CAPÍTULO 1
Remus me observa mientras me visto, yo noto su mirada sobre mi y no puedo remediar el sonrojo que cubre mis mejillas. Me giro y le sonrió dulcemente, porque es la única forma en que me salen las sonrisas para él, dulces y eternamente sinceras.
¿Quieres comer? Aún tienes hambre después de esto- me dice con la mirada llena de amor y una sonrisita que me derrite. Algo, te preparo cualquier cosa, ¿de acuerdo?
Bajo a la cocina y con esmero me muevo por ella. Me gusta esta casa porque la elegimos entre Remus y yo cuando hicimos un año de pareja, me siento esperando que el pollo se vaya calentando en el horno muggle y recuerdo eso, nuestro primer año.
**Flash Back**
Harry ¿qué te parecería que nos fuéramos a vivir juntos? ¿Qué?- le dije sorprendido mientras acariciaba su mechón blanco echado a su lado en el sofá. Pues he estado pensando, y bueno... creo que lo nuestro tiene mucho futuro, yo te quiero y he pensado que ya que tengo que cambiar de hogar me gustaría compartirlo contigo.
Me quedé mirándolo sin dar crédito a sus palabras, me ofrecía compartir su vida, en su casa... nuestra casa... decía que me amaba y que lo haría por mucho tiempo, solo supe reaccionar besándolo, y susurrándole:
No te puedes imaginar lo feliz que me has hecho en este momento Lunático.
**Fin flash back**
La campana del horno me saca de mis pensamientos y con unas manoplas depósito el manjar en la mesa. A los pocos segundos mi lobo entra en la estancia y sonríe al oler la comida.
Desde arriba he olido el exquisito pollo- dice mientras se sienta. Pero si aún no lo has probado- digo divertido al pensar en su agudo olfato.
Comimos tranquilos, le serví una buena porción a Remus que debía reponer fuerzas tras la transformación y al terminar dejé que los platos se fregasen solos y nos sentamos a ver la televisión, un objeto no mágico que entusiasma al licántropo que aún ahora comentaba que los muggles son muy ingeniosos al conseguir meter a gente diminuta dentro de esa caja. Me abraza poniendo una mano en mi espalda y me acurruco en su pecho, inspiro su aroma, nunca me canso de hacerlo. Miramos una película trágica, de unos enamorados que no pueden continuar con su relación por miedo a lo que dirán. Entre imagen e imagen Remus se queda dormido y lo miro. Cada día que paso a su lado doy gracias al destino por haberme dado esta maravillosa oportunidad de querer a alguien como él. Mi memoria retrocede casi dos años atrás y vuelvo a recordar como empezó todo.
******
Entré en el majestuoso castillo de Hogwarts de Magia y Hechicería por séptima vez después de un largo verano con mis tíos. Junto a mí iban Ron y Hermione que discutían, como siempre, de las nuevas clases que daríamos en nuestro último año en el colegio. Como pasaba el tiempo, al entrar en el Gran Comedor me quedé unos segundos observándolo y luego mire el cielo cuajado de las primeras estrellas, recordé con alegría y algo de nostalgia la primera vez que lo vi, mi estómago se contrajo al ser testigo de tanta majestuosidad junta en una enorme sala rebosante de alumnos.
¿Ocurre algo Harry?- me pregunta Ron al ver que me he quedado quieto mirándolo todo. No, solo miraba el lugar... lo echaré tanto de menos- suspiro yendo hacía mi mesa donde mis compañeros nos reciben con grandes sonrisas. Si- responde Hermione sentándose entre Ron y yo- yo también lo echaré de menos, han sido casi siete años maravillosos llenos de acontecimientos, no todos buenos pero difíciles de olvidar, daría lo que fuera por quedarme aquí toda mi vida.
La comprendo perfectamente porque es lo que yo mismo siento. Los alumnos acaban de tomar sus sitios y en minutos aparece la profesora McGonagall acompañada de los jóvenes alumnos que lo miran todo con la boca abierta. Uno a uno van siendo seleccionados para la casa que será su hogar durante sus años académicos, al terminar el director se pone en pie y todos callamos.
