Un fan...

por: Alssus

Capítulo 2: "Catch you catch me" (Songfic) Canción opening de la serie:

"Sakura Card Captors"

De nuevo en esa realidad alterna, César ahora ya lleva dos días

viviendo en el extraño mundo del que ahora no puede salir. Las clases

en la Universidad de Japón son tan difíciles como él siempre se había

imaginado. Pronto se dá cuenta que ha rebajado sus notas desde que

rompió con Sakura.

En un principio él creyó que no, que lo suyo no podía ser, pero

ahora su ánimo ha mejorado, y está seguro que sí, que si él como ella

se esfuerzan, lo suyo es posible.

Camina solo por las calles de Tokio, mientras en sus brazos

lleva un pesado libro, ¿no puede usar su magia?... no se lo había

preguntado, ni siquiera se le había pasado por la mente, había olvidado

completamente que, en otro mundo, un mundo que conoce perfectamente,

tenía poderes mágicos... los extraña, y ahora sabe qué era lo que tanta

falta le hacía, sin necesidad de estar siquiera presente en su mente.

Intenta levantar el libro por medio de la levitación, pero

parece muy pesado para que sus debilitados poderes no usados los

últimos días le ayuden.

Ahora se vá a un parque. Allí ha de intentar hacer lo que se le

antoja no ha hecho en mucho tiempo.

- Amuleto que guardas la fuerza de mi planeta, muestra tu verdadera

forma ante Cesar, quien es tu amo y creador ¡libérate!

No... no es posible... ¡no funciona!, por primera vez desde que

su amigo Derek le ayudó en Ferrison a crearse su amuleto, no funciona,

esto nunca le había pasado, y él no sabe qué hacer.

- No tiene caso, mis poderes estan muy bajos...- de pronto se detiene,

ha sentido una presencia, una poderosa presencia mágica. Recuerda...

"Cesar, no hace falta que tengas que decir ese montón de cosas,

tan solo saca tu amuleto y sacúdelo concentrando tu poder en liberar su

forma verdadera...

"No, a mí me gusta decirlo, ¿no ves que le da mucha importancia

al ritual?, además... así lo hace Sakura...

"Sabía que era por eso, no tienes remedio..."

Cesar recuerda con cariño a su amigo Derek, ¿qué estará

haciendo ahora?. Cesar recuerda el trance de la curación, mientras,

piensa, por ahora no podré regresar a mi mundo, pues el trance de la

curación tarda, y con la herida que tenía, seguro que me está

levantando de la muerte, eso tarda casi un año...

Está pensando en su amigo Derek, aunque en realidad sea más

para desviar su atención de la creciente presencia mágica que ahora

llena sus sentidos, y le amenaza con su creciente cercanía... y de

nuevo esta extraña confunsión, pues su memoria alternativa le dice que

esta presencia es muy conocida, pero no le especifica de quién ni

cómo...

Dentro de sí piensa, cada vez toma más fuerza en su mente, tal

vez es Sakura, aunque no lo cree en realidad, pues parece tenerle miedo

a esta presencia, ¿o es eso lo que siente al encontrarse con Sakura?

recuerda que si... Pero inclusive así, piensa, ruega que sea ella, es

que así no puede seguir, ya van a ser diecisiete días sin poder

descansar en el bello manantial de sus ojos verdes...

Yo quisiera

que supieras

cuanto extraño

tu presencia aquí

De pronto, sin previo aviso, de una esquina llega corriendo

Sakura... ¡es Sakura! Cesar se siente confundido, su memoria le dice

que han sido amigos desde que eran niños, pero él siente como si le

estuviera hablando por primera vez, si se pone a meditar, es

presisamente lo que esta haciendo... estos recuerdos le estan

matando...

- ¡Cesar! sentí tu presencia desde la calle, ¿liberaste tu amuleto? ah,

veo que no, me extraña, por que me pareció que lo hacías...

