Un fan...
por: Alssus
Capítulo 2: "Catch you catch me" (Songfic) Canción opening de la serie:
"Sakura Card Captors"
De nuevo en esa realidad alterna, César ahora ya lleva dos días
viviendo en el extraño mundo del que ahora no puede salir. Las clases
en la Universidad de Japón son tan difíciles como él siempre se había
imaginado. Pronto se dá cuenta que ha rebajado sus notas desde que
rompió con Sakura.
En un principio él creyó que no, que lo suyo no podía ser, pero
ahora su ánimo ha mejorado, y está seguro que sí, que si él como ella
se esfuerzan, lo suyo es posible.
Camina solo por las calles de Tokio, mientras en sus brazos
lleva un pesado libro, ¿no puede usar su magia?... no se lo había
preguntado, ni siquiera se le había pasado por la mente, había olvidado
completamente que, en otro mundo, un mundo que conoce perfectamente,
tenía poderes mágicos... los extraña, y ahora sabe qué era lo que tanta
falta le hacía, sin necesidad de estar siquiera presente en su mente.
Intenta levantar el libro por medio de la levitación, pero
parece muy pesado para que sus debilitados poderes no usados los
últimos días le ayuden.
Ahora se vá a un parque. Allí ha de intentar hacer lo que se le
antoja no ha hecho en mucho tiempo.
- Amuleto que guardas la fuerza de mi planeta, muestra tu verdadera
forma ante Cesar, quien es tu amo y creador ¡libérate!
No... no es posible... ¡no funciona!, por primera vez desde que
su amigo Derek le ayudó en Ferrison a crearse su amuleto, no funciona,
esto nunca le había pasado, y él no sabe qué hacer.
- No tiene caso, mis poderes estan muy bajos...- de pronto se detiene,
ha sentido una presencia, una poderosa presencia mágica. Recuerda...
"Cesar, no hace falta que tengas que decir ese montón de cosas,
tan solo saca tu amuleto y sacúdelo concentrando tu poder en liberar su
forma verdadera...
"No, a mí me gusta decirlo, ¿no ves que le da mucha importancia
al ritual?, además... así lo hace Sakura...
"Sabía que era por eso, no tienes remedio..."
Cesar recuerda con cariño a su amigo Derek, ¿qué estará
haciendo ahora?. Cesar recuerda el trance de la curación, mientras,
piensa, por ahora no podré regresar a mi mundo, pues el trance de la
curación tarda, y con la herida que tenía, seguro que me está
levantando de la muerte, eso tarda casi un año...
Está pensando en su amigo Derek, aunque en realidad sea más
para desviar su atención de la creciente presencia mágica que ahora
llena sus sentidos, y le amenaza con su creciente cercanía... y de
nuevo esta extraña confunsión, pues su memoria alternativa le dice que
esta presencia es muy conocida, pero no le especifica de quién ni
cómo...
Dentro de sí piensa, cada vez toma más fuerza en su mente, tal
vez es Sakura, aunque no lo cree en realidad, pues parece tenerle miedo
a esta presencia, ¿o es eso lo que siente al encontrarse con Sakura?
recuerda que si... Pero inclusive así, piensa, ruega que sea ella, es
que así no puede seguir, ya van a ser diecisiete días sin poder
descansar en el bello manantial de sus ojos verdes...
Yo quisiera
que supieras
cuanto extraño
tu presencia aquí
De pronto, sin previo aviso, de una esquina llega corriendo
Sakura... ¡es Sakura! Cesar se siente confundido, su memoria le dice
que han sido amigos desde que eran niños, pero él siente como si le
estuviera hablando por primera vez, si se pone a meditar, es
presisamente lo que esta haciendo... estos recuerdos le estan
matando...
- ¡Cesar! sentí tu presencia desde la calle, ¿liberaste tu amuleto? ah,
veo que no, me extraña, por que me pareció que lo hacías...