Queridos alumnos un año más se presenta ante nosotros, un año con muchos proyectos que realizar ya que, como todos sabéis y otros fuisteis testigos, el curso pasado Voldemort fue derrotado definitivamente- se oyeron muchos murmullos y alguna mirada hacía mi mientras me obligo a mirar a Dumbledore para no prestar atención a los demás y no volver a recordar esos crueles momentos- fueron muchas las pérdidas que sufrimos, seres queridos se marcharon pero gracias a su valentía para protegernos estamos aquí, gracias a ellos seguimos contemplando cada amanecer con un as de alegría en nuestros jóvenes corazones, antes que nada pido un brindis por todos aquellos que asistieron a la última batalla sabiendo de su peligro, alzad las copas y recordémoslos.
Alzó la copa junto a todos los alumnos y brindamos, mis ojos por unos momentos se enjaguaron a recordar la mayor pérdida que sufrí (aparte de mis padres) pero Hermione me apretó la mano dándome fuerzas. Nunca le estaré lo suficientemente agradecido por todo lo que ha hecho por mi, nos sentamos y dio paso a las reglas generales antes de hacer aparecer el delicioso manjar.
¿Quién creéis que será el nuevo profesor de Defensa?- dijo Ron. No se, Dumbledore no lo ha comentado- dijo Hermione. Mientras no sea otra igual que Umbridge- dije recordando a la horrible profesora de nuestro quinto curso- tal vez vuelve a ser Snape, recordad que el año pasado no lo hizo nada mal. La verdad es que es bueno en esa materia - opinó Hermione. No deis ideas chicos- se quejó Ron- ya me basta tenerlo en Pociones como encima otro año como profesor en Defensa, no, definitivamente no.
Sonreímos ante eso, es bien sabido que Snape nunca le ha agradado lo más mínimo a mi amigo pelirrojo aún haberlo visto combatir en nuestro bando y salvando a más de uno, a mi no es que me parezca la mejor persona del mundo pero he llegado a tenerle un inmenso respeto. Mientras comíamos Filch, el conserje, se acercó al director y le susurró algo en el oído, éste asintió feliz y pidió silencio mientras volvía a levantarse.
Estoy seguro que más de uno se ha preguntado por el profesor de Defensa, el año pasado fue muy gratificante tener como maestro de la materia al profesor Snape- lo miro- pero este año ha cedido gustosamente el puesto a un viejo amigo que tuvimos el placer de compartir su compañía años atrás, a todos ustedes les anuncio la incorporación para el puesto de Defensa Contra las Artes Oscuras del profesor Remus Lupin.
Las puertas del Comedor se abrieron dejando ver a un hombre no muy mayor de cabello claro veteado de gris con un mechón blanco cayendo sobre su rostro sonriente, andaba con algo de vergüenza hacía la mesa de profesores bajo la atenta mirada de todos, le dio la mano al director que seguía con su enorme sonrisa, y se giró a nosotros.
Me alegro volver a mi hogar junto a vosotros- dijo simplemente.
El alumnado estalló en aplausos, exceptuando a alguno de primero que no había oído hablar del hombre nunca a ser nuevo. La bienvenida duró unos minutos e incluso más de uno, como yo mismo junto al resto de Gryffindor, nos levantamos de nuestro asiento para ofrecerle mejor el saludo. Al terminar nos sentamos mirando la cara del hombre algo sonrojado pero claramente alegre.
Ha vuelto Remus, ha vuelto Remus- canturreaba Ron obviamente contento pero también aliviado al saber que no volvería a aguantar a Snape fuera de las mazmorras. No creí que volvería a tener clase con él- dijo Hermione- hacía casi un año que no tenía noticias de Lunático, es estupendo, ¿tu lo sabías Harry? No- dije sin apartar mi mirada del hombre.