- Sakura, yo... intentaba hacerlo... pero...- Cesar le habla intentando

que le salga con la mayor naturalidad, pero no puede, no puede...-

Sakura, ¿qué te trae por aquí?

Sakura lo miraba, y una vez intentó decir algo, pero luego se

calló, después de un momento comenzó lentamente...

- Me he preocupado por tí Cesar, me han dicho tus amigos, me han dicho

también tus profesores, has rebajado en las notas, casi parece que ya

no te importan tus estudios. Cesar, por favor, no me hagas esto, no te

quiero ver derrumbado, por favor...

Cesar le quiere responder, le quiere decir que la quiere y que

superaría cualquier problema por estar de nuevo a su lado, la quiere

abrazar, pero todo lo que consigue es articular una rápida despedida,

mientras la deja atrás y retoma el camino a su casa.

- Me tengo que ir, me preocupa mi amuleto, voy a revisar que le pasa.

Sakura se le queda mirando durante unos instantes, aunque

después de un momento articula una despedida, aún se queda allí,

como esperando que Cesar le diga algo...

- Sakura...

Cesar no puede... no sabe como decírselo... Sakura... después

de todo solo pienso en tí...

Y no puedo

no me atrevo

es que si te veo

no sé que decir.

A un principio, Sakura era muy amiga de una encantadora niña,

llamada Tomoyo, hoy sigue siendo su mejor amiga, pero, por alguna

razón, la verdad no puede especificar cuál, ya no la ha visto desde

hace dos años... es extraño, pues Sakura dice encontrarse con ella casi

a diario, claro que estudian diferentes cosas, pero aún se dán tiempo

la una a la otra.

En esos tiempos también estaba su amigo Shaoran, eran muy

amigos, inclusive fueron mucho mas que eso durante mucho tiempo... si,

en realidad, tan solo ha sido novio de Sakura desde que ambos

ingresaron a la Universidad...

Recuerda que al principio, cuando por fín descubrió sus poderes

mágicos, Sakura ya llevaba casi dos años de entrenar sus poderes,por lo

cual era mucho mas poderosa que él, pero eso no era suficiente, si tan

solo él hubiese incrementeado sus poderes hasta alcanzar los de

Sakura... pero no, sus poderes, aunque se han incrementado mucho desde

que descubrió que los tenía y comenzó a entrenar, son mucho mas bajos

que los de Sakura, además, ella tiene como astro influyente a una

estrella, fuerte como el sol, tal vez más, mientras él tiene como astro

regente a un planeta, inerte y con menos poderes, un poco más grande

que Júpiter, de todos modos, no tiene suficiente poder...

Se sentía celoso de Sakura, lo recuerda, porque aún tiene un

par de cicatrices en las palmas de las manos... le enojaba tanto que

Sakura tuviera más poderes que él... ni siquiera se podía acercar a

ella para preguntarle cómo podía incrementar su poder... siempre al

lado de esa niña Daidouji, y de Shaoran, siempre tan perfecta su vida,

siempre como si no necesitara nada más... César apretaba los puños (por

eso la cicatriz en las palmas...) al sólo recordar la fortuna de

Sakura... y siempre a su sombra, pues toda obra hecha por él, era

considerada como obra de Sakura por sus amigos y sus... ¡inclusive

tenía dos guardianes de su lado!, con razón César se sentía tan pequeño

enfrente de la perfecta Sakura.

Ingresó en la universidad junto con ella, nunca le había

hablado más que cuando era necesario, pero ahora tenía que hacerlo,

pues, por obra del destino, una profesora los había puesto en el mismo

grupo... hasta fin de año. César se mostraba enfurruñado y descortés,

pues todo lo que hacía Sakura, por más que esté bien, lo admite ahora,

le resultaba malo.

Pero Sakura no le respondió como él esperaba que lo hiciera.

Ella se comportaba de manera dulce y cortés, muy al contrario de él, y

siempre mostrándose atenta y tolerante.

