Hola!!

Vale, solo dos cosas:

Este fic es un regalo de cumpleaños para mi hermana Rinoa, por lo que hay dos personajes extras: Mina Bourne (mi hermana) y Cedric Diggory, que no está muerto (no me preguntéis el porqué) pero es igual de atractivo que siempre...

El nombre del fic "So, kiss me" viene por distintos motivos. Primero por la canción con el mismo nombre de Six pence non the richer, que sale en la banda sonora de "Alguien como tu", que es la típica peli de instituto con romances y tal, como será este fic. Segundo porque kiss me es lo que embrasse-moi en francés (el título de un fic de mi hermana) y como es para ella pues me hacía gracia. Y luego porque sigue más o menos en la línea de los fics corales, y el título tenía que ser en idioma no castellano, ok?

Y ahora...

¡a disfrutar del fic!

Partidos y bailes

^___^

-Davies, el capitán de Hogwarts, consigue la quaffle y va directo hacia el guardián del equipo contrario pero... ¡no! ha estado a punto de perderla, pero de nuevo ha demostrado su pericia y esquiva una bluddger de... er... creo que George!

-Sí, era George, Justin. Y yo diría que está aún más guapo que...

-... Roger sortea a Carter y... ¡sí! ¡10 puntos más para Hogwarts!

-... aunque un corte de pelo no le vendría mal.

-¡La quaffle vuelve a estar en juego! Dennis Creevey intenta cogerla, pero Laura Nash se le adelanta y... ¡bien por Lisa! Turpin y Bourne realmente forman un buen equipo como golpeadoras. Bueno... y a ti qué te parece, ¿tenemos alguna oportunidad de remontar, Cho?

-Pfff... ¿Con ese muermo de guardián que tienen los de Crownbery? Tal vez, si cogiera esa escoba con más estilo...¿Pero qué digo? ¡Si es una saeta de Fuego! ¡Este modelo está super-anticuado!

-Seguimos 130 a 160, pierde Hogwarts, y ninguno de los dos buscadores da señales de ver la snitch. ¿Quién tiene más posibilidades, Diggory o Malfoy?

-Cedric, por supuesto. Pero ser buscador no lo es todo en la vida, y por eso tuvimos que dejar lo nuestro. Es una lástima, porque...

-Nash se acerca directa a marcar y... Alan, la nueva adquisición como guardián de Hufflepuff de este año, se interpone en su camino pero... Nash le pasa la quaffle a Martin y... ¡marcan! Crownbery gana 130-170.

-¿Sabías que ahora está estudiando una rama de la Crimagialogía para entrar en el sector de investigaciones de los aurores?

Por primera vez, Justin miró a su compañera a los ojos.

-¿Quién, Martin?

Ella pusó los ojos en blanco y suspiró audiblemente.

-Nooo... Cedric Diggory. ¿Es que no me escuchas cuando te hablo?

^___^

Hacía prácticamente una hora que había empezado el partido y la snitch seguía sin aparecer. El sol de principios de junio caía con fuerza sobre sus espaldas, empapando de sudor la túnica negra representativa de su escuela. No se sentía cómoda con ella, porque desde su llegada a Hogwarts nunca había jugado a quidditch sin el rojo uniforme de Gryffindor.

Había llegado a principios de curso, sexto, procedente de Praga. Había vivido allí tres años, y antes en Alejandría, y en Amsterdam y... el trabajo de su padre les obligaba a cambiar de país frecuentemente, y el último había sido Gran Bretaña, así que ella tenía la oportunidad de asistir a Hogwarts, una de las escuelas más prestigiosas de Europa.

El quidditch era otro tema. Siempre le había encantado, y decidió presentarse para la bacante que dejaron los hermanos gemelos de Ron y Ginny como golpeadores (ahora que los tenía delante tenía que reconocer que eran muy buenos) y había conseguido el puesto. Caray si lo había conseguido. Con el equipo que tenían, incluido Harry como buscador, la mayoría de las veces ganaban contra cualquiera de los otros tres equipos. Hasta parecía que iban a ganar la Copa de Quidditch... siempre y cuando derrotaran a Slytherin, por supuesto.