Desde mi quinto curso no lo había vuelto a ver después de la muerte de Sirius, me había escrito, eso si, me había apoyado sobre papel, siempre me decía las ganas que tenía de volver a verme pero que su trabajo en la Orden se lo tenía muy difícil, pero no lo había visto. Recuerdo que estuvo a mi lado como nadie en la primera semana de la gran pérdida, lloramos juntos porque no escondía sus sentimientos como yo tampoco lo hacía y recuerdo que sonreímos por primera vez juntos, me sentí muy a gusto con él hablando infinitas horas de lo mucho que añoraba al animago. Ahora había vuelto, a Hogwarts, junto a mi ¡durante nueve meses!
Mi corazón había dado una sacudida al verlo entrar por las inmensas puertas, me extrañé un poco pero lo atribuí a la emoción de volver a verlo, me sentía tan contento, ¿por qué exactamente me invadía esa alegría? no lo sabía. Entonces el hombre, que había estado hablando con Dumbledore y con Snape dirigió su mirada hacía la mesa de los leones y buscó a alguien hasta encontrarlo. Me buscaba a mi. Clavó sus ojos en los míos y, aún a la distancia, vi en sus doradas pupilas cariño mientras me sonreía, le devolví el gesto y con el corazón lleno de una energía inexplicable me acabé todo resto de comida de mi plato y solo deseé salir de allí para lanzarme a los brazos del adulto.
Ron y Hermione, con sus funciones de prefectos, dirigieron a los de primero hacía la sala común de Gryffindor, yo me dirigí al despacho del profesor de Defensa. No tuve que esperar mucho, a los cinco minutos vi su figura delgada doblar la esquina y acercarse a mi. Sus túnicas eran algo más nuevas que cuatro años atrás pero seguía tan sencillo como siempre, como me gustaba que fuera. Al estar en frente mía me miro serio hasta que, con otra inmensa sonrisa, me abrió los brazos.
Casi corrí entre ellos, lo apreté contra mí (con la suficiente fuerza para no dañarlo pero demostrarle el cariño que le tenía) y él me apretó contra su cuerpo, tras unos minutos me separó un poco y me miro de arriba abajo.
Caray Harry, casi eres tan alto como yo, has crecido mucho en estos meses. Si- y volví a abrazarle y susurré- ¿dónde has estado Remus?, te he echado tanto de menos. Y yo a ti, no sabes cuando me has faltado Harry, no sabes cuanto he sufrido al no poderte ver ni una sola vez, pero olvidemos esto, ¿quieres?, ahora estoy aquí y no pienso irme ni que me arrastren, por favor entra en el despacho, quiero saber como estas.
Abrió la puerta con un hechizo y entramos. Todo estaba vació, aún no lo había decorado con sus animales fascinantes, nos sentamos uno al lado del otro y hizo aparecer dos tazas de chocolate.
¿Cómo te encuentras Harry? Bien- dije dando un sorbo al chocolate que no estaba ni demasiado caliente ni demasiado frío. ¿Has vuelto a tener...los sueños sobre...?
Yo sabía a que se refería exactamente pero no quería hablar de eso ahora que me sentía tan a gusto, solo asentí sin mirarlo y lo entendió, posó una mano sobre mi hombro unos segundos y luego la apartó cambiando de tema. Hablamos de las clases pasadas, de las que daría ese curso, de mi verano en Privet Drive (que por cierto fue un infierno como siempre) y de mi nuevo puesto de capitán en quidditch.