- Sakura, yo... intentaba hacerlo... pero...- Cesar le habla intentando
que le salga con la mayor naturalidad, pero no puede, no puede...-
Sakura, ¿qué te trae por aquí?
Sakura lo miraba, y una vez intentó decir algo, pero luego se
calló, después de un momento comenzó lentamente...
- Me he preocupado por tí Cesar, me han dicho tus amigos, me han dicho
también tus profesores, has rebajado en las notas, casi parece que ya
no te importan tus estudios. Cesar, por favor, no me hagas esto, no te
quiero ver derrumbado, por favor...
Cesar le quiere responder, le quiere decir que la quiere y que
superaría cualquier problema por estar de nuevo a su lado, la quiere
abrazar, pero todo lo que consigue es articular una rápida despedida,
mientras la deja atrás y retoma el camino a su casa.
- Me tengo que ir, me preocupa mi amuleto, voy a revisar que le pasa.
Sakura se le queda mirando durante unos instantes, aunque
después de un momento articula una despedida, aún se queda allí,
como esperando que Cesar le diga algo...
- Sakura...
Cesar no puede... no sabe como decírselo... Sakura... después
de todo solo pienso en tí...
Y no puedo
no me atrevo
es que si te veo
no sé que decir.
A un principio, Sakura era muy amiga de una encantadora niña,
llamada Tomoyo, hoy sigue siendo su mejor amiga, pero, por alguna
razón, la verdad no puede especificar cuál, ya no la ha visto desde
hace dos años... es extraño, pues Sakura dice encontrarse con ella casi
a diario, claro que estudian diferentes cosas, pero aún se dán tiempo
la una a la otra.
En esos tiempos también estaba su amigo Shaoran, eran muy
amigos, inclusive fueron mucho mas que eso durante mucho tiempo... si,
en realidad, tan solo ha sido novio de Sakura desde que ambos
ingresaron a la Universidad...
Recuerda que al principio, cuando por fín descubrió sus poderes
mágicos, Sakura ya llevaba casi dos años de entrenar sus poderes,por lo
cual era mucho mas poderosa que él, pero eso no era suficiente, si tan
solo él hubiese incrementeado sus poderes hasta alcanzar los de
Sakura... pero no, sus poderes, aunque se han incrementado mucho desde
que descubrió que los tenía y comenzó a entrenar, son mucho mas bajos
que los de Sakura, además, ella tiene como astro influyente a una
estrella, fuerte como el sol, tal vez más, mientras él tiene como astro
regente a un planeta, inerte y con menos poderes, un poco más grande
que Júpiter, de todos modos, no tiene suficiente poder...
Se sentía celoso de Sakura, lo recuerda, porque aún tiene un
par de cicatrices en las palmas de las manos... le enojaba tanto que
Sakura tuviera más poderes que él... ni siquiera se podía acercar a
ella para preguntarle cómo podía incrementar su poder... siempre al
lado de esa niña Daidouji, y de Shaoran, siempre tan perfecta su vida,
siempre como si no necesitara nada más... César apretaba los puños (por
eso la cicatriz en las palmas...) al sólo recordar la fortuna de
Sakura... y siempre a su sombra, pues toda obra hecha por él, era
considerada como obra de Sakura por sus amigos y sus... ¡inclusive
tenía dos guardianes de su lado!, con razón César se sentía tan pequeño
enfrente de la perfecta Sakura.
Ingresó en la universidad junto con ella, nunca le había
hablado más que cuando era necesario, pero ahora tenía que hacerlo,
pues, por obra del destino, una profesora los había puesto en el mismo
grupo... hasta fin de año. César se mostraba enfurruñado y descortés,
pues todo lo que hacía Sakura, por más que esté bien, lo admite ahora,
le resultaba malo.
Pero Sakura no le respondió como él esperaba que lo hiciera.
Ella se comportaba de manera dulce y cortés, muy al contrario de él, y
siempre mostrándose atenta y tolerante.
