Lo que las Brujas Quieren.
Capitulo 10: Una estrella más.
Por: MissIntelligence
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Por mucho que Ronald Weasley trataba de mantenerse tranquilo y relajado, sus intentos fallaban al instante. La noche que se aproximaba rápidamente definiría muchas cosas importantes para él. Solo quería saber como reaccionaría Hermione, quién hasta el momento no pensaba en dirigirle la palabra de ningún modo.
"¡Vamos!" Exclamó Harry desesperado, "¡Digan algo de una vez¡"
Hermione pareció ignorarlo malignamente mirando hacia la chimenea y acomodándose ligeramente en el sillón del Salón Común en el que estaba sentada. Ron solo observaba la situación.
"Ya hemos pasado por esto antes, y ya no tenemos once años." Dijo Harry mirando de Hermione a Ron con los ojos bien abiertos y el ceño fruncido. "Hermione, tu eres la madura aquí."
"No tengo ni la más mínima intención de hablarle." Respondió ella cortante.
"¿Ron?" Intentó Harry mirando a su amigo esperanzadamente.
"Yo no tengo problemas en solucionar este problema, es ella quién no quiere hablar conmigo." Respondió Ron, cruzando los brazos lenta y suavemente, mirando a Hermione por el rabillo del ojo.
"¿Hermione?" dijo Harry mirando a su amiga.
Ella levantó su barbilla y miró hacia otro lado, negándose completamente a la posibilidad de arreglar el problema.
Harry gruñó y lanzó su revista de Quidditch a un lado murmurando algo que sonó como increíble.
Ron bajó la mirada desilusionado. Sabía perfectamente que Hermione no lo perdonaría de esa forma y solo esperaba que lo que estaba preparando para esa noche la convenciera y que finalmente le diera una nueva oportunidad. Esta vez, quizás, como algo más que un amigo.
Esa era otra de las cosas de la que estaba aterrorizado. Estaba confundido. ¿Era realmente tan fuerte lo que sentía por Hermione? ¿Tendría la valentía suficiente como para decirle que estaba enamorándose de ella? Le daba terror solo pensar en ese momento. Ella era una persona muy importante para él y la necesitaba a su lado.
Algo que también lo tenía impresionado era el hecho de que Hermione había logrado de alguna manera controlar su mente para que él no tuviera acceso a ella. Le daba escalofríos.
"Harry—" masculló Ron sin mirarlo de frente, "Acércate un momento."
Él se paró de mala gana de su silla y se acercó a Ron. "¿Qué?"
"¿Ya la convenciste para que esté a las nueve en la sala de Transfiguración?"
Harry asintió, "Pero no tiene idea a que vamos."
Ron miró distraídamente a Hermione, quién miraba sospechosamente al par de amigos conversando en privado con el ceño fruncido al igual que sus labios.
"Eso no importa. Gracias, te debo una."
Harry le dio una palmada en la espalda a Ron y volvió a su asiento rápidamente, lanzándose sobre él.
Ron suspiró suavemente en un nuevo intento por lograr un estado de relajación absoluta y esta vez lográndolo parcialmente. Poco sabía él que tal estado solo duraría muy poco.
Unos pocos segundos después de haber cerrado sus ojos, Ron sintió una mano en su hombro.
"Ron."
Ron abrió un ojo primero lentamente, seguido perezosamente por el segundo. Parpadeó un par de veces para ajustar la mirada y poder mirar correctamente a la chica que estaba frente a él.
"Necesitamos hablar contigo." Balbuceó Mary Mckenzie, sonrojándose fuertemente al hacer contacto visual con Ron.
Él entendió perfectamente a quién se refería y asintió parándose de su asiento y siguiendo a Mary fuera del salón común, ignorando por completo el '¿A dónde vas?' de Harry y la mirada severa de Hermione.
"¿Está todo listo?" preguntó Ron mientras caminaban hacia las puertas de Roble del castillo.
"Casi, necesitamos tu opinión en algunas cosas." Dijo Mary suavemente, aún con vergüenza.