Es fantástico Harry, no sabes lo contento que estaría tu padre, él siempre hablaba de lo orgulloso que estaría al tener un hijo buscador como él y más capitán, nada más nacer tu ya dijo que llegarías a serlo, no veas lo pesado que se ponía cada vez que hablaba de eso y te sostenía en sus brazos con una gran sonrisa. Si, supongo que le gustaría verme... bueno ¿y tu qué?, no he recibido carta tuya en dos semanas mínimo. Espero que me perdones pero he estado tan ocupado resolviendo unos asuntos, y luego Dumbledore me dijo que me quería de nuevo en el castillo, quería que fuera una sorpresa. Te perdono pero porque me he alegrado mucho verte de nuevo- le sonreí y mire el reloj- es hora de que me vaya o Hermione pondrá el grito en el cielo, se toma muy en serio su puesto de prefecta. Hablando de eso, Dumbledore me ha dicho que rechazaste ser prefecto, ¿por qué? Bueno, supongo que no me gusta tanta responsabilidad, ya sabes como soy, me gustan demasiado mis caminatas por las noches bajo la capa- me levanté y me fui hacía la puerta seguido por el licántropo- ya nos veremos mañana. Por supuesto- me volvió a abrazar y me fui.
Llegué al dormitorio donde Ron me habló durante un rato en lo magnífico de la vuelta del hombre lobo y que ese año sacaría matrícula de honor en su asignatura. Ya cada uno en su cama rodeados por los doseles, respiré hondo y, pensé en Remus. Era extremadamente tranquilizador saber que estaba allí, algunos pisos más abajo pero cerca de mí, lo había echado tanto de menos. Me di la vuelta, bostecé y me quedé profundamente dormido.
NOTAS- no pretendía seguirlo pero ante vuestras exigencias y la falta de fics d esta pareja pues intentaré continuarla lo mejor que sepa, ya m daréis vuestra opinión, dejad rewies para q m den fuerzas para seguir ^-^
Cris: muchas gracias por tu mensaje y tu apoyo, espero q s cumpla lo que dices d q llegaré lejos, besos.
Kat basted: ya ves q he continuado, no te preocupes lo pondré todo, a mi también m gusta la pareja harry/ personaje masculino.
Moony Girl2: yo también encuentro a remus muy lindo en el papel de pedofilo, m gusta esta pareja.
Pichurri: ya no me tendrás q matar porq lo he seguido jejeje. Tranquila q me pondré las pilas, ya tengo el segundo capítulo empezado, besos.
Gracias a todos aquellos q lo han leído, pero m gustaría q m dejarais más mensajes
Remus me observa mientras me visto, yo noto su mirada sobre mi y no puedo remediar el sonrojo que cubre mis mejillas. Me giro y le sonrió dulcemente, porque es la única forma en que me salen las sonrisas para él, dulces y eternamente sinceras.
¿Quieres comer? Aún tienes hambre después de esto- me dice con la mirada llena de amor y una sonrisita que me derrite. Algo, te preparo cualquier cosa, ¿de acuerdo?
Bajo a la cocina y con esmero me muevo por ella. Me gusta esta casa porque la elegimos entre Remus y yo cuando hicimos un año de pareja, me siento esperando que el pollo se vaya calentando en el horno muggle y recuerdo eso, nuestro primer año.
**Flash Back**
Harry ¿qué te parecería que nos fuéramos a vivir juntos? ¿Qué?- le dije sorprendido mientras acariciaba su mechón blanco echado a su lado en el sofá. Pues he estado pensando, y bueno... creo que lo nuestro tiene mucho futuro, yo te quiero y he pensado que ya que tengo que cambiar de hogar me gustaría compartirlo contigo.
Me quedé mirándolo sin dar crédito a sus palabras, me ofrecía compartir su vida, en su casa... nuestra casa... decía que me amaba y que lo haría por mucho tiempo, solo supe reaccionar besándolo, y susurrándole:
No te puedes imaginar lo feliz que me has hecho en este momento Lunático.
**Fin flash back**
La campana del horno me saca de mis pensamientos y con unas manoplas depósito el manjar en la mesa. A los pocos segundos mi lobo entra en la estancia y sonríe al oler la comida.
Desde arriba he olido el exquisito pollo- dice mientras se sienta. Pero si aún no lo has probado- digo divertido al pensar en su agudo olfato.