Pero la idea de un partido amistoso con Crownbery... ¡eso si había sido genial! Los profesores de Hogwarts y de la Universidad Mágica propusieron un partido entre sus alumnos para estrechar los vinculos académicos y animar a los jóvenes colegiales a continuar sus estudios, pero ella sólo veía su escoba, el campo de quidditch, las bludggers, el público y...

... y el buscador del equipo contrario.

Tenía oído que era bastante atractivo, pero nunca se lo hubiera imaginado tan atractivo. Y guapo. Y maravilloso. Y encantador. Y... Ni tan siquiera había tenido la oportunidad de hablar con él, pero esos ojos grises... su pelo moreno... su sonrisa...

Suspiró, meneando la cabeza. Tenía que concentrarse en el partido.

Había sido una suerte que la escogieran como golpeadora de Hogwarts. Se habían presentado los de todas las casas, por supuesto, pero las que mejor habían pasado la prueba fueron Lisa y ella. Le gustaba Lisa, con sus rastas, su sonrisa pícara y sus maneras un tanto... eh... ¿bastas? Lástima no haberse conocido antes, porque estaba segura que juntos hubieran podido meterse en más de un lío de lo más... Woops. Se suponía que debía estudiar, no meterse en lios.

De todos modos le sorprendió, como a todo el mundo, que fuera Malfoy el mejor buscador. Todos habían dado por sentado que Harry representaría Hogwarts, tal vez por el simple hecho de que él siempre era el protagonista de todo lo que sucedía en la escuela y en el mundo mágico en general. Pero Malfoy lo había hecho mejor y ahora era él quién estaba en el campo. Le costaba depender de él y pensar en él como un miembro del equipo pero... Quizá Harry hubiera tenido un mal día en la selección, pero no podía evitar preguntarse si no hubiera cogido ya la snitch si hubiera sido él el buscador de Hogwarts.

^___^

-¿Cómo se ve el mundo desde el suelo, Potter?

¿Qué quería la perrita faldera de Malfoy? ¿Es que ni tan siquiera iba a dejarle disfrutar del partido? Ya estaba suficientemente emocionante como para que viniera la Slytherin a tocarle la moral...

-Muy firme, Parkinson, ¿alguna otra pregunta?

-La verdad es que tengo miles, Potter, ya sabes lo gran admiradora tuya que soy –ironizó ella.- Pero hay una en especial que me tortura cada noche... ¿Es muy duro seguir adelante con una derrota a tus espaldas? ¿Sabiendo que Draco es mejor que tú? ¿Cómo puedes vivir? Debe ser muy humillante, ¿no?

-Piérdete.

Ella se encogió de hombros.

-Me encantaría, pero... este sitio es genial para poder ver como Draco consigue que ganemos. ¿No te importa que me quede a ver tu cara de decepción cuando un Slytherin sea el que atrape la snitch que dará la victoria a Hogwarts, verdad?

^___^

Mientras apartaba una bludgger que intentaba noquear a Dennis, pudo oír como Justin cantaba los resultados hasta el momento: 150 a 170. Siempre a poca distancia de Crownbery, pero sin alcanzarles. La clave estaba en la snitch, como de costumbre. Y entonces vio como Cedric Diggory aceleraba su escoba, directo hacia... bueno, tenía que ser la snitch, ¿no?

Escuchaba de fondo la voz de Justin, el comentarista.

-¡Nuestra cazadora Slytherin, Eve, acaba de marcar! ¡Fantástico!

Malfoy también se había puesto en movimiento, pero estaba más lejos que Diggory, mientras que ella los veía acercarse de frente. No se lo pensó dos veces. Aceleró, localizó una bludgger y... directa a Cedric.