Con el paso de los días el corazón de César se fue
descongelando, el profundo odio y la inmensa envidia que sentía fueron
tomando un segundo lugar, y sentimientos que nunca hubiese querido
confesar- la admiración, el respeto y, sobre todo, el cariño que sentía
por su joven rival- fueron tomando fuerza...
¿Por qué? ¿por qué?
quiero volar contigo por el cielo
te daré mi amor
solo a ti, quiero volar.
Una tarde fueron a estudiar juntos, él ya no podía aguantar- se
había enamorado de Sakura- tenía que decírselo.
"¿Qué te pasa?, te noto distraído desde hace rato- Sakura le
preguntó mientras le miraba con sus encendidos ojos curiosos, que le
recordaban la primera vez que César vió el poder de una carta Clow...
" Me gustas...- en realidad no lo pronunció, tan solo formo las
palabras en su boca.
" Cesar...- Sakura se puso muy roja, lo que asustó mucho a
Cesar, pues no era su intención decírselo todavía..."
Yo te atrapo tu me atrapas para siempre
lo que quieras puedes pedirme
me querrás lo sé
es solo cuestión de tiempo.
Pero esos días, esos felices días, eran ahora parte del
pasado...
Su amuleto... ¡claro! más concentración, es lo único que le
falta (eso espera).
Se encamina lentamente a la última habitación, la 401, de su
edificio. Esta habitación es la única del 4 piso, y es más o menos solo
un depósito que todos los estudiantes usan para dejar las cosas de
menor importancia y que no usan en sus cuartos.
Camina hacia la ventana que deja paso a abundante luz de sol.
Atardece. A la vista de César la ciudad parece triste, pues todo lo que
puede ver son los techos de las casas... ¡un pajarillo! más allá se
puede ver el parque. César cambia de idea, y el ánimo le sube un
poquito.
- Amuleto que guardas...- César comienza a hablar en voz baja, pero
pronto cobra valor y habla con más seguridad, ¡tiene que concentrarse!-
la fuerza de mi planeta, muestra tu verdadera forma ante Cesar, quien
es tu amo y creador ¡lib...
De pronto lo interrumpe un ruido ensordecedor. César asustado
observa por la ventana. A lo lejos una inmensa mole de hielo domina el
paisaje, moviéndose y destruyendo con su peso todo a su alrededor. A
César la impresión le ha drenado todo valor que había acumulado dentro.
Mientras camina ágilmente por toda la habitación, observando de
vez en cuando por la ventana el desastre de afuera, su mente solo puede
pensar en Sakura.
Al poco rato, en una de las tantas rápidas ojeadas que le hecha
a la ventana, cree ver algo en el aire, a lo lejos. César corre a la
ventana y la alcanza al tiempo que un par de alas desaparecen detrás de
unos techos a unos 200 metros a la derecha de la mole de hielo, que
ahora se mueve con más violencia. Era un ángel, o algo parecido, y caía
rápidamente antes de desaparecer detrás de las casas.
Yue.
César sabe quién acompaña a ese guardián, o a quién acompaña
ese guardián. Retrocede, momentáneamente horrorizado.
Se olvida al instante la concentración, el dolor, olvida dónde
está, y, mientras murmura velozmente la frase invocadora, se lanza a
través de la ventana desde el cuarto piso.
A unos metros del edificio puede verse desde la ventana a un
mago renovado remontando vuelo con sus viejas alas de plata . Va
directo a la mole de hielo.
Mientras se acerca observa, y se dá cuenta del plan de Sakura y
sus guardianes. Yue provoca a la mole, distrayéndola, aunque a costa de
unos buenos golpes; mientras Kerberos lo ataca desde el tejado de una
casa cercana: Sakura, por su lado, está invocando a la carta del fuego.
Mientras Yue distrae al enemigo los ataques de fuego de Kerberos y de
la carta fuego no tardarán en derrotar al monstruo. Pero a Sakura
parece estarle costando mucho reunir fuerzas para invocar a la carta
fuego, pues sino ya hubiese aparecido. César no alcanza a ver a Sakura,
pero sabe que algo le debe estar pasando. Siente débil su presencia.