Comimos tranquilos, le serví una buena porción a Remus que debía reponer fuerzas tras la transformación y al terminar dejé que los platos se fregasen solos y nos sentamos a ver la televisión, un objeto no mágico que entusiasma al licántropo que aún ahora comentaba que los muggles son muy ingeniosos al conseguir meter a gente diminuta dentro de esa caja. Me abraza poniendo una mano en mi espalda y me acurruco en su pecho, inspiro su aroma, nunca me canso de hacerlo. Miramos una película trágica, de unos enamorados que no pueden continuar con su relación por miedo a lo que dirán. Entre imagen e imagen Remus se queda dormido y lo miro. Cada día que paso a su lado doy gracias al destino por haberme dado esta maravillosa oportunidad de querer a alguien como él. Mi memoria retrocede casi dos años atrás y vuelvo a recordar como empezó todo.
******
Entré en el majestuoso castillo de Hogwarts de Magia y Hechicería por séptima vez después de un largo verano con mis tíos. Junto a mí iban Ron y Hermione que discutían, como siempre, de las nuevas clases que daríamos en nuestro último año en el colegio. Como pasaba el tiempo, al entrar en el Gran Comedor me quedé unos segundos observándolo y luego mire el cielo cuajado de las primeras estrellas, recordé con alegría y algo de nostalgia la primera vez que lo vi, mi estómago se contrajo al ser testigo de tanta majestuosidad junta en una enorme sala rebosante de alumnos.
¿Ocurre algo Harry?- me pregunta Ron al ver que me he quedado quieto mirándolo todo. No, solo miraba el lugar... lo echaré tanto de menos- suspiro yendo hacía mi mesa donde mis compañeros nos reciben con grandes sonrisas. Si- responde Hermione sentándose entre Ron y yo- yo también lo echaré de menos, han sido casi siete años maravillosos llenos de acontecimientos, no todos buenos pero difíciles de olvidar, daría lo que fuera por quedarme aquí toda mi vida.
La comprendo perfectamente porque es lo que yo mismo siento. Los alumnos acaban de tomar sus sitios y en minutos aparece la profesora McGonagall acompañada de los jóvenes alumnos que lo miran todo con la boca abierta. Uno a uno van siendo seleccionados para la casa que será su hogar durante sus años académicos, al terminar el director se pone en pie y todos callamos.
Queridos alumnos un año más se presenta ante nosotros, un año con muchos proyectos que realizar ya que, como todos sabéis y otros fuisteis testigos, el curso pasado Voldemort fue derrotado definitivamente- se oyeron muchos murmullos y alguna mirada hacía mi mientras me obligo a mirar a Dumbledore para no prestar atención a los demás y no volver a recordar esos crueles momentos- fueron muchas las pérdidas que sufrimos, seres queridos se marcharon pero gracias a su valentía para protegernos estamos aquí, gracias a ellos seguimos contemplando cada amanecer con un as de alegría en nuestros jóvenes corazones, antes que nada pido un brindis por todos aquellos que asistieron a la última batalla sabiendo de su peligro, alzad las copas y recordémoslos.
Alzó la copa junto a todos los alumnos y brindamos, mis ojos por unos momentos se enjaguaron a recordar la mayor pérdida que sufrí (aparte de mis padres) pero Hermione me apretó la mano dándome fuerzas. Nunca le estaré lo suficientemente agradecido por todo lo que ha hecho por mi, nos sentamos y dio paso a las reglas generales antes de hacer aparecer el delicioso manjar.
¿Quién creéis que será el nuevo profesor de Defensa?- dijo Ron. No se, Dumbledore no lo ha comentado- dijo Hermione. Mientras no sea otra igual que Umbridge- dije recordando a la horrible profesora de nuestro quinto curso- tal vez vuelve a ser Snape, recordad que el año pasado no lo hizo nada mal. La verdad es que es bueno en esa materia - opinó Hermione. No deis ideas chicos- se quejó Ron- ya me basta tenerlo en Pociones como encima otro año como profesor en Defensa, no, definitivamente no.