Con el paso de los días el corazón de César se fue

descongelando, el profundo odio y la inmensa envidia que sentía fueron

tomando un segundo lugar, y sentimientos que nunca hubiese querido

confesar- la admiración, el respeto y, sobre todo, el cariño que sentía

por su joven rival- fueron tomando fuerza...

¿Por qué? ¿por qué?

quiero volar contigo por el cielo

te daré mi amor

solo a ti, quiero volar.

Una tarde fueron a estudiar juntos, él ya no podía aguantar- se

había enamorado de Sakura- tenía que decírselo.

"¿Qué te pasa?, te noto distraído desde hace rato- Sakura le

preguntó mientras le miraba con sus encendidos ojos curiosos, que le

recordaban la primera vez que César vió el poder de una carta Clow...

" Me gustas...- en realidad no lo pronunció, tan solo formo las

palabras en su boca.

" Cesar...- Sakura se puso muy roja, lo que asustó mucho a

Cesar, pues no era su intención decírselo todavía..."

Yo te atrapo tu me atrapas para siempre

lo que quieras puedes pedirme

me querrás lo sé

es solo cuestión de tiempo.

Pero esos días, esos felices días, eran ahora parte del

pasado...

Su amuleto... ¡claro! más concentración, es lo único que le

falta (eso espera).

Se encamina lentamente a la última habitación, la 401, de su

edificio. Esta habitación es la única del 4 piso, y es más o menos solo

un depósito que todos los estudiantes usan para dejar las cosas de

menor importancia y que no usan en sus cuartos.

Camina hacia la ventana que deja paso a abundante luz de sol.

Atardece. A la vista de César la ciudad parece triste, pues todo lo que

puede ver son los techos de las casas... ¡un pajarillo! más allá se

puede ver el parque. César cambia de idea, y el ánimo le sube un

poquito.

- Amuleto que guardas...- César comienza a hablar en voz baja, pero

pronto cobra valor y habla con más seguridad, ¡tiene que concentrarse!-

la fuerza de mi planeta, muestra tu verdadera forma ante Cesar, quien

es tu amo y creador ¡lib...

De pronto lo interrumpe un ruido ensordecedor. César asustado

observa por la ventana. A lo lejos una inmensa mole de hielo domina el

paisaje, moviéndose y destruyendo con su peso todo a su alrededor. A

César la impresión le ha drenado todo valor que había acumulado dentro.

Mientras camina ágilmente por toda la habitación, observando de

vez en cuando por la ventana el desastre de afuera, su mente solo puede

pensar en Sakura.

Al poco rato, en una de las tantas rápidas ojeadas que le hecha

a la ventana, cree ver algo en el aire, a lo lejos. César corre a la

ventana y la alcanza al tiempo que un par de alas desaparecen detrás de

unos techos a unos 200 metros a la derecha de la mole de hielo, que

ahora se mueve con más violencia. Era un ángel, o algo parecido, y caía

rápidamente antes de desaparecer detrás de las casas.

Yue.

César sabe quién acompaña a ese guardián, o a quién acompaña

ese guardián. Retrocede, momentáneamente horrorizado.

Se olvida al instante la concentración, el dolor, olvida dónde

está, y, mientras murmura velozmente la frase invocadora, se lanza a

través de la ventana desde el cuarto piso.

A unos metros del edificio puede verse desde la ventana a un

mago renovado remontando vuelo con sus viejas alas de plata . Va

directo a la mole de hielo.

Mientras se acerca observa, y se dá cuenta del plan de Sakura y

sus guardianes. Yue provoca a la mole, distrayéndola, aunque a costa de

unos buenos golpes; mientras Kerberos lo ataca desde el tejado de una

casa cercana: Sakura, por su lado, está invocando a la carta del fuego.

Mientras Yue distrae al enemigo los ataques de fuego de Kerberos y de

la carta fuego no tardarán en derrotar al monstruo. Pero a Sakura

parece estarle costando mucho reunir fuerzas para invocar a la carta

fuego, pues sino ya hubiese aparecido. César no alcanza a ver a Sakura,

pero sabe que algo le debe estar pasando. Siente débil su presencia.

