas despeinado
"No hay receta amigo, es... magnetismo animal."dijo Ron dando una palmada a Harry en un hombro.
Si el tiene magnetismo animal yo soy la chica mas sexy del colegio.
Hermione.
"Magnetismo animal." Repitió Harry pensativo.
"Creo que es mejor que busques una definición mas adecuada para tu... suerte, Ron." Alegó Hermione algo molesta.
"Déjame pensar..." buscando alguna palabra que tuviera tal efecto en Hermione que no pudiera responder, "Que soy un chico sexy y muy sensual."
Ella se sonrojó.
Afirmativo
Ron se aguantó las ganas de gritar y solo sonrió sin dejar de caminar.
Al llegar al Gran Hall se sentaron a comer en sus puestos de costumbre sin entablar una conversación inmediata. Harry perecía estar pensando muy seriamente en algo que solo el sabía y Hermione aún estaba sonrojada e intentando controlar su vergüenza.
"Ron." Llamó Parvati que estaba sentada unos asientos mas allá, "¿Te sirvieron mis notas?"
"Si, gracias."
Hermione volvió a fruncir el ceño.
Ay, ¡Parvati la reina de las notas!
"Infantil." Murmuró Ron.
"¿Qué dijiste?" preguntó Hermione.
"Nada."
"¿Cómo que nada? Te escuché decir algo." Dijo ella cruzando sus brazos.
"No he dicho nada, Hermione."
"Yo te oí."
"No todo lo que digo es sobre ti, Hermione." Dijo Ron ahora perdiendo la paciencia.
Ella abrió la boca en furia, "¡Pero lo que dijiste ahora era sobre MÍ, Ronald Weasley!"
"¡Cómo sabes si no me escuchaste!"
Hermione se paró de un salto, "¡Claro que escuché, dijiste que era infantil!"
"¡Si escuchaste para que preguntas!" gritó Ron saltando igualmente de su silla.
Hermione cerró su boca y Ron vio como sus ojos se llenaban de lágrimas y comenzaban a brillar a la luz del fuego, el dolor marcado como una estaca claramente destacable. Todo el Gran Hall estaba observándolos, Ron no tenía el corazón para decir nada más.
Pregunto porque me importa lo que pienses de mí
Con una última mirada, Hermione dio media vuelta y salió del Gran Hall sin decir ni una palabra a nadie.
Ron se volvió a sentar, perplejo. El Gran Hall se mantuvo en silencio por dos minutos incómodos para el pelirrojo en cuestión, hasta que los murmullos y las risas comenzaron a llenar nuevamente el espacio. Ron se relajó un poco en su silla pensando en Hermione.
"Se te pasó un poco la mano." Dijo Harry quién durante el argumento había salido de su estado pensativo para apreciar el espectáculo.
Ron levantó una mano para pararlo, "Ni me lo digas."
"Ron." Dijo una voz tímida a un lado de el. Una chica morena y de ojos oscuros que llevaba una polera naranja amarrada alrededor de la cintura estaba parada a un lado de él muy sonrojada. "Soy Pola Richardson, de Hufflepuff."
"Hola... Pola."
La cara de Pola se iluminó al oír el saludo, "Hola." Repitió sonrojándose aún más. Ron la miraba expectante esperando que digiera algo o pensara algo.
¿Qué le digo? ¿Qué le digo? ¿A qué vine? Ah si...
"Bueno yo venía en representación de un grupo de chicas."
Ron parecía confundido, "¿Grupo?"
"Si, disculpa no te había explicado, te queríamos pedir tu autorización para hacer un pequeño grupo de admiradoras, de tñi por supuesto."
"Un club de admiradoras.... ¿De mí? ¿Qué tengo de especial? No he hecho nada de extraordinario."
"Claro que si, nos comprendes completamente."
"Solo ayudé a Hannah y unas cuantas chicas más."
"Y eso es lo que te hace especial, ¿Nos dejas hacer el grupo?"
Ron creía que era absurdo aunque por otro lado nadie nunca había hablado de un club de admiradoras de Harry Potter. "Está bien, ¿Cómo se llaman?"
"Admiradoras en Naranjo." Dijo apuntando con timidez al cabello de Ron. "Gracias." Y se fue saltando hacia la mesa de Hufflepuff donde un grupo pequeño de chicas no solo de esa casa estaban agrupadas muy nerviosas esperando a Pola.
Ella pareció comunicarles la noticia y todas saltaron.
Ron movió la cabeza de un lado a otro, todo era muy loco, todo incluso lo que estaba pasando con Hermione.
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