El chico, que estaba a punto de alcanzar la snitch, no se percató de la pelota hasta que fue demasiado tarde. Le dio en toda la cabeza, impulsándolo hacia atrás, precipitando la caída.

Mina Bourne se llevó las manos a la cara. ¡Por Merlín! ¡Iba a matarse!

-¡Y Davies consigue el empate con este último movimiento!

Draco Malfoy había llegado a la altura de la snitch. Iban a ganar. Pero Mina solo podía ver la pelota golpeando en la cabeza de Cedric una y otra vez... Décimas de segundo que se le hicieron eternas.

Entonces, contra todo pronóstico, Cedric recuperó el equilibrio, se enderezó, alargó el brazo y... su mano chocó contra la de Malfoy cuando los dos, a la vez, agarraron la snitch.

^___^

-¿Cómo te encuentgas, Cedric?

Un par de jugadores de Crownbery habían colocado a Cedric en una camilla improvisada y Fleur Delacour, medimaga en prácticas en el equipo de Crownbery, le aplicaba unos vendajes en la cabeza junto con un ungüento de suave olor a lavanda.

-¿Mmmm...?

Había caído inconsciente, pero parecía que ya empezaba a reaccionar.

-No es nada gave, pego debeguías descansar. Ahoga te llevamos a la enfegmeguía, no te pgeocupes.

Una voz grave a sus espaldas reclamó su atención.

-¿Dice que no es grave? El golpe que le ha dado la señorita Bourne ha sido audible hasta en las gradas. Déjeme que decida yo si es grave o no.

Fleur se giró, dando la espalda a su paciente. Frunció el ceño.

-¿Pgofesor Snape? Crgeo que estoy pegfectamente capacitada paga atender a mi paciente y jugador de mi equipo, así que...

Pero, ignorándola totalmente, Snape se colocó al lado del joven buscador y empezó a examinarle.

-¿Lavanda? ¿Le ha puesto un ungüento a base de lavanda?

Ella se mantuvo firme.

-En guealidad la lavanda sólo le da un suave olor que no afecta en absoluto el efecto de la aplicación cugativa. Si me pegmite...

-Creo recordar que soy yo el experto profesor de pociones, y usted no es más que una simple medimaga en prácticas que está exponiendo a sus pacientes con sus inventos olfactivos.

-¿Está insinuando que no sé haceg mi trgabajo?

-¡Pero, por favor! ¡Si ni tan siquiera sabe hablar!

Todo lo que recibió por respuesta fue una bofetada en toda la cara.

^___^

-Es que no puedo creerme que sea tan guapo. No está dentro de los límites de lo real. Supera todo lo posible. Y lo imposible.

-Eh, Mina, contrólate. Sólo es un tío. No se puede esperar nada bueno de ellos.

-Oh, Lisa... es que incluso le queda bien el vendaje en la cabeza.

-Los gemelos si que molan. ¿Has visto cómo lanzaban la bludgger? ¡Fuá! ¡Son el puto amo! Los dos. Y sus artículos de broma son la bomba.

-¡Míralos! No te niego que los gemelos sean geniales, pero estando Cedric con ellos... ¿no notas lo especial que es?

-¿Quién es especial?

Las dos chicas, apoyadas en la barandilla de la escalera mientras contemplaban a Cedric y los Weasley, se giraron para encontrarse con otro miembro de la familia.

-¿Qué tal, Ron? ¿Cómo va?

-¡Habéis jugado un partido genial, chicas! –miró a la Ravenclaw, ofreciéndole una mano- Eh... yo soy Ron.

-Lisa –le devolvió ella el saludo.- Hablábamos de tus hermanos.