Por fin llega agitado César al campo de batalla, y busca
desesperadamente a Sakura con la mirada. Y la encuentra más allá. Está
sujeta con cadenas mágicas al suelo, mientras una pequeña esfera de
cristal drena con rapidez sus poderes.
César se acerca con furia, y destruye con una bola de fuego la
esfera de cristal, que revienta dejando escapar, disparada en todas
direcciones, la magia de Sakura. Los proyectiles mágicos alcanzan
muchas veces al enemigo, pero por desgracia también a césar y a los
guardianes. Pero Sakura parece estar bien, y eso es lo más importante
para César.
Con ojos de asco observa rápidamente al contrincante, luego
pasea la vista por los guardianes, los agotados guardianes que intentan
controlar esta destructiva presencia. Ha de ayudarlos, solo un
momentito...
- Sakura ¿estás bien?- pregunta preocupado.
- Si, solo un poco débil...- responde Sakura sonriendo.
A césar el corazón le empieza a latir con fuerza mientras
observa con ternura esa dulce sonrisa... pero debe pelear.
- ¡Bola de fuego!- Grita César.
Una inmensa bola de fuego impacta en pleno centro en la
gigantesca masa de hielo. El daño inflingido es desolador, pero el
enemigo parece no haberse molestado por la casi mitad de volumen que ha
perdido. En vez de eso arremete en dirección a César.
- ¡Bola de fuego!
La bola de fuego recibe al monstruo. En unos instantes un
inmenso charco de agua humeante es todo lo que queda de ambos.
A pocos metros se puede distinguir un pequeño bulto anaranjado.
Kero. Ha usado lo último de sus energías ayudando el último ataque de
César.
César está cansado, casi se cae agotado, pero está feliz.
Sakura, ya un poco repuesta, envía a Yue, ahora convertido en
Yukito, a su casa. Mientras deposita con cuidado dentro de su mochila a
Kero se levanta con un poco de trabajo y, acompañada por César,
abandona la escena de la batalla, pues ya la gente empieza a llegar.
Sakura y César caminan en silencio mientras la noche cae
suavemente sobre la ciudad. César está callado y triste, y Sakura lo
sabe. Finalmente decide hablar.
- César...
- ¿Si?
Sakura calla durante un instante, y César no se puede resistir,
ella balbucea nerviosamente mientras él se le acerca cariñosamente
- César, he estado pensando... he decidido... mas bien pensaba si es
que ambos... si nos pudiéramos dar una nueva oportunidad... tal vez
esta vez...
- Sakura... en eso presisamente pensaba...- César sentía que ahora su
vida en esta realidad era lo que siempre había buscado, y, sin embargo,
y por más malagradecido que pareciera, se sentía infeliz, pues de
alguna manera sabía que esto iba a acabar, y que tarde o temprano, la
realidad sería otra...- Sakura, desde que rompimos no he podido pensar
en otra cosa que no seas tú, lamento lo que sea que te haya molestado,
y te prometo que voy a luchar, no solo por hacerte feliz, sino por ser
más feliz de lo que soy a tu lado, pues eres el camino que he escogido,
y ahora estoy seguro.
Sakura le sonríe tiernamente mientras por los ojos de ambos
corren lágrimas...
- César...
A la débil luz de un farol lejano puede distinguirse la silueta
de una pareja besándose.
- Sakura... te amo.
Yo te esperaré
y no te dejaré
por que te amo, te amo, te amo mi amor
eres el mejor.
_______________________________________________________________________
¡Vaya que he tardado!, ¡mil disculpas! he estado demasiado ocupado, y
por otro lado había dejado olvidados mis relatos...
El siguiente capítulo titula: "Aparece Shaoran: Runaway".
Criticas, comentarios, lo que sea: alssus@hotmail.com
Gracias por leer.