Sonreímos ante eso, es bien sabido que Snape nunca le ha agradado lo más mínimo a mi amigo pelirrojo aún haberlo visto combatir en nuestro bando y salvando a más de uno, a mi no es que me parezca la mejor persona del mundo pero he llegado a tenerle un inmenso respeto. Mientras comíamos Filch, el conserje, se acercó al director y le susurró algo en el oído, éste asintió feliz y pidió silencio mientras volvía a levantarse.
Estoy seguro que más de uno se ha preguntado por el profesor de Defensa, el año pasado fue muy gratificante tener como maestro de la materia al profesor Snape- lo miro- pero este año ha cedido gustosamente el puesto a un viejo amigo que tuvimos el placer de compartir su compañía años atrás, a todos ustedes les anuncio la incorporación para el puesto de Defensa Contra las Artes Oscuras del profesor Remus Lupin.
Las puertas del Comedor se abrieron dejando ver a un hombre no muy mayor de cabello claro veteado de gris con un mechón blanco cayendo sobre su rostro sonriente, andaba con algo de vergüenza hacía la mesa de profesores bajo la atenta mirada de todos, le dio la mano al director que seguía con su enorme sonrisa, y se giró a nosotros.
Me alegro volver a mi hogar junto a vosotros- dijo simplemente.
El alumnado estalló en aplausos, exceptuando a alguno de primero que no había oído hablar del hombre nunca a ser nuevo. La bienvenida duró unos minutos e incluso más de uno, como yo mismo junto al resto de Gryffindor, nos levantamos de nuestro asiento para ofrecerle mejor el saludo. Al terminar nos sentamos mirando la cara del hombre algo sonrojado pero claramente alegre.
Ha vuelto Remus, ha vuelto Remus- canturreaba Ron obviamente contento pero también aliviado al saber que no volvería a aguantar a Snape fuera de las mazmorras. No creí que volvería a tener clase con él- dijo Hermione- hacía casi un año que no tenía noticias de Lunático, es estupendo, ¿tu lo sabías Harry? No- dije sin apartar mi mirada del hombre.
Desde mi quinto curso no lo había vuelto a ver después de la muerte de Sirius, me había escrito, eso si, me había apoyado sobre papel, siempre me decía las ganas que tenía de volver a verme pero que su trabajo en la Orden se lo tenía muy difícil, pero no lo había visto. Recuerdo que estuvo a mi lado como nadie en la primera semana de la gran pérdida, lloramos juntos porque no escondía sus sentimientos como yo tampoco lo hacía y recuerdo que sonreímos por primera vez juntos, me sentí muy a gusto con él hablando infinitas horas de lo mucho que añoraba al animago. Ahora había vuelto, a Hogwarts, junto a mi ¡durante nueve meses!
Mi corazón había dado una sacudida al verlo entrar por las inmensas puertas, me extrañé un poco pero lo atribuí a la emoción de volver a verlo, me sentía tan contento, ¿por qué exactamente me invadía esa alegría? no lo sabía. Entonces el hombre, que había estado hablando con Dumbledore y con Snape dirigió su mirada hacía la mesa de los leones y buscó a alguien hasta encontrarlo. Me buscaba a mi. Clavó sus ojos en los míos y, aún a la distancia, vi en sus doradas pupilas cariño mientras me sonreía, le devolví el gesto y con el corazón lleno de una energía inexplicable me acabé todo resto de comida de mi plato y solo deseé salir de allí para lanzarme a los brazos del adulto.
Ron y Hermione, con sus funciones de prefectos, dirigieron a los de primero hacía la sala común de Gryffindor, yo me dirigí al despacho del profesor de Defensa. No tuve que esperar mucho, a los cinco minutos vi su figura delgada doblar la esquina y acercarse a mi. Sus túnicas eran algo más nuevas que cuatro años atrás pero seguía tan sencillo como siempre, como me gustaba que fuera. Al estar en frente mía me miro serio hasta que, con otra inmensa sonrisa, me abrió los brazos.
Casi corrí entre ellos, lo apreté contra mí (con la suficiente fuerza para no dañarlo pero demostrarle el cariño que le tenía) y él me apretó contra su cuerpo, tras unos minutos me separó un poco y me miro de arriba abajo.