Eres una estúpida Mary, controla tu propio rostro de una vez…
Ron intentó ignorar sus pensamientos, ya que lo ponían más nervioso aún, pero por alguna razón Mary le producía un sentimiento tranquilizante dentro de él.
Ya verá que todo le saldrá bien en su cita de esta noche, todo nos quedó espectacular, claro que Hannah solo se paró ahí dando órdenes con Rosie. ¡Uy!¡ Como la odio! Es peor que… que… ¡Snape!
Aunque le impresionó oír eso de Hannah, la primera oración lo hizo sonreír ampliamente. Él también esperaba que todo saliera bien.
El silencio entre ellos se mantuvo hasta que finalmente llegaron a la compuerta mohosa que daba a la vieja bodega. Mary la abrió y bajó por la escalerilla sin mirar a Ron. Él la siguió por la abertura pisándole los talones.
"¡Ron!" sonrió Hannah al ver que bajaba por la escalera, "¡Necesitamos tu opinión!" Y con eso dicho lo agarró del antebrazo y lo arrastró por el pasillo hasta la habitación donde el fuego ardía y la mesa seguía en su lugar.
"¡Ron!" exclamaron las chicas del club al verlo entrar.
"Tenemos un problema y no logramos llegar a un acuerdo." Dijo Rosie, acercándose a él y mirando a Hannah con desprecio. "
Hannah empujó en su cara dos ramos de flores, rosas rojas y violetas. "¿Cuáles te gustan más? Yo creo que las rosas son adorables."
"Las violetas son mucho más románticas." Corrigió Rosie desde su derecha.
Ron estaba confundido. Nunca en su vida había tenido que hacer una decisión tan… poco importante. ¿A las chicas les gustaban todos tipos de flores, verdad?
Las violetas, las violetas… son mucho más tiernas y bonitas, huelen mucho mejor…
Las rosas, Ron, son hermosas y románticas… elegantes y delicadas…
"¿Y bien?" preguntó Hannah algo impaciente.
"Er--- Yo creo…" Balbuceó Ron.
¡Las ROSAS!
¡Las VIOLETAS!
"Um… Las--- ¿Violetas?" probó Ron algo asustado.
Hannah parecía decepcionada. "Bien." Dijo con resentimiento lanzando las rosas rojas a un lado.
Rosie parecía muy satisfecha con ella misma y no era la única, varias chicas estaban riéndose silenciosamente de Hannah, en especial Mary.
"Bien, Ron," comenzó Rosie fijando su brazo alrededor del brazo de Ron. "Creo que ya está todo listo. Tenemos la mesa con las sillas, el fuego, la decoración y la comida, bueno el menú el sorpresa."
"¿El menú?"
"Por supuesto, ¿Qué esperabas ofrecerle a tu compañera hoy en la noche? ¿Ranas de chocolate?" dijo dando una pequeña risita como si solo pensar en la situación le fuera gracioso, "No Ron, a las chicas nos gusta lo sofisticado, lo elegante."
"Ya veo." Dijo Ron, algo incómodo.
"Anna y Mary se encargarán de servir la comida y luego se esfumarán para no molestarlos. Hannah y yo la estaremos esperando en la sala de Transfiguración para traerla hasta aquí dónde tu la estarás esperando. ¿Todo bien?"
Ron sonrió por primera vez emocionado con la idea, "Todo muy bien." Se dio vuelta para mirar al grupo de chicas que había hecho todo esto realidad. "No sé como agradecerles, de verdad que esto es muy importante para mí."
"Y si lo es para ti, también lo es para nosotros, Ron." Suspiró Hannah sentándose en una silla frente al fuego.
"Espero que algún día pueda pagarles todo lo que han hecho por mí." Rió Ron, muy feliz.
"¡Esto hay que celebrarlo!" Exclamó Rosie, sacando de una caja algunas botellas de cerveza de manteca, que repartió entre las chicas del grupo y Ron.
"Por Ron." Dijo Hannah levantando su botella al aire.
"¡Por Ron!" dijeron al unísono levantando sus propias botellas a la salud de Ron.
