::: Confusión del Corazón ::: Capítulo 3: Desesperación y un Misterio. Autora: Sakura Kat.

Tomoyo fue a su casa, con una gran emoción y esperando

que se hiciera miércoles, el día en que vería a Shaoran de nuevo,

pero, por qué Tomoyo estaba en contra de estas emociones que sentía

por Shaoran? Eso era lo que se preguntaba ella, mas nunca podía seguir pensando en ello porque le dolía. A pesar de que había acordado ir al parque, y en el fondo sentía la gran emoción de ir, Tomoyo decidió cancelar la salida, porque ya no podía resistir más la sensación de traición hacia su amiga Sakura. Ella era su mejor amiga, no podía sentir algo más que amistad por Shaoran. Simplemente no podía.. o por lo menos eso era de lo que ella trataba de convencerse. Decidió llamar a Sakura para saber cómo estaba. Sakura todavía estaba en sus vacaciones en la playa, estaba en casa de un pariente suyo cuando sonó el teléfono: -¿Bueno?-contestó Sakura. -Sakura, soy yo, Tomoyo! -Hola Tomoyo!! Espera, ¿ocurrió algo malo? -Eh... no, no te preocupes, nada ha cambiado, todo está bien.-respondió Tomoyo muy nerviosa. -Qué bueno, sólo quería asegurarme. -Sí, no te preocupes Sakura. -Bien, ¿cómo has estado Tomoyo? -Muy bien, gracias por preguntar, a ti como te ha ido? -Genial, ahora me tengo que ir, voy a ir a un acuario-respondió alegremente Sakura. -Bien, entonces, nos vemos! -Adiós. Al colgar el teléfono, Tomoyo sintió cómo su corazón latía más rápido, y tenía la sensación de haberle mentido a Sakura. -No, no le he mentido, no tengo por qué sentirme como una traicionera, a mí no me gusta nadie.-dijo para sí misma en voz alta, lo bastante alta como para que su mamá la escuchara. -¿De qué hablas, Tomoyo?-le preguntó algo preocupada su madre, Sonomi Daidouji. -De nada mamá, estaba hablando para mí misma, no te preocupes. -Tomoyo, si hay algo que me quieras decir, sólo dímelo, de acuerdo? -Está bien mamá, pero no hay nada que decir. Al decir esto, Tomoyo subió las escaleras y entró a su habitación. La habitación de Tomoyo era preciosa: tenía una cama muy grande, un hermoso tocador con un espejo en él, otro espejo de cuerpo completo, una puerta que daba al cuarto de audiovisual, y una ventana que daba a un balcón desde el cual se podía ver la ciudad y la puesta de sol. La habitación estaba decorada de tonos rosas y violetas. La ventana tenía unas bellísimas cortinas transparentes y rosas, y una ligera brisa hacía que éstas se movieran un poco. Tomoyo se soltó el cabello, de tal forma que los rizos le llegaban un poco más bajo que la cintura. Se cambió y se puso un hermoso vestido color rosa. Se sentó en su cama, y se puso a pensar. Pensar en todo lo que había sucedido hasta ese momento. Estaba muy melancólica. No sabía ni qué era lo que en verdad sentía. Era toda una confusión de sentimientos: lo que sentía por Shaoran, lo que sentía al hablar con Sakura. no quería traicionar a su amiga, pero tampoco podía resistir el impulso de tener cerca de ella a Shaoran. Sentía ardor en el pecho, cada vez que pensaba en Shaoran, sentía que su corazón latía mucho más aprisa, pero, al mismo tiempo, sentía un dolor indescriptible con palabras porque sentía que, al querer a Shaoran, le hacía daño a su mejor amiga. Lo peor de todo era que ella ya sabía que Shaoran quería a Sakura, es decir, aunque no le importara el dolor, su amor con Shaoran nunca iba a poder ser posible. -¿Por qué a mí?-una lágrima recorrió su mejilla.- siempre soy yo la que apoya a los demás, siempre soy yo la que los ayuda, pero, es que, ¡no es justo! Yo nunca tengo a alguien que me apoye tanto como yo apoyo a los demás, y cuando por fin me gusta alguien, a ese alguien le gusta mi mejor amiga! Simplemente no es justo! -dijo Tomoyo, esta vez llorando desconsoladamente.-y, lo más probable, es que a Sakura después le guste Shaoran!!-dijo Tomoyo, llorando frenéticamente. Tenía ganas de sacar todo lo que sentía en ese momento, de expulsarlo, y ya nunca más saber de ello. Era como si, todo lo que sentía dentro de su alma, lo quisiera decir, aunque fuera a ella misma, pero soltarlo, no retenerlo ni un solo minuto más. Cuando empezó a atardecer, Tomoyo ya se había calmado. Decidió calmarse porque su mamá le gritó desde el piso de abajo que si estaba bien, y eso la forzó a serenarse. Se levantó y fue hacia la ventana, donde el suave viento que corría secó sus mejillas que aún estaban empapadas de lágrimas. Salió al balcón, donde vio cómo se ocultaba el sol, el cual con sus últimos rayos de luz iluminaba las nubes de diferentes colores. Viendo aquel bello espectáculo, sonrió por primera vez en ese día. Lo que Tomoyo no sabía era que, desde el techo de la casa de enfrente, estaba alguien vigilándola.

Bien, espero que les haya gustado este capítulo, y que manden sus reviews! Por cierto, agradecimiento a: Engel Hope: no te preocupes, estaré poniéndole nuevos chapters seguido, y gracias! Saludándolos, Sakura Kat.