-Ya sé que eres Lisa... ¡todo el mundo lo sabe! –se quedó unos instantes en silencio, hasta que reaccionó ante el comentario de la chica.- ¿Mis hermanos? –al ver como ella señalaba hacia el rellano de la escalera, comprendió.- Son muy buenos, ¿eh?

-¡Geniales!

-Perdonad –interrumpió Mina.- No es que no encuentre simpáticos y divertidos y tal a tus hermanos, Ron, pero... ¿podríamos cambiar de tema de conversación?

-Ah, claro –se burló Lisa.- ¿Quieres hablar de Cedric, no?

Enrojeció.

-Eh... no-no... yo no me refería a eso, es sólo que...

-¡Ah! ¡Acabo de tener una idea genial!

-Miedo me dan tus ideas...

-¡Ron! Tú conoces a Cedric, de cuando el torneo, y todo eso... ¡Y conoces a tus hermanos!

-Claro que conozco a mis hermanos, es una de las bases de la fraternidad, ¿sabes? Acostumbras a conocer a tu familia...

Lisa lo cogió por los hombros, emocionada.

-¡Pues preséntanoslos!

Mina y Ron respondieron al unísono, mirándola asustados, cada cual por sus propios motivos...

-¿QUÉ?

-Es fácil. Así yo podré hablar con George y Fred y Mina con Cedric, y entonces...

-¡NO!

-¿Por qué no?

Mina enrojecía por momentos, muerta de vergüenza solo de pensar que Lisa pretendía que Ron le presentara a un chico tan perfecto para ella, sin contar con el hecho de que debía odiarle, pues lo había dejado inconsciente de un golpe de bludgger y, por supuesto, esa no era la mejor manera de empezar una relación... ¿una relación? ¿quién hablaba de una relación?

En cuanto a Ron... la alarma se pintaba en sus ojos, tal vez por quedar siempre en segundo plano cuando se trataba de sus hermanos, o tal vez por...

Mientras se miraban en silencio, incapaces de abrir boca ni tan siquiera protestar, Lisa, que no parecía darse cuenta de lo que pasaba, volvió la vista hacia el piso inferior.

-Oh, vaya. Se han ido.

^___^

-Oh, Draco, ¡has estado genial!

Él la miró, sonriente. Un pequeño anillo plateado, con los símbolos de Hogwarts y Crownbery gravados, descansaba en su dedo anular. Se suponía que debía ser para los miembros del equipo ganador, pero debido al empate habían decidido regalar un anillo a cada uno de los jugadores de los dos equipos.

-¿De verdad?

Por toda respuesta, Ginny le dio un beso furtivo en los labios.

-Claro.

-Pero Diggory...

-Diggory es muy bueno, por supuesto, pero eso no te quita mérito a ti, ¿no? Además, él es mayor. Y los dos habéis cogido la snitch, y eso es lo que cuenta.

Él la abrazó. Estaban en su rincón secreto, lejos de miradas curiosas, lejos de intrusos, de hermanos y de guardaespaldas. Aquí era donde realmente se sentía cómodo, más sí mismo, y no el hijo de mortífago que era el resto del día. Decidió que había llegado el momento de decirle algo a Ginny.

-Ginny.

-¿Mmm?

-¿Sabes las pruebas de selección para el equipo de Hogwarts?

-Sí. Todo el mundo creía que ganaría Harry, pero tu pudiste con él. No sabes lo contenta que me puse...

-De eso quería hablarte.

-Ah, dime.

-Falseé las pruebas.

Ginny se apartó, de golpe.

-¿QUÉ?

-Era la única manera de quedar seleccionado.

-¿Qué quiere decir que falseaste las pruebas? –parecía furiosa.- ¿Compraste al jurado?

-Oh, no. No tan descarado. Hice que Potter se bebiera una poción, sin darse cuenta, que disminuía sus capacidades físicas.

-¿Que hiciste qué?

-Vamos, Ginny... No hay para tanto. Tan sólo...