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Ron miró su reflejo en el espejo del baño y suspiró. No era un modelo pero debía admitir que no se veía tan mal, considerando lo cansado y nervioso que estaba. Pasó una vez más una mano por su cabello en un intento por hacerlo ver algo más casual y relajado. El cabello despeinado no le asentaba para nada, no sabía como Harry lo hacía para verse bien con su cabello y eso que ya no hacía el intento de domarlo.
Ajustó y estiró sus túnicas con sus largos brazos y se limpió la punta de sus zapatos en sus pantalones. Volvió la mirada una vez más al espejo y sin una segunda mirada cerró la puerta del baño detrás de él. Comenzó a bajar las escaleras que daban hacia el salón común.
"¡Ron donde andabas, es tarde!" exclamó Mary, ahora un poco roja pero de frustración.
Ron miró su reloj de pulsera, "Aún tengo media hora para llegar a… la guarida."
"¿Está loco? Se suponía que debías estar allá hace una hora para la sesión de vestuario." Respiró Mary, fuera de control.
"¿Vestuario?"
"Claro, no te dejaremos hacer el ridículo con… eso." Dijo Mary mirando a Ron de pies a cabeza.
"¡Hey!" exclamó Ron algo ofendido.
Mary descartó la mirada de enfado de Ron y comenzó a arrastrarlo del brazo hacia el retrato de la señora Gorda.
Es tarde, es tarde… Hannah y Rosie me matan… es tarde ¡AY!
"¿Qué vestuario tengo que usar exactamente?" preguntó Ron, sin saber que esperar.
"No tengo idea, yo solo cumplo órdenes de Hannah." Respondió ella marcando el nombre de la chica de Hufflepuff con odio.
Ron no sabía que esperar. Quizás que tipo de ropa tenían preparado para él…Solo esperaba que no fuese una camisa Muggle con flores… con ¿¡Rosas!?
"No sé si esto del vestuario sea buena idea, Mary." Respiró Ron.
"No me lo digas a mí, Hannah está a cargo." Refunfuñó Mary, corriendo a través de los terrenos de Hogwarts.
"Entra, rápido." Apuró la chica de tercero abriendo la compuerta y apuntando a la escalera.
Ron bajó lo más rápido que sus pies se lo permitieron y Mary pareció volar hacia abajo con mucha rapidez. "¡Rápido!"
Mary tomó a Ron del brazo, que a estas alturas ya debía estar morado, y comenzó a jalar de él para llevarlo a la sala. "¡Hannah, ya llegamos!"
Al decir esto, se escucharon pasos arrebatados y pequeños gritos, se escuchaba a Hannah dando órdenes rápidamente. "¡Al fín!" dijo ella, jalando, una vez más, de su pobre y maltratado brazo derecho. "Chicas, rápido."
Cinco chicas con las que Ron nunca había cruzado una palabra se acomodaron alrededor de él con varias prendas negras. Algunas comenzaron a tirar de sus túnicas.
"¡Un momento!" alegó Ron, sacudiendo las manos perversas que tocaban su cuerpo, "Díganme que ropa quieren que me ponga y yo mismo, con mis propias manos me desvisto, en un lugar privado."
Algunas chicas parecían desilusionadas pero aceptaron su decisión sin alegatos.
"Toma." Dijo Rosie, entregándole a Ron un esmoquin negro y una camisa blanca. Ron suspiró con alivio, no estaba tan mal. "Te lo puedes poner ahí adentro, ten cuidado de no arrastrar los pantalones por el suelo."
Ron abrió la puerta que Rosie había indicado y cerró la puerta detrás de él. Encendió la luz y vio que se encontraba en el lugar de almacenamiento de las pelotas de Quidditch. Varias Quaffles averiadas estaban desparramadas en el suelo y un par de Bludgers con muy poca magia tiritaban en una esquina. También, Ron pudo observar, habían algunas escobas que parecían haber estado ahí por siglos.
