Lo que las Brujas Quieren

Por:  MissIntelligence

Capitulo 12:  Por arte de magia.

Nota: Dios mio. Mucho tiempo, lo sé. No saben las cosas que me han privado de esta escritura! Muertes, tareas…etc... Muchas cosas desagradables. Quiero darles las gracias a todas las personas que mandaron e-mails una vez más pidiendo otro capitulo y alabando mi escritura, significa mucho para mi.

Disfruten el último capitulo de 'Lo que las Brujas Quieren.'

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Ron se levantó a la mañana siguiente completamente renovado. Era como si el sol brillara con más fuerza que de costumbre, como si los pájaros cantaran con más ganas sus melodías y como si todos los problemas que lo agobiaban hubieran desaparecido por arte de magia. Se respiraba otro aire por los pasillos del castillo cuando se dirigía al Gran Hall para desayunar.

Por alguna razón los comentarios sarcásticos e hirientes de Draco Malfoy no le molestaron cuando se acercó a él para molestarlo, y las palabras cínicas del Profesor Snape quedaron en el aire cuando pasó por su lado. Todo era perfecto.

"Bueno días." Saludó Ron a Harry, sentándose lleno de jovialidad.

"Hola." Respondió Harry ausentemente. "¿Por qué tan feliz?"

"Fácil de adivinar, ¿no crees?" le sonrió Ron, tomando una tostada y untándole mantequilla, tarareando despreocupadamente.

"Mmm… me alegro por ti." Dijo Harry reprimiendo un bostezo y dando una palmadita en el hombro de Ron.

"¿Y a ti que te pasa?" le preguntó Ron, sin muchas ganas de escuchar problemas ajenos pero era su deber como amigo al menos interesarse un momento por Harry.

"Nada. Tengo sueño."

"Ah."

Harry cerró sus ojos y no se volvió a mover hasta que Hermione se sentó en frente de él, sacudiendo la mesa un poco al acomodarse. Harry abrió un ojo por un momento algo molesto y al ver que solo era Hermione lo volvió a cerrar.

Hermione lo miró extrañada por unos segundos y luego se volvió hacia Ron con una expresión confundida apuntando a Harry, como preguntando que le sucedía. Ron se encogió de hombros.

El volver a ver a Hermione significaba para Ron volver a revivir los hermosos momentos que habían pasado juntos la noche anterior; el fuego, las velas, la comida, sus ojos, su pelo, su aroma.

"¿Cómo dormiste?" preguntó Hermione sirviéndose chocolate caliente en una taza y acomodándose el cabello detrás de la oreja.

"Excelente, ¿y tu?"

Hermione tomó un sorbo de su chocolate, deslizando su mano a través de la mesa para tomar la de Ron, "Muy bien."

Ron le sonrió apretando la mano de Hermione suavemente con sus dedos.

"Quiero darte las gracias por lo de anoche, Ron." Dijo ella, pensativa.  "Nunca creí que fueses capaz de algo así. Bueno la verdad es que antes tampoco te creía capaz de mentir de la manera en que lo hiciste."

"Hermione…"

"Lo sé, lo sé." Rió ella soltando su mano para beber de su taza, "Solo estaba meditando las cosas."

"Ya me había asustado." Dijo Ron realmente aliviado, por un momento pensó que todo lo que había logrado la noche anterior se había derrumbado en unos cuantos segundos. "Creo que algunas veces piensas demasiado Hermione."

"Es el mejor ejercicio del mundo Ron. La mente humana es tan poderosa." Reflexionó Hermione, "Es increíble a las conclusiones que uno puede llegar pensando las cosas más de dos veces."

Ahora que Hermione lo mencionaba de tal manera, quizás, pensar las cosas no vendría nada de mal algunas veces. Si él hubiera pensado más de una vez y seriamente sobre su situación en el pasado lo más probable era que se hubiese ahorrado muchos problemas con Hermione.

"Pero admito que algunas veces pienso demasiado. Me gustaría poder se un poco más alocada algunas veces, actuar en mi impulso, pero dudo que exista en mi cosa tal como el impulso." Dijo ella, recibiendo la correspondencia que venía recién llegando.

