DÍSELO
Cap 2: La cena
Autor: Lourdes
Disclaimer: Si fueran míos, ya habría hecho detener al equipo de guionistas
por atentar contra las ilusiones de los espectadores
Críticas, felicitaciones y amenazas: lourdespalma294@hotmail.com
Categoría: HMR, of course
Spoilers: La historia parte del final del primer capítulo de la novena. Por
si sois spoiler free, quedáis avisados.
Dedicado: A mi "crítica literaria particular", llevo semanas torturándola
con todo lo que escribo y aún no me ha mandado a paseo, a eso se le llama
tener paciencia. Gracias por todo

Harm y Mac llegaron a un pequeño restaurante, donde disfrutaron de una
deliciosa cena. Por un momento, dio la impresión de que las cosas volvían a
ser como antes, que nada había cambiado, hasta que, estando por el segundo
plato cuando Harm se decidió finalmente a plantear la cuestión:
H: Mac. ¿Puedo preguntarte algo?
M: Adelante
H: Chloe me dijo que has estado teniendo problemas en el trabajo
M: Bueno, Chloe dice muchas cosas. Si tuvieras que hacerle caso a todas,
seguramente acabarías como una cabra.
H: ¿Pero es cierto?
M: Pongámoslo de esta manera. Tu ya no estás allí para sacar al Almirante
de sus casillas, así es que. alguien tenía que ocupar tu lugar - la cara de
Harm se volvió triste por un instante, pero fue suficiente para que Mac lo
notara - lo echas de menos ¿verdad?
H: No puedo evitarlo
M: Harm, no es la primera vez que dejas el JAG ¿Qué hace que esta vez sea
distinto?
H: Las circunstancias son diferentes. La otra vez, me fui por voluntad
propia. Fue una estupidez, pero yo lo elegí. Esta vez, ni siquiera me han
dado la oportunidad de escoger.
M: Tú decidiste renunciar a tu comisión, Harm. Nadie te obligó.
Harm desvió la mirada hacia la mesa por un momento antes de añadir:
H: Y luego estás.tú.
M: Harm, no..
H: Te rendiste sin ni siquiera intentarlo, Mac.
M: Harm no creo que debamos hablar de eso
H: No puedo entenderlo, Mac. ¿Por qué? No es propio de ti, tú nunca te
rindes sin luchar. Y esta vez, ni tan solo lo has intentado.
M: Harm, no funcionaría
H: Eso no puedes saberlo
M: Lo sé
H: No lo sabes
M: Por el amor de Dios, Harm. ¿Qué es lo que quieres?
H: Muchas cosas
Tras oír esto, Mac se levantó de la mesa completamente furiosa, esa
conversación empezaba a recordarle demasiado las razones por las que se
había alejado de él - No voy a pasar por esto de nuevo - pero una mano le
detuvo, la mano del hombre que pronunció un casi inaudible a ti
M: ¿Qué has dicho?
H: Que te quiero a ti.
M: ¿A.mi?
H: Maldita sea, ¿Tanto cuesta de entender? Quiero ser algo más que tu mejor
amigo, quiero que formes parte de mi vida y yo formar parte de la tuya,
quiero llegar a casa y saber que estarás allí para hablar conmigo, para
escucharme, para apoyarme, para quererme
M: No sé que decir, yo.
H: Dime simplemente que lo pensarás. Que te plantearás al menos la idea de
intentarlo, no te pido nada más Mac. Sólo te pido la oportunidad de
demostrarte que podemos hacerlo.
Mac se quedó sin habla, realmente no esperaba que él se decidiera a hacer
algo así, acababa de romper todos sus esquemas con una sola frase.
M: Será mejor que me vaya
H: Mac. ¿lo pensarás?
M: No te prometo nada
H: Me conformo simplemente con que te lo plantees
Dicho esto, la dejó marchar y se quedó allí hecho un mar de dudas. Era
difícil prever cual sería la decisión de Mac, pero solo había dos
posibilidades: o funcionaba o la perdía para siempre. Ella, por su parte,
llegó a su apartamento aún sin ser consciente de lo que acababa de suceder
en aquel restaurante. Sólo tenía algo claro: aquella noche iba a ser muy
larga.
CONTINUARÁ