Con su mano, Ron limpió el polvo de una de las cajas para poder acomodar el esmoquin mientras se despojaba de sus túnicas. Al poner la ropa encima de la caja, sin querer volteó un canasto que tenía varias pelotas pequeñas adentro.
Después de haber tosido por varios minutos a causa del polvo, Ron se dio cuenta que una Snitch sin vida había rodado hasta sus pies. Con mucho cuidado de no botar nada esta vez, se agachó para recoger la pequeña pelota, la llevó cerca de sus ojos para examinarla más de cerca. Estaba claro que era muy antigua, pero eso no fue lo que más le llamó la atención, en el costadoderecho habían grabado las letras L.E. sobre la superficie dorada de la Snitch y en el costado izquierdo, Ron notó que tenía otras dos letras grabadas, J.P.
Ron se encogió de hombros y guardó la Snitch en el bolsillo de sus túnicas pensando que sería un lindo regalo para Harry.
"¿Ya estás listo? Rosie y yo ya nos vamos a buscarla." Llamó Hannah a través de la puerta.
"Ya casi." Mintió Ron, sacándose su ropa rápidamente y tratando de averiguar de qué manera iba el esmoquin.
Una vez que pudo descifrar la extraña estructura del esmoquin y que pudo ajustarla a su cuerpo, salió de la habitación para encontrarse con una Hannah muy aburrida.
"Ya era--- ¡Ron, te ves…guapísimo!" Exclamó Hannah, sonrojándose.
"Eh, gracias." Murmuró Ron.
Rosie parecía sin habla.
"¿Ya se van?" preguntó Mary desde una esquina.
"Si, si, nos vamos a buscarla, preparen todo, tú y Anna. El menú." Dijo Rosie torpemente. Mary asintió y desapareció en una de las puertas del fondo.
"Buena suerte, Ron. Ya no te veremos." Dijo Rosie besando su mejilla, seguida por Hannah. Él solo se quedó parado ahí, tieso como un roble, observando como se desvanecían en la oscuridad.
Frotando sus manos nerviosamente, Ron se sentó en una de las sillas que acompañaban la mesa, que brillaba elegantemente bajo la luz de las velas. El controversial ramo de violetas se encontraba a un lado de la mesa, Ron comprendió enseguida que eran un regalo para Hermione. Tomó el ramo en sus manos y miró a su alrededor, esperando pacientemente.
Tomó una de las botellas de cerveza de manteca que habían puesto en la mesa, la abrió y vertió su contenido en dos copas idénticas.
Miró su reloj de pulsera. Dos minutos para las nueve de la noche. Bebió de su copa intentando no atorarse de los nervios. Miró su reloj una vez más, solo un minuto.
Bajó su copa rápidamente al oír pasos y voces a lo largo del pasillo. Ajustó su corbata ligeramente y estiró su ropa.
"¿Hay alguien aquí?" resonó una voz que Ron conocía muy bien.
Desde la oscuridad apareció la figura de Hermione. Quién vestía un vestido violeta (Seguramente obra de su club) y zapatos blancos. Su cabello estaba suelto y tan enmarañado como siempre, pero por alguna razón a Ron le parecía más hermoso y suave que nunca. Como una estrella más.
"¿Ron?"
"Hola, Hermione."
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N/A: Jejeje, los dejé colgando!! Lo sé, y lo siento pero así es. Los que ya terminaron de leer el quinto libro pueden haberse dado cuenta de un par de cosillas jeje, pero no les digo más.
Ahora contesto algunas reviews:
Lipi Weasley: Muchas gracias por dejar tus reviews constantemente!! Significan mucho para mí.
Alejandra grint: Si es verdad, me demoré bastante en poner estos capítulos, pero más vale tarde que nunca, verdad?
Am@nda: No te preocupes, que todavía me acuerdo de Verano Muggle, quiero terminar esta historia primero para dedicarme de lleno a la otra.
Eso es todo por ahora, dejen sus reviews!!
Si quieren estar al tanto de las actualizaciones de mis historias pueden entrar a livejournal.com/users/franweasley donde publicaré un mensaje cada vez que actualice una historia.