"Todos tenemos impulsos." Acotó Ron, mascando un pedazo de tocino.

"Hermione no, ella es especial." Dijo Harry en una voz lenta y profunda aún con los ojos cerrados, por lo que no pudo ver la mirada de odio que Hermione le estaba dedicando en ese momento.

"Claro que es especial." Dijo Ron, sonriendo sin mirar a Hermione, pero pudo ver por el rabillo de su ojo como ella se había sonrojado solo un poco.

Harry dio un bostezo largo y se levantó abriendo sus ojos solo un poco, "Yo creo que me voy a dormir un poco." Y sin decir otra palabra más desapareció por las puertas de Gran Hall.

"¿Qué le sucede?" preguntó Hermione preocupadamente.

"No sé, anda muy raro."

"¡RON!" gritó Ana desde una esquina de la mesa de Gryffindor, alentándolo con sus manos para que se acercara a ella.

"Tus fans te invocan." Dijo Hermione con voz monótona.

"Si… mejor voy a ver que sucede." Dijo Ron.

"Vete y no vu-"pero Hermione no pudo terminar la oración porque Ron se había inclinado ligeramente sobre la mesa para besar sus labios.

"Nos vemos luego." Le dijo luego dejando sus labios después de unos segundos. Ron estaba conciente de que a más de la mitad del Gran Hall le había llamado la atención el espectáculo, pero no le importaba.

Ron se levantó de un salto de la silla y se apresuró para poder hablar con Ana de una vez, "¿Por qué tanto grito?"

Ana le sonrió como de costumbre, "Bueno queremos saber como te fue."

Ron estaba a punto de abrir la boca para responderle cuando ella lo hizo callar, "¡No! Después nos cuentas a todas juntas, vamos a la guarida ahora mismo, están todas esperándote."

Él no tuvo tiempo para quejarse de nada ya que Ana lo cogió del brazo y comenzó a arrastrarlo fuera del castillo a través de las enormes puertas de roble que los separaban de los extensos terrenos de Hogwarts.

El césped estaba humedecido por el rocío matutino y el sol brillaba fuertemente sobre las aguas del lago, dónde el calamar gigante descansaba sus tentáculos en una roca.

Cada cosa que veía o que pensaba le recordaban a Hermione. En ese momento ella lo era todo para él, estaba rebalsando de amor.

Sin antes asegurarse de que no había nadie mirando, Ana levantó la compuerta que daba hacía la guarida subterránea y sin esperar a Ron comenzó a bajar rápidamente.

Ron respiró profundamente y  arremangándose el sweater para refrescarse un poco, puso uno de sus pies en la escalera, ignorando los gritos apurados de Ana.

"Ya voy, Ana, ya v--- ¡ahhhhhh!"

Ron había resbalado y caído al suelo en un par de segundos. Solo se escuchaban los gritos de auxilio de Ana cuando todo alrededor de Ron se desvaneció por completo y lo único que quedó para su compañía fue la eterna oscuridad.

***

"Con esos músculos podría haber aguantado un poco más Señor Weasley ---Mmm, cada día mejor, veo que las prácticas de Quidditch son efectivas --- Idiota----Concentración Hermione. Aunque está  ahí en frente. Concentración dije--- Respira hondo, lejos, lejos, no te me acerques--- Ya no te creo. Sé que me puedes escuchar. No sé como pudiste mantenerme engañada de esta forma todo este tiempo, haciéndome creer que habías cambiado, de que de alguna forma me entendías.

No.

¡NO!"

Ron se despertó bañado en sudor, respirando entrecortadamente y con mucha dificultad. Le tomó un par de minutos darse cuenta que era lo que realmente había sucedido, dónde se encontraba y que un terrible dolor en su espalda lo estaba matando.

"Ah, Señor Weasley, vuelva a recostarse, por favor." Dijo Madame Pomfrey, entrando a la habitación con varios frascos llenos de un líquido verde en las manos. "Creo que se me olvidó darle una poción para que pudiera dormir sin soñar. Mi error."