Por fin llega agitado César al campo de batalla, y busca

desesperadamente a Sakura con la mirada. Y la encuentra más allá. Está

sujeta con cadenas mágicas al suelo, mientras una pequeña esfera de

cristal drena con rapidez sus poderes.

César se acerca con furia, y destruye con una bola de fuego la

esfera de cristal, que revienta dejando escapar, disparada en todas

direcciones, la magia de Sakura. Los proyectiles mágicos alcanzan

muchas veces al enemigo, pero por desgracia también a césar y a los

guardianes. Pero Sakura parece estar bien, y eso es lo más importante

para César.

Con ojos de asco observa rápidamente al contrincante, luego

pasea la vista por los guardianes, los agotados guardianes que intentan

controlar esta destructiva presencia. Ha de ayudarlos, solo un

momentito...

- Sakura ¿estás bien?- pregunta preocupado.

- Si, solo un poco débil...- responde Sakura sonriendo.

A césar el corazón le empieza a latir con fuerza mientras

observa con ternura esa dulce sonrisa... pero debe pelear.

- ¡Bola de fuego!- Grita César.

Una inmensa bola de fuego impacta en pleno centro en la

gigantesca masa de hielo. El daño inflingido es desolador, pero el

enemigo parece no haberse molestado por la casi mitad de volumen que ha

perdido. En vez de eso arremete en dirección a César.

- ¡Bola de fuego!

La bola de fuego recibe al monstruo. En unos instantes un

inmenso charco de agua humeante es todo lo que queda de ambos.

A pocos metros se puede distinguir un pequeño bulto anaranjado.

Kero. Ha usado lo último de sus energías ayudando el último ataque de

César.

César está cansado, casi se cae agotado, pero está feliz.

Sakura, ya un poco repuesta, envía a Yue, ahora convertido en

Yukito, a su casa. Mientras deposita con cuidado dentro de su mochila a

Kero se levanta con un poco de trabajo y, acompañada por César,

abandona la escena de la batalla, pues ya la gente empieza a llegar.

Sakura y César caminan en silencio mientras la noche cae

suavemente sobre la ciudad. César está callado y triste, y Sakura lo

sabe. Finalmente decide hablar.

- César...

- ¿Si?

Sakura calla durante un instante, y César no se puede resistir,

ella balbucea nerviosamente mientras él se le acerca cariñosamente

- César, he estado pensando... he decidido... mas bien pensaba si es

que ambos... si nos pudiéramos dar una nueva oportunidad... tal vez

esta vez...

- Sakura... en eso presisamente pensaba...- César sentía que ahora su

vida en esta realidad era lo que siempre había buscado, y, sin embargo,

y por más malagradecido que pareciera, se sentía infeliz, pues de

alguna manera sabía que esto iba a acabar, y que tarde o temprano, la

realidad sería otra...- Sakura, desde que rompimos no he podido pensar

en otra cosa que no seas tú, lamento lo que sea que te haya molestado,

y te prometo que voy a luchar, no solo por hacerte feliz, sino por ser

más feliz de lo que soy a tu lado, pues eres el camino que he escogido,

y ahora estoy seguro.

Sakura le sonríe tiernamente mientras por los ojos de ambos

corren lágrimas...

- César...

A la débil luz de un farol lejano puede distinguirse la silueta

de una pareja besándose.

- Sakura... te amo.

Yo te esperaré

y no te dejaré

por que te amo, te amo, te amo mi amor

eres el mejor.

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¡Vaya que he tardado!, ¡mil disculpas! he estado demasiado ocupado, y

por otro lado había dejado olvidados mis relatos...

El siguiente capítulo titula: "Aparece Shaoran: Runaway".

Criticas, comentarios, lo que sea: alssus@hotmail.com

Gracias por leer.

Alssus the unmaker.