Caray Harry, casi eres tan alto como yo, has crecido mucho en estos meses. Si- y volví a abrazarle y susurré- ¿dónde has estado Remus?, te he echado tanto de menos. Y yo a ti, no sabes cuando me has faltado Harry, no sabes cuanto he sufrido al no poderte ver ni una sola vez, pero olvidemos esto, ¿quieres?, ahora estoy aquí y no pienso irme ni que me arrastren, por favor entra en el despacho, quiero saber como estas.
Abrió la puerta con un hechizo y entramos. Todo estaba vació, aún no lo había decorado con sus animales fascinantes, nos sentamos uno al lado del otro y hizo aparecer dos tazas de chocolate.
¿Cómo te encuentras Harry? Bien- dije dando un sorbo al chocolate que no estaba ni demasiado caliente ni demasiado frío. ¿Has vuelto a tener...los sueños sobre...?
Yo sabía a que se refería exactamente pero no quería hablar de eso ahora que me sentía tan a gusto, solo asentí sin mirarlo y lo entendió, posó una mano sobre mi hombro unos segundos y luego la apartó cambiando de tema. Hablamos de las clases pasadas, de las que daría ese curso, de mi verano en Privet Drive (que por cierto fue un infierno como siempre) y de mi nuevo puesto de capitán en quidditch.
Es fantástico Harry, no sabes lo contento que estaría tu padre, él siempre hablaba de lo orgulloso que estaría al tener un hijo buscador como él y más capitán, nada más nacer tu ya dijo que llegarías a serlo, no veas lo pesado que se ponía cada vez que hablaba de eso y te sostenía en sus brazos con una gran sonrisa. Si, supongo que le gustaría verme... bueno ¿y tu qué?, no he recibido carta tuya en dos semanas mínimo. Espero que me perdones pero he estado tan ocupado resolviendo unos asuntos, y luego Dumbledore me dijo que me quería de nuevo en el castillo, quería que fuera una sorpresa. Te perdono pero porque me he alegrado mucho verte de nuevo- le sonreí y mire el reloj- es hora de que me vaya o Hermione pondrá el grito en el cielo, se toma muy en serio su puesto de prefecta. Hablando de eso, Dumbledore me ha dicho que rechazaste ser prefecto, ¿por qué? Bueno, supongo que no me gusta tanta responsabilidad, ya sabes como soy, me gustan demasiado mis caminatas por las noches bajo la capa- me levanté y me fui hacía la puerta seguido por el licántropo- ya nos veremos mañana. Por supuesto- me volvió a abrazar y me fui.
Llegué al dormitorio donde Ron me habló durante un rato en lo magnífico de la vuelta del hombre lobo y que ese año sacaría matrícula de honor en su asignatura. Ya cada uno en su cama rodeados por los doseles, respiré hondo y, pensé en Remus. Era extremadamente tranquilizador saber que estaba allí, algunos pisos más abajo pero cerca de mí, lo había echado tanto de menos. Me di la vuelta, bostecé y me quedé profundamente dormido.
NOTAS- no pretendía seguirlo pero ante vuestras exigencias y la falta de fics d esta pareja pues intentaré continuarla lo mejor que sepa, ya m daréis vuestra opinión, dejad rewies para q m den fuerzas para seguir ^-^
Cris: muchas gracias por tu mensaje y tu apoyo, espero q s cumpla lo que dices d q llegaré lejos, besos.
Kat basted: ya ves q he continuado, no te preocupes lo pondré todo, a mi también m gusta la pareja harry/ personaje masculino.
Moony Girl2: yo también encuentro a remus muy lindo en el papel de pedofilo, m gusta esta pareja.
Pichurri: ya no me tendrás q matar porq lo he seguido jejeje. Tranquila q me pondré las pilas, ya tengo el segundo capítulo empezado, besos.
Gracias a todos aquellos q lo han leído, pero m gustaría q m dejarais más mensajes