Fue en ese momento que Ron recordó vagamente lo que había pasado y la razón por la que se encontraba en la enfermería.

La enfermera puso una mano en su cuello y otra en su frente obligándolo a que se recostara sobre la almohada. "Mueva su cabeza lo menos posible, sufrió un golpe bastante fuerte como para dejar hasta al más fuerte inconsciente."

El dolor en su cuello y su espalda era continúo y muy doloroso en todo sentido, tanto así que moverse implicaba mucha fuerza de voluntad. Aún le costaba trabajo entender que había pasado. No sabía como cosas tan estúpidas le pasaban todo el tiempo a él.

Alguien golpeó en la puerta. Madame Pomfrey frunció el entrecejo y dejó los frascos que llevaba a un lado. "Espereme aquí, no se mueva."

."

Como si fuese tan sencillo moverme, pensó Ron, pero asintió de todas maneras viendo como la enfermera abría la puerta.

Luego de lo que pareció una larga discusión entre Madame Pomfrey y varias personas, un grupo de chicas entró en la habitación llevando regalos y tarjetas varias.

"Hola, Ron. ¿Cómo te sientes?" preguntó Mary entre el montón, dejando una caja de Ranas de Chocolates en la mesita de noche.

"Me duele todo, pero estaré bien." Respondió Ron en una voz ronca.

Ana dio un paso hacia delante con la cabeza agachada tristemente, "Esto es mi culpa, lo siento mucho."

"Claro que no es tu culpa," rió Ron, sin saber como actuar, "El pasto estaba húmedo y me resbalé, a cualquiera pudo haberle pasado."

"De todas formas debí quedarme a ayudar." Susurró Ana, dejando una carta que parecía muy extensa en su velador.

"No te preocupes." Dijo Ron acomodándose con mucho esfuerzo en la cama. "Yo quería darles las gracias. Anoche todo salió de maravillas, todo era como un sueño y todo gracias a ustedes.

Quien hubiera imaginado que tantas chicas estarían interesadas en ayudar a un tipo como yo."

"Tu no eres cualquier tipo, Ron." Dijo alguien del montón y todas parecieron estar de acuerdo.

"En todo caso… Muchas gracias."

En ese momento la enfermera regresó a la habitación y corrió rápidamente a todas las chicas de una vez entre muchos alegatos y grititos de enojo.

"Ahora, Señor Weasley, tiene una visita más, solo una."

Ron asintió y una sonrisa apareció automáticamente en su rostro al ver a Hermione entrar por la puerta. En cuanto Madame Pomfrey estuvo fuera de la sala, Hermione se acercó y besó los labios de Ron suavemente.

"¿Cómo estás?" susurró en su oído, acariciando al mismo tiempo sus mejillas.

"Sobreviviré." Sonrió Ron, algo débil.

"¿Como diablos te fuiste a caer?" preguntó Harry desde la puerta. Estaba apoyado en el marco de la puerta con los brazos cruzados, sonriendo burlonamente. "Creí que el cliente preferencial de la enfermería era yo."

Ron no puedo evitar reírse, "Harry… Cállate."

El que Harry se hubiese aparecido por la enfermería le recordó algo a Ron. "Hermione, pásame mis túnicas, por favor."

Ella lo miró extrañada pero hizo lo que él le pedía y sin chistar caminó hasta la silla donde estaban sus ropas y se las pasó.

"¿Qué haces?" preguntó Harry con curiosidad.

"Creo que la tenía por aquí…" murmuró Ron, buscando entre sus bolsillos algo frustrado. "¡AJÁ!"

De su bolsillo derecho sacó la Snitch dorada con las letras, L.E grabadas que había encontrado en la vieja bodega de Quidditch de la guarida. "¿Esto significa algo para ti?" preguntó a Harry, poniéndola entre sus manos.

Harry se subió los lentes y acercó la pequeña pelotita a sus ojos, examinándola cuidadosamente. Por un momento Ron pensó que no tenía ni la más mínima idea de que significaba L.E, pero después de unos minutos de silencio, una sonrisa se formó en el rostro de Harry lentamente y un brillo de felicidad llenó sus ojos.