Alssus the unmaker.
por: Alssus
Capítulo 2: "Catch you catch me" (Songfic) Canción opening de la serie:
"Sakura Card Captors"
De nuevo en esa realidad alterna, César ahora ya lleva dos días
viviendo en el extraño mundo del que ahora no puede salir. Las clases
en la Universidad de Japón son tan difíciles como él siempre se había
imaginado. Pronto se dá cuenta que ha rebajado sus notas desde que
rompió con Sakura.
En un principio él creyó que no, que lo suyo no podía ser, pero
ahora su ánimo ha mejorado, y está seguro que sí, que si él como ella
se esfuerzan, lo suyo es posible.
Camina solo por las calles de Tokio, mientras en sus brazos
lleva un pesado libro, ¿no puede usar su magia?... no se lo había
preguntado, ni siquiera se le había pasado por la mente, había olvidado
completamente que, en otro mundo, un mundo que conoce perfectamente,
tenía poderes mágicos... los extraña, y ahora sabe qué era lo que tanta
falta le hacía, sin necesidad de estar siquiera presente en su mente.
Intenta levantar el libro por medio de la levitación, pero
parece muy pesado para que sus debilitados poderes no usados los
últimos días le ayuden.
Ahora se vá a un parque. Allí ha de intentar hacer lo que se le
antoja no ha hecho en mucho tiempo.
- Amuleto que guardas la fuerza de mi planeta, muestra tu verdadera
forma ante Cesar, quien es tu amo y creador ¡libérate!
No... no es posible... ¡no funciona!, por primera vez desde que
su amigo Derek le ayudó en Ferrison a crearse su amuleto, no funciona,
esto nunca le había pasado, y él no sabe qué hacer.
- No tiene caso, mis poderes estan muy bajos...- de pronto se detiene,
ha sentido una presencia, una poderosa presencia mágica. Recuerda...
"Cesar, no hace falta que tengas que decir ese montón de cosas,
tan solo saca tu amuleto y sacúdelo concentrando tu poder en liberar su
forma verdadera...
"No, a mí me gusta decirlo, ¿no ves que le da mucha importancia
al ritual?, además... así lo hace Sakura...
"Sabía que era por eso, no tienes remedio..."
Cesar recuerda con cariño a su amigo Derek, ¿qué estará
haciendo ahora?. Cesar recuerda el trance de la curación, mientras,
piensa, por ahora no podré regresar a mi mundo, pues el trance de la
curación tarda, y con la herida que tenía, seguro que me está
levantando de la muerte, eso tarda casi un año...
Está pensando en su amigo Derek, aunque en realidad sea más
para desviar su atención de la creciente presencia mágica que ahora
llena sus sentidos, y le amenaza con su creciente cercanía... y de
nuevo esta extraña confunsión, pues su memoria alternativa le dice que
esta presencia es muy conocida, pero no le especifica de quién ni
cómo...
Dentro de sí piensa, cada vez toma más fuerza en su mente, tal
vez es Sakura, aunque no lo cree en realidad, pues parece tenerle miedo
a esta presencia, ¿o es eso lo que siente al encontrarse con Sakura?
recuerda que si... Pero inclusive así, piensa, ruega que sea ella, es
que así no puede seguir, ya van a ser diecisiete días sin poder
descansar en el bello manantial de sus ojos verdes...
Yo quisiera
que supieras
cuanto extraño
tu presencia aquí
De pronto, sin previo aviso, de una esquina llega corriendo
Sakura... ¡es Sakura! Cesar se siente confundido, su memoria le dice
que han sido amigos desde que eran niños, pero él siente como si le
estuviera hablando por primera vez, si se pone a meditar, es
presisamente lo que esta haciendo... estos recuerdos le estan
matando...
- ¡Cesar! sentí tu presencia desde la calle, ¿liberaste tu amuleto? ah,
veo que no, me extraña, por que me pareció que lo hacías...