-¡Oh! ¿Cómo pudiste? ¡Harry es mi amigo! Y si realmente era él quién merecía estar en el campo de quidditch...

Explotó.

-¡Estoy harto de Potter! Siempre es Potter por aquí, Potter ha hecho esto, Potter ha hecho lo otro... ¿Siempre tiene que ser él el protagonista de todo?

-Oh, no, por supuesto. ¿Por qué debería? ¿Qué importa si es él quién hace bien las cosas, quién gana a quidditch, quién salva el mundo? Oh, no. El protagonista debe ser Draco Malfoy, ¡porque no es más que un malcriado que cree que puede tener todo lo que quiere!

La fúria brilló en los ojos grises, pero segundos después la pena sustituyó la ira. Obligó a Ginny a mantenerle la mirada.

-¿Eso es lo que piensas de mí?

Y ella tuvo que bajar los ojos, avergonzada. No podía responder.

-¿Sabes que es todo lo que quiero? –insistió él. Ginny sacudió la cabeza.- Te quiero a ti. Tan solo quería coger la snitch delante de todos, para ti. –Hizo un movimiento rápido, desprendiéndose del anillo y dejándolo encima de la repisa de la ventana.- Toma. Eso era para ti. Si es que aún lo quedas.

Pero no se quedó a esperar respuesta.

-Espera, Draco.

Se giró. Ella había cogido el anillo y jugaba con él. No pudo dejar de advertir que una lágrima se deslizaba por la mejilla de Ginny.

-No, no es eso.

Él frunció el ceño.

-No es eso lo que pienso de ti. Sabes que te quiero. Y... y me gustaría llevar tu anillo, si no te importa.

Draco regresó, abrazándola con dulzura.

-Claro que no me importa, tontorrona.

^___^

¡¡¡ATENCIÓN!!!

BAILE ESPECIAL FIN DE CURSO

IMPRESCINDIBLE IR CON PAREJA,

SE NOMBRARAN REY Y REINA DEL BAILE

A LA MEJOR PAREJA

Mina contemplaba curiosa el cartel que había aparecido a la entrada del Gran Comedor. ¿Un baile final de curso? Tenía entendido que tan sólo había banquete. Tal vez fuera en honor a los de Crownbery, o...

¿Qué más daba? Lo importante ahora era encontrar pareja, y ella tenía muy claro con quién le gustaría ir... Claro que, tal vez, él no era de la misma opinión.

-¿Van a hacer un baile?

Se giró. No podía creer lo que veían sus ojos. Ahí a su lado, tan atractivo como de costumbre, estaba Cedric. No supo qué responder.

-El último fue cuando el torneo de los tres magos. Estuvo muy bien. -¿estaba hablando con ella?- ¿Tú no estabas, verdad?

Definitivamente sí. Estaba hablando con ella. No podía creérselo.

-No. Soy nueva de este curso.

-Ya me parecía. No te recordaba.

-¿Qué tal la cabeza?

Él sonrió. Quería derretirse.

-Bien. Al final Snape y Fleur consiguieron ponerse de acuerdo y atender mi herida en vez de perder el tiempo discutiendo.

-Yo... bueno, lo siento. Quería disculparme antes, pero no encontraba el momento, y...

Volvió a sonreír.

-No te preocupes. No es grave. Fleur me dijo que habías venido a la enfermería, gracias por las molestias.

Mina enrojeció aún un poco más de lo que hubiera creído posible.

-Oh, no-no. No es molestia. Era lo mínimo. –Intentó devanarse los sesos en busca de un tema de conversación más interesante, pero no se le ocurría nada. Cedric marcharía y ella no habría hecho más que enrojecer y pedir disculpas. Bueno, ya era un paso.

Cedric la ayudó a salir del paso.

-¿Ya tienes con quién ir al baile?

-¿Qué? –la había tomado por sorpresa.- Ah, no.

-Entonces... ¿te gustaría ir conmigo?

^___^