Él levantó la vista y dijo, "Esto es increíble."

"¿Qué significa L.E?" preguntó Ron sin poder aguantarse.

Harry volvió a sonreír ampliamente mirando la Snitch una vez más, "Significa… Lily Evans."

Hermione subió las cejas y sus ojos se ensancharon, "¿Tu mamá?"

Harry asintió, "Mi padre jugaba Quidditch."

Ron estaba realmente sorprendido.

***

Pasaron varios días antes de que Ron se sintiera lo suficientemente repuesto como para volver a clases. Esos días en la enfermería le había servido enormemente. Les sirvieron para pensar, tal como Hermione le había recomendado y tal como ella dijo, llegó a conclusiones que en el pasado nunca habría podido estructurar.

Le habían pasado tantas cosas en tan poco tiempo, que a penas se había dado el tiempo para digerir todo lo que le estaba sucediendo en ese momento. Sólo hace un par de semanas era un chico más del montón en Hogwarts, sin novia y sin amigas a parte de Hermione. Ahora era alguien popular entre las chicas y con más amigas que cualquier chico en Hogwarts, sin olvidar el hecho de que tenía novia. La mejor de todas.

Pero fue cuando estaba saliendo finalmente de la enfermería cuando Ron paró un segundo en el pasillo. No había pensado en algo.

Pansy Parkinson pasó por su lado, ignorándolo completamente. Ron se escondió detrás de una estatua y se quedó en silencio, intentando oír algo.

Nada.

Ron sacudió la cabeza y siguió caminando. Seguro que Pansy no estaba pensando en nada en ese momento.

No pasó mucho rato cuando Ron volvió a escuchar voces femeninas en el pasillo. Se volvió a esconder e intentó escuchar algo una vez más.

Nada.

Lo había perdido.

Se había ido.

Lo que lo había hecho especial se había esfumado.

No estaba.

Ron se sentó en el suelo y hundió su rostro entre sus manos. Ya no podía escuchar los pensamientos de las chicas, su poder había desaparecido. No sabía exactamente cómo, si por el golpe o porque el efecto se había terminado, pero si sabía que ya no estaba.

"¿Ron?"

Él levantó la vista. Hermione estaba parada en frente de él con una sonrisa pícara en su rostro, "¿Qué haces ahí?" rió.

Ron le sonrió con dificultad, "Me acabo de dar cuenta de algo."

Hermione frunció el ceño y se sentó junto a él en el suelo dejando la pila de libros que llevaba a un lado, "¿De que?"

"De que ya no puedo escuchar los pensamientos de las chicas." Dijo Ron suspirando.

Hermione pareció algo impresionada al principio pero luego tomó la mano de Ron y dijo, "¿Crees poder vivir sin eso?"

"No sé."

"¿Por qué?"

"Ese poder me dio todo lo que tengo ahora, quien me asegura que ahora sin él todo desaparecerá."

"Yo no voy a ningún lado." Dijo Hermione suavemente mirando el suelo, pero sin dejar de observar a Ron por el rabillo del ojo.

Un sentimiento de profunda felicidad volvió a surgir dentro de Ron. Quizás el vivir sin el poder que le había dado tanta felicidad y tanta frustración no sería tan difícil teniendo a la bruja más inteligente, bonita y simpática de Hogwarts junto a él… al menos hasta cuando su brujita lo quiera.

FÍN!

***

NOTA:   Chicos, chicas, este es el fin. No más 'Lo que las Brujas Quieren'. No creo que haya una secuela porque creo que la historia está bien terminada y seguirla sería un crimen. Espero que les haya gustado el final y la historia en general.

Quisiera agradecer a todos los fieles lectores que siguieron esta historia, aunque me hay demorado MUCHO en terminarla. Me divertí mucho escribiendo los pensamientos de las chicas y armando las locuras del club de fans.

Para los que se preguntan que proyectos tengo en mente, les tengo que decir que es por necesidad artística que he decidido volver al D/HR, volver un poco a mis raíces, así que para todas/todos los/las DRACO FANS, esperen alguna historia mía por ahí

Muchas gracias otra vez!!

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