- Sakura, yo... intentaba hacerlo... pero...- Cesar le habla intentando
que le salga con la mayor naturalidad, pero no puede, no puede...-
Sakura, ¿qué te trae por aquí?
Sakura lo miraba, y una vez intentó decir algo, pero luego se
calló, después de un momento comenzó lentamente...
- Me he preocupado por tí Cesar, me han dicho tus amigos, me han dicho
también tus profesores, has rebajado en las notas, casi parece que ya
no te importan tus estudios. Cesar, por favor, no me hagas esto, no te
quiero ver derrumbado, por favor...
Cesar le quiere responder, le quiere decir que la quiere y que
superaría cualquier problema por estar de nuevo a su lado, la quiere
abrazar, pero todo lo que consigue es articular una rápida despedida,
mientras la deja atrás y retoma el camino a su casa.
- Me tengo que ir, me preocupa mi amuleto, voy a revisar que le pasa.
Sakura se le queda mirando durante unos instantes, aunque
después de un momento articula una despedida, aún se queda allí,
como esperando que Cesar le diga algo...
- Sakura...
Cesar no puede... no sabe como decírselo... Sakura... después
de todo solo pienso en tí...
Y no puedo
no me atrevo
es que si te veo
no sé que decir.
A un principio, Sakura era muy amiga de una encantadora niña,
llamada Tomoyo, hoy sigue siendo su mejor amiga, pero, por alguna
razón, la verdad no puede especificar cuál, ya no la ha visto desde
hace dos años... es extraño, pues Sakura dice encontrarse con ella casi
a diario, claro que estudian diferentes cosas, pero aún se dán tiempo
la una a la otra.
En esos tiempos también estaba su amigo Shaoran, eran muy
amigos, inclusive fueron mucho mas que eso durante mucho tiempo... si,
en realidad, tan solo ha sido novio de Sakura desde que ambos
ingresaron a la Universidad...
Recuerda que al principio, cuando por fín descubrió sus poderes
mágicos, Sakura ya llevaba casi dos años de entrenar sus poderes,por lo
cual era mucho mas poderosa que él, pero eso no era suficiente, si tan
solo él hubiese incrementeado sus poderes hasta alcanzar los de
Sakura... pero no, sus poderes, aunque se han incrementado mucho desde
que descubrió que los tenía y comenzó a entrenar, son mucho mas bajos
que los de Sakura, además, ella tiene como astro influyente a una
estrella, fuerte como el sol, tal vez más, mientras él tiene como astro
regente a un planeta, inerte y con menos poderes, un poco más grande
que Júpiter, de todos modos, no tiene suficiente poder...
Se sentía celoso de Sakura, lo recuerda, porque aún tiene un
par de cicatrices en las palmas de las manos... le enojaba tanto que
Sakura tuviera más poderes que él... ni siquiera se podía acercar a
ella para preguntarle cómo podía incrementar su poder... siempre al
lado de esa niña Daidouji, y de Shaoran, siempre tan perfecta su vida,
siempre como si no necesitara nada más... César apretaba los puños (por
eso la cicatriz en las palmas...) al sólo recordar la fortuna de
Sakura... y siempre a su sombra, pues toda obra hecha por él, era
considerada como obra de Sakura por sus amigos y sus... ¡inclusive
tenía dos guardianes de su lado!, con razón César se sentía tan pequeño
enfrente de la perfecta Sakura.
Ingresó en la universidad junto con ella, nunca le había
hablado más que cuando era necesario, pero ahora tenía que hacerlo,
pues, por obra del destino, una profesora los había puesto en el mismo
grupo... hasta fin de año. César se mostraba enfurruñado y descortés,
pues todo lo que hacía Sakura, por más que esté bien, lo admite ahora,
le resultaba malo.
Pero Sakura no le respondió como él esperaba que lo hiciera.
Ella se comportaba de manera dulce y cortés, muy al contrario de él, y
siempre mostrándose atenta y tolerante.
