Nada de esto es mío, por desgracia si dijera que sí, me crecería la nariz como Pinocho.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

4º El castillo.

Escondido en un bosque lleno de arboles de tronco verde y hojas plateadas se encontraba un castillo en el que sólo se puede entrar si el señor que habita en ella quiere que accedas al castillo. En una de las habitaciones se encontraba un hombre con cara de serpiente, dos mortífagos y un elfo doméstico.

- ¡Dochin!- el elfo doméstico levantó la cabeza- las instrucciones que te daré ahora son muy importantes así que escucha - Voldemort le entregó a Dochin una botella llena con un líquido color plateado - Consigue que Dumbledore te dé un trabajo en las cocinas, y pondrás este líquido en el plato de Potter, muy poco líquido, o notara un sabor amargo. Ahora ¡Vete!. Cuando el elfo doméstico se fue uno de los mortífagos se dirigió a Lord Voldemort.

- Señor... - era la voz de Lucius Malfoy- no cree que sería más apropiado, y no es que dude de su inteligencia...

- Al grano, Lucius- lo apuró Voldemort.

- Pues... que sería más fácil secuestrar al chico y matarlo a tener que envenenarlo poco a poco.

- ¿Quién te ha dicho que lo estoy envenenando? Hace unos dos meses me entere de la historia del chico, él puede darme el poder absoluto. La poción que le he dado al elfo, es para poder controlarlo con la ayuda de un amuleto que tiene Dumbledore. Si consigo ese amuleto, y lo haré, y el chico toma la poción, podré controlarlo sin que él pueda hacer nada al respecto.

- Pero... señor- tartamudeó Colagusano - La poción tardara mucho en hacer efecto, ¿por qué no lo secuestramos y lo obligamos a tomar la poción?

- No, hasta que todos los mortífagos que están en Azkaban se unan a mí. Por cierto ¿qué se sabe de los gigantes?.

- 36 se han unido a nosotros, 25 están... con Dumbledore. Potter debió contarle sus planes.

- Da igual. Pero intenten conseguir a todos los dementores, ellos son más importantes si queremos volver al poder. El señor Malfoy y Colagusano se iban a ir pero a Malfoy se le ocurrió algo.

- ¿Cómo sabremos que la poción le ha hecho efecto?- preguntó.

- La cicatriz... sangrara- dijo Voldemort con una sonrisa en la cara - Lucius - el señor Malfoy se dio la vuelta- Tengo entendido que la hija de Kinomoto está aquí, me puede ser muy útil, y me puede beneficiar mucho. Averigua porque la trajeron aquí, sabiendo los riesgos que corre.

- Si, señor- Malfoy hizo una reverencia y se marchó cerrando la puerta.

- Serán míos Potter y Kinomoto, maté a sus padres por error, y no debí matar a sus madres, pera ésta vez no se escaparán, los tengo en mis manos- dijo Voldemort riéndose fríamente.

En ese preciso momento, en la torre Griffindor, se despertaron sudando y con dolor de cicatriz un muchacho y una muchacha, bastantes asustados por cierto.

Algunos rayos del sol asomaban por la habitación, pero aún era muy pronto para comenzar las clases. Harry no recordaba el sueño que había tenido, solamente una parte, en donde Voldemort dijo que lo tenía en sus manos y a otra persona más, pero no se acordaba de quién podía ser. Se vistió y bajó a desayunar, aunque sabía que no habría nadie porque era muy temprano.

Al llegar al Gran Comedor solamente había cuatro profesores, Snape, Lupin, Arabella y el profesor Dumbledore. Poco después que Harry llegara, entró Sakura con cara preocupada, y se sentó a desayunar un poco apartada de él. Harry se le acercó y entablaron conversación rápidamente, aunque ambos con un visible color rojizo en sus caras.

El profesor de pociones miró a Harry como si estuviera pensando cuál sería la mejor excusa para quitarle puntos a Gryffindor, en cambio Dumbledore los miro sorprendido.

- ¡Que madrugadores!- se asombró el director.

- Seguramente traman algo- comenzó a sospechar injustamente Snape.

- Ten un poco de fe, Severus, puede que este año no se meta en tantos líos.- contestó Dumbledore dedicándoles una sonrisa. A medida que pasaba el tiempo fueron llegando otros alumnos. Cuando llegaron Hermione y Ron, también se pusieron a hablar con Sakura.

- ¡Los horarios de quinto!- exclamó Hermione mientras los repartía.

- ¡Maldita sea!- replicó Dean - parece que las únicas casas en Hogwarts son Gryffindor y Slytherin.

- ¿Por?- preguntó Harry.

- Las clases de arte del duelo la haremos con los de Slytherin - contestó enfadado Ron, mientras observaba su horario.

- Si no se llevan bien con los de Slytherin ¿Por qué no se alegran de que les toque juntos?- dijo Sakura, y todos la miraron extrañados- En la clase de duelo, se supone, que nos batiremos, así podrán vengarse de alguno de ellos, como Draco Malfoy, sin que los puedan expulsar- se explicó Sakura. Y todos asintieron esperanzados con la idea de mandarles alguna maldición.

- ¡Ah!- Hermione miró su reloj y dio un salto - ¡Faltan cinco minutos para las clases! Todos comenzaron a imitar a Hermione y a mirar sus relojes, mientras hablaban ¡no se habían dado cuenta de que los alumnos se había ido poco a poco!

- Rápido, rápido ¿Qué toca?- dijo Seamus.