Con el paso de los días el corazón de César se fue
descongelando, el profundo odio y la inmensa envidia que sentía fueron
tomando un segundo lugar, y sentimientos que nunca hubiese querido
confesar- la admiración, el respeto y, sobre todo, el cariño que sentía
por su joven rival- fueron tomando fuerza...
¿Por qué? ¿por qué?
quiero volar contigo por el cielo
te daré mi amor
solo a ti, quiero volar.
Una tarde fueron a estudiar juntos, él ya no podía aguantar- se
había enamorado de Sakura- tenía que decírselo.
"¿Qué te pasa?, te noto distraído desde hace rato- Sakura le
preguntó mientras le miraba con sus encendidos ojos curiosos, que le
recordaban la primera vez que César vió el poder de una carta Clow...
" Me gustas...- en realidad no lo pronunció, tan solo formo las
palabras en su boca.
" Cesar...- Sakura se puso muy roja, lo que asustó mucho a
Cesar, pues no era su intención decírselo todavía..."
Yo te atrapo tu me atrapas para siempre
lo que quieras puedes pedirme
me querrás lo sé
es solo cuestión de tiempo.
Pero esos días, esos felices días, eran ahora parte del
pasado...
Su amuleto... ¡claro! más concentración, es lo único que le
falta (eso espera).
Se encamina lentamente a la última habitación, la 401, de su
edificio. Esta habitación es la única del 4 piso, y es más o menos solo
un depósito que todos los estudiantes usan para dejar las cosas de
menor importancia y que no usan en sus cuartos.
Camina hacia la ventana que deja paso a abundante luz de sol.
Atardece. A la vista de César la ciudad parece triste, pues todo lo que
puede ver son los techos de las casas... ¡un pajarillo! más allá se
puede ver el parque. César cambia de idea, y el ánimo le sube un
poquito.
- Amuleto que guardas...- César comienza a hablar en voz baja, pero
pronto cobra valor y habla con más seguridad, ¡tiene que concentrarse!-
la fuerza de mi planeta, muestra tu verdadera forma ante Cesar, quien
es tu amo y creador ¡lib...
De pronto lo interrumpe un ruido ensordecedor. César asustado
observa por la ventana. A lo lejos una inmensa mole de hielo domina el
paisaje, moviéndose y destruyendo con su peso todo a su alrededor. A
César la impresión le ha drenado todo valor que había acumulado dentro.
Mientras camina ágilmente por toda la habitación, observando de
vez en cuando por la ventana el desastre de afuera, su mente solo puede
pensar en Sakura.
Al poco rato, en una de las tantas rápidas ojeadas que le hecha
a la ventana, cree ver algo en el aire, a lo lejos. César corre a la
ventana y la alcanza al tiempo que un par de alas desaparecen detrás de
unos techos a unos 200 metros a la derecha de la mole de hielo, que
ahora se mueve con más violencia. Era un ángel, o algo parecido, y caía
rápidamente antes de desaparecer detrás de las casas.
Yue.
César sabe quién acompaña a ese guardián, o a quién acompaña
ese guardián. Retrocede, momentáneamente horrorizado.
Se olvida al instante la concentración, el dolor, olvida dónde
está, y, mientras murmura velozmente la frase invocadora, se lanza a
través de la ventana desde el cuarto piso.
A unos metros del edificio puede verse desde la ventana a un
mago renovado remontando vuelo con sus viejas alas de plata . Va
directo a la mole de hielo.
Mientras se acerca observa, y se dá cuenta del plan de Sakura y
sus guardianes. Yue provoca a la mole, distrayéndola, aunque a costa de
unos buenos golpes; mientras Kerberos lo ataca desde el tejado de una
casa cercana: Sakura, por su lado, está invocando a la carta del fuego.
Mientras Yue distrae al enemigo los ataques de fuego de Kerberos y de
la carta fuego no tardarán en derrotar al monstruo. Pero a Sakura
parece estarle costando mucho reunir fuerzas para invocar a la carta
fuego, pues sino ya hubiese aparecido. César no alcanza a ver a Sakura,
pero sabe que algo le debe estar pasando. Siente débil su presencia.
Por fin llega agitado César al campo de batalla, y busca
desesperadamente a Sakura con la mirada. Y la encuentra más allá. Está
sujeta con cadenas mágicas al suelo, mientras una pequeña esfera de
cristal drena con rapidez sus poderes.
César se acerca con furia, y destruye con una bola de fuego la
esfera de cristal, que revienta dejando escapar, disparada en todas
direcciones, la magia de Sakura. Los proyectiles mágicos alcanzan
muchas veces al enemigo, pero por desgracia también a césar y a los
guardianes. Pero Sakura parece estar bien, y eso es lo más importante
para César.
Con ojos de asco observa rápidamente al contrincante, luego
pasea la vista por los guardianes, los agotados guardianes que intentan
controlar esta destructiva presencia. Ha de ayudarlos, solo un
momentito...
- Sakura ¿estás bien?- pregunta preocupado.
- Si, solo un poco débil...- responde Sakura sonriendo.
A césar el corazón le empieza a latir con fuerza mientras
observa con ternura esa dulce sonrisa... pero debe pelear.
- ¡Bola de fuego!- Grita César.
Una inmensa bola de fuego impacta en pleno centro en la
gigantesca masa de hielo. El daño inflingido es desolador, pero el
enemigo parece no haberse molestado por la casi mitad de volumen que ha
perdido. En vez de eso arremete en dirección a César.
- ¡Bola de fuego!
La bola de fuego recibe al monstruo. En unos instantes un
inmenso charco de agua humeante es todo lo que queda de ambos.
A pocos metros se puede distinguir un pequeño bulto anaranjado.
Kero. Ha usado lo último de sus energías ayudando el último ataque de
César.
César está cansado, casi se cae agotado, pero está feliz.
Sakura, ya un poco repuesta, envía a Yue, ahora convertido en
Yukito, a su casa. Mientras deposita con cuidado dentro de su mochila a
Kero se levanta con un poco de trabajo y, acompañada por César,
abandona la escena de la batalla, pues ya la gente empieza a llegar.
Sakura y César caminan en silencio mientras la noche cae
suavemente sobre la ciudad. César está callado y triste, y Sakura lo
sabe. Finalmente decide hablar.
- César...
- ¿Si?
Sakura calla durante un instante, y César no se puede resistir,
ella balbucea nerviosamente mientras él se le acerca cariñosamente
- César, he estado pensando... he decidido... mas bien pensaba si es
que ambos... si nos pudiéramos dar una nueva oportunidad... tal vez
esta vez...
- Sakura... en eso presisamente pensaba...- César sentía que ahora su
vida en esta realidad era lo que siempre había buscado, y, sin embargo,
y por más malagradecido que pareciera, se sentía infeliz, pues de
alguna manera sabía que esto iba a acabar, y que tarde o temprano, la
realidad sería otra...- Sakura, desde que rompimos no he podido pensar
en otra cosa que no seas tú, lamento lo que sea que te haya molestado,
y te prometo que voy a luchar, no solo por hacerte feliz, sino por ser
más feliz de lo que soy a tu lado, pues eres el camino que he escogido,
y ahora estoy seguro.
Sakura le sonríe tiernamente mientras por los ojos de ambos
corren lágrimas...
- César...
A la débil luz de un farol lejano puede distinguirse la silueta
de una pareja besándose.
- Sakura... te amo.
Yo te esperaré
y no te dejaré
por que te amo, te amo, te amo mi amor
eres el mejor.
_______________________________________________________________________
¡Vaya que he tardado!, ¡mil disculpas! he estado demasiado ocupado, y
por otro lado había dejado olvidados mis relatos...
El siguiente capítulo titula: "Aparece Shaoran: Runaway".
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Alssus the unmaker.