- Defensa contra las artes oscuras con Figg- dijo Ron mientras volaba hacia la puerta.

- ¡Eh, eh! ¿Dónde está la clase de defensa contra las malas artes?- preguntó Sakura mientras la mayoría de miembros de Gryffindor salían en desbandada hacía el pasillo. Harry vio que Sakura corría detrás de ellos sin llegar a alcanzarlos, de manera que se dirigió hacía ella, le agarró de la mano y la fue llevando hasta la clase. Pero con la prisa, Harry piso sin querer uno de los escalones-trampa.

- ¡MALDITA SEA!- vociferó enfadado Harry.

- Tranquilo- le dijo Sakura mientras lo ayudaba a sacar la pierna del escalón.

- Me gustaría encontrarme con el genio que se le ocurrió hacer estos escalones.

- Seguramente ya debe de estar muerto- dijo Sakura mientras buscaba con la mirada al resto del grupo. Sakura y Harry fueron caminando (para no llamar la atención de ningún profesor) hacía la clase.

- Las nueve en punto, no llegamos- dijo desesperanzado. Siguieron caminando hasta que se encontraron frente a frente de la puerta, tocaron y una voz femenina les indico que pasen.

- Kinomoto y Potter si no me equivoco ¿Pueden darme un buen motivo por su retraso?

- Pues...- balbuceó Harry.

- Veníamos del comedor, un profesor quería hablar conmigo y Harry, muy amablemente, me espero para acompañarme hasta la clase- mintió Sakura, diciendo lo primero que se le venía a la mente. Harry la miró sorprendido.

- En ese caso, pasen- dijo Arabella amablemente. Harry y Sakura se fueron a sentar al final del aula, cerca de Ron y Hermione.

- ¿Qué paso? - murmuró Ron.

- Metí el pie, sin darme cuenta, en uno de esos malditos escalones-trampa- dijo Harry.

- ¿Te cae bien Sakura?- preguntó Hermione en voz baja, para que Kinomoto no la escuche.

- Sí, es muy simpática- dijo Harry. Ron lo miró con una extraña sonrisa pícara, pero enseguida se concentró en mirar a Arabella, que estaba explicando sobre unos extraños bichejos que vivían en el norte de Noruega, que mataban y luego devoraban a los centauros, y es por ésta razón había pocos en ese país. El día paso sin ningún inconveniente, excepto porque Snape le había descontado 20 puntos a Griffindor, o por cierto comentario que hizo la profesora Trelawney. Ésta se dirigió a Harry que estaba intentando ver en la bola de cristal algo más que pura niebla.

-¡Oh, Dios! El mal se acerca a ti, ten cuidado y no confíes en quien no debes- la profesora de adivinación miró a Sakura que le dirigió una mirada llena de odio. Y como ven, Sakura eligió como materias extra-curriculares Adivinación, Aritmancia y Cuidado de las Criaturas Mágicas. Luego de dos horas de Defensa Contra las artes oscuras, dos de Adivinación, del almuerzo, dos de Transformaciones y dos de Pociones; el trío aunque con una nueva integrante, se encontraba en la sala común de Griffindor haciendo todos los deberes que les habían mandado los profesores.

- Maldita sea- dijo Ron, muy enojado tirando la tarea de transformaciones al fuego- recién acabamos de llegar y ya nos quieren matar con trabajos y tareas, pero que le pasa a todo el mundo.

- Este año tendremos que rendir los exámenes de quinto, es por eso que los profesores nos quieren preparar todo lo posible, - le contestó Hermione - aunque... tal vez se pasaron un poco- dijo mirando la cara llena de odio de Ron.

- Ron vas a ir a las pruebas para guardián- le preguntó Harry -son dentro de dos días.

- No me gusta el puesto de guardián, sino de cazador.

- Esos están ocupados hasta el año que viene- le informó Harry.

- Ya lo sé- le dijo Ron algo deprimido, pensando que tendría que esperar hasta el año entrante.

- ¡Se puede saber por qué no nos dijiste nada Harry!- exclamó Hermione enojada.

- Que YO sepa no jugás Quidditch- dijo Harry, resaltando el yo.

- Yo no juego y no sé vos Sakura, pero igual deberías habérnoslo dicho, no te parece.

- Bueno ahora ya estás enterada- le contestó Harry malhumorado - por cierto ¿Jugás Quidditch Sakura?.

- Algo- fue lo único que contestó, con la mirada perdida. Luego de ir a cenar, Harry y Ron se fueron a sus cuartos a dormir y las chicas hicieron lo mismo.

- No te parece un poco distraída, como si su mente estuviera en otro lado- le dijo Harry a Ron, mientras se ponían el pijama.

- ¿Eh?, de quién hablás.

- De Sakura, de quién más sino- le dijo Harry, mientras se acostaba en la cama para dormir.

- Y vos como sabes- le preguntó Ron con picardía.

- Me sucede a menudo- le contestó sin darle mucha importancia - buenas noches.

- Buenas noches.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

Hola a todos!!!!!!! Bueno dije que pronto subiría el cuarto capi y lo hice =D Que les pareció? Les gustó, espero que les haya gustado, y que me dejen sus opiniones!!!!!! Estoy muy mal, porque este Es el cuarto cap. Que subo y solamente tengo un review, bua bua espero que me ayuden con eso, si? Bueno el otro capitulo se llama "El capitán", lo subiré dentro de poco, se los prometo. Besos.
*Lily